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Reporte de lectura: Las ideas medioambientales en el siglo XVII.

(Luis Urtega)
Ficha: Urtega, Luis (1997) Historia de la Ciencia y de la Técnica, Madrid: AKAL.
Realizó : José David Tenorio Jiménez
Clase de Teoría Social I
Maestría en Gestió n Sustentable del Agua/COLSAN

Con base en lo que hemos revisado hasta este momento del curso, me parece
relevante la revisió n de algunas ideas aceptadas en la antigü edad, tal es el caso de este
texto que convoca a pensar algunas teorías ambientalistas del setecientos y có mo las
mismas han sido construidas en una diversidad de ideas antropoló gicas, geográ ficas y
climá ticas1 que trataron de explicar la diversidad física de la humanidad, hasta la
justificació n de preceptos de superioridad racial, lo cual era favorable para los
proyectos coloniales y en su momento a la esclavitud. Inclusive se trató de explicar
por qué algunas enfermedades eran má s proclives en algunas poblaciones con
relació n al territorio que se habitaba.

Hasta la fecha es comú n en el argot popular que se relacione características culturales


con alguna regió n específica. Aú n conozco gente que piensa que la gente de las costas
o de los puertos es má s desinhibida posiblemente por el calor. También es comú n
decir a las personas hurañ as “que son frías”. Sin dudarlo, estas expresiones tienen
procedencia de ideas setencentistas en las que se pensaba que el hombre es reflejo
del ambiente donde vive.

En la discusió n se encuentran autores que se han vuelto importantes para el


pensamiento occidental como Montesquieu, quien trató de encontrar en la naturaleza
del clima y del suelo, la naturaleza de las leyes y del orden social. O también Buffon
quien en la diversidad de climas y topografías encontró muchos factores que
condicionaron o influenciaron la salud de los hombres.

En el texto se menciona que las variaciones de tiempo y clima condicionan la salud de


las personas, por ejemplo que algunas dolencias son propias de algunos tiempos y que
cambian de un clima a otro. Otra idea expuesta es que hay lugares que son má s
saludables que otros, por ejemplo que los ambientes cá lidos eran considerados
espacios de proliferació n de miasmas que vuelven al humano y a los animales má s
susceptibles ante la enfermedad. De esta manera el estudio de las epidemias y de las
epizootias estuvo relacionada por suficiente tiempo a las condicionantes
biogeográ ficas llamadas climas, así es como proliferaron el estudio de lo que se llamó
en su momento topografías médicas como un intento de generar informació n
sistematizada que relacionara a los malestares con las regiones y posicionarlos para
posiblemente evitarlos o encontrar patrones de morbilidad.

1
Aquí también hay que hacer unas anotaciones al respecto, ya que la idea de clima como se manejaba en
esa época dista de la que en la actualidad se maneja. El autor menciona en su ensayo que para la época que
escribe su texto, Clima era definido como “zonas del planeta de una misma, latitud, y por tanto de
características térmicas y biogeográficas homogéneas en amplios dominios. (Urtega,1997:9).
Una parte muy interesante del texto y planteado con base en las anteriores
elucidaciones es si estas ideas podían aplicarse en otros campos ¿Acaso la diversidad
de leyes, costumbres, creencias e instituciones tenían algo que ver con la influencia del
medio geográ fico? El problema de la diversidad cultural ahora presentaba una
problema para estas ideas deterministas y ambientalistas.

Con un repaso por distintos autores, algunas corrientes filosó ficas, inclusive algunas
tradiciones religiosas como el cristianismo se comienza a cambiar el paradigma y
también a dar los primeros pasos de la abolició n de la esclavitud. El paso que parece
sencillo pero cambiará muchas cuestiones políticas y culturales alrededor del mundo:
La naturaleza humana es ú nica y todos los hombres son iguales. Este sencillo
postulado tuvo como consecuencia repensar muchas cosas como por ejemplo ¿sí
todos somos iguales entonces có mo se explica la desigualdad social?

Voltaire será uno de los que muestre menos paciencia para los planteamientos sobre
el determinismo climá tico. Mencionando que: “El clima tiene alguna influencia en la
sociedad, pero el gobierno cien veces má s y la religió n unida al gobierno má s todavía”.
(Urtega,1997:42).

En la venida de nuevos descubrimientos como la microbiología y la llegada de un


nuevo siglo plagado de nuevas ideas, esta etapa se fue perdiendo en las opacidades
que produce del tiempo. Una época de un tipo de medicina y de geografía comenzaría
a ser reformulada.

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