Vivir en sociedad.

El ser humano necesita relacionarse con las demás personas y aprender a

relacionarse con ellas para sobrevivir en este mundo, ya que, aunque no quiera
necesita de los demás y eso implica relacionarse o socializar con otras personas
(esto genera amistades). Las personas que viven en soledad se relacionan poco
con sus semejantes y tiene poca integración con los demás. Pero ¿por qué vivir en
sociedad? Pues porque somos seres sociales por naturaleza y basamos nuestra
evolución en gran parte a ese sentido innato de socializar con los demás.
Uno debe aprender a vivir con los demás porque uno no está solo en el mundo, por
ejemplo, uno va a ir a comprar algo a la tienda y si hay mucha fila uno espera con
paciencia, pero si no sabes vivir en comunidad uno empieza a tratar mal a la gente
a colársele y por eso es que hay conflictos y en vez de solucionarlos dialogando los
solucionan insultándose etc. El ser humano trata con el mundo y actúa en él.
Relacionarse con el mundo y actuar sobre él, su existir consiste en este relacionarse
activo con el mundo. En el mundo se encuentra con cosas y con otros seres
humanos, con otros yos, y hace su vida, necesaria e inseparablemente, con cosas y
con otros seres humanos. El ser humano no es una realidad “individual”
absolutamente encerrada en sí misma que un buen día decide entrar en acción con
los demás. Se trata de una relación en la que actuamos sobre ellos, y ellos sobre
nosotros. 
Vivir en sociedad significa respetar a los demás, tener tolerancia, solidaridad y
seguir las normas sociales que se han establecido implícita o explícitamente. La
sociedad es el conjunto de personas que conviven en un determinado lugar o país,
bajo normas, creencias y costumbres propias.

Por ejemplo, las sociedades en América y gran parte de Europa celebran la

Navidad en el mes de diciembre y la llegada del año nuevo el 1 de enero, como
muestra de sus creencias religiosas y costumbres sociales.

En el lado oriental del mundo, no se celebra la Navidad porque no la consideran

una creencia propia. En Asia se considera que el año nuevo llega en febrero,
como es celebrado en China.

Así sucesivamente cada sociedad posee sus normas y costumbres por las cuales
se ordena. Es común ver los vehículos transitar por lado izquierdo de las calles en
países como Inglaterra, Jamaica, Trinidad y Tobado y también en el lejano Japón.

Mientras tanto en el resto del mundo los vehículos circulan por el lado derecho de
la calle, el lado totalmente contrario.
Cuando nacemos, los humanos no podemos valernos por nuestros propios
medios: dependemos mucho de los adultos.
A medida que vamos creciendo, aprendemos muchas cosas.
Cuando somos grandes somos capaces de decidir casi todo por nosotros mismos.
Pero, vivimos en sociedad.
Vivir con otros nos permite aprender. Se aprende de la propia experiencia y
también de lo que nos enseñan los demás.
Nuestros padres y demás adultos de la familia nos enseñan muchas cosas.
La familia es el primer grupo de personas con el que convivimos. Esa convivencia
es muy importante para la vida en la medida en que nos ayuden a crecer, a
satisfacer nuestras necesidades, nos protejan, nos den y nos permitan dar amor.
Pero también, aprendemos de nuestros maestros, profesores, vecinos, amigos, de
lo que leemos en libros y en revistas, de la televisión, del cine, del teatro, de
Internet, etc. Podemos decir que, en forma permanente, aprendemos. Eso que
aprendemos es lo que se denomina cultura. Así definimos a la cultura como el
conjunto de todas las cosas que crean los seres humanos viviendo en sociedad.
Lo que se aprende tiene que ver con convivir con los demás.
Aprendemos a comunicarnos con los demás por medio del habla. Aprendemos a
saludar, a que no está bien tratar mal, hostigar, menospreciar, insultar o denigrar a
las personas; a respetar el turno en una fila, a trabajar en grupo, a comer con los
cubiertos, a leer, a rezar, a cantar, a bailar.
Se aprenden cosas buenas y otras no tanto.

Normas sociales

Las normas sociales consisten en un conjunto de costumbres o leyes que se crean

para que podamos vivir armónicamente en una sociedad con respeto y tolerancia.

Por ejemplo, en muchas sociedades el silencio es una norma social. O sea, no

generar ruidos muy intensos o altos que molesten o incomoden a un vecino o
compañero de trabajo.

Otra norma social es saludar a nuestros familiares, amigos o vecinos cuando nos
encontramos con ellos o nos despedimos.

Dar los buenos días cuando nos subimos al elevador por la mañana y hay más
personas dentro, es una norma social de respeto y buenas costumbres para con
los demás.