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“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

FACULTADA DE CIENCIAS DE LA SALUD

Escuela Académica Profesional de Psicología

VIOLENCIA FAMILIAR

DOCENTE:

SALAS DAHLQVIST, Julio Javier

ASIGNATURA:

Terapia Familiar

AUTORES:

FLORES ROMERO, Jenny Maribel

HERRERA BALCAZAR, Grazia Francesca

HONOCC BONIFACIO, Katherine Ángela.

RAMIREZ ROJAS, Lucho Ernando

SALAZAR VASQUEZ, Evelin


Perú – Lima

2021

Definición

Según la organización mundial de salud (OMS) define a la Violencia Familiar comienza


por una acción que es entendida por una acción de hacer, de provocar, que viene
obviamente acompañada por una intención final la de dañar, como los malos tratos o
agresiones físicas, psicológicas, sexuales o de otra índole, entre los miembros de una
familia, la cual está relacionada con el poder o control que ejerce el agresor sobre su
víctima de modo reiterativo y puede terminar en muerte.

El ciclo de la violencia familiar

Según Leonore Walker, (1979) aportando así entre un maltratador y una persona
maltratada así el “ciclo de la violencia” ayuda a explicar cómo llegan a ser víctimas, el
cual se da en tres etapas: una primera, en la que se presenta el conflicto; la segunda, que
es cuando ya se desencadena la violencia física, y la última, que es la etapa del
arrepentimiento del agresor, que hace que la víctima perdone el hecho y se continúe la
relación, pero transcurrido a un tiempo.

Primera Fase

Acumulación de Tensión, esta fase se inicia con ofensas, insultos,


descalificaciones, amenazas. etc.

Segunda Fase

Explosión, en esta fase el agresor descarga las tensiones acumuladas ejerciendo


la violencia.

Tercera Fase

Reconciliación o Luna de miel, en esta fase el agresor se muestra arrepentido


solicita perdón a la víctima, indicando que no volverá a suceder, que todo
cambiará.
Tipos de Violencia Familiar:

Hay varios tipos de violencia familiar y según María de Lourdes Zariñán Martínez
afirma:

 Física: actos intencionales en que se utilice alguna parte del cuerpo, objeto,
arma o sustancia para sujetar, inmovilizar o causar daño a la integridad
física de otra persona.
 Psicoemocional: actos u omisiones consistentes en prohibiciones,
coacciones, condicionamientos, insultos, amenazas, celotipia, indiferencia,
descuido reiterado, chantaje, humillaciones, comparaciones destructivas,
abandono o actividades devaluatorias, que provoquen en quien las recibe
alteración autocognitiva y autovalorativa que integran su autoestima.
 Patrimonial: actos u omisiones que ocasionen daño directo o indirecto, a
bienes muebles o inmuebles, tales como perturbación en la propiedad o
posesión, sustracción, destrucción, menoscabo, desaparición, ocultamiento o
retención de objetos, documentos personales, bienes o valores, derechos
patrimoniales o recursos económicos.
 Sexual: acciones u omisiones que amenazan, ponen en riesgo o lesionan la
libertad, seguridad, integridad y desarrollo psicosexual
 de la persona.
 Económica: acciones u omisiones que afectan la economía del sujeto
pasivo, a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus
percepciones económicas y puede consistir en la restricción o limitación de
los recursos económicos.
 Contra los derechos reproductivos: actos u omisiones que limitan o
vulneran el derecho de las mujeres a decidir libre y voluntariamente sobre
su función reproductiva, en relación con el número y espaciamiento de hijas
e hijos, acceso a métodos anticonceptivos, a una maternidad elegida y
segura, a servicios de interrupción legal del embarazo, servicios de atención
prenatal y obstétricos de emergencia.

También se considera violencia familiar, la realización de cualquiera de las


conductas descritas contra una persona que esté sujeta a la custodia, guarda,
protección, educación, instrucción o cuidado de otra,

o con quien ésta tenga una relación de hecho o la haya tenido durante dos años
anteriores al acto u omisión.

Cuando las agresiones o la omisión de cuidados son graves y constantes son


fáciles de identificar; sin embargo, es importante saber que las conductas
violentas de menor intensidad o frecuencia son igualmente dañinas para la salud
física y psicoemocional de las personas y que también constituyen una
transgresión a su dignidad y sus derechos humanos.

Teorías que explican la existencia de la violencia familia

Existen diversas teorías que nos explican el enfoque de la existencia de la violencia


familiar, y la razón por la cual la persona actúa de tal forma. En el siguiente apartado
Mírez (2019) nos explicará detalladamente en que consiste cada una.

 La Teoría del aprendizaje Social de Albert Bandura, nos menciona que las
personas pueden adquirir, retener y poseer la capacidad para actuar
agresivamente, pero tal aprendizaje rara vez se expresará si la conducta no tiene
valor funcional para ellos o si está sancionada de manera negativa.
 La Teoría ecológica de Bronfenbrenner, nos dice que durante toda la vida se
producen cambios de transiciones ecológicas. Y toda transición es, a su vez,
consecuencia e instigadora de los procesos de desarrollo de la violencia.
 La Teoría del ciclo de la violencia de Walker se basa en el concepto de refuerzo
conductual y está compuesta por tres fases fundamentales en la hipótesis de la
“reducción de la tensión”.
 La Teoría de la indefensión aprendida de Seligman, permite explicar los cambios
psicológicos responsables del mantenimiento de la mujer maltratada en una
relación violenta.
 La Teoría de la dependencia psicológica de Strube nos señala que la mujer
permanece en una relación de maltrato por un esfuerzo de justificación
producido por su compromiso en el matrimonio.
 La Teoría de costes y beneficios de Pfouts, nos sugiere que la elección de dejar
la relación de maltrato está en función de que el beneficio total de esa decisión
sea mayor que el coste de permanecer en la situación.
 La Teoría de la acción razonada de Fishbein y Ajzen, nos dice que la mujer
puede percibir que salir de la relación abusiva tiene consecuencias positivas, y
consecuencias negativas. (p.11)

Efectos nocivos en la víctima de Violencia familiar

Según Ayvar (2007, citado en Sotomayor, 2017) los efectos negativos en violencia familiar son:

 Conductas de ansiedad extrema, temor.


 Depresión y pérdida de autoestima, culpabilidad.
 Aislamiento social y dependencia emocional del agresor; vienen un tipo de vergüenza
que experimentada el afectado, lo cual genera que tienda a ocultar los hechos
ocurridos.
 Inseguridad en las víctimas; es un sentimiento que padece la victima lo cual tiende a
mostrase indecisa e incompetente, e incluso inestable en sus decisiones.
 Falta de empoderamiento; debido a la gran inseguridad que suelen presentar esto les
imposibilita para tomar decisiones sobre su situación actual.
 Sentimientos ambivalentes; la víctima se presenta inestable emocionalmente tiene
tendencia de sentimientos entre amor y odio. (p.16)

Mitos sobre la violencia familiar:

 Mito: Pequeñas faltas de respeto como un grito, una mala palabra o ignorar a
una persona, no es violencia.
 Realidad: Algunos de estos pequeños actos parecen cotidianos y hasta
normales, en realidad tienden a hacerse más frecuentes al punto de ser
insoportables para quien los sufre y tienen graves consecuencias para la
salud psicológica de las víctimas.
 Mito: La violencia basada en el género, ocurre solamente entre las mujeres
pobres y marginadas.
 Realidad: Algunos estudios sugieren que las mujeres que viven en la
pobreza, tienen más posibilidades de experimentar violencia, que las mujeres
de un nivel superior, sin embargo, los mismos estudios muestran que la
violencia contra las mujeres ocurre en cualquier nivel socioeconómico,
educativo y racial.

 Mito: Los hombres no pueden evitarlo. La violencia es sencillamente parte


de su propia naturaleza.
 Realidad: La violencia masculina se perpetúa a través de un modelo de
masculinidad que permite, e incluso alienta, a la agresión. Además, en el
caso de la violencia entre las parejas, es importante señalar que por lo
general, los hombres son capaces de controlar su conducta violenta en ciertos
lugares (como en el trabajo), mientras que actúan de forma violenta en otros
(como en casa). A pesar de la existencia generalizada de la violencia contra
las mujeres, algunos estudios antropológicos han documentado la existencia
de sociedades donde la violencia en la pareja prácticamente no existe.

 Mito: Las mujeres que sufren violencia sexual o doméstica, provocan el


abuso, gracias a sus conductas inapropiadas.
 Realidad: En muchas sociedades, existe la creencia generalizada de que las
esposas merecen ser golpeadas por sus esposos. En otros casos, las personas
quieren creer que el agresor tenía motivos justificados para usar la violencia
y que la víctima es culpable, para así negar que se ha cometido un delito.
Este es el caso, cuando se sugiere que una mujer que es violada se lo merece
por su forma de vestir o actuar.

 Mito: Es mejor respetar la intimidad de la familia y no denunciar los actos


violentos que se sufren pues, los trapos sucios se lavan en casa.
 Realidad: Se trata de un problema social y no privado. El no reconocer o
denunciar los hechos, provoca que la violencia en la familia se perpetúe y se
reproduzca.

 Mito: La mayoría de los abusos sexuales en la infancia y adolescencia son


cometidos por extraños.
 Realidad: Los estudios muestran de forma consistente, que un alto
porcentaje de mujeres fueron abusadas sexualmente en la infancia y
adolescencia por personas que conocían; por lo general, los perpetradores
son aquellos en los que ellas confían y a quienes aman.
 Mito: La violencia familiar es un problema de las familias pobres.
 Realidad: La violencia familiar puede producirse en todas las clases
sociales, sin distinciones raciales, económicas, educativas o religiosas. Sin
embargo, en situaciones de pobreza, esta violencia parece presentarse más
frecuentemente, aunque la realidad es que la pobreza no es el factor principal
que ocasione la violencia, pues más bien parece jugar un papel detonador o
amplificador de diversas problemáticas.

 Mito: A las mujeres debe gustarles la violencia, si no, abandonarían las


relaciones donde hay abuso.
 Realidad: Por lo general, las mujeres en situaciones de violencia, tratan,
muchas veces, de conseguir ayuda y de abandonar una relación violenta. Sin
embargo, existen numerosas barreras que pueden impedir a una mujer que se
vaya (la dependencia económica, la presión de la sociedad y de la familia
para mantener la relación, la falta de opciones respecto a dónde ir y el temor
al castigo). Muchas mujeres temen, con razón, que el abusador pueda
herirlas o incluso matarlas si intentan dejar la relación y muchas están
prácticamente entrampadas psicológicamente, lo que les impide mirar
objetivamente sus opciones.

 Mito: Una mujer estará finalmente a salvo cuando abandone la relación.


 Realidad: Con frecuencia, la violencia sigue y puede incluso incrementar
después de que la mujer abandona a su pareja. De hecho, el riesgo que corre
una mujer de ser asesinada, es mayor inmediatamente después de la
separación.
 Mito: Las mujeres que han sufrido violencia física y sexual, son atacadas
por desconocidos.
 Realidad: Según la OMS, entre 15% y 71% de las mujeres han sufrido
violencia física y sexual por parte de una pareja en algún momento de su
vida.

Criterios para establecer el diagnóstico de la violencia domestica DSM V

En el DSM-IV los criterios eran demasiado amplios, y se mencionaba que la


“Interacción entre los esposos o miembros de una pareja se caracteriza por
comunicación negativa (por ej., criticismo), comunicación distorsionada (por ej.,
expectativas poco realistas), o ausencia de comunicación (por ej., abandono,
distanciamiento emocional)”. En el DSM-5 hay una definición más detallada y algunos
ejemplos (ver Tabla 1).

Esta descripción más detallada aproxima la definición a las definiciones consensuadas


por las y los investigadores de las relaciones y genera una mayor correspondencia con
herramientas de evaluación ampliamente utilizadas. Específicamente, los criterios del
DSM-IV definían relación conflictiva con la pareja con base en problemas de
comunicación, lo que no coincide con la investigación contemporánea, en la cual las
dificultades de comunicación son solo una de las áreas relevantes. Asimismo, a partir de
la versión DSM-5, se menciona específicamente que este código puede usarse para
parejas heterosexuales o del mismo género.
Centro contra la violencia de la mujer (porcentaje)

Centros de emergencia mujer- cem

Los Centros de Emergencia Mujer (CEM) son servicios públicos especializados y


gratuitos, de atención integral y multidisciplinaria, para víctimas de violencia contra la
mujer e integrantes del grupo familiar.

Para procurar la recuperación del daño sufrido, los CEM brindan orientación legal,
defensa judicial, consejería psicológica y asistencia social.

El programa está dirigido a todas las personas afectadas por violencia familiar y sexual
de su ámbito de responsabilidad, sin importar condición social, edad o sexo.

Para acceder, acércate a uno de los CEM a nivel nacional, en comisarías o en hospitales.

La persona encargada de admisión tomará la información del hecho, ya sea violencia


familiar y/o sexual, física o psicológica, para tener tus datos y derivarte al servicio
correspondiente.

En todo el Perú, los 245 CEM regulares y un CEM en centro de salud (Santa Julia,
Piura) atienden de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 4:15 p.m.; y los 150 CEM en
comisarías, las 24 horas del día, los 365 días del año.
Bibliografía
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Manuel A. Miljánovich C., Rosa Elena Huerta r., Emma Campos P., Socorro Torres V.,
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CÓMO CONTRARRESTARLA?”. CNDH México recuperado
de:http://appweb.cndh.org.mx/biblioteca/archivos/pdfs/foll-Que-violencia-familiar.pdf
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bachiller, Universidad Señor de Sipan]. Base de datos USS.
https://hdl.handle.net/20.500.12802/5871
Sotomayor Rodriguez, G. B. (2017). IMPUNIDAD DEL MALTRATO PSICOLÓGICO EN SUS
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