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MATERIAL: LT06
CONTROL 1
TEXTO 1 (1 – 8)
1. “Breathless es una película violenta sobre la violencia, que trae reminiscencias del Kitano
de otros años. La violencia social y cómo ésta engendra violencia familiar. El protagonista
- el mismo director, guionista y productor – es un matón que es contratado para cobrar
el dinero que deben algunos morosos. Su método es cobrar a puro golpe de puño,
mascullando entre dientes bravuconadas e insultos. No puede relacionarse con nadie si
no es a partir de la violencia; con su hermano, con su sobrino, con su jefe. Hasta que
algo sucede y se encuentra de casualidad con una adolescente, con quien entablará una
extraña relación de amistad.
2. Breathless está filmada en su mayor parte con cámara en mano, y esta técnica refuerza
la sensación de violencia extrema que recorre la película, afianzando los golpes, los
enérgicos movimientos, las escenas desaforadas y los planos que se suceden
rápidamente. Pero hay algo más que hace que Breathless sea más que interesante, y
es ver cómo Yank Ik-june trama la historia del matón para dar cuenta de las intensas
relaciones sociales que, teñidas de violencia, arman el tejido social. Pareciera decir el
director que, en la actualidad, no hay modo de escapar de la violencia, ya que ella es el
origen y también el destino de los malestares de nuestros días. Este matón no es violento
porque sí, sino que trae una historia de violencia familiar a sus espaldas: su padre
alcohólico, su madre y su hermana muertas. La progresión del protagonista es central; lo
detestamos al principio hasta que sobre el final sentimos una gran empatía por ese
hombre que, en definitiva, no puede escapar de su destino trágico.
3. Breathless es una reflexión lúcida e intensa sobre las relaciones humanas, sobre la
conformación de una sociedad cuyos valores son extremadamente machistas, sobre el
peso de las historias familiares. El mérito indudable de Yang es que a partir de mostrar
violencia nos hace pensar acerca de ella y sus efectos en nuestra cotidianeidad”.
Marcela Gamberini, El Amante del cine
2. ¿Cuál es el sentido de la palabra LÚCIDA en el contexto del tercer párrafo del texto?
3. INDUDABLE
A) inalterable
B) insuperable
C) imponderable
D) incuestionable
E) inconmensurable
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5. ¿Cuál de las siguientes alternativas es una inferencia válida para el primer párrafo?
6. El emisor del texto afirma que para el director de la película pareciera que no se puede
escapar de la violencia porque ella
TEXTO 2 (9 – 15)
“Palabras de mujer llevan la firma del viento” (Lope de Vega)
1. “La afirmación de Lope de Vega debe entenderse en el contexto de una fase histórica de
la estructura patriarcal que adscribía a las palabras de las mujeres un carácter efímero.
Dichas palabras catalogadas como Doxa (opinión sin importancia) o cháchara vacía,
efectivamente se perdían en el viento o, si de manera excepcional quedaban impresas en
un texto, no recibían la atención debida. Dentro de estas circunstancias ideológicas, el
hecho de que algunas escritoras del siglo XIX firmaran sus obras utilizando un seudónimo
masculino deja de ser simplemente una anécdota curiosa. El seudónimo o antifaz
masculino correspondía, en efecto, a una estrategia que permitía entrar en un ámbito
editorial de carácter exclusivista. De allí que la escritora cubana Gertrudis Gómez de
Avellaneda denunciara, con cierta ironía acerba, esta discriminación que forzaba a utilizar
el recurso del enmascaramiento; en su ensayo sobre la mujer publicado en 1860, afirma:
«Si la mujer –a pesar de estos y otros brillantes indicios de su capacidad científica- aún
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sigue proscrita del templo de los conocimientos profundos, no se crea tampoco que data
de muchos siglos su aceptación en el campo literario y artístico: ¡Ah!¡no! También ese
terreno le ha sido disputado palmo a palmo por el exclusivismo varonil, y aún hoy día se
le mira en él como intrusa y usurpadora, tratándosela, en consecuencia, con cierta ojeriza
y desconfianza, que se echa de ver en el alejamiento en que se la mantiene de las
academias ‘barbudas’».
2. La denuncia de Gertrudis Gómez de Avellaneda no perdió del todo su vigencia hasta pasada
la primera mitad del siglo XX. Como ha demostrado Celia Correas en su estudio, durante
esta época, tras los prejuicios visibles de la empresa editorial y de la crítica, subyacía un
complejo desfase entre la perspectiva y los valores postulados en la producción literaria
de un grupo hegemónico masculino y aquéllos elaborados por las escritoras. Desfase que,
a nivel de la crítica, se reiteraba en un proceso que canonizaba aquellos textos que
ficcionalizaban ‘lo nacional’, ‘lo público’, ‘lo histórico’ y lo ‘trascendental’; relegando los
escritos de mujer a la esfera de lo ‘íntimo’, ‘de lo introspectivo típico del alma femenina’”.
Lucía Guerra, La mujer fragmentada: Historias de un siglo. (fragmento)
9. ¿Cuál es el sentido de la palabra ADSCRIBÍA en el contexto del primer párrafo del texto?
10. ¿Cuál es el sentido de la palabra PROSCRITA en el contexto del primer párrafo del texto?
A) REPROBADA, porque la mujer aún sigue condenada por los líderes del conocimiento
científico.
B) APARTADA, porque la mujer permanece alejada de la posibilidad de recibir una
formación científica.
C) DESTERRADA, porque la mujer se ha mantenido expulsada de los centros de estudio
científicos.
D) REVOCADA, porque la mujer está invalidada para formar parte de los templos del
conocimiento.
E) CENSURADA, porque las mujeres todavía son objeto de crítica por parte de los
saberes científicos.
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12. De la lectura del texto es posible inferir que Gertrudis Gómez de Avellaneda
13. Gertrudis Gómez de Avellaneda se refiere a las academias como “barbudas” con el
propósito de
14. ¿Cuál de los siguientes enunciados es un título apropiado para el texto leído?
A) Solo I
B) Solo II
C) Solo I y II
D) Solo II y III
E) I, II y III
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TEXTO 3 (16 – 22)
1. “Hébert jamás comenzaba un número del Pêre Duchêne sin poner algunos ‘¡mierda!’ o
algunos ‘¡carajo!’. Esas groserías no significaban nada, pero señalaban. ¿Qué? Una
situación revolucionaria. He aquí el ejemplo de una escritura cuya función ya no es sólo
comunicar o expresar, sino imponer un más allá del lenguaje que es a la vez la historia
y la posición que se tome frente a ella.
2. No hay lenguaje escrito sin ostentación, y lo que es cierto del Pêre Duchêne lo es
también de la literatura. Esta también debe señalar algo, distinto de su contenido y de
su forma individual, y que es su propio cerco, aquello precisamente por lo que se
impone como Literatura. De ahí un conjunto de signos sin relación con la idea, la lengua
o el estilo y destinados a definir en el espesor de todos los modos posibles de expresión,
la soledad de un lenguaje ritual. Este orden sacro de los signos escritos propone la
Literatura como una institución y evidentemente tiende a abstraerla de la Historia, pues
ningún cerco se funda sin una idea de perennidad; pero allí donde se la rechaza, la
Historia actúa más claramente; por lo que es posible formular una historia del lenguaje
literario que no sea ni la historia de la lengua, ni la de los estilos, sino solamente la
historia de los signos de la literatura, y se puede descontar que esta historia formal
manifieste a su modo, que no es el menos claro, su unión con la Historia profunda.
3. Por supuesto se trata de una unión cuya forma puede variar con la Historia misma; no
es necesario recurrir a un determinismo directo para sentir a la Historia presente en un
destino de las escrituras: esta especie de frente funcional que arrastra los
acontecimientos, las situaciones, las ideas a lo largo del tiempo histórico, propone en
este caso menos los efectos que los límites de una elección. La historia se presenta
entonces frente al escritor como el advenimiento de una opción necesaria entre varias
morales del lenguaje -lo obliga a significar la Literatura según posibles de los que no es
dueño. Veremos, por ejemplo, que la unidad ideológica de la burguesía produjo una
escritura única, y que en los tiempos burgueses (es decir clásicos y románticos), la
forma no podía ser desgarrada ya que la conciencia no lo era; y que por lo contrario, a
partir del momento en que el escritor dejó de ser testigo universal para transformarse
en una conciencia infeliz (hacia 1850), su primer gesto fue elegir el compromiso de su
forma, sea asumiendo, sea rechazando la escritura de su pasado.
4. Entonces, la escritura clásica estalló y la Literatura en su totalidad, desde Flaubert hasta
nuestros días, se ha transformado en una problemática del lenguaje”.
Roland Barthes, El grado cero de la escritura (fragmento)
A) reja A) juventud
B) borde B) prolongación
C) perímetro C) persistencia
D) orilla D) resistencia
E) área E) perpetuidad
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18. ¿Cuál es el sentido de la palabra PROBLEMÁTICA en el contexto del cuarto párrafo del
texto?
A) NEBULOSA, porque desde Flaubert hasta nuestros días, la Literatura se volvió una
confusión para lenguaje.
B) TEMÁTICA, porque la Literatura, desde Flaubert hasta hoy, se convirtió en una
materia del lenguaje.
C) COMPLEJIDAD, porque la Literatura, desde Flaubert, ha cambiado y se ha dificultado
en la relación con el lenguaje.
D) OPCIÓN, porque lo literario, desde Flaubert hasta hoy, se ha transformado en una
alternativa del lenguaje.
E) ENCRUCIJADA, porque desde Flaubert hasta hoy, lo literario se ha convertido en un
dilema del lenguaje.
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TEXTO 4 (23 - 28)
“Ya cerca del otoño la flota del Rajá regresó de su campaña; saludaron al sultán con salvas
de cañón y, como habían hecho el año anterior, intentaron animar a la ciudad, pero era
evidente que aquella vez por la cosecha no les había ido nada bien. Solo pudieron traer un
puñado de esclavos a los calabozos. Y luego nos enteramos de que los venecianos les habían
quemado seis barcos. Quise encontrar la manera de hablar con los cautivos y así quizá tener
noticias de mi tierra, pero la mayoría eran españoles: pobres hombres silenciosos, ignorantes
y asustados que no estaban en situación de hablar como no fuera para mendigar comida o
ayuda. Solo uno de ellos atrajo mi atención: había perdido el brazo pero aún tenía
esperanzas; decía que uno de sus antepasados había vivido las mismas aventuras, aunque
no había llegado a perder por completo el brazo, y que luego se había salvado y había escrito
una novela de caballerías, así que él creía que también podía hacer lo mismo. Más tarde, en
los años que me inventaba historias para poder vivir, recordé a aquel hombre que soñaba
con vivir para contarlas. Sin que pasara mucho se desató en las mazmorras una enfermedad
contagiosa y aquella epidemia, de la que me protegí abrumando a los guardianes, se llevó
consigo a más de la mitad de los cautivos”.
Orhan Pamuk, El castillo blanco
A) COGIDA, porque la flota del sultán había obtenido ciertos beneficios durante la
incursión.
B) RECOPENSA, porque el Rajá había recibido a sus hombres con una retribución.
C) RECAUDACIÓN, porque los hombres habían regresado sin dinero para el sultán.
D) SIEGA, porque la flota del sultán no recolectó suficientes productos para el pueblo.
E) PRERROGATIVA, porque la flota del Rajá había conseguido privilegios en la misión.
24. MAZMORRAS
A) guaridas
B) escondites
C) cárceles
D) albergues
E) sótanos
25. La actitud del esclavo que llama la atención del protagonista puede caracterizarse como
A) melancólica.
B) optimista.
C) autocompasiva.
D) sumisa.
E) atrevida.
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26. Con relación al lugar donde se desarrollan los acontecimientos, el emisor afirma que
27. A partir de la información del fragmento podemos deducir que el término “cosecha”
A) Solo I
B) Solo II
C) Solo I y II
D) Solo I y III
E) I, II y III
28. A través de la expresión “en los años que me inventaba historias para poder vivir, recordé
a aquel hombre que soñaba con vivir para contarlas” el emisor del texto
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3. El Quebrantahuesos, por ejemplo, una de sus más tempranas expresiones, anterior incluso
al momento en que la antipoesía adquiera carta de ciudadanía, es una serie de recortes
de los diarios y las revistas que, mezcladas en un collage, simula ser un diario mural, sólo
que en él se usa lo que ya fue dicho para decir algo nuevo, absurdo o sorpresivo que
estaba ya, sin embargo y de algún modo, contenido en ese decir. Los Quebrantahuesos
sacan a la luz el sentido subterráneo, casi siempre absurdo, con que limita la
comunicación. Los Quebrantahuesos muestran así, empleando el habla pública --que es lo
mismo que hará la antipoesía con las frases hechas y las ideas recibidas-- los desvaríos y
las zonas ciegas de la comunicación. Parientes del cadáver exquisito –esa técnica con que
los surrealistas componían textos escribiendo cada uno parte de una frase que el otro
debía luego completar— los Quebrantahuesos, como su nombre lo indica, no tienen, a
diferencia del cadáver exquisito, una intención poética, sino, como alguna vez explicó el
propio Nicanor Parra, un propósito de “grueso calibre”: se trataba, dijo él alguna vez, de
no dejar títere con cabeza, es decir, de mostrar la contingencia y la fragilidad del lenguaje,
los lados ocultos de la cultura pública, las sombras de la sabiduría convencional. Los
Quebrantahuesos, en una palabra, estaban diseñados, como más tarde la antipoesía, para
movernos el piso, para mostrar de qué forma en el lenguaje se anida y se esconde el
derecho y el revés de lo que llamamos realidad.
4. Así el famoso prosaísmo de Parra, su habilidad para escuchar el habla de la calle, para
usar lugares comunes y frases prestadas, y su prodigiosa imaginación para escribir en los
más variados soportes, tablitas, hojas y bandejas, y para sacar de quicio a las cosas en
medio de las cuales cotidianamente vivimos, para reverdecer el significado oculto que
poseen, no es una simple muestra, como a veces se suele creer, especialmente por los
poetas que lo imitan, de ingenio, humor callejero o capacidad para inventar frases
desopilantes, simpáticas o sorpresivas, chistosas en suma, sino que es el esfuerzo por
hacer explícito lo que ese Otro que es el habla y el lenguaje de todos los días trata de
decirnos: “he preguntado no sé cuántas veces/ pero nadie contesta mis preguntas/ es
absolutamente necesario/ que el abismo responda de una vez”.
5. El hombre imaginario es uno de sus poemas más populares y bellos y es justo que se lo
emplee para homenajearlo; pero “Soliloquio del individuo” (1954) es quizá el que mejor
revela la materia de que está hecha la antipoesía. En ese poema se repasa, con el raro
ritmo de la antipoesía, y con frases naturales, desprovistas de adornos y de intención
“poética” casi la entera historia de la humanidad, en una especie de línea evolutiva,
marcada por el verso que se repite una y otra vez como una letanía “Yo soy el individuo”.
El individuo mira hacia atrás e intenta encontrar un significado a todo eso (“Miré por una
cerradura/ Sí, miré, qué digo, miré/ Para salir de la duda miré/ Detrás de unas cortinas)
Quizá sería mejor, piensa entonces, comenzar de nuevo, rehacer el mundo. “Pero no: la
vida no tiene sentido”.
29. ¿Cuál es el sentido de la palabra ABSURDO en el contexto del tercer párrafo del texto?
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30. CAPACIDAD 31. POPULARES
A) actitud A) típicos
B) disposición B) apreciados
C) habilidad C) conocidos
D) libertad D) publicados
E) voluntad E) comunes
A) obsesiva
B) informada
C) sensible
D) reflexiva
E) motivada
A) Solo I
B) Solo II
C) Solo III
D) Solo I y III
E) I, II y III
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TEXTO 6 (36 - 40)
1. “Mi primer recuerdo de Funes es muy perspicuo. Lo veo en un atardecer de marzo o
febrero del año ochenta y cuatro. Mi padre, ese año, me había llevado a veranear a Fray
Bentos. Yo volvía con mi primo Bernardo Haedo de la estancia de San Francisco. Volvíamos
cantando, a caballo, y esa no era la única circunstancia de mi felicidad. Después de un día
bochornoso, una enorme tormenta color pizarra había escondido el cielo. La alentaba el
viento del Sur, ya se enloquecían los árboles; yo tenía el temor (la esperanza) de que nos
sorprendiera en un descampado el agua elemental. Corrimos una especie de carrera con
la tormenta. Entramos en un callejón que se ahondaba entre dos veredas altísimas de
ladrillo. Había oscurecido de golpe; oí rápidos y casi secretos pasos en lo alto; alcé los
ojos y vi un muchacho que corría por la estrecha y rota vereda como por una estrecha y
rota pared. Recuerdo la bombacha, las alpargatas, recuerdo el cigarrillo en el duro rostro,
contra el nubarrón ya sin límites. Bernardo le gritó imprevisiblemente: ¿Qué horas son,
Ireneo? Sin consultar el cielo, sin detenerse, el otro respondió: Faltan cuatro minutos para
las ocho, joven Bernardo Juan Francisco. La voz era aguda, burlona.
2. Yo soy tan distraído que el diálogo que acabo de referir no me hubiera llamado la atención
si no lo hubiera recalcado mi primo, a quien estimulaban (creo) cierto orgullo local, y el
deseo de mostrarse indiferente a la réplica tripartita del otro.
3. Me dijo que el muchacho del callejón era un tal Ireneo Funes, mentado 1 por algunas
rarezas como la de no darse con nadie y la de saber siempre la hora, como un reloj.
Agregó que era hijo de una planchadora del pueblo, María Clementina Funes, y que
algunos decían que su padre era un médico del saladero, un inglés O'Connor, y otros un
domador o rastreador del departamento del Salto. Vivía con su madre, a la vuelta de la
quinta de los Laureles.
4. Los años ochenta y cinco y ochenta y seis veraneamos en la ciudad de Montevideo. El
ochenta y siete volví a Fray Bentos. Pregunté, como es natural, por todos los conocidos
y, finalmente, por el “cronométrico Funes”. Me contestaron que lo había volteado un
redomón2 en la estancia de San Francisco, y que había quedado tullido, sin esperanza.
Recuerdo la impresión de incómoda magia que la noticia me produjo: la única vez que yo
lo vi, veníamos a caballo de San Francisco y él andaba en un lugar alto; el hecho, en boca
de mi primo Bernardo, tenía mucho de sueño elaborado con elementos anteriores. Me
dijeron que no se movía del catre, puestos los ojos en la higuera del fondo o en una
telaraña. En los atardeceres, permitía que lo sacaran a la ventana. Llevaba la soberbia
hasta el punto de simular que era benéfico el golpe que lo había fulminado... Dos veces
lo vi atrás de la reja, que burdamente recalcaba su condición de eterno prisionero: una,
inmóvil, con los ojos cerrados; otra, inmóvil también, absorto en la contemplación de un
oloroso gajo de santonina3.
5. No sin alguna vanagloria yo había iniciado en aquel tiempo el estudio metódico del latín.
Mi valija incluía el De viris illustribus de Lhomond, el Thesaurus de Quicherat, los
comentarios de Julio César y un volumen impar de la Naturalis historia de Plinio, que
excedía (y sigue excediendo) mis módicas virtudes de latinista. Todo se propala en un
pueblo chico; Ireneo, en su rancho de las orillas, no tardó en enterarse del arribo de esos
libros anómalos. Me dirigió una carta florida y ceremoniosa, en la que recordaba nuestro
encuentro, desdichadamente fugaz, “del día siete de febrero del año ochenta y cuatro”,
ponderaba los gloriosos servicios que don Gregorio Haedo, mi… tío, finado ese mismo año,
“había prestado a las dos patrias en la valerosa jornada de Ituzaingó”, y me solicitaba el
1
1. adj. Que tiene fama o nombre, célebre.
2 1. adj. Arg., Par., Ur. y Ven. Dicho de una caballería: No domada por completo.
3 f. Sustancia neutra, cristalizable, incolora y amarga y que se extrae del santónico y se emplea en
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préstamo de cualquiera de los volúmenes, acompañado de un diccionario “para la buena
inteligencia del texto original, porque todavía ignoro el latín”. Prometía devolverlos en
buen estado, casi inmediatamente. La letra era perfecta, muy perfilada; la ortografía, del
tipo que Andrés Bello preconizó: i por y, j por g. Al principio, temí naturalmente una
broma. Mis primos me aseguraron que no, que eran cosas de Ireneo. No supe si atribuir
a descaro, a ignorancia o a estupidez la idea de que el arduo latín no requería más
instrumento que un diccionario; para desengañarlo con plenitud le mandé el Gradus ad
Parnassum de Quicherat y la obra de Plinio”.
Jorge Luis Borges, Funes el memorioso (fragmento)
36. ¿Cuál es el sentido de la palabra CIRCUNSTANCIA en el contexto del primer párrafo del
texto leído?
A) RAZÓN, porque la cabalgata junto a su primo era un motivo de la alegría que sentía
el emisor del texto.
B) SITUACIÓN, porque viajar en caballo daba cuenta del estado de felicidad que
embargaba al emisor.
C) CAUSA, porque las vacaciones en Fray Bentos provocaban un sentimiento de dicha
en el emisor.
D) ACCIDENTE, porque la cabalgata era un suceso eventual que alteraba las emociones
del emisor.
E) OPORTUNIDAD, porque cabalgar ofrecía al emisor las condiciones necesarias para
sentirse feliz.
37. ¿Cuál es el sentido de la palabra ANÓMALOS en el contexto del quinto párrafo del texto
leído?
A) INTRINCADOS, porque los textos de latín resultaban muy difíciles comprender para
la Ireneo Funes.
B) INAUDITOS, porque los libros de latín que trae el emisor a Fray Bentos sorprendían
a la población.
C) EXTRAÑOS, porque los libros de latín del emisor eran poco comunes para los
habitantes de Fray Bentos.
D) IRREGULARES, porque en Fray Bentos estaba prohibido leer textos en latín de
Quicherat y de Plinio.
E) ABERRANTES, porque los textos en latín eran muy diferentes de aquellos que
preferían leer los habitantes de Fray Bentos.
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39. Según la información del tercer párrafo, es posible deducir que Ireneo Funes
40. ¿Cuál es el sentido de la expresión “ya se enloquecían los árboles” en el primer párrafo
del texto?
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