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Introducción
El pecado social daña las realidades comunes que dependen de la responsabilidad humana y
provoca pasividad social en quienes deberíamos luchar contra esa presencia del pecado,
porque por pasividad es que se omite emprender acciones que nos convierten en cómplices
de estructuras, costumbres, leyes y culturas que le son contrarias al proyecto de Dios para la
humanidad.
El pecado social es una realidad que afecta a la sociedad, es un espíritu de egoísmo radical,
de mentira y de falta de amor, que penetra en el tejido social y determina la vida de las
personas y de la sociedad.
Muchas veces nos encontramos ante situaciones que trastocan la vida social o la dignifican
y tienen como base ciertas formas grupales o sociales que propician un estilo absolutista de
pensar y de actuar que llevan a unas influencias negativas que pueden arrastrar hacia el mal
o se manifiestan en una influencia benéfica que puede producir resultados extraordinarios de
paz y solidaridad.
Cada persona forma parte de la humanidad y la humanidad, a su vez, está constituida por
todos nosotros, es por esto es que cada uno es responsable del pecado social que, a todos,
hoy, nos está dañando gravemente, por lo tanto, las verdaderas responsabilidades son de las
personas.
Desarrollo
Hablar de pecado social quiere decir, ante todo, reconocer que, en virtud de una solidaridad
humana tan misteriosa e imperceptible como real y concreta, el pecado de cada uno repercute
en cierta manera en los demás y la libertad de creer en Dios, por encima de cualquier
consideración y como tal, lo que más quiere para sus hijos es que sean felices, ese es el plan
de Dios para con la humanidad. Por eso, todo lo que obstaculice, impida o se oponga al
crecimiento, realización y felicidad de las personas, atenta directamente contra el plan de
Dios.
El Papa Juan Pablo II, hizo la siguiente definición de pecado social en la exhortación
apostólica Reconciliación y Penitencia de 1984: Es social todo pecado cometido contra los
derechos de la persona humana, comenzando por el derecho a la vida, o contra la integridad
física de alguno (…) La Iglesia… sabe y proclama que estos casos de pecado social son el
fruto, la acumulación y la concentración de muchos pecados personales.
Pecado colectivo
La responsabilidad de los pecados colectivos alcanza a todos aquellos que los posibilitan con
sus acciones o con sus omisiones, y nadie tiene derecho a diluir su responsabilidad en el
anonimato del conjunto o en la obediencia a los dirigentes.
En consecuencia, cuando se comete un pecado colectivo, todos los miembros de la
colectividad deben hacer frente a las reparaciones que exige la justicia, distribuyendo las
cargas, a ser posible, en función de la mayor o menor responsabilidad de cada uno.
Pecado estructural
Cuando estas estructuras responden a la voluntad de un esfuerzo organizado para favorecer
o defender a un grupo, con unos determinados intereses, en detrimento de otros, y para ello
se basan en la explotación y en la injusticia; cuando cristalizan los egoísmos individuales en
estructuras permanente y dejan sentir su capacidad de poder y opresión.
Conclusión
El pecado afecta a toda la creación incluyendo a la humanidad que ha perdido el verdadero
valor de la solidaridad, el amor propio hacia los demás.
El pecado es el egoísmo, la falta de amor hacia dios, la inequidad que existe entre unos a
otros.
El pecado promete libertad, pero lo que realmente hace es esclavizar a la sociedad, su
integridad con mentiras del propio ser humano.
Bibliografía
https://solidaridad.net/mecanismos-de-funcionamiento-de-una-estructura-de-pecado/
https://encuentra.com/pecado/que-son-los-pecados-sociales/