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TERAPIA BASADA EN LOS ESQUEMAS


Jeffrey E. Young

La terapia basada en los esquemas es una terapia innovadora e integrativa desarrollada por Jeffrey E.
Young. Este enfoque expande las estrategias cognitivo conductuales y agrega elementos de las teorías del
Apego, de la Gestalt, del Psicoanálisis, de las Relaciones Objetales y del Constructivismo logrando así un
modelo de tratamiento muy rico e integrativo. La terapia de los esquemas se desarrolló especialmente
para tratar pacientes con trastornos crónicos y difíciles de modificar.

¿Qué es un Esquema Temprano Desadaptativo?


- Es un patrón
- Es un compilado de memorias, emociones, cogniciones y sensaciones corporales
- Se refiere a nosotros mismos y a nuestra relación con los demás
- Se desarrolla durante la infancia y adolescencia
- Es disfuncional

En resumen, un ETD es un patrón emocional y cognitivo que comienza a desarrollarse en nuestra infancia
temprana y que se repite a lo largo de toda nuestra vida.
Así, las conductas maladaptativas son respuestas a estos esquemas y no parte de ellos.

¿Cuáles son las características de estos ETD´S?

Estos esquemas son destructivos y son causados por experiencias nocivas repetidas regularmente durante
la infancia y adolescencia. El efecto acumulativo de estas experiencias son la causante de la
estructuración y consolidación de los esquemas.
Los ETDS “luchan” por sobrevivir. Son lo que el individuo conoce y con lo que se siente más cómodo.
Por eso son tan difíciles de modificar.
Juegan un papel fundamental en la forma de pensar, sentir, actuar y relacionarse con los demás.
Paradójicamente hacen que el individuo recree siendo adulto las situaciones más traumáticas de la niñez.
La naturaleza disfuncional del esquema, se puede ver cuando el individuo continúa de adulto pensando,
sintiendo, actuando y relacionándose con los demás como lo hacía de niño, aunque ya no sea necesario.
La severidad del esquema se puede relacionar con la cantidad de situaciones de la vida cotidiana que lo
activan.

¿Cuáles son los orígenes de los ETDS?

1. Necesidades emocionales básicas no satisfechas

Hay necesidades universales que deben ser satisfechas para que la persona se desarrolle
psicológicamente sano.
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La interacción entre el temperamento del bebé y el entorno puede llevar a que estas necesidades
no sean satisfechas.
Uno de los objetivos de la terapia basada en los esquemas es que la persona encuentre formas
alternativas de satisfacer sus necesidades básicas no satisfechas durante la infancia.

A) Apego seguro (incluye estabilidad, seguridad y aceptación)


B) Autonomía, Competencia y sentido de la Identidad
C) Libertad de expresión de necesidades y emociones
D) Espontaneidad y Juego
E) Límites realistas y Autocontrol

2. Experiencias Tempranas Tóxicas.

Cuando los pacientes se encuentran en una situación que activa ETDS, es porque seguramente
estén reviviendo experiencias tempranas traumáticas.
A medida que el niño crece, cada vez cobran más importancia los pares, maestros, escuela, etc, y
estas influencias también pueden contribuir al desarrollo de ETDS. Sin embargo, los esquemas
que se desarrollan más tardíamente no suelen ser tan poderoso como los que se desarrollan en la
infancia más temprana.

Se han encontrado cuatro tipos de experiencias que llevan a la adquisición de ETDS:

A) Frustración de necesidades – Lleva primariamente al desarrollo de esquemas de Abandono y


Deprivación emocional. Aquí el entorno del niño falla en la demostración de amor,
seguridad y comprensión.
B) Traumatización o Victimización – Lleva al desarrollo de esquemas de Desconfianza, Abuso,
Defectuosidad, Vergüenza o Vulnerabilidad al daño.
C) Sobreprotección – Lleva al desarrollo de esquemas de Dependencia, Incompetencia o
Grandiosidad.
D) Internalización Selectiva o Identificación con los otros significativos – El niños identifica y
selecciona internalizar algunos aspectos de la forma de pensar, actuar y sentir de lo padres.

3. Temperamento

Los niños nacen con un temperamento determinado. Algunos niños son más tímidos, agresivos o
pasivos.
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Algunas de las dimensione del temperamento relativamente estables son:

Labilidad emocional – No reactividad


Distimia – Optimismo
Ansiedad – Calma
Obsesividad – Distractibilidad
Pasividad – Agresividad
Irritabilidad – Alegría
Vergüenza – Sociabilidad

Así, el temperamento interactúa con el ambiente para la conformación de los ETDS. De acuerdo al
temperamento, el niño se expone a ciertas situaciones y a otras no, además de que las situaciones
afectan a los niños también de acuerdo con el temperamento.

Es importante aclara que el temperamento predispone pero no determina.

¿Cuáles son los ETDS?

Los ETDS se agrupan en cinco esquemas dominantes relacionados con las cinco necesidades
elementales que Young hipotetiza no fueron satisfechas en el niño.

Abandono y rechazo:
Se relaciona con la no satisfacción de las expectativas que uno tiene de la seguridad, estabilidad,
cuidado, empatía, de compartir sentimientos, aceptación y respeto. Típicamente, la familia de origen
es una familia imparcial, fría, rechazante, negadora, poco permisiva, aislada, explosiva, imprevisible
o abusadora.

1- Abandono / Inestabilidad – Se percibe el apoyo como inestable y poco confiable. Envuelve la


sensación de que las personas significativas no están capacitadas para mantener el apoyo emocional o
la protección, que son emocionalmente impredecibles, no se puede confiar en ellos ( o solo
esporádicamente); ya sea porque morirán inminentemente o porque le abandonarán por alguien
mejor.

2- Desconfianza / Abuso – Se refiere a la expectativa que los otros son abusadores, humillan,
manipulan o sacan ventaja. Usualmente envuelve la sensación de que el daño es intencional o es
resultado de la negligencia extrema o injustificada. Incluye el sentimiento de que siempre se termina
siendo burlado o trampeado por los demás.
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3- Deprivación emocional – Se refiere a la expectativa de que el apoyo emocional normal esperado


de parte de los demás, no será encontrado. Hay tres tipos diferentes de deprivación:
a- Deprivación de cuidado: ausencia de atención, afecto, calidez o compañía.
b- Deprivación de empatía: ausencia de escucha, o de compartir los sentimientos con el otro.
c- Deprivación de protección: Ausencia de dirección, fuerza y guía por parte de los otros.

4 – Vergüenza / Defectuosidad: Se refiere al sentimiento de que se es defectuoso, malo, indeseable,


inferior o invalido en aspectos importantes, o de que si se expone a los demás será rechazado.
Envuelve una hipersensibilidad a la crítica, al rechazo y la culpa, una autoconciencia dura, una
actitud de compararse, un sentimiento de inseguridad acerca de los otros, así como de vergüenza.
Esta defectuosidad puede referirse a aspectos privados (deseos sexuales no aceptados, impulsos de
ira) o públicos (apariencia física indeseable, fracaso social).

5 – Exclusión social / Alineación – Se refiere a la sensación de que se está aislado del resto del
mundo, de que se es diferente a las tras personas y de que no se es parte de ningún grupo o
comunidad.

Pobre autonomía y competencia:


Se refiere a expectativas que tiene la persona acerca de sí mismo o del ambiente que interfiere con la
capacidad de separase, funcionar en forma independiente o actuar con éxito. Típicamente la familia
de origen es una familia que desvaloriza la confianza en el niño, es sobreprotectora o fracasa en el
reforzamiento del niño acerca de su competencia fuera del núcleo familiar.

6 – Dependencia / Incompetencia – Se refiere a la creencia de que se es incapaz de hacer frente a las


responsabilidades diarias de una forma competente, sin la ayuda considerable de los otros.

7 – Vulnerabilidad al daño o la enfermedad - Hay un temor exagerado a que suceda una catástrofe en
cualquier momento y la creencia de que uno es incapaz de prevenirlas. El miedo se centra en uno o
más de los siguientes temas:
a- Catástrofes médicas (ataque al corazón)
b- Catástrofes emocionales (volverse loco)
c- Catástrofes externas (ser víctima de un crimen, desastre natural, etc)

8 –Falta de desarrollo individual– Compromiso emocional e intimidad excesiva con uno o más de las
personas significativas (generalmente padres), a expensas del desarrollo individual o social normal.
Usualmente implica la creencia de que no se puede vivir o ser feliz sin el apoyo constante del otro.
Incluye sentimientos de estar contenido o fusionado con otros e identidad individual insuficiente.
Frecuentemente experimentan sentimientos de vacío y de estar en dificultades, sin dirección o en los
casos más extremos se cuestionan acerca de su propia existencia.
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9 – Fracaso – Se refiere a la creencia de que se ha fracasado o se fracasará inevitablemente, de que se


básicamente inadecuado en relación a los pares o en áreas de realización personal. Frecuentemente
incluye la creencia de que se es estúpido, inepto, poco talentoso , ignorante, de menor status, menos
exitoso que los otros y otras de este tipo.

Límites insuficientes
Se refiere a la deficiencia en los límites internos, en la responsabilidad hacia los otros, o en la
orientación hacia metas a largo plazo. Se relaciona con la dificultad para respetar y tener en cuenta
los derechos de los demás, cooperar y asumir compromisos o tener metas personales realistas.
Típicamente las familias de origen se caracterizan por ser muy permisivas, indulgentes, con poca
dirección o con un sentimiento de superioridad, en vez de tener una adecuada confrontación,
disciplina y límites en relación al tema de responsabilidad, cooperación o metas. En algunos casos los
niños no fueron preparados suficientemente para tolerar niveles normales de frustración o no fueron
adecuadamente guiados y supervisados.

10 – Autograndiosidad – Se refiere a la creencia de que se es superior en relación a los demás,


esperando tener derechos o privilegios especiales, o a no tener en cuenta las reglas de reciprocidad
que guían la interacción social normal. Frecuentemente incluye la idea de que se debe tener todo lo
que se desea, sin reparar en la realidad, en lo que los otros consideran razonable, en el costo que
supone para otros o exagerando la focalización en la superioridad. Estas conductas incluyen la
aseveración sobre el propio poder, el forzar el punto de vista personal o el controlar la conducta de
los otros según sus propios deseos, sin empatía o consideración acerca de los sentimientos o
necesidades ajenas. Estas conductas están dirigidas a obtener o sentir un poder y control sobre los
otros (a no ser dominados por los demás).

11- Insuficiente autocontrol / Autodisciplina - Se refiere a la dificultad persistente en términos de


autocontrol y tolerancia a la frustración, o la dificultad para restringir la expresión excesiva de las
emociones o impulsos. En su forma más suave se presenta como un énfasis exagerado en la evitación
del disconfort; evitación del dolor, del conflicto, de la confrontación, de las responsabilidades – a
expensas de la propia realización, compromiso o integridad personal.

Focalización en los otros


Se refiere a la excesiva focalización en las necesidades, sentimientos y respuestas de los otros, a
expensas de las propias necesidades en orden a ganar el cariño y la aprobación externa, o evitar
rechazos. Usualmente estas personas suprimen cualquier tipo de enojo o ira así como cualquier
inclinación natural. Típicamente las familias de origen están basadas en una aceptación condicional:
los niños deben suprimir importantes aspectos de sí mismos en orden de ganar el amor, atención y
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aprobación. En muchas de estas familias las necesidades y deseos de los padres o su aceptación
social y status son más importantes que las necesidades y sentimientos de los niños.

12 – Subyugación - Se refiere a la excesiva subordinación a los otros; ya sea porque se sienten


controlados o para evitar el enojo, abandono o represalias. Las dos formas son:
a) Subyugación de las necesidades: supresión de las preferencias, decisiones y deseos personales.
b) Subyugación de las emociones: supresión de la expresión emocional, especialmente enojo.
Usualmente incluye la percepción de que los propios deseos, opiniones y sentimientos no son validos
o importantes para los otros. Frecuentemente presentan una excesiva sumisión, combinada con
hipersensibilidad a sentirse emocionalmente engañados. Generalmente conduce a una acumulación
de ira, manifestado a través de sentimientos desadaptativos (conducta pasiva – agresiva, explosiones
incontrolables de enojo, síntomas psicosomáticos, acting out, abuso de sustancias).

13 – Autosacrificio – Se refiere a la excesiva focalización en buscar satisfacer voluntariamente las


necesidades de los otros en las situaciones diarias, a expensas de las propias. La razón más común es
prevenir causar dolor a otros, evitar la culpa de sentirse egoísta, o para mantener la relación con las
personas percibidas como importantes. Frecuentemente resulta de una excesiva sensibilidad al dolor
de los otros. A veces conduce a un sentimiento de que las propias necesidades no son satisfechas y al
resentimiento hacia aquellos a quienes se cuida (se superpone con el concepto de codependencia).

14 - Búsqueda de aceptación y reconocimiento – Se refiere al énfasis excesivo en buscar ganar la


aprobación, reconocimiento o atención de otras personas, a expensas del desarrollo de un sentimiento
seguro y verdadero de sí mismo. La persona depende más de la reacción de los otros que de sus
propias inclinaciones naturales: A veces incluye un énfasis excesivo en el status, apariencia,
aceptación social, dinero o éxito como una forma de ganar aprobación, admiración o atención (no
primariamente poder y control). Frecuentemente conduce a que la toma de decisiones importantes sea
poco autentica o poco satisfactoria o a una hipersensibilidad al rechazo.

Hipervigilancia e inhibición
Se refiere a un excesivo énfasis en la supresión de los propios sentimientos espontáneos, impulsos o
elecciones o en una rigidez excesiva, Internalización de reglas y expectativas acerca de la conducta
ética y la performance, frecuentemente a expensas de la felicidad, la autoexpresión, la tranquilidad,
las relaciones intimas o la propia salud. Típicamente las familias de origen son sobrias, demandantes,
y a veces castigadoras: el performance, el deber, perfeccionismo, ciertas reglas y la evitación de
errores predominan sobre el placer, juego y el relax. Usualmente son pesimistas, y se preocupan en
exceso, cosas estas que llevan a que tengan una conducta vigilante y cuidadosa todo el tiempo.

15 – Negativismo / Pesimismo – Se refiere a la focalización persistente en los aspectos negativos de


la vida (dolor, muerte, pérdidas, desilusiones, conflictos, culpa, resentimiento, problemas sin
resolver, errores potenciales, etc), mientras se minimizan o niegan los aspectos positivos o
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optimistas. Usualmente envuelve un miedo a cometer errores que pueden terminar en un colapso
financiero, en perdidas, humillaciones e en verse atrapado en situaciones negativas. Debido a que el
potencial negativo de las cosas es exagerado, estos pacientes frecuentemente se caracterizan por tener
una preocupación, vigilancia, queja o indecisión crónica.

16 – Inhibición emocional – Se refiere a la excesiva inhibición de acciones, sentimientos o de la


comunicación espontánea, usualmente para evitar la desaprobación de otros, para evitar sentir
vergüenza o perder el control sobre sus impulsos. Las áreas más comúnmente inhibidas son: la ira,
impulsos positivos, expresión de debilidades, comunicación de sentimientos y necesidades. Hay un
excesivo énfasis en la racionalidad.

17 – Estándares inexorables / Hiperciticismo – Se refiere a la creencia subyacente de que se debe


luchar por alcanzar estándares internos muy altos de conductas y performance, usualmente para
evitar la critica. Típicamente esto desemboca en sentimientos de presión, y una hipercrítica hacia si
mismo y los demás. Debe incluir perjuicios para el placer, relax, salud, autoestima, autorrealización o
satisfacción de las relaciones interpersonales. Estos estándares típicamente se presentan como
perfeccionismo, excesiva atención a los detalles, reglas rígidas y muchos “debería”, moral rígida,
ética poco realista, religiosidad importante o preocupación por el tiempo y la eficacia.

18 – Castigo – Se refiere a la creencia de que la gente debe ser fuertemente castigada por sus errores.
Envuelve la tendencia a ser hostil, intolerante y castigador, así como impaciente con otras personas
(incluido consigo mismo) que no cumplen con sus expectativas. Usualmente incluye la dificultad
para perdonar los propios errores o de los demás, la dificultad para aceptar las debilidades e
imperfecciones humanas así como la dificultad para empatizar con los sentimientos.

Formas maladaptativas de enfrentarse a los esquemas

Para adaptarse a los ETDS y no sufrir de desbordes emocionales, los pacientes desarrollan
tempranamente estilos de afrontamiento desadaptativos. Es importante recordar, que si bien esta
forma de enfrentar el esquema a veces ayuda a evitarlo y alivia el sufrimiento, no lo cura sino que
ayuda en su perpetuación.

El comportamiento, la forma en que la persona actúa, no forma parte del esquema sino que se debe al
esquema, es la forma de enfrentarse a él.
La razón por la cual debemos diferenciar el esquema del estilo de afrontamiento, es porque cada
paciente utiliza diferentes estilos de afrontamiento en las diferentes situaciones y momentos de la
vida. Mientras que los esquemas se mantienen, la forma de enfrentarse a él no tiene porqué
permanecer estable durante toda la vida.
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Los tres estilos de afrontamiento corresponden a las tres formas de enfrentar el peligro:
Compensación, Evitación y Rendición. En la niñez, la presencia de un ETD corresponde a la
presencia de un peligro para la integridad de ese niño. Ese peligro es la no satisfacción de alguna
necesidad emocional básica.

La manera de enfrentar al esquema, usualmente es adaptativa en la niñez e incluso es un mecanismo


sano de “supervivencia”. Se vuelven desadaptativos, cuando en el desarrollo y crecimiento del niño
hacen que los ETDS se perpetúen, incluso cuando las condiciones de vida cambian y éstos esquemas
ya no tienen su razón de ser.

1- Rendirse frente al esquema: Cuando un paciente se rinde frente al esquema, éste ya no trata de
evitarlo o pelear contra él. Sienten directamente el sufrimiento emocional causado por el esquema.
Actúan haciendo cosas que confirmen continuamente sus esquemas. Generalmente se rodean de
adultos, de personas que confirmen sus esquemas comportándose con ellos como lo hacía su entorno
en la infancia.
2- Evitar el esquema: Cuando los pacientes utilizan la evitación, tratan de organizar sus vidas para
que los esquemas no se activen nunca. Evitan pensar en sus esquemas, sentir de acuerdo a ellos y
“sacan” de su cabeza cualquier cosa que les haga recordar el esquema. Quizás toman alcohol
excesivamente, consumen sustancias, son promiscuos sexualmente, tienen dificultades de
alimentación, limpian compulsivamente o trabajan en exceso. Cuando interactúan con los demás
parecen perfectamente normales, pero en la mayoría de los casos fracasan en el establecimiento de
relaciones intimas.
3- Sobrecompensar el esquema: Cuando una persona sobrecompensa sus esquemas, entonces pelea
contra él pensando, sintiendo, actuando y relacionándose con los demás de forma opuesta a sus
esquemas. Tratan de ser lo más diferentes posibles a lo que fueron cuando los esquemas se
establecieron. En realidad es sano luchar contra los esquemas, sin embargo, la forma de comportarse
debe ser proporcionada con la situación, tomando en cuenta los sentimientos del otro y llevando a los
resultados deseables. Esto es muchas veces lo que no ocurre, y el paciente se vuelve demasiado
controlador, agresivo o exigente.

“Modos” de los esquemas:

Los “modos” son el estado emocional y la manera de afrontar el esquema momento a momento.
Estos modos son activados continuamente por diferentes situaciones de la vida a los que somos más
sensibles. A veces hay maneras de afrontar el esquema que pueden estar inactivados en determinados
momentos. El estado predominante en que nos encontramos se llama Modo. Estos modos se van
cambiando unos por otros según el momento en que nos encontramos y pueden ser adaptativos o
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desadaptativos. La definición de modo es: aquellas operaciones de esquema que se encuentran


activados en un determinado momento.

Se han identificado 10 Modos, que se categorizan en cuatro grupos diferentes:

A) Los modos infantiles.


Se han identificado cuatro: el niño vulnerable, el niño enojado, el niño impulsivo e indisciplinado y el
niño feliz.

1. El niño vulnerable es el modo de funcionar de los esquemas más básicos: es el niño abandonado,
rechazado, abusado o criticado. Se experimenta disforia, ansiedad, miedo, tristeza y desolación
cuando se activan los esquemas.
Los esquemas asociados más comúnmente son: Abandono, rechazo, Deprivación emocional,
Defectuosidad, Exclusión social, Dependencia /Incompetencia, Vulnerabilidad al daño o enfermedad,
Negativismo/ Pesimismo y Falta de desarrollo individual.
Este modo es como un niño pequeño que necesita el cuidado de un adulto para sobrevivir y no lo
obtiene. La naturaleza de la vulnerabilidad depende del esquema: los padres dejan al niño solo por
períodos largos de tiempo (Niño abandonado), los padres le pegan continuamente al niño (Niño
abusado), los padres no le dan amor al niño (Niño privado), los padres critican constantemente (Niño
defectuoso).

2. El niño enojado es aquel que actúa en reclamo a sus necesidades no satisfechas, sin importar las
consecuencias. Se enoja en reclamo a sus necesidades básicas no satisfechas o al trato injusto
relacionado a los esquemas más básicos.
Los esquemas asociados más comúnmente son: Abandono, Rechazo, Deprivación emocional y
Subyugación. Cuando la persona se enfrenta a un ETD y se siente abandonada, abusada o subyugada,
entonces se enoja, grita o tiene fantasias o impulsos muy violentos.

3. El niño impulsivo e indisciplinado expresa emociones, deseos y necesidades siguiendo sus


inclinaciones naturales en todo momento y sin importar las consecuencias ni las necesidades o
sentimientos de los demás.
Se asocia a los esquemas de Grandiosidad y Falta de control y disciplina.
Este modo es el niño tal cual es, sin inhibiciones, irresponsable y libre. Este modo tiene muy poca
tolerancia a la frustración y no pueden renunciar a logros a corto plazo por otros a largo plazo. Quien
funciona de este modo puede parecer muy malcriada, enojada, vaga, impaciente y fuera de control.

4. El niño feliz es el que satisface las necesidades emocionales. No se asocia a ningún ETD ya que
sus necesidades están adecuadamente satisfechas.

B) Los modos disfuncionales de afrontamiento (5, 6 y 7)


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Existen tres: aquel que se rinde (aparece como muy pasivo y dependiente), el que protege (evita
situaciones que le provoquen sufrimiento) y el que sobrecompensa (actúa exactamente como lo
contrario de su esquema).
Estos modos corresponden a los tres estilos de afrontamiento desadaptativos: rendirse, evitar,
sobrecompensar.

C) Los modos parentales disfuncionales. (8 y 9)


El padre Punitivo y el padre Demandante. En estos modos el paciente se vuelve como aquel padre al
que han internalizado. El padre punitivo continuamente castiga y critica a los modos infantiles por ser
“malos” (Se asocian los esquemas de Castigo y Defectuosidad), mientras que el Demandante
presiona y exige para llegar a metas inalcanzables (los esquemas que se asocian son estándares
inalcanzables y Auto sacrificio).

D) El modo del adulto sano. (10)


Este es el modo que se intenta reforzar en la terapia, enseñando a moderar o curar otros modos.
Como un buen padre, el adulto sano protege al niño vulnerable, pone límites al niño enojado e
impulsivo de acuerdo a los principios de reciprocidad y disciplina y modera los modos de
enfrentamiento y los modos parentales disfuncionales.

EVALUACIÓN Y MODIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS

Las dos fases del tratamiento son la Evaluación y Educación acerca de los esquemas y la Fase de
Cambio.

1. FASE DE EVALUACIÓN Y EDUCACIÓN. En esta primera fase el terapeuta ayuda al paciente a


identificar sus esquemas y a comprender el origen de los mismos en la infancia y adolescencia.
Durante esta evaluación, se debe educar al paciente en lo que es el modelo de los esquemas, en los
estilos de afrontamiento y en cómo ésta manera de responder ayuda a perpetuar los ETD´s.
La evaluación incluye una entrevista acerca de su historia de vida, cuestionarios acerca de los
esquemas, tareas de autoevaluación y ejercicios de imaginería para enfrentar emocionalmente los
esquemas y relacionarlos a las dificultades actuales. Al final de esta fase, el terapeuta y paciente han
logrado una conceptualización completa de los esquemas y han estado de acuerdo acerca de la
manera en que se trabajará para modificarlos: estrategias cognitivas, conductuales, experenciales y de
la relación con el terapeuta.

2. FASE DE CAMBIO. En esta etapa se usan las diferentes estrategias mencionadas, de manera
flexible y adaptándolas a las necesidades y particularidades de cada paciente.
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A) Estrategias cognitivas: Mientras el paciente crea que sus esquemas son correctos y verdaderos,
no será posible la modificación de los mismos. Lo primero que se debe hacer es buscar todas las
evidencias en contra de ese esquema, se debe racionalmente desaprobar el esquema. La gran
mayoría de las veces la evidencia muestra que el esquema en este momento es falso, pero puede
ocurrir que la evidencia no alcance para demostrarlo. Quizás el paciente se haya pasado su vida
evitando situaciones y hoy día realmente no haya logrado muchas cosas. En esos casos se debe
evaluar qué pueden hacer los pacientes para modificar ese aspecto de sus vidas.
B) Estrategias experenciales: Sirven para luchar contra el esquema a nivel emocional. Con la
imaginería y los diálogos se expresa enojo y tristeza acerca de lo ocurrido en la infancia. En la
imaginación ellos “se paran” frente al padre u otras figuras significativas para confrontarlo y
para proteger y confortar al niño vulnerable. Pueden hablar acerca de lo que necesitaron de niños
y no recibieron, pueden relacionar imágenes infantiles con dificultades actuales y pueden
activamente confrontar a quienes influyeron en el desarrollo de los ETD´s. Todo esto ayuda al
paciente a hacerse más fuerte y lograr romper con el patrón disfuncional de sus esquemas.
C) Estrategias conductuales para romper con el patrón disfuncional de comportamiento: El
terapeuta asigna tareas domiciliarias al paciente para modificar estilos de afrontamiento
desadaptativos por otros más saludables. El terapeuta ayuda al paciente a prepararse para las
tareas practicando en el consultorio, y luego de llevado a la práctica lo previsto se evalúan las
consecuencias
D) La relación paciente terapeuta: El terapeuta evalúa esquemas, estilos de afrontamiento y modos a
medida que surgen en la relación terapéutica. La relación terapéutica sirve como antídoto a los
esquemas. Se internaliza la figura del terapeuta como adulto sano, que lucha contra los esquemas
y provee una vida más placentera. Es importante la Confrontación empática (señalarle al
paciente cuando surgen los esquemas) y la Reparentalización (es darle al paciente en cierta
forma lo que no obtuvo de pequeño).

ESTRATEGIAS PARA EL TRATAMIENTO DE LOS ESQUEMAS

Abandono y Rechazo

1. Abandono.
Presentación típica del esquema: Estos pacientes están siempre esperando la pérdida de sus seres más
queridos. Creen que éstos los abandonarán, morirán, los dejarán por otros, actuarán extrañamente o
desaparecerán. Por eso, viven con miedo y a la expectativa de cualquier señal de que esto sucederá.
Las emociones más comunes son la ansiedad crónica, tristeza, depresión (ante las pérdidas) y rabia
contra aquellos que los abandonaron. Los comportamientos más frecuentes son el “pegoteo” a las
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personas más significativas, el ser posesivos, controladores, acusar a los demás de abandono, ser
celosos y competitivos.
Algunos pacientes con este esquema evitan las relaciones intimas, para evitar el sufrimiento de una
posible pérdida. Siendo consistentes con el proceso de perpetuación de los esquemas, generalmente
se eligen personas inestables que efectivamente abandonan a estos pacientes. Generalmente tienen
mucha “química” con estas personas y se enamoran obsesivamente de quienes los abandonan.
Este esquema normalmente se relaciona con el esquema de Subyugación (si no hacen lo que el otro
quiere, serán abandonados), Incompetencia / Dependencia (Si el otro los abandona, no podrán
funcionar solos) o Defectuosidad (El otro se dará cuenta cuan defectuosos son y los dejarán).
Objetivos del tratamiento: Un primer objetivo con estos pacientes es que se vuelvan más realistas en
su relacionamiento. Hay que lograr que no se preocupen todo el tiempo por ser abandonados, que se
sientan más seguros para que también dejen de depender tanto del otro, manipular o controlar. Un
signo de mejoría es el no evitar las relaciones intimas o el poder estar solos sin sentirse ansiosos o
deprimidos.
Estrategias de tratamiento: Cuanto más severo es el esquema, más importante se vuelve la relación
terapéutica. Primero, el paciente debe lograr superar su esquema en la relación con el terapeuta, y
luego generalizarla a las demás relaciones. Se debe confrontar el sentimiento de que el terapeuta está
por abandonar al paciente y ayudarlo a que encuentre relaciones estables, en las cuales no sea
abandonado.
Cognitivamente, se debe trabajar la idea magnificada de que todos se van, mueren o desaparecen y
modificar la idea de que el otro debe estar siempre disponible. Se debe aprender a aceptar los
derechos de los demás a establecer límites. También se deben trabajar cogniciones relacionadas a
otros esquemas como el tener que hacer todo lo que los demás deseen, que son incompetentes y por
eso necesitan de los demás o que los demás descubrirán sus defectos y los abandonarán.
Experencialmente, el paciente debe revivir en la imaginación, sus experiencias de abandono. El
terapeuta debe primero expresar su enojo y confortar e este “niño” abandonado y luego el paciente
mismo debe hacer lo mismo.
Comportamentalmente, el paciente debe enfocarse en encontrar parejas capaces de comprometerse y
deben aprender a frenar las actitudes de celos, agresividad y control que los alejan de los demás.
También deben tolerar gradualmente el estar en soledad.
Dificultades: Las separaciones o abandonos del terapeuta (vacaciones, cambios de horario,
enfermedad) son una oportunidad para trabajar el sentimiento de ser abandonado ya que el esquema
es activado y el paciente generalmente se pone muy ansioso o enojado. Un riesgo que debemos evitar
es que el terapeuta se convierta en la figura central del paciente y no logre generalizar la estabilidad
al mundo exterior.

2. Desconfianza / Abuso
Presentación típica del esquema: Los pacientes con este esquema, esperan que los demás mientan,
manipulen, estafen, abusen, los humillen o traten de sacar ventaja de alguna forma. No confían en los
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demás y están siempre en guardia. A veces creen que los demás los quieren dañar intencionadamente.
En el mejor de los casos, tienen la creencia de que los demás solo se preocupan de sí mismos, y en el
peor, creen que todos son sádicos, malévolos y que les da placer hacer daño. Por eso, estos pacientes
evitan la intimidad, no comparten sus sentimientos y a veces terminan siendo ellos quienes abusan,
mienten y estafan al otro. Pueden ser tanto abusados como abusadores y continuamente están
haciendo pruebas para ver si el otro les miente o no.
Objetivos del tratamiento: El objetivo principal es que el paciente comprenda que hay personas en las
que se puede confiar y otras en que no. Deben aprender a darle a las personas el beneficio de la duda,
a no estar siempre en guardia, a no testear al otro constantemente y a no estafar antes de ser
estafados. Deben aprender a confiar más en las personas más cercanas, a compartir secretos y poder
mostrarse vulnerables.
Estrategias de tratamiento: La relación terapéutica es crucial, ya que tiene como base la confianza y
seguridad. El objetivo es dar al paciente un contexto de seguridad en el cual contar sus experiencias
traumáticas.
Cognitivamente, se debe ayudar a modificar la hipervigilancia frente al abuso y a no situarse siempre
como desvalidos y vulnerables al abuso.
Experencialmente, deben rememorar las experiencias traumáticas. Esto puede ser muy dificultoso, y
por eso el paciente necesita estar preparado y confiar en el terapeuta lo suficiente. En la imaginación,
el paciente debe ser capaz de mostrar todos los sentimientos al ser abusado, el terapeuta debe poder
confortarlo y luego el paciente debe también confortar a su “niño” abusado. Debe poder enojarse con
el abusador, proteger y confortar al niño. Finalmente el paciente debe poder visualizarse siendo
abierto y confiado de algunas personas.
Conductualmente, el paciente debe comenzar a confiar en los demás, a aumentar su nivel de
intimidad y a compartir ciertos secretos y memorias con su pareja o amigos más cercanos. También
comienzan a elegir parejas no abusadoras o ellos mismos dejan de aprovecharse y abusar del otro.
En la relación terapéutica, el terapeuta debe ser honesto, y avanzar lentamente a medida que va
aumentando la confianza. Se deben de tratar temas de moralidad, vergüenza y culpa por lo que el
paciente hizo o sintió al ser abusado. Los limites en la relación terapéutica son esenciales en este caso
ya que de excederse el terapeuta en el cuidado del paciente, no le estaría permitiendo salir adelante y
volverse un adulto independiente. En muchos casos, el establecimiento de la confianza con el
terapeuta lleva mucho tiempo.
Dificultades: Se requiere de largo tiempo para tratar este tipo de esquema (También el de abandono).
Ocasionalmente los daños son tan severo que el paciente o logra confiar en el terapeuta. En otros
casos el terapeuta debe adecuarse en un principio a algunos requerimientos como el no tomar notas o
llenar cuestionarios.

3. Deprivación emocional
Presentación típica del esquema: Es uno de los que más vemos en el consultorio. El paciente con este
esquema, se presenta sintiéndose solo, amargado y deprimido, pero sin saber porqué. No esperan que
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los demás los continenten, entiendan o protejan. Se sienten privados de afecto y sienten que no
reciben la suficiente atención, cariño o afecto. Se sienten solos en el mundo, incomprendidos,
invisibles o vacíos. Existen tres tipos de deprivación: de cuidado (nadie está allí para sostenerlos,
prestarles atención o protegerlos), de empatía (nadie los escucha y entiende) y de Protección (No hay
quien los guié y proteja).
El comportamiento típico incluye no expresar las necesidades afectivas, preguntar mucho y contar
muy poco de si mismos, actuar como si fuesen muy fuertes emocionalmente o como si no tuviesen
necesidades emocionales. Otra tendencia de estos pacientes es elegir parejas que realmente no les dan
lo que necesitan, que son muy frías, egoístas o necesitadas de afecto. Los más evitativos se vuelven
muy solitarios. Los que sobrecompensan tienden a volverse muy demandantes y agresivos cuando el
otro no les da lo que requieren y pueden ser hasta narcisistas.
Algunos de estos pacientes fueron muy malcriados, no les pusieron normas o fueron adorados por
alguna cualidad y no por lo que eran ellos mismos.
Objetivos del tratamiento: Un objetivo principal es que sen cuenta de sus necesidades emocionales
insatisfechas y que acepten que esto es normal y adecuado. También se busca que el paciente logre
pedir adecuadamente lo que necesita y rodearse de gente que pueda satisfacer esas necesidades.
Estrategias de tratamiento:
Dificultades

4. Vergüenza / Defectuosidad
Presentación del esquema:
Objetivos del tratamiento: El objetivo más básico es incrementar la autoestima del paciente. Quien
pueda curar este esquema debe comprender que es merecedor de amor y respeto. Se debe lograr que
el paciente se contacte más con otras personas, que se sienta menos vulnerable y expuesto y con
mayor disposición a relacionarse íntimamente. Debemos lograr que se centre menos en que los
demás le están prestando atención, que comprenda que los demás no juzgan tanto como él cree y que
ponga sus defectos en un lugar más realista. Deben aprender a aceptar cumplidos y a hacer valer sus
derechos humanos.
Estrategias de tratamiento: Una vez más, la relación terapéutica es fundamental para tratar este
esquema. El paciente debe percibir que el terapeuta lo acepta “a pesar” de sus posibles defectos. Esto
debe hablarse directamente y el terapeuta debe reforzar continuamente los aspectos positivos del
paciente. Las estrategias cognitivas apuntan a modificar la creencia de defectuosidad. Se deben
evaluar las evidencias que confirman y desconfirman el esquema y aprender a no sacarle importancia
a los aspectos positivos d si mismo. Es importante notar que quienes tienen este esquema,
generalmente no tienen grandes defectos, sino padres muy criticones o rechazantes. Las estrategias
deben ayudar al paciente a reatribuir los sentimientos de defectuosidad y vergüenza a la crítica de las
personas más significativas en la infancia.
Experencialmente, es importante usar la imaginería para que el paciente pueda expresar su enojo a
quines tanto lo han criticado. El terapeuta debe ayudar a confrontar a esos padres y a proteger y
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confortar al “niño”. Conductualmente es importante la exposición al relacionamiento con otras


personas, para perder el miedo a ser rechazados. También se debe trabajar en la reacción que tienen
estos pacientes frente a las críticas, se deben aceptar cuando son adecuadas y responder
adecuadamente cuando no lo son. Es especialmente importante que el terapeuta acepte y no juzgue al
paciente con este esquema y que no se muestre como “perfecto”.
Dificultades: Muchos no son concientes de este esquema. Generalmente la gente lo evita o
sobrecompensa, para no sentir el sufrimiento (Ej: narcisistas). A veces el paciente oculta mucha
información del terapeuta y generalmente se necesita un tiempo considerable hasta que el paciente
comparta todos sus sentimientos, memorias, deseos y pensamientos. Es un esquema difícil de curar.

5. Exclusión Social
Presentación del esquema: Estos pacientes se sienten diferentes a los demás. No se sienten parte de
ningún grupo, se sienten excluidos y dejados de lado. Cualquiera que crezca sintiéndose diferente
puede desarrollar este esquema. Por ejemplo: personas con algún don, muy lindas, familias famosas,
gay, pertenecientes a alguna minoría, hijos de alcohólicos, sobrevivientes, huérfanos, adoptados, con
alguna deficiencia física, de clase social muy alta o muy baja, etc. El comportamiento más típico es
permanecer siempre fuera de los grupos o pertener a algún subgrupo minoritario pero sintiendo que
no existe lugar donde uno pertenezca. La mayoria de los “solitarios” tienen este esquema.
Objetivos del tratamiento: El objetivo más importante es que el paciente no se sienta diferente a los
demás, que a pesar de las diferencias, comprenda que todos somos seres humanos. Por supuesto que
hay grupos en donde cada uno no “encaja” pero otros en donde sí.
Estrategias de tratamiento: El objetivo, a diferencia de otros esquemas, no se pone tanto en la
infancia sino en las relaciones actuales. Es allí donde se debe trabajar cognitivamente. Muchas veces
es bueno trabajar en grupo y cuánto más aislado es el paciente, más importante se vuelve la relación
con el terapeuta (como modelo de relación). Cognitivamente el paciente debe trabajar acerca de la
idea de igualdad entre las personas, debe aprender a focalizarse en las semejanzas más que en las
diferencias, debe ver que siempre hay algún subgrupo parecido a él y que muchas personas aceptan al
otro tal cual es, por más que existan diferencias.
Experencialmente, el paciente debe recordar sus experiencias de estar excluido, expresar los
sentimientos de enojo contra quienes lo rechazaban y sus sentimientos de soledad.
Comportamentalmente, es muy importante que se dejen de evitar las situaciones sociales, que se
encuentre un grupo al cual pertenecer y que se cultiven amistades. Se debe exponer a las situaciones
sociales progresivamente y es importante también enseñar manejo de la ansiedad.
Dificultades: La mayor dificultad es superar la evitación en situaciones sociales. Los pacientes deben
de estar dispuestos a tolerar un grado alto de malestar y estar preparados para enfrentar las
situaciones sociales que ellos temen.
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Pobre autonomía y competencia

6. Dependencia / Incompetencia
Presentación del esquema: Estos pacientes se presentan como niños, no pueden cuidar solos de sí
mismos, experimentan la vida como avasalladora y ellos se sienten incapaces de enfrentarla. Hay dos
elementos: la incompetencia (no confían en sus propias decisiones, detestan y teme enfrentarse solos
a los cambios, no se sienten capaces de hacer cosas nuevas y necesitan de alguien que les muestre
cómo hacer las cosas) y la dependencia (como no creen poder funcionar solos, entonces la única
opción es encontrar otros que los ayuden. Las personas que encuentran para que cuiden de ellos son
como sustitutos de los padres: parejas, hermanos, amigos o jefes. La idea central es “Soy
incompetente y por eso necesito depender de los demás). Los comportamientos típicos son: pedir
ayuda constantemente, preguntar todo, pedir consejos, tener dificultades para manejar las finanzas o
para viajar solos. Generalmente, estos pacientes no llegan a terapia buscando ser más independientes
sino por trastornos del Eje I: ansiedad, fobias, estrés o depresión (por temor a abandonar una pareja
abusiva o controladora que les refuerza el esquema)
Objetivos de tratamiento: Incrementar el sentido de competencia y diminuir la dependencia en los
demás. Por un lado se debe incrementar la autoestima y las habilidades que no estén desarrolladas y
por otro dejar de evitar el hacer las cosas solos. A través del ensayo y error deben aprender a confiar
en sus propias decisiones.
Estrategias de tratamiento: las estrategias cognitivo – conductuales son las más importantes al tratar
este esquema. Lo cognitivo debe ayudar al paciente a modificar la idea que tiene de necesitar siempre
a alguien a su lado (diálogos entre el lado “sano” y “enfermo”, resolución de problemas,
confrontación de pensamientos negativos, etc) y para fomentar la motivación al tratamiento.
Comportamentalmente el paciente debe enfrentarse a las situaciones que teme. Debe dejar de evitar
el hacer las cosas de forma independiente. Esto es fundamental, ya que si el paciente no tiene
evidencias de que puede hacer las cosas solo entonces no puede pelear contra el esquema. Para esto
es importante la motivación ya que habrán momentos desagradables que el paciente deberá enfrentar.
Igualmente se deben hacer aproximaciones sucesivas y enseñar técnicas para controlar la ansiedad.
La imaginería se utiliza generalmente para que el paciente se visualice a si mismo realizando las
tareas de modo independiente, teniendo éxito y resolviendo algun problema que pueda surgir. En la
relación terapéutica es importante no dejar que el paciente se vuelva dependiente del terapeuta.
Dificultades Balancear adecuadamente la dependencia / Independencia con el terapeuta lograr que el
paciente se exponga, que sacrifique períodos cortos de sufrimiento y ansiedad en pro de la curación
de sus esquemas. El “mode work” puede ayudar a fortalecer la parte sana que quiere la
independencia y competencia.

7. Vulnerabilidad al daño y la enfermedad:


Presentación del esquema: Estos pacientes viven esperando una catástrofe. Están convencidos que
algo terrible va a ocurrir y que ellos no lo podrán prevenir (enfermedad, desastre natural, ser víctimas
de un crimen, accidentes, perder todo su dinero o volverse locos). El síntoma principal es la ansiedad,
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que puede llegar a los ataques de pánico. Estos pacientes no temen a las situaciones de todos los días
sino a las catástrofes. La mayoría enfrenta el esquema evitando o sobrecompensando: se vuelven
fóbicos, restringen su vida, tienen rituales o pensamientos mágicos.
Objetivos del tratamiento: El objetivo principal es que los pacientes disminuyan las expectativas de
una catástrofe y aumenten su creencia de sus habilidades de enfrentamiento. Lo ideal es que se den
cuenta que están magnificando y que incluso si algo sucediese ellos son capaces de hacer algo frente
a una adversidad. El último objetivo es que dejen de evitar las situaciones que temen.
Estrategias de tratamiento: Es importante utilizar cierto tiempo en desarrollar la motivación hacia el
tratamiento, en mostrarles cómo sería su vida si no temiesen tanto. Hay que enfocarse en todo lo que
se está perdiendo de no poder moverse libremente por el mundo. Las estrategias cognitivo –
conductuales son centrales para superar la evitación y para enfrentar la ansiedad. Cognitivamente, se
debe trabajar en dejar de esperar una catástrofe continuamente y en aumentar la percepción de sus
habilidades de enfrentamiento. Conductualmente, el paciente debe exponerse a las situaciones que
teme, haciendo aproximaciones sucesivas y aprendiendo estrategias para enfrentar la ansiedad. En la
imaginación, también se puede hacer que el paciente se visualice a si mismo enfrentando las
situaciones que teme, como un paso previo a la exposición en vivo.
Dificultades: La mayor dificultad a superar es el miedo que tienen los pacientes a realizar las
exposiciones. El “mode work” puede ayudar a fortalecer la parte sana que busca una vida más plena.

8- Fusión y falta de desarrollo individual


Presentación del esquema: Cuando estos pacientes llegan al consultorio resulta difícil distinguir qué
cosas son propias y qué cosas son de quien se fusionan (padre, madre, pareja, amigo, etc). A costa del
desarrollo individual y social, estas personas se sienten muy involucradas emocionalmente de su
“figura parental”. Sienten que ninguno de los dos podría sobrevivir sin el sostén del otro y el lazo es
tan fuerte que casi es como si fuesen uno solo. Comparten todo con esta persona y espera lo mismo
del otro. Además del sentimiento de “fusión” está también la falta de desarrollo individual, lo que
generalmente el paciente expresa como sentimiento de “vacío”. No saben muy bien quienes son,
cuales son sus preferencias, sus talentos o debilidades. Los comportamientos más típicos incluyen la
imitación de la figura parental, el contarle todo, pensar en ellos y estar en contacto constantemente y
suprimir o evitar cualquier pensamiento o sentimiento que discrepe con el otro.
No siempre las dos partes del esquema van juntas.
Objetivos del tratamiento: Lo más importante es ayudar al paciente a expresar espontáneamente lo
que ellos son, en vez de adoptar la identidad de la persona con la que se encuentran fusionados.
Deben lograr darse cuenta de aquello en lo que se parecen y aquello en lo que se diferencian de esta
persona, establecer límites y esclarecer quienes son realmente.
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Estrategias de tratamiento: El tratamiento se enfoca en el presente del paciente. Las técnicas


cognitivas y experenciales apuntan a identificar las preferencias e inclinaciones individuales mientras
que lo conductual apunta a poner en práctica la verdadera identidad.
Se debe trabajar cognitivamente para que el paciente comprenda la importancia de ser él mismo y
para que encuentre diferencias y similitudes con su figura parental (para evitar que rechace todo de
esta figura). Se conducen diálogos entre lo que desea estar fusionado y lo que desea separarse.
Experencialmente se debe visualizar la separación, se debe recordar momentos en que no se estuvo
de acuerdo con la figura parental y se debe imaginar diciendo lo que se siente y desea. Deben
imaginar poniendo límites a las figuras parentales en el pasado y en el presente y diciéndoles en que
son parecidos y en que aspectos no lo son. Conductualmente se debe ayudar al paciente a darse
cuenta de lo que realmente le gusta y actuar de acuerdo a ello. También hay que trabajar en las
elecciones de pareja para que estas no promuevan la fusión. El terapeuta por su lado, debe establecer
claramente los límites.
Dificultades: Lo que más hay que prestar atención a que el terapeuta no sea quien se convierta en la
figura parental. Para ello, se debe ir independizando del paciente paulatinamente.

9- Fracaso
Presentación del esquema: Estos pacientes sienten que han fracasado en relación a sus pares en
logros relacionados a carrera, dinero, status, deportes, etc. Se sienten inadecuados en relación a los
demás (ineptos, ignorantes, no exitosos, sin talentos...) y creen que no tienen aquello necesario para
ser exitosos. Los comportamientos más típicos incluyen: rendirse frente al esquema saboteándose a si
mismos o n esforzándose, evitarlo no haciendo las tareas o sobrecompensando mediante el trabajo
exagerado. Estos pacientes sientan que n han tenido éxito en lo que hacen, y muchas veces tienen
razón, ya que se vuelve como una profecía autocumplida. Este esquema generalmente se une con el
de Defectuosidad.
Objetivos del tratamiento: Ayudar a que el paciente se vuelva tan exitoso como pueda en relación a
sus capacidades. Esto incluye: desarrollar habilidades y autoestima, establecer metas adecuadas y
aceptar limitaciones.
Estrategias de tratamiento: Es muy importante evaluar antes que nada el origen de este esquema ya
que su tratamiento dependerá de esto. Algunos pacientes han fracasado por falta de habilidades o
inteligencia (en lo cual se deben desarrollar habilidades y establecer metas realistas), por no
esforzarse lo suficiente, por otros trastornos como por ejemplo Déficit Atencional (se debe tratar este
trastorno), por falta de disciplina o por estar agobiado por otros esquemas que lo impiden enfrentarse
adecuadamente a las situaciones.
Cognitivamente, es importante muchas veces que el paciente comprenda que el fracaso se debe al
esquema, ya que la forma de enfrentarlo es lo que le impide tener éxito. También se deben resaltar
los éxitos ya que muchas veces estos pacientes cometen muchos errores de Filtraje, percibiendo y
recordando solo los fracasos. Por último, hay que establecer metas realistas.
Experencialmente, el paciente debe expresar su enojo hacia aquellas personas que contribuyeron a la
formación del esquema mediante sus críticas y desvalorizaciones.
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Las estrategias conductuales son fundamentales. Si el paciente no deja de reforzar el esquema, éste
no va a desaparecer. Se deben establecer metas, pasos para lograrlas, desarrollar habilidades, enseñar
estrategias para controlar la ansiedad, establecer disciplina y rutinas de trabajo; todo para aumentar
las experiencias de éxito del paciente.
Dificultades: La dificultad más habitual es que no se logren modificar las estrategias de
afrontamiento desadaptativas. El “mode work” ayuda a fortalecer la parte más sana de la persona.

Límites insuficientes

10. Grandiosidad
Presentación del esquema: Estos pacientes se sienten especiales. Creen que son mejores que las
demás personas. Como creen que pertenecen a cierta “elite” piensan que deben tener derechos y
privilegios especiales. Intentan controlar a los demás para satisfacer sus propias necesidades y no
tienen en cuenta las necesidades de los demás. Insisten en que deben poder decir, hacer o tener lo que
deseen. Algunos comportamientos típicos son la excesiva competencia con los demás, intento de
dominar al otro, uso del poder inadecuado e intento de que todos piensen como ellos. Se debe
distinguir aquellos que se comportan de esta forma como un intento de compensar sentimientos de
defectuosidad y deprivación emocional de aquellos que se comportan así por falta de límites y por
haber sido muy malcriados. Para éstos, el establecimiento de límites es lo más importante. (Aquí nos
vamos a referir al tratamiento para éstos pacientes, aunque las estrategias pueden usarse también en
una personalidad narcisista.
Objetivos de tratamiento: El objetivo principal es que el paciente comprenda el sentido de la
reciprocidad en las relaciones humanas. Todos somos iguales, y como tales debemos de ser tratados
de la misma forma.
Estrategias de tratamiento: Para mantener la motivación de modificar este esquema, el terapeuta debe
subrayar las desventajas de funcionar así. Muchas veces estos pacientes no vienen a terapia por
voluntad propia sino porque alguien los manda o porque tienen un problema grave a consecuencia
del esquema. Esto es importante saberlo, como motivación para el cambio (Dificultades con la
esposa, hijos, trabajo, etc). Lo más importante a trabajar son la relaciones interpersonales: que el
paciente reconozca el daño que provoca cuando le “pasa por encima” a los demás. Cognitivamente es
importante trabajar el control de la agresividad y asertividad. Si el paciente está en pareja,
generalmente se le pide que en algunas ocasiones vengan juntos para que esta sepa cómo poner
límites. También se debe trabajar acerca de la idea que el paciente tiene acerca de sí mismo como
alguien “especial”. Es importante que acepte tanto sus fortalezas como debilidades y que comprenda
que debe seguir las mismas reglas que todos los demás.
En la relación terapéutica es importante también que el terapeuta confronte al paciente cada vez que
éste intenta “pasar por encima” y que establezca los límites necesarios.
Dificultades: Una dificultad importante es mantener la motivación para el cambio
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11. Autocontrol y Disciplina Insuficiente

Presentación típica del esquema: Generalmente a los apacientes les hace falta dos cualidades:
Autocontrol (la habilidad para restringir emociones e impulsos) y Autodisciplina (la habilidad para
tolerar la frustración y el aburrimiento el tiempo suficiente como para lograr metas). Estos pacientes
son incapaces de restringir sus emociones e impulsos apropiadamente. En el extremo nos
encontramos con pacientes que parecen niños malcriados. En un término medio, los pacientes ponen
mucho énfasis en evitar el disconfort. Buscan constantemente evitar cualquier dolor, conflicto,
confrontación y responsabilidad. Los comportamientos típicos incluyen la impulsividad,
distractibilidad, desorganización, intolerancia a la frustración, incapacidad para permanecer en tareas
poco reforzantes, etc.
Este esquema no se aplica al abuso de sustancias. El abuso de sustancias puede ser en realidad una
manera de enfrentar cualquier esquema, por lo que no necesariamente debe estar relacionado a éste.
Este esquema se aplica a aquellas personas que tienen dificultad para controlarse en diferentes tipos
de situaciones.
Generalmente, no hay pensamientos específicos que acompañan a este esquema. Los pacientes
sienten el esquema como fuera de su control, y en realidad desean modificarlo. Es egosintónico a la
persona, y esta desea ser más controlada y disciplinada.
Objetivos del tratamiento: El objetivo central es que el paciente reconozca el valor de “perderse” de
gratificaciones a corto plazo para obtener logros a largo plazo.
Estrategias de tratamiento: Las estrategias cognitivo – conductuales son las más utilizadas para este
esquema. Se debe enseñar a ejercitar el autocontrol y la disciplina. La idea central es que entre el
impulso y la acción, deben mediar los pensamientos. Se debe ir dandole al paciente tareas cada vez
de más dificultad, para que se ejercite el autocontrol. Deben “obligarse” a hacer la tarea en un
determinado tiempo, y cada vez ir aumentando ese tiempo. Se enseñan técnicas para controlar las
emociones (tiempo fuera, relajación, tarjetas recordatorias).
A veces, el esquema está relacionado con otro más primario. En ese caso, el terapeuta debe tratar el
esquema de base al mismo tiempo que este. A veces la falta de control aparece por haberse
controlado las emociones durante mucho tiempo (Subyugación). Usando técnicas experenciales se
hace que el paciente recuerde escenas donde haya perdido el control y lo haga en la imaginación.
En la relación terapéutica, es importante que el terapeuta establezca límites muy claros. En los casos
que el esquema se debe a la falta de límites de niño, el terapeuta puede en parte sanar esto. Se deben
establecer consecuencias por las conductas del paciente, como llegar tarde, o no hacer los ejercicios
establecidos.
Dificultades con el esquema: A veces la falta de control tiene una base biológica, que debe ser
tomada en cuenta (ADD). En esos casos, se debe considerar el medicar a los pacientes
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Focalización en los otros

12 – Subyugación
Presentación del esquema: Estos pacientes permiten que otros los dominen. Se “rinden” al control de
los demás por temor ya sea al castigo o al abandono. Existe la Subyugación de Necesidades y de
Emociones. El esquema incluye la percepción, de que las propias necesidades y emociones no son
válidas e importantes para las demás personas. Los pacientes con este esquema, generalmente se
rinden a su esquema: Son hipercomplacientes e hiper sensibles al control de los demás.
El esquema envuelve un alto grado de miedo. En el fondo, los pacientes creen que si expresan lo que
desean o sienten, algo terrible va a ocurrir (los van a abandonar, criticar, castigar, rechazar). La
Subyugación no se basa en el deseo de ayudar a los demás, sino en el miedo a que el otro tome
revancha.
Los pacientes con este esquema tienen un locus de control externo; creen que deben hacer lo que la
persona con el poder desea, ya que de otra forma serían castigados en algún sentido.
Objetivos del tratamiento: El objetivo central es que el paciente comprenda el derecho que tiene de
hacer y sentir lo que el quiera. Generalmente, la mejor manera de vivir es expresando adecuadamente
y en el momento lo que uno desea y siente. También se debe alentar al paciente a tener una pareja
que no refuerce la subyugación, que no sea controladora.
Estrategias de tratamiento: Todas las estrategias son importantes para tratar con este esquema.
Cognitivamente, se debe corregir la creencia irrealista de lo que puede suceder si el paciente expresa
lo que desea o siente. Se debe evaluar la evidencia a favor y en contra para que suceda lo que le
paciente cree.
Por otro lado, es importante la imaginería ya que el paciente debe aprender a expresar su enojo
adecuadamente hacia aquellas personas que lo han hecho subyugarse de niño.
Conductualmente, es importante que se elijan parejas y amigos no controladores
A veces ocurre que a causa de este esquema, existe también el de falta de desarrollo individual. Así,
se debe trabajar la individualización del paciente. Experimental y cognitivamente, se debe ayudar al
paciente para que identifique cuales son sus gustos e inclinaciones y también a que las ponga en
práctica.
En la relación, es importante que el terapeuta sea menos directivo de lo habitual y que permita al
paciente tomar todas las decisiones que sea posible.
Dificultades: Generalmente al principio los pacientes cuando comienzan a expresar lo que desean y
sienten no lo hacen adecuadamente (muy pasivos o muy agresivos). Hay que alentar a tener paciencia
en el desarrollo de esta habilidad. Se debe tener en cuenta la falta de desarrollo individual que
muchas veces tienen estos pacientes y tratarlo adecuadamente. Por último, se debe tener cuidado de
no confundir a un “buen paciente”, que hace todo lo que le pedimos, de la Subyugación.

13. Auto sacrificio


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Presentación del esquema: Estos pacientes, también hacen mucho esfuerzo por complacer a los
demás. Sin embargo, estos pacientes experimentan el auto sacrificio como algo voluntario; lo hacen
porque quieren evitarle a las demás personas de sufrimiento, dolor, trabajo, etc. Este esquema resulta
de temperamentos muy empáticos, que sienten el dolor de los demás muy intensamente y por eso
desean prevenirlo o aliviarlo. El auto sacrificio generalmente envuelve un sentimiento de mucha
responsabilidad por los demás. Se solapa con el concepto de co – dependencia. Es muy común para
pacientes con este esquema, tener síntomas psicosomáticos (dolor de cabeza, estómago, fatiga).
Puede ser una forma de buscar atención para ellos o el resultado del stress que tienen de dar tanto y
recibir tan poco a cambio.
Casi siempre, este esquema está acompañado de Deprivacion emocional. Satisfacen las necesidades
de los demás, pero no las propias. En la superficie pueden parecer satisfechos con su auto sacrificio,
pero en realidad tienen generalmente una sensación de deprivación emocional y muchas veces se
enojan o frustran por no recibir de los demás tanto como ellos les dan.
Es importante distinguir este esquema de la subyugación. Con el auto sacrificio, los pacientes
experimentan sus conductas como decisiones voluntarias. También l origen de los esquemas es muy
diferente. Mientras la subyugación se desarrolla en un entorno muy dominante y controlador, en el
auto sacrificio ocurre todo lo contrario. Generalmente los padres de este niño son débiles,
necesitados, aniñados, enfermos o deprimidos.
Algunas conductas típicas es escuchar a los demás sin contar nada sobre sí mismo, cuidar a las demás
personas, enfocar la atención en los demás, no pedir directamente lo que se quiere…).
Este esquema tiene por otro lado algunas ganancias secundarias. Los pacientes muchas veces se
sienten bien consigo mismos por actuar altruistamente, y solo es patológico en los extremos.
También hay que recalcar que generalmente estas personas tienen muchos amigos, ya que a todos les
gusta la empatía que demuestran, la generosidad y ayuda.
Objetivos del tratamiento: El objetivo central es mostrarle al paciente que todos tienen los mismos
derechos de satisfacer sus necesidades. Generalmente estos pacientes sufren de deprivación
emocional, ya que siempre se han sacrificado por los demás. Son tan necesitados como las personas a
quienes quieren ayudar, solo que no se dan cuenta porque están acostumbrados a “bloquear” sus
propias necesidades. Es importante hacerles notar que ellos también tienen necesidades y que de esa
forma no están satisfaciendo algo muy importante que es ser cuidado ellos mismos por otra persona.
Otro objetivo es disminuir el sentido de responsabilidad, ya que muchas veces creen que los demás
son mucho más débiles de lo que en realidad lo son.
Por último, es también importante remediar la deprivación emocional, lograr que el paciente satisfaga
sus propias necesidades.
Estrategias de tratamiento: Cognitivamente, se debe cuestionar la fragilidad y necesidad de las demás
personas y también ayudarlo a que se de cuenta de sus propias necesidades.
También es importante que el paciente “descubra” otros esquemas que generalmente se encuentran
asociados, como Deprivacion emocional, Defectuosidad, Abandono, Dependencia, Necesidad de
aprobación. Se debe subrayar la desigualdad que existe en el dar y recibir del paciente. En las
relaciones saludables las personas deben dar y recibir en partes iguales.
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Experencialmente, el paciente debe darse cuenta de sus necesidades no satisfechas, tanto de niño
como de adulto, y expresar la tristeza o enojo hacia aquellos que lo llevaron a esto. En la imaginería,
deben poder pedirle lo que necesitan a las personas más significativas.
Conductualmente, se debe comenzar a pedir directamente lo que el paciente necesita y a mostrarse
vulnerable tal cual es. Se espera que elijan parejas “fuertes”, que los protejan, y que sean de dar más
que de pedir. Se les pide que llevan registro de lo que dan y lo que reciben y que si la relación no es
igual para un lado que para el otro, tienen la “obligación” de dar menos y pedir más.
Cuando consideramos los esquemas que prevalecen en lo terapeutas, generalmente éste es uno que se
encuentra muy a menudo, y también la deprivación emocional. Para muchos terapeutas, este esquema
fue la motivación para elegir la profesión.
Es importante que el terapeuta le de mucho de sí a estos pacientes, que esté disponible, y que le repita
continuamente que puede contar con él para lo que necesite.
Dificultades: Un problema es que este esquema es bastante aceptado y reforzado por la sociedad. Es
visto como un valor muy importante el sacrificarse por los demás. En realidad el auto sacrificio se
vuelve disfuncional cuando es excesivo, cuando el paciente experimenta quejas psicosomáticas,
siente rabia, siente deprivación emocional o sufre emocionalmente.

14. Búsqueda de aceptación y reconocimiento


Presentación del esquema: Estos pacientes ponen especial atención en el reconocimiento y
aprobación de las demás personas. Existen dos subtipos: el primero busca la aprobación, quiere ser
aceptado por los demás; el segundo grupo busca reconocimiento y admiración. Estos últimos son
generalmente pacientes narcisistas. Para ambos, la autoestima depende de lo que piensen los demás
sobre ellos, mas que de sus propios valores e inclinaciones. De niños eran recompensados por lo que
hacían y fueron creciendo esperando siempre ser recompensados o aceptados, alejándose así de su
verdadera forma de ser y de sus necesidades emocionales. Los niños de estas familias se sienten
amados, pero no desarrollan una verdadera forma de ser; ésta depende de la respuesta de otras
personas. Los pacientes narcisistas son el extremo de éste esquema.
Algunos comportamientos típicos incluyen el poner mucho énfasis en la apariencia, dinero, status,
logros y éxito, para obtener reconocimiento de los demás. Los pensamientos de éstas personas
contienen muchos condicionales, como por ejemplo: “Me van a aceptar, si me aprueban y
admiran…” “Soy valioso en la medida que los otros me aprueben” “Si logro que los demás me
admiren, me van a prestar atención”. Viven bajo la contingencia de sentirse bien siempre y cuando
sean aceptados por los demás. Necesitan de aprobación para su autoestima.
Muchas veces este esquema es una compensación de otros, como por ejemplo de Defectuosidad,
Fracaso, Deprivación emocional o Exclusión Social. Otras veces, simplemente se genera éste
esquema por haber sido niños criados de esta manera.
Objetivos del tratamiento: El objetivo principal de estos pacientes es que reconozcan cual es su
verdadera forma de ser, que comprendan que han pasado sus vidas actuando de forma tal que
obtengan reconocimiento de los demás. Deben comprender que los seres humanos somos más felices
cuando expresamos nuestra propia forma de ser y actuamos de acuerdo a nuestras inclinaciones
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naturales. Deben lograr enfocarse más en lo que ellos desean y no tanto en el reconocimiento y
aprobación de los demás.
Estrategias de tratamiento: Cognitivamente, es necesario que el paciente comprenda que si bien es
natural buscar reconocimiento, cuando el deseo es demasiado intenso, se vuelve disfuncional. Deben
evaluarse las ventajas y desventajas de descubrir quiénes son realmente y actuar de acuerdo a eso
versus continuar enfocándose en ganar reconocimiento de los demás.
Experencialmente, puede ser beneficios el trabajo con los modos. La búsqueda de aprobación es una
manera de comportarse aprendida en la infancia. Se deben rememorar experiencias en las cuales se
haya buscado el reconocimiento de los padres. El “niño” debe expresar enojo hacia el padre
demandante y el “adulto sano”, primero terapeuta y luego paciente ayuda al niño a comportarse como
“vulnerable” y no como buscador de aceptación. Conductualmente, los pacientes deben explorar sus
propias inclinaciones naturales y practicar realizar actividades por lo que ellos mismos desean y no
por los demás. Deben aprender a tolerar la desaprobación de los demás, y aceptar las situaciones en
que esto no suceda. Al principio esto puede ser un tanto doloroso para los pacientes. En la relación
terapéutica, es importante que el terapeuta reconozca y le señale aquellas situaciones en que el
paciente busca agradar y espera la aprobación del terapeuta.
Dificultades: Generalmente este esquema trae muchos beneficios secundarios. El objetivo es moderar
esta tendencia, no eliminarla del todo, ya que tiene aspectos positivos cuando existe en su justa
medida.

Hipervigilancia e Inhibición

15. Negativismo / Pesimismo


Presentación del esquema Estos pacientes son negativos y pesimistas. Ponen su foco de atención en
aspectos negativos de la vida como por ejemplo las pérdidas, muertes, accidentes, dolor, conflictos y
peleas, mientras que minimizan los aspectos positivos. Catastrofizan y siempre temen tomar
decisiones que los lleven a la desgracia. Pierden mucho tiempo tratando de asegurarse que no están
tomando decisiones equivocadas. Viven tensionados, preocupados, se quejan y son muy indecisos.
Siempre ven el lado negativo de las cosas. “El vaso está medio vacío”.
El tratamiento depende de cómo se conceptualice que se originó el esquema. Puede haberse
aprendido por modelado (se internaliza la actitud como un “modo”), puede haberse originado por una
historia de vida muy difícil en donde el paciente es así por haber vivido experiencias muy aversivas.
En tercer lugar, este esquema puede ser una forma de compensar la Deprivación emocional, en cuyo
caso se actúa de ésta forma para llamar la atención de los demás o puede por último tener un origen
biológico relacionado a un trastorno obsesivo o una distimia.
Objetivos del tratamiento: El objetivo principal es que los pacientes logren predecir el futuro de una
manera más realista. No se espera que el paciente se convierta en optimista y libre de preocupaciones
pero sí que su manera de ver la vida sea más objetiva.
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Estrategias de tratamiento: Las estrategias cognitivo – conductuales son fundamentales para tratar
este esquema. Cognitivamente se deben identificar las distorsiones, examinar la evidencia, buscar
alternativas, usar tarjetas recordatorias, dialogar entre el esquema y el lado más sano, etc. Se ayuda al
paciente a predecir el futuro y se le debe hacer notar cuan infrecuente suceden catástrofes. Deben
aprender a dejar de esperar sucesos negativos y enfocarse más en los sucesos positivos. A veces los
pacientes tienen la idea de que es preferible esperar lo malo para no sentirse desilusionados luego.
Debemos lograr que comprendan que el costo de vivir de esa manera es muy alto en preocupación,
tensión y sufrimiento. Experencialmente, se deben contactar con su “niño feliz” y dialogar con el
padre negativo y pesimista.
Conductualmente, se deben hacer experimentos para demostrarle al paciente que sus expectativas
negativas generalmente no se cumplen y también se deben enseñar estrategias para afrontar la
ansiedad y disminuir la hipervigilancia. Otra estrategia que se utiliza es un calendario de “tiempo de
preocupación” para que se den cuenta cuánto tiempo pasan preocupados y que deben disminuirlo.
Dificultades: El terapeuta debe tener cuidado de no caer en discusiones continuas con el paciente
sobre su manera de pensar negativa. Es importante que en lugar de eso el paciente aprenda a
responderse él mismo a su parte negativa y no que siempre lo haga el terapeuta. Por otro lado,
seguramente el paciente debe obtener mucha atención de las personas más cercanas, por lo que el
terapeuta deberá instruir a sus familiares o pareja en extinguir las quejas y rumiaciones en vez de
reforzarlas. Quizás sea necesario dar medicación en algunos casos.

16. Inhibición emocional


Presentación del esquema: Estos pacientes son excesivamente inhibidos a la hora de discutir y
expresar sus sentimientos. Estos pacientes valoran el autocontrol y creen que si expresan lo que
sienten perderán el control. Se inhiben emociones que son saludables de expresar. Todos los niños
deben aprender a expresar lo que sienten para también aprender a respetar a los demás. Sin embargo,
estos pacientes han inhibido tanto sus emociones que se han olvidado cómo jugar y ser espontáneos.
Las áreas más comunes en las que se inhiben los sentimientos son: enojo, amor, alegría, sexualidad,
expresión de vulnerabilidad o comunicación de sentimientos. El origen más común de este esquema
es haber sido reprendidos de niños cuando se expresaban emociones espontáneamente. Este es un
esquema de origen cultural, ya que muchas culturas le dan valor al autocontrol. La idea de base es
que está “mal” expresar sentimientos.
Objetivos del tratamiento: El objetivo principal es ayudar a los pacientes a que se vuelvan más
expresivos y espontáneos emocionalmente. Deben aprender a expresar enojo, afecto, hablar sobre lo
que sienten y hacer actividades divertidas.
Estrategias de tratamiento: Las estrategias conductuales y experenciales son lo más importante para
tratar este esquema. Conductualmente se debe ayudar al paciente a que logre expresar lo que siente y
también a que realice más actividades placenteras. Experencialmente, imaginando situaciones
infantiles, el adulto sano debe ayudar al niño inhibido a expresar lo que siente. Se confronta al adulto
que no le permitió al niño expresar emociones (primero el terapeuta y luego el paciente). En la
relación terapéutica, el terapeuta debe ser muy expresivo y espontáneo para así “reparentalizar” al
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paciente. Cognitivamente, el paciente debe encontrar las ventajas de expresar sus sentimientos.
Conductualmente se puede entrenar al paciente a expresar sentimientos adecuadamente y a ser más
espontáneo. Si el paciente está en pareja, puede ser bueno trabajar con ambos, para promover la
expresión de emociones. Por último, se prueba si lo que el paciente predecía podía ocurrir si
expresaba sus sentimientos realmente ocurre.
Dificultades: la expresión de sentimientos realmente se siente como muy extraña al principio. Por
eso, el trabajo con los modos puede ser de gran ayuda.

17. Estándares inalcanzables / Hipercriticismo


Presentación del esquema: Estos pacientes son muy perfeccionistas. Tienen estándares internos muy
elevados y a diferencia de los que buscan aprobación de los demás, estos pacientes actúan así porque
creen que es su “deber”. La emoción más frecuente es la presión. Como la perfección es imposible de
alcanzar, continuamente se están esforzando por alcanzarla, se sienten muy ansiosos cuando fracasan
(95/100 en un examen) y son muy hipercríticos tanto con los demás como consigo mismos.
Generalmente también sienten presión con respecto al tiempo, es como que tuviesen que hacer
mucho en poco tiempo. Otro sentimiento muy común en estos pacientes es la irritabilidad y la
competitividad. Tienen reglas muy rígidas en varios aspectos de sus vidas y generalmente su manera
de pensar es en “blanco y negro”. O son perfectos o no sirven para nada. No disfrutan de los éxitos
que obtienen ya que nuevamente están pensando en lo que deben lograr próximamente. Estos
pacientes no creen que sus estándares sean muy elevados, creen que es lo normal. Para decir que este
esquema es desadaptativo, debe traer al paciente ciertas dificultades.
Objetivos de tratamiento: El objetivo principal es ayudar a los pacientes a reducir sus estándares e
hipercriticismo. Las metas son: tratar que el paciente haga menos cosas y que las haga menos
perfectamente. Debe haber un balance entre logros y placer.
Estrategias de tratamiento: Las estrategias cognitivo – conductuales son fundamentales. Se debe
cuestionar el perfeccionamiento del paciente y enseñarle a que existe un amplio espectro entre hacer
algo mal y hacerlo perfecto. Se debe recalcar los beneficios de no actuar de acuerdo a éste esquema,
mostrándole principalmente que la salud, felicidad y disfrute no van de la mano de la perfección.
También se debe trabajar la idea de que equivocarse no es ningún pecado y no tiene las
consecuencias que ellos creen que tendrá. El origen de este esquema puede provenir de dos lados:
puede ser la internalización de los objetivos inalcanzables de uno de los padres (para lo cual sirve
trabajar con los modos) o puede ser una sobrecompensación del esquema de Defectuosidad. Si es así
se debe trabajar este otro esquema. Conductualmente, se debe buscar “hacer menos, y menos
perfecto”. Para ello, se puede por ejemplo agendar cuánto tiempo se destinará en trabajar y cuanto en
las actividades placenteras, hacer cosas mal por gusto, “perder tiempo” estando con amigos, familia,
etc. Se debe monitorear el estado de ánimo del paciente al hacer todo esto. En la relación terapéutica,
el terapeuta debe confrontar al paciente si este actúa como un paciente perfecto.
Dificultades: El obstáculo principal es la ganancia que se tiene de este esquema. Por eso puede ser
importante ir realizando cambios paulatinamente y utilizar el trabajo con los modos.
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18. Castigo.
Presentación del esquema: Estos pacientes creen que las personas, incluídas ellos, deben ser
fuertemente castigadas por cometer errores. Creen que más que perdón, quien comete errores merece
ser castigado. No permiten la imperfección y les cuesta muchísimo ser empáticos con alguien que
actúe diferente de lo que ellos creen está bien. No tienen piedad. La manera de detectar este esquema
es mediante el “tono de voz” utilizado cuando alguien se equivoca (o acerca de ellos mismos); es
como si fuese el padre Punitivo quien está hablando. Es una voz que no se queda satisfecha hasta que
quien haya cometido el error sea castigado. Muchas veces este esquema se encuentra asociado a los
de Estándares inalcanzables o Defectuosidad.
Objetivos del tratamiento: El objetivo central es que el paciente sea menos castigador y pueda
perdonar más. Se debe enseñar al paciente el poco valor que tiene castigar a alguien por sus errores.
Esto no es una forma efectiva de modificar el comportamiento en comparación con el reforzar el
“buen” comportamiento o modelar lo que se desea lograr. Se trabaja para ser más empático, y si el
paciente se encuentra en una posición de autoridad debemos enfocarnos en que en lugar de castigar
por errores pueda detenerse a explicar lo que se ha hecho equivocadamente.
Estrategias de tratamiento: La estrategia cognitiva es fundamental para que el paciente se encuentre
motivado. Se debe educar al paciente en las ventajas y desventajas que tiene el buscar modificar
comportamientos mediante el castigo. Se deben conducir diálogos entre la conciencia que castiga y la
que perdona. En imaginería, los pacientes evocan al padre que los castigaba y les hablaba
punitivamente. Aquí le deben contestar a este padre y decirle que no lo van a escuchar más.
Conductualmente, se debe practicar el perdón en situaciones que el paciente querría castigar a
alguien. Como forma de experimento se les pide por ejemplo que cambien la manera de tratar a sus
hijos o pareja. En vez de gritar y molestarse cuando algo no les gusta se les pide que tranquilamente
le digan lo que no les gustó y que les gustaría que actuasen de otra forma. Generalmente los pacientes
se dan cuenta así que los resultados son mejores.
Dificultades: Es un esquema difícil de modificar porque el sentido de moral y justicia de estos
pacientes puede ser muy fuerte. Por eso es importante mantener la motivación para el cambio.

LOS SIETE PASOS PARA TRABAJAR CON LOS “MODOS” DE LOS ESQUEMAS.

1. Identificar y ponerle nombre a los modos: Este proceso se desprende naturalmente de la


observación de los pensamientos, emociones y conductas del paciente de un momento a otro. El
terapeuta nota cambios en la manera de actuar del paciente y comienza a etiquetar esos modos. Es
raro que un paciente no logre reconocer los modos cuando estos son adecuadamente reconocidos por
el terapeuta. Se recomienda la introducción de los modos como personajes. En vez de llamarlos
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exactamente como los 10 modos identificados por Young, a veces sirve modificarlos un poco para
que se adapten más al paciente en particular. Por ejemplo en vez de hablar del modo que se rinde,
podemos decir “niña buena”, en vez de niño vulnerable, podemos decir “niño solo” o “niño
abandonado”, y en lugar de decir evitativo podemos llamarlo “adicto al trabajo”, etc.

2. Explorando los orígenes y valor adaptativo de los modos: El segundo paso es ayudar al paciente a
comprender y empalizar con sus modos. Se exploran los orígenes de los modos y para qué sirvieron
en algún momento determinado. Seguramente en la infancia estos modos eran adaptativos a las
circunstancias de ese momento. Se pregunta por ejemplo: ¿desde cuando recuerda sentirse de esa
manera?, ¿Por qué cree que ha desarrollado ese modo de niño? ¿cómo te afecta en este momento?

3. Relacionar los modos a los problemas y síntomas actuales: Es importante mostrarle al paciente
cómo los modos le traen dificultades actualmente y cómo se relacionan a los síntomas actuales. Por
ejemplo, si el paciente viene porque no logra conseguir trabajo, pareja se le puede mostrar que está
funcionando en un modo evitativo.

4. Demostrar las ventajas de modificar o abandonar ciertos modos: Comenzando por los estilos
maladaptativos de afrontamiento, se accede al niño vulnerable y se lo reparentaliza. Ya que el niño
vulnerable contiene a la mayoría de los esquemas centrales, la curación de estos esquemas se produce
muchas veces en el trabajo con los modos. Se le debe mostrar al paciente las ventajas de abandonar
los modos que le traen dificultades actuales.

5. Acceder al niño vulnerable en la imaginación: Al acceder al niño vulnerable se puede entonces


trabajar con los sentimientos, emociones y memorias más profundas. Generalmente nos encontramos
con un niño abandonado, abusado, o criticado que no tiene en quien respaldarse y teme o no
encuentra apoyo de sus seres más significativos.

6. Dialogando entre los modos: Una vez que el niño vulnerable y el adulto sano se han establecido
como personajes en la imaginería, el terapeuta trae otros modos y conduce los diálogos. Por ejemplo
el adulto sano protege al niño vulnerable, le pone límites al indisciplinado y modera los modos
parentales disfuncionales. Esto puede hacerse con la imaginación o puede usarse la técnica Gestáltica
de la silla vacía.

7. Ayudar al paciente a generalizar el trabajo de los modos a su vida cotidiana: El último paso es que
el paciente logre funcionar cotidianamente más como el adulto sano que como los otros modos.
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