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¿Qué son las llaves ajustables, para qué sirven y cuántos tipos hay?
on: 2 de abril de 2017 En: Herramientas Manuales 14 Comentarios
Al igual que con el caso de las pinzas, existe una amplia variedad de llaves ajustables y, en consecuencia, también una gran disparidad de nombres
diferentes para cada herramienta que compone este extenso grupo. Llave inglesa, llave francesa, llave sueca, llave de perro, llave de mono… son
todas curiosas denominaciones aplicables en estos casos y que generan confusión a la hora de adquirir alguna de esas herramientas.
En esta oportunidad, por lo tanto, presentaremos las llaves ajustables más conocidas (hay muchas otras que son específicas de diversas
aplicaciones), así como sus usos principales. En razón de la multiplicidad de nombres que caracterizan a cada una de estas llaves, siempre vamos a
acompañar cada descripción con la imagen correspondiente, de manera que el lector pueda identificar fácilmente la herramienta aludida tal como
se denomina en cada región o país.
Las llaves ajustables se usan en un sinnúmero de aplicaciones industriales, comerciales y domésticas, y son imprescindibles en todo taller o caja de
herramientas. Su función es realizar movimientos manuales de torsión para aflojar o ajustar tuercas, pernos, bulones, tornillos y superficies cilíndricas
de diverso tipo, están disponibles en ferreterías o hipermercados y se dividen en dos grandes grupos:
Llaves fijas: sus caras están separadas por una distancia determinada de fábrica que no puede modificarse, de manera que el elemento de
sujeción a aflojar o ajustar debe adaptarse a ellas, motivo por el cual solo sirven para una única medida de elemento de sujeción y
generalmente se comercializan en juegos que abarcan varios tamaños. Son sumamente útiles en trabajos donde es frecuente el uso de
determinadas medidas de elemento de sujeción, por ejemplo, en talleres de bicicletas, motos o automóviles.
Llaves ajustables: sus caras están separadas por una distancia que el usuario puede graduar a voluntad, de manera de adaptarse al elemento
de sujeción a aflojar o ajustar, motivo por el cual sirven para varias medidas de elemento de sujeción. Son sumamente útiles en trabajos donde
es frecuente el uso de caños, tubería y elementos de sujeción de muchos tamaños diferentes, por ejemplo, aplicaciones de plomería y gas,
herrería, instalación de equipos de refrigeración y calefacción (HVAC) o en el hogar.
Anteriormente ya nos ocupamos de varios tipos de llaves fijas, como las llaves de tubo, llaves Allen, llaves de vaso o bocallaves y llaves combinadas.
Como suele suceder con otras herramientas tan útiles, la invención de las llaves ajustables se atribuye a varios pioneros. No obstante, parece ser
que la primera llave ajustable fue diseñada a mediados del siglo XIX en Inglaterra por el inventor Richard Clyburn; de ahí la gran tendencia a llamarlas
genéricamente “llave inglesa”. Lo que no queda claro, puesto que no hay ningún origen al respecto, es la razón por la cual esta herramienta también
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se conoce como “llave francesa”.
Llave francesa
En Estados Unidos, por su parte, y alrededor de la misma época, se patentó una robusta llave ajustable de gran tamaño, diseñada para las ruedas de
las carretas que, por razones aún en discusión, fue denominada “llave monkey”. Su traducción literal es “llave de mono”, pero muchos hoy identifican
esta herramienta con otros nombres.
Precisamente Johansson había inventado en 1888 otra llave especial para plomeros que servía para rotar tuberías y presentaba modificaciones de la
ya patentada por el norteamericano D. Stillson 20 años antes.
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Llave Stillson
No fue casual entonces que estas invenciones de Johansson comenzaran a conocerse en muchos países europeos como “llave Bahco” o “llave sueca”.
Por lo tanto, ahora que ya presentamos las principales llaves ajustables, conozcámoslas cómo se ven y se usan en la actualidad.
Presentan dos caras o mordazas paralelas y lisas, desplazadas en un ángulo de 15 grados con relación al mango, por lo que pueden usarse en
espacios confinados. Una mordaza está fija al cuerpo constitutivo del mango y la otra mordaza es móvil, permitiendo la apertura y cierre con respecto
a la fija. La mordaza móvil está provista de una cremallera dentada a la cual engrana un tornillo helicoidal (tornillo sinfín) que al girarse manualmente
modifica la apertura de las caras para adaptarse a diferentes medidas del elemento a girar.
Las llaves inglesas se fabrican generalmente de acero forjado estampado y presentan un recubrimiento de cromo para prevenir la corrosión. Las
herramientas de alta calidad suelen fabricarse de aleaciones de cromo-vanadio y en algunos casos incluso de titanio. También se comercializan en
versiones de acero inoxidable, así como con los tratamientos y/o accesorios adecuados para cumplir los requisitos correspondientes para
herramientas aisladas, antichispa y anticaída.
Vienen en una gran diversidad de tamaños, que se refieren al diámetro de la tuerca o la cabeza de perno que encaja entre las mordazas, cuyas
medidas pueden ser métricas (milímetros) o imperiales (pulgadas o milésimas de pulgada). Las firmas reconocidas ofrecen, por ejemplo, llaves
inglesas métricas con una longitud entre 110 y 770 mm y una apertura de mordazas entre 13 y 85 mm.
El uso correcto de una llave inglesa requiere un completo ajuste de la mordaza móvil a la tuerca o cabeza de perno para evitar daños, conocidos
como “redondeo”, a estos elementos. No deben usarse con elementos que ya han sido redondeados, porque esto puede generar una sobrecarga en
la mordaza móvil. Tampoco deben usarse en posición vertical en espacios muy reducidos, lugares donde una llave de tubo es la herramienta
adecuada.
En la tabla que sigue mencionamos solamente algunos usos principales de las llaves inglesas. /
Llaves inglesas
También se encuentran disponibles llaves inglesas en las que el otro extremo incorpora un viejo diseño de llave fija de principios del siglo XX,
conocido entonces y ahora como “llave cocodrilo”. Este diseño consiste en un rebaje angular cortado en “V” a ambos lados de las mordazas, de
manera que estas puedan sujetar cualquier tuerca o perno que quepa entre ellas.
Otros modelos introducen un diseño de moleta lateral, por el cual las llaves ofrecidas son entre 30 % y 40 % más precisas que las del sistema de
tuerca central en tamaños equivalentes.
Otras líneas vienen provistas de mangos ergonómicos que mejoran el uso de la fuerza manual y proveen un agarre más seguro en distintas
posiciones de trabajo, minimizando la posibilidad de accidentes. Existen modelos de líneas ergonómicas que presentan llaves con una amplia
apertura de las mordazas (hasta 55 mm) o bien, incluyen una cara estriada para que estas llaves también puedan usarse en caños.
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Todas estas opciones se presentan en acabados fosfatados o cromados, con un templado de precisión y tratamiento contra la corrosión que
responde a estrictas normas ISO, ASME, DIN y UNE.
Los detalles sobre esta útil herramienta para mecánicos y plomeros ya los mencionamos en este artículo. A su vez, en este video podemos apreciar
cómo se fabrica y cómo funciona (notar que el título “llave inglesa” difiere de la denominación que usamos en este artículo para estas llaves).
Existen diversos modelos de llaves Stillson que es importante tener en cuenta según nuestras necesidades. Conozcamos los más usados.
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Tipos de llaves Stillson
La herramienta presenta dos mangos, uno de los cuales tiene una tuerca de regulación que se usa para cerrar las mordazas móviles alrededor del
caño o accesorio. Puesto que se cierra con mucha fuerza, no es necesario que la herramienta engrane la tuerca o la cabeza del perno a la que se
aplica.
Están generalmente fabricadas en aleación de acero, con mordazas templadas por inducción y acabado fosfatado con tratamiento antioxidación, o en
modelos más costosos, con acabado niquelado y cromado para una máxima resistencia a la oxidaxión.
Vienen con mangos comunes (su longitud total puede superar los 100 cm para caños de hasta 5 pulgadas de diámetro) o ergonómicos, y se presentan
en dos versiones: universal y para caños de esquina, cuyas mordazas están orientadas a 45° para trabajos en esquinas o rincones de difícil acceso.
La siguiente infografía muestra el diseño de esta llave ajustable en particular, así como sus características y funciones principales.
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Llave para caño
Y aunque muchos las confunden con las llaves Stillson, porque en ambos tipos las mordazas se ajustan mediante un engranaje de tornillo sinfín que
se gira con el pulgar, la diferencia reside en la superficie de las mordazas. Como se observa en la figura de abajo, una llave de mono tiene mordazas
lisas que se encuentran siempre perpendiculares al mango, mientras que una llave Stillson tiene mordazas dentadas y, según el diseño, como vimos
más arriba, pueden estar ubicadas perpendiculares o paralelas al mango. Debido a sus mordazas lisas, la llave de mono es más adecuada para girar
tuercas y tornillos en lugar de sujetar caños y tubos.
Llave de mono
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Aunque todavía encuentran uso frecuente en tareas pesadas de la industria aeronáutica, principalmente cuando se trata de ajustar o aflojar
elementos de sujeción de gran tamaño pero de bajo torque, las llaves de mono, como apuntamos antes, han sido desplazadas por las llaves Stillson, o
bien por llaves inglesas de amplia apertura de mordazas, es decir, fácilmente adaptables a grandes tuercas y cabezas de perno.