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5. Con respecto al contenido del afiche, es correcto afirmar que la campaña es contra
A. el hambre.
B. la pobreza.
C. la violencia.
D. el machismo.
E. la desigualdad.
7. ¿Qué elemento visual del afiche manifiesta una crítica sobre la pobreza y sus efectos?
I. La expresión de la mujer en ambas fotografías.
II. El tamaño y color de los conceptos “todos” e “igual”.
III. El contraste entre dos imágenes de una misma persona en diferentes circunstancias.
A. Solo I.
B. Solo II.
C. Solo I y II.
D. Solo II y III.
E. I, II y III.
8. ¿Cuál es el tema central del afiche?
A. Las diferencias en el envejecimiento de las personas.
B. La inequidad que sufren las mujeres en la sociedad actual.
C. Los efectos de la desigualdad, especialmente, en las mujeres.
D. La importancia de una organización preocupada por el hambre en el mundo.
E. Las consecuencias de la pobreza, principalmente, las relacionadas con el hambre.
10. PROTEGER
A. SOCORRER, porque se refiere a curar los daños que sufren los niños durante la guerra.
B. DEFENDER, porque se refiere a ayudar a los niños que son vulnerados por las guerras.
C. ALBERGAR, porque se refiere a sacar a los niños de las zonas de guerra para llevarlos a otro lugar.
D. PRESERVAR, porque se refiere a salvar a los niños de la guerra, pues ellos son el futuro de la humanidad.
E. ADOPTAR, porque se refiere a entregar a los niños víctimas de la guerra a familias sustitutas para que los cuiden.
11. GUIAR
A. liderar
B. mandar
C. orientar
D. ordenar
E. impulsar
TEXTO 1
1. Sé que todos venimos de un fin de semana cargado de buena onda, paz y deseos positivos para el prójimo. Pero
hoy lunes, volvemos a la realidad y les pido ayuda para una campaña en la que me gustaría convocarlos y despertar
el lado activista que todos (por muy oculto que se encuentre) tenemos.
2. Queridos lectores, amigos, gente desconocida y compatriota al que le llega esta columna por un generoso RT o
publicación compartida en Facebook, ¿qué tal si hacemos una campaña que combata a los winners?
3. Y no hablo del sano ganador que, después de esfuerzo, entrenamiento y disciplina, obtiene un trofeo merecido.
Me refiero a esa persona que vive tratando de ganarle al sistema, de hacer pillerías; el que se jacta de lograr algo
en desmedro del otro y anda siempre con las antenas paradas, atento a la posibilidad de usar este verbo que no
existe, pero aborrezco igual: “WINNEAR”.
4. El winner es el que adelanta en el taco camino al colegio, muy campante llegando hasta ese punto en el que
siempre alguien tiene que ceder y darle la pasada. Lo he vivido todo este mes. Querido Patudito: asume que saliste
tarde y hazte cargo.
5. La señora winner de 52 años vestida de tenida de gimnasio es la que se para totalmente resuelta en la caja de
tercera edad del supermercado, mientras justo atrás de ella hay una cabra joven embarazada de 6 meses. Y cuando
alguien intenta corregirla, haciéndole ver que lo que está haciendo es a todas luces una patudez, la señora te rotea,
te pela con la cajera haciendo como que no estás y la que termina tiritona eres tú.
6. La piñata, por ejemplo, es una tradición amada por el niño winner. Traté de erradicarla porque siempre la he
encontrado maletera, pero obviamente mi hijo mayor en su último festejo me miró con cara de “bájate del pony,
mamá, ya tengo 10 y la piñata tiene que ir”. Hoy al menos, en la piñata de este siglo hay papás empáticos tirando
lluvia de dulces para los pobres flacuchos débiles y las niñitas tímidas, a las que les da taquicardia el solo hecho de
enfrentarse al Hulk del curso que se lleva un kilo de dulces para la casa. Pero en nuestra época, la de los
treintañeros, había casi que tomar un seguro de vida para someternos al estrés de esa fatídica tradición
cumpleañera. ¿Y lo peor? Esos papás que celebran al cabro que se peleó con sangre, sudor y lágrimas por un
MediaHora más (que además no son ni ricos).
7. Los winners encuentran que es justo pagarle 10 lucas al cabro del cable para colgarse y tener 645 canales
“porque al final las compañías siempre nos roban”, argumento que sirve para todas las pillerías cometidas contra
cualquier empresa o institución que tenga una gran marca, sin nombre y apellido, en la que sentimos que no le
hacemos daño a nadie de carne y hueso.
8. El joven winner es el que nunca paga la cuota del asado universitario porque o “va a llegar comido” y después se
tira un piquero al choripán o “no va a tomar piscola” y a las dos horas necesita un ventrílocuo para poder decir su
nombre. Todos tuvimos un amigo así. De hecho, mientras lees esto, ya te acordaste de él o ella. Y entre que te
sonríes y te vuelves a picar por su desfachatez a la hora de arreglar cuentas.
9. ¿Y qué me dicen del que te quita el estacionamiento en el mall cuando llevas 15 minutos esperando con los
intermitentes puestos? Los cabros chicos agarrándose a combos, día de verano en el que transpiras más que
caballo de bandido, ya estás atrasada y apenas sale el auto que puso las bolsas con total calma, y llega un winner
doctorado en su categoría y ZÁS se estaciona en el puesto que TODO EL ESTACIONAMIENTO sabía que estabas
esperando. Háblenme de ira real.
10. Todas estas actitudes por las que alego, que parecen muy menores, son al final el inicio del algo mucho más
profundo. Llámenme grave, pero creo que así, en cosas ínfimas, un país comienza a poner los cimientos de ese
tremendo flagelo que se llama corrupción. Porque nadie pasa a robarse un país completo sin haberse pelado
alguna vez un Súper 8 cuando chico. Hay que entrenar la mano y la conciencia. Por eso me entristece cuando veo
familias completas que se enorgullecen por haber wineado en algo. Al final empezamos a decirles a nuestros hijos,
con esos pequeños actos cargados de poca empatía y egoísmo, que no nos importa el otro, que siempre tenemos
que ganar a costa de quién y lo que sea.
11. Es por eso que los invito a combatirlos con valentía y pasión, a no quedarnos callados cuando los vemos con las
manos en la masa y ante todo a luchar con la tentación de, aunque sea con UN solo acto winner, convertirnos en
uno de ellos.
Magdalena Cárcamo, “¡No a los winners! Una campaña contra la patudez”. Extraído de
https://www.eldefinido.cl/actualidad/plazapublica/6680/No-a-los-winners-Una-campana-contra-la-patudez/
16. DESMEDRO
A) Perjuicio
B) Deterioro
C) Mitigación
D) Destitución
E) Disminución
17. PATUDEZ
A) Valentía
B) Decisión
C) Temeridad
D) Irreverencia
E) Desfachatez
18. SOMETERNOS
A) Exponernos
B) Controlarnos
C) Aguantarnos
D) Pronunciarnos
E) Acostumbrarnos
19. FATÍDICA
A) Incierta
B) Nefasta
C) Discutible
D) Inoportuna
E) Problemática
23. Del párrafo 10 y 11 se infiere, que hay que combatir a los winners porque
A) logran sus éxitos con trampas.
B) agreden a las demás personas.
C) son el primer paso a la corrupción.
D) son personas egoístas y poco empáticas.
E) someten a aquellos que son más débiles.
24. En el párrafo 10, ¿a qué se refiere la frase “Hay que entrenar la mano y la conciencia”?
A) A que el egoísmo es la base de la corrupción humana.
B) A que la falta de empatía provoca actitudes deshonestas.
C) A que la corrupción no surge de forma repentina en las personas.
D) A que los hijos de padres deshonestos también serán deshonestos.
E) A que la deshonestidad es parte de un proceso consciente del ser humano.
TEXTO 2
1. Cuando a Maryanne Wolf, una neurocientífica de la Universidad de Los Ángeles, le dio por releer una de sus
novelas favoritas se dio cuenta de que ya no era capaz de hacerlo. La aburría por completo El juego de los
abalorios, un libro de Herman Hesse que solía fascinarle. El juego intelectual que plantea la novela de pronto
le resultaba a Wolf demasiado complejo.
2. Si a usted también le cuesta últimamente centrarse en la lectura de una novela sin echar continuamente mano
al móvil para leer el último whatsapp o revisar los likes en Instagram seguramente se identifique con Wolf.
Preocupada por lo mucho que le costaba concentrarse en la lectura, esta neurocientífica cognitiva, amante de
los libros y experta en la relación del cerebro con el lenguaje, se propuso investigar si realmente estaba
perdiendo la habilidad de leer en profundidad. El resultado, un libro: Reader, come home (Lector, vuelve a
casa), que lleva un elocuente subtítulo: El cerebro lector en el mundo digital.
3. Wolf culpa a internet de habernos hecho perder a los lectores “la paciencia cognitiva” que antes nos permitía
leer novelas más largas y complejas “y comprender niveles más profundos”. ¿Está de verdad internet
haciéndonos más estúpidos? No exactamente. Pero sí que está cambiando el modo en que procesamos
información. Y cómo leemos tiene una importancia capital en la plasticidad de nuestro cerebro.
4. Recibir mensajes continuamente en el móvil, ojear redes sociales y leer a trozos noticias en internet está
favoreciendo que procesemos más información más rápidamente. Es una competencia útil para surfear un
mundo digital. Sin embargo, las interrupciones constantes de las tentaciones que llegan del mundo digital
están diezmando nuestra concentración y cada vez dedicamos menos tiempo a esa lectura reposada que
supone un mayor reto intelectual. Según las investigaciones de Wolf, corremos el riesgo de atrofiar la parte del
cerebro que nos permite hacer los procesos de comprensión más analíticos y complejos.
5. Incluso los “buenos” lectores, aquellos con un dilatado currículum de lecturas en su haber, dicen que también
experimentan en los últimos años cada vez menos “paciencia cognitiva” para leer textos complejos. De tanto
leer en diagonal en las pantallas cuesta cada vez más enfrentarse a una lectura reposada. Wolf reconoce que
las investigaciones en este campo están empezando y es pronto para llegar a resultados concluyentes, pero su
libro pone el foco en lo importante que es no subestimar nuestra creciente tendencia a la distracción.
6. La teoría no es nueva. También advertía Nicholas Carr, en Superficiales: ¿Qué está haciendo internet con
nuestras mentes?, que la lectura profunda que solía venir de forma natural se le había convertido en una lucha
contra sí mismo. Y eso que cuando Carr escribió su ensayo era 2010 (el año en que Apple lanzó el iPad) y
todavía las pantallas táctiles y las redes sociales aún no se habían hecho omnipresentes en la vida cotidiana.
Según Wolf, la creciente dispersión de nuestro cerebro lector no ha hecho más que empezar y eso debería
preocuparnos.
8. “Uno de los efectos de lo digital es que leemos más”, añade Lasén. “Con los móviles leemos continuamente
comentarios de otra gente de forma fragmentada y apresurada”. Sin embargo, apunta esta socióloga que esta
lectura en redes sociales no es justo compararla con la lectura que antes de internet se hacía de un libro. Las
redes sociales y las secciones de comentarios de los diarios son más comparables con la oralidad que con
libros o periodismo impreso.
9. Los whatsapps que mandas están sustituyendo a conversaciones orales más que a otros ratos de lectura. “Hay
que tener cuidado con qué actividades estamos comparando”, afirma Lasén. “No tiene nada que ver leer una
novela en tu cuarto con levantarte por la mañana y entrar en Facebook. Con internet ha surgido un nuevo tipo
de lectura, la que hacemos al comentar los periódicos online, que es una mezcla de oralidad de comentarios
que antes hacíamos en alto”.
10. Que en la era digital leemos más que nunca, pero de forma distinta, Wolf lo reconoce en su libro y cita un
importante estudio reciente según el cual el estadounidense promedio lee el equivalente a 34 gigabytes
juntando todos los dispositivos que ojea, es decir, unas 100.000 palabras por día. “Desafortunadamente, esta
forma de lectura rara vez es continua, sostenida o concentrada; más bien, el promedio de 34 gigabytes
equivale a una explosión espasmódica”, escribe Wolf.
11. No todos los expertos están de acuerdo con esta visión catastrofista. “Muchos de los estudios que se están
haciendo están bastante sesgados”, advierte Salvador Martínez, director del Instituto de Neurociencias de la
Universidad Miguel Hernández y el CSIC. “Antes un niño que no leía, no leía nada de nada. Ahora los niños que
no leen también están leyendo continuamente sus whatsapps y sus redes sociales. Eso sí, se acostumbran al
lenguaje sencillo y breve. Y cuesta más llevarlos a textos largos. Pero eso no sé si es bueno o malo. Dejarnos de
circunloquios puede ser bueno. Lo malo no es la brevedad, sino no tener mucho vocabulario porque esa
carencia sí que limitará el pensamiento”.
12. Según Martínez, “tener un lenguaje rico es fundamental porque es la guía del pensamiento. Si tienes un
lenguaje pobre, tu pensamiento es pobre”, advierte. “También es importante el pensamiento matemático y el
visual. Y lo bueno del mundo digital es que cada vez utiliza más elementos dinámicos que exploran lo visual.
No es malo mejorar nuestro pensamiento visual, lo que no tenemos que perder es la capacidad de
concentración”. Algo que, reconoce, nos está pasando.
13. “La comunicación se está haciendo muy visual, pero el texto no está desapareciendo”, coincide Lasén, que
prefiere el optimismo. “Incluso Instagram tiene una parte importante de texto para dar contexto. Estamos
cultivando nuevas formas de escritura más breves y más orales. Un tipo de escritura diferente, a veces más
concisa y más audaz. No creo que necesariamente peor”.
14. De lo que no hay duda es de que estamos en un momento de transición. Aunque no esté claro hacia dónde.
“Como artefacto para leer tanto las tablets como los smartphones tienen apenas una década”, afirma Enrique
Villalba, profesor de Humanidades de la Universidad Carlos III de Madrid y director del seminario de cultura
escrita Literae. “Estamos viviendo años decisivos que nos están cambiando los hábitos de lectura, pero
también nos cambió en el siglo XIX con la novela por entregas. Ahora no solo cambia por estar delante de una
pantalla. El mundo digital ha cambiado la forma de leer. Muchos estudiantes de Periodismo me dicen que
nunca han leído un libro electrónico, pero están todo el día leyendo delante de una pantalla. Tanto el lector
como el escritor están desorientados porque estamos en transición. Hay ansias por saber qué es lo que viene
después, pero no lo sabemos. Nuestros textos digitales son los incunables de la era digital. Y van a pasar
muchas cosas que cambiarán la forma de leer”.
Marta García Aller, “Cómo leemos en la era digital nos está cambiando el cerebro”. Extraído de
https://www.elindependiente.com/futuro/2018/11/10/como-leemos-era-digital-nos-esta-cambiando-cerebro/
25. ¿Cuál es el sentido de CARENCIA en el contexto del décimo primer párrafo del texto leído?
A) ESCASEZ, ya que la gente contará con un reportorio acotado de palabras.
B) PRIVACIÓN, ya que se despoja a la gente del léxico necesario para pensar.
C) DESPREOCUPACIÓN, porque no habrá un cuidado real por las palabras que se usan.
D) FLAQUEZA, puesto que se debilitará la estructura del lenguaje del pensamiento.
E) DEFICIENCIA, pues el tipo de pensamiento que se creará con las palabras será defectuoso.
26. ¿Cuál es el sentido de CONCISA en el contexto del décimo tercer párrafo del texto leído?
A) SENCILLA, pues será una escritura que facilite la lectura.
B) DECISIVA, ya que la escritura permitirá resolver problemas.
C) TAJANTE, ya que la escritura será más contunde y concluyente.
D) MODERADA, porque será una escritura más sensata y reposada.
E) PRECISA, puesto que la escritura expresará de forma certera las ideas.
27. De acuerdo con Wolf, ¿qué consecuencias negativas ha tenido internet en el proceso de lectura?
A) Ha provocado que los buenos lectores lean menos que antes.
B) Ha aumentado la lectura reposada, más cercana a la oralidad.
C) Se han empobrecido los procesos de comprensión más complejos.
D) Ha mermado el número de lectores en formatos distintos a la digital.
E) Se ha producido un aumento en la dispersión de los procesos cerebrales.
28. ¿Qué efecto físico puede tener en el cerebro el cambio que está ocurriendo en la lectura?
A) Pérdida de la capacidad concentración.
B) Disminución en la plasticidad cerebral.
C) Empobrecimiento del pensamiento.
D) Atrofia en los procesos cognitivos.
E) Aumento del pensamiento visual.