Está en la página 1de 33

Pá g i n a |1

“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI


FACULTAD DE CIENCIAS FORESTALES Y AMBIENTALES
ESCUELA DE INGENIERIA FORESTAL

DENSIDAD Y POROSIDAD DEL SUELO

Alumnos:
CACHIQUE PAREDES, Karlita Makeyli
ZEVALLOS PEREZ, Camilo Aladir

MENDOZA RAMIREZ, Frank Pool

GUTIERREZ HUARCAYA, Martha Roxana

FARFAN DREYFUS, José Rodolfo

MURRIETA MORENO, Dara Xiomara

Docente:

Dr. Edgar Juan Díaz Zúñiga

CICLO:

IV

PUCALLPA – PERÚ

2021
Pá g i n a |2

I. INDICE

I. INDICE...........................................................................................................................................................2
1.1. INDICE DE FIGURAS..........................................................................................................................3
1.2. INDICE DE TABLAS............................................................................................................................3
II. INTRODUCCIÓN....................................................................................................................................4
III. REVISION BIBLIOGRAFICA...............................................................................................................5
3.1. LAS PROPIEDADES FÍSICAS DEL SUELO......................................................................................5
3.1.1. DENSIDAD. –...................................................................................................................................5
3.1.1.1. Densidad Real (Dr). –....................................................................................................................5
 DETERMINACIÓN:..............................................................................................................................7
 INTERPRETACIÓN:.............................................................................................................................9
 IMPORTANCIA DE LA Dr:.................................................................................................................9
3.1.1.2. Densidad Aparente (Da). –............................................................................................................9
 DETERMINACIÓN:............................................................................................................................10
- Método del cilindro biselado:...............................................................................................................10
- Método de la cajuela:............................................................................................................................12
 INTERPRETACIÓN:...........................................................................................................................13
 IMPORTANCIA DE LA Da:...............................................................................................................14
3.1.1.2.1. Factores que afectan la densidad aparente de los suelos. –.....................................................16
3.1.2. POROSIDAD. –...................................................................................................................................16
3.1.2.1. TIPOS DE POROSIDAD EN EL SUELO. –..................................................................................17
 DETERMINACIÓN:............................................................................................................................18
 INTERPRETACIÓN:...........................................................................................................................21
3.1.2.2. Factores que afectan la porosidad................................................................................................23
IV. CONCLUSIÓN.........................................................................................................................................24
V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS......................................................................................................25
Pá g i n a |3

I.1. INDICE DE FIGURAS


Figura 1: Representación esquemática de las densidades real y aparente del suelo.............................................5
Figura 2: Formulario para el registro de los resultados obtenidos en la determinación de la densidad real del
suelo por el método del picnómetro.......................................................................................................................8
Figura 3: Barreno para tomar muestras de suelo sin disturbar.............................................................................11
Figura 4: Formulario para el registro de los resultados obtenidos en la determinación de la densidad aparente
del suelo, por el método del cilindro biselado........................................................................................................11
Figura 5: Formulario para registrar los resultados de la determinación de la densidad aparente del suelo por el
método de la cajuela..............................................................................................................................................12
Figura 6: Variación de la densidad aparente con la profundidad en dos suelos. a. Typic Humitropept. b. Typic
Durustalf. (Con base en datos de IGAC, 1977).......................................................................................................15
Ilustración 7: Variación de la distribución de la porosidad en un Typic Dystrandept medial isomésico, con la
profundidad del suelo. (Con base en datos de IGAC, 1977)..................................................................................22
Ilustración 8: Efecto del tiempo de laboreo con discos, sobre la Da y la porosidad de un suelo Franco Limoso
del Valle del Sinú (elaborada con base en resultados de García, 1991)................................................................22

I.2. INDICE DE TABLAS


Tabla 1: Clasificación de la densidad real de los suelos...........................................................................................6
Tabla 2: Densidad real óptima de algunos constituyentes de suelos......................................................................7
Tabla 3: Densidad de algunos materiales inorgánicos comunes en el suelo. (Tomado de Bowles, 1982)..............8
Tabla 4: Clasificación de la densidad aparente en los suelos...............................................................................10
Tabla 5: Densidad aparente según la textura........................................................................................................16
Tabla 6: Clasificación de los poros del suelo, según su tamaño, propuesta por SSDS (1993)...............................17
Tabla 7: Calificación de la porosidad total del suelo (Kaurichev, 1984)...............................................................21
Pá g i n a |4

II. INTRODUCCIÓN

La densidad de los suelos está relacionada con otras características de los suelos. La tasa de
movimiento del agua y del aire a través del suelo es determinada, en gran medida, por el
tamaño de los poros. Los macroporos facilitan una rápida percolación del agua y el
movimiento del aire, en tanto que los microporos dificultan el movimiento del aire y retienen
gran cantidad de agua por capilaridad; por consiguiente, los microporos son muy importantes
en lo que se refiere a la retención del agua en el suelo, y los macroporos son de gran valor en
lo que se refiere a la aireación v al drenaje interno del suelo.

La diferencia que existe en dos suelos con la misma porosidad total, puede ser muy diferentes
en cuanto a su comportamiento frente al agua y al aire. Así, por ejemplo, un suelo puede tener
un volumen muy pequeño de macroporos y uno mucho mayor de microporos, en cuyo caso se
tendrá mucha capacidad de retención de agua, pero muy lenta percolación y poca aireación.
Los suelos arcillosos son de este tipo a pesar del gran volumen total de poros. Un suelo con el
mismo volumen combinado de poros puede tener una relación inversa de macroporos y
microporos; en este caso la infiltración y percolación del agua serán rápidas, habrá muy poca
retención de agua y el suelo estará bien aireado. Los suelos arenosos tienen estas
características debido a la dominancia en ellos de los macroporos.
Pá g i n a |5

III. REVISION BIBLIOGRAFICA

III.1. LAS PROPIEDADES FÍSICAS DEL SUELO

III.1.1. DENSIDAD. –

La densidad de un material se define como el peso que tiene dicho material, por unidad de
volumen. En el suelo, por ser éste un cuerpo poroso, se presentan dos situaciones diferentes
con respecto a la densidad: si se considera la masa de las partículas sólidas, únicamente, se
tiene la densidad real, pero si, aparte de la masa de las partículas, se tiene en cuenta su
organización, entonces se tiene la densidad aparente [ CITATION DAN02 \l 10250 ].

III.1.1.1. Densidad Real (Dr). –

Como se dijo anteriormente, la densidad real es el peso de las partículas sólidas del suelo,
relacionado con el volumen que ocupan, sin tener en cuenta su organización en el suelo, es
decir, sin involucrar en el volumen el espacio ocupado por los poros; se deduce, entonces, su

Dependencia de la composición mineral del suelo y del contenido de algunos sólidos


especiales en él, como la materia orgánica y los óxidos de hierro.

Como la densidad del agua es aproximadamente 1.0 g/cc, esto significa que la densidad del
suelo es 2.65 veces mayor que la del agua.

En el suelo se encuentran diversas partículas minerales cuyas densidades son variables. La


mayoría de os minerales de la arena y el limo están constituidos por feldespatos y cuarzo,
cuya densidad real varía entre 2.6 – 2.7, entonces 2.65 es considerado como el valor
promedio y es así aceptado con fines prácticos, cuando no ha sido determinada la densidad de
la partícula.

El contenido de materia orgánica tiene influencia sobre la densidad de la partícula debido a su


poco peso, de modo que los horizontes subyacentes tienen mayores valores que el horizonte
A, a igualdad de condiciones, llegando a bajar en éste entre 2.5 y áun 2.0 cuando sea muy
rico en materia orgánica.

Por otro lado, ni el cambio en porosidad, ni la clase textural, alteran el valor de la densidad de
la partícula.
Pá g i n a |6

Significado de la Densidad de Partícula

1. Es necesario para calcular la velocidad de sedimentación de las partículas en el agua.

2. Se usa en las investigaciones de erosión y análisis mecánicos.

3. Se usa en los estudios litológicos.

4. Se utiliza para la separación de minerales (para la separación de minerales pesados o


ligeros se utiliza líquidos de alta densidad tales como el tetrabromoetano o bromoformo cuya
gravedad específica está entre 2.87 – 2.89.

5. Se utiliza para la determinación del porcentaje de porosidad de los suelos.

Figura 1: Representación esquemática de las densidades real y aparente del suelo.

En la Figura 1
se presenta, esquemáticamente, la diferencia que induce el volumen de referencia entre las
densidades real y aparente del suelo; así mismo, con los parámetros definidos en ella, como
ejercicio aclaratorio, se desarrolla el cálculo de ambas densidades:
Pá g i n a |7

 Cada cubo pequeño tiene 1 cm3 de volumen y 2 g de peso y en conjunto representan


las partículas del suelo.
 El volumen del cubo grande es de 1000 cm3 y de éste está ocupado solamente el
volumen correspondiente al de los cubos pequeños; este cubo representa la muestra
total del suelo.
 Si se calcula la densidad real (Dr) de esta muestra, utilizando la Fórmula [8.4], se
tiene:

Pss=3 cubos pequeños ×2 g=6 g


Vs=3 cubos pequeños ×1 cm3=3 cm3
6g
Dr= 3
=2 g cm−3
3 cm

Tabla 1: Clasificación de la densidad real de los suelos

El conocimiento del peso específico es necesario para calcular la porosidad de los suelo,
primordialmente en la agricultura y, además da cierta orientación sobre el grado de
desarrollo de los suelos; también, para conocer la relación entre la parte mineral y orgánica
(Cairo, 1995).

Tabla 2: Densidad real óptima de algunos constituyentes


de suelos.
Pá g i n a |8

 DETERMINACIÓN:

El método más recomendado para medir la densidad real del suelo es el del picnómetro. En él
se desarrollan los siguientes pasos:

Se pesa un picnómetro completamente seco (Pps).


Se llena el picnómetro con agua y se pesa (Ppw).
Se pesa una muestra de suelo seco al horno (Pss).
Se merma la mitad del agua del picnómetro, se vierte en él la muestra de suelo seco,
se completa el volumen y se pesa (Pt).
Se calcula el peso del agua desplazada por la muestra del suelo (Pw) mediante la
Fórmula [8.1]. 1
Asumiendo una densidad para el agua de 1 g cm-3 el volumen del agua desplazada
será numéricamente igual a Pw y éste será el valor del volumen que ocupa la muestra
de suelo (Vs).
Se calcula la densidad real (Dr) con la Fórmula [8.4].
En la Figura 2 se presenta un modelo de formato para registrar los resultados que se
van obteniendo en la determinación de la densidad real del suelo.

Las fórmulas a utilizar son:

Donde:

Pw1: Es el peso del agua contenida en el


picnómetro, sin el suelo.

Pw2: Es el peso del agua que hay en el


picnómetro cuando se le adiciona el suelo;
estos pesos de agua se calculan con las
siguientes relaciones:
Pá g i n a |9

Tabla 3: Densidad de algunos materiales inorgánicos comunes en el suelo. (Tomado de Bowles, 1982).

En la Tabla 2 se presentan las densidades correspondientes a algunos silicatos y óxidos


comunes en el suelo. En ella se puede apreciar la alta variabilidad que puede presentarse en la
densidad real del mismo, si cambian la composición mineralógica y/o la proporción en que se
presentan los diferentes minerales.

Para la determinación de la densidad real del suelo hay que tener presente que el aire debe ser
eliminado del sistema, razón por la cual debe efectuarse bajo condiciones de vacío; esta

Figura 2: Formulario para el registro de los resultados obtenidos en la determinación de la densidad real del
suelo por el método del picnómetro.

condición hace que el método sea un poco dispendioso y lento; para más detalles analíticos
acerca de esta determinación pueden consultarse Forsythe (1975), Motta et al (1990) y
Montenegro y Malagón (1990), lo mismo que para obtener otros métodos de evaluación de
esta propiedad.
P á g i n a | 10

* Mg m-3 es igual a g cm-3 pero la primera expresión es la recomendada para usar en suelos.

 INTERPRETACIÓN:

Para fines prácticos, se asume como un valor promedio adecuado de densidad real para suelos
minerales, 2.65 Mg m-3. Este valor será apropiado para un suelo cuya composición
mineralógica esté equitativamente distribuida entre los filos y tectosilicatos expuestos en la
Tabla 1, como podría ser entre cuarzo, ortoclasa, plagioclasa, montmorillonita y caolinita, por
ejemplo.

En un suelo cuya mineralogía esté dominada por óxidos de hierro se presentará una densidad
real muy por encima del valor promedio anotado anteriormente. De otro lado, los valores por
debajo del promedio pueden indicar la presencia de altos contenidos de materia orgánica y/o
de aluminosilicatos no cristalinos en el suelo.

 IMPORTANCIA DE LA Dr:

Según [ CITATION pue05 \l 10250 ] La porosidad del suelo tiene importancia especial porque
constituye el medio por el cual el agua penetra al suelo y pasa a través de él para abastecer a
las raíces y finalmente drenar el área; y también el espacio donde las raíces de las plantas y la
fauna tienen una atmósfera, es decir, constituye la fuente de donde aquéllos obtienen el aire.

III.1.1.2. Densidad Aparente (Da). –

Es la densidad del suelo que se calcula teniendo en cuenta el espacio ocupado por los poros al
cuantificar el volumen de la muestra de suelo, razón por la cual depende de la organización
que presente la fracción sólida del mismo y está afectada por su textura, su estructura, su
contenido de materia orgánica, su humedad (en especial en suelos con materiales expansivos)
y su grado de compactación, principalmente. En
términos prácticos, es la densidad que tiene la
tierra fina del suelo, con la organización que ella
posea.
P á g i n a | 11

Tabla 4: Clasificación de la densidad aparente en los suelos

 DETERMINACIÓN:

La evaluación de la densidad aparente se hace con el suelo a capacidad de campo y los


métodos más usados para hacerla son los siguientes:

- Método del cilindro biselado:


Este método es el más conocido y aceptado. Se aplica en la mayoría de los suelos agrícolas
que presentan poca o ninguna pedregosidad interna y/o que no son sueltos. Además, en suelos
que no presentan abundante cantidad de raíces gruesas, como en el caso de suelos bajo
bosques bien desarrollados. Las condiciones mencionadas anteriormente impiden, o por lo
menos dificultan, la introducción del cilindro y la extracción de la muestra completa del
suelo. Se llevan a cabo las siguientes operaciones:

 Se introduce el cilindro en la porción del suelo que se desea muestrear. Si la muestra


se requiere de la parte superficial del suelo, el cilindro se introduce verticalmente; si
se desea hacer un muestreo de todo el suelo debe prepararse un perfil, determinar los
horizontes que posee y en la parte central o en varios puntos de cada uno de ellos,
dependiendo de la precisión buscada, se introduce el cilindro horizontalmente. En
cualesquiera de los casos debe tenerse la precaución de introducir completamente el
cilindro y hacerlo de forma que se disturbe lo menos posible la muestra.
 Se retira el cilindro lleno con suelo, se enrasan sus bordes con una navaja, se coloca
en una bolsa plástica y se sella, para traerlo al laboratorio. Si se requiere tomar un
elevado número de muestras no es necesario utilizar un cilindro diferente para cada
una de ellas; la muestra de suelo puede retirarse del cilindro en el campo y empacarse
sola en la bolsa para reutilizar el cilindro con otras muestras. Identificar muy bien el
cilindro que se utilice con cada muestra para evitar errores en el volumen que le
corresponde para los cálculos.
 Se coloca el cilindro con la muestra de suelo a secar en horno a 105oC, durante 24 a
36 horas, al cabo de las cuales se retira el conjunto del horno, se deja enfriar y se pesa
(Pt).
P á g i n a | 12

 Se retira el suelo del cilindro y se pesa éste (Pc). Además, al cilindro se le toman las
medidas de su longitud (h) y de su diámetro interno (d), con las cuales se calcula el
volumen de éste (Vc), utilizando la Fórmula [8.6].
 Se calcula la densidad aparente (Da), utilizando la Fórmula [8.5].
 Los resultados que se obtengan pueden consignarse en un formulario como el que se
presenta en la Figura 8.3

Las fórmulas necesarias para esta determinación son:

Donde:

Da: densidad aparente: Mg m-3.


Pss: peso del suelo seco en el horno: = Pt – Pc: g.
Vc: volumen del cilindro: cm3.

Figura 3: Barreno para tomar muestras de suelo sin disturbar.

El proceso
de introducir el cilindro en el suelo es más eficiente, en el sentido de que perturba menos la
muestra, si se realiza con un barreno diseñado para tomar muestras de suelos sin disturbar,
como el que se presenta en la Figura 3. Con este equipo, los cilindros para tomar la muestra
se introducen en otro cilindro portador que, a su vez, se atornilla en la parte inferior del brazo
del barreno; la masa disponible, que está unida a una varilla metálica que se introduce en el
P á g i n a | 13

tubo del brazo, se utiliza para golpear el barreno e introducirlo en el suelo, dejándola caer
desde una altura adecuada sobre la manija del brazo; lo anterior permite evitar al máximo la
compactación de la muestra que se va a tomar.

Figura 4: Formulario para el registro de los resultados obtenidos en la determinación de la


densidad aparente del suelo, por el método del cilindro biselado.

- Método de la cajuela:

Para suelos que presentan alto contenido de gravillas, gravas, piedras, concreciones u otra
característica similar, es decir, aquellos donde no puede utilizarse el cilindro, es
recomendable utilizar este método para determinarles su densidad aparente. También es el
método a utilizar cuando se quiere determinar la densidad aparente de materiales orgánicos
como turbas o capas de litter. Para hacer la determinación se procede de la siguiente manera:

 Se abre un hueco en el terreno de aproximadamente 20 cm x 20 cm, con la


profundidad necesaria, teniendo la precaución de no compactar las paredes, ni el
fondo del hueco al abrirlo.
 Se recoge todo el suelo extraído en una bolsa plástica y se recubre el hueco con
plástico, procurando el mayor ajuste de éste a las paredes de aquel. Si el suelo tiene
fragmentos de roca, lo que se extrae se pasa por un tamiz con malla de 2 mm y lo que
queda retenido por él se regresa al hueco, sobre el plástico que lo recubre, puesto que
la densidad aparente que interesa en el suelo es la de su tierra fina. Nótese que dichos
fragmentos reducen el volumen de “suelo”.
 Se llena el hueco completamente con agua, controlando los volúmenes que se van
adicionando y se mide el volumen total de líquido que se gastó para el llenado.
 Se pesa el suelo extraído del hueco y se toma una submuestra del mismo para
determinar el contenido de humedad gravimétrica del suelo, con la Fórmula [9.7] y el
formulario de la Figura 9.7.
P á g i n a | 14

 Se determina el peso del suelo seco al horno (Pss), haciendo la corrección por
humedad para el peso total del suelo extraído del hueco, como se hizo en el ejemplo
del numeral 3 del Capítulo 7, en la página 176.
 Se calcula la densidad aparente, con la Fórmula [8.5], indicada en el numeral anterior,
haciendo Vc igual al volumen de líquido gastado en la determinación.
 Los resultados se registran en un formulario como el de la Figura 5.

Figura 5: Formulario para registrar los resultados de la determinación de la densidad aparente del suelo por el
método de la cajuela.

 IMPORTANCIA DE LA Da:

El valor de la densidad aparente es un parámetro necesario en varios cálculos relacionados


con el suelo, como son:

 Calcular el peso de un determinado volumen de suelo.


 Transformar el contenido de humedad gravimétrico del suelo, a contenido
volumétrico.
 Calcular la porosidad total del suelo, cuando se conoce su densidad real.

Aparte de lo anterior, es un estimador del grado de compactación del suelo, ya que, si se está
presentando este problema, la densidad aparente se incrementa; también es un indicador de
altos contenidos de materia orgánica en el suelo, puesto que ellos reducen el valor de dicha
densidad.

Debido a la facilidad con la cual se puede medir esta propiedad, se ha utilizado como
parámetro para estimar el grado de deterioro del suelo, teniendo en cuenta que a medida que
aumenta su valor, se está produciendo una degradación de la estructura del mismo, bien sea
por compactación o por pérdida de materia orgánica.
P á g i n a | 15

Cabe aclarar, sin embargo, que la compactación del suelo no siempre es perjudicial, como lo
demuestran los resultados obtenidos por Silva et al (1986); ellos encontraron que a medida
que se iba compactando el horizonte A de un Latosol rojo arcilloso del Brasil, también se iba
incrementando el contenido de humedad en él, tanto en bosque como en cultivo; ésto se debe,
probablemente, a que la compactación ejercida disminuyó el tamaño natural de los poros,
mejorando la capacidad de almacenamiento de agua por parte del suelo. También en estudios
realizados en Vertisoles del Valle del Cauca (Cenicaña, 1996), se encontró que la eficiencia
del riego por surcos alternos aumentaba a medida que el suelo se iba compactando
naturalmente ó debido al tráfico de maquinaria.

Como parámetro útil para estimar el deterioro del suelo, es conveniente analizar su variación
a través del perfil del suelo, ya que ésta puede indicar horizontes que están siendo
compactados; en la Figura 6 se observa la variación que puede presentar esta propiedad,
cuando es evaluada en todo el perfil del suelo; la curva a, representa la distribución de la
densidad aparente en un suelo clasificado como Typic Humitropept, el cual presenta un perfil
bastante homogéneo y prácticamente sin problemas de densidad; en cambio, la gráfica b,
representa la distribución en un suelo Typic Durustalf, la cual evidencia la presencia de dos
horizontes compactados dentro del suelo, uno alrededor de los 60 cm de profundidad y otro
que empieza a los 140 cm, lo cual lleva a esperar comportamientos físicos y químicos
especiales en este suelo. Los datos analíticos utilizados para elaborar los gráficos, fueron
tomados de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC, 1977).
P á g i n a | 16

Figura 6: Variación de la densidad aparente con la profundidad en


dos suelos. a. Typic Humitropept. b. Typic Durustalf. (Con base en
datos de IGAC, 1977).

III.1.1.2.1. Factores que afectan la densidad aparente de los suelos. –

Según Pritchett (1990), describe los factores que afectan la densidad aparente de los suelos
como:

 Estructura: La granulación en los suelos tiende a aumentar el espacio poroso y por


tanto disminuye en la densidad aparente. Como las condiciones estructurales son
malas en los suelos, se facilitan las condiciones de compactación de los horizontes,
con la consecuente reducción del espacio poroso.
 Textura: La textura de los suelos es una de las propiedades que afectan directamente
a la densidad aparente (tabla 5) y está estrechamente relacionada a ella.

Tabla 5: Densidad aparente según la textura


P á g i n a | 17

 Compactación: A medida que los suelos se compactan disminuye la porosidad y


aumenta la densidad aparente.
 Materia orgánica: La materia orgánica influye al facilitar y elevar la granulación de
la esa estructura de los suelos, aumentando la porosidad y disminuyendo la densidad
aparente.

III.1.2. POROSIDAD. –

La porosidad total del suelo es el volumen de éste que no está ocupado por sólidos; es el
volumen que hay disponible en el suelo para los líquidos y los gases. En suelos secos los
poros estarán ocupados por aire y en suelos inundados, por agua. Los factores que la
determinan son principalmente la textura, estructura y la cantidad de materia orgánica
(Donoso, 1992).

Los poros que constituyen el espacio poroso del suelo se encuentran en un rango continuo de
tamaño, sin embargo, se dividen usualmente en dos tipos: los macroporos y los microporos o
poros capilares. La tasa de movimiento del agua y del aire a través del suelo es determinada,
en gran medida, por el tamaño de los poros. Los macroporos facilitan una rápida percolación
del agua y el movimiento del aire, en tanto que los microporos dificultan el movimiento del
aire y retienen gran cantidad de agua por capilaridad; por consiguiente, los microporos son
muy importantes en lo que se refiere a la retención del agua en el suelo, y los macroporos son
de gran valor en lo que se refiere a la aireación v al drenaje interno del suelo. (Donoso, 1992).

III.1.2.1. TIPOS DE POROSIDAD EN EL SUELO. –

La distribución del espacio poroso depende de la composición y arreglo de la fracción sólida,


es decir, de la textura, del contenido de materia orgánica y de la estructura, definiéndose dos
tipos de espacios porosos:
P á g i n a | 18

 Microporosidad o Porosidad textural, está compuesta por el volumen de los poros


más finos que tiene el suelo y que, en su mayor cantidad se encuentran en el interior
de los peds.
 Macroporosidad o Porosidad estructural, es el volumen de poros grandes del suelo,
los cuales se encuentran, en mayor proporción, ubicados entre los peds.

La diferenciación anterior tiene su máxima importancia, cuando se considera la función


específica de cada tipo de porosidad, ya que los macroporos son los responsables de la
circulación del agua, sobre todo cuando está en exceso, y del aire en el suelo, en tanto que los
microporos son los encargados de almacenar agua dentro del mismo. De las consideraciones
anteriores se deduce que, más importante que conocer la porosidad total del suelo, es conocer
la distribución de los poros de diferentes tamaños. La proporción en que se encuentren los
diferentes tamaños es la que controla las relaciones fundamentales entre las fases sólida
-líquida- gaseosa, influyendo grandemente en cualidades edáficas como drenaje, infiltración,
almacenamiento de agua, aireación, temperatura, etc.

Para agrupar los poros del suelo, de acuerdo al tamaño que presenten, se han propuesto varias
clasificaciones, como la que puede verse en la Tabla 6, propuesta por el Soil Survey Division
Staff (SSDS, 1993).

Tabla 6: Clasificación de los poros del suelo, según su tamaño, propuesta por SSDS (1993).


DETERMINACIÓN:

Debido a que la porosidad del suelo depende de las características de su fracción sólida, ella
se estima con base en las densidades real y aparente, según la relación:

Donde:

P: Porosidad total: %.
Da: Densidad aparente: Mg m-3.
Dr: Densidad real: Mg m-3.
P á g i n a | 19

Para calcular el volumen de microporos se han desarrollado fórmulas aproximadas, como:

Donde:

m: volumen de microporos: %. q
cc: Humedad volumétrica a capacidad de campo: %.
He: Humedad equivalente: Porcentaje de humedad que queda en el suelo después de centrifugarlo
por media hora, a 1000 veces la fuerza de gravedad: %.
Da: Densidad aparente: Mg m-3. f:
Tierra fina (< 2 mm) del suelo: %/100.

Calculando la microporosidad, la macroporosidad puede calcularse por diferencia con la


porosidad total, según la relación:

Donde M el volumen de macroporos: %

Para ilustrar el uso de las relaciones anteriores, se desarrolla el siguiente ejemplo:

o también:

m = He x Da x f = 29.7 x 1.3 x 1 = 38.01 %

M = P – m = 51.9 % - 38.01 % = 13.29 %


P á g i n a | 20

En el ejemplo anterior se puede ver lo aproximados que son los cálculos realizados; si se
requieren cálculos más precisos, se debe recurrir a otros métodos, como el de curvas de
tensión de humedad vs volumen de agua desplazado (Cortés y Malagón, 1984), el método de
Kubiena del analizador granulométrico (Mejía, 1980), al análisis micromorfológico de suelos
(Bullock et al, 1985) o al método del porosímetro de mercurio (Pinzón, 2000).

Pla (1977) considera que un tamaño de poro de 15 m de radio, cuando se presenta en


cantidades menores a 10%, puede generar problemas para la evacuación rápida de un exceso
de agua en el suelo. Propone un método de laboratorio para determinar el contenido de este
tipo de porosidad, midiendo el contenido de poros que pierde o no el agua, cuando el suelo es
sometido a una succión de 100 cm de columna de agua; el procedimiento para llevar a cabo
esta determinación es el siguiente:

 Se toman en el campo muestras de suelo sin disturbar con cilindros, metálicos o de


PVC, de 5 cm de altura y 5 cm de diámetro.
 En el laboratorio se coloca en el extremo inferior de cada cilindro una cubierta de
liencillo amarrada con una bandita de goma. Los cilindros así preparados se ponen a
saturar, por capilaridad, en una bandeja con un soporte con malla, de manera que el
agua alcance a subir hasta 1 cm por encima del fondo del cilindro.
 Se satura con agua un plato de porcelana y se mantiene su saturación uniéndolo a un
frasco nivelador lleno de agua con una manguera fina. El frasco se coloca de tal
manera que el nivel de agua esté 2.5 cm por encima del nivel del plato. Se debe
confirmar que pase agua continuamente del frasco nivelador al plato. La saturación
completa del plato y la eliminación del aire atrapado suele lograrse en 3 ó 4 horas.
Debe asegurarse la reposición continua del agua que va saliendo del frasco nivelador.
 Una vez saturados con agua el plato y los cilindros con el suelo (se comprueba por el
aspecto brillante de la superficie del suelo en el extremo superior) se colocan los
cilindros con suelo sobre el plato, presionando bien para establecer un íntimo contacto
entre el suelo, la malla de liencillo y la porcelana porosa.
 Se deja el conjunto anterior en reposo por unas 3 ó 4 horas, manteniendo el nivel del
agua en el frasco, y al cabo de este tiempo se remueven y pesan los cilindros con el
suelo saturado con agua (Pt).
 Después de pesados se vuelven a colocar en la misma forma sobre el plato de
porcelana, luego se baja el frasco nivelador a una altura tal que el nivel del agua en él
P á g i n a | 21

se mantenga 97.5 cm por debajo del nivel del plato; esto provoca una succión de 100
cm en el suelo que se encuentra en la parte central de los cilindros.
 Se coloca y satura con agua un papel secante por debajo del plato y se puede colocar
una tapa, dejando siempre entrada del aire para mantener presión atmosférica; con
ésto se reducen al mínimo las pérdidas de agua por evaporación.
 El equilibrio suele alcanzarse antes de las 48 horas; es conveniente realizar 2 ó 3
pesadas de los cilindros con el suelo en equilibrio a 100 cm de columna de agua, hasta
obtener peso constante (Psh).
 Alcanzado el equilibrio, se remueve la malla, la banda de goma y el cilindro y se
pesan estos componentes secos (Pc); se calcula el volumen del cilindro utilizado (V),
utilizando la Fórmula [8.6]; luego se seca el suelo en el horno a 105oC durante 24 a
48 horas y se pesa (Pss).
 Se calcula la porosidad total (P) y la porosidad con radio equivalente menor a 15 m
(P15m) con las
 Fórmulas [8.11] y [8.12] respectivamente.

 INTERPRETACIÓN:

Teóricamente se acepta como buena una porosidad total promedia de alrededor de 50%.
Kaurichev (l984), califica la porosidad total del suelo como se presenta en la Tabla 7.

Tabla 7: Calificación de la porosidad total del suelo (Kaurichev, 1984).


P á g i n a | 22

Con relación a la distribución de poros, Baver et al (1973) consideran como ideal, aquella en
la cual, macro y microporos se encuentran en igual proporción y agrega que, cuando la
macroporosidad es menor del 10 %, se restringe la proliferación de raíces, valor también
establecido por Pla, citado por Cortés y Malagón (1984). Pla (1977) establece que con aportes
controlados de agua (riego) dicho valor límite podría bajarse a 6 u 8 %.

También, es importante analizar, como en el caso de la densidad aparente, la distribución de


la porosidad a través del perfil, para identificar posibles horizontes limitantes del drenaje, de
la aireación, del aporte de humedad a la planta y/o del crecimiento de las raíces; en la Figura
8.7 se presenta una gráfica que muestra una de las formas de hacer este análisis, elaborada a
partir de datos tomados de IGAC (1977), para un Typic Dystrandept medial isomésico, de la
Sabana de Bogotá.

Al interpretar la porosidad del suelo, debe tenerse en cuenta que si predominan los
macroporos, se va a presentar un drenaje y una aireación excesivos y una baja capacidad de
almacenamiento de agua, en tanto que, si predomina la microporosidad, se presentarán
problemas de drenaje y aireación y aumentará la posibilidad de compactación del suelo y de
producción de compuestos tóxicos para la planta por efecto de las condiciones reductoras que
pueden generarse.

La distribución interna de la porosidad del suelo es un parámetro que debe ser evaluado
periódicamente, sobre todo en suelos sometidos a usos intensivos. Los cambios en esta
propiedad pueden ser indicativos de deterioro físico del suelo, como lo muestran los
resultados presentados por Boels (1982), Klute (1982) y Centurion y Dematté (1985), así
como los encontrados por García (1991), en suelos franco limosos del Valle del Sinú,
sometidos a laboreo con discos durante 25 años, con base en los cuales se elaboró la Figura 8.
P á g i n a | 23

Ilustración 7: Variación de la distribución de la porosidad en un


Typic Dystrandept medial isomésico, con la profundidad del suelo.
(Con base en datos de IGAC, 1977).

En la Figura 8 se observa un decrecimiento apreciable en la porosidad subsuperficial del


suelo, prácticamente desde el momento en que es sometido a laboreo; además, hay un
incremento permanente de la porosidad en el horizonte superficial hasta los 17 años de
laboreo, presentándose una disminución en ella a partir de este tiempo. El comportamiento de
la densidad aparente es completamente contrario al de la porosidad, obviamente por la
relación inversa que existe entre estas dos propiedades del suelo. Lo anterior está resaltando
el hecho de que el suelo trabajado probablemente ha desarrollado un piso de arado (banda de
suelo compactada a la profundidad de arada) cerca de la superficie del suelo, como
consecuencia del laboreo intenso con discos a que ha estado sometido por tanto tiempo.
Nótese que a partir de los 17 años de laboreo, la pérdida de porosidad y la compactación se
empiezan a manifestar, también, en el horizonte superficial.

Ilustración 8: Efecto del tiempo de laboreo con discos, sobre la Da y la


porosidad de un suelo Franco Limoso del Valle del Sinú (elaborada con
base en resultados de García, 1991).
P á g i n a | 24

III.1.2.2. Factores que afectan la porosidad

Según (Foth, 1985), los factores que afectan la porosidad total del suelo son los siguientes:

 Estructura; la granulación en los suelos tiende a aumentar el espacio poroso y por


tanto disminuye la densidad aparente. Cuando las condiciones estructurales son malos
en los suelos, se facilitan las condiciones de compactación de los horizontes, con la
consecuencia reducción del espacio poroso.
 La textura; los suelos de textura fina tienen una porosidad mayor que los de textura
gruesa. Suelos arenosos tienen un 40%, suelos francos alcanzan un 50% mientras que
los suelos de textura arcillosos alcanzan más de un 55 % de porosidad.
 Materia orgánica de los suelos; la cantidad y la naturaleza de la materia orgánica
influyen positivamente en la porosidad, así como en la estructura del suelo.
 Otro factor que influye en la porosidad es la actividad biológica de los suelos, en
especial de la mesofauna (insectos, lombrices, etc).

IV. EJERCICIOS

1. Una muestra de suelo húmedo pesó 46 g. Al medir su volumen en una probeta, éste
era de 30 cm3. Al agregar 50 ml de agua destilada el volumen de la mezcla fue de 72
cm3. Posteriormente se determinó que el porcentaje de humedad gravimétrica era de
15%. Hallar: Densidad aparente, densidad real, %Porosidad, % Espacio Aéreo y %
Agua volumétrica.

Peso suelo húmedo : 46g %


Humedad gravimétrica (Hg): 15
P á g i n a | 25

Peso suelo hú medo− peso suelo seco


%Hg = x 100
Peso suelo seco

46− peso suelo seco


15 = x 100
Peso suelo seco

Peso suelo seco = 40 g

a) Densidad aparente (da)

Masasuelo seco
da=
Vol . total de suelo
40 g
da= =1.33 g /cc
30 cc

b) Densidad real fdr)

Masasuelo seco
dr=
Volumen Sólido

- Peso Agua: Peso suelo húmedo - Peso suelo seco


46 – 40 = 6 g.
Sabemos que la densidad del agua es 1 g/cc
Por tanto, el volumen de Agua es 6 cc

- volumen Espacio Aéreo = (30+50)-72 = 8 cc

- volumen sólidos = Vol.Total-(vol. Agua+vol. Esp. Aéreo)


= 30 – (6 + 8) = 16 cc

40
dr= =2.5 g/cc
16

c) % Porosidad (%P)

da
%P = (1 - ¿ x 100
dr

1.3
%P = (1 - ¿ x 100=48 %
2.5
P á g i n a | 26

d) % Espacio Aéreo (%EA)

da
%EA = (1 - −Hv ¿ x 100
dr

Hv = Humedad volumétrica = Agua volumétrica

Hv = Hg x gravedad especifica aparente (gea)

densidad aparente
gea=
densidad agua

La gea es numéricamente igual a la densidad aparente, con la única diferencia que no


tiene unidades.
En este caso, la gea es 1.3

Entonces, la Hv es:
0,15 x 1,3 = 0,20

Reemplazando:
%EA=

%EA = (1 -2.5−0.2¿ x 100=28 %

e) % Agua Volumétrica (%Hv)


%Hv = %Hg x da
%HV = 15 x 1,3 - 20%

2. Un cilindro hueco por ambos extremos, cuyo diámetro es de 3 pulgadas y su altura


de 5 cm. Nos sirvió para extraer una muestra de suelo sin disturbar, la que pesó 300
g y al determinar el % de humedad gravimétrica, esta era de 15%. Por otro método
se determinó que la Densidad real era de 2.5 g/cc. Calcule todas las otras
propiedades físicas que le sea posible.
P á g i n a | 27

Volumen cilindro: πr2h


Diámetro = 3 pulgadas el radio (r) es 1.5 pulgadas
r en cm: 1.5 x 2.54 = 3.81 cm
h = 5 cm

Reemplazando:

Vol. Cilindro = π(3.81)2(5) = 228.02 cc

Peso suelo húmedo−Peso suelo seco


%Hg gravimétrica = X 100
Peso suelo seco

300−Peso suelo seco


%Hg = X 100
Peso suelo seco

Peso suelo seco = 260.87 g

a) Volumen sólidos (Vs)

Masasuelo seco
Vs =
Densidad real

M 260.87 g
Vs = =104.35 cc
2.5 g /cc

b) Densidad aparente (da)

Masasuelo seco
da =
Volumen total

260.87 g
Vs = =1.14 g /cc
228.02cc

c) % Porosidad (%P)

da
% P= /1 - ¿ x 100
dr

1,141da
% P= /1 - ¿ x 100=54.4 %
2,5

d) % Humedad volumétrica (%Hv)

%Hv = %Hg x gea

%HV = 15 x 1,14 = 17,1%


P á g i n a | 28

e) % Espacio Aéreo f%EA)

da
%EA= (1 - −Hv ¿ x 100
dr

1,14
%EA= (1 - −0,171 ¿ x 100=37.3 %
2.5

f) % volumen de sólidos f%vs)

%vs = 100 - %P

%vs = 100 - 54,4 = 45,6%

V. CONCLUSIÓN
P á g i n a | 29

La densidad es una propiedad


elemental y fundamental de los
materiales, relacionada
con la naturaleza de sus
constituyentes y la existencia
de espacios vacíos entre ellos
La densidad es una propiedad
elemental y fundamental de los
materiales, relacionada
con la naturaleza de sus
constituyentes y la existencia
de espacios vacíos entre ellos
La densidad es una propiedad
elemental y fundamental de los
materiales, relacionada
P á g i n a | 30

con la naturaleza de sus


constituyentes y la existencia
de espacios vacíos entre ellos
La densidad es una propiedad
elemental y fundamental de los
materiales, relacionada
con la naturaleza de sus
constituyentes y la existencia
de espacios vacíos entre ellos
a densidad es una propiedad
elemental y fundamental de los
materiales, relacionada
con la naturaleza de sus
constituyentes y la existencia
de espacios vacíos entre ellos.
La densidad es una propiedad elemental y fundamental de los materiales, relacionada
con la naturaleza de sus constituyentes y la existencia de espacios vacíos entre ellos.
Su valor puede calcularse de forma teórica a partir de la densidad de los minerales
constituyentes, siempre que se conozca con precisión la composición cuantitativa de
P á g i n a | 31

la roca y la densidad de cada componente. En este caso se considera únicamente la


porosidad (n) como una propiedad física, es decir como un parámetro númerico. Igual
que la densidad, la porosidad admiten ciertas matizaciones y se establecen distintos
tipos, siendo los principales: la “porosidad total” y la “porosidad abierta”. De acuerdo
con las características de los espacios vacíos contemplados, pueden considerarse otros
tipos de porosidad: “cerrada”, “accesible” a un determinado fluido, “comunicada” o
“efectiva” para un determinado comportamiento.

VI. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

BAVER, L. D.; W. H. GARDNER y W. R. GARDNER. 1973. Física de suelos. 1ª. Ed. en español. U.T.E.H.A. México.
529 p.
P á g i n a | 32

BOELS, D. 1982. Physical soil degradation in the Netherlands. Technical Bulletins new series No. 12. Institute
for Land and Water Managements Research. Wageningen. Separata de: Land Use Seminar on Soil
Degradation. pp. 47- 65.

BOWLES, J. E. 1982. Propiedades geofísicas de los suelos. 1ª. Ed. en español. McGraw - Hill. Bogotá. 491 p.

BULLOCK, P. et al. 1985. Handbook for soil thinsection description. Waine Research Publications. Inglaterra.
152 p.

CENICAÑA. 1996. Informe anual 1994. Cenicaña. Cali. 78 p.

CENTURION, J. F. y J. L. I. DEMATTÉ. 1985. Efeitos de sistemas de preparo nas propriedades físicas de un solo
sob cerrado cultivado com soja. Rev. Bras. Ci. Solo. 9: 263-266.

CORTÉS, A. y D. MALAGÓN. 1984. Los levantamientos agrológicos y sus aplicaciones múltiples. Universidad de
Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Bogotá. 360 p.

FORSYTHE, W. 1975. Manual de laboratorio de Física de Suelos. Instituto Interamericano de cooperación para
la Agricultura (IICA). Costa Rica. 212 p.

GARCÍA, J. 1991.Efectos del laboreo en algunas propiedades físicas de los suelos algodoneros del valle medio
del Sinú. Suelos Ecuatoriales. 21(1): 51-54.

INSTITUTO GEOGRÁFICO AGUSTÍN CODAZZI, IGAC. 1977. Estudio general y detallado de suelos de los
municipios de Cota, Funza, Mosquera y parte de Madrid (Departamento de Cundinamarca). IGAC. Bogotá. 513
p.

J., D. F. (2002). INTRODUCCIÓN A LA CIENCIA DEL SUELO. Medellin : file:///C:/Users/usuario/Desktop/CIRCULO


%20DE%20INVESTIGACION/CURSOS/amor/Ciencia_del_Suelo_-_Colombia%20.%20EDAFOLOGIA.pdf.

KAURICHEV, I. S. 1984. Prácticas de edafología. 1ª. Ed. en español. Ed. Mir. Moscú. 280 p.

KLUTE, A. 1982. Tillage effects on the hydraulic properties of soil: a review. In: Predicting tillage effects on soil
physical properties and processes. Michigan. Cap. 3. pp. 29-43.

MEJÍA, L. 1980. Conceptos básicos comunes a la pedología y geomorfología. Centro Interamericano de


Fotointerpretación (CIAF). Bogotá. 278 p.

MONTENEGRO, H. y D. MALAGÓN. 1990. Propiedades físicas de los suelos. IGAC. Bogotá. 813 p.

MOTTA de M. B. et al. 1990. Métodos analíticos del Laboratorio de Suelos. 5ª. Ed. IGAC. Bogotá. 502 p.

OLARTE, R. L. et al. 1979. Métodos analíticos de laboratorio de suelos. 4ª. Ed. IGAC. Bogotá. 644 p.

PINZÓN, A. 2000. Evaluación de la porosidad del suelo por medio del porosímetro de mercurio. Suelos
Ecuatoriales. 30(2): 179-181. PIZARRO, F. 1978. Drenaje agrícola y recuperación de suelos salinos. Editora
Agrícola Española S.A. Madrid. 521 p.

puertomontt. (2005). Porosidad del suelo. temuco: http://araucarias.blogspot.com/2005/09/porosidad-del-


suelo.html.

PLA, I. 1977. Metodología para la caracterización física con fines de diagnóstico de problemas de manejo y
conservación de suelos en condiciones tropicales. Universidad Central de Venezuela. Maracay. 111 p.
P á g i n a | 33

RAWLS, W. J. 1983. Estimating soil bulk density from particle size analysis and organic matter content. Soil
Science. 135 (2): 123-125.

da SILVA, A. P.; P. L. LIBARDI y. O. A. CAMARGO. 1986. Influencia da compactasao nas propriedades fisicas de
dois Latossolos. Rev. Bras. Ci. Solo. 10: 91-95. SOIL SURVEY DIVISION STAFF (SSDS). 1993. Soil survey manual.
Handbook No. 18. United States Department of Agriculture (USDA). Washington D. C. 437 p.

SOIL SURVEY STAFF. (SSS) 1999. Soil Taxonomy. A Basic System of Soil Classification for Making and
Interpreting Soil Surveys. 2a . Ed. Agriculture Handbook Nº 436. USDA. Washington D. C. 869 p.

También podría gustarte