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Las 12 tradiciones sirven como guía o manual que define las operaciones internas de los
programas de 12 pasos.
La filosofía de las Doce Tradiciones se inició en 1939 con la publicación del "Gran Libro de
Alcohólicos Anónimos". El concepto se refinó en los años siguientes a medida que AA siguió
creciendo y se hizo mayor hincapié en mantener la uniformidad entre los capítulos. En 1953, el
cofundador Bill Wilson formalizó los principios en el libro "Doce pasos y doce tradiciones".
Décima Tradición:Neutralidad
Tradicion Descripción
1. la unidad
El bienestar común es lo primero. Sin unidad dentro del grupo, los miembros de los grupos de
apoyo de 12 pasos tendrán dificultades para avanzar.
ENTENDIENDO LA TRADICIÓN 1
ninguna otra asociación de hombres y mujeres ha tenido nunca una necesidad más urgente de
eficacia continua y unión permanente. Nosotros los alcohólicos vemos que tenemos que trabajar
juntos y conservarnos unidos o de lo contrario la mayoría de nosotros pereceremos.”
Así como los Doce Pasos están escritos en secuencia específica por una razón, también lo están
las Doce Tradiciones. El Primer Paso y la Primera Tradición intentan inculcar en mí la suficiente
humildad como para darme una oportunidad de sobrevivir. Juntos son la base sobre la que los
siguientes Pasos y Tradiciones se construyen. Es un proceso de desinflamiento del ego que me
permite crecer, como individuo a través de los Pasos, y como miembro contribuyente de un
grupo a través de las Tradiciones. La total aceptación de la Primera Tradición me hace posible
poner a un lado las ambiciones personales, los temores y la ira, cuando éstas están en conflicto
con el bienestar común. Sin la Primera Tradición, yo tengo muy poca oportunidad de mantener
la unidad requerida para trabajar eficazmente con otros y también corro el riesgo de perder las
demás Tradiciones, la Comunidad y mi propia vida.
A medida que los Doce Pasos establecen el camino espiritual de recuperación para los miembros
individuales, las Doce Tradiciones proporcionan los principios que mantienen al grupo sano y
conectado a tierra. Esto se ejemplifica mejor en la Tradición Uno, que establece: Nuestro bienestar
común debe ser lo primero; el progreso personal depende de la unidad de AA".
El objetivo de Tradición Uno es garantizar la cohesión y honrar a todas las voces en un diálogo
abierto. AA están estructurados para proporcionar una plataforma para todos, incluso para
aquellos con opiniones minoritarias. Cuando un grupo se prepara para tomar una decisión, todas
las partes deben tener la oportunidad de hablar sin juicio ni burla.
Dicho esto, todos los miembros del grupo deben estar dispuestos a aceptar la opinión de la
mayoría y trabajar juntos para poner en práctica cualquier decisión. Esto ayuda a evitar la división
que puede socavar no solo al grupo, sino a cada miembro del grupo.
Un intercambio libre de ideas se considera saludable siempre que todos los miembros se
comprometan a proteger los principios de Tradición Uno
2. Liderazgo Hay una autoridad última, Dios o un poder superior. En grupos de 12 pasos, no
existe la autoridad individual o el gobierno, pero hay líderes de grupo.
3. Elegibilidad
El único requisito en AA es el deseo de dejar de beber. El énfasis en esta tradición es evitar que el
enfoque principal de la beca se diluya.
La Tercera Tradición fue un rompecabezas durante mucho tiempo. “El único requisito para ser
miembro de A.A. es querer dejar de beber”.
Nos preocupó mucho la afiliación de los miembros. Tercera tradición En realidad, cuando se nos
presentó por primera vez una gran publicidad, nos aterró pensar: “¿Qué clase de gente rara nos irá
a llegar? Se presentarán complicaciones; el alcohol mezclado con otras cosas”.
Nos preguntábamos: “¿Es que nos vamos a llenar de homosexuales, o criminales o indeseables
sociales?” Mezclado con una cierta cantidad de esnobismo y timidez, había también físico miedo.
Simplemente no sabíamos dónde y cómo íbamos a parar.
Desde aquellos tiempos iniciales prácticamente toda clase de gente ha encontrado su camino a
través de A.A.
En la actualidad no somos nada exclusivistas. Por ejemplo, hace poco tiempo estuve conversando
en mi oficina con una señora miembro de A.A. que ostenta el título de condesa. Esa misma noche
fui a una reunión de A.A. Estábamos en invierno y a la entrada había un caballero de baja estatura
y mirada apacible recibiéndonos los abrigos.
No estaba cobrando nada por ese servicio; lo hacía simplemente por cordialidad. Pregunté:
“¿Quién es ese tipo?” Alguien me contestó: “Ha estado aquí durante mucho tiempo. Todo el
mundo lo aprecia. Era uno de los guardaespaldas de Al Capone”. ¿Qué les parece? así somos de
universales en A.A. hoy en día.
Pero nos tomó mucho tiempo volvernos realmente democráticos. En una ocasión hubo tantas
reglas para la afiliación en los grupos que si hubieran sido puestas en practica simultáneamente,
nadie, absolutamente nadie, hubiera podido unirse a A.A.
Siempre debemos afrontar el riesgo sin importarnos quien llegue. Es probable que nuestras
relaciones públicas sufran algún daño debido a que algunos pocos personajes extraños se nos
inmiscuyan. Naturalmente que nuestras relaciones públicas son importantes, pero mucho más
importante aún es el carácter real de esta sociedad.
¿Quién de nosotros se atreve a decir: “No, usted no puede entrar”, asumiendo así el papel del
juez, ¿jurado y tal vez verdugo de su propio hermano alcohólico?
De manera que la experiencia obtenida a través de los años y que ahora se decanta en la Tercera
Tradición, dice: “Usted es un miembro de A.A. si usted mismo lo manifiesta. No importa lo que
haya hecho o continúe haciendo, usted es un miembro de A.A. mientras usted lo diga”.
Casi sin excepción nosotros los alcohólicos hemos sufrido de profundos sentimientos de soledad y
de rechazo por parte de otros. Poco ha importado si estas percepciones son reales o imaginaria;
casi todos los alcohólicos nos hemos sentido solos y rechazados por la sociedad. Pero en
Alcohólicos Anónimos nos aceptan sin importar lo bajo que hayamos caído, ni nuestros crímenes,
o nuestros pecados; todos podemos pertenecer a A.A. siempre y cuando tengamos un problema
de alcoholismo.
Esta actitud de aceptación es preservada en nuestra 3era Tradición que dice, El único requisito
para ser miembro de AA es el deseo de dejar la bebida. Sin más ceremonia A.A. nos abre las
puertas para recuperarnos y comenzar una nueva vida. Aquí empieza la disminución de la soledad
porque estamos rodeados de personas que nos comprenden y que como nosotros escaparon de
las garras del alcoholismo. Ningún alcoholico puede ser expulsado, ni castigado por su
comportamiento. Esto ha permitido que muchos personas que antes nos desesperaban sean
ahora nuestros mejores amigos y compañeros que de haber sido expulsados estarían talvez
muertos, en la cárcel, o en algún hospital. La 3era Tradición es la expresión de amor incondicional
para el alcohólico que aun sufre.
Pero pongamos un mayor cuidado a la 3era Tradición y analicémosla en contexto. Esta tradición
solo se aplica a los que son aquejados por el alcoholismo y no a otras adiciones ajenas a nuestro
propósito (leer la 5ta Tradición). Otras personas con diferentes adicciones pueden pertenecer a AA
siempre y cuando también sean aquejados por el alcoholismo. Pero las personas que no sufren de
alcoholismo no pueden ser miembros de AA. Esto esta explícito en el primer punto de los 6 Puntos
que Definen a los Grupos de Alcohólicos Anónimos: 1. Todos los miembros del grupo son
alcohólicos y solo alcohólicos puede pertenecer a un grupo. Y en el folleto “Problemas diferentes
del Alcohol” aprobado por la Conferencia de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos y
escrito por Bill W. co-fundador de Alcohólicos Anónimos que profundiza en este tema y sugiere no
admitir a las personas que no son alcoholicas porque estos no podrian identificarse ni hacer
puente de comprensión con otros nuevos miembros alcohólicos y nos advierte del daño que
podemos hacernos como agrupación si no nos apegamos a el proposito unico de ayudar a otros
alcoholicos unicamente, a continuación un extracto de este folleto:
Por lo tanto no veo ningún modo de convertir los adictos no alcohólicos en miembros de A.A. La
experiencia demuestra claramente que no podemos hacer ninguna excepción, a pesar de los que
toman drogas sean, por así decirlo, parientes muy cercanos de nosotros los alcohólicos. Si nos
empeñamos en tratar de hacer excepciones, me temo que esto perjudique al adicto mismo, así
como también a la Comunidad de A.A. Tenemos que reconocer el hecho de que ningún individuo
no alcohólico, sea cual sea su aflicción, puede convertirse en miembro alcohólico de A.A.
El objetivo único desarrollado y explicado más ampliamente en nuestra 5ta Tradición enfatiza
sobre la importancia de este principio que nos dice en el encabezado: “Cada grupo tiene un solo
objetivo primordial- llevar el mensaje al alcohólico que aun sufre.” Y más adelante la introducción
nos explica que, “Zapatero a tus zapatos”…mas vale que hagas una cosa perfectamente bien que
muchas mal hechas…este es el punto alrededor del cual toda nuestra Sociedad se consagra en
unidad. La vida misma de nuestra comunidad depende de la conservación de este principio” (12 y
12 pagina, 146).
Pero si muchos lograron leer hasta aquí sin enojarse ni indignarse por esta reflexion basada en
nuestras Tradiciones, quiero decirles y enfatizar que muchas personas con otras adicciones
pueden pertenecer a A.A. siempre y cuando también sean alcohólicos. No se trata de alcohólicos
puros, si no de alcoholismo aunque haya drogadicción. Pero si la persona no es alcohólica sería
recomendable y sugerido que asista a grupos de Drogadictos o Narcóticos Anónimos. Esto no es
un rechazo si no una sugerencia para que todos salgamos beneficiados; recordemos que lo bueno
es enemigo de lo mejor. Esperamos que los compañeros no alcohólicos que militan con nosotros
ayuden a otros drogadictos que aún sufren y apoyen a los grupos de Narcóticos Anónimos.
4. autonomía La libertad que los grupos individuales tienen en esta tradición conlleva la
advertencia de proteger a la comunidad en su totalidad.
6. Empresas externas.
Para preservar la integridad del programa, los grupos no respaldan ninguna organización externa y
causas.
Los problemas de dinero, propiedad y autoridad nos pueden fácilmente desviar de nuestro
principal objetivo espiritual. Por lo tanto, somos de la opinión de que cualquier propiedad
considerable de bienes de uso legítimo para AA debe incorporarse y dirigirse por separado, para
así diferenciar lo material de lo espiritual. Un grupo de AA, como tal, nunca debe montar un
negocio. Las entidades de ayuda suplementaria, tales como los clubes y hospitales que suponen
mucha propiedad o administración, deben incorporarse por separado de manera que, si es
necesario, los grupos las puedan desechar con completa libertad. Por eso, estas entidades no
deben utilizar el nombre de AA. La responsabilidad de dirigir estas entidades debe recaer
únicamente sobre quienes las sostienen económicamente. En cuanto a los clubes, normalmente se
prefieren directores que sean miembros de AA. Pero los hospitales, así como los centros de
recuperación, deben operar totalmente al margen de AA – y bajo supervisión médica. Aunque un
grupo de AA puede cooperar con cualquiera, esta cooperación nunca debe convertirse en
afiliación o respaldo, ya sea real, o implícito. Un grupo de AA no puede vincularse con nadie.
El principio del anonimato ha sido asociado con nuestro espíritu de cooperación sin afiliación
desde los primeros años de AA. En 1945, Bill escribió en el Grapevine de AA acerca de la época en
que la universidad de Yale contrató a un miembro de AA para llevar a cabo cierta labor profesional
y Bill había estado de acuerdo en que dicho miembro abandonara su anonimato. Antes de
transcurrido mucho tiempo, la gente había empezado a confundir a AA con el programa educativo
de Yale.
Tal como cuenta Bill en AA Alcanza su Mayoría de Edad, “las Tradiciones fueron forjadas en el
yunque de la experiencia”. El anonimato es, verdaderamente, el alma de todas nuestras
Tradiciones. Es tan importante, que en el último mensaje de Bill, él nos dijo: “si me preguntaran
cuál de estas bendiciones creo que es la que mayor impacto ha tenido en nuestro crecimiento
como comunidad y es más vital para nuestra continuidad, yo diría que es el ‘Concepto del
Anonimato’”. Nuestra experiencia colectiva señala que la práctica del anonimato lleva a la
humildad, al sacrificio personal y, sobre todo, a la libertad. La afiliación conduce a la dependencia y
a ataduras que nos obstaculizan.
Hace unas pocas semanas, me vi tentado de sugerir el nombre del presidente de nuestra junta
para que fuera honrado en una cena de gala presentada por una organización nacional dedicada al
combate del abuso de alcohol y drogas. Tras reflexionar un poco, consideré que sugerir a una
persona de AA para ser honrado en tal evento era algo contrario a nuestras Tradiciones. El
propósito de la cena era recaudar fondos para permitir que esta organización continuara
realizando sus buenas obras. La persona honrada sería un elemento atrayente para la gente que
asistiría a la fiesta de gala, que lo considerarían como el abanderado de nuestra organización. Esto
me pareció que era una forma de “negociar” con el nombre de AA.
El poder, “dinero, propiedad y prestigio”, tal como se enumeran en la Sexta Tradición, son todos
instrumentos muy valiosos. Lo importante para AA es no permitir que la poderosa atracción de
estos elementos nos lleve a un desastre, por el hecho de desviarnos de nuestro propósito
primordial.
Como Comunidad anónima, AA sabe que somos como peregrinos rumbo a una meta espiritual.
Como viajeros humildes, no tenemos donde construir una ciudad duradera. El poder espiritual,
que pone de manifiesto esta actitud de confianza total en el principio de la recuperación, es la
capacidad básica de Alcohólicos Anónimos. Se trata del mismo poder que impulsa a un alcohólico
tras otro a levantarse de las alcantarillas, a salir de los hospitales e instituciones y a estrechar con
amor a la raza humana.
No se trata de una actitud racional. Pero la recuperación tampoco es un proceso racional. Es tan
irracional, que requiere alcanzar un estado diferente de consciencia. Es una inversión total de las
actitudes negativas, algo imposible de lograr antes de que un Poder Superior comenzara a obrar
en la vida del alcohólico. La no afiliación conduce a la libertad, de la misma manera que el no
beber conduce a la vida.
Todo esto está muy bien, pero ¿de qué manera se aplica esta maravillosa espiritualidad en mi vida
diaria? Quiero plantearles un desafío. Mañana mismo, o durante toda la próxima semana, traten
de experimentar la libertad del anonimato. Hagan algo bueno por alguien, y asegúrense de que
esa persona no se entere de quién fue el responsable de la acción. En otras palabras, no
establezcan ninguna afiliación con el bien de otros. Piensen un poco en este asunto. Cuéntenselo a
su mejor amigo si quieren, pero asegúrense de que la persona a quien han ayudado no lo sepa. Si
realmente quieren experimentar lo que es este poder, háganlo con alguien que no les gusta, o con
alguien con quien hayan tenido algún resentimiento.
El principio de la no afiliación es la práctica del anonimato en acción en nuestras relaciones con las
demás instituciones de nuestra sociedad. Es un resguardo para nuestra unidad y la piedra angular
de la recuperación personal.
8. Regalarlo
El programa de 12 pasos es gratuito. Hay un dicho en las habitaciones: "Para mantenerlo, debes
regalarlo, con la palabra clave" dar ".
La tradición 8 de un programa de 12 pasos dice: "Los trabajos del doceavo paso siempre deben ser
no profesionales, pero nuestros centros de servicio pueden emplear trabajadores especiales". Esta
tradición permite que las contribuciones se utilicen para servicios de apoyo, mientras que los
grupos solo brindan apoyo mutuo no profesional.
La Tradición 8 asegura que cada vez que un recién llegado acude en busca de ayuda, la recibirá de
forma gratuita. Los miembros comparten libremente su propia experiencia, fortaleza y esperanza
con el recién llegado y, al hacerlo, se ayudan a sí mismos reforzando su propia recuperación en el
proceso.
Como dice el Paso 12, "Habiendo tenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos,
tratamos de llevar este mensaje a los demás y de practicar estos principios en todos nuestros
asuntos". Hay un dicho en los grupos de 12 pasos: "Para mantenerlo, debes regalarlo", y la palabra
clave es "dar".
Muchas veces, los recién llegados al programa irán a su primera reunión esperando encontrar
profesionales capacitados que estén allí para ayudarlos. Lo que encuentran en su lugar es una
comunidad de iguales que se reúnen para el apoyo mutuo. No hay médicos, terapeutas o
consejeros, solo otros miembros que tienen o han tenido el mismo problema en sus vidas.
Eso no quiere decir que algunos de esos miembros no sean médicos y profesionales, pero dejan
sus afiliaciones externas en la puerta. Así es como funcionan los programas de 12 pasos, regalando
para mantenerlos.
La tradición 7 dice que los grupos de 12 pasos son autosuficientes a través de sus propias
contribuciones. Estas contribuciones se utilizan para emplear trabajadores especiales y mantener
la estructura del distrito, área y mundial. Esta tradición se refleja en la historia de AA cuando John
D. Rockefeller, Jr. rechazó dar una gran donación, ya que "arruinaría la cosa" y deben convertirse
en autosuficientes para tener éxito.
Muchas personas no confían en la autoridad. Esto es cierto para aquellos que quieren ser sobrios.
Ir a un consejero profesional es diferente de ir a un grupo de personas que se están recuperando.
Los grupos de doce pasos son diferentes de los servicios de recuperación profesional, y ofrecen el
apoyo que los miembros sienten al compartir y escuchar las historias de los demás. No hay
autoridad contra la cual el miembro pueda rebelarse
Las organizaciones de doce pasos a nivel nacional, estatal y regional pueden tener centros de
servicio que sirven a las becas en su conjunto imprimiendo y distribuyendo publicaciones y
calendarios de reuniones, manteniendo servicios de respuesta y otras tareas.
Estas oficinas centrales y centros de servicio muchas veces implican más trabajo que el que los
trabajadores de servicio voluntario pueden proporcionar, por lo que algunos contratan empleados
de tiempo completo o parcial para hacer el trabajo necesario para que sigan funcionando sin
problemas. La tradición 8, por lo tanto, permite que los "trabajadores especiales" sean
contratados y pagados un salario para hacer el trabajo que los voluntarios no pueden cubrir.
10. Opiniones exteriores Al evitar opiniones sobre temas externos como la política, la
reforma del alcohol o la religión, AA evitan las controversias.
11. Relaciones públicas El anonimato en los medios de comunicación protege no solo al miembro
individual, sino también a la beca como un todo. Es AA's política de relaciones públicas para atraer
en lugar de promover.
12. anonimato Un sello distintivo de los programas de recuperación de 12 pasos es la oferta de
anonimato a los participantes.