Está en la página 1de 7

China roza ya la creación de materia

 Eduardo Martínez de la Fe

10 mayo, 2021
2 comentarios
4 minutos
 
Suscríbete a nuestro boletín semanal

China avanza a pasos agigantados en la perfección de un potente láser que en 2023


será capaz de producir materia y antimateria directamente desde el vacío del espacio,
siguiendo el mismo proceso que supuestamente dio origen al universo.
La estación de luz extrema (Station of Extreme Light), que desde 2018 está desarrollando
China en Shanghái, ha conseguido avances significativos en su propósito de fabricar en
2023 láseres tan poderosos que podrían romper el espacio vacío y crear materia.

La Estación de Luz Extrema (SEL) es una instalación láser destinada a producir un láser
con 100 petavatios (PW) de potencia máxima (un petavatio equivale a mil billones de
vatios), objetivo que está previsto alcanzar dentro de dos años.

Una vez completado, el láser será el más poderoso de la Tierra, con una potencia 10.000
veces superior a la de todas las redes eléctricas del mundo combinadas y con una intensidad
10 billones de veces superior a la de la luz solar.

El láser será lo suficientemente potente como para producir materia y antimateria


directamente desde el vacío del espacio: nos permitirá observar en un laboratorio terrestre
el mismo proceso que, supuestamente, dio origen al universo.

Vacío, pero menos


Aunque en teoría es posible obtener partículas aplicando un campo eléctrico en el vacío,
hasta ahora no disponemos de tecnología para conseguirlo. Esa es la barrera que se
pretende superar con SEL.

Esta tecnología se basa en el hecho de que el vacío en realidad nunca está vacío: es como
un estanque lleno de pares de electrones y positrones (partículas de materia y antimateria)
que ocasionalmente emergen a la superficie (existencia), aunque se aniquilan entre sí tan
pronto como se forman.

Un láser podría intervenir en ese proceso y separar las partículas de materia y antimateria
antes de que colisionen. A continuación, puede conseguir que ambas emitan rayos gamma y
generen más electrones y positrones. Ese aluvión de nuevas partículas y radiación podría
detectarse cuando adquiere la densidad suficiente.

El láser habría conseguido así crear partículas y antipartículas como si hubieran surgido de
la nada: demostraría que la luz puede arrancar partículas de materia y antimateria del
espacio vacío, un fenómeno conocido como «romper el vacío».

Tema relacionado: La materia sería básicamente energía, no ondas y partículas


Instalación láser en la que trabaja China. KAN ZHAN
Nueva aceleración
Conseguirlo no es nada baladí, ya que el tema del vacío ha desconcertado a los científicos
desde hace más de 80 años.

La primera observación ocurrió en 2016, cuando un grupo de científicos consiguió observar


las propiedades cuánticas del vacío en torno a una estrella de neutrones situada a 400 años
luz de la Tierra.

Se trata de una operación muy difícil de repetir que el nuevo láser facilitará, porque creará
directamente y medirá las propiedades cuánticas del vacío, aquí en la Tierra.

Science explica al respecto que el nuevo láser podría poner en marcha una nueva forma de
acelerar partículas, tanto para la física de altas energías como para usos médicos.

Aunque todavía falta un tiempo para llegar a esa meta, los progresos conseguidos hasta la
fecha son bastante esperanzadores.

Materia y energía
Las armas nucleares ya han demostrado que es posible convertir la materia en grandes
cantidades de calor y luz, pero hacerlo al revés, convertir calor y luz en materia, es mucho
más difícil: será lo que logre el asombroso láser que se gesta en un laboratorio especial de
China.
Conseguirlo demostrará que la materia y la energía son intercambiables en cualquier
dirección, como había expuesto Einstein en  su famosa ecuación.

El milagro tecnológico será obra de la luz amplificada por emisión estimulada de radiación,
más conocida como láser: funciona estimulando electrones que emiten fotones en una
corriente de luz con una longitud de onda específica.

Cambio de rumbo
Los pulsos láser pueden potenciarse aumentando su energía o también acortando su
duración. Los esfuerzos tecnológicos se han centrado en el pasado en aumentar la energía
de los láseres.

Los científicos de China han optado por acortar el tiempo de pulso y en esa línea han hecho
progresos que, probablemente, le permitan alcanzar el objetivo pretendido: abrir al mundo
una nueva rama de la física, llamada fotónica nuclear, llena de potencialidades tecnológicas
todavía inimaginables.

Referencias
Recent Progress on the Shanghai Superintense Ultrafast Laser Facility (SULF) at SIOM.
Xiaoyan Liang, Yuxin Leng, Ruxin Li, and Zhizhan Xu. OSA High-brightness Sources and
Light-driven Interactions Congress 2020 (EUVXRAY, HILAS, MICS). OSA Technical
Digest (Optical Society of America, 2020), paper HTh2B.2.
DOI:https://doi.org/10.1364/HILAS.2020.HTh2B.2

The 1 PW/0.1 Hz laser beamline in SULF facility. Zongxin Zhang et al. High Power Laser
Science and Engineering, Volume 8, 2020, e4. DOI:https://doi.org/10.1017/hpl.2020.3
La antimateria
en el interior
del protón
Además de los tres quarks «de valencia», los protones también
contienen antiquarks de vida efímera. El experimento SeaQuest ha
determinado que un tipo concreto de ellos es más abundante que
el resto.

 Robert Gast

Representación artística del «mar» de quarks, antiquarks y gluones en el interior del protón. [Daniel Domínguez/CERN]
En el interior de los núcleos atómicos, algunas formas de antimateria
parecen ser más comunes que otras. Eso es al menos lo que acaba de
concluir un equipo internacional de físicos tras veinte años de cuidadosas
mediciones con átomos de hidrógeno, cuyo núcleo está formado por un
solo protón.

La descripción más simple del protón establece que este se encuentra


formado por tres quarks: dos de tipo arriba (up) y uno de
tipo abajo (down), las dos especies de quarks más ligeras de las seis que
existen. Sin embargo, en las inmediaciones de estos quarks «de valencia»
se generan durante breves instantes de tiempo pares formados por un
quark y un antiquark. A su vez, todas esas partículas intercambian
gluones, los mediadores de la interacción nuclear fuerte que mantiene
unidos a protones y neutrones en el núcleo atómico.

En lo que respecta a sus propiedades físicas, los antiquarks pueden


considerarse «imágenes especulares» de los quarks, por lo que también
de ellos existen seis tipos. Sin embargo, los distintos antiquarks no
parecen surgir por igual en el interior del protón. Según el nuevo trabajo,
cuyos resultados se publican en Nature, los antiquarks de
tipo abajo serían considerablemente más comunes que los de tipo arriba.

CONTENIDOS RELACIONADOS

 El último secreto del átomo


 La carga débil del protón

 Las enigmáticas propiedades de los gluones

El artículo, firmado por el físico de la Universidad de Illionois en Urbana-


Champaign Jason Dove y varias decenas de investigadores más, recoge los
resultados del experimento SeaQuest. Iniciado hace dos décadas y
ubicado en el laboratorio Fermilab, cerca de Chicago, este proyecto
persigue analizar con detalle cómo contribuye a la estructura del protón el
«mar» de partículas y antipartículas que se generan en su interior.

Para ello, los investigadores dirigen haces de protones contra dos blancos:
uno con hidrógeno líquido y otro con deuterio, un isótopo del hidrógeno
cuyo núcleo contiene un neutrón además del protón habitual. Cuando los
protones del haz tienen la energía adecuada, un quark presente en un
nucleón puede interaccionar con un antiquark presente en otro, tras lo
cual uno y otro se aniquilarán. Entre otras partículas, dicho proceso puede
acabar generando pares de muones y antimuones, réplicas pesadas del
electrón y del positrón, respectivamente.

El análisis de los muones así generados permite determinar qué especies


de antiquarks han tomado parte en el proceso. Gracias a ello, los
investigadores han inferido que el interior del protón contiene un exceso
de antiquarks de tipo abajo, los cuales serían hasta un 40 por ciento más
abundantes que los antiquarks de tipo arriba.

Si estos resultados se confirman, el hallazgo tendrá implicaciones para


otros experimentos de física de partículas, como los que se llevan a cabo
en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, en Ginebra, donde
se hacen colisionar protones a velocidades muy próximas a la de la luz.
Con todo, otros expertos llaman a la cautela, ya que los resultados del
nuevo trabajo no coinciden con los referidos en su día por la colaboración
E866/NuSea, otro experimento similar cuyos resultados se publicaron en
2001. Por ahora, los investigadores no son capaces de explicar el origen de
esta discrepancia.

Robert Gast

Referencia: «The asymmetry of antimatter in the proton»; Jason Dove et


al. en Nature, vol. 590, págs. 561–565, febrero de 2021.

También podría gustarte