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Actividad N°1: realiza una lectura con tu compañero de banco. Resalten o marquen lo que
crean importante.
Para saber cómo aparecen los distintos elementos hemos de conocer cómo se crearon todos
los núcleos a partir del hidrógeno primordial. En el origen del Universo solo se crearon
hidrógeno y algunos núcleos ligeros como el helio. Los núcleos más grandes se crearon en el
interior de las estrellas o en fenómenos violentos como las explosiones de supernovas. La
creación de núcleos más pesados que el hierro es más compleja, ya que estos núcleos no
pueden crearse por la mera fusión del combustible nuclear de las estrellas.
Para estudiar estos procesos y determinar por qué unos elementos son más abundantes que
otros se recrean en el laboratorio condiciones de temperatura y presión extremas que
reproducir las reacciones de creación de núcleos pesados.
La Física Nuclear, no sólo nos permite responder preguntas sobre cómo está formada la
materia o cómo ha evolucionado el Universo. También ha permitido el desarrollo de
aplicaciones que van desde las terapias y diagnóstico médicos, hasta la generación de
energía o el análisis de obras de arte. En la actualidad, más de la mitad de los aceleradores
de partículas repartidos por el mundo están en hospitales para usarse en Medicina.
Seguimos aprendiendo:
Energía Nuclear:
Los núcleos atómicos almacenan energía potencial nuclear. La radiactividad es la liberación
de esa energía, en forma de radiación y partículas muy veloces. Su estudio ha permitido
conocer detalles sobre las partículas más pequeñas de la materia, la generación de energía
en las estrellas y la evolución del Universo. El uso de la energía nuclear despierta muchas
polémicas, pues tiene aplicaciones tanto pacificas como bélicas y, además, puede provocar
daños ambientales.
El sol, como las estrellas, irradia enormes cantidades de energía al espacio. Cuestiones como
de donde proviene la energía del Sol y las demás estrellas, cuanto tiempo brillan y desde
cuando lo han hecho, despertaron la curiosidad de muchos científicos desde fines del siglo
XIX.
Una de las primeras hipótesis acerca de la fuente de energía solar sostenía que era de origen
químico, es decir, que era producto de la combinación de algunas sustancias, también
presentes en la Tierra. Esta hipótesis se pudo poner a prueba a partir de los cálculos basados
en la teoría de Newton, que ya se conocían en esa época: si el Sol fuera de carbón y brillara
como lo hace, duraría encendido unos 5000 años. Pero este tiempo resultaba menor que la
antigüedad estimada de muchos fósiles. Si la vida en la Tierra es posible debido a las
radiaciones solares, entonces el Sol debería ser más antiguo que la vida. Este hecho descarto
la hipótesis.
En 1854, el físico alemán Hermann von Helmholtz (1821- 1894) propuso que la energía solar
se genera debido a la contracción de la masa del Sol: así como la atracción gravitatoria hace
aumentar la energía cinética de un cuerpo que cae a la Tierra, también hace que la materia
solar caiga hacia el centro de la estrella, provocando su contracción. Al caer, la energía
potencial gravitatoria se transforma en energía térmica, y el Sol se calienta tanto que brilla
e irradia energía al espacio. Según cálculos de Helmholtz, el Sol podría proveer energía
durante 20 millones de años. Sin embargo, unas décadas más tarde, el estudio de fósiles y
rocas mostro que la Tierra era aún más antigua y, por lo tanto, también el sol debería haber
brillado desde mucho antes.
Al principio del siglo XX, aún no se había encontrado una
explicación acerca de la fuente de energía del Sol y las
estrellas. Sin embargo, con el desarrollo de nuevas
tecnología, en esa época se avanzó en la investigación de
sistemas muy veloces, como la luz, y muy pequeños como, la
estructura de la materia. Así, se descubrieron procesos, como
la fusión nuclear, que explica el origen de la energía de las
estrellas.
En 1896, el físico francés Henri Becquerel (1852-1908) descubrió que algunos minerales con
uranio emitían energía en forma de radiaciones.
Este fenómeno, denominado radiactividad, es característico de algunos átomos de gran
tamaño. El conocimiento acerca de la radiactividad fue cada vez mayor, y en 1902, el físico
neocelandés Ernest Rutherford (1871-1937) propuso que los átomos radiactivos son
inestables y se desintegran de manera espontánea y explosiva. En este proceso, desprenden
parte de su masa proyectando fragmentos con alta energía cinética. Estos fragmentos
formaban parte de la radiación que Becquerel había descubierto con anterioridad. Años
después, se descubrió que las radiaciones están formadas por rayos gamma, partículas beta
y partículas alfa
En la actualidad, se sabe que los átomos radiactivos desprenden parte de su masa en
reacciones sucesivas, y que en ese proceso se transforman en átomos nuevos con
características diferentes. Esta cadena de reacciones se detiene cuando el átomo resulta
estable.
En 1912, Rutherford descubrió que la masa del átomo se concentra en una zona central
llamada núcleo. En 1932, con el descubrimiento del neutrón por parte del físico inglés James
Chadwick (1891-1974), se completó el modelo atómico: un núcleo formado por neutrones y
protones (llamados genéricamente nucleones) rodeado por una nube de electrones. Un
protón y un neutrón tienen masa semejante y 1800 veces mayor que la masa de un electrón.
Por eso, la masa de los átomos está casi toda en el núcleo. El protón tiene carga eléctrica
positiva, de igual valor y signo opuesto que la carga del electrón; el neutrón no tiene carga
eléctrica. Por otro lado, el radio del átomo es 10 000
veces mayor que el radio de su núcleo.
En la naturaleza existen átomos de diverso tamaño. Por
ejemplo, el radio del uranio, uno de los átomos más
grandes, es 7 veces mayor que el radio del átomo más
pequeño, el hidrógeno, de 10-15 m.
Se sabe que:
Los átomos miden aproximadamente 5x10-10m.
Poseen un núcleo muy pequeño y compacto de 1x10-15 m de radio. Con carga positiva.
Las cargas positivas son protones que tienen el mismo valor que las cargas negativas pero
de signo opuesto.
Los átomos son en condiciones normales eléctricamente neutra. Por lo tanto la nube de
electrones orbitales debe poseer un número de éstos exactamente igual al número de
protones del núcleo. A este número se llama número atómico Z y caracteriza las propiedades
químicas de determinado elemento.
El número másico A=Z+N este es la masa atómica del átomo. La masa del neutrón es
ligeramente superior a la del protón. Como la masa del protón (1,67x10-24g) es 1836 veces
mayor que la del electrón, y la masa del neutrón es 1,0016 veces la del protón, el peso total
del átomo es prácticamente el peso del núcleo, que se puede expresar tomando como
unidad la u (uma, masa del protón u =1,67x10-24g). Entonces un átomo de Berilio (Be) tiene
un peso atómico de 9 u, 4 protones y 5 neutrones. Quiere decir que la masa es 9.1,67x10 -
24
=1,503x10-23 gramos.
La notación utilizada para designar los elementos químicos es 𝐸𝑍𝐴 donde E es el símbolo
del elemento, Z es un número atómico y A su número másico. Por ejemplo para el hidrogeno
y el helio escribimos: 𝐻11 𝑦 𝐻𝑒24
El número de neutrones es la diferencia A-Z. En particular el núcleo de hidrógeno no tiene
neutrones, sino solo un protón.
Se llama isótopo de un determinado elemento a un átomo que tiene el mismo número
atómico Z, pero diferente peso atómico A. Es decir, que tiene igual cantidad de protones (y
electrones), y diferente cantidad de neutrones que el elemento dado. Todos los elementos
tienen isótopos: el deuterio D 𝐻12 con el que se fabrica el agua pesada (D2O) y el Tritio 𝐻13
235
este último radiactivo. El Uranio- 235 𝑈92 usado en los reactores, es uno de los isótopos
del U-238 (tabla periódica).
Los protones, de carga positiva, se repelen intensamente por las fuerzas eléctricas (fuerza
de Coulomb), entonces, ¿Por qué se pueden mantener unidos al núcleo?
La repuesta es que entre los nucleones actúa la fuerza nuclear fuerte, que es de gran
intensidad a corta distancia y aumenta con el número de nucleones (constituyentes del
núcleo). Por esta razón es imprescindible la presencia de neutrones, que no se repelen
eléctricamente e incrementan la fuerza fuerte, para asegurar la estabilidad de un núcleo.
Cuanto mayor es el número Z de un elemento químico, hace falta cada vez más neutrones,
como puede verse al mirar los pesos atómicos A de los núcleos estables, crecientes en una
tabla periódica. Sin embargo este crecimiento tiene un límite. Porque la fuerza fuerte es de
corto alcance y se desvanece más allá de 5 F (Fermi: 1 F=1x10-15m). Por lo tanto, si aumenta
el número de nucleones, crece el radio del núcleo y se debilita la fuerza fuerte. Esto impone
un límite al número de elementos químicos estables, y explica porque no existen en forma
238
natural elementos más allá del uranio 𝑈92 (92 protones y 146 neutrones). Elementos más
pesados que el uranio, resultan inestables y se desintegran espontáneamente, es decir son
radiactivos.
A F
B I
C S
D I
E C
F A
G N
H U
I. C
J L
K E
L. A
M R
a. Lo que explica el origen de las estrellas.
b. Un átomo que tiene el mismo número atómico Z a otro, pero con diferente peso
atómico A.
c. Los átomos inestables son radiactivos, se………………………………… de manera
espontánea y explosiva.
d. La energía en un átomo se libera en forma de ………………………………..
e. Nombre que se le da a los protones y electrones.
f. Parte de la física que explica el comportamiento de la materia y de la energía a escalas
pequeñas.
g. Parte del átomo donde se encuentra la carga positiva.
h. Fuerza que se produce entre los protones en el núcleo para que ellos permanezcan
juntos.
i. Aplicación de la energía nuclear actualmente.
j. Los átomos en condiciones normales son …
k. Teoría que explica el comportamiento de la luz.
l. Una de las particular que se emite como energía en los átomos que son radiactivos.
La Radiación ambiental:
Un concepto erróneo muy común acerca de la radiactividad es que se trata de algo nuevo
o artificial. Si bien es cierto que el hombre ha logrado que los elementos emitan radiación
forzadamente, de manera artificial, la radiación ha estado siempre en el suelo, el aire en el
interior de la Tierra.
De hecho, la emisión de partículas alfa, beta o gamma (proceso conocido también como
decaimiento radiactivo) debida a procesos nucleares en el interior del planeta Tierra, es lo
que calienta el agua que sale de los géiseres y los manantiales termales. Incluso el helio con
que se inflan los globos no es más que el producto del
decaimiento radiactivo; sus núcleos no son ni más ni menos
que las partículas alfa emitidas alguna vez por núcleos
radiactivos.
Los materiales con los que se construyen las viviendas, y los
minerales y rocas que forman el suelo, contienen cantidades
importantes de isotopos radiactivos, la mayoría de ellos
poseen signos o huellas, llamadas trazas, de uranio. La fuente
principal de radiación natural es el radón-222, un isotopo del
gas inerte que tiende a acumularse en los sótanos de casas o
edificios y cuevas subterráneas. Desde allí se cuela por grietas
y orificios hasta llegar al suelo. Los niveles de radón dependen
de cada región, Aproximadamente una quinta parte de la
exposición anual de las personas a la radiación proviene de
fuentes no naturales, como televisores y tratamientos médicos.
Las dosis de radiación se miden en rads (de las siglas en inglés Radiation Absorbed Dose,
dosis de radiación absorbida). Un rad equivale a 0,01 joule de energía absorbida por un
kilogramo de material expuesto.
No toda la radiación causa el mismo daño hay radiaciones más
nocivas que otras. La unidad de medida de radiación basada en
lo dañina que puede ser a los seres vivos es el rem (por las
siglas Roentgen -en honor al descubridor de los rayos X-
Equivalent Man).
Para calcular la dosis de radiación en rem se multiplica la
cantidad de rad por un factor que depende del tipo de
radiación. Por ejemplo, 1 rad de partículas alfa tienen el mismo
efecto biológico (10 rem) que 10 rad de partículas beta.
La dosis letal de radiación mínima es de 500 rem. Una
radiografía común de tórax expone a una persona a una
radiación entre 0,005 nem y 0,03 rem. Toda la radiación que se
recibe de las fuentes naturales y de los procedimientos de diagnóstico médico es solo de 1
rem.
El 80% de esta radiación proviene de rayos cósmicos y del planeta Tema propiamente dicho.
Una fuente importante de radiación es el potasio que se ingiere. Los seres vivos cuentan con
mecanismos que les permiten reparar la mayor parte de los daños moleculares producidos
por radiación.