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LA REGLA DE ORO.

🍄🦋¿Cómo influye la Regla de Oro?


La Regla de Oro —“Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros,
así también haced vosotros con ellos” (Mateo 7:12)— es una regla general de
comportamiento que está basada en tratar a los demás como nos gustaría que nos
tratasen.
Esta enseñanza de Cristo también está presente en una de las leyes del Antiguo
Testamento: “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás
a tu prójimo como a ti mismo. Yo el Eterno” (Levítico 19:18). Dios es el mismo tanto en
el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Aplicar o no la Regla de Oro tiene un impacto directo en cómo Dios responde a
nuestras peticiones.
El relato paralelo a Mateo 7 del evangelio de Lucas nos da más detalles que lo
comprueban: “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis
condenados; perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará; medida buena,
apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma
medida con que medís, os volverán a medir” (Lucas 6:37-38). En otras palabras, Dios
espera ciertas cosas en nuestro trato hacia los demás si queremos recibir bendiciones
de su parte.
Una vez más vemos que nuestro trato hacia los demás determina la manera en que
Dios nos tratará a nosotros, incluyendo su generosidad para bendecirnos.

🌷La obediencia a Dios debería ser la respuesta lógica a su amor y a todo lo que él ha
hecho y hace por nosotros. 🌷Una vida de obediencia a Dios es una vida con un
fundamento sólido, capacitada para enfrentar las tormentas de la vida sin derrumbarse
por completo. ¿Quieres que tu vida sea así? Vive en obediencia a Dios. 🌷 Si obedeces
al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre...
(Deuteronomio 28:2) 🌷CLUSION: Obedecer a Dios no es fácil, nuestra naturaleza
siempre presentara resistencia, pero si logramos sujetar esta carne para que se someta
a Cristo. Descubriremos que la recompensa en mucho mayor que cualquier sacrificio.
🌷 El camino de la obediencia es un camino recto, trazado y dirigido por Dios. Seguirlo
requiere determinación, un compromiso real y continuo. Puede que te parezca muy
sacrificado y sí, en ocasiones lo es. Pero la recompensa es grande: ¡vida! Encontrarás la
verdadera vida cuando permitas que Dios guíe tus pasos.🌷 Le contestó Jesús: El que
me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él.
(Juan 14:23)
¿Amas a Dios? ¡Querrás obedecerlo! Es tan sencillo como eso. Y al mostrar tu amor a
Dios por medio de la obediencia sentirás dentro de ti la convicción de su presencia.
Vivir conforme a la voluntad de Dios te hará más sensible a su presencia y a su amor.
Esto es así porque quitarás del medio las consecuencias del pecado y el sentido de
culpabilidad que vienen como resultado de la desobediencia.

Con mucho gusto doy respuesta a tu pedido. TRANSFIGURACION DE JESÚS. Como una
semana después que Jesús les había dicho claramente a Sus discípulos que Él iba a
sufrir, a ser muerto, y resucitado a la vida (Lucas 9:22). “Jesús tomó consigo a Pedro, a
Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Mientras oraba, la apariencia de su rostro se
hizo otra, y su ropa se hizo blanca y resplandeciente….” Aparecieron Moisés y Elías y
hablaban con Jesús acerca de Su muerte que pronto tendría lugar. Pedro, no sabiendo
lo que decía y estando muy asustado, ofreció armar tres enramadas para ellos. Esto es
indudablemente una referencia a las enramadas que se utilizaban para celebrar la
Fiesta de los Tabernáculos, cuando los israelitas habitaron en tiendas durante 7 días
(Levítico 23:34-42). Pedro estaba expresando su deseo de quedarse en ese lugar.
Cuando una nube los envolvió y una voz dijo, “Este es mi Hijo, mi Escogido; a Él oíd.”
La nube se levantó, Moisés y Elías desaparecieron y Jesús estaba solo con Sus
discípulos, quienes aún estaban muy atemorizados. Jesús les advirtió que no dijeran
nada a nadie de lo que habían visto, hasta después de Su resurrección. Las tres
narraciones de este evento se encuentran en Mateo 17:1-8; Marcos 9:2-8, y Lucas 9:28-
36.

Indudablemente, el propósito de la transfiguración de Cristo en al menos una parte de


Su gloria celestial, fue para que el “círculo íntimo” de Sus discípulos, pudieran tener
una mayor comprensión de quien era Jesús. Cristo experimentó un cambio dramático
en Su apariencia, con el fin de que los discípulos pudieran percibir Su gloria. Los
discípulos, quienes solo lo habían conocido en Su cuerpo humano, ahora tenían una
mayor conciencia de la divinidad de Cristo, aunque no podían comprenderla
plenamente. Eso les dio la seguridad que necesitaban después de escuchar las terribles
noticias de Su inminente muerte.

Simbólicamente, la aparición de Moisés y Elías representaba la Ley y los Profetas. Pero


la voz de Dios desde el cielo – “¡A Él oíd!” – muestra claramente que la Ley y los
Profetas deben cederle el paso a Jesús. Aquel que es el nuevo camino vivo que
reemplaza el antiguo; Él es el cumplimiento de la Ley y las incontables profecías en el
Antiguo Testamento. También, en Su forma glorificada, ellos vieron un atisbo de Su
futura glorificación y entronización como Rey de reyes y Señor de señores.

Los discípulos nunca olvidaron lo que sucedió ese día en el monte y sin duda este fue
el propósito. Juan escribió en su evangelio, “Y vimos su gloria, gloria como del
unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1:14). Pedro también escribió
sobre ello, “No seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos
oculares de su majestad. Pues cuando El recibió honor y gloria de Dios Padre, la
majestuosa Gloria le hizo esta declaración: Este es mi Hijo amado en quien me he
complacido; y nosotros mismos escuchamos esta declaración, hecha desde el cielo
cuando estábamos con El en el monte santo.” (2 Pedro 1:16-18). Aquellos que fueron
testigos de la transfiguración, testificaron de ello a los otros discípulos y a incontables
millones a través de los siglos.
Dios que es perfecto plan tenía también un plan perfecto a través del cual vendría a la
tierra no solo para hacer grandes prodigios y milagros sino también para cumplir la
promesa del nuevo pacto que Dios hizo con su pueblo. 🌷NECESIDAD DE UN
SALVADOR. Necesitamos un Salvador porque Dios planea que le demos gloria (Isaías
43:7) y que disfrutemos de Su comunión para siempre (Salmo 27:4). Él desea
conformarnos a la imagen de Su Hijo (Romanos 8:29).
La necesidad de un Salvador. En resumen, Dios tiene un plan. Es perfecto, y Él no
cambiará de opinión para llevarlo a cabo. Sin embargo, Su plan involucra a los
humanos, y somos pecadores hasta la médula. Puesto que Dios es santo, no puede
tolerar la presencia del pecado, y, a menos que de alguna manera nos limpie, es
imposible que Él lleve a cabo Su plan eterno con nosotros. La solución de Dios: ofrecer
el sacrificio perfecto, una vez y para siempre, para limpiarnos del pecado y
reconciliarnos con Él. Esto lo hizo con Su Hijo en la cruz. Necesitamos un Salvador
porque no podemos salvarnos a nosotros mismos. Necesitamos un Salvador porque,
sin Cristo, somos considerados como "sin esperanza y sin Dios en el mundo" (Efesios
2:12). El hecho de que Jesús muriera en la cruz es prueba suficiente de que
necesitamos un Salvador.

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