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CONDICIONES AMBIENTALES PARA EL ESTUDIO

Las condiciones ambientales para el estudio tienen que ver con el lugar de
estudio, la iluminación, la temperatura, los ruidos, ventilación, mobiliario y postura.
Los factores ambientales son todos los elementos externos que inciden, para bien
o para mal, en la calidad de tus estudios.
Entre estos factores se encuentra la organización para el estudio, es decir, la
disposición ordenada de los elementos que componen el acto de estudiar: lugar,
mente y tiempo.
a) ORGANIZAR EL LUGAR
Se refiere a las condiciones físicas del lugar de estudio. El espacio debe ser
silencioso, iluminado, aislado de ruidos, tranquilo y sin distractores. Los factores
externos influyen en el éxito del rendimiento. En lo posible trata de estudiar con luz
natural y con buena ventilación, ya que la renovación del aire favorece la
oxigenación del cerebro y aumenta la atención. Tu escritorio debe contener todo lo
que vas a necesitar. Esto evitará que deba perder tiempo buscando lápices o
libros. Por último, tu silla debe ser cómoda, y permitirte apoyar los pies en el suelo
y la espalda en el respaldo. Al apoyar el antebrazo en la mesa favorecerás una
muy buena postura.

Es importante cuestionarse lo
siguiente: ¿Podría estudiar en
cualquier sitio?, ¿todos los sitios son igual
de aconsejables? ¿Qué favorece
más la concentración y qué menos? Hay
una creencia bastante extendida de que el mejor lugar es tu propia habitación
personal. Ahora que sabemos cada vez más cómo forman los hábitos en nuestro
cerebro, deberíamos cuestionar radicalmente esta creencia.

¿Qué ventajas tiene estudiar en tu habitación? Es un lugar donde me puedo sentir


cómodo, protegido, donde es más fácil manejar las condiciones de iluminación,
temperatura, etc. a mi antojo. Un lugar que conozco me da seguridad. Relajación a
la hora de estudiar. Pero, ¿necesitamos estar tan cómodos y relajados para
estudiar? ¿O es mejor cierta tensión?

Para que el estudio sea eficaz, nuestro cerebro tiene que crear una asociación
entre el estudio y la habitación. Esto tiene un problema. El problema es que
nuestro cerebro es una máquina de crear hábitos. Las señales del entorno
desencadenan hábitos que tenemos arraigados. Así, mi habitación está asociada
a una serie de señales arraigadas durante años. Normalmente, nuestra habitación
está asociada a una serie de señales que desencadenas rutinas que nada tienen
que ver con el estudio. Que en nada favorecen el estado que requiere el estudio,
sino más bien lo contrario. Estamos rodeados de señales que nos distraen porque
inconscientemente el cerebro busca que respondamos a esas señales.
¿Cuál es la manera de resistirse entonces, a esas señales? Esa es la gran
pregunta. La respuesta es: no hace falta. No hace falta ir en contra de tu voluntad.
Piensa que toda la energía que gastas en tener fuerza de voluntad, la deberíamos
aplicar al estudio.
¿Qué hago entonces? Muy fácil. Puedo
eliminar las señales. O puedo cambiar
de ambiente.

La visión de la cama nos incita al


descanso. La exposición a la TV o el PC
nos incita al ocio. Puede ser difícil eliminar como señal la cama, pero seguro que
puedo cambiar de ubicación portátiles, móviles y cualquier otro elemento de ocio
que yo intuya que sea un distractor potente. En la medida de lo posible, se trata de
modificar tu ambiente habitual para que no parezca tu ambiente habitual. A veces,
la simple modificación de la ubicación de tu escritorio y silla puede ayudarnos a
engañar a nuestro cerebro.

Si nada de esto te parece posible, entonces lo mejor es cambiar de ambiente. Lo


ideal es algo que sé que en la mayoría de los hogares quizá no es posible: tener
un lugar de la casa dedicado exclusivamente al estudio. Pero tenemos otra opción
muy buena: la biblioteca. La biblioteca es un mosaico de señales que incitan al
estudio. La razón es sencilla: también otras personas están estudiando. Es un
lugar asociado a la lectura, el saber y el estudio. Por supuesto, esto no te
garantiza que te vayas a sentir a gusto inmediatamente en un lugar que no es el
tuyo, pero podemos probar. Quien mejor puede acabar deduciendo qué es lo te va
mejor eres tú, mediante ensayo y error, probando distintas cosas. Pero recuerda la
idea fundamental: estudiar en un sitio que tengo asociado a múltiples distractores,
no es la mejor opción.

b) ORGANIZAR LA MENTE
Significa tener una idea básica del tema, ir de lo general a lo particular. Recuerda
que no se puede aprender una materia si previamente no se conoce la
organización y forma en que éste se organiza. Los contenidos adquieren
significado cuando se descubre la relación entre todos ellos.

Existen cinco formas de


organizar la información en
los textos:
 Por comparación
 Por problema/solución
 Por causalidad
 Por descripción
 Por secuencia 
c) ORGANIZAR EL TIEMPO
Significa adaptar el tiempo tanto al trabajo que se va a realizar, como a las
características propias de cada persona. Una adecuada planificación hace posible
distribuir equilibradamente la jornada diaria y semanal para completar todo el
trabajo escolar, facilita la concentración gracias a la creación de hábitos, y permite
aprovechar el tiempo libre para la recreación.

Es importante que te comprometas con un


horario donde distribuyas el tiempo
en función de las actividades. Tu Plan
de Estudios debe hacerse en forma racional y eficiente. 
Pero no por eso debes descuidar el tiempo libre o de recreación. El descanso, la
diversión, el desarrollo personal y las obligaciones familiares y sociales son
impostergables. 
“De ti depende tener una percepción positiva de tu labor, lo que te convertirá en un
muy buen estudiante”

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