Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Capítulo I - El detonante
Tesis y punto de partida de la investigación
Capítulo - I El detonante
• El detonante
• El retorno a cero
Recadi_online@geocities.com
Agustin@eldish.net
Capítulo I - El Detonante
- Hay que poner las cosas en su sitio, porque le hace mucho daño
a la democracia que se ponga en tela de juicio y se maltraten
instituciones de las cuales depende el Estado de Derecho en Venezuela.
Pero a partir de 1986, se inicia una política expansiva del gasto
fiscal, lo que estimula una expansión de las importaciones beneficiadas
con el mantenimiento de un tipo de cambio controlado (14,50), muy
por debajo del prevaleciente en el mercado libre de divisas, es decir,
determinándose una amplia brecha cambiaria.
En otras palabras, el Ejecutivo (Lusinchi) no debió permitir
que fuese más rentable la especulación con el dólar que su inversión en
bolívares en el país.
Los pocos humanos que todavía tenían que ver con Recadi
eran: funcionarios de la guardia nacional que mantenían tomadas las
instalaciones y los archivos bajo resguardo, y algunos empleados (les
decían los sobrevivientes) que apoyaban a Diputados y asesores de la
comisión del Congreso que investigó lo que allí ocurrió.
Luego nos enteramos, por otra vía, del regaño que le metió la
Ministro de Hacienda, Eglée Iturbe de Blanco, a la liquidadora Eva
Morales. Lo cierto del caso es que una cuadrilla de empleados de
Hacienda entró a los días para poner el mobiliario en una situación más
ordenada. De esto nos dimos cuenta cuando en otra oportunidad, sin
ningún inconveniente para entrar, regresamos a Recadi -por invitación
del diputado Roseliano Ojeda- algunas semanas después. Fue cuando
vimos personalmente, por primera y última vez, al Juez Instructor
Especial del Caso, Luis Guillermo La Riva.
Capítulo V – El Vacío de la Justicia
Este último nos confió alguna vez que Nieves fue su informante y
por eso, entre otras cosas, lo habían matado, tirándole una gandola en
sentido contrario en la mencionada carretera Soledad-El Tigre.
Toda vez que no sólo se excedieron fuera del presupuesto con las
aprobaciones otorgadas, sino que también no existía, en las arcas del
tesoro, la suficiente cantidad de dólares para cubrirlas, con el
consiguiente riesgo que en contra de la Nación se interpongan
reclamos por todos aquellos importadores a los cuales les aprobaron
dólares preferenciales con o sin cupo, como es el caso de la demanda
introducida por ante la Corte Suprema de Justicia por el Consejo
Venezolano de la Industria (Conindustria), solicitando la nulidad de la
reforma al Convenio Cambiario donde se establece la forma cómo el
Ejecutivo por falta de liquidez de nuestras reservas, puede cancelar las
cartas de crédito para las importaciones causadas.
- ¡Bueno! - dijimos.
- Con el Licenciado Agustín Beroes -le reconocimos la voz a
Orlando Fernández.
- ¿De parte de quién?
- De Orlando Fernández Medina.
- Agustín Beroes hablando -volvimos a replicar.
- Esta tarde van a allanar la sede del Consorcio Capricornio en el
edificio Onix de El Rosal. Le paso esta exclusiva, para que se luzca
mañana.
- Okey, gracias Diputado. Nos vemos - click.
Cuando todo parecía indicar que no pasaría nada, toda vez que
las apelaciones interpuestas sobre los casos elevados al tribunal de
alzada por el Juez Instructor Especial del caso, Luis Guillermo La Riva,
estaban siendo revocadas y cerradas las averiguaciones por otros
tribunales de Primera Instancia con competencia en Salvaguarda, el
Superior anunció su medida, acompañada con las consiguientes
prohibiciones de salida del país.
Las fechas de estas dos cartas enviadas por Ibáñez fueron las
siguientes: una, el 27 de noviembre de 1986, dirigida a Manual Azpúrua
Arreaza, aludiendo las instrucciones del Presidente Lusinchi, y la otra,
el 18 de mayo de 1987, sin comentar la referencia presidencial, dirigida
a Ana Teresa Herrera, directora encargada de Recadi. A ésta le pidió:
Altamente le agradeceré la atención que le dispense el caso tratado, e
igualmente informar a esta Secretaría Privada, para hacerlo del
conocimiento del interesado.
Agregando:
- Pero ratifico mi posición de principios, según la cual es
contraproducente que Finol concentre la triple condición de miembro
del CEN, diputado y factor principal de empresas que tienen relaciones
directas con el Estado... En cuanto a Luis Guevara, a quien no se le
conocen relaciones comerciales precisas, pero de quien mucho se dice
que de una u otra forma, personalmente o por interpuestas personas,
ha incrementado su patrimonio en forma súbita e inexplicable.
- Sin duda que en el Caso Recadi hay cosas muy graves -remató
-, pero es bueno señalar que cuando se sindica o se acusa a alguien, no
se debe reaccionar violentamente contra sus acusadores. Lo correcto, lo
que debe hacerse, es demostrar que esas acusaciones son falsas y
mientras no se demuestre eso, quedará en entredicho ante la opinión
pública o como se hace con los animales enfermos, hay que colocarlos
en cuarentena.
Luego, unos días más tarde, dirigentes nacionales como el
mismo Luis Piñerúa Ordaz, Carlos Canache Mata, Reinaldo Leandro
Mora, Lilian Arvelo y Armando Sánchez Bueno, coincidieron en que el
Tribunal de Etica de Ad, convenido en la última modificación de los
estatutos para sustituir a la vieja Comisión de Etica en 1985, estaba
pendiente y la gravedad de las denuncias no admitía más demoras en su
integración.
- Hay que reconocer con dolor, pero con firmeza, que ha habido
dolo contra los recursos de todos los venezolanos... No es cierto que
todo empresario sea sospechoso de corrupto, o que todo funcionario
público tuvo que ver con la asignación de dólares preferenciales sea un
delincuente, o todo el que tuvo que ver con Recadi sea una persona
descalificada. Comprendo la preocupación de ustedes, pero no puedo
entender el maniqueísmo que significa presuponer que todos los
empresarios son inocentes y que todos los políticos son culpables.
Tampoco lo contrario.
Esto fue lo que permitió concluir, sin lugar a dudas, que las
operaciones de la empresa Caleb Brett International LTD tenían un
origen fraudulento, por cuanto la firma comercial Caleb Brett Intertek
que solicitó la designación como empresa verificadora, era distinta a la
Caleb Brett Venezuela C.A. (la de Livio) que da conformidad a la
asignación aprobada por el gobierno, pero quien dio la cara en la
ejecución de las operaciones de verificación fue la de Villa, Caleb Brett
International LTD.
-! Qué vaina tan buena ¡Los de las verificadoras son presos tuyos
y los chinos son míos!
Como Alfredo Paúl Delfino había dicho que todos los jueces eran
unos ladrones, La Riva lo mandó a arrestar por 36 horas. Entonces
tenía presos a dos Amos del Valle.
Sobre este tema cabe una reflexión. Los partidos políticos y sus
dirigentes tendrán que hacer lo propio, pues una de las contradicciones
fundamentales que está planteada en el seno de la sociedad venezolana
actual -y que se acentuará más y muy rápido en los próximos años- es el
distanciamiento real que existe entre el ideario y los líderes
tradicionales de la política, con la cada vez más inmensa legión de
independientes y jóvenes que hoy constituyen una clara mayoría
silenciosa en Venezuela.
Se adiciona lo siguiente: