Está en la página 1de 7

ACTIVIDAD 4 – EVALUATIVA

LEGISLACIÓN EN RIESGOS LABORALES


ESTUDIO DE CASO 2

LILIANA PAOLA GOMEZ FORERO

DOCENTE
PABLO CESAR GAVIRIA

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS


ESPECIALIZACIÓN EN GRL
PRIMER SEMESTRE
BUCARAMANGA
2020
INTRODUCCIÓN

El objetivo principal de este caso práctico numero 2 es leer y analizar la sentencia T-134/3, revisar

cuáles son las fallas que se presentaron al realizar el fallo de cada una de las partes involucradas tales

como la empresa COOPSERVAR, la ARP POSITIVA; estudiando a fondo la evolución de la seguridad y

salud en el trabajo y con ella su respectiva legislación, para dar solución a este caso de acuerdo con la

normatividad colombiana.
DESARROLLO DEL CASO

El caso es el siguiente la señora Ana Ilda Gallo Pasachoa es madre cabeza de familia de 8

menores de edad que quedan huérfanos; a causa de la muerte del padre y su esposo e hijo mayor quienes

se encontraban trabajando para la Cooperativa Multiactiva de Servicios Varios COOPSERVAR LTDA,

como mineros; la señora inicia tramites e interpone Acción de tutela en contra de la ARP Positiva

Compañía de Seguros S.A., la Cooperativa Multiactiva de Servicios Varios COOPSERVAR LTDA y las

Minas Palo Blanco y El Uvo, por Pensión de Sobrevivientes, debido a las circunstancias que estaban

pasando sus hijos y ella después del fallecimiento de estos; ya que ellos eran los encargados del sustento

de la familia.

EVALUACIÓN DEL CASO

De los antecedentes expuestos se tiene que en el caso de la señora ANA ILDA GALLO

PASACHOA en su calidad de viuda y de madre cabeza de familia de ocho menores de edad, instauró

acción de tutela contra POSITIVA por considerar vulnerados sus derechos fundamentales y los de sus

hijos, al mínimo vital, a la vida digna y a la seguridad social, al haberle sido negado el reconocimiento de

las pensiones de sobrevivientes por la muerte de su esposo e hijo mayor, quienes fallecieron mientras

trabajaban como mineros en el municipio de Socotá-Boyacá. Por su parte, los señores Rodríguez (esposo)

y Juna Alejandro Gallo (hijo mayor), se encontraban afiliados al SRP a través de la mencionada ARP

como dependientes de COOPSERVAR, quien en virtud de un convenio suscrito con las minas Palo

Blanco y El Uvo, les suministraba personal para las labores propias de la minería.

Así las cosas, la negativa de POSITIVA al reconocimiento de los derechos pensionales se

fundamenta principalmente en que al momento de los accidentes que respectivamente les causaron la

muerte a los familiares de la demandante, éstos se encontraban en un lugar distinto al de las oficinas
principales de la Cooperativa, por lo que era posible entender que se encontraban bajo la subordinación de

un tercero. De esta forma, al considerar que la entidad que lo afilió al SRP era distinta de aquella para la

que estaban trabajando, concluyó que el incidente se encontraba fuera de su cobertura. Finalmente, con los

documentos aportados al proceso se pudo establecer que la afiliación al sistema si se dio.

También es procedente revisar que en este caso hay una doble necesidad de especial protección

desde el punto de vista constitucional, ya que se están vulnerando y están en juego los intereses

principales de ocho niños y de una madre cabeza de familia; es clara la necesidad ya los salarios que

recibían su esposo e hijo eran la única fuente de ingreso del núcleo familiar por lo que ante su ausencia; su

subsistencia y la de sus hijos se encuentra gravemente comprometida, generando así una amenaza al

mínimo vital en ambos casos.

Es de señalar que la respuesta dada a la demandante, en el informe de contestación de la acción

de tutela, con el argumento de fondo de POSITIVA para negar las respectivas pensiones se basó

exclusivamente en que al momento de la muerte, tanto el esposo, como el hijo, se encontraban laborando

para un tercero distinto a quien los había afiliado al SRP, cosa que quedó probada ya que la muerte tanto

del señor Alberto Rodríguez como de Juan Alejandro Gallo se dio por desprendimiento de roca en las

minas, primero el hecho ocurrió de repente y segundo ellos estaban realizando labores por instrucciones

de COOPSERVAR en virtud del “contrato individual de trabajo de prestación de servicios” que cada uno

firmó con esta compañía.

Ahora el incidente que les generó la muerte a ambos mineros no hay duda de que le trajo

consecuencias negativas de estabilidad e integridad a la familia, pues quedaron desprotegidos y sin

ninguna ayuda, estando el señor Rodríguez en calidad de cotizante, y la demandante en calidad de

beneficiario el artículo 47 de la Ley 100 de 1993 contempla como legitimados para reclamar la pensión de

sobrevivientes a la cónyuge mayor de treinta años o menor de esa edad que hubiera tenido hijos con el

causante, y a los padres dependientes del hijo que fallece., hecho que fue probado con los documentos
aportados por la demandante quedando demostrado vínculo matrimonial entre el señor Alberto Rodríguez

y la demandante, así como que de su unión surgieron ocho hijos.

Por esta razón, la exigencia se encuentra acorde en lo que respecta al esposo. En cuanto a Juan

Alejandro Gallo, la condición de beneficiario requiere que quien fallece no tenga cónyuge, compañero o

compañera permanente, ni hijos con derecho, y que exista dependencia de quien reclama la prestación.

Respecto a los vínculos señalados, no se evidencia que se indique que existe un tercero con mejor derecho

que el que manifiesta la demandante.


CONCLUSIONES

Podemos establecer que, bajo la normatividad de la legislación colombiana, el ejercer el derecho a

la tutela es un deber de todo ciudadano, ya que en caso de que sienta que sus derechos son vulnerados

puede acudir a ella, en donde el Estado debe garantizar un mínimo de justicia a quien acude a estas

instancias para realizar reclamaciones; que a su criterio le ayudaran a realizar equidad cuando no se está

teniendo en cuenta sus derechos.

Que el desconocimiento de los procesos y las normas hace que muchas veces los procesos se

dilaten y las entidades involucradas en los hechos no respondan a sus responsabilidades con los afectados.

Para Colombia es hoy más que nunca necesario contar con organismos dispuestos a proteger de forma

minuciosa los derechos emanados de la dignidad humana, ya que vemos como diariamente por sentencias

muy a la ligera vulneran los derechos y el más poderoso en ocasiones violenta la integridad del ser

humano en su dignificación, y derechos vitales.

La Constitución aunque no contempla un derecho la subsistencia, este se puede incluir como

derechos a la vida, a la salud, al trabajo y a la asistencia o a la seguridad social, ya que la persona requiere

de un mínimo de elementos materiales para subsistir, esto garantiza la dignificación de la persona y el

libre desarrollo de su personalidad.


BIBLIOGRAFIA

Colombia. Corte Constitucional. Sentencia T-426 de 1992. (24 de junio de 1992).

Colombia. Congreso de la República. Ley 1562 del 11 de julio del 2012: por la cual se modifica el Sistema
de Riesgos Laborales y se dictan otras disposiciones en materia de salud ocupacional. (11 de julio de 2012).

Colombia. Corte Constitucional. Sentencia T-134/13. (2013).

También podría gustarte