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Astrit Romero Guerrero., Martha Guzmán Gaviria., Yovanna Jiménez., Yony Alveiro López., y
Christian Daniel Porras.
Estudiantes Programa de estudio en psicología. Politécnico Grancolombiano
Carlos Toro1
Introducción
cual en la última década se ha incrementado la migración sin precedentes, está teniendo impactos
significativos en las áreas receptoras, particularmente pronunciados por las difíciles condiciones
significativas en las instituciones, los sistemas de provisión de servicios, el mercado laboral y las
dinámicas sociales de las áreas receptoras, Las áreas con alta concentración de migrantes y retornados
como proporción de su población local registran impactos más significativos en todos los sectores
evaluados, poblaciones específicas, como los trabajadores no calificados y los usuarios de los
hospitales y escuelas públicas, están siendo afectadas de forma desproporcionada, ya que son quienes
compiten directamente con los migrantes por oportunidades de trabajo y acceso a servicios toda esta
situación nos genera muchos conflictos en la sociedad receptora como se menciona anterior mente
En educación se puede precisar ciertas características que afectan a esta población, Los
demanda educativa con insuficiencia en la oferta; en el tema de la salud se puede precisar que
Quienes no están afiliados a salud solo pueden acceder a servicios de urgencias. Los
seguridad son vulnerados ya que Falta de leyes con enfoque de derecho; se presenta
el acceso a la justicia se asocia con la judicialización y el temor a ser deportados. A esto hay
Análisis de los elementos para avanzar hacia el estudio de las causas del conflicto.
Se pretende utilizar los siguientes elementos para avanzar hacia las causas del conflicto:
receptora) y multitemporales (de corto, mediano y largo plazo). Esto implica usar un enfoque
de desarrollo territorial de áreas receptoras, dando respuesta no solo a impactos del proceso
los impactos negativos en la población local, esto implica apoyar a quienes han sido
sus niveles de vida. Para esto, se requiere implementar programas que permitan reforzar el
sistema de protección social, generando mecanismos de apoyo para las poblaciones
xenofobia y exclusión. Monitorear el proceso migratorio: lo que permite ajustar las políticas
públicas en el tiempo, a medida que los impactos del proceso migratorio evolucionan.
Pregunta de investigación
Objetivos
Objetivo general
Santander.
Objetivos específicos
✔ Conocer cuáles fueron los acontecimientos políticos y económicos que sirvieron como primer
sectores.
✔ Proponer una posible solución donde existan condiciones para el desarrollo de una vida
Venezuela, por Fernando Mudarra Y Orlando Ortiz, informan. Este punto de la geografía colombiana
es el epicentro de la entrada de población venezolana en los últimos años. En Colombia existen ocho
pasos fronterizos oficiales, tres de ellos en el departamento de Norte de Santander, de los cuales el
principal es el puente Simón Bolívar, ubicado en Villa del Rosario de Cúcuta. Del total de la
población migrante que ingresa por los puestos fronterizos terrestres, el 94% entra por aquí, lo que
hace que sea el punto de paso más transitado de todo el territorio colombiano.
Cúcuta es el municipio que concentra al mayor número de población migrante que ingresa al
departamento de Norte de Santander: el 58,6% del total. Por Villa del Rosario entran diariamente
alrededor de 35.000 personas, de las cuales un 89% corresponde a población pendular, es decir, que
ingresa y regresa a Venezuela bien en el mismo día o máximo en los dos o tres días siguientes para
abastecerse de alimentos, medicinas y/o visitar a familiares. El resto, un 11%, no retorna a Venezuela,
sino que son migrantes con vocación de permanencia o en tránsito hacia otros países, especialmente
Ecuador y Perú. Además, hay que anotar que en Norte de Santander existen más de 74 trochas [pasos
fronterizos informales] cuyo flujo migratorio se desconoce, lo que hace que las cifras oficiales queden
realmente subvaloradas.
Lo visto en esta visita merece ser contado; y no se trata de tomar postura respecto al debate
internacional sobre la situación política de Venezuela. Lo analizo desde el punto de vista de una ONG
que está actuando frente a una crisis humanitaria motivada en parte por la falta de solución política y
auténtica emergencia. Porque esto es lo que realmente nos interesa, que la ayuda llegue a quien más
en Cúcuta, habría que utilizar dos palabras: dimensión y gravedad. Respecto a la primera, estamos
asistiendo a uno de los mayores flujos forzados de personas que existe actualmente en el mundo.
Según las estimaciones de la ONU, a finales de 2018 ya habían salido 3,4 millones de venezolanos y
venezolanas de su país. Una cifra cercana a la que está produciendo el conflicto armado en Siria, y
superior a la que se genera desde Sudán del Sur o Etiopía. Y lo más grave, se espera que en 2019
salgan otros dos millones, elevando la cifra a 5,3 millones de personas desplazadas.
Gobierno, en enero de 2019 había casi 1,2 millones viviendo en diferentes ciudades del país. El
destino más deseado es Bogotá, pero muchos de ellos se quedan en Cúcuta o Villa del Rosario
(ciudad colindante) para estar más cerca de los familiares que dejaron atrás o, simplemente, porque
no tienen información ni medios para buscar otros destinos dentro o fuera de Colombia.
Este número de personas ha impactado de manera evidente en el día a día de este territorio y
transformado su actividad y dinámica. En estos momentos, según el Grupo Interagencial sobre Flujos
Migratorios Mixtos (GIFMM) de Cúcuta, del que forman parte 45 organizaciones de desarrollo —
entre ellas Ayuda en Acción— y agencias de Naciones Unidas, diariamente se sirven 20.000 comidas
calientes en la red de albergues y centros de atención distribuidos por la zona. Se han tenido que
reforzar igualmente los servicios de atención médica primaria, vacunación, planificación familiar,
acceso a agua potable y duchas, espacios seguros para niños y niñas, así como los puntos de
orientación e información para personas que llegan caminando con lo puesto, en muchos casos sin
saber hacia dónde dirigirse. Nuestra organización forma parte de este esfuerzo, atendiendo
alimenticias cubrimos en un comedor ubicado en el barrio José Bernal (una de las principales zonas
mejoren la convivencia y la integración de la población migrante. Todo ello gracias a la alianza con la
La situación es cada vez más grave. Unido a la población que ya ha salido de Venezuela y malvive
como puede en Norte de Santander, se calcula que 2.000 personas más entran diariamente a Colombia
con intención de no regresar a su país. Esta cifra disminuyó a comienzos de año por las expectativas
de cambio en la situación política interna de Venezuela. Sin embargo, en las últimas semanas ha
vuelto a aumentar considerablemente y, según Naciones Unidas, se espera una nueva avalancha
debido a las consecuencias provocadas por los cortes de energía eléctrica y agua. Además, el perfil de
estas personas es cada vez más vulnerable. De ser una población principalmente compuesta por
adultos (hombres y mujeres) buscando fuentes de ingresos que les permitan enviar dinero a sus
familiares, ahora llegan también familias enteras con menores de edad o mujeres solas embarazadas
después de haber caminado durante muchos días desde ciudades limítrofes, la cercana Valencia o
desde Caracas.
La realidad de estos migrantes se ha visto además agravada por el cierre de los pasos fronterizos,
que solo se abren unas horas al día para que transiten personas enfermas o escolares venezolanos que
acuden a colegios colombianos. La falta de pasos oficiales habilitados les empuja a utilizar alguna de
las veinte trochas informales que conectan con la cercana ciudad de San Antonio del Táchira en
Venezuela. Pasar por estos senderos supone exponerse a la extorsión y vejaciones infringidas por los
grupos que los controlan, entre los que se encuentran actores armados ilegales, clanes dedicados al
del Catatumbo, donde los acuerdos de paz no han tenido ningún efecto para frenar la actividad
relacionada con el narcotráfico, el robo de hidrocarburos, las extorsiones, los secuestros y asesinatos
grupos todo su dinero o cualquier cosa de valor que lleven consigo como ropa, zapatos o teléfonos.
Llegan en la más absoluta pobreza; sin maleta, sin haber comido en días, con los pies destrozados y
mujeres y niñas o reclutar a los más jóvenes para engrosar las filas de estos grupos delictivos. Es un
hecho que estos cruces irregulares han incrementado los riesgos asociados a la trata de personas, sin
Asimismo, está creciendo el número de personas en situación migratoria irregular. De los más de
un millón de migrantes venezolanos actuales, un 41% ya está en esa situación por haber superado el
tiempo de permanencia en Colombia o por haber entrado sin autorización. Se trata de personas que en
muchos casos no tienen documentación por no haber podido pagar un pasaporte antes de salir o que
no han obtenido ningún tipo de permiso al entrar. Entre este grupo se encuentran también
colombianos y colombianas que migraron a Venezuela en los años 80 y 90, que “compraron” una
identidad venezolana, cambiaron en muchos casos su nombre y llegan ahora a un país que no les
reconoce. Y es especialmente grave la situación de los niños y niñas apátridas que han nacido en
En definitiva, Cúcuta, Norte de Santander, Colombia y toda América Latina enfrentan una crisis
personas enorme tanto en Colombia como en otros países de la región y seguir prestando alivio a los
que siguen llegando, cada vez en condiciones más extremas. Sin obviar las consecuencias que esta
llegada masiva está teniendo desde el punto de vista de la convivencia, provocando actitudes de
rechazo en los países de recepción. En el caso colombiano, este fenómeno crece y en Cúcuta es más
que evidente. Una ciudad y una zona que históricamente ha acogido a desplazados internos por el
actividad económica. Los sentimientos de rechazo crecen y se trasladan ya no solo a los albergues o
los comedores, sino a los barrios donde se asientan esos miles de venezolanos que llegaron hace
meses, a los colegios donde están escolarizados sus hijos y, en general, a cualquier ámbito de la
sociedad. Una situación que convierte el flujo migratorio venezolano en una emergencia humanitaria
que requerirá más atención para el que llegó, para el que sigue llegando y para el que lo recibe,
debido a que es uno de los principales factores que determina el bienestar de los ciudadanos
migrantes en cualquier contexto. Sin embargo, y dada la situación de informalidad laboral que
convertido en una tendencia que viene afectando las condiciones laborales de unos y otros.
Es evidente que la migración masiva de venezolanos se ha prestado para que desde algunos
salariales y contractuales inferiores a las establecidas en el contexto nacional. Dada esta situación, se
https://www.wola.org/analysis/responding-exodus-venezuelas-migration-refugee-crisis-
and Refugee Crisis as Seen From the Colombian and Brazilian Borders. Washington:
http://concejodebogota.gov.co/migracion-venezolana-problematica-y-retos/cbogota/2019-06-
20/164105.php
https://bogota.gov.co/mi-ciudad/integracion-social/migracion-venezolana-en-bogota
https://elpais.com/elpais/2019/03/19/planeta_futuro/1552999963_663150.html
HUMAN RIGHTS WATCH. El éxodo venezolano. Urge una respuesta regional ante una
file:///C:/Users/hp/Downloads/Banco%20Mundial_MigracionDesdeVenezuelaAColombia
%20(3).pdf