El libro tiene un formato relativamente simple, que consta de tapas y de un centro
compuesto por hojas de papel en las cuales se imprime o se escribe el material y la información a ser transmitidas. Dependiendo del material en el que sea realizado y del cuidado que se le de, el libro puede perdurar por muchos siglos y ser una fuente importantísima de información y de conocimiento para las generaciones futuras. Reparar, encuadernar, embellecer y conservar cualquier libro antiguo, supone un compromiso y un desafío, es todo un reto. Artesanía, delicadeza y minuciosidad son los parámetros que hacen renacer una obra con el fin de que pueda llegar hasta nuestros días como vehículo de cultura. La restauración, es el proceso por el cual se le devuelven al libro o al documento sus características originales, y que este perdió por degradación o destrucción. El proceso de restauración devuelve características que serán idénticas a las que poseía pero nunca las mismas. Es importante conocer la distinción que hace la restauración, en general: ella sólo trabaja la materia de la obra, es decir, su soporte físico, no su contenido. Los faltantes de material original son tratados como “lagunas”, y como tal aparecen en la obra restaurada. En un mundo tan globalizado, es fundamental preservar la identidad creada por los pueblos. La restauración apunta a recuperar y conservar el patrimonio histórico-cultural que forma la identidad de los mismos. Los libros constituyeron en gran parte de la historia. En la Edad Media, los monjes copistas nos legaron, con su trabajo silencioso, oculto y orante, gran parte de la cultura clásica grecolatina, por medio de copias de los clásicos antiguos. Las nuevas tecnologías son parte del desarrollo de una cultura y forman parte de su proceso natural. Lo qué sucederá en el futuro con el mundo de los libros es muy discutido. Muchos piensan en que desaparecerán del horizonte vivencial de las personas. Sin embargo, mucha gente está interesada en no perder lo que otros han estado atesorado en el curso del tiempo.
Paso o; PREVENCIÓN: Forma parte de la restauración, lo que se denomina
“restauración preventiva”. Se debe tener en cuenta los niveles óptimos para los libros en cuanto a humedad, luz, calor, entre otros, para mantenerlo en buen estado. Paso 1; DIAGNÓSTICO: Primero se debe analizar los daños y su etiología para respetar cada elemento que compone a la obra. Algunos laboratorios encargados de la restauración de documentos, se toman el trabajo de fotografiar la obra en su llegada al establecimiento. Se realiza un informe con las descripciones según el estado en el que llegó la obra y las características que posee. Se analizan los componentes y las causas y efectos de la alteración, como por ejemplo el análisis químico en donde se medida el ph de los papeles de los libros y se analizan las fibras del documento (de lino, algodón, cáñamo, entre otras)