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Estrógenos y progesterona

Los estrógenos y la progesterona son las principales hormonas sexuales femeninas. En el caso
que nos ocupa, se trata de hormonas esteroideas, producidas por los ovarios y, en menor medida,
por las glándulas suprarrenales. Son las hormonas responsables del desarrollo de los caracteres
sexuales secundarios en mujeres a partir de la pubertad. Así pues, son los responsables del
crecimiento mamario, el inicio de la menstruación y el ensanchamiento de las caderas, entre otras
cosas.

Biosíntesis

El colesterol es el precursor obligatorio de las hormonas esteroidales. Este se obtiene desde el


plasma y algunas células son capaces de sintetizarlo desde acetato. Los productos de la
degradación del colesterol pueden ser secretados como hormonas o servir como precursores de
otras hormonas. La etapa limitante en el ovario es el paso de colesterol a pregnenolona, y está
regulada por la hormona luteinizante. La progesterona se sintetiza a partir de la pregnenolona. Es
fundamental en el proceso porque los demás esteroides pueden ser producidos a partir de ella,
incluso el cortisol en la SR, a su vez la progesterona puede ser convertida en progestinas de menor
potencia. Los andrógenos pueden sintetizarse desde la progesterona o la pregnenolona.

Los estrógenos se forman por aromatización del anillo A de los andrógenos (estradiol desde
testosterona, estrona desde androstenediona). El estriol se produce como producto final desde el
estradiol. Los estrógenos se metabolizan principalment en hígado y tracto gastrointestinal, los
niveles de estrógenos son medibles en sangre, moco cervical, saliva y fluido folicular y peritoneal.

Estos procesos ocurren en sitios específicos del ovario durante el ciclo. Los folículos terciarios (ya
dependientes de gonadotrofinas), están compuestos por los ovocitos, rodeados por células de la
granulosa y su membrana basal que las separa de las células de la teca. En las células de la
granulosa se sintetizan estrógenos estimulados por la FSH. Para ello necesitan de precursores
androgénicos que llegan por difusión simple a través de la membrana desde las células de la teca
que son estimuladas por LH. Durante la fase folicular la FSH induce la expresión de sus receptores
en la granulosa, lo que aumenta los niveles de estrógenos y estos a su vez inducen la expresión de
receptores para LH en la teca, aumentando la eficiencia de este sistema.

Función de los estrógenos

1. Preparan para la fecundación: Tienen la importante misión de prepararlo todo para la ovulación
y la fecundación. La progesterona, en cambio, transforma el tejido que recubre las paredes
internas del útero, que se denomina endometrio, para acoger el óvulo en caso de ser fecundado.
La regla o menstruación es una de las consecuencias de la acción de los estrógenos. De hecho, la
menstruación no es más que la eliminación de este tejido (endometrio) junto con la sangre que se
desarrolla en caso de que no se produzca un embarazo.

2. Regulan en nivel de colesterol: Influyen en el metabolismo de las grasas y el colesterol de la


sangre. Gracias a la acción de los estrógenos, los niveles de colesterol se mantienen bajos e
inducen la producción del “colesterol bueno”. También favorecen la relajación de las paredes de
los vasos sanguíneos y, por tanto, aumentan la irrigación y disminuyen la tensión arterial. Por este
motivo, la falta de estrógenos puede afectar directamente al metabolismo. En las fases de la vida
de una mujer en que sufre un descenso de esta hormona, es posible que se gane peso, que la
grasa se redistribuya y que aumente la tensión arterial.

3. Mejora el aspecto de la piel: Los estrógenos tienen un importante papel en la producción de


colágeno y en los procesos de regeneración de la dermis, por lo que el aspecto de la piel varía en
función de la producción de estas hormonas. Además, son los encargados de estimular la
pigmentación de la piel en la vulva, las aureolas de las mamas y los pezones. También influyen en
el estado de las uñas y el cabello.

4. Refuerza el funcionamiento del sistema cardiovascular: Participan en el metabolismo de las


grasas y activan la producción de HDL o colesterol bueno. De esta manera, previene la formación
de placas de ateroma (residuos de grasas y otras sustancias que se acumulan en las paredes de las
arterias) y reduce el riesgo de sufrir enfermedades como la arteriosclerosis.

5. Refuerza el sistema óseo: Los estrógenos evitan la pérdida de calcio y aseguran su correcta
mineralización, por lo que evitan que los huesos se vuelvan frágiles, mantienen la consistencia del
esqueleto y previenen la osteoporosis.

6. Contribuyen al normal funcionamiento del sistema urinario: Ayudan a mantener la frecuencia


de la función urinaria.

7. Actúan de forma positiva sobre el cerebro: Ya que favorecen la llegada de flujo sanguíneo al
cerebro y de glucosa, necesaria para el desarrollo de las neuronas y de ciertos neurotransmisores.
Durante el ciclo menstrual, las variaciones en los niveles de estrógenos pueden producir algunos
trastornos, como cambios de humor, insomnio e irritabilidad.

8. Estimula el deseo sexual.

Funciones de la progesterona

• Detiene el engrosamiento del endometrio que causa el estrógeno

• Reduce la producción de moco cervical

• En niveles altos inhibe la ovulación

• Prepara al endometrio para la posible implantación de un óvulo fertilizado

• Soporta el embarazo temprano y ayuda a dar continuidad al embarazo

• Desarrolla las glándulas mamarias durante el embarazo en preparación para la lactancia

• Disminuye las contracciones uterinas para evitar contracciones durante el embarazo

• Reduce la actividad intestinal, posiblemente causando estreñimiento (1,2,4-6)


Ciclo ovárico

Maduración de folículos: La foliculogénesis es el proceso de maduración del folículo ovárico, una


estructura compuesta por células de la granulosa que rodea el ovocito y dentro de la cual se
desarrolla la ovogénesis o división meiótica del ovocito. Las células de la granulosa proceden de la
rete ovarii (la red de túbulos mesonéfricos) y no rodean las ovogonias hasta el cuarto mes de
gestación. Además, las células de la granulosa son vitales para el desarrollo del ovocito. La
foliculogénesis se desarrolla de manera paralela a la ovogénesis y durante este proceso el folículo
pasa por diversos estadios:

• folículo primordial (contiene al ovocito detenido en profase de la 1era meiosis, envuelto por una
monocapa de células de pregranulosa y por una membrana basal. Hasta la menarquia quedan
detenidos en este estadio o entran en atresia),

• folículo primario, (que contiene el ovocito y el epitelio folicular. La diferencia con el anterior es
que las células de la granulosa pasan de una estructura plana a adoptar una forma cúbica),

• folículo secundario o preantral (en este estadio varias hileras de células de la granulosa forman
el stratum granulosum y segregan una capa glicoproteica que será la zona pelúcida, inmersas en la
teca folicular. En la zona de las células de la teca es donde actúa la LH para la producción de
andrógenos. Deriva del estroma ovárico, y está limitada por la lámina basal),

• folículo terciario o antral (el cual contiene una cavidad, el antro folicular y el ovocito se
encuentra en un lateral llamado cumulus oophorus. El núcleo del ovocito ocupa ahora el mismo
diámetro que tiene un folículo primordial completo, además las células de la teca se diferencian en
teca interna y externa) y

• folículo de Graaf (el folículo grande ya listo para la ovulación. Está maduro en metafase II). Puede
medir 20 mm. Tras la ovulación, el folículo de Graaf se colapsa, y a partir de este momento,
comienza la fase de cuerpo lúteo, y comienza a expresar receptores de LH.

Ovulación: La ovulación es el proceso del ciclo menstrual en el cual la pared de un folículo ovárico
se rompe y libera un óvulo maduro para su fecundación. La ovulación puede producirse en
cualquier momento entre el día 10 y el 21 del ciclo menstrual, si bien lo normal es que se produzca
alrededor decimocuarto día después de la menstruación, es decir, hacia la mitad del ciclo estral.

A medida que se acerca la ovulación, el cuerpo segrega cantidades cada vez mayores de una
hormona llamada "estrógeno", que provoca que el endometrio se haga más denso y ayuda a crear
el entorno adecuado para el esperma. Estos altos niveles de estrógeno provocan el aumento
súbito de otra hormona llamada "hormona luteinizante" (LH). El aumento de la LH provoca la
liberación del óvulo maduro del ovario: esto es la ovulación. La ovulación suele producirse entre
las 24 y las 36 horas posteriores a dicha subida. Por este motivo, el aumento de la LH es un buen
indicador de máxima fertilidad.
La fecundación del óvulo solo puede producirse, como máximo, 24 horas después de la ovulación.
Si no se fecunda, el endometrio se desprende (el óvulo, con él) y comienza el periodo. En este
momento, comienza el siguiente ciclo menstrual.

Cuerpo lúteo: El cuerpo lúteo o también llamado cuerpo amarillo, es una estructura formada a
partir del folículo de Graaf (este se transforma en cuerpo lúteo cuando el ovocito sale del folículo,
inducido por un pico de la hormona luteinizante) y se considera la fase final del proceso de
foliculogénesis.

Aparece en el ovario después de la ovulación, durante la cual se generan una serie de hormonas
femeninas, estrógeno y progesterona, aunque tras la ovulación la hormona que más prevalece es
la progesterona, la cual favorece la gestación. En caso de embarazo, el cuerpo lúteo crece hasta el
comienzo del tercer mes de gestación, mantiene su función de producción hormonal y
posteriormente va desapareciendo lentamente. Si el óvulo no es fecundado, y por tanto no es
rescatado por la hormona coriónica embrionaria (HCG), el cuerpo lúteo desaparece en unos 10 o
12 días y la consiguiente disminución de la producción hormonal desencadena la menstruación. La
insuficiencia de cuerpo lúteo, una patología que provoca un descenso de la concentración de
progesterona en el plasma sanguíneo, es una de las principales causas de la Infertilidad femenina.

Ciclo uterino

Fase de proliferación: Sucede desde que se acaba el periodo hasta la ovulación, el revestimiento
interno del útero crece y se engrosa. Mientras los ovarios preparan los folículos que contienen los
óvulos, el útero responde al estrógeno que producen los folículos, engrosando el recubrimiento
que se desprendió durante el último periodo. Esto se llama fase proliferativa debido a que el
endometrio (el recubrimiento interno del útero) se engrosa. El endometrio se adelgaza durante el
periodo y se engrosa durante esta fase, hasta que la ovulación ocurre. El útero hace esto para
crear un lugar donde un óvulo potencialmente fertilizado pueda implantarse y crecer.

Fase de secreción: Desde la ovulación hasta el inicio del siguiente periodo, el recubrimiento
interno del útero libera o secreta sustancias químicas que ayudan a soportar un embarazo
temprano si el óvulo fue fertilizado, o ayudan a desintegrar y desprender el recubrimiento, si no
hubo fertilización.

Durante esta fase, el endometrio se prepara para soportar un embarazo o desintegrarse en la


menstruación. El aumento en los niveles de progesterona hace que el endometrio deje de
engrosarse, y se comience a preparar para la implantación potencial de un óvulo fertilizado. La
fase secretora adquiere su nombre debido a que el endometrio secreta (produce y libera) diversos
tipos de mensajeros químicos. El más destacado de estos mensajeros son las prostaglandinas, las
cuales son secretadas por las células endometriales y causan cambios a otras células cercanas.

Dos prostaglandinas en particular, llamadas “PGF2α” y “PGE2”, hacen que el músculo uterino se
contraiga (espasmo). Los niveles de estas prostaglandinas se elevan después de la ovulación y
alcanzan su punto máximo durante la menstruación. Los espasmos que causan las prostaglandinas
ayudan a desencadenar el periodo. Si la fertilización ocurre, se inhibe la producción de
prostaglandina para que las contracciones no afecten un embarazo temprano.
Si no hay embarazo, el cuerpo lúteo deja de producir estrógeno y progesterona. Esta disminución
en los niveles hormonales, junto con los efectos de las prostaglandinas, hacen que los vasos
sanguíneos se contraigan y que el tejido endometrial se desintegre. Cuando llega la menstruación,
todo el ciclo comienza de nuevo.

Menstruación: Este proceso se lleva a cabo desde que comienza el sangrado hasta que se termina.
La sangre y el tejido viejos de útero se desprenden y son expulsados por la vagina. Cada ciclo
menstrual comienza con la menstruación (el periodo). El periodo es el desprendimiento normal de
sangre y el endometrio (el recubrimiento interno del útero) a través del cuello uterino y la vagina.
Un periodo normal puede durar hasta 8 días, pero en promedio dura alrededor de 5 a 6 días. El
ciclo menstrual comprende el periodo que va desde el primer día de una regla hasta el primer día
de la siguiente. Su duración varía de una mujer a otra siendo normal un ciclo entre 21 y 35 días,
siendo lo más frecuente de 28 días. El objetivo es preparar el cuerpo de la mujer para la
reproducción y la gestación.

Regulación eje hipotálamo hipófisis ovarios

El eje o sistema hipotálamo-hipofisario, es un sistema cuya función es mantener la regulación y


equilibrio de los niveles hormonales hipofisarios, los cuales a su vez coordinan otras funciones del
organismo tales como el crecimiento somático, la maduración gonadal, cambios de adaptación al
estrés, lactancia, liberación de hormonas tiroideas o la cantidad de agua excretada por el riñón. El
mecanismo por el que se mantiene este equilibrio está definido por la acción estimulante o
inhibidora que ejerce el hipotálamo sobre la hipófisis a través de la liberación de hormonas; estas,
a su vez, son reguladas a través de un proceso de retroalimentación por los productos finales
generados en el tejido diana de cada una de las hormonas hipofisiarias o a través de ritmos
pulsátiles circadianos o por influencia del sistema nervioso central.

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