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El fantasma del

bosque petrificado,
una leyenda de
Valcheta
El escritorJorge Castañeda nos relata algunos de los mitos que
rodean una de las zonas turísticas más atractivas de la región.
Con miles de visitantes circulando durante años, el boca en
boca generó una difusión histórica para una leyenda terrorífica.
En la pintoresca localidad de Valcheta asienta sus reales el bosque
petrificado más septentrional de la Patagonia Argentina. Su predio es
visitado por miles de turistas que se manifiestan asombrados al
observar el tamaño de los mismos y su profusión por todo el predio.

Según una gacetilla turística, el bosque petrificado “se encuentra a


1500 metros del casco urbano. El lugar amerita una visita viendo los
diferentes troncos del Terciario Superior, de hasta treinta metros de
largo, diseminados por la estepa. Supieron existir cuando la
Patagonia era joven, hace más de sesenta y cinco millones de
años. Teníamos un clima subtropical, surcado por grandes lagos y
lagunas que daban vida las coníferas y cicadáceas que hoy vemos
petrificadas y que servían de alimento a los grandes dinosaurios que
se enseñoreaban en el lugar”.

Actualmente se pueden realizar los recorridos guiados y hacer bici


turismo, de la misma forma que también se pueden probar delicadeces
gastronómicas en la comodidad del parador. Como siempre, en estos
lugares maravillosos se generan leyendas y ocurridos, muchos de
ellos que solo existen en las fabulaciones de algunos atrevidos que
los visitan de noche, pero no hay que darles mucho crédito.

Hablan que en las noches sin luna sale de la gran raíz petrificada
un fantasma que ulula con gritos de terror audibles en casi todo el
predio.

Por supuesto que nadie ha podido comprobar la existencia de este


ente imaginario, tan común a diferentes regiones de nuestro país y
del mundo. Ni hablar que los paleontólogos y los estudiosos descreen
totalmente de la mentada aparición. En una oportunidad para el
lanzamiento de una nueva temporada estival se hizo con linternas un
recorrido nocturno del sendero de los grandes troncos y excepto
algunos chistosos que se prestaron para amedrentar a los visitantes no
sucedió nada anormal y el famoso fantasma hizo mutis por el foro.

Como la “dama de blanco de Sierra Pailemán”, como el mítico “cuero


del agua u uñudo”, como “la tropilla invisible del señor de las aguas
de la Laguna Azul”, como “las ánimas de la casa rosada”, como la
“cueva de Bernabé Lucero, el Salamanquero” son leyendas locales
que de tanto contarlas mediante tradición oral se van incorporando al
imaginario de toda la región. Lo cierto es que el bosque petrificado de
Valcheta es un atractivo único para ser visitado y recorrido. Los
troncos impresionan, algunos de ellos porque hasta se pueden
apreciar las ramas y las raíces, una de ellas de gigantesco tamaño.

El lugar se ha calificado desde el área municipal y en la visita guiada


se puede aprender de un tiempo milenario cuando todo era muy
distinto y la región era un verdadero bosque con abrigo, sobra y
comida para los grandes saurios, cuyos vestigios de huevos
petrificados y huesos se pueden apreciar en el Museo Provincial
“María Inés Kopp”, otro hermoso lugar que también amerita una
visita.

No tenga miedo el visitante, el fantasma no molesta a las personas


de buena voluntad y solo existe en la mente de quien genera esos
entes fantásticos.

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