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Mito de Los Nahuales

Los nahuales son seres de la mitología prehispánica, cuyo nombre significa «Alma de animal».


Se dice que estos desconocidos animales en realidad son brujos que tienen la habilidad de
transformarse en cualquier ser vivo como un perro, caballo, lobo, cerdo y coyote, teniendo así
la ventaja de colarse entre los pueblos para entrar silenciosamente a los hogares y robar
comida, objetos o cualquier clase de hierbas para preparar pociones curativas. Existen muchas
personas que afirman que han visto en carne propia los misteriosos rituales de los nahuales,
los cuales se llevan a cabo bajo la luz de la luna y con la presencia de los dioses de la noche.
Sacrifican a un coyote, le cortan la piel y encienden una gran fogata para iniciar con sus rezos
con un lenguaje que hasta el momento nadie ha sabido descifrar.

Cuando la fogata está a punto de apagarse, los nahuales cubren sus cuerpos con las cenizas
que aún están encendidas y la piel se les comienza a secar produciendo cortes en todo el
torso. El humo de la fogata se esparce por todo el lugar y con el, los nahuales desaparecen.
Estos seres raros vienen al mundo real en el cuerpo de un animal con la única finalidad de
hacer maldades, provocar terror entre las personas y alimentarse de otros seres vivos. Aunque
existe una forma de ahuyentar a los nahuales de nuestro hogar para que no nos hagan daño,
la cual consiste en dejar un machete y un sombrero en la puerta de la entrada o trayendo por
las noches una prenda al revés.

2. El Sombrerón
Al igual que la Llorona, El sombrerón es una de las leyendas más populares en Guatemala y
por lo tanto, tiene varios elementos similares y varios elementos distintos en cada uno de los
relatos. Todas las leyendas concuerdan en que el sombrerón era una hombre de pequeña
estatura, que usaba un sombrero muy grande, siempre estaba con una guitarra y tenía una
voz maravillosa para cantar. Cuentan las leyendas que el sombrerón vio a una mujer que lo
deslumbró con su belleza, de ojos oscuros y pelo negro. Al verla no pudo resistirse y quiso
enamorarla, por lo que se acercó a su balcón y le cantó serenata. La mujer, a quienes en
algunas leyendas la llaman Celina, se enamoró de este pequeño hombre con esta angelical
voz a quien esperaba todos los días. Celina dejo de comer esperando a la llegada del hombre
con la voz melodiosa.  Los padres de Celina, preocupados, llaman a un sacerdote y al ver
que este no podía ayudarla, la llevaron a un convento. La muchacha murió de tristeza y el
día del velorio apareció el Sombrerón cantando y llorando de tristeza. Desde ese día, cuentan
las leyendas que se puede escuchar al Sombrerón cantar con su guitarra en las noches y
busca a mujeres de pelo negro y ojos oscuros. Se dice que para ahuyentar al Sombrerón de
una mujer a la que persigue, a esta se le debe de cortar el pelo. 

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