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UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS


ESCUELA DE DERECHO
DERECHO FINANCIERO Y TRIBUTARIO

LA HACIENDA PÚBLICA
Profesora Nancy B. Gómez C.

Generalidades

La expresión Hacienda tiene en nuestra lengua dos acepciones bien


definidas; en primer lugar significa finca rural, pero también significa cúmulo
de bienes o de riquezas que tiene una persona. Igualmente ocurre con la
expresión Hacienda Pública, pues la misma indica desde el punto de vista
científico, que es el conjunto de reglas y principios que determinan la manera
de constituir, administrar e invertir el patrimonio público; y desde el punto de
vista objetivo, como el conjunto de bienes, ingresos y obligaciones, de que
dispone el Estado para atender las necesidades públicas y colestivas. Es
decir, es el patrimonio del ente que detenta el Poder Público.

Reseña Histórica

Desde el momento histórico político en que se establece un poder público,


éste ejerce como una de sus primordiales funciones, la de proporcionarse
medios económicos de sostenimiento, los cuales logra a través de botines de
guerra, porcentajes impuestos a las cosechas, etc.

Más tarde, en la civilización antigua, por todas partes se encuentra el


impuesto entre persas, egipcios, romanos, etc., pero organizado en forma
muy rudimentaria. Sin embargo, en los tiempos de Augusto, la hacienda
pública se fue organizando con cierta regularidad, fue evolucionando de tal
manera, que fueron tan diestros en crear contribuciones y gravar toda clase
de riquezas, que los impuestos modernos encuentran sus precedentes, en los
institutos fiscales de los emperadores romanos.
En la Edad media, con el feudalismo, desaparecen el tesoro público y los
antiguos impuestos, para dar paso al dominio de los señores, cuya única

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misión parecía ser el explotar a los siervos, sometiéndolos a toda clase de
prestaciones y exigencias.

Concepto

Siguiendo al Dr. Allan Brewer Carías, la Hacienda Pública, es el patrimonio


del ente que detenta del Poder Público, es decir, el Patrimonio del Estado
Venezolano. Por lo tanto, con más precisión se debe afirmar que la Hacienda
Pública es el conjunto de bienes, ingresos y obligaciones del Estado
Venezolano, para atender la satisfacción de las necesidades públicas y
colectivas y realizar sus fines políticos, económicos y sociales.

Como el Poder Público es una noción abstracta, sin realidad ostensible, éste
sólo se puede realizar o tener actuación real cuando se manifiesta a través de
sus ramas, de manera que el Poder Público, cuando es ejercido por la
República, se denomina Poder Nacional o Central, cuando es ejercido por
cualquiera de sus Estados, se está en presencia del Poder Estadal, y cuando
es ejercido por los Municipios se manifiesta el Poder Municipal.

El Poder Nacional a su vez, está conformado por el Poder Ejecutivo Nacional,


el Poder Legislativo Nacional o Asamblea de la República y el Poder Judicial,
Poder Ciudadano y Poder Electoral
El Poder Estadal está conformado por el Poder Ejecutivo Estadal y el Poder
Legislativo Estadal, es decir, los Consejos Legislativos. El Poder Municipal,
es ejercido por los Concejos Municipales y los Alcaldes, el primero es su
órgano legislativo y el segundo su órgano ejecutivo.

El Poder Público es una noción abstracta, también lo es la Hacienda Pública,


ya que esta tampoco tiene realidad práctica, porque igual se materializa a
través de las ramas del mismo, de manera que al afirmar que la Hacienda
Pública es el patrimonio del ente que detenta el Poder Público, se puede decir
con toda propiedad que la Hacienda Pública está constituida por la Hacienda
Pública Nacional, la que detenta el Poder Nacional o Central; la Hacienda
Pública Estadal, la detentada por el Poder Estadal y la Hacienda Pública
Municipal, la que detenta el Poder Municipal.

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Esta noción de la integración de la Hacienda Pública conformada por el
patrimonio detentado por la República, de los Estados y los Municipios, es
una innovación de la actual Constitución, que termina con la confusión
existente en las Constituciones anteriores.
Nuestra actual Constitución, no consagra ningún concepto de Hacienda
Pública Nacional, éste se encuentra previsto en el artículo 1°) de la Ley
Orgánica de la Hacienda Pública Nacional (1974), es cual establece: La
Hacienda Pública Nacional comprende los bienes, rentas y deudas que
forman el activo y pasivo de la Nación y todos los demás bienes y rentas cuya
administración corresponde al Poder Nacional.

Hacienda Pública Municipal

La Hacienda Pública Municipal en forma muy general y conforme a la


normativa que rige a los entes municipales, está conformada por los
siguientes ingresos:

Ingresos Ordinarios:
a. El producto de los impuestos y tasas municipales;
b. El producto de las penas y sanciones pecuniarias impuestas por las
autoridades municipales competentes, así como las multas que se liquiden
con destino al Fisco Municipal de conformidad con la Ley; c. Los intereses
producidos por cualquier clase de crédito fiscal municipal; d. El producto de la
administración de los bienes y servicios municipales; e. Los proventos que
satisfagan al Municipio, los Institutos Autónomos Municipales y Empresas
Comercio-Industriales de su propiedad; f. Los dividendos que le correspondan
por su suscripción o aporte al capital de empresas de cualquier género;
g. El producto de los contratos que celebre y que no fueren de los
mencionados en los Ordinales 2º y 3º del Artículo 89;
h. Los frutos civiles obtenidos con ocasión de otros ingresos públicos
municipales o de los bienes municipales, así como también los intereses
devengados por las cantidades de dinero consignadas en calidad de depósito
en cualquier Banco o Instituto de Crédito.
i. El Situado constitucional que le corresponde de acuerdo con la Ley; j.
Cualesquiera otros que determinen las leyes decretos y ordenanzas

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La actual constitución establece: Los Municipios tendrán los siguientes
ingresos: 1. Los procedentes de su patrimonio, incluso el producto de sus
ejidos y bienes. 2. Las tasas por el uso de sus bienes o servicios; las tasas
administrativas por licencias o autorizaciones; los impuestos sobre actividades
económicas de industria, comercio, servicios, o de índole similar, con las
limitaciones establecidas en esta Constitución y la ley; los impuestos sobre
inmuebles urbanos, vehículos, espectáculos públicos, juegos y apuestas
lícitas, propaganda y publicidad comercial; y la contribución especial sobre
plusvalías de las propiedades generadas por cambios de uso o de intensidad
de aprovechamiento con que se vean favorecidas por los planes de
ordenación urbanística. 3. El impuesto territorial rural o sobre predios rurales,
la participación en la contribución por mejoras y otros ramos tributarios
nacionales o estadales, conforme a las leyes de creación de dichos tributos. 4.
Los derivados del Situado Constitucional y otras transferencias o
subvenciones nacionales o estadales; 5. El producto de las multas y
sanciones en el ámbito de sus competencias, y las demás que les sean
atribuidas; 6. Los demás que determine la ley.

Finalmente, el artículo 183 de la Constitución, establece: Los Estados y los


Municipios no podrán: 1. Crear aduanas ni impuestos de importación, de
exportación o de tránsito sobre bienes nacionales o extranjeros, o sobre las
demás materias rentísticas de la competencia nacional. 2. Gravar bienes de
consumo antes de que entren en circulación dentro de su territorio. 3. Prohibir
el consumo de bienes producidos fuera de su territorio, ni gravarlos en forma
diferente a los producidos en él. Los Estados y Municipios sólo podrán gravar
la agricultura, la cría, la pesca y la actividad forestal en la oportunidad, forma y
medida que lo permita la ley nacional.
Estas prohibiciones se fundamentan en la desorbitante competencia que
detenta el Poder Nacional en torno a esta materia, la cual, de conformidad
con la Constitución actual, es la siguiente:
Artículo 156. "Es de la competencia del Poder Público Nacional: .... 12. La
creación, organización, recaudación, administración y control de los impuestos
sobre la renta, sobre sucesiones, donaciones y demás ramos conexos, el
capital, la producción, el valor agregado, los hidrocarburos y minas, de los
gravámenes a la importación y exportación de bienes y servicios, los
impuestos que recaigan sobre el consumo de licores, alcoholes y demás
especies alcohólicas, cigarrillos y demás manufacturas

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del tabaco, y los demás impuestos, tasas y rentas no atribuidas a los Estados
y Municipios por esta Constitución y las leyes. 13. La legislación para
garantizar la coordinación y armonización de las distintas potestades
tributarias, definir principios, parámetros y limitaciones, especialmente para la
determinación de los tipos impositivos o alícuotas de los tributos estadales y
municipales, así como para crear fondos específicos que aseguren la
solidaridad interterritorial. 14. La creación y organización de impuestos
territoriales o sobre predios rurales y sobre transacciones inmobiliarias, cuya
recaudación y control corresponda a los Municipios, de conformidad con esta
Constitución. 15. El régimen del comercio exterior y la organización y régimen
de las aduanas. 16. El régimen y administración de las minas e hidrocarburos,
el régimen de las tierras baldías, y la conservación, fomento y
aprovechamiento de los bosques, suelos, aguas y otras riquezas naturales del
país.

El Situado Constitucional
La fuente prácticamente de carácter exclusiva que conforma el activo de la
Hacienda Pública Estadal y parte de la Hacienda Pública Municipales es el
situado constitucional; por ello.

Es la suma de dinero que anualmente se contempla en la ley de presupuesto


para ser repartida entre los Estados como compensación de haber renunciado
a ellos en beneficio del fisco nacional, a la totalidad de las fuentes impositivas.

Si el poder central se reserva la casi totalidad de la materia impositiva, era


absolutamente necesario buscar en cualquier forma los recursos fiscales que
los Estados requieren para subsistir. Y la fórmula para conseguirlo no podía
ser otra que la asignación en dinero de una cantidad en beneficio de los
Estados y a cargo del poder nacional.

La Constitución Nacional actual consagra en su Artículo 167 la figura del


situado constitucional al establecer:

"....4.El situado es una partida equivalente a un máximo del veinte por ciento
del total de los ingresos ordinarios estimados anualmente por el Fisco
Nacional, la cual se distribuirá entre los Estados y el Distrito Capital en la
forma siguiente: un treinta por ciento de dicho porcentaje por partes iguales, y
el setenta por ciento restante en proporción a la población de

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cada una de dichas entidades. En cada ejercicio fiscal, los Estados deberán
destinar a la inversión un mínimo del cincuenta por ciento del monto que les
corresponda por concepto de situado. A los Municipios de cada Estado les
corresponderá, en cada ejercicio fiscal, una participación no menor del veinte
por ciento del situado y de los demás ingresos ordinarios del respectivo
Estado. En caso de variaciones de los ingresos del Fisco Nacional que
impongan una modificación del Presupuesto Nacional, se efectuará un
reajuste proporcional del situado. La ley establecerá los principios, normas y
procedimientos que propendan a garantizar el uso correcto y eficiente de los
recursos provenientes del situado constitucional y de la participación
municipal en el mismo.
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