Está en la página 1de 7

Tema 5. Desarrollo afectivo y emocional del niño de 0-3 años.

1. El desarrollo afectivo en los niños de 0-3 años.


1.1. Características del desarrollo afectivo.
La afectividad del niño es cualitativamente distinta a la del adulto. Las
diferencias fundamentales son:
- Al niño le afectan los menores acontecimientos, interpretados así
desde el punto de vista adulto, y producen en él cambios de estado de
ánimo súbitos y profundos.
- Los estados afectivos (sobre todo emocionales) son más intensos que
los del adulto.
- La vida afectiva domina sobre el razonamiento.
Las emociones de los niños se caracterizan por todo lo siguiente:
- Breves: duran pocos minutos y acaban bruscamente. Como el niño
expresa de gran intensidad: terror, rabia, alegría.
- Transitorias: pasan con rapidez de la rabia a la sonrisa.
- Frecuentes.
- Diferentes.
- Se descubren por los síntomas de conducta: la emotividad se puede
descubrir por la tensión, inquietud, sueños nocturnos, crisis
histéricas…
- Cambian con fuerza: esta aparente inestabilidad de fuerza emocional
se debe, en parte, a modificaciones de la fuerza de los impulsos, y en
parte, al desarrollo de la capacidad intelectual del niño, y también al
cambio de sus ideas y valores.
- Cambian las formas de expresar las emociones, el niño pequeño
cuando quiere una cosa la quiere en ese momento. Cuando pasa la
infancia, los niños saben que la aprobación social depende del grado
de control que tengan sus emociones.
La vida afectiva cumple tres funciones básicas importantes (Arribas,
T.L., 1990):
- Función energética: la afectividad le brinda al ser humano la
motivación, la fuerza, el impulso, la energía para la puesta en marcha
de la afectividad.
- Función de signo: la afectividad indica el propio estado de ánimo y
el de los demás. Proporciona con ello una información esencial para
la adaptación y la supervivencia.
- Función de valoración de las situaciones: en relación con lo afectivo,
las diversas situaciones tienen un valor peculiar, esto quiere decir
que son agradables, desagradables, indiferentes, originan tensión,
tristeza, alegría…
El desarrollo afectivo se lleva a cabo a partir de variables
constitucionales y ambientales que interactúan de forma recíproca:
- Variables constitucionales: se refieren a las características
determinadas por la herencia y elementos prenatales y perinatales
que condicionarán la respuesta que un niño dará ante su ambiente.
- Variables ambientales: hay que destacar por una parte factores que
influirán en casi todos los individuos por pertenecer a la misma
cultura (roles sexuales, valores morales…) y que por tanto serán
compartidos; y por otra, aquellos factores que influirán de forma
única y personal en cada individuo, es decir, las experiencias
particulares que forman parte de su vida.

2. Desarrollo de las principales emociones en la infancia.


2.1. El apego.
El apego es el lazo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o
cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para
el desarrollo de sus habilidades psicológicas y sociales.
El apego es un vínculo afectivo que establece el niño con las personas que
interactúan con él de forma privilegiada y está caracterizado por
determinadas conductas, representaciones mentales y sentimientos.
 Tipos de apego tomando como base la clasificación de Ainsworth:

 Apego seguro

 Un patrón óptimo de apego se debe a la sensibilidad materna, la


percepción adecuada, interpretación correcta y una respuesta
contingente y apropiada a las señales del niño, fortalecen interacciones
sincrónicas.
 Las personas con estilos de apego seguro, son capaces de usar a sus
cuidadores como una base de seguridad cuando están angustiados.
Ellos tienen cuidadores que son sensibles a sus necesidades, por eso,
tienen confianza que sus figuras de apego estarán disponibles, que
responderán y les ayudarán en la adversidad. En el dominio
interpersonal, tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones
íntimas satisfactorias, y en el dominio intrapersonal, tienden a ser más
positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismo. De
igual forma, muestran tener una alta accesibilidad a esquemas y
recuerdos positivos, lo que las lleva a tener expectativas positivas
acerca de las relaciones con los otros, a confiar más y a intimar más
con ellos.

 Apego ansioso – evitante

 Para la conducta que tiende a aumentar la distancia de personas y


objetos supuestamente amenazadores resultan convenientes los
términos "retracción" "huida" y "evitación". Para otro componente
importante y adecuadamente organizado, el término utilizado es
"inmovilización" (Bowlby, 1985; 1998).
 La conducta de retracción y la de apego se suelen dar con frecuencia
ya que ambas cumplen una misma función: protección. Resulta fácil
combinar en una acción única el acto de alejarse de una zona y
acercarse a otra. No obstante, existen poderosas razones para trazar un
distingo entre ambas. En primer lugar, aunque en buena medida las
condiciones que las provocan son las mismas, no siempre ocurre así.
La conducta de apego, por ejemplo, puede ser activada por la fatiga o
la enfermedad, tanto como una situación que provoca miedo. Por otra
parte, cuando ambas formas de conducta son activadas al mismo
tiempo no siempre son compatibles, aunque si lo sean en la mayoría de
los casos. Por ejemplo, puede producirse una situación conflictiva
cuando el estímulo que provoca tanto la huida como la conducta de
acercamiento de un individuo se halla ubicado entre éste último y la
figura en quien se centra su afecto. Reviste primacía una u otra forma
de conducta cuando el individuo atemorizado marcha de manera más o
menos directa hacia la figura del apego, a pesar de que para ello tiene
que pasar cerca del objeto amenazador, o cuando huye de este último
aun cuando al hacerlo pone una distancia cada vez mayor entre sí
mismo y la figura de apego.
 Una conducta de apego insegura-evitante o la presencia de fallas en el
establecimiento del vínculo materno-infantil, también se ha asociado
con madres que maltratan a sus hijos, ya sea de manera física, verbal, a
través de la indiferencia o por una inhabilidad psicológica. Este tipo de
apego no seguro, se ha asociado con la presencia del "síndrome no
orgánico de detención del desarrollo" que se caracteriza por carencias
nutricionales y/o emocionales que derivan en una pérdida de peso y un
retardo en el desarrollo físico, emocional y social. Muestran tener una
menor accesibilidad a los recuerdos positivos y mayor accesibilidad a
esquemas negativos, lo que las lleva, en el caso de las personas
evasivas, a mantenerse recelosos a la cercanía con los otros y a las
personas.
 Las madres de niños evitante pueden ser sobre estimulantes e
intrusitas.
 Las personas con este tipo de apego, tienen despliegues mínimos de
afecto o angustia hacia el cuidador, o evasión de esta figura ante
situaciones que exigen la proximidad y rechazan la información que
pudiese crear confusión, cerrando sus esquemas a ésta, teniendo
estructuras cognitivas rígidas tienen más propensión al enojo,
caracterizándose por metas destructivas, frecuentes episodios de enojo
y otras emociones negativas. Algunos niños sujetos a un régimen
imprevisible parecen llegar a un punto de desesperación en el que, en
vez de desarrollar una conducta afectiva caracterizada por la ansiedad,
muestran un relativo desapego, aparentemente sin confiar en los demás
ni preocuparse por ellos. A menudo esta conducta se caracteriza por la
agresividad y la desobediencia, y esos niños son siempre propensos a
tomar represalias. Este tipo de desarrollo es mucho más frecuente en
los varones que en las niñas, en tanto que ocurre a la inversa en el caso
de una conducta de fuerte aferramiento y ansiedad.

 Apego ansioso ambivalente

 Los sujetos ambivalentes son aquellos que buscan la proximidad de la


figura primaria y al mismo tiempo se resisten a ser tranquilizados por
ella, mostrando agresión hacia la madre. Responden a la separación
con angustia intensa y mezclan comportamientos de apego con
expresiones de protesta, enojo y resistencia. Debido a la inconsistencia
en las habilidades emocionales de sus cuidadores, estos niños no tienen
expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de los
primeros. Estas personas están definidas por un fuerte deseo de
intimidad, junto con una inseguridad respecto a los otros, pues desean
tener la interacción e intimidad y tienen intenso temor de que ésta se
pierda. De igual forma, desean acceder a nueva información, pero sus
intensos conflictos las lleva a alejarse de ella.
 Una situación especial en la que se produce conflicto entre la conducta
afectiva y la conducta de alejamiento, es la que se produce cuando la
figura de apego es también la que provoca temor, al recurrir, quizás, a
amenazas o actos de violencia. En esas condiciones, las criaturas más
pequeñas no suelen huir de la figura hostil, sino aferrarse a ella.
 Todo apego regido por la ansiedad se desarrolla no sólo porque el niño
ha sido excesivamente gratificado, sino porque sus experiencias lo han
llevado a elaborar un modelo de figura afectiva que suele mostrarse
inaccesible o no responder a sus necesidades cuando aquél lo desea.
Cuanto más estable y previsible sea el régimen en el que se cría, más
firmes son los vínculos de afecto del pequeño; cuanto más
imprevisibles y sujetos a interrupciones sea ese régimen, más
caracterizado por la ansiedad será ese vínculo.

 Conflictos relacionados con el apego.

Según Bowlby, en las separaciones prolongadas los niños atraviesan tres


fases:

- Protesta.
- Ambivalencia.
- Adaptación.

2.2. Relaciones objétales.

En psicología, un objeto transicional es un objeto material en el cual el niño


deposita cierto apego, es por ejemplo un muñeco de peluche o un trapo, que
aten funciones psicológicas importantes, sobre todo al pretender dormir,
cuando se está solo o en otros momentos, como el hastío o la tristeza.

2.3. Afecto.

Es una reacción emocional dirigida hacia una persona, animal u objeto.


Indica sentimientos cálidos, amistad, simpatía o deseos de ayudar y
puede tomar forma física o verbal.

2.4. Gozo y alegría.

Se trata de sentimientos positivos generados por estímulos ambientales


o la relación con personas a través del habla, la caricia o el juego.
2.5. Aflicción, pena o tristeza.
Es un trastorno del estado emocional como consecuencia de una
pérdida o contrariedad.
2.6. Preocupación.
Se describe como un temor imaginario o dificultad esperada.
2.7. Ansiedad.
Es un estado incómodo que se refiere a un mal esperado o
inminente. El individuo no la puede evitar. La ansiedad se
desarrolla a partir del temo y la preocupación, se distingue de
ellos en diversos aspectos: es más vaga que el temor y no procede
de una situación existente, sino de una esperada.

2.8. Timidez.
Es una forma de temor que se caracteriza por evitar el contacto
con desconocidos o personas poco familiares. La provocan
siempre personas y nunca objetos.
A continuación se ofrecen algunas causas por las que los niños
con tímidos:
- Dificultad al ser expuestos a nueva situaciones.
- Herencia.
- Padres inconsistentes.
- Demasiada amenazas, burlas o crítica.
- Falta de participación de los padres.
- Falta de experiencia en situaciones sociales.
- Poco amor propio o mala opinión de sí mismos.
- Padres que protegen demasiado.
- Comportamiento aprendido o de ejemplo.
- Carácter tímido.

A- Efectos negativos de la timidez.

- Dificultada para hacer y mantener amistades.


- Dificultad para defenderse uno mismo.
- Ser considerados presumidos o indiferentes.
- Dificultades con la comunicación efectiva.
- Dificultad expresando emociones.
- La timidez puede ocasionar problemas en la escuela.

B- Prevención.
- Enseñar hábitos sociales.
- Ejecutar conductas sin timidez.
- Exponer a los niños a la relación con gente y situaciones sociales
diferentes.
- No catalogar a los niños como tímidos.
- Ayudar a los niños a sentirse capaces.
- Establecer una relación de confianza.
- Enseñar la comunicación efectiva.
- Administrar disciplina adecuada y apropiada.

C- Intervención.
- Apoyar los cambios graduales.
- Tener cuidado de no reforzar la timidez.
- No burlarse o permitir que otros miembros de la familia o la escuela
se burlen de los niños tímidos.
- No permitir que los niños se aíslen.
- No hablar por los niños tímidos.
- Elogiar el comportamiento sin timidez y el progreso.
- Fomentar y enseñar responsabilidad e independencia.
- Actuar sin timidez.
- Apoyar la participación en actividades.
- Mantener la comunicación con los docentes y familiares.
- Establecer un sistema de premios.
- Enseñar formas de autorefuerzo.

2.9. Miedo.

Vías de aprendizajes de miedos: asociación directa, imitación e


inducción ambiental.

También podría gustarte