Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA REINVENCIÓN DE LA FAMILIA
EN BUSCA DE NUEVAS FORMAS DE CONVIVENCIA
... _
~ '
,/ . ._ _
PAIDÓS CONTEXTOS
LA REINVENCIÓN
DB LA FAMILIA
En busca de nuevas
formas de convivencia
PAID0'
Barcelona • Buenos Aires
. -·, .
. .. ...
Título ori~inal: U''tzs kommt ,,ocb J,·r Fa mil,~··
ScgunJa c<lici~n revisaJa publicada en alcm.in. en~,~~,. por \'crlJ.: 1 11
Beck oHG, Munich.
ISBN: 84-493-1410-0
Depósito le~al: B. 10.579/2003'
2. Lnsch, 197i.
3. Bcrger y Bcrgcr, 1983 (edición l~~i~inal en in~k~ ~k Ber~er
y Berger. 1984 l.
-L Staccy, l 995.
LA NUEVA COMPLEJIDAD DE LA FAMILIA l3
----
ffl~r~t~~hijo.·En _c.asos de desviación e ese mo e o se
babfoh~ ·de «madres....
solteras»
· ....
o «madres no casadas»,
con la sonnotaóón de que el hombre las había abando~
ruido. Implicaba una forma de existencia de mala repu·
fuc1ón; una situación como de haber sido utilizaJa o
rechazada, una situación vergonzosa de «muchacha
caída». Hoy en día contamos, en cambio, con una aueua-
categoría, la figura «mono arental».~e ha hecho
del to o ~espetable.s., que hace su aparición i~duso en
los círculos de las mejores familias de la bur1,?uesía. Este
J~
.Refirámonos. por ejemplo, a mAdre de alquik¡:, que
;se aej;¡Jnseminar con el semen de al~ún donante y que,
1~ cambio de una retribución, lleva a término el embant·
zo a fin de que una pareja ajena consiga al hijo ·que de-
sea con tanto anhelo. (No pocas veces se vµelven a en~
~onmir todos ante el juez, donde se discute quién de
ellas es la madre «verdadera». ¡Pobre juez!) O pense-
mos en lamujer,mayor que ya está en la menopausia y
que decide dejarse implantar los óv.ulos de una mujer
más joven para quedarse embarazada (si bien el hijo
qµe dé.a luz no será, ~~sde un punto de vista bioló~ic0.
hijo SU}'.OL_Baste lo dicho acerca de Io.s casos más conn ·
cicfos; s~púeden encontrar mudias variantes leyendo
los informes de la medicina que se encarga de la reprc,.
ducción y la fertilidad. Lq único que aquí nos importa .
es lo siguiente: 8F,a&i~JU6fa..§ t:i':1evas 9Hci.ones de la t~c,-
p~Jggi~{ffli'diéi~se"'fiátén posibles fotrrrnsde arernidad
· · ue, asta ~ ora no se hahfan dado en Li
i;1t~ltfffüáñid'ad: es más. parecfan compler:1·
mente inimaginables. A,raíz. q~
la aparición de. eshts....
=5=:!~~~~~~
El confuso baile de nombres
y, con él, una señal visible para todos sobre quién per·
tenecía a la familia. En la actualidad hay en.una escuela
londinense un niño de seis años que no tiene ningún
apellido. Antes s{ tenía, incluso dos. Sus padres, que vi;
vían juntos desde hacía mucho tiempo aunque sin estar
casados, habían decidido dar a sus tres hijos, de modo
oficial, un doble apellido. Dado que éstos resultaban
un poco complicados en la vida ordinaria, los padres
acordaron que las dos niñas llevaran en el trato diario el
apellido de la nl'Sldre y el niño el del padre. Pero cuan-
do Ja pareja se separó, hecho que ocurrió de una forma
más bien conflit:tiva, la madre se dirigió a la escuela con
e1 ruego de que cambiasen el apellido de su hijo. El pa·
dre sólo se enteró de ello cuando el niño llegó con las
notas. A continuación, el padre se presentó en el colegio
exigiendo un nuevo cambio en el apellido de su hijo. La
escuela accedió, pero manifestando al mismo tiempo
que se vería obligada a ceder si la madre, por su lado,·
volvía a pedfr otra vez que se cambiase el nombre del
niño. En el ínterin, el caso ha sido puesto en manos de las
autoridades competentes. Mientras el tema está pendien.·
te de resolución, los cuadernos del muchacho y su cajón
en el armario sólo tienen escrito su nombre de pila.6
Concedamos que esta historia es un caso raro, no la
regla. Para el Derecho alemán no habría sido posible.
Pero desde que ~Alemania_.dge una nueva ley sobre
los nombres han tenido lugar también aquí cambios in·
teresantes. Nos podemos referir, por ejemplo, al caso
de Stephanie Scholz, una joven casada: cuando se in-
trodujo la !_1t1evJ1ey sobre los nombres familiares, la
•. '
~ 11. Desde 1972, cuando se hizo por primera vez una evalua-
n I todavía incompleta) de las parejas de hecho, su número _ca-
~ se ha decuplicado en Alemania Federal: de 137.000 en el año
i2 a 1.300.000 en 199,. A esto hay que añadir 400.000 parejas
extramatrimoniales en los nuevos territorios fedentles alemanes
(Statistisches Bundesamt, 199,, pág. 24; BiB-Mittei/ungen (In-
formaciones del Instituto Federal de Estudios Demográficos],
cuaderno l, 1997, pág. 9).
1..-\ REl~\'ENUú:-- l>I l.\ r,sm., \
Normalización de la separación.
Estrategias de autoprotección
miembros Je la
de pareja. Más bien se refiere a que los ........ ~ . .
El <-:lec/o gc'ller,1cümal
Yo
Yo, mi marido,.
su hijo y nuestr.o hijo
Yo, mi hermailo, mi madre,
su marido y nuestra hermanasu·a
49. [bid.
50. Sobre lo que sigue véase Rcher.1!. 199i. y N.1pp-Perers,
1995.
CU,\:'l:DO LA SEPARACIÓN SE HACE NORMAL 77
prudentes, a obrar con habilidad, a encontrar, entre
una serie de señales contradictorias, el propio ca~ino:
«No debes fiarte de papá», le dice la mamá; «Esto no
puedo contárselo a mamá, si no, llorará»; «Me gustan~
llamar también papá a Paul, el nuevo amigo de mamá,
pero ¿qué pasará si mi verdadero padre lo oye?».
Las reglas para la actuación correcta no pueden
consultarse en ningún sitio. Y mientras que en otras
cuestiones los hjjos pueden encontrar consejo en los
padres -seguro que no siempre, pero al menos mu·
chas veces-, ep preguntas así los padres son conseje·
ros totalmente inapropiados, pues son, en gran medida,
parte interesada y están •trapádos en sus propios senti-
mientos. Si hay hermanos, acaso se pueda intercambiar
con ellos las respectivas vivencias, o bien con personas
de la misma edad que se encuentren inmersas en una
constelación familiar parecida. Pero independientemen-
te de que la p(ole aprenda con virtuosismo a administrar
los sentimientos y vínculos en la complicada red de la
nueva familia o se comporte, más bien, de una forma
torpe e insegura, lo que en todo caso resulta indudable es
lo siguiente: en esa competencia entre distintas lealtades,
cada-hiig es remitido a sí mismo, ti~e que arreglársel~
él mismo con muchas cosas. Puede ser que se sienta solo
en la coyuntura, Quede ser gue se haga más in~epen~ ·
diente, o acaso,ocurran:ambas cosas a la vez. De.un modo
u otro, fa obviedad del antiguo modeló Tamiliar ya ha
dejado de serio que él vive. En la sucesión generacional
se transmite, nuevamente, un mensaje individualista.
78 LA REINVENCIÓl'\ DE LA .fi\MILIA
Así pues, si, como hemos dicho hasta ahora, las ba-
rreras de antaño, dadas de antemano en forma de natu-
raleza, religión, tradición, cada vez pierden más fuerza
y obligatoriedad en su marcha hacia la modernidad y,
en vez de eso; \parecen nuevas opciones y posibilidades ·"
electivas; si las formas de la vida privada -y en ellas no
son lo menos importante los modelos de relación ~ti-
ma- se hacen con ello más abiertas y alterables, aun-
que también más frágiles, si, por principio, pueden ser
rotas, llevando siempre consigo de un modo soterrado
el riesgo de la pérdida y el fracaso, ¿qué significa esto
para el comportamiento de las personas en la vida coti-
diana? ¿Cómo afrontan los hombres las ·eres.esas. ...,,-=
«libertades arn e se van revelando en el cur-
de
so 1~;-procesos de individualización, cómo reaccio-
nan a esa «inseguridad fabricada», 1 característica de la
época de modernidad avanzada en que vivimos?
Imperativo de futuro
6.Beck, 1986,pág.217.
7. Kohli. 1986. pág. 185.
8. Borscheid. 1988.
LA VIDA COMO PROYECTO DE PLANIFICACIÓN 89
- ---
a planificar antes~tiene que buscar informacio2, sope- :
sarla, filtrarla, cotejarla con otras y, en algunos casos,
recabar nueva Wormación~
En este sentido, escribe Anthony Giddens, nuestro
mundo actual es «un mundo de gente juiciosa». Con
ello no quiere decir que la gente sea actualmente más
inteligente que¡ antes. Significa que, en las circunstan-
cias actuales de disolución de lo tradicional de indivi-
. ua 1zac1ón, cada vez se convierte más, y con la mayor
0
obvieªadl. c;Itparte integrante de la viaa cotidiana elsa~---
betde los-expertos: «Las informaciones generadas por
los especialistas [... ] no pueden ya limitarse a unos gru-
pos específicos, sino que son interpretadas también por
las personas no expertas en el curso de sus acciones co-
tidianas y puestas como base de su forma de obrar». 1º
Los consejeros prometen dar con el camino adecua- , 1
La pareja a pruebq,
Planificar la paternidad
•
Si seguimos analizando las estadísticas demográfi-
cas, encontraremos también un número creciente de
«padres mayores», un envejecimiento en la edad de los
padres y, sobre todo, de la inujer cuando alumbra el
primer hijo.
No cabe duda de que esta tendencia no puede ex-
plicarse por una sola causa, pero hay buenas razones
para sospechar que el efecto de retrasar la maternidad
apunta también a los deseos de asegurarse que tiene la
persona. En todo caso, de los estudios empíricos surge
claramente d siguiente cuadro: lo que antaño era la cosa
más natural del mundo se va convirtiendo, cada vez más,
en una empresa que precisa de una serie de reflexiones a
largo plazo y de consideraciones de sus pros y contras.
La divisa es «,Blanificación familiar», o también
«paternidad responsable»,23 y su responsabilidad se
mide por muchos factores, que van desde la cuestión de
.la estabilidad de la relación de pareja, pasando por la
del patrimonio y la vivienda, hasta la determinación del
. momento oportuno dentro de la biografí~ profesional
de la person!, Así es como de eso que se llama una situ~-
ción decisoria en realidad se hace con frecuencia un
23.KaufIDann,1988,pág.122.
102 LA REINVENCIÓN DEI.A FA.MiLIA
36.Clarke,1994,pág.3.
37. Blatt, 1991, pág. 9.
110 l.:\ R El:--:\'l:\CJU'-; [) ! i o\ ; 1 \l l~. I:\
--
concepto general de «familia» es una clara ~e_~Ji~ióp,
por sexos que le es especTEica. pues~"paraser precisos,
teñctñiiiños'qü·e·d~Clr:'·so~--~~bre rodo·1~~--~Ü,~s--~~. -hija·s:.·
.................................. "'.............. _.......................
y nuetasqúíerie.~ ~e._encan~~o . .~€! JQ$. . ~.tJ.i.4!4~ de la ge:__
.~rwn·m~s
______ .,. .... . ~-~·-
_..
vie1ª.:.15 E incluso allí doi1<.~C intervienen
.
77.600
Fuente: lnfrstest
J 3.J l.:\ RI:11\:\'E'.',;CIC'>:-; OE L-\_L~~l)LI:\
18. [bid.
. ....
C0:"1:TRATO GENERACIONAL Y RELACIÓN [. .. ] 137
,... •·
,
-,.
......
142 LA REINVENCIÚN DE L:A l'AMILIA
28.lbid.
29. Liebau, 1996, pág. 21.
144 LA REI:'l:\'E~C!ÓN DE L:\ F.UJILIA
El riesgo de la vida:
casos necesitados de
asistencia sanitaria
De cada 1.000 personas del grupo
de edad correspondiente necesitan
asistencia.sanitaria: .
laclantH v l>eblls hasta 2 •"- l1
Niños y jóvenes entre 3-19 alloa: 1 ·
70-74
75.79
~ ,. - .
CONTRATO GENERACIONAL Y RELACIÓN[ ... ) 147
......
154 LA REINVENCIÓ:O,: DE LA fAMILIA
1' .......
164 1.-\ 10-:1:-.\TNCI(>~ 1>1: 1 \ l".\,\1111.\
Nueva responsabilidad
.......
174 LA REINVENCIÓN DE LA FAi\11.LIA
---~-
ción del embarazo». 16 Tales decisiones entran
on el concepto rcadiciooal del «amor Pª: _
terno o materno», nos recuerdan las oscuras épocas de
~ugenes§)enpocas palabras: tocan zoilas que eran
tabú y por ello es frecuente que se la~mediante
diversas estrategias, silenciándolas, p~eándolas o
evitándolas. De modo que no es nada casual el hecho
de que con frecuencia se usen formulaciones que dejan
vislumbrar lo que persiguen sólo indirectamente, que
no es otra cosa, por decirlo con daridad, que e,·itar el
nacimiento de niños discaQAci.UldQs(Jiay ya tendencias
a alabar tal proceder, como expresión de lo que es una
nueva forma de responsabilidad. que trata de librar a
los niños de un «destino crueh>. 17 Van ganando espacio
pensamientos como éstos que formula el filósofo Mar-
tín Sass: considera las decisiones de reproducirse que
impliquen un alto riesgo como «irresponsables de cara
a la sociedad, que recibe en su comunidad solidaria a
un ser con taras tan graves». 1s Ya apuntan, en la con-
ciencia de la gente, nuevas sensibilidades: más de uoQ
empieza a tildar de egoís~gnoJantes o estúpidas a J_as___
4
21. En una publicación de la Asociación SAFTA (Charity
for support after termination for abnormality), cuyo fin es ayudar
a las personas que se han decidido por una interrupción del em-
barazo con motivo de la detección de anormalidades genéticas,
se dice lo siguiente: The decision to termínate a wanted baby be-
cause o//oetal abnormality is one made out o/care /or the unbom
child. Citado por McNally, 199.5, pág. 142.
22. El magistrado británico Stephenson interpreta la cláusula
contenida en la ley sobre la interrupción del embarazo, según la
cual, en caso de una tara genética del feto, es admisible la realiza.
ción de un aborto, de la forma siguiente: That paragraph may have
heen passed in the interests o/the mother, the /amily and the gene-
r11/ public, but I would pre/er to believe that its main purpose, i/not
its so/e purpose, was to benefit the unbom child. Ibid.
23. Veánse aquí los resultados de un estudio encargado por
el Büro für Technikfolgen-Abschitzung del Burtdestag y llevado
a cabo por la Universidad de Münster, expuestos en Hennen y
otros, 1996, pág. 116 y sigs.
.. ··- .
178 LA REINVENCIÓN DE U l"AMII.IA
-
solapad~iite, va desbrozando el camino hacia nue-
vas formas de paternidad: Pues en el curso de estas
transformaciones hechas gracias a las nuevas técnicas y
de las posibilidades que con ello se abren, el deseo de
tener un hijo puede venir asociado al deseo de influir
en las particularidades de ese hijo. En la medicina re-
productiva se puede observar lo que ya está ocurriendo
con el diagnóstico prenatal: algunos de los futuros pa-
dres entienden esas ofertas de la tecnología médica co-
mo una prestación de servicios y desarrollan, como se
quejan los médicos, una serie de síntomas característi-
cos de una «actitud de consumidores».28 Ya no se bus-
ca solamente Ün hijo, s~nb Un niño piírticular: aparece
Modelos y selección
' •·
·" ....
)86 l.:\ ltEt:>,;\'ENCIÚI\ llE l..-\ 1:\.\111.1,\
4. ¿QUÉ FUTURO?
~~~~~~~~-
~s1.~~~!§~ aerotro:Eilµ~cl~ ~-ll.ideJ1tjd!t~tc;ºm<1.hl~J.t!~
r~L?_• __i_1:1"~r.~~~,~~~r~.~~1t1r!!~1-.!.C:Y~. ~ _s!,m~~!Jl9S,,~Q,1JW
~<judíQs n ~ , «japoneses norteamericanos» y hasta
«afroalemanes». El lema aquí es:«[...] Yo no tengo que
decidir en un sentido u otro, soy las dos cosas [...]»-' o,
de una forma más acentuada: «Yo no soy ni negro ni
blanco, ¡soy una mezcolanza!».6
Desarrollos como los nombrados hasta ahora -in-
cremento de las uniones binacionales o biculturales,- ·
puntos de partida de una identidad binacional o bicul-
¿QUIÉN ES UN NEGR0? 8
8. Para lo que sigue véase. pc•r ckmplo. D,l\'is. l '>91 . .isí co-
mo Spickard. 1989.
DE CA.MINO HACIA LA fAMILIA MULTICULTURAL 201
Gradaciones de la segregación
Esperanza prudente
•
El desarrollo descrito hasta ahora, ese número ere·
ciente de relaciones familiares mixtas, «mestizas», es va·
!orado, según sea el ángulo visual y la ubicación política
del espectador, de forma completamente diferente. Sigue
aún vigente que quien no siga las reglas de la elección
«normal» de pareja, uniéndose con una persona «dis-
tinta», «extranjera», sea mirado con frecuencia por el en-
torno con suspicacia y desconfianza. Claro que, al lado de
esto, se da también una imagen totalmente distinta, en la
que tales personas son vistas como soportes de la espe·
ranza de una actitud de tolerancia y entendimiento,
personas esperanzadas y abiertas al mundo, en una pala-
bra, pioneras de una sociedad multicultural.·
Es evidente que la primera actitud se alimenta de los
prejuicios de la xenofobia. Puede que la segunda tenga. .
una acogida mejor, pero no es, por ello, necesariamente,
la correcta. Ignora que tales relaciones no surgen sólo y
exclusivamente por puro amor, sino -como también
otras relaciones- por una mezcla de motivos. Ignora que
las personas no se mantienen en tales relaciones en virtud
de una actitud de tolerancia eterna y angelical, sino que
re\'elan en ellas sus propias angustias, sus propias expe-
73. Ibid.
i4. Citado en ibid., pág.10.
75. Ibid., pág. 12.
252 LA REINVENCIÓN DE l..-\ FA:.11!.lt\
76. [hiel.
77. Beck y Beck-Gcrnsheim. 1994.
78. Rcich-R,micki. 1993.
DE CAMINO HACIA LA FAMILIA MULTJCULTUKAL 2'J
52084
.,: ~11~
84