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1: 1ER CORTE
MOTORES DE INDUCCIÓN DE CORRIENTE ALTERNA
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MOTORES DE INDUCCIÓN DE CORRIENTE ALTERNA
El motor eléctrico de inducción es uno de los tipos más viejos de motores eléctricos y es,
además, el más simple en su forma común: el embobinado en forma de jaula de ardilla. La
primera instalación comercial fue ejecutada en 1889 y el motor de inducción con
embobinado primario y secundario distribuido fue desarrollado en 1892. Desde la primera
instalación a la fecha se han desarrollado mucho diseño de motores de inducción
polifásicos y resultaron de ellos dos tipos que han sido reconocido como el estándar: (1) el
de rotor de jaula de ardilla y (2) el de rotor de embobinado.
Las cualidades características del elemento primario estacionario – bobina distribuida entre
hierros angostos – son comunes para ambos tipos de motores el motor de jaula de ardilla o
corto circuito carece de conexiones externas o rotatorias, mientras que el rotor con bobinas
secundarias, o sea de rotor embobinado, ésta conectado generalmente por medio de anillos
rosantes y escobillas a una resistencia graduable en alguna forma.
Momento de torsión: hay dos características del momento de torsión que deben tomarse
en cuenta: (1) el momento de torsión en el arranque y (2) el momento de torsión límite. La
torsión del motor en la etapa de diseño tiene que ser balanceada contra la eficiencia y contra
el factor de potencia. Un momento de torsión alto en el arranque da como resultado un
factor de eficiencia y de potencia bajos, así como una regulación de velocidad más baja.
Pero por otro lado, si la torsión de arranque es demasiado baja, el motor no será capaz de
arrancar con la carga suministrada. A su vez la torsión crítica o el momento de torsión alto
de parada, da por resultado un factor de potencia bajo y una corriente de arranque alta. Si el
momento de torsión crítico es demasiado bajo, el motor se quedara parado con las
sobrecargas ordinarias y puede tostarse el aislamiento.
Voltaje y Frecuencia: para obtener los mejores resultados, los motores de inducción de
corriente alterna, tienen que trabajarse con la frecuencia y voltaje normales de asignación.
Es cierto que se puede tolerar algunas variaciones y son los límites del voltaje del 10% más
o menos, del indicado en la placa de características. Mientras que la frecuencia puede variar
un 5% más o menos y no deben variar ambos factores a la vez hasta los límites extremos
permitidos y deben tampoco cambiar al mismo tiempo en direcciones opuesta. Una buena
regla que se puede seguir es que si se cambia la frecuencia debe hacerse un cambio
correspondiente de voltaje proporcional a la raíz cuadrada de la relación de la frecuencia.
No es conveniente operar un motor a menos frecuencia con voltaje más bajo del normal,
por el aumento de consumo de amperaje con la consecuencia de la elevación de la
temperatura.
Devanado del estator: a primera vista, el estator de un motor de inducción tiene tal
apariencia de solidez y simpleza que sus necesidades de mantenimiento son menospreciada.
Sin embargo, la visita a un taller de reparaciones eléctricas nos indica con toda claridad que
los estatores de los motores de inducción es un elemento vulnerable. Los defectos que se
presentan en los estatores se deben a las siguientes causas: sobrecarga, operaciones en una
sola fase, humedad, desperfectos en las chumaceras y defectos en el aislamiento.
Los factores que más activamente contribuyen a la aparición de fallas en los estatores son,
generalmente, el polvo y la suciedad. Algunas formas de adherencia de polvos o suciedad
son muy conductivas y llevan con facilidad al deterioro del aislamiento.
Devanado del rotor: las consideraciones generales que se han hecho aquí y a las que se
citaran a continuación sobre el embobinado del estator, rigen también para el embobinado
del rotor de los motores de inducción de este tipo. Sin embargo, como es el caso del rotor se
trata de un elemento que se mueve, esto implica problemas adicionales de mantenimiento
prácticamente todos los rotores con devanado tiene bobina para tres fases, por lo mismo,
pueden tener fallas por la falta de corriente de una o dos de ellas.
Texto extraído de: L. C. Morrow, (1986). Manual de mantenimiento industrial. Tomo II,
México, D. F.
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