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Actividad Evaluativa – Tarea Eje 1

Taller de respuestas individuales

La evolución de la ética de la vida y Medioambiente y normatividad colombiana

Por:

Edith Tatiana Arciniegas Rondón

Cód. 63528546

Tutora:

María Catalina Sáenz Higuera

MSc. Derecho Ambiental y en Educación

Fundación Universitaria del Área Andina

Derecho Ambiental y Ética ED0401_20183

Especialización en Gestión Ambiental – Virtual

Bucaramanga, Santander

Octubre 07 de 2018
1. Porque la evolución del pensamiento humano más que un fenómeno aislado e
inalienable, se ha visto enormemente permeada por los variopintos descubrimientos
de las ciencias naturales y los no menos relevantes avances acaecidos con el
desarrollo de las ciencias sociales, que lo han supeditado a la construcción,
reformulación e incluso invalidación de paradigmas otrora verdades absolutas que
en diferentes momentos históricos definieron el rumbo de las relaciones hombre –
ambiente y que su articulación conllevó a lo que conocemos hoy en día como la
ética ambiental, que no es más que la forma como el hombre interactúa con su
entono biótico, abiótico y con sus congéneres. Dicho sinergismo entre las ciencias
entregaron a la humanidad recursos para entenderse, aprenderse, desaprenderse y
encontrar un sentido a su razón de ser y actuar en este planeta; sirviendo también
como ejes articuladores de normas morales y jurídicas, que yuxtapuestamente
tuvieron su evolución desde los contextos políticos y económicos; tal es el caso de
las filosofías basadas en los conceptos de liberalismo y conservadurismo como
padres de los modelos neoliberales y conservadores actuales.
2. En atención a mi formación vocacional y profesional como ingeniera ambiental y de
saneamiento, mi pensamiento se encuentra en armonía con la visión ecocéntrica
del mundo; la cual parte de una premisa básica según la cual; la tierra no
pertenece al hombre y, por el contrario, asume que el mismo pertenece a la tierra,
como cualquier otra especie. Dicha cosmovisión también repiensa la naturaleza
como un sujeto de derechos que deben ser reconocidos por los Estados y ejercidos
bajo la tutela de sus representantes [CITATION Fun17 \l 9226 ]. Y es en ese escenario
de protección a ultranza del ambiente que decidí ser parte de unas de las entidades
territoriales de carácter público creada por la ley 99 de 1993,para la protección del
medio ambiente en el Departamento de Santander, denominada Corporación
Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB), un
organismo técnico dotado de autonomía administrativa y financiera, patrimonio
propio y personería jurídica, encargada por ley de administrar dentro del área de su
jurisdicción, el medio ambiente y los recursos naturales renovables, y propender por
su desarrollo sostenible, de conformidad con las disposiciones legales y las
políticas del El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible [CITATION CDM16 \l
9226 ]. Hoy en día me encuentro apoyando la gestión de la entidad en el programa
de “Valoración económica de bienes y servicios ecosistémicos e implementación de
incentivos a la conservación”. Respecto de la articulación de esta cosmovisión con
los objetivos del país tendientes a la protección de los recursos naturales, la misma
deberá servir como elemento integrador y pilar de las políticas públicas
socioambientales de los territorios y ser puestas en práctica por parte todas las
entidades que hacen parte del Sistema Nacional Ambiental, Alcaldías Municipales y
demás autoridades en nuestro país, garantizando no solo el cumplimiento de metas
establecidos en los diferentes planes de desarrollo, sino la construcción de modelos
que permitan elevar los indicadores que corresponden a los 17 Objetivos Mundiales
del Desarrollo Sostenible.
3. Implica un cambio de noción o paradigma del ambiente como simple recurso
dispuesto para su usufructo, como un tesoro o reserva de todos los colombianos, el
cual deberá ser administrado de forma eficiente por un estado democrático y
garante de derechos. Asimismo denota al ambiente como un bien subjetivo, de uso
público, no excluyente y la vez inalienable, inembargable e imprescriptible, del cual
todos los colombianos somos “dueños” y a la vez “no dueños” del mismo; esto
implica que su disfrute estará sujeto a ciertas condiciones que garanticen su libre
acceso, su uso pacífico y su gestión racional; para lo cual contamos con la
normatividad ambiental vigente para todo el territorio nacional. Respecto de los
criterios diferenciadores al ambiente como deber y como derecho ciudadano; en
primera medida, tenemos que los recursos naturales son finitos y no infinitos como
otrora fueron concebidos, por tanto los mismos deberán ser objeto de
administración, cuidado, protección y representación por parte de la humanidad
(deber). Asimismo el ambiente no puede ser objeto de comercio (comprar, vender o
permutar), por tanto su acceso será el mismo para todos en igualdad de
condiciones (derecho).
4. Considero que Colombia no solo ostenta una responsabilidad histórica y moral
frente a la preservación del ambiente no solo como derecho subjetivo de los
colombianos, sino como parte de la riqueza material e inmaterial de toda la
humanidad; por tanto considero que el Estado en cabeza del Gobierno debe asumir
una política de conservación de la riqueza natural, toda vez que será la única forma
de conservar incólumes las condiciones de vida como la conocemos hoy en día, sin
intermediar cambios evolutivos que impliquen la extinción de especies sensibles o
cuyos umbrales no resistan la creciente contaminación, lo anterior atendiendo las
inminentes amenazas de desastres derivados del cambio climático y los
desbalances en los ciclos biogeoquímicos de los elementos esenciales para la vida
en la tierra.
5. Frente a la disyuntiva entre desarrollo a partir de la extracción de hidrocarburos
para superar la pobreza extrema y la conservación de ecosistemas estratégicos de
relevancia global; la respuesta la podremos encontrar en las energías alternativas
también denominadas renovables o limpias. Para el caso particular de nuestro país,
Colombia ostenta una posición geográfica que lo privilegia para la explotación de su
energía eólica y solar (fotovoltaica), teniendo al departamento de la Guajira como
región donde el brillo solar y la fuerza de los vientos incide de manera casi
constante y con un elevado potencial de generación energética a costos
económicos, ecosistémicos y sociales bastante razonables, asimismo cuenta con
recursos vegetales en la región de la Amazonía, para la obtención de energía a
partir de la biomasa. Respecto de la postura de los países industrializados que
abogan por la conservaciones de este tipos de ecosistemas, considero que dichas
peticiones deben ir de la mano con alternativas a la explotación de combustibles
fósiles que deriven en apoyo técnico, tecnológico y financiero para la investigación y
posterior usufructo de las citadas energías alternativas, atendiendo los contextos y
especificidades de cada nación, que desmonten la idea de un desarrollo
dependiente de los hidrocarburos y se exploren alternativas más limpias y con
menores impactos socioambientales.
BIBLIOGRAFÍA

CDMB. (15 de junio de 2016). Naturaleza Jurídica. Recuperado el 02 de octubre de


2018, de http://www.cdmb.gov.co/web/asi-es-la-cdmb/naturaleza-juridica

Fundación Universitaria del Área Andina. (2017). Medioambiente y normatividad


colombiana. Bogotá D.C. Recuperado el 01 de Octubre de 2018

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