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Ecofeminismos: apuntes sobre la

dominación gemela de mujeres y


naturaleza
Amaranta Herrero*

Resumen: Hace ya más de treinta años que em- personas de color, pobres, LGBTI o indígenas,
pezamos a escuchar hablar del ecofeminismo o por poner algunos ejemplos) y la explotación del
feminismo ecologista, una corriente del feminis- mundo vivo no humano.
mo que sostiene que hay vínculos significativos
entre la subordinación de las mujeres (y otros Este artículo se propone introducir la
grupos sociales poco privilegiados) y la explota- perspectiva ecofeminista para comprender el
ción de la naturaleza. En el presente artículo, se carácter singular de sus planteamientos. En
pretende ofrecer una visión introductoria sobre concreto, abordaré cinco de las numerosas
la perspectiva ecofeminista para comprender el tendencias comprendidas dentro de esta
carácter singular de sus planteamientos y sus corriente: los ecofeminismos esencialista,
respuestas ante la crisis ecológica global. Esta espiritualista, constructivista, queer, animalista.
perspectiva se debe entender como un concepto Para reflejar mejor su diversidad interna, me
paraguas que abarca en su seno una multiplici- referiré al concepto en plural: ecofeminismos.
dad de tendencias y puntos de vista. Aquí expli-
co cinco de ellos: los ecofeminismos esencialista, Feminismos ecologistas como
espiritualista, constructivista, queer y animalista. respuesta a la crisis ecológica
global
Palabras clave: feminismos ecologistas, mujeres,
naturaleza, dualismos, patriarcado capitalista, En las sociedades patriarcales se divide, separa
crisis ecológica y distribuye forzosamente a la población en dos
grupos antagónicos de seres humanos, definidos
de forma rígida como masculino y femenino.
Introducción Ambos son socializados con valores y normas de
comportamiento de dependencia jerárquica, en
Ya se han cumplido tres décadas desde que la el marco de un esquema en el que lo masculino
literatura feminista utópica estadounidense em- adquiere artificial e injustificadamente el
pezó a hablar de ecofeminismo o feminismo eco- rango de pauta de valor, de superioridad y de
logista. Esta corriente relativamente nueva del excelencia para el conjunto. Como nos cuenta
feminismo destaca las importantes relaciones Warren (1997), los feminismos nacieron como
existentes entre la subordinación de las mujeres movimientos sociales y políticos y también
y otros grupos sociales no privilegiados (como las como corrientes teóricas de pensamiento que
luchan por la liberación de las mujeres y para
* GenØk – Centro de Bioseguridad Noruego, Tromsø, Norue- acabar con el sexismo, o el privilegio que a los
ga. E-mail: amaranta.herrero@gmail.com. hombres les ha otorgado el patriarcado.

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Con el paso de los años y la emergencia del
feminismo socialista, radical, culturalista, ne-
gro e indígena, muchas feministas tomaron
conciencia de que la opresión de las mujeres
es sumamente compleja y multifacética. Dado
que el patriarcado se hibrida con otras estruc-
turas de dominación existentes, la liberación
de las mujeres no se conseguirá hasta que todas
nos liberemos de las múltiples opresiones que
estructuran nuestras diversas identidades de
género. Con esta perspectiva, el feminismo se
puede considerar un movimiento emancipato-
rio de gran alcance que no solo pretende acabar
con el sexismo, sino también con el racismo, el
capitalismo, el heterosexismo y el etnocentris-
mo. De esta forma, un tema se puede considerar
feminista si ayuda a entender y explicar las opre-
siones que sufren las mujeres en sus diferentes

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contextos. Imagen 1. El modelo iceberg de las economías
patriarcales capitalistas. Fuente: Adaptación
El término ecofeminismo fue acuñado por de Bennholdt-Thomsen y Mies (1999: 31).
Françoise d’Eaubonne en 1974 y se populari- Ilustración de Imogen Shaw.
zó en el contexto de las numerosas protestas
contra la destrucción ambiental que tuvieron
lugar a final de la década de 1970. De hecho, En el contexto actual de grave crisis ecológica
como movimiento social y político, el ecofe- global, las ecofeministas afirman que cualquier
minismo se originó a partir de la hibridación feminismo, ecologismo o ética ambiental que no
de tres movimientos sociales: feminista, ecolo- reconozca las conexiones entre la dominación y
gista y pacifista. Los ecofeminismos parten de la explotación de las mujeres (y de otros grupos
una visión del mundo que considera que los sociales oprimidos) y las de la naturaleza no hu-
humanos somos a la vez seres sociales y seres mana ofrece una visión peligrosamente miope e
biológicos encarnados en cuerpos vulnerables, inadecuada de la realidad social y ecológica en
sociodependientes y ecodependientes, que se la que vivimos. La mirada ecofeminista coincide
desarrollan y operan en contextos sociales y con muchos otros feminismos en el análisis de la
ecológicos particulares. Para las ecofeministas, crisis de los cuidados, es decir, en la crítica a la
el patriarcado no solo condiciona y somete los desigual y rígida división sexual del trabajo, así
cuerpos, mentes y vidas de mujeres y hombres, como a la sistemática invisibilización de los tra-
sino que también ejerce poder sobre la natura- bajos y tiempos dedicados a los cuidados. Estos
leza no humana y la somete. Así, la destrucción trabajos y tiempos, desvalorizados en la sociedad,
de los bosques, la contaminación de las aguas, han sido adjudicados históricamente en régimen
los productos tóxicos del tecnoindustrialismo de casi exclusividad a las mujeres. Sin embargo,
o el trato que se le da a los animales no huma- lo que distingue esta mirada de otros feminismos
nos son temas profundamente feministas, pues es que, además, vincula esta opresión histórica de
entender cómo el sistema patriarcal influye en las mujeres al trato que le damos a la naturaleza
estas entidades ayuda a comprender una parte no humana. Afirma que la lógica subyacente a
central del estatus oprimido de las mujeres de la opresión de las mujeres y a la explotación de
forma transcultural (ver imagen 1). la naturaleza no humana es la misma y, por ello,

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se posiciona políticamente ante la actual crisis en esta crítica era, es urgente tomar en serio el
civilizatoria del Antropoceno.1 imperativo ecológico y reinventar lo que signi-
fica tener una vida digna en una Tierra finita
Las ecofeministas identifican tres puntales que y perturbada. Eso implica necesariamente cam-
se refuerzan mutuamente para mantener esta biar los patrones dominantes de organización y
doble opresión: un patriarcado capitalista, una pensamiento social que nos han conducido a la
visión mecanicista del mundo y una cultura de actual situación de crisis civilizatoria: las estruc-
la dominación y la violencia. Con una creencia turas sociales, económicas, culturales y políticas
antropocéntrica y androcéntrica de superioridad de las sociedades dominantes.
biológica, los seres humanos (algunos más que
otros) se han apropiado, han dominado y han La lógica dualista del patriarcado
sometido violentamente a los seres vivos (incluso capitalista
a los propios humanos), así como a los procesos,
productos y servicios que forman la naturaleza o El patriarcado capitalista hace un terrible reduc-
son generados por ella. Los postulados patriar- cionismo de toda la vida al valor dinero. El mo-
cales de productivismo, homogeneidad, control tor del sistema capitalista consiste en una lógica
y centralización constituyen el fundamento de de acumulación de capital y de obtención de
los modelos de pensamiento y de las activida- beneficios. A través de una serie de estructuras
des económicas industriales dominantes. Por sociales, culturales, económicas y políticas, bene-
ejemplo, la ganadería intensiva o la expansión ficia a unos pocos a costa de la mayoría y acelera
de los monocultivos (soja, aceite de palma, maíz, peligrosamente la entropía planetaria, con una
azúcar, algodón, tabaco, eucaliptus…) serían al- dinámica suicida. Pone el conjunto de la vida al
gunas de las múltiples manifestaciones de este servicio del capital y, con ello, no solo aumenta
patriarcado capitalista. Estas actividades produc- las desigualdades sociales, sino que ha consegui-
tivistas se justifican y se desarrollan por medio do llevar al planeta a una nueva era geológica,
de la naturalización de creencias fuertemente hostil e impredecible, dañar irreversiblemente al
antropocéntricas sobre la superioridad de los conjunto de seres vivos que forman la trama de
seres humanos (es decir que los seres humanos la vida e incluso amenazar la propia superviven-
tenemos un valor autootorgado por encima de cia humana (Herrero, 2017). Asentado sobre el
todas las demás especies y por eso podemos uti- patriarcado, este sistema se sustenta en el trabajo
lizarlas para todos nuestros fines sin ningún tipo gratuito de las mujeres, así como en el dominio
de problematización ética), así como mediante la y expolio de la naturaleza.
asunción de que un incremento continuo de la
producción homogénea, controlada y centraliza- Otra de las características principales del pa-
da es intrínsecamente bueno y deseable. triarcado capitalista es que se fundamenta en un
pensamiento basado en dualismos de valor jerar-
Los ecofeminismos manifiestan, explícita o im- quizantes (Plumwood, 1993). Es decir, percibe y
plícitamente, que el proyecto moderno occiden- divide la realidad en pares o dominios de diferen-
tal de crecimiento y progreso ilimitado se ha ago- te valor opuesto (en vez de complementario) y, de
tado. Vinculan la emancipación de las mujeres forma sistemática y perversa, se otorga prioridad,
(y de las sociedades) a un cambio profundo en supremacía y poder político a uno de los pares,
la relación con la naturaleza no humana. Es de- mientras se devalúa el otro. De acuerdo con esta
cir, para tener opciones de supervivencia digna distribución, se establece una clasificación que
divide y prioriza una parte en relación con la
1. El concepto de Antropoceno (o Capitaloceno) alude a una
otra (cuadro 1). En concreto, en esta clasifica-
nueva época geológica caracterizada por los graves e irreversibles ción dualista jerarquizante, los valores femeninos
impactos de las actividades humanas sobre el sistema Tierra y y la naturaleza ocupan posiciones subordinadas
todos sus habitantes (Herrero, 2017).

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en relación con lo masculino y lo humano. Los el entorno necesario para el desarrollo de los lo-
cuerpos, lo particular, lo privado, las emociones, gros masculinos, sin que estas actividades básicas
la materialidad y el mundo no humano se desva- para el mantenimiento de la vida social hayan
lorizan frente a la mente, lo universal, lo públi- sido adecuadamente reconocidas.
co, lo racional, y lo humano. Y esta devaluación
continúa operando como una desventaja para las Por otra parte, la ciencia moderna occidental ha
mujeres, la naturaleza y la vida en general. jugado un papel central en la reproducción y la
sedimentación de estos dualismos (recordemos
Cultura / Naturaleza el dualismo cartesiano) y en la construcción y
Razón / Naturaleza promoción de un modelo mental y cultural
Masculino / Femenino mecanicista que promueve el sometimiento y el
Mente / Cuerpo (naturaleza) dominio de la naturaleza. Desde el punto de vista
Señor / Esclavo histórico, la revolución científica moderna, con
Racionalidad / Animalidad (naturaleza)
los aportes de Descartes, Galileo o Newton, se
Razón / Emoción (naturaleza)
Libertad / Necesidad (naturaleza)
ha forjado sobre el triunfo de una concepción
Universal / Particular
del mundo como un mundo-máquina, algo
Humano / Naturaleza (no-humana) inerte, opuesto a la concepción del mundo
Civilizado / Primitivo como organismo vivo (Merchant, 1989). Es

En profundidad
Producción / Reproducción decir, la naturaleza se concibe como una entidad
Público / Privado autónoma, pasiva y siempre a disposición de los
Sujeto / Objeto seres humanos para ser explorada, explotada y
Heterosexualidad / Queer expoliada, a menudo con violencia. La lógica de
Un(a) mismo(a) / Otros(as) la dominación patriarcal necesitaba una visión
Urbano / Rural
jerárquica de los seres vivos, y la ciencia moderna
Adulto / Infante
contribuyó a proporcionársela al romper el
Cuadro 1. Elementos clave en la estructura vínculo profundo de continuidad entre los
dual jerarquizante del pensamiento occidental. humanos y el resto de los seres vivos (Varela,
Fuente: Plumwood (1993: 43). 2017).

La consecuencia principal de esta inferioriza- Algunas propuestas de los


ción es la negación de las dependencias fun- ecofeminismos
damentales de los humanos entre nosotros y
con respecto a los procesos biológicos, lo que Al formar parte de los feminismos de la
refuerza la problemática visión de que los hu- diferencia, los ecofeminismos no comparten las
manos estamos separados del resto del mundo propuestas del feminismo liberal de la igualdad
vivo y que este no es más que el escenario don- y ven insuficiente los proyectos de liberación de
de suceden nuestros dramas. Se concibe como las mujeres que se limitan a asumir y mantener
un escenario inerte con recursos ilimitados que acríticamente un modelo de vida masculino
carece de necesidades propias. Paralelamente, la presentado como neutral en términos de
cultura dominante occidental ha inferiorizado género. Es decir, para los ecofeminismos no
sistemáticamente la esfera de la reproducción, se trata de repudiar los valores femeninos y
los cuidados y la subsistencia, una actitud que ha adoptar y promover valores y proyectos de vida
permitido implementar mecanismos de domi- masculinos para las mujeres, como camino hacia
nación y violencia simbólica contra las mujeres. un mayor reconocimiento y estatus social (línea
Estas han ejercido históricamente los invisibles priorizada por los feminismos de la igualdad),
roles requeridos para mantener y reproducir las sino que reivindican los valores femeninos (más
condiciones de vida, así como para proporcionar vinculados a la cooperación, los cuidados, la

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empatía, la vulnerabilidad, la receptividad, la Pluralidades ecofeministas
visión del conjunto, las emociones, etc…) como
socialmente útiles, deseables y universalizables No hay un solo ecofeminismo, sino varias ten-
para el conjunto de la humanidad. dencias diferentes que a menudo dialogan y
debaten entre ellas. Dada la relativa novedad
Las ecofeministas insisten en la necesidad de su- de los planteamientos ecofeministas, suelen ser
perar la concepción binaria, rígida y jerárquica mal conocidos y a veces incluso se los rechaza
de la identidad humana y desarrollar una cultura en bloque injustamente bajo el inapropiado
alternativa que reconozca plenamente sus múlti- calificativo de esencialismo. A continuación
ples manifestaciones como parte de la naturale- describo algunas de estas tendencias. He pre-
za. Con este reconocimiento, la concepción de tendido ir un poco más allá de la tradicional
la naturaleza como entidad pasiva e inerte tam- separación entre las corrientes esencialistas y
bién cambiaría. Esta visión antidualista concibe constructivistas para visibilizar otras propues-
lo masculino y lo femenino como partes de la tas existentes con características propias. Todas
naturaleza y la cultura. ellas comparten la denuncia del androcentris-
mo de la ciencia y de la historia por la exclusión
Las ecofeministas abogan por intensificar las de las mujeres que ambas han llevado a cabo.
prácticas vinculadas a la ética y la política del
cuidado que reconozcan las interdependencias Ecofeminismo clásico (o esencialista)
sociales y ecológicas como principios fundacio-
nales de una nueva organización social. El cui- Es la tendencia más divulgada y más polémica
dado, o los cuidados, tiene que ver con nuestra dentro de los ecofeminismos. Originada en Es-
relación con el otro, y la perspectiva ecofeminista tados Unidos, afirma que la cultura masculina,
contempla que ese otro puede no ser humano, obsesionada por el poder y el control, nos ha
sino que puede tratarse de cualquier ser vivo o conducido a guerras suicidas y al envenena-
parte del planeta, como la atmósfera, los ríos, miento de elementos vitales como la tierra, el
los bosques o los animales no humanos. Ade- agua y el aire. Su característica principal con-
más, las ecofeministas afirman que es necesario siste en sostener que las mujeres tienen rasgos
reconsiderar los fundamentos del contrato social biológicos (como la capacidad de parir o la
moderno para construir una democracia plane- menstruación) que las vinculan de forma más
taria (Shiva, 2016), que avance en la puesta en íntima y especial con la naturaleza. Según esta
práctica de una justicia ambiental multiespecie perspectiva, gracias a ese vínculo biológico to-
(Haraway, 2016) y le otorgue algunos derechos a das las mujeres estarían en una mejor posición
la naturaleza, incluyendo el resto de los animales. para comprender las consecuencias de la des-
También ponen en valor los conocimientos no trucción de la Tierra y liderar las luchas en su
expertos que aportan sabiduría práctica contex- defensa.
tualizada para afrontar esta época.
La propuesta de las ecofeministas clásicas (Daly,
Pero no se pretende asumir la naturaleza y lo 1978; Griffin, 1978) se basa en recuperar los va-
natural como una esfera de armonía y paz en lores matriarcales y convertir lo que consideran
la que los humanos estarán libres de conflictos. el rol reproductivo indiscutible de la mujer en un
Implica, más bien, una reevaluación crítica, pro- instrumento de autoempoderamiento. Muchas
funda y política de la categoría naturaleza y de veces este rol reproductivo se encuentra envuelto
cómo ha sido desarrollada en Occidente. Se tra- en una mística que emana del carácter sagrado
ta de sustituir con humildad y responsabilidad de la vida. Esta propuesta ha servido también
ecológica la arrogancia y la codicia que nos ha para inspirar luchas feministas pacifistas como la
llevado al Antropoceno. de Greenham Common, un campamento per-

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Imagen 2. Reivindicación ecofeminista en el espacio público. Fuente: comambiental.com.ar.

manente de protesta antimilitarista de mujeres, y destruye las formas de vida tradicionales de

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activo durante dieciocho años en Inglaterra. muchos pueblos indígenas y campesinos de los
países empobrecidos. Así, identifica al patriar-
Por su carácter esencialista y biologicista, esta cado, particularmente al patriarcado occidental,
visión ha sido fuertemente criticada por su como fuente principal de la destrucción ecoló-
ahistoricidad, su ingenuidad epistemológica gica global (Shiva, 1988).
y su simplificación de las relaciones de géne-
ro (Haraway, 1995). Si bien esta perspectiva, Esta perspectiva pone especial énfasis en temas
como otras ecofeministas, pretende revalorizar relacionados con la justicia ambiental. Le inte-
el mundo de los cuidados, su noción rígida y resan particularmente las condiciones de vida de
tradicional de los principios masculinos y fe- las mujeres pobres, víctimas de la destrucción de
meninos refuerza muchos estereotipos que for- la naturaleza y el dominio del mercado transna-
man parte de la cultura patriarcal. De hecho, cional (imagen 2). Los vínculos con la naturaleza
a menudo todos los ecofeminismos han sido se encuentran muy presentes en la vida cotidiana
injustamente rechazados por parte del resto de de muchas mujeres rurales de los países empo-
los feminismos por haberlos reducido a esta brecidos. Para muchas de ellas, la biodiversidad
tipología. ha sido sinónimo de supervivencia, y la privati-
zación de las tierras comunales, el extractivismo
Ecofeminismo espiritualista de países o la deforestación afectan dramáticamente sus
empobrecidos vidas. Ellas se convierten en un grupo social muy
castigado por la destrucción ecológica en muchas
Es una corriente que apareció en los años ochen- sociedades y también en lideresas de movimien-
ta y que en ocasiones también se conecta con tos ecologistas.
el ecofeminismo clásico en algunos puntos. A
menudo, aunque no siempre, también incor- Este ecofeminismo apuesta por formas alter-
pora una dimensión espiritualista vinculada al nativas al desarrollo occidental. Pone en valor
carácter sagrado de la naturaleza y de la vida. Sin el conocimiento de las culturas tradicionales, y
embargo, su característica principal consiste en establece múltiples conexiones y ramificaciones
su aguda crítica al modelo de desarrollo occiden- vinculadas a los feminismos comunitarios, indí-
tal, denominado maldesarrollo, que ha destruido genas y poscoloniales.

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Ecofeminismo constructivista el deseo en la represión ejercida sobre las muje-
res, la naturaleza y las identidades queer. Gaard
Las ecofeministas constructivistas articulan su (1997: 119) lo explica así:
visión del vínculo entre las opresiones gemelas
de mujeres y naturaleza con una conceptuali- [Los ecofeminismos examinan] las formas en
zación del género como construcción social. Es que las queer son feminizadas, animalizadas,
decir, sostienen que no hay una esencia femenina erotizadas y naturalizadas en una cultura
que sitúe a las mujeres más cerca de la natura- que devalúa a las mujeres, los animales,
leza, sino que el lugar histórico asignado a las la naturaleza y la sexualidad. También
mujeres, especialmente en los países empobreci- podemos examinar cómo las personas
dos, las hace ocupar espacios de proximidad en de color son feminizadas, erotizadas y
relación con la destrucción ecológica. Esto po- naturalizadas. Finalmente, podemos
tencialmente las coloca en mejores condiciones explorar cómo la naturaleza es feminizada,
para liderar las luchas ecologistas. La proximidad erotizada y queerizada.
entre mujeres y naturaleza es el resultado de que
han compartido una opresión análoga a lo lar- Desde una perspectiva ecofeminista queer, la
go de la historia. Por ejemplo, muchos de los liberación de las mujeres está conectada a la li-
trabajos asignados históricamente a las mujeres beración de la naturaleza, así como también a la
están relacionados con el aprovisionamiento de erótica y las sexualidades queer.
alimentos, leña o agua. Y es el ejercicio de esos
roles lo que les permite ver de primera mano las Ecofeminismo animalista, vegano o antiespecista
agresiones ecológicas contra campos, bosques o
ríos. Aunque la defensa de los animales por parte de
grupos de mujeres puede rastrearse histórica-
El feminismo constructivista describe un mode- mente hasta los vínculos entre el movimiento
lo de opresión que forma una estructura en red y antiviviseccionista y las sufragistas a principios
subraya las múltiples conexiones entre la clase, la del siglo xx (Adams y Gruen, 2014), el ecofe-
raza, el género y la dominación de la naturaleza minismo animalista se ha visto robustecido en
(Plumwood, 1993; Haraway, 1995). Aboga por los últimos años por la expansión internacional
la necesidad de deconstruir el patriarcado capita- del movimiento por los derechos de los animales.
lista en todas sus manifestaciones e insiste en que
tanto mujeres como hombres (y quienes no se Este feminismo empatiza con los animales, de-
clasifican en una concepción binaria del género) nuncia su explotación y establece fuerte cone-
somos naturaleza y cultura a la vez. xiones entre esta y la opresión de las mujeres.
Afirma que el sexismo y el especismo se mani-
Ecofeminismo queer fiestan mediante patrones opresivos de jerarquía
y dominación similares (Adams, 2016). Traza
Esta variante del ecofeminismo constructivista fuertes paralelismos entre los procesos de cosi-
se centra especialmente en cuestionar nuestra ficación, subordinación y abuso de las mujeres
comprensión de la sexualidad en relación con (como objetos de consumo erótico y como invi-
la naturaleza, específicamente la naturalización sibles trabajadoras desvalorizadas) y la cosifica-
del heteropatriarcado y sus consecuencias para ción, subordinación y abuso de los animales, al
determinados grupos sociales. Las ecofeminis- servicio del ser humano en prácticamente todos
tas queer exploran las relaciones de los binomios los ámbitos de la sociedad (la alimentación, la
heterosexual/queer y cultura/naturaleza, y bus- ciencia, el ocio, etc.). La imagen 3 ilustra algunos
can visibilizar y deconstruir los vínculos entre de los mensajes clave de este ecofeminismo en el
la opresión patriarcal, los dualismos, la erótica y contexto de una protesta feminista.

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Imagen 3: Ecofeministas antiespecistas en una protesta. Fuente: twitter.com/feminismosenred.

Tender puentes entre luchas Bennholdt-Thomsen, V. y Mies, M., 1999. The


Subsistence Perspective: Beyond the Globalised
Los ecofeminismos están expandiéndose y cada Economy. London, Zed Books.
vez toman más importancia. La óptica ecofemi- Daly, M., 1978. Gyn/Ecology. Boston, Beacon Press.
nista va ganando pulso e influencia y expande Gaard, G., 1997. “Toward a queer ecofemi-
debates y alianzas entre los diferentes movimien- nism”. Hypatia, 12 (1), pp. 114-137.
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En profundidad
la idea de que los múltiples sistemas de opresión inside her. New York, Harper & Row.
se alimentan unos a otros. Tanto desde la teoría Haraway, D. J., 1995. Ciencia, cyborgs y mujeres. La
como desde la práctica, las ecofeministas cons- reinvención de la naturaleza. Madrid, Cátedra.
truyen alianzas entre las que luchan contra el Haraway, D. J., 2016. Staying with the trouble:
sexismo, el capitalismo, el racismo, el heterose- making kin in the Chthulucene. Durham,
xismo, el colonialismo, el especismo y la destruc- Duke University Press.
ción ambiental. Herrero, A., 2017. “Navegando por los turbu-
lentos tiempos del Antropoceno”. Ecología
En definitiva, los feminismos ecologistas desa- Política, 53, pp. 18-25.
rrollan un nuevo proyecto ético, social, cultural Merchant, C., 1989. The death of nature: wom-
y político frente a la crisis de valores patriarca- en, ecology, and the scientific revolution. San
les, consumistas e individualizados, impulsados Francisco, Harper & Row.
por las sociedades occidentales. Juegan un papel Plumwood, V., 1993. Feminism and the mastery
significativo en la urgente tarea de expandir una of nature. London, Routledge.
ampliada conciencia ecológica que incorpore en Shiva, V., 1988. Staying alive: women, ecology and
su agenda de cambio el avance hacia relaciones development. London, Zed Books.
igualitarias entre mujeres y hombres en tanto Shiva, V., 2016. Earth democracy: justice, sustain-
partícipes no solo de la cultura, sino también de ability and peace. London, Zed Books.
la naturaleza, así como el avance hacia sociedades Varela, L., 2017. “Françoise d’Eaubonne and
que hagan las paces con el resto del planeta. ecofeminism: rediscovering the link between
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Adams, C., 2016. La política sexual de la carne. Ecofeminism: women, culture, nature. Bloom-
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