Este documento describe la correspondencia entre los siete metales homeopáticos (oro, plata, mercurio, etc.) y diferentes aspectos del ser humano, desde lo más noble (el alma y el oro) hasta lo más físico (el cuerpo y el plomo). También explica cómo estos metales representan las funciones energéticas vitales a nivel celular y cómo su aplicación alterna puede ayudar a restaurar el equilibrio. Además, traza paralelismos entre los planetas, los metales y órganos del cuerpo, mostrando
Este documento describe la correspondencia entre los siete metales homeopáticos (oro, plata, mercurio, etc.) y diferentes aspectos del ser humano, desde lo más noble (el alma y el oro) hasta lo más físico (el cuerpo y el plomo). También explica cómo estos metales representan las funciones energéticas vitales a nivel celular y cómo su aplicación alterna puede ayudar a restaurar el equilibrio. Además, traza paralelismos entre los planetas, los metales y órganos del cuerpo, mostrando
Este documento describe la correspondencia entre los siete metales homeopáticos (oro, plata, mercurio, etc.) y diferentes aspectos del ser humano, desde lo más noble (el alma y el oro) hasta lo más físico (el cuerpo y el plomo). También explica cómo estos metales representan las funciones energéticas vitales a nivel celular y cómo su aplicación alterna puede ayudar a restaurar el equilibrio. Además, traza paralelismos entre los planetas, los metales y órganos del cuerpo, mostrando
se utiliza el oro, en su forma homeopática, para problemas con la identidad y la
autoestima, la plata para relajar la mente, el mercurio para la inquietud y la prisa, el
plomo para la timidez y la inseguridad. Estos siete metales representan al ser humano desde su nivel más profundo y puro, representado por el alma y el oro, a su nivel más denso y físico representado por el cuerpo y el plomo. El oro y la plata, simbolizan las dos energías duales del Caduceo, que debemos armonizar para alcanzar la “síntesis” o unión de los opuestos, máxima expresión de la salud. Los cinco metales restantes corresponden a las energías necesarias en las funciones celulares, sensoriales, motoras, etc,…... ,… Como símbolo de la curación, representa la quintaesencia de la función energética y vital del cuerpo, la mente y el alma. Otro aspecto característico de la Homeosynthesis es la aplicación alterna de los remedios complementarios, porque la Vida es central, y para favorecer la unidad hemos de alternar la experiencia de la dualidad: la fuerza y la sensibilidad, la expansión y la contracción, la conciencia y la inconsciencia, etc,.. . La persona excesivamente intelectual o emocional, o introvertida, etc.. está desequilibrando su sistema e indirectamente bloqueando su energía vital Jung nos habla de las 4 funciones psíquicas, junto con dos formas de orientación en el mundo (introversión y extroversión); la medicina reconoce que toda célula realiza cinco funciones básicas (nutrición, respiración, combustión, eliminación y reproducción), El oro y la plata activan los aspectos más nobles del ser humano, su capacidad de amar y de entender, pues solo podemos hablar de salud en la medida en que la persona recupera el amor y la sabiduría. Los otros remedios, corresponden a las funciones inferiores de la mente, emociones e instintos, que debemos tratar cuando sus funciones correspondientes estén demasiado alteradas, y necesiten un tratamiento previo paliativo. Pero al final solo restableciendo el dominio del alma, de su energía armonizadora y dadora de vida, de su expresión como amor y sabiduría, podremos hablar de verdadera curación, desde lo más alto y profundo, una vez reestablecido el gobierno correcto, la curación será solo cuestión de tiempo, para que alcance al resto del organismo El entendimiento del mapa de la Homeosynthesis me ha permitido comprender el proceso interno de la enfermedad que Hahnemann denominó miasmas, y que hoy día no es aplicado por su falta de claridad. Desde mi punto de vista la psora representa la mente con su inquietud y efecto distorsionador, mientras que la psicosis es la consecuencia sobre el entendimiento y la syphilis sobre el amor y la voluntad. Son los tres venenos de los que habla la filosofía budista: la ignorancia, el deseo y el odio. El mercurio de la mente inquieta acaba afectando a la plata del entendimiento y al oro de la voluntad y amor a la vida. La distorsión del pensamiento es el origen de la enfermedad, y su consecuencia peor es que elimine la esperanza, la fe y la confianza, pues la pérdida de estos se ha visto claramente relacionada con enfermedades como el cáncer. Existe una serie de correspondencias entre el Cielo (los planetas y el zodiaco) y la Tierra (reino mineral, vegetal y animal) que nos han sido transmitidas bajo el nombre de signaturas. Por ejemplo el Sol, el Oro y el Corazón responden a un mismo principio universal, del mismo modo que Marte, el Hierro y la Sangre, o que Júpiter, el Estaño y el Hígado. “Los astros no influyen directamente sobre los cuerpos, sino sobre la fuerza vital. Por eso los órganos no son en sí mismos sino representaciones (símbolos) corporales de energías invisibles que actúan en todo el organismo. En realidad, el verdadero hígado es una fuerza que circula en todas las partes del cuerpo, pero que tiene su sede en un órgano al que llamamos así. — Paracelso Los alquimistas hablaban de los tres procesos en las sustancias: Sal, Mercur y Sulfur. Para ellos, Sal era la materia ponderable, sujeta a las fuerzas terrestres. Sulfur era la sustancia saturada con lo imponderable, las fuerzas que irradiaban desde el cosmos. Sin embargo, Mercur era una sustancia abierta a la interpenetración rítmica de fuerzas desde ambas fuentes, una que radiaba desde la tierra, y otra ·desde el cosmos ( en este aspecto, todos los metales son Mercuriales) . sOL: el corazón, arterias, circulación de la sangre, espalda, espina dorsal, médula espinal, el ojo derecho del hombre y el ojo izquierdo en la mujer. LUNA: estómago, digestión, pecho, senos, órganos de fecundación y reproducción, útero, ovarios, glándulas, membranas, mucosas, secreción, la linfa, la leche, el ojo derecho de la mujer y el izquierdo del hombre. MERCURIO: sistema nervioso, hombros, brazos y manos, orejas, lengua, vías respiratorias, respiración e intestinos. VENUS: garganta y órganos que hay en ella, senos, riñones, órganos genitales internos, sistema renal, hepático y glandular, venas, secreciones humorales y funciones transformadoras. MARTE: cabeza, cara, sistema nervioso encefálico, glándulas vasculares sanguíneas, glóbulos rojos de la sangre, sistema genitourinario, bilis, músculos y la oreja derecha. JÚPITER: caderas, muslos, pies, costados, glándulas suprarrenales, hígado, pulmones, músculos del corazón, músculo vesical, diafragma y vasos sanguíneos, en particular las arterias y la sangre arterial. SATURNO: el esqueleto, los huesos, cartílagos, en particular los de las rodillas, articulaciones, dientes, cabellos, uñas, piel, vejiga, bazo y el oído derecho.