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ASTROLOGÍA PSICOFÍSICA

Isabel Mikailov – Claudia Rizzi


Editorial Lea

2010
1
Introducción:

La medicina a lo largo de los tiempos ha pasado por diferentes instancias en su


contacto con el ser humano. En la antigüedad el individuo era considerado un todo en
sí mismo relacionado con el universo tomando en cuenta todos sus cuerpos sutiles. Los
médicos eran casi siempre matemáticos, filósofos y astrólogos lo que les posibilitaba
llegar al paciente holísticamente; su lema era buscar la salud en la unidad del cuerpo,
alma y espíritu.

Desde la astrología también se compartía este enfoque. Los equilibrios humorales


estaban relacionados directamente con los cuatro elementos: aire, agua, tierra, fuego;
es decir, mente, emoción, cuerpo y espíritu. Cualquier desequilibrio en alguno de estos
elementos, por exceso o por defecto, era considerado disparador de enfermedad. Si se
producía una disfunción en la combinación de estos cuatro humores, podía provocar
un impacto traumático en el cuerpo físico. Un quinto elemento fue introducido por
Aristóteles en el siglo IV a.C: el éter, la quintaesencia del cual emanaban los cuatro
elementos básicos y a través del cual se interconectaban. Se pensaba que cada
elemento era esencial para la vida de todo organismo y que, en su correcta
proporción, el éter se manifestaría. También era referido como el “agua de vida” o
energía de la psiquis.

En el sistema aristotélico las cualidades –caliente, frío, seco, húmedo- generaron los
elementos y las correlaciones con las estaciones. Los principios Caliente-Frío eran los
principios activos y Seco-Húmedo los principios pasivos. El calor trae sequedad; el frío
trae humedad.

Así, el elemento Aire, por ejemplo, estaba asociado al comportamiento (humor)


sanguíneo y con la sangre; sus cualidades eran Caliente y Húmedo y su asiento estaba
en el hígado, lo cual lo relacionaba al planeta Júpiter. Si volcamos esto en una tabla,
quedaría de esta manera:

Elemento Humor Fluido Cualidades Asiento Planeta


Aire Sanguíneo Sangre Caliente – Hígado Júpiter
Húmedo
Agua Flemático Flema Frio – Húmedo Pulmones Luna /
Venus
Fuego Colérico Bilis Caliente – Seco Bilis Sol / Marte
Amarilla
Tierra Melancólico Bilis Frió – Seco Bazo Saturno
Negra

2
Fue Hipócrates (del cual aún hoy deriva el Juramento Hipocrático) quien formuló la
teoría de los humores aplicada al cuerpo humano. Según él, los componentes del
macrocosmos (mundo) se correlacionaban con el microcosmos (cuerpo).

Galeno, por su parte, famoso médico del año 131 a. C., llamó “Principios Primordiales”
a los elementos, calificación que actualmente es utilizada por Ruediger Dahlke, autor
del reconocido libro –entre otros- “La Enfermedad como Camino”.

En la segunda mitad del siglo 17 los avances científicos comenzaron a desafiar los
conceptos de la medicina tradicional y de la astrología surgiendo el modelo
mecanicista de la mano de René Descartes (1596-1650) que tomó los procesos de la
vida desde una base fisiológica y química. El veía al cuerpo humano como una máquina
activada por el corazón. De este modo comenzaron a separarse los caminos que
compartían hasta ese momento la filosofía, la astrología y la medicina acerca de la
unicicidad del ser humano.

Hacia finales del siglo 17 y comienzos del 18 comenzó a gestarse un movimiento


basado en la razón que se conoce como la Era de la Iluminación o Iluminismo. El
mundo material quedó escindido del mundo espiritual y el hombre pedía cada vez más
una evidencia tangible a través de hechos concretos y comprobables en el plano físico.
El patólogo alemán Rudolph Virchow (1821-1902) declaró en el siglo 19 que la
enfermedad se manifestaba a nivel de la célula y no en el campo invisible e intangible
de los cuerpos sutiles (humores). La creencia era que la vida se trataba de una
secuencia de procesos químicos. A nuestro entender, el Iluminismo en realidad fue un
momento de oscuridad donde fuimos perdiendo contacto con la esencia espiritual del
ser humano y su interconexión con el cosmos. La medicina ahora renegaba de su
antigua colaboradora la astrología y se distanciaba cada día más. También dejaba atrás
los aportes de la filosofía y las escuelas esotéricas. Sólo creía aquello que podía tocar,
mirar, experimentar en el campo físico. Ahora el ser humano era un cuerpo
desarticulado cuyas partes podían separarse en órganos, sistemas y funciones. Ya no
era un todo conectado con el cosmos.

Los avances científicos nos brindan muchos logros, confort en la vida cotidiana y
nuevas miradas intelectuales. La ciencia nos da una respuesta que proviene de una
relación matemática pero el individuo es más que la suma de sus partes. El remedio o
el tratamiento científico opera sobre el cuerpo físico pero deja de lado los otros
cuerpos que nos constituyen. Y la enfermedad se origina en otro plano: el plano
emocional. La ciencia puede tapar un montón de baches pero lo que uno siente no
puede suplirse con materia, debemos ir al mundo emocional. Son las emociones las
que nos dan sentido de vida; aquellas que no podemos controlar pero de las que sí
debemos hacernos responsables. Si no trabajamos el conflicto a nivel emocional no
podremos sanar el cuerpo.
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Con la llegada del siglo 20 el ser humano comenzó a buscar un nuevo camino que no
pasara meramente por la materia. Necesitaba dar nuevas respuestas a aquello que se
cuestionaba; está constantemente buscando el por qué, el para qué de nuestra
existencia; necesitamos trascender la pura razón. La ciencia sola nos ha dejado un
vacío existencial. Si vamos a la raíz, al centro de nuestro ser buscando el equilibrio,
estamos más cerca de la salud que del conflicto. La medicina actual –al menos hasta
los albores del siglo 21- se ocupa de partes separadas del ser y el grado de
especialización la ha llevado a olvidarse de la interconexión de estas partes; por ello le
es dificultoso dar una respuesta integral a la enfermedad. A partir de esta necesidad,
es que volvieron a tomar vigencia las medicinas alternativas -de hecho ya estamos
ante la medicina complementaria, energética- y las artes curativas de la antigüedad.
Entre ellas, la astrología volvió ampliando su mirada. A su ya comprobada eficacia en el
terreno predictivo, integró los descubrimientos hechos por la psicología y las
neurociencias. Médicos contemporáneos, tales como Ryke Geerd Hamer, Ruediger
Dahlke, Rogelio D´Ovidio, Adriana Schnake y muchos otros, tuvieron la visión de
integrar los aspectos emocional, mental y físico del ser humano para realizar una
lectura completa del impacto traumático como disparador de la enfermedad.

¿Cuál es el nivel de tolerancia ante la frustración que tiene un individuo? En un


porcentaje increíblemente alto la respuesta a esta pregunta define la inmunidad que
tendrá frente a la enfermedad; este nivel es diferente en cada persona y depende de
su aparato psíquico, de su constitución física y su equilibrio emocional.

Por eso el enfoque que proponemos en este libro es desde la perspectiva psicofísica.
Tomamos al ser humano desde la interrelación de sus tres aspectos fundamentales:
cuerpo, mente y emoción. Desde la astrología podemos delinear estos tres niveles.
Una carta natal es el mapa de ruta que nos guía en este camino. Los planetas son las
funciones psíquicas, los signos muestran las cualidades de estas funciones y las casas
son los ámbitos donde se desencadenarán dentro del mundo físico.

Desde esta lectura podemos realmente contribuir a la sanación de las disfunciones,


prevenir la declaración de la enfermedad antes de que aparezca el síntoma y
acompañar a la persona en la resolución del conflicto emocional que desencadenó la
crisis en todos sus niveles. En este aspecto nos diferenciamos de la ya conocida
Astromedicina o Astrología Médica que tiene como finalidad el diagnóstico y la
terapéutica focalizados en el síntoma físico. El astrólogo que no está formado en
medicina mal puede realizar un diagnóstico de enfermedad y mucho menos prescribir
un medicamento. Debemos tener muy en claro que como astrólogos respondemos
éticamente hasta el límite de nuestros conocimientos y de nuestra formación.

Como consultores astrológicos que operan en el ámbito de la salud, creemos que el


proceso de sanación puede lograrse a partir de ofrecer al consultante un ámbito libre
4
de amenazas que le permita profundizar en los tres aspectos de la enfermedad. El rol
del astrólogo que proponemos desde la Astrología Psicofísica es la de acompañar al
consultante en un proceso que facilite la toma de conciencia, para solucionar el
conflicto de forma no traumática operando desde su nivel emocional.

Prevención y Sanación:

¿Cómo se previene una emoción? No podemos. Una emoción surge, hace su aparición
a nivel consciente y es disparada por la amígdala, el cerebro primitivo. Por lo tanto, no
podemos evitar sentir la emoción. Tampoco podemos hacernos responsables de la
emoción en sí. Pero sí debemos tomar la responsabilidad de decidir qué hacer con esa
emoción.

Tampoco podemos prevenirla. El objetivo entonces es ir a nuestro centro integrando


todos los niveles: físico, mental, emocional y espiritual. Cualquier desequilibrio en uno
de ellos produce el desequilibrio de los demás. Para centrarnos y permanecer la mayor
cantidad de tiempo en eje debemos apelar a la información y a la decisión consciente
de modificar nuestros patrones de conducta. Lo importante no es ir en contra de la
energía sino aceptarla y jugarla. Esto significa que si actuamos hacia fuera dicha
energía, no se alojará en ningún órgano físico perjudicándolo.

El astrólogo es quien puede orientar la sana canalización de cada energía que actúa
sobre nuestros cuerpos sutiles previniendo así posibles enfermedades. Si el trauma ya
actuó a nivel físico con la aparición del síntoma, entonces el astrólogo podrá
conducirnos a descubrir el origen de dicho síntoma, orientarnos sobre la sanación del
momento presente y prevenir una nueva aparición del síntoma.

Una vez que nuestros consultantes conocen cual es el conflicto emocional que
necesitan resolver, la curación puede comenzar a desplegarse. Hasta que la situación
no sea reconocida, comprendida y elaborada no se podrá tratar de manera
constructiva. El astrólogo es la persona adecuada para realizar esta conexión, alentar a
sus clientes a transitar un camino de sanación emocional, ayudarlos a tomar las
decisiones correctas, a recuperar la fuerza de voluntad para convertirse en
responsables activos en el proceso de curación de la enfermedad.

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CAPITULO I: La Nueva Medicina del Dr. Hamer

“Es muy extraño que en la era de las computadoras, nadie haya pensado en el cerebro
–la computadora de nuestro organismo- como responsable de todas las
enfermedades”.

Dr. Hamer

Con la llegada del siglo veintiuno y ante la falta de respuestas concretas de la medicina
convencional frente a muchas enfermedades, la sociedad necesita volver a un enfoque
integrado y holístico del ser humano, retomando la idea de individuo de los clásicos
griegos donde intervenía el alma como constitutiva del ser y los cuatro humores
correspondían a los cuatro elementos astrológicos. El lema de Hipócrates (400 a.C.) era
buscar la salud en la unidad del cuerpo, alma y espíritu, sintiéndose parte de la
naturaleza y el cosmos.

En Alemania, el Dr. Ryke Geerd Hamer llegaba a una conclusión similar en pleno siglo
veinte, luego de más de 40.000 casos estudiados relacionando impacto emocional con
síntoma físico. Sus investigaciones prueban categóricamente que la existencia de un
conflicto emocional precede a la aparición de la enfermedad. Según su mirada, en los
casos de enfermedades graves la aparición de la enfermedad ocurre aproximadamente
entre uno y tres años después de producido dicho impacto de manera sorpresiva.

Como el astrólogo puede conocer el perfil del consultante y su umbral frente a las
frustraciones, su constitución física y resistencia, y además puede cronometrar los
momentos en que tendrán lugar sucesos de alto impacto en la vida del cliente y el
tiempo de duración de los mismos, entonces se encuentra en un lugar privilegiado
para poder acompañar y prevenir la instalación de cualquier síntoma.

La Nueva Medicina Alemana:

El Dr. Hamer comenzó su trabajo de investigación sobre el cáncer a raíz de la trágica


muerte de su hijo quien fuera asesinado en 1978. Al poco tiempo de la muerte de su
hijo, el Dr. Hamer es diagnosticado con cáncer testicular y sobrevive al mismo. Esta
situación traumática lo llevó a investigar casos sobre cáncer, analizando la tomografía
cerebral de cada paciente o escáner y comparándola con la historia personal para
determinar si un trauma emocional agudo precedió la aparición del cáncer. Luego de
estudiar aproximadamente 10.000 casos, el Dr. Hamer pudo establecer que cada
enfermedad es provocada y se manifiesta debido al impacto de un conflicto emocional
inesperado o un hecho traumático para el cual no estamos preparados o nos toma
completamente desprevenidos.

En un principio fue duramente cuestionado y perseguido para luego terminar


originando lo que hoy en día se conoce oficialmente como La Nueva Medicina
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Alemana. Esta medicina afirma que cada enfermedad se origina por un DHS o “Dirk
Hamer Syndrome”, nombre dado en homenaje a su hijo Dirk cuya muerte provocó su
propio cáncer. Este síndrome se refiere a un impacto emocional muy agudo y
dramático, de alto impacto, que interrumpe las funciones biológicas normales del
organismo. En el preciso instante en que ocurre el trauma o que sufrimos un DHS, el
conflicto impacta un área específica del cerebro causando una lesión visible
claramente a través de un escaneo cerebral. Esta imagen tiene la forma de círculos
concéntricos como los provocados por una piedra cuando es arrojada a una superficie
lisa de agua. Debido a que cada relé cerebral está comunicado con un órgano en
particular, podemos ubicar cuál será el órgano afectado según el lugar donde se
ubique la lesión en el cerebro. El impacto del shock se transmite al órgano
correspondiente, pero éste puede no emitir síntoma alguno hasta después de un
tiempo que transcurre para poder determinar si la persona pudo hacer frente al
conflicto positivamente con una respuesta adecuada.

Si el umbral energético frente a la frustración o al dolor no es suficiente para hacer


frente al estímulo recibido, entonces el impacto se transmite al órgano seleccionado.
Concretamente, las células afectadas del cerebro envían una señal bioquímica a las
células del órgano correspondiente, que se manifiestan como disruptivas. Por ejemplo,
pueden generar el crecimiento de un tumor por multiplicación celular, pérdida de
tejido o disminución por necrosis, o alteración de ciertas funciones tales como parálisis
facial, infarto, disrritmia respiratoria, etc.

Cada membrana del cerebro está codificada con un programa especial de respuesta
biológica que permite a un organismo enfrentar una crisis inesperada. El tronco
cerebral es la parte más primitiva del cerebro y está programada para las cuestiones
básicas de supervivencia tales como respiración, alimentación y reproducción. El
cerebro es la parte más reciente evolutivamente y se relaciona con los aspectos más
avanzados tales como la falta de autoestima, separaciones, conflictos de identidad o
territoriales.

La Nueva Medicina Alemana se refiere a la enfermedad como “Programa Especial


Biológico de la Naturaleza” en lugar de utilizar el término “afección” puesto que
sostiene que el organismo posee los recursos para sanarse a sí mismo con el fin de
resolver el conflicto que produjo el desequilibrio.

Anatomía y Fisiología asociadas a las Energías Planetarias:

Haciendo un paralelismo con la astrología, la carta natal puede hablarnos sobre cuáles
son los recursos que dispone el individuo para resolver conflictos y trabajar en pos de
la sanación. Sabemos que cada energía planetaria se asocia a un órgano, sistema o
7
función en particular, pudiendo llegar a asociar cada grado del zodiaco a una parte del
cuerpo.1

Así, entonces, Urano está relacionado con el Hipotálamo en el cerebro, este órgano se
localiza en la parte inferior trasera del cráneo y se encarga de emitir lo que se conoce
como mensajes químicos. Estas señales van a impactar la parte más primaria e
instintiva del cerebro, que está encargada de regular las funciones del cuerpo físico
(alimentación, excreción, función sexual, etc.). Un impacto secundario activará la
glándula pituitaria que tiene a su cargo el control del crecimiento y la involución
general del organismo; esta glándula está vinculada astrológicamente con Júpiter y
Saturno. Tanto el hipotálamo como la glándula pituitaria están conectados a su vez con
la glándula pineal, regida por Neptuno, de modo que todos tenemos esta especie de
pirámide triangular en la estructura de la conciencia.

La acción del hipotálamo sobre la pituitaria y de ésta sobre la pineal que a su vez
interactúa con el primero, posibilita que al estar una persona influenciada por un
tránsito uraniano se produzca una disrupción en la función del hipotálamo y las
trayectorias de sus mensajes químicos se producen a manera de corto circuitos, los
cuales van a afectar luego el funcionamiento de la pituitaria a través del cuerpo
primario y así se resiente la regulación global del organismo. Recordemos que el
síntoma común uraniano es el stress.

El hipotálamo cerebral está conectado también con el sistema nervioso simpático y


parasimpático a través de la médula espinal. Ambos sistemas están bajo la égida de
Urano y tienen bajo su control más de 72.000 nervios en todo el cuerpo humano; de
modo que el equilibrio o desequilibrio energético en la base de estos sistemas
determina los niveles de presión y circulación sanguínea con la consiguiente influencia
sobre el funcionamiento del corazón, el cual está relacionado astrológicamente con el
Sol (vitalidad y fortaleza en la constitución individual).

Desde el punto de vista fisiológico el stress emana de los Sistemas Nervioso Simpático
y Parasimpático, pero también las glándulas suprarrenales pueden verse afectadas.
Estas glándulas encargadas de segregar la adrenalina y la cortisona se hallan bajo la
regencia astrológica de Marte y Venus (Marte/adrenalina), (Venus/cortisona).

Las suprarrenales regulan la cantidad de ambas sustancias, como así también el


equilibrio en los niveles de estrógeno y progesterona en la mujer y en las hormonas
sexuales masculinas.

1
Reinhold Ebertin.
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Diagrama de Flujo de Estímulos y su relación con las energías planetarias

Volviendo al concepto del Dr. Hamer, cuando un conflicto traumático produce un


impacto emocional significativo, el cuerpo, a través de todo el sistema descripto más
arriba, dispara un estímulo que impactará un órgano o función específico; este

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impacto también se imprime en un área del cerebro determinada de antemano. Será
este órgano/función el que más adelante mostrará el síntoma.

En nuestra calidad de astrólogos no es necesario conocer cuál es el área específica del


cerebro que recibe el impacto salvo que tengamos formación médica profesional. Sin
embargo, desde la Nueva Medicina Alemana es importante conocer y tomar en cuenta
la lateralidad (mano dominante).

Mano Dominante:

Nuestra lateralidad determina qué parte del cerebro recibe el impacto de un conflicto
emocional y qué lado del cuerpo se verá afectado.

Haga un ejercicio. Aplauda. Ahora fíjese qué mano es la que aplaude y qué mano es la
que recibe el aplauso. La mano que aplaude define su mano dominante. Si es la
derecha, usted es diestro y por lo tanto, ante un hecho dramático relacionado con su
madre o hijos (es decir, verticalidad) se verá afectado su lado izquierdo; por ejemplo,
mama izquierda. Si el conflicto es con el padre, la pareja o cualquier otro individuo
cualquiera sea el vínculo, entonces responderá el lado derecho.

Si la mano que aplaude es la izquierda, la situación es a la inversa. Un conflicto con la


madre o el hijo se reflejará en el lado derecho del cuerpo y un conflicto con su pareja u
otro, se reflejará en el lado izquierdo.

La lateralidad no es significativa con los órganos primitivos controlados por el tronco


cerebral, por ejemplo, pulmones, riñones, hígado, colon, útero y próstata.

Biología Celular:

El subconsciente es quien decide qué órgano o función será afectada en el instante del
trauma y depende de la percepción subjetiva que tengamos del hecho.

De acuerdo a los últimos avances de la Biología Celular, según el Dr. Lipton 2, las células
adaptan su estructura y comportamiento de manera dinámica para conformar la
percepción del medio ambiente. Cada célula es de manera innata:

- Inteligente

- Independiente

y ajusta su biología a su propia percepción del entorno. En el cuerpo humano, la acción


del conjunto de células que perciben y reciben los estímulos se realiza a través del

2
Lipton, Dr. Bruce. The Biology of Belief: Unleashing the Power of Consciousness, Matter and Miracles.
2005.
10
sistema nervioso central que percibe y responde al entorno con el único objetivo de
asegurar la supervivencia.

La célula está recubierta por la membrana celular que actuaría como su piel y funciona
como un procesador central de información. Esta membrana posee receptores
proteicos que buscan y decodifican los estímulos que pasan a formar parte de la
memoria celular. A lo largo de la vida, las experiencias similares son tratadas de la
misma manera; la primera vez que se genera un determinado estímulo, la célula
procesa la información y determina su respuesta, lo cual requiere un cierto tiempo; la
siguiente vez que se produce el estímulo, la célula recurre a su memoria almacenada y
busca la respuesta, lo cual reduce el tiempo de reacción y pasa a ser casi inmediato.
Por ello, un DHS que reactive los recuerdos de traumas infantiles puede afectar
nuestra percepción de un conflicto emocional actual y producir síntomas similares. Si
de niños la relación de nuestros padres era agresiva incluyendo agresión física, la
percepción que tengamos de una agresividad dentro de nuestra pareja actual, estará
sensibilizada por esta memoria celular. No importa que el hecho sea real o imaginario.
El conflicto recurrente, similar al que desencadenó un DHS que causó una enfermedad,
puede reactivarla ahora. Incluso un conflicto imaginario es suficiente para provocar su
recurrencia.

Cuando la percepción del entorno es inadecuada, parcial o está distorsionada,


entonces enfermamos. De allí que no somos controlados por nuestros genes sino por
nuestras creencias que son en definitiva, nuestras propias percepciones. Estas se
forjaron en tempranos condicionamientos parentales y a través de las experiencias
acumuladas. Todo ello determina quienes somos. Cada vez que nos alejamos de
nuestra identidad, de expresarnos como verdaderamente somos, estamos abonando
el desequilibrio desencadenante de enfermedad.

El factor determinante no es solamente lo que sucedió sino más bien cómo percibimos
el trauma.

Desde la astrología podemos detectar los patrones condicionantes a partir de la


lectura de la carta natal a través de la Casa IV, por ejemplo, donde podremos analizar
aquellos factores tempranos que determinaron nuestra estructura psíquica; o a través
de la Casa II podremos analizar el grado de autoestima que la persona desarrolló en su
primera infancia y que será de fundamental importancia a la hora de percibir una
situación traumática. Las Casas astrológicas nos mostrarán aquellas emociones no
resueltas y su ámbito de acción. Las necesidades insatisfechas en el tiempo podrán ser
registradas a través de los planetas; y sus aspectos nos hablarán de las expectativas y
mecanismos de defensa desarrollados.

Enfrentando el conflicto:

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El Dr. Hamer descubrió que todo proceso de conflicto-enfermedad transita dos fases.

1.- Fase Activa del Conflicto

2.- Fase de Sanación

Cuando vivimos una situación traumática, el impacto emocional y la percepción que


tenemos de él producen una preocupación mental con su consecuente estrés
emocional. Nuestro organismo reacciona a partir del sistema nervioso simpático y
parasimpático que son los que regulan nuestra respuesta al entorno a través de las
glándulas suprarrenales que generan mayores cantidades de adrenalina y cortisona. La
adrenalina, regida por el principio marciano, dispara la respuesta de confrontación a la
amenaza para asegurar la supervivencia. En cambio, la cortisona, regida por Venus, es
la que interviene en la respuesta de evitación y huída, desplazando el conflicto y no
resolviéndolo. Cualquiera sea la respuesta de nuestro organismo a nivel químico, se
encuadra dentro de la fase 1 de Hamer. Cuando resolvemos el conflicto comienza el
proceso de sanación o fase 2. Hemos resuelto un conflicto biológico inesperado, que
de continuar sería perjudicial para nuestra salud porque permitiríamos que
permaneciera activo y sin resolver.

CAPITULO II: INCORPORANDO LA MIRADA ASTROLOGICA

La astrología es una ciencia que abarca tanto la psiquis de un individuo como sus
estadios de evolución que pueden ser medidos a lo largo de su vida de acuerdo a los
ciclos planetarios, tanto astronómica como simbólicamente. Por lo tanto, puede ver
cuán sólidamente está constituido su aparato psíquico para enfrentar crisis,
frustraciones, y en general todo evento cotidiano que potencialmente puede provocar
un impacto sobre esa persona y también medir su respuesta a los mismos. Al estar
inmersos en una sociedad estamos condicionados con determinadas necesidades
como la seguridad, la pareja, los hijos, el trabajo, el disfrute, los logros, etc. Cuando
todo esto se ve amenazado por algún factor externo, una respuesta adecuada
dependerá de cuán preparada esté la persona para confrontarlo y resolverlo, en
intensidad, tiempo y significación. La capacidad de integrar la parte afectada demanda
un proceso de unificación con el resto del organismo desde una consciencia que
trabaje desde todos los planos de forma sincrónica. Todo conflicto no exteriorizado o
confrontado ancla en el cuerpo y producen dolor.

Cuando perdemos el trabajo repentinamente, cuando finaliza una relación afectiva, la


pérdida de un ser querido, un comentario que desvaloriza profundamente un yo ya
lábil por naturaleza, o una amenaza a la supervivencia o al territorio, produce un
efecto que registra nuestro cuerpo a través de las emociones. Desde la astrología

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puede cronometrarse un acontecimiento y el tiempo de su repercusión conociendo las
falencias de la estructura psicofísica de esa persona y qué conducta tenderá a activar
para enfrentar el proceso conflictivo.

Ante el mismo suceso todos reaccionamos de distinta forma totalmente subjetiva.


Pues bien, desde la carta natal –que es única- podemos detectar la naturaleza del
consultante y si trabajó los temas que demandaban un proceso de integración o no
(aspectos en sombra). Si la persona hace oídos a esas necesidades y las trabaja
conscientemente, estará más fortalecida a la hora de enfrentar un embate de la vida. Y
eso se percibe en el simbolismo astrológico que despliega una carta natal.

Más importante que describir un síntoma es comprender y determinar la causa de una


enfermedad. Si podemos comprender la causa, podemos anticipar el efecto. Se puede
preservar el cuerpo y el colapso del sistema, si se comprende la situación de impacto
en el tiempo y si la misma es asimilada.

Tomando como guía el desarrollo del Dr. Hamer, buscamos en nuestros archivos los
casos de personas que desarrollaron alguna enfermedad e intentamos relacionar el
momento del diagnóstico con el momento de algún suceso emocional de alto impacto
psicofísico, dentro de los 1 a 4 años críticos anteriores. Ahí es donde podemos
observar como el cuerpo registra el impacto de la situación.

La comprensión nos permite iluminar el remedio y alejar del cuerpo serias amenazas y
una vez que el conflicto está resuelto el cuerpo comienza a sanarse.

De una forma u otra todos nos hemos enfrentado a la enfermedad, a la propia o a


través de otros, y nos hemos preguntado: ¿por qué algunas personas se enferman
gravemente y otras no?, ¿por qué el cáncer es fatal en algunos y en otros no?, ¿por
qué la medicina tradicional no ha descubierto la causa de tantas enfermedades
curables e incurables?

Es sorprendente la falta de conocimiento de la industria médica sobre la causa de la


enfermedad y la existencia de variables no abordadas por la ciencia médica, tales
como el rol y la interacción que desempeña nuestra psiquis con el cerebro y nuestro
cuerpo físico. La percepción de los conflictos emocionales y los traumas de nuestra
vida, aparentemente pueden disparar la aparición de la enfermedad y ese es el
enfoque de este libro.

Las células de nuestro cuerpo reciben las señales del exterior a través del sistema
nervioso central, es decir percibe el medio ambiente y genera una respuesta a fin de
asegurar su supervivencia. Durante el proceso de la experiencia, las células incorporan
una memoria. Las memorias representan percepciones, una percepción equivocada
puede aumentar o disminuir de manera inadecuada los mecanismos psicológicos y

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producir la enfermedad, somos víctimas de nuestras percepciones. Adquirimos
nuestras percepciones y actitudes a través de los tempranos condicionamientos
parentales y de experiencias acumuladas que forman nuestra identidad y conciencia
de quienes somos. Ellos resaltan nuestras habilidades o defectos, valor propio o
capacidad amorosa y esto se graba en nuestra mente subconsciente. Las percepciones
y creencias de estos primeros años le van dando forma y controlan nuestro potencial,
expectativas y comportamiento (patrones condicionantes).

La Astrología nos aporta una herramienta para detectar estos patrones condicionantes
encubriendo el original y comprendiendo cómo y por qué éstos se han desarrollado.
Frecuentemente estos hábitos de comportamiento nos conducen a desequilibrios,
debido, por ejemplo, a necesidades insatisfechas en el tiempo (representadas por los
planetas), ira y frustración no resueltas (Marte en doce, o retrógrado, mecanismos de
defensa, como los grandes Trígonos, que nos mantienen autocontrolados, grandes
expectativas, idealismos que van en direcciones equivocadas ( simbolizados por el Sol,
Mercurio y/o Venus juntos, aumentada por Júpiter o Neptuno), o comportamientos
extremos para probar un punto de vista (Saturno/Júpiter).Como consecuencia de estos
desequilibrios nuestra percepción se vuelve hipersensible, se distorsiona y cuando
experimentamos en nuestra vida un conflicto emocional inesperado, nuestra
percepción puede disparar la aparición de la enfermedad en nuestro cuerpo físico.

Este es un descubrimiento del Dr.Hamer quien estableció que la enfermedad es en


verdad una interacción sincrónica y simbiótica entre la psique, el cerebro y el cuerpo
físico, actuando simultáneamente en los tres niveles. Es decir, que la incidencia de un
trauma emocional precede a la aparición de la enfermedad, este trauma no ocurre
solo en la psique, sino también en el cerebro y en el órgano correspondiente de forma
simultánea.

Entonces si los astrólogos pudiéramos observar cuándo impacta una crisis, también
podríamos determinar con exactitud cuando ocurrió el trauma emocional que dio
inicio a la enfermedad. Debemos centrarnos principalmente en la actividad del centro
de salud del ascendente, su regente y la casa doce, área de la enfermedad grave.
Aplicar varias técnicas tales como arco solar, tránsitos y progresiones, permite hacer
un seguimiento del desarrollo de la enfermedad desde el trauma emocional que
desencadeno la enfermedad. La detección de desequilibrios en la carta natal nos
permite comprender porque un conflicto emocional se percibió de determinada
manera y la relación entre una enfermedad crónica.

Existe una conexión entre los patrones de alerta temprana de la enfermedad y los
conflictos emocionales y el trauma, lo que nos permite identificar el momento en que
los factores emocionales condujeron al diagnóstico médico; a partir de allí podremos

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orientar a los consultantes a que puedan ver dicha conexión (por qué una enfermedad
en particular ocurrió en ese momento particular).

Al establecer cuándo ocurrió el conflicto y trabajando con la relación entre cada


órgano del cuerpo y el conflicto asociado, podemos contribuir a la salud de las
personas.

A partir de que el consultante comprende cuál es el trauma original que necesita


resolver, la curación puede comenzar a desplegarse. El astrólogo es la persona justa
para realizar esta conexión, alentar a sus consultantes a transitar un camino de
sanación emocional, ayudarlos a tomar las decisiones correctas, a recuperar la fuerza
de voluntad para convertirse en responsables activos en el proceso de sanación de la
enfermedad.

La Importancia del Ascendente y su Regente:

Sabemos que el Ascendente es un punto de crucial importancia ya que refiere a


nuestra constitución física. Además de mostrar el aspecto exterior físico que
identificamos con, por ejemplo, el color de cabello, la forma del cuerpo, señales
particulares del rostro como la forma de la nariz, ojos, mirada, etc., el Ascendente
denota la vitalidad que jugará un papel importante a la hora de determinar la fortaleza
física o su propensión a la enfermedad.

Si el signo del Ascendente coincide con el signo de cúspide de la Casa XII, entonces la
persona tendrá menos vitalidad para lidiar contra una enfermedad; si por el contrario,
el signo Ascendente es el mismo que el de la cúspide de Casa II (que simboliza el Prana,
el Chi o energía vital), la persona gozará de mayor energía o vitalidad para combatir
situaciones generadoras de enfermedad.

Esto, acompañado por el regente del Ascendente, que deberá estar libre de aspectos
inarmónicos. Si Júpiter y/o Venus hacen aspecto de conjunción, sextil o trígono al
regente del Ascendente, la salud de la persona se verá reforzada.

Si la cúspide de Casa I (Ascendente) recibe aspectos de oposición desde la casa siete,


entonces la vitalidad en general será baja o al menos la persona deberá luchar más
para restablecer el equilibrio del organismo.

La posición y estado cósmico del regente del Ascendente serán decisivos para
determinar la capacidad de respuesta del organismo frente a situaciones traumáticas
que podrían devenir en enfermedad como así también determinará cómo es la
percepción del conflicto para la persona y por ende su respuesta emocional.
Recordemos que es esta percepción la que decidirá si la acción disparada es adecuada
o no al estímulo recibido, generando salud o enfermedad. Por ejemplo, Venus –
regente del Ascendente- en Piscis –exaltación- ubicada en Casa XI, haciendo sextil a
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Júpiter/Mercurio en Casa I, indicará buena salud y una respuesta adecuada en
intensidad y tiempo a la mayoría de situaciones de estrés de la vida cotidiana. Si, por el
contrario, el regente del Ascendente fuera Mercurio, mal aspectado con Urano/Júpiter
(en Cáncer) desde Casa VII (oposición) y en aspecto de quincuncio al Ascendente podrá
indicarnos una constitución física débil para soportar energías tensas, provocando
probablemente disturbios estomacales y gástricos, además de un sistema nervioso
agotado por no poder hacer frente adecuadamente a situaciones de alto estrés.

La Importancia de las Casas Astrológicas:

Históricamente cuando hablamos de astrología médica las casas que se consideraban


eran las Casas VI, VIII y XII, ubicando en ellas las enfermedades agudas y zonas
vulnerables (Casa VI), las enfermedades crónicas (Casa XII) y las enfermedades cortas,
rápidas y abruptas relacionadas con los procesos depurativos (Casa VIII). A partir de las
nuevas investigaciones realizadas en astrología, podemos ampliar este espectro e
incluir otras casas o áreas que sostienen la salud tanto física, emocional como mental y
espiritual.

Como dijimos, las zonas clásicas que debemos tener en cuenta en la carta natal son las
cúspides de las Casas VI y XII que históricamente se conocen como el eje de la
salud/enfermedad. En Casa VI buscamos las enfermedades agudas y las condiciones
cotidianas relacionadas a la alimentación, hábitos y adaptación. En contraposición, la
Casa XII involucra las enfermedades crónicas.

Pero vemos que no solamente intervienen estas dos Casas en las situaciones de
enfermedad estudiadas. La Casa VIII también nos refiere al proceso de depuración y
desintoxicación del organismo a nivel físico tanto como psicológico, tema que
desarrollaremos más adelante.

Las Casas que involucran la firmeza de la autoestima y la solidez del sistema


inmunológico, entendido desde el centramiento de la personalidad, pasan a ser de
gran importancia a la hora de evaluar qué grado de impermeabilidad opondrá la
persona frente a bacterias, virus o gérmenes que pueden desencadenar procesos de
enfermedad. Desarrollemos estas casas a continuación.

Casas II, XI y IV

Las Casas II y XI son decisivas a la hora de interpretar en una consulta la fortaleza del
aparato psíquico constituido a través de la autovaloración y la autoestima (Casa II),
condición que nos llevará a evaluar cómo la persona podrá enfrentar cualquier
situación que conlleve frustración, estrés, humillación, descalificación y riesgo tanto
físico como psicológico, propio o de terceros, connotación que será dada por la Casa
XI. ¿Por qué la Casa XI? Es en esta casa donde vemos los anhelos, metas y proyectos

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que, de no ser satisfechos, apelarán a la Casa II (autoestima y escala de valores) para
que dicha situación negativa no genere un potencial trauma emocional disparador de
enfermedad.

La Casa IV contiene los patrones tempranos condicionantes para construir la propia


identidad, puesto que de acuerdo al medio ambiente familiar y a aquello que
percibimos desde pequeños, se formarán las futuras respuestas. Es el núcleo básico
primitivo y también contiene los patrones genéticos, psicogenéticos y ancestrales. Un
planeta conflictivo ubicado en esta Casa, por ejemplo Marte, potenciará un ambiente
hostil dentro de la familia primaria que luego será repetido en la familia secundaria. La
vida de familia estará plagada de situaciones de violencia, estallidos de agresividad y
un mal manejo de la ira lo que podrá conllevar un aumento excesivo de los niveles de
adrenalina, fiebres, problemas en la sangre, inflamaciones, golpes, contusiones aunque
Marte no sea regente ni de Casa I, ni de Casa VI ni de Casa XII. Vemos entonces, que
todas las casas en mayor o menor medida contribuyen a aportar datos de importancia
a la hora de evaluar el síntoma o la predisposición a enfermar.

Los planetas presentes en las Casas nos indicarán las zonas del cuerpo, órgano o
función afectada fundamentalmente por el signo en el que se encuentran. Por
ejemplo, Mercurio –regente de Casa VI por tener cúspide en el signo de Géminis-
ubicado en Casa X en el signo de Libra, hace referencia a posibles complicaciones en
riñones, glándulas suprarrenales. Aquí vemos que lo decisivo no es que Mercurio está
en Casa X sino en el signo de Libra, rigiendo una Casa asociada a la enfermedad, y con
aspectos tensos.

Dignidades Planetarias:

La ubicación por signo de un astro es muy importante, porque aportará al estado


cósmico de un planeta dependiendo del grado de compatibilidad o comodidad que
sentirá por el signo zodiacal en el cual se encuentra y porque combina en cierta forma
su naturaleza esencial con la del regente natural. Si una posición le es afín, de
características semejante, actuará con eficacia, de lo contrario se encontrará
incómodo, molesto y por lo tanto demostrará un efecto poco positivo.

Un planeta está en Domicilio (ver tabla) cuando se ubica en el signo zodiacal del cual es
regente; se dice que es el amo, el dueño de casa, señor y soberano. Un planeta en
regencia o domicilio da entonces lo mejor de sí puesto que su energía fluye libremente
y sin condicionamientos; su naturaleza es positiva. Estando en su mejor lugar dentro
de la carta natal y siendo referente de alguna casa de la salud, mostrará menos

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permeabilidad a impactos traumáticos y mayor umbral de defensa. Marte está en
Domicilio en Aries y en Escorpio, por regencias antiguas. 3

Cuando un planeta se encuentra ubicado, justamente en el signo zodiacal opuesto a su


domicilio, decimos que está en Exilio. En esta posición las propiedades de un planeta
quedan entorpecidas, embotadas y hasta modificadas. Es de aclararse también que en
esta ubicación el planeta sucumbe a la dominación ejercida por el planeta que tiene
allí su domicilio real, o que rige ese signo, el que se llama dispositor. En síntesis, sus
propiedades benéficas quedan muy debilitadas y generando un mayor grado de
perjuicio. Por ejemplo, Júpiter en Géminis se ubica en el signo opuesto a su regencia
(Sagitario) y se dice que está en exilio en Géminis, siendo Mercurio su dispositor.

La exaltación de un planeta se da cuando se encuentra en un signo donde sus


propiedades están concentradas, recibiendo un aumento de fuerza; ella no influye en
el efecto maléfico o benéfico de esta potencia sino más bien que es dependiente de la
naturaleza del mismo planeta. Recordemos que exaltación es cantidad, no calidad. Una
energía exaltada y mal aspectada podrá magnificar los efectos de un conflicto
emocional en el cuerpo. Ejemplo: Venus se encuentra exaltada en el signo de Piscis y
aquí su energía se manifiesta con mayor intensidad en el área indicada por la casa en la
que se encuentra. Desde el enfoque psicofísico, podría alterar las funciones del
páncreas o dificultar en grado mayor el retorno venoso de las piernas.

Se dice que un planeta se encuentra en Caída cuando está en el signo zodiacal opuesto
al de su exaltación. Aquí pierde su fuerza y desarrolla un ámbito no propicio; no
congenia con sí mismo y le es dificultoso expresar su energía; generalmente tiende a la
parálisis. En realidad no siempre es perjudicial, depende mayormente de la naturaleza
del dueño de casa y el propio elemento natural del signo. Por ejemplo, Marte en
Cáncer es como arrojar una brasa al océano; no puede seguir expresando su energía,
su calor. Como actúa a nivel emocional (elemento agua) introyecta las emociones no
pudiéndolas manifestar.

Cuando un planeta no se encuentra en signos de dignidades, domicilio ni debilidades


(exilio o caída), entonces se dice que está Peregrino. Su comportamiento es más bien
errático y descontrolado, alternando excitación con inercia, por lo tanto, no podemos
prever cómo la persona canalizará esta energía ante cada conflicto. Un ejemplo de
planeta peregrino es Júpiter en Tauro-Libra o Acuario; Marte en Géminis-Virgo o
Acuario; o Venus en Cáncer-Leo y Sagitario.

3
Marte era el regente antiguo de Escorpio, compartiendo su regencia con Plutón en la actualidad.
Hemos comprobado que los regentes antiguos son tanto o más importantes que los regentes modernos.
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Triplicidades:

La división de los signos zodiacales en Cardinal, Fijo y Mutable también puede ser
aplicada a la interpretación psicofísica. Cada una de ellas se relaciona con un Sistema
específico, a saber:

Cardinal: Sistema Gastrointestinal. Denota desórdenes funcionales y tendencia a


enfermedades de origen digestivo originadas en problemas de relación.

Fijo: Sistema Cardiovascular. Denota desórdenes orgánicos, ya que existe una


propensión a enfermedades de origen afectivo.

Mutable: Sistema Respiratorio. Denota desórdenes nerviosos que generan


enfermedades de índole respiratoria con asociación a disturbios mentales.

Cuadruplicidades:

De la misma manera, la agrupación de los signos zodiacales por Elemento nos dará
información sobre los sistemas a los cuales rigen.

Tierra: Sistema óseo por ser la tierra el elemento que da forma y es sostén a todas las
otras actividades. Se corresponde con el temperamento Melancólico que a su vez tiene
que ver con la sangre espesa; en consecuencia el origen de la enfermedad está en la
condición de la sangre. Puede indicar deficiencia en los corpúsculos de los glóbulos
19
rojos; baja resistencia, insomnio, constipación y diarrea. Las auto toxinas (ácido úrico)
son eliminadas a través de la piel.

Fuego: Sistema del Aparato Digestivo (estómago, intestinos, riñones, vejiga urinaria).
Se corresponde con el temperamento Colérico que a su vez tiene que ver con la sangre
caliente; en consecuencia el origen de la enfermedad está en la combustión necesaria
para realizar la digestión. Compromete hígado y vesícula biliar. Si se segrega
demasiada bilis, la combustión aumenta y se presenta una mayor tendencia a la fiebre.

Aire: Sistema Nervioso y Aparato Respiratorio. Se corresponde con el temperamento


Sanguíneo (sangre liviana). El origen de la enfermedad está dado en una plétora con
tendencia a hemorragias nasales, congestión circulatoria, inflamaciones de la garganta
o del pecho o como consecuencia de heridas.

Agua: Sistema Linfático y Circulatorio (Glándulas). Se corresponde con el


temperamento Flemático, sangre fría. El origen de la enfermedad está dado en un
metabolismo deficiente, poca secreción glandular, débil actividad de glándulas y de la
piel como consecuencia de la evitación del ejercicio físico. La fiebre o el síntoma tarda
en aparecer, por lo tanto la cura se dilata en el tiempo.

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Intuición

AIRE AGUA

Aparato Respiratorio Líquidos

Sistema Nervioso Central Sistema Circulatorio

Normo-oxigenado (claudicación)

Presión O2 Conmoción = Impacto

Presión CO2 Emocional= Diferencia de


Expectativas

Sistema de Creencias Encuentro Vivencial

Idea de sí mismo

AMORTIGUACIÓN

Aparato Digestivo Esqueleto (Óseo)

Asimilación de nutrientes Experiencia

Excreción de Toxicidad Observación / Inteligencia

Significar, Saber / Hacer Percepción = Sentido Común

Excretar – Recircular

FUEGO TIERRA

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Casas Seis, Ocho y Doce:

Estas tres casas fueron asociadas históricamente a las casas de la salud y la


enfermedad. Como vimos, no sólo ellas nos darán la pauta del estado psicofísico del
organismo y su vulnerabilidad a las enfermedades, pero debemos hacer una primera
lectura de estas tres áreas y los signos de sus cúspides por elemento y triplicidad a fin
de evaluar la modalidad de armonización que el consultante puede utilizar.

CASA VI:

Representa, entre otras cosas, las experiencias de percepción de nuestro cuerpo,


asimismo el modo en que nos vinculamos con él y cómo lo utilizamos, por ejemplo, en
nuestras labores cotidianas.

En primer lugar, esta Casa, por su carácter cadente, representa el modo en que nos
adaptamos a nuestra realidad cotidiana, especialmente a todo el conjunto de
actividades que pueden constituirse en obligaciones; estas obligaciones y la realidad
nos traen experiencias de frustración. Precisamente son estas experiencias de
frustración las que se convierten en verdaderas crisis de percepción objetiva que nos
obligan a una reacomodación de las conductas a fin de lograr una mejor adaptación a
la realidad. Nuestro psiquismo se perfecciona a partir de las experiencias de
frustraciones y errores, las cuales constituyen verdaderas situaciones de aprendizaje
para lograr una mejor adaptación en la vida; sabemos que toda adaptación implica un
gasto energético que la medicina denomina estrés, y cuando este gasto energético es
mayor que el tolerable, se desarrolla el llamado Síndrome General de Adaptación, que
puede ocasionar una serie de trastornos sobre nuestro cuerpo a través de las llamadas
enfermedades agudas. Tales enfermedades agudas no son más que intentos
adaptativos que el organismo desarrolla a fin de lograr una nueva reacomodación
energética y muchas veces implican una toma de consciencia, es decir, una crisis de
percepción a través de nuestro cuerpo.

El elemento del signo de la cúspide de Casa VI indica la particular modalidad de


armonización que la persona puede utilizar a fin de promover experiencias adaptativas
positivas evitando así los efectos negativos del estrés.

Con elemento FUEGO en su cúspide, la persona se adaptará mejor a aquellas


experiencias laborales y cotidianas en las que pueda expresar su propia
creatividad e independencia, sin que existan demasiadas restricciones, tratando
de imponer su propio ritmo. La vitalidad se expresa positiva y potente. En
condiciones desfavorables, podrá resentirse su vitalidad debido a que el nivel
de tolerancia a la frustración en los signos de Fuego suele poseer un umbral
bajo, haciendo su aparición estados emocionales negativos tales como la
impaciencia, la ira, la irritabilidad, etc., que pueden alterar el equilibrio del
22
sistema circulatorio y el digestivo. Con este elemento suele haber una
tendencia a negar cualquier síntoma que puede indicar una alteración del
equilibrio vital; con esta actitud se puede instalar antes de poder ser prevenida.

Con elemento TIERRA en su cúspide: este elemento indica un mayor contacto


con la realidad corporal, pero por la subvaloración de sus capacidades
corporales y la autocrítica excesiva y obsesiva, puede generar sentimientos de
minusvalía y de vergüenza, o dar lugar al desarrollo de temores hipocondríacos.
La tierra aquí se muestra adaptativa positiva trabajando con labores cotidianas
que impliquen constancia, paciencia, responsabilidad, hacerse cargo de la
situación y construir las condiciones necesarias para su desarrollo.

Con elemento AGUA en su cúspide la tendencia a la indolencia suele traer


aparejados trastornos que repercuten especialmente en la esfera emocional,
los que pueden afectar el sistema inmunológico. La vitalidad se manifiesta de
manera adaptada positiva en aquellos ámbitos en los cuales puedan trabajar
con sus emociones y ponerlas en función del otro.

Con elemento AIRE en su cúspide: en atención a que predispone a la dispersión


de las energías, puede desarrollar actitudes fóbicas respecto de determinadas
situaciones en las que se experimente falta de variación y cambio; por lo tanto,
predispone a trastornos en el sistema nervioso y a enfermedades de perfil
psicosomático. Un manejo positivo adaptativo de estas energías deberían
comprender trabajos con libertad de horarios, posibilidad de traslados cortos,
cambios de escenarios y movimiento, tanto mental como material.

Los planetas ubicados en esta Casa VI, son indicadores de las condiciones de la
vitalidad o desvitalización que ellos generan según sus propias naturalezas. No indican
necesariamente enfermedades sino más bien su predisposición a éstas, sobre todo
cuando se desarrollan las condiciones de estrés.

CASA OCHO:

Representa los procesos depurativos del organismo y la psiquis. En la mujer representa


su actividad menstrual y en el hombre la eyaculación; en ambos sexos, también
representa la evacuación intestinal, la micción, la sudoración, el llanto, el estornudo, la

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tos, el grito; los procesos de control esfinteriano; procesos psíquicos de autocontrol y
represión; todo aquello que es vivenciado como pérdida y muerte; el conjunto de
estados mentales y emocionales que constituyen la sombra; las pulsiones sexuales; las
estrategias realizadas por el Yo a fin de controlar y poseer al otro.

Esta Casa representa todo aquello que se reprime, se controla o, por el contrario, se
pierde. Cuando un planeta transita por esta casa, el material de significados
contenidos en ella se activa, en este sentido, las crisis constituyen oportunidades
depurativas por medio de las cuales el Yo se libera de las toxinas psíquicas y físicas,
aumentando su potencial energético.

Con Elemento FUEGO en la cúspide de Casa Ocho: la función eliminatoria y


depurativa posee mucha energía, con lo cual asegura una salud eficiente y una
tendencia a enfermedades de corta duración.

Con Elemento TIERRA: la función depurativa posee un ritmo naturalmente


lento dependiendo en gran medida del sistema nervioso.

Con Elemento AIRE: las funciones depurativas dependen en gran medida de la


capacidad aeróbica de la persona y debe evitar la vida sedentaria.

Con Elemento AGUA: la función depurativa estará sujeta a procesos cíclicos que
alternarán etapas de actividad con otras de inercia.

Por lo general el signo de su cúspide indica la región orgánica que tiende a sufrir las
consecuencias del mal funcionamiento de los órganos de eliminación. Asimismo indica
la región u órganos que tienden a somatizar los procesos represivos y también nos da
el tipo de enfermedades producidas por acción de las emociones tóxicas.

Esta Casa nos muestra el tipo y localización anatómica de las enfermedades producidas
por las crisis, pérdidas y situaciones de duelo, y los impactos emocionales intensos de
los que la persona tiene un recuerdo.

Los tránsitos de Marte, Saturno y los planetas transaturninos ayudan especialmente a


promover los procesos de descarga.

CASA DOCE:

Generalmente los procesos denominados crónicos y que se padecen de modo pasivo,


se buscan en esta área de la carta. Las tendencias están representadas por el signo de
la cúspide, por su regente y los planetas que ocupan esta Casa. Desde la inercia de esta
Casa se instalan las condiciones para que, a largo plazo, se puedan desarrollar
enfermedades crónicas.

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Sol en Doce: la sensación de soledad y aislamiento suele desencadenar
procesos de intensa angustia. Como la tendencia es a auto protegerse los
síntomas físicos pueden ser o manifestarse bajo las características de edemas,
retención y la auto intoxicación.

Luna en Doce: las defensas psicofísicas pueden llegar a debilitarse con


consecuencias sobre el sistema inmunológico. Los síntomas orgánicos se
agravan con la humedad o un aumento en los líquidos orgánico, lo que acarrea
artritis y reuma; con el movimiento mejoran y se agravan con el frío. El medio
interno tiende a la acidificación siendo proclive a la instalación de parásitos de
distinta índole. El sistema inmunitario es débil.

Mercurio en Doce: el pensamiento es defensivo; expresa las ideas pero no las


emociones; esto entorpece la comunicación, existe pérdida de espontaneidad y
la capacidad para aceptar los propios errores, lo que trae dificultad en las
relaciones íntimas. Se relaciona con las vías respiratorias inferiores y
superiores.

Venus en Doce: vive con culpa las tendencias pulsionales; existe dificultad para
reconocer como propias las conductas eróticas, las cuales se automatizan y
actúan por sí mismas. En esta modalidad histérica, las conductas de seducción
no son reconocidas como propias. Tendencia a la formación de quistes,
tumores, papilomas en los tejidos u órganos correspondientes al signo de la
cúspide de esta casa. También, circulación venosa deficiente y congestiva,
trastornos ginecológicos, glándulas endócrinas, tiroides, ovarios, páncreas.

Marte en Doce: Las tendencias agresivas desde el inconsciente engendran


complejos psicológicos diversos que posteriormente se llevan al físico. Hay
tendencia a cálculos, anemia, inflamaciones, intervenciones quirúrgicas, fiebres
altas.

Júpiter en Doce: En atención a que la persona tiende a negar las situaciones


que intoxican su cuerpo, puede generar insuficiencia hepática crónica aunque
no sean visibles los síntomas. Hipoglucemia, presión arterial.

Saturno en Doce: Dificultades en el parto, enfermedades de diversa índole


(para determinarlas debemos prestar atención al signo de la cúspide de la
casa). Carencias minerales; se puede alterar el metabolismo del calcio o fósforo
alterando el tejido glandular óseo y nervioso.

Urano en Doce: la libertad tan típica de Urano puede producir angustias en


situaciones de encierro; vemos casos de insuficiencia de oxigenación en el
parto. Existen tendencias a sufrir mareos, vértigos o sensaciones de

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inestabilidad; cefaleas congestivas, disrritmias funcionales (corazón –
respiración).

Neptuno en Doce: se relaciona con el hecho de vivir la vida en dos dimensiones:


una espiritual conectada con la energía más sutil y la otra más mundana
cotidiana; el choque entre estas dos dimensiones se traduce generalmente en
alergias e intoxicaciones, anemias.

Plutón en Doce: por los sentimientos mantenidos en secreto a fin de que no se


transformen en energías autodestructivas que operen desde las profundidades,
hay que vigilar la alimentación con el objetivo de evitar el desarrollo de una
flora intestinal perniciosa que produzca procesos fermentativos y putrefactos
que acarrean toxemia intestinal.

CUATRO NIVELES:

Cuando hablamos de Psicofísica, entendemos cuatro niveles: físico, emocional,


psicológico y espiritual. Pensamos que no es suficiente concientizar, confrontar y
comprender el conflicto emocional sino que es necesario trascenderlo. Y podemos
trascenderlo a partir del perdón y la compasión, dándole esa dimensión espiritual que
podrá sanar los cuatro cuerpos.

Si uno se constituye desde la auto valoración, cimienta sólidamente su autoestima, sin


necesitar reconocimiento del afuera, no tendríamos impactos emocionales que nos
descentraran al límite de provocar una enfermedad, sino que recibiríamos dichos
impactos como situaciones normales de vida que no alterarían la concepción de
nuestro Yo. Cada vez que aflora una situación potencialmente traumática, podemos
ejercer nuestro libre albedrío, tenemos la libertad de elección para decidir cómo
deseamos transitar esta situación. Por ejemplo, podemos elegir cómo confrontar a una
persona que descalifica nuestro proceder: podemos darle autoridad al otro y
determinar que su opinión es verdadera y por ende, nos sentirnos inferiores, lo que
corroe nuestra autoestima, o por el contrario, podemos tomar la opinión de esa otra
persona como un comentario de ella, aprender lo que debemos aprender si
corresponde o aceptar que su comentario difiere del nuestro sin determinarnos y si
estamos centrados en nuestro eje, coherentes y alineados, todas las decisiones que
tomemos estarán asentadas en la verdadera esencia y nos llevarán solo a la plenitud y
la felicidad. Dando cabida a la mirada del otro dejamos que sus opiniones determinen
quienes somos, estaríamos dejando el conflicto en manos del afuera y por
consiguiente aparecerá el desequilibrio que se traducirá en un síntoma y una
enfermedad.

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A los 42-45 años parece abrirse un nuevo portal de consciencia, quizás con el tránsito
uraniano o el nuevo examen de Saturno, es el segundo nacimiento en la vida donde
podemos ejercer al máximo esa libertad de elección que dependerá solo de la
conexión que hayamos desarrollado con nuestro maestro interior. A lo largo de
nuestra investigación surgió como generalidad esta edad como la más proclive a
generar impactos emocionales fuertes que se tradujeron posteriormente en
enfermedad. ¿Por qué? Es una edad donde realmente nos planteamos si somos felices
con lo que construimos en la vida, ya sea en el ámbito laboral, afectivo, emocional,
vocacional, etc. Es el momento donde nuestro interior pugna por expresarse y nos
exige alinearnos con nuestro deseo de ser quienes en realidad somos sin máscaras y
sin tener que soportar aquello que ya no deseamos, tanto situaciones como personas.

No nos dejan ser quienes somos verdaderamente desde el mismo momento del
nacimiento. ¿Por qué debemos aguantar situaciones o temer a otras personas? Cada
vez que aceptamos retroceder ante alguna de estas presiones, nos alejamos de
nuestra esencia que es quien en definitiva deberá emerger a lo largo de nuestra vida.
Esa es nuestra misión.

Los aspectos en nuestra carta natal son puntos de tensión que deberemos equilibrar o
poner en armonía con el sólo objetivo de lograr hacer contacto con nuestro centro.
Debemos integrar a nuestra personalidad estas tensiones que son dadas por los
aspectos de los planetas.

La carta natal es un mandala; el mandala nos lleva implacablemente al centro; este


centro es el núcleo energético espiritual con el que nacemos. Ese punto energético es
nuestra alma, que en su desarrollo evolutivo en espiral va a ir golpeando contra la
circunferencia del mandala integrando así todos los aspectos (doce casas) para
llevarnos nuevamente al centro desde un escalón superior cada vez.

ASPECTOS PLANETARIOS:

Aspectos de 15º:

Los aspectos de quince grados o múltiplos a menudo se expresan en el nivel físico.


Desde el enfoque psicofísico damos mucha importancia a los aspectos de
semicuadratura (45º), sesquicuadratura (135º) y quincuncio (150º) y el mismo aspecto
de 15º. Todos ellos indican una circunstancia de tensión extrema entre dos o más
ámbitos de vida o bien dos o más aspectos de la personalidad. En algunos casos se
traduce en una suerte de parálisis donde se dificulta la toma de decisiones, por lo que
el conflicto puede mantenerse a lo largo del tiempo provocando picos de estrés que
desembocan en un trastorno a nivel físico.

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Semicuadratura: Es el llamado Punto Ballena, es un aspecto menor, débil y de fricción
y dificultades4. Como relaciona signos de modalidad fija, el cambio se torna más
dificultoso y el conflicto se asienta.

Sesquicuadratura: Es un aspecto que abarca una cuadratura más una semicuadratura.


Se asocia con el grado 15º de Leo y el grado 15º de Escorpio. Es más potente que la
semicuadratura ya que denota un extremismo en el comportamiento y una
inconsistencia en la expresión.5

Quincuncio: Se corresponde con las cúspides de Virgo y Escorpio, que son signos que
analizan y diseccionan. Provoca sucesos correctivos que demandan tanta energía que
llega a agotar a la persona. Su papel básico es la de romper y suprimir esas actitudes
no efectivas que interfieren con el crecimiento.

Aspecto de 15º: Corresponde al punto medio de un signo y es donde las fuerzas


actuantes se encuentran para poder integrarse; la tensión extrema se da en este grado
y es allí donde hace irrupción la tensión.

4
Eloy Dumón. Manual de Astrología Moderna. 1989.
5
Bill Tierney. Dinámica y Análisis de los Aspectos. 1990.
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CAPÍTULO TRES: Aplicación en dos cartas

Presentamos a continuación dos cartas que son muy similares en configuraciones y


emplazamientos, pero que dispararon procesos completamente diferentes. Desde
estos ejemplos trataremos de comprender cuál puede convertirse en el indicador de
enfermedad.

29
Analizaremos el Ejemplo 1:

Sol en Escorpio en Casa II en cuadratura a Plutón en Casa XI

Luna en Capricornio en Casa IV en aspecto de oposición partil con Urano en Casa X

Ascendente Libra; Fondo del Cielo en Capricornio.

Casa I = Libra con Saturno y Neptuno en conjunción partil, como punto focal de una T-
Cuadrada entre Urano – Luna.

Casa VI = Piscis; Casa VIII = Tauro con Júpiter presente; Casa XII = Virgo

Casa III = Sagitario con Venus -Regente del Ascendente- presente y Mercurio
retrógrado.

Casa IV = Luna; Marte en grado 29º y Nodo Norte en Acuario.

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Tabla de Puntaje por Elementos y Cuadruplicidad

Cardinal Fijo Mutable

Fuego Plutón (1 pto.) Mercurio (4 5


ptos)

Tierra Venus (4) Luna Júpiter (3) 18


(7) Marte (4)

Aire Asc (7) Saturno 11


(3) Neptuno (1)

Agua MC (4) Urano Sol (7) 15


(2)

32 11 4 47

Asignamos un puntaje a cada planeta según la siguiente tabla:

Sol, Luna, Ascendente = 7 puntos a cada uno


Planetas Personales: Mercurio, Venus, Marte + Medio Cielo = 4 puntos a cada uno
Planetas Sociales: Júpiter, Saturno = 3 puntos a cada uno
Urano (primer transpersonal) = 2 puntos a cada uno
Planetas Transpersonales: Neptuno, Plutón = 1 punto a cada uno

Por síntesis de Elementos, vemos que es Tierra / Agua.

Por síntesis de Cuadruplicidades, posee predominancia de Cardinal.

Si unimos ambas grillas tenemos un perfil psicofísico que corresponde a Capricornio


(Tierra Cardinal) con Cáncer (Agua Cardinal) como segundo signo.

Con Cardinalidad en los ejes la persona siente una urgencia por actuar y emprender
pero en este caso no debemos perder de vista la T-Cuadrada que también actúa sobre
los ejes con su punto focal en Casa I que es el físico del consultante. Los planetas
involucrados son: Urano (Casa X) oposición Luna (Casa IV), cuadratura Saturno-
Neptuno partil (Casa I).

Existe mayoría de planetas en el Cuadrante 1 por lo que da una personalidad con


tendencia a la introversión, de mucha subjetividad puesto que su mundo interior se
convierte en su propia referencia y no está abierta a incorporar el mundo exterior. Al
estar del lado del Ascendente tiende a una autoafirmación ya que el Ascendente
representa el Yo personal además del cuerpo físico; pero en este caso en particular
31
vemos que con los planetas Saturno y Neptuno en conjunción partil en Casa I nos
muestran una lucha entre la estructura y la disolución de su yo interno; entre la
realidad y el escapismo, lo cual hace difícil pensar en esta persona como un individuo
con una identidad sólida. Saturno en Libra está exaltado por lo que será este planeta
quien vencerá en la lucha con Neptuno imponiendo su energía de cristalización,
timidez, introyección de emociones y limitaciones hasta de índole sexual.

A pesar de ser Sol en Escorpio, energía fuerte y sostenedora de tensiones, el hecho de


estar en Casa II -que es la casa de los valores, entre ellos nuestra autoestima y
autoafirmación-, éste está en recepción mutua con Plutón (en Leo en Casa XI) y en
cuadratura, podemos ver que desde su niñez este individuo ha padecido una serie de
represiones en temas relacionados con el poder y la toma de decisiones, lo cual
debilitó su autoafirmación y la expresión de dicha energía. Además estos dos planetas
se encuentran en recepción mutua: el Sol (en Escorpio) es dispositor de Plutón (en Leo)
y viceversa. Cuando esto sucede la energía de cada uno de ellos queda supeditada al
otro; estando en cuadratura y ambos en signos fijos podemos esperar una paralización
en actuar dichas energías, por lo tanto los temas relacionados con la sana expresión
del poder personal de su Yo quedan anulados.

La autoafirmación se torna difícil en grado sumo ya que las Casas II y XI, como dijimos
anteriormente, son de gran importancia en la construcción de la escala de valores que
regirá nuestra vida (Casa II) junto con la consecución de logros, metas y anhelos de
vida (Casa XI), que –si se ven frustrados- generan impactos emocionales que no
siempre se pueden resolver. La no resolución de manera repetitiva de este tipo de
conflictos por no saber comprender el proceso ni confrontarlo, va instalándose en el
cuerpo físico hasta llegar a la enfermedad. En este caso, fueron tres los sucesos que
esta persona no pudo ni supo manejar y que desencadenaron el síntoma que veremos
más adelante.

A partir de la lectura de esta carta, el Regente del Ascendente (Venus) que nos indica
el ámbito privilegiado de impactos vivenciales de una persona, en este caso se
encuentra en Casa III en el signo de Capricornio, peregrino, y es también Regente de
Casa VIII y dispositor de Júpiter en Tauro. Mercurio retrógrado se encuentra presente
en esta Casa también, lo que nos indica un posible ámbito de conflicto en la vida de
esta persona.

Desde la lectura de los tempranos condicionamientos parentales (Casa IV) podemos


ver una Luna en caída en Capricornio, lo cual nos da indicios de una infancia
condicionada en los afectos, muy austera, con pocas caricias corporales; ante la
indiferencia de los padres desarrolla distancia emocional y se muestra totalmente
autosuficiente cuando en realidad es dependiente; esta es una Luna que no sabe decir
que no; necesita de la validación de los demás para sentirse amada y considerada. Con
32
Marte exaltado en Capricornio también presente en Casa IV, indicaría un ambiente
hostil y hasta violento física o psicológicamente. Estos dos planetas están en
cuadratura a Saturno-Neptuno en Casa I y en oposición a Urano peregrino y retrógrado
desde Casa X. No olvidemos que el dispositor de estos es Saturno, en Casa I cercano al
Ascendente (el cuerpo físico).

Tomemos ahora en consideración las casas de la salud y sus regentes. La cúspide de


Casa VI está en el signo de Piscis; como mencionáramos anteriormente, una cúspide en
signo de Agua indica un temperamento inestable con picos de actividad seguidos por
depresión acentuada. Tomando sus dos regentes Júpiter (antiguo) y Neptuno
(moderno) vemos que Júpiter se encuentra retrógrado y peregrino en Casa VIII en
Tauro, dispuesto por Venus que a su vez es regente del Ascendente. Júpiter tiene que
ver con el hígado, disfunciones hepáticas o hepatitis, problemas de azúcar en sangre y
diabetes; por regir Sagitario también se relaciona con las caderas y el nervio ciático.
Neptuno, el otro regente, se encuentra en conjunción partil a Saturno en Libra, signo
que rige los riñones, el páncreas, vejiga, la espalda baja y Trompas de Falopio. Este
planeta se relaciona con el sistema linfático, la sangre en lo que refiere a la presión
arterial, los desórdenes sanguíneos, infecciones o toxinas en sangre y
envenenamiento.

La cúspide de la Casa VIII está en signo de Tierra, por lo que la eliminación de toxinas o
depuración del organismo será lenta y dependerá del sistema nervioso. Volvemos a
encontrarnos con Venus como regente de Tauro, quien es regente del Ascendente y
nuevamente nos lleva a riñones, páncreas, vejiga o espalda baja. Venus se relaciona al
regente de Casa VI, Neptuno, por aspecto de Quintil.

Si tomamos ahora la cúspide de Casa XII, Virgo, su regente Mercurio se encuentra


retrógrado en Sagitario en Casa III, su dispositor es Júpiter quien nuevamente nos
remite a Casa VII y lo anteriormente expuesto.

En síntesis: tanto el regente de Casa VI como el dispositor del regente de Casa XII se
ubica en Casa VIII; todos ellos relacionan casas de enfermedad. Venus, como regente
del Ascendente se halla en Casa III junto con Mercurio (regente de XII) y está dispuesto
por Saturno ubicado en Libra en Casa I, la casa del cuerpo físico. La correlación de
signos/planetas/casas con las partes del cuerpo nos permite hacer una lectura previa
del desencadenamiento de la enfermedad que sufrió esta persona. En el año
2003/2004 se le diagnosticó cáncer de hígado y de páncreas respectivamente. Ambos
órganos relacionados con Venus y Júpiter.

Ahora bien, ¿podría haberlo evitado? Fuimos viendo que el tema preponderante de su
carta desde el punto de vista evolutivo eran temas de Casa III y Casa IV; su Ascendente
en Libra es su camino de vida y le demanda una apertura incondicional hacia el otro.

33
Pero ese mismo signo evita toda confrontación e intenta agradar a los demás
independientemente de su propio sentimiento, lo cual hace extremadamente difícil
exteriorizar sus verdaderos sentimientos, ni sus anhelos ni sus temores, los cuales
quedaron inevitablemente reprimidos en su inconsciente generando el caldo de cultivo
propicio para la gestación de una enfermedad en la medida en que se sucedían
impactos emocionales del exterior que afectaron su autovaloración. Esta persona se
vio confrontada en tres oportunidades durante los tres años anteriores al diagnóstico,
con situaciones hostiles de parte de sus dos hermanos y de su jefe, no pudiendo hacer
valer su propia capacidad de decidir sobre su vida.

Por esa época, fueron muchos los alertas que pudimos ver desde influencias
planetarias por tránsito, direcciones por arco solar y puntos medios, temas que
desarrollaremos en los capítulos siguientes.

Analizaremos ahora el Ejemplo II:

Casa I = Libra con Júpiter, Neptuno (Escorpio) y Nodo Norte (Escorpio) en conjunción
como punto focal de una T-Cuadrada entre Venus - Urano.

Casa VI = Piscis; Casa VIII = Tauro; Casa XII = Virgo

Casa II = Escorpio con Marte y Saturno en Sagitario.

34
Casa III = Sagitario con Sol y Mercurio retrógrado.

Casa IV = Capricornio con Luna en exilio.

Tabla de Puntaje por Elementos y Cuadruplicidad

Cardinal Fijo Mutable

Fuego Urano (2 ptos.) Marte (4 ptos) 9


Saturno (3 ptos)

Tierra Sol (7) Luna (7) Plutón (1) 19


Mercurio (4)

Aire Asc (7) Júpiter Venus (4) 14


(3)

Agua MC (4) Neptuno (1) 5

32 7 8 47

Síntesis: Tierra Cardinal / Aire Cardinal = Capricornio / Libra

Como vemos, esta carta es similar a la anterior ya que tiene mayoría de planetas en el
cuadrante 1; Ascendente Libra siendo Venus (peregrino) el regente de la carta (en este
caso ubicado en el signo de Acuario en Casa V); Fondo del Cielo y Luna en Capricornio –
en exilio- en Casa IV.

Sol y Mercurio en Capricornio – Casa III; ambos planetas peregrinos. El Sol está en
trígono a Plutón desde Casa XI en el signo de Virgo; también Mercurio –regente de
Casa XII- recibe este aspecto. Plutón también muestra una cuadratura a Marte (en
Sagitario) en Casa II, la casa de la autoestima y la afirmación del propio valer.

En el caso 1 vemos que también encontramos este aspecto de cuadratura de Plutón a


un planeta en Casa II, pero con el Sol (en Escorpio). En este caso 2, la persona pudo
ejercer la acción de ese Marte en signo de fuego y luchar por consolidar su autoestima
y confrontar las situaciones amenazantes; en cambio, Marte del caso 1 estaba en
Capricornio –exaltado- en Casa IV que indicaría un ambiente familiar plagado de
agresividad y violencia, explosivo, pero que la persona no pudo ejercer activamente y
fue introyectado reprimiendo cualquier atisbo de defensa permitiendo así que los
impactos exteriores se hundieran en su físico. En lugar de actuar la batalla afuera, en el
mundo exterior, la padeció en su cuerpo. Esta fue una de las diferencias entre los dos
35
casos, uno llegó a la enfermedad crítica y la otra pudo confrontar los conflictos
externos. El caso 1 hizo que ese Marte desatara la ira dentro. Si incorporamos la
mirada de Ruediger Dahlke, para él el principio marciano deposita la ira no
exteriorizada en el hígado junto con las toxinas que el organismo no sabe cómo
eliminar y a esto se le unió el principio plutoniano de ira femenina. Plutón y Marte
están en quincuncio, que es un aspecto de 150º que –como vimos- sale al cuerpo
físico.

En el caso 2 la cuadratura Marte-Plutón permitió accionar el principio marciano en


aspectos cotidianos a través de una defensa más activa y adaptativa de las
circunstancias. Por ejemplo, la persona se desenvolvía en un ámbito empresarial
donde confrontaba a diario situaciones con colegas, directivos y equipo de trabajo, de
manera muy activa.

A la edad de 21 años perdió a su madre, una persona de carácter definido, exigente y


autoritario, que supo cubrir sus necesidades básicas con cuidado esmero, pero no así
sus necesidades afectivas, por lo que la persona se volvió autosuficiente desde su
primera infancia. La pérdida de su madre se sucedió desde un malestar en el duodeno
hasta culminar –en sólo un año- en un cáncer de estómago con posterior metástasis
que desencadenó su muerte. La persona lo vivió con mucha intensidad pero con
distancia afectiva en ese momento. Dos años antes, su madre intentó separarse de su
marido pero no pudo sostenerlo y volvió al hogar. Un año y medio después la madre
enfermó y desencadenó el cuadro fatal. Jamás pudo volver a reconstituir el vínculo
matrimonial y cargó con la infelicidad de sentirse atrapada. El estómago se relaciona
con lo emocional, lo nutritivo y con “algo” que no puede digerirse.

Ese hecho doloroso volvió a surgir en forma simbólica muchos años después en la
persona. En el año 2001, a los 43 años, se le descubre un HPV en el cérvix, cuello del
útero. El útero se relaciona con la contención afectiva y el principio femenino y de
maternidad. Si nos referimos a Lauren Delsack y su relación con los postulados de la
Nueva Medicina Alemana del Dr. Hamer, leemos:

“Utero:

Conflicto sexual impropio, o separación / pérdida de contacto (tumores fibroides


que pueden involucrar un conflicto de fertilidad y por lo tanto despertar un
conflicto con el sentido materno de una mujer).

Conflicto sexual de rechazo o frustración (por ej. “no te vas a aparear con”, lo
cual puede generar conflicto con la pareja o la parte amorosa de una mujer).”

Por esa época, la persona llevaba 15 años de matrimonio, con una sensación de
“meseta” tal como lo relató, donde se sentía asfixiada, sin poder sacar su propia
36
personalidad, su propia esencia, y al mismo tiempo sin saber cómo salir de esa
situación. La contención afectiva se había deteriorado al punto de no querer tener
relaciones sexuales con su esposo. En un momento, tuvo la imagen cierta de que
estaba repitiendo la historia de su madre. Si no se separaba, sentía literalmente que
iba a morir. Cuando surgió el síntoma y se enfrentó con el diagnóstico, logró contactar
con el mensaje de su alma a través de la conexión consigo misma, y tomar conciencia
de que la situación actual debía ser resuelta de alguna manera. Si bien el diálogo con
su pareja existía, en los últimos cuatro años no habían encontrado una solución
profunda al tema de fondo. Todo lo no resuelto y desplazado, no desaparece; en
realidad, va enquistándose y queda en el subconsciente como una pulsión cada vez
más poderosa puesto que cada impacto posterior hará impronta en el mismo órgano
con intensidad mayor. Este es el principio de autoagresión de Plutón.

Luego de una segunda operación donde se le extirpó el útero en forma total, la


persona –consciente de no querer repetir la historia de su madre y a sabiendas de que
estaba autodestruyéndose puesto que el tema había llegado ya al nivel del cuerpo
físico- tomó la decisión de poner fin a su matrimonio. Si bien el proceso de separación
fue duro y le llevó un tiempo reencontrarse con su propia identidad y rehacer su vida
desde el deseo de su alma, la enfermedad nunca más reapareció. La sanación fue
posible gracias a haber tomado conciencia del conflicto, decidir resolverlo activamente
y superarlo. El rol del astrólogo en este caso fue fundamental y positivo ya que pudo
guiar a esta persona a descubrir y resolver el conflicto de base que generó el síntoma.
Una vez llevado a nivel consciente el malestar afectivo y confrontarlo con la realidad,
fue posible la sanación.

En la carta natal, podemos ver que la Luna en Casa IV –en exilio- se relaciona con las
mamas, el útero, líquidos del cuerpo y el estómago. Los regentes de Casa VI son Júpiter
y Neptuno, que están ubicados en Casa I, la casa del físico y muy cerca del Ascendente.
Neptuno está en el signo de Escorpio, genitales y sistema reproductor / excretor. Estos
dos planetas se encuentran en conjunción al Nodo Norte en Escorpio, y forman parte
de una T-Cuadrada que los relaciona con Venus (Acuario, Casa V) y Urano (Leo, Casa
XI). La Luna está en cuadratura a Júpiter/Neptuno y Ascendente.

Plutón, relacionado también con útero y órganos reproductivos, está en cuadratura a


Marte y en trígono a la Luna. La persona puso en acción la energía plutoniana al
encarar una transformación profunda de su femineidad. Venus es regente del
Ascendente y de la Casa VIII; está en conjunción a Quirón, indicando temas referidos a
los hijos, la decisión de tenerlos o no, la seducción en sus relaciones amorosas, etc. La
persona no tenía hijos y el momento del síntoma le estaba indicando el fin de su
posibilidad de tenerlos.

37
En el momento de la intervención quirúrgica, Plutón se encontraba en el Punto Medio
de Marte/Saturno, en Casa II; Júpiter opuesto a Plutón (en tránsito)-Marte/Saturno
(punto medio natal); Saturno en tránsito opuesto a Marte natal y en cuadratura a
Plutón natal.

Por otro lado, Marte estaba transitando sobre Plutón natal y en cuadratura a Marte
natal, indicando una posible intervención quirúrgica también sugerida por Saturno
opuesto a Marte natal desde Casa VIII. Neptuno, regente de Casa VI de la salud, hacía
cuadratura por tránsito a su Neptuno natal y al Nodo Positivo en Casa I, volviendo a
poner foco en el físico.

Urano estaba transitando por Casa V y había hecho conjunción a Venus / Quirón natal,
moviendo el tema de hijos, la posibilidad de tenerlos y su significación sobre el
despliegue de su femineidad.

Veamos ahora los contactos por Arco Solar:

Tanto Urano como Plutón estaban recorriendo la Casa XII de las enfermedades
crónicas. Los regentes de Casa VI, Júpiter y Neptuno, estaban ahora en Casa II; Júpiter
AS6 haciendo conjunción al Punto Medio de Marte/Saturno natal y Neptuno AS
conjunción a Saturno. El Sol AS está en conjunción a Quirón (en Casa V) y a su vez,
Venus y Quirón AS estaban en Casa VI en quincuncio al Ascendente y Júpiter natales;
Venus siendo regente del Ascendente.

6
AS indica Arco Solar.
38
Esta era la oportunidad que indicaba la carta natal para concientizar y elaborar uno de
los temas principales de esta persona. Durante cuatro años la persona convivió con un
conflicto emocional nuclear que intentó solucionar sin resultados y sin animarse a
tomar una decisión de fondo que podría haber evitado el posterior síntoma a nivel
físico. La vida nuevamente le presentó una alternativa a su malestar, como siempre
nos presenta. Pasaron cuatro años hasta que el impacto emocional fue lo
suficientemente fuerte como para activar los mecanismos de acción concreta. Si
podemos emprender un proceso interior tomando contacto con nuestro maestro
interno y animarnos al cambio que nos pide constantemente la vida a través de
nuestro ser esencial, siempre es posible vivir en un estado de salud y equilibrio.

Afortunadamente la astrología nos permite trabajar los temas más importantes de


nuestra carta natal tomando conciencia de las voces que desean expresarse desde
nuestra alma y mostrándonos el camino para expresarlas. Esto no significa que no
habrá desafíos, crisis y conflictos; si los asumimos como un medio para crecer y
evolucionar entonces el rol del astrólogo es decisivo para llegar a la sanación holística.

En general, los consultantes acuden al astrólogo una única vez de manera orientativa.
Lo ideal sería que incentiváramos a nuestros clientes a acudir a la consulta
periódicamente para realizar un seguimiento desde su carta natal de los periodos de
vida por los que estará transitando en cada momento y referirles los posibles efectos
planetarios que los afectarán y estén así alertados y contenidos respecto de los
probables impactos.

________________________

Coincidencia en los casos:

Hemos visto que la mayoría de los casos estudiados muestran algunas características
en común que denotan personalidades que debieron desarrollar conductas de
supervivencia en las cuales la autosuficiencia es un modelo usual. Parece ser que existe
una lucha, muchas veces inconsciente, entre la verdadera esencia del yo que pugna
por expresarse y el condicionamiento del exterior, la mirada del otro; la persona debe
ser autosuficiente, autoafirmado (que no es lo mismo que haber desarrollado una alta
y sana autoestima) y tiende a dar en vez de recibir; pareciera ser que no necesitan
mucho alimento para el cuerpo y el alma sino que se ven empujados a definirse en
función del otro. A medida que avanzan en las etapas de vida, esto se torna cada vez
más incongruente y se van alejando de su verdadera esencia lo cual debilita su
autoestima y consiguientemente su sistema inmunológico permitiendo que la
enfermedad pueda anidar en el cuerpo.

Los temas recurrentes:

39
A lo largo de nuestra investigación constatamos que aparecían de forma repetitiva
ciertos planetas y puntos comprometidos con el tema de la salud. Quizás sorprendan
las posiciones zodiacales ya que desde la lectura más clásica no podríamos deducirlo; si
no fuera porque nos centramos en el enfoque de la astrología psicofísica, estos
elementos no nos hubieran reflejado el cuadro real en el cual se encontraba el
consultante.

Enumeraremos los más repetitivos.

1- Ascendente Libra y Fondo del Cielo en Capricornio o Ascendente Escorpio.

Hallamos que estos Ascendentes suelen ser una de las posiciones zodiacales más
comprometidas en cuadros de enfermedad. Esto lo relacionamos con la influencia de
las estrellas fijas ubicadas en los primeros grados de la constelación de Escorpio y que -
por efecto de la Precesión de los Equinoccios- abarca también los últimos grados de
Libra y que se conoce normalmente como “Vía Combusta”. Esta zona es un arco que
contiene estrellas fijas que eran tradicionalmente de lectura fatalista y vemos que
toman un papel relevante en los casos que estudiamos.

2- Mayoría de planetas en el Primer Cuadrante

Dado que el Primer Cuadrante (Casas I a III) abarca el cuerpo físico y las energías que
construyen la autoestima, la auto valoración y la sana comunicación con el exterior.
Cuando hallamos muchos planetas aquí, la persona tiende a introyectar sus energías
no pudiendo constituir un ego lo suficientemente fuerte como para soportar los
embates de la vida misma. Tiende a ser subjetiva, no puede referenciarse con el
exterior y no toma en cuenta las necesidades propias en función del entorno. Se
rigidiza.

3- Luna en Capricornio o en Escorpio

Esta posición ya fue vastamente descripta. Una Luna en Capricornio no permite aflorar
sus propias necesidades y deseos sino que se condiciona y actúa condicionada por la
mirada del otro, lo cual hace que deba reprimir sus impulsos y se le hace muy difícil
afirmarse. Siempre existe una alta auto exigencia, tomada de la mano de la falta de
autovaloración, va generando constante y sistemáticamente sentimientos de sacrifico,
frustración y minusvalía.

Una Luna en Escorpio es el máximo exponente de la fijeza emocional y por lo tanto, los
factores tan anhelados para la salud, de flexibilidad y adaptación sanamente
desplegada, no pueden realizarse. Al ser una energía altamente intensa, desde lo
mental es posesiva, no se permite realizar un proceso y permanecer en la experiencia
40
sino que se queda paralizada y obsesiva sobre el pasado, sin elaborarlo ni soltarlo. A
mayor cúmulo de esta energía mental, mayor será la probabilidad de desencadenar
esa carga sobre el plano físico.

4- Sol afligido en Casa II

Ya fue extensamente visto. Es esencial reconocer los valores internos y hacer brillar la
propia identidad autoafirmada para mantenernos en estado de salud. Si el Sol no
puede brillar y expresarse en todo su potencial en esta Casa de la autoestima, la
persona tenderá a debilitar su energía vital en detrimento del físico. Un Sol afligido
aquí nos exige que elaboremos la propia responsabilidad de nuestros actos y no
desplazarla en el otro para no sentirnos presionados por el exterior, canalizando
sanamente la energía espiritual.

5- Júpiter en Casa VIII a menudo en aspecto de oposición a Marte, Saturno o Plutón

Júpiter resultó ser toda una sorpresa. Lejos de ser el “gran benéfico”, en astrología
psicofísica vimos que aparecía en la mayoría de los casos de enfermedad crónica y/o
terminal, incluso en casos de muerte.

Las posiciones que lo involucran que aparecen como más relevantes son:

 Cúspide de Casa VI en Sagitario (Júpiter regente)


 Júpiter presente en Casa VIII
 Júpiter como dispositor o regente de Casas VI y XII

Como vemos, directamente relacionado a las casas de la salud. Cuando se encuentra


en aspecto difícil con Saturno, Marte y Plutón en especial, parece expandir las
connotaciones negativas de estos últimos planetas. Lejos de ayudar a un equilibrio, lo
imposibilita. Expande también las células cancerígenas o las formaciones de tumores;
acelerando así los procesos indicados por dichos planetas.

Desde una lectura espiritual, podemos aseverar que el rol de Júpiter es el de liberar al
Alma del cuerpo físico que era su prisión durante esta encarnación. Entonces se puede
ver a Júpiter actuar fuertemente en el momento de la muerte, indicando liberación
última. En coincidencia con la astrología Kármica, la interpretación de Júpiter es la de
producir un sentimiento de expansión ilimitada hacia otros planos más sutiles.

6- Varios planetas en Casa I, generalmente regentes de casas de la salud o del yo.

El Stellium, en cualquier área de la carta, ya nos habla de una intensidad y sensibilidad


extrema indicada por los planetas que lo componen. En el caso de ubicarse en Casa I,
casa del físico, podemos esperar una mayor predisposición a que las crisis impacten
sobre el cuerpo y disparen procesos de desequilibrio energético.

41
Se impone entonces trabajar conscientemente esas energías en profundidad, para
poder restaurar el equilibrio.

7- Mercurio, muy involucrado.

Otro emplazamiento llamativo es Mercurio. Frecuentemente lo hemos visto actuar


desde todos lados de la carta natal, sin importar su posición por Casas, exacerbando
las energías de los distintos planetas involucrados. No nos olvidemos que Mercurio
tiene que ver con la regencia del Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático y se
altera rápidamente ante cualquier estímulo provocando ansiedades, angustias, fobias,
inseguridades y confusiones (dualidad) y miedos por indecisión que provocan muchos
síntomas físicos.

Mercurio, siendo mensajero de los dioses, es el encargado de mantener fluida la


comunicación entre el plano material y el espiritual. Además, el símbolo de Mercurio
es el caduceo; se encuentra simbolizando la profesión médica; los orientales lo tienen
muy presente para la salud, puesto que es la libre circulación de energía sin bloqueos.
Son dos serpientes con alas enroscadas y marcan siete puntos de intersección: los siete
chakras. Estando en equilibrio, no existe bloqueo y la energía vital circula fluidamente.

42
CAPITULO 4: El método

De acuerdo a lo investigado hemos desarrollado una serie de pasos a seguir que


sugerimos como método. Cada uno podrá aplicar su propio estilo a medida que va
avanzando en la práctica. Para nosotras estos pasos son los más simples y efectivos a la
hora de poder detectar preventivamente los puntos vulnerables del consultante.

Pasos a seguir para determinar las posibles enfermedades:

I. Paso fundamental para cimentar toda la lectura: Necesitamos profundizar en la


carta natal del consultante para tener una idea de las cuestiones fundamentales que
influyeron en su desarrollo personal y cómo las circunstancias que debió vivir
pudieron afectar la percepción de sí mismo, su sistema de valores y creencias y su
modo de pensar la vida. También deberemos bucear en las actitudes desarrolladas.

Enfocaremos principalmente en la estructura básica de la psiquis, la resiliencia (el


umbral de frustración ante objetivos no cumplidos en la vida cotidiana), los factores
importantes que esa persona viene a desarrollar en esta vida para integrar a su
personalidad. Deberemos buscar las vivencias tempranas de su infancia en el ámbito
familiar, los miedos anidados en su interior, las conductas construidas para
sobrellevar las situaciones de crisis (mecanismos de defensa), su patrón básico de
confrontación, etc. Todo aquello que nos relate la fortaleza o no de su personalidad
nos dirá a futuro su capacidad para elaborar y superar las crisis de vida.

En este estadio, es importante considerar los Puntos Medios significativos referidos a


la salud y la constitución básica de la personalidad.

II. A continuación deberemos investigar las áreas del cuerpo más vulnerables o
débiles; aquellas que serán más proclives a recibir el impacto de un trauma emocional,
seleccionando los dos o tres aspectos dominantes en el mapa natal.

Estas debilidades del cuerpo no estarán limitadas a las configuraciones asociadas con
el eje dominante de las casas VI y XII, tradicionalmente asignado a los temas de salud y
enfermedad. Debemos incluir cualquier aspecto que presenta una fuerte tensión, es
decir, cualquier planeta del cuarto y octavo armónico: cuadratura, oposición o
conjunción, incluyendo la semicuadratura (45 grados), sesquicuadratura (135 grados) y
quincuncio (150 grados; armónico doce). Sólo cuando estos aspectos dominantes
realmente relacionan a planetas presentes en las casas VI y XII, o al regente del
Ascendente, deberemos asignarle un alto grado de importancia en relación con la
posible emergencia de la enfermedad. El grado del Ascendente requiere una atención
especial.

43
El núcleo de la enfermedad se focaliza en la interacción con el Ascendente y/o su
regente con el regente de la Casa XII, como así también el Sol y la Luna y los planetas
ubicados en las Casas XII y 1. La Casa VI parece reforzar estas deducciones y aunque su
influencia es menor también es importante.

Como la Casa VIII representa el proceso de depuración y eliminación –tanto física


como psicológica- si hubiere un planeta presente en esta casa, disparará su efecto al
ser tocado por tránsito o progresión.

III. Según este enfoque, es fundamental localizar el momento exacto en que


ocurrió el conflicto emocional inesperado que desencadenó la aparición de la
enfermedad y necesitamos asegurarnos cuándo se manifestó el síntoma físico por
primera vez y cuándo fue confirmado por el diagnóstico médico.

Es de suma importancia descubrir durante la consulta la situación emocional que la


persona vivió y que actuó como disparador de la enfermedad. Con esta información
podremos guiar al cliente en un proceso de sanación para suspender y remitir el
síntoma sin llegar a la enfermedad crónica o repetitiva a través de los procesos
terapéuticos de: comprensión, concientización, elaboración y sanación. La presencia
del consultor astrólogo se orienta a afirmar la autoestima del cliente, ayudarlo a
centrarse siendo congruente entre su sentir, su pensar y su hacer, y trabajar con él los
elementos de su carta que lo ayudan a lograrlo.

IV. En caso de ser necesario, debemos determinar la mano dominante del cliente o
lateralidad, por medio de la prueba del aplauso.

Esta prueba es irrelevante en algunos casos. La lateralidad no es significativa con los


órganos primitivos que se originaron en las capas del germen más antiguas
controlados por el tronco cerebral, como por ejemplo: los pulmones, los riñones, el
hígado, el colon, el útero y la próstata.

V. El siguiente paso es determinar la posible temática del conflicto emocional que


disparó o puede disparar el síntoma, buscando en el Apéndice I (o en tablas de
referencia afines de otros autores) la correlación entre el conflicto y el órgano o
enfermedad asociado.

Ver Apéndice I.

44
VI. Paso seguido analizaremos las Direcciones por Arco Solar, los tránsitos y los Arcos
Solares indirectos que tuvieron lugar dentro del periodo de uno a tres/cuatro años
previos a la aparición de los síntomas físicos o del diagnóstico médico (lo que primero
ocurra). Debemos centrarnos en los aspectos relacionados con el Sol, la Luna, el
Ascendente, el regente del Ascendente y el Regente de la Casa 12. Podemos elaborar
una tabla de aspectos según sean nuestras preferencias de trabajo.

Los arcos solares y los tránsitos trabajan juntos en una estrecha integración. Los arcos
solares funcionan durante seis meses a un año como telón de fondo de las
experiencias (seis meses antes están a medio grado de la posición partil, y de tres a
cinco meses después de estar exactos). Los arcos solares se manifiestan más cuando se
disparan debido a algún tránsito a los Ángulos, al Sol, o la Luna, u otro planeta clave de
las configuraciones de la carta natal. Sin el contacto del arco solar y/o tránsito desde
Plutón, Neptuno, Urano o Saturno (conjunción, cuadratura u oposición) al Angulo, al
Sol o la Luna, no sabemos prácticamente nada de importancia del desarrollo
traumático en la vida de la persona. Lo mismo se puede decir de los patrones
tempranos de las enfermedades críticas.

Sabemos que la enfermedad no es un hecho instantáneo sino que le lleva a las células
y a los tejidos del cuerpo un tiempo de proceso de alteración en su funcionamiento o
de degeneración celular para llegar a la irrupción del síntoma físico y el posterior
diagnóstico médico. Según descubrió el Dr. Hamer, este proceso suele requerir entre
uno a tres años aproximadamente. Durante este periodo, debemos tomar en cuenta
las siguientes señales tempranas de alerta de enfermedad crítica:

. Los aspectos tensos (conjunción, cuadratura, oposición, semicuadratura,


sesquicuadratura y quincuncio) por Arco Solar (AS) o tránsitos de Plutón, Neptuno y/o
Saturno, principalmente al Ascendente, a su regente, al Sol, la Luna o al regente de la
Casa 12; asimismo los planetas en Casa XII y Casa 1 en contacto a la(s) estructura(s) de
aspectos natales dominantes.

. Urano refuerza las influencias dadas para Plutón, Neptuno y Saturno en aspecto tenso
al Ascendente, su regente, al Sol, la Luna o al regente de la Casa XII, ya sea por tránsito
o por direcciones por Arco Solar. Su carácter es disruptivo e imprevisto, con lo cual la
reacción a su estímulo es tardía.

. Una configuración de Plutón y Neptuno por Arco Solar o tránsito, es un contacto


crítico para los temas de enfermedad debido a que sugiere que algo plutoniano se está
gestando y que por lo tanto todavía no se puede ver o diagnosticar. Estas influencias
son siempre dramáticas y transformadoras.

45
. Los aspectos duros entre Plutón y Saturno por Arco Solar o Tránsito simbolizan una
amenaza de pérdida en cualquier área de la vida; una potencial autodestrucción;
frustraciones, demoras y trabajo duro (lo mismo cuando es Saturno el que hace
contacto con Plutón pero con menor intensidad). Cuando están acompañados por las
observaciones mencionadas más arriba, parecería que refuerzan la posibilidad de
periodos con problemas de salud.

. Frecuentemente, los contactos por Arco Solar de Marte al Ascendente, al Sol, la Luna,
a los regentes del Ascendente y de Casa XII y a la estructura de un aspecto natal
dominante, son de especial influencia.

. Júpiter en tránsito o por Arco Solar siempre es una alerta de crecimiento canceroso o
de la formación de un tumor. Júpiter puede simbolizar un exceso de división celular y
ocasionalmente corrobora condiciones cancerosas como por ejemplo un crecimiento
celular desenfrenado. Júpiter en tránsito parece corroborar mayores dificultades, tal
vez un crecimiento celular.

- Los Arcos Solares Indirectos7 resultan sumamente útiles para determinar los
momentos de un conflicto emocional, cuando estos ocurren en medio de un Arco
Solar fuerte o Tránsito que indique una enfermedad crítica.

Como conclusión, es importante entender que desde la astrología podemos ayudar al


consultante, a través de los episodios que nos relata, a tomar consciencia de cuál fue el
episodio emocional disparador inicial de la enfermedad. Para ello debemos analizar
astrológicamente la relación entre cada posición planetaria con los órganos del cuerpo
y el conflicto asociado al mismo según se desprende de los aportes del Dr. Hamer y
otros autores que comparten el mismo enfoque (ver Apéndice I) y la confirmación del
consultante de cómo percibió los conflictos y cómo le afectaron en el momento en que
ocurrieron.

DESENCADENANTES POR TRANSITO

Los tránsitos permiten que tengamos una percepción del significado profundo de una
determinada experiencia vital o de una fase de la evolución en la vida de una persona.
7
Un Arco Solar directo es el arco solar de un planeta o de un ángulo en aspecto duro a un planeta natal
o a un ángulo. Por ejemplo, una cuadratura por Arco Solar de Plutón a la Luna (AS Plutón=Luna),
Mediocielo opuesto por Arco Solar al Sol (AS MC=Sol), conjunción por Arco Solar de Urano al
Ascendente (AS Urano=Ascendente), o semicuadratura por Arco Solar desde el Mediocielo al
Ascendente (AS MC=Ascendente). Un Arco Solar Indirecto es el arco solar de un planeta en aspecto
duro a un punto medio natal. Por ejemplo cuadratura por Arco Solar de Urano a Luna/Plutón (AS
Urano=Luna/Plutón), o oposición por Arco Solar desde el Mediocielo a Plutón/Ascendente (AS MC =
Plutón/Asc).
46
Desde la carta natal podemos ver cuáles son las partes de su naturaleza que están
maduras para ser conscientemente integradas.

Cuando miramos los tránsitos debemos formularnos las siguientes preguntas:

1) ¿Qué es lo que está tratando de aparecer por mediación del


problema emergente?
2) ¿Qué cualidad o cualidades arquetípicas está tratando de sacar a luz
el sí mismo del cliente?
3) ¿Cuál es el paso siguiente que el sí mismo está tratando de conseguir
que la persona dé?

Cuando las personas no expresan en su vida los factores más importantes del tema
natal, es fácil que el conflicto que de ello resulte se traduzca en síntomas físicos.

Con Saturno, Urano, Neptuno y Plutón inarmónicos debemos aceptar las crisis y
cambios; si cooperamos con ellos no nos abruman, si no los cambios se nos impondrán
por mediación de acontecimientos y agentes externos.

A continuación detallaremos suscintamente la interpretación desde el enfoque


psicofísico del efecto desencadenante de estos tránsitos.

TRANSITOS INARMONICOS:

Tomamos como inarmónicos: conjunción, semicuadratura, cuadratura,


sesquicuadratura, quincuncio, oposición.

Marte /Sol: accidente, fiebre, inflamaciones, infecciones.

Saturno/Sol: baja vitalidad, depresión, sistema circulatorio, corazón.

Urano/Sol: trastornos debido a la falta de flexibilidad, nerviosismo, palpitaciones,


enfermedad cardiovascular.

Neptuno/Sol: alergias, mala reacción a las drogas y alcohol, falta de voluntad,


cansancio físico y mental.

Plutón/Sol: produce la eliminación de todo lo que no sirve. Regeneración. Ante la gran


sensibilidad podrían surgir problemas pancreáticos, fermentos, alta producción de
insulina, biliares de vejiga, estomacales, duodenales, hepáticos o intestinales. En el
peor de los casos: cáncer, forúnculos, tumores o abscesos.

Marte/Luna: enfermedades que producen fiebre, problemas funcionales o accidentes.


Trastornos emocionales que pueden producir indigestión o trastornos estomacales,
accidentes con máquinas, quemaduras.

47
Saturno/Luna: como limita la reacción emocional, puede debilitar el sistema nervioso,
depresión psíquica, agotamiento, enfermedades mentales.

Urano/Luna: tensión, nerviosismo, inestabilidad emocional que puede conducir a


neurosis, psicosis.

Neptuno/Luna: tendencias neuróticas y escapistas; drogas, alcohol, psicosis o


demencia.

Plutón/Luna: trastornos en órganos sexuales, transformación emocional, necesidad de


eliminar actitudes y hábitos emocionales que no sirven. Regenera la mente.
Subconsciente.

Marte/Mercurio: desórdenes nerviosos, jaquecas, agotamiento.

Marte/Júpiter: mal funcionamiento del hígado debido a la alteración del sistema


nervioso.

Saturno/Mercurio: depresión, melancolía, enfermedad en la columna, parálisis, caídas,


accidentes, reumatismo.

Urano/Mercurio: desequilibrios nerviosos, insomnio, temblor en manos o brazos,


problemas de laringe, dificultades relacionadas con los tejidos que revisten los
pulmones.

Neptuno/Mercurio: ansiedades, insomnio, enfermedades de tipo psicosomáticas o


difíciles de diagnosticar.

Plutón/Mercurio: los impulsos inconscientes afectan los nervios.

Marte/Venus: dolores de garganta, inflamaciones ováricas y uterinas.

Saturno/Venus: predisposición a enfermedades venéreas, ováricas y uterinas, abortos,


dolores de garganta, problemas renales, impotencia sexual.

Urano/Venus: puede generar desequilibrio en los conductos internos de los riñones,


que a su vez daría lugar a la presencia de cálculos renales o jaquecas causadas por
disfunciones renales, infecciones del tracto urinario, problemas biliares, amigdalitis,
infecciones diversas en la garganta, la tensión se puede concentrar en la estructura
anatómica del oído, vértigo, problemas de equilibrio asociados con la presión del
tímpano.

Neptuno/Venus: falta de voluntad, depresiones psíquicas.

Plutón/Venus: irritaciones o infecciones en la piel difíciles de curar, riñones,


suprarrenales, disfunción del oído, quistes en ovarios.
48
Marte/Júpiter: hipertensión, fiebres, congestiones pulmonares y hepáticas,
infecciones, fibromas.

Marte/Saturno: inflamaciones y enfermedades de la piel, quebraduras de huesos,


accidentes, predisposición a intervenciones quirúrgicas.

Marte/Urano: excitación nerviosa muy alta, si no se descarga de alguna manera, se


puede convertir en dolencia física, a causa de un accidente o como consecuencia de
tener que operar o extirpar. Impulso sexual intensificado.

Marte/Neptuno: enfermedades infecciosas, intoxicaciones, tendencia al suicidio.

Marte/Plutón: glándulas suprarrenales, músculos, toxicidad en la sangre y


desequilibrio entre glóbulos blancos y rojos, cabeza, intestino, colon, hígado, próstata.

Júpiter/Saturno: obstrucciones hepáticas o intestinales, arterioesclerosis, cálculos


biliares, impurezas en la sangre, reumatismo.

Júpiter/Urano: fuertes alteraciones hepático-circulatorias, desórdenes en el


crecimiento, mal funcionamiento de la tiroides.

Júpiter/Neptuno: adicciones a drogas, alcohol, fármacos.

Júpiter/Plutón: hígado, vías biliares, cadera, procesos que degeneran en cáncer.

Saturno/Urano: accidentes por caídas, quebraduras, artritis, endurecimiento de las


arterias, parálisis.

Saturno/Neptuno: ansiedades, neurosis, fobias provenientes del inconsciente, estados


depresivos, enfermedades psicosomáticas, pies.

Saturno/Plutón: médula ósea, esqueleto, glándula pituitaria, sistema inmunológico.

Urano/Neptuno: problemas psíquicos que se manifiestan repentinamente.

Urano/Plutón: redescubrimos lo que negábamos, lo reprimido, lo inconsciente. Heridas


precoces y cólera, reaparece una vieja enfermedad que puede influir en la expresión
sexual.

Neptuno/Plutón: complejos y compulsiones inconscientes.

PUNTOS MEDIOS:

Son los puntos equidistantes entre dos planetas o entre un planeta y un punto sensible
de la carta. Es importante el grado pero especialmente la casa donde se ubica un

49
Punto Medio, ya que simboliza dónde esos dos cuerpos estarán involucrados en una
situación de manera conjunta, y donde descargarán toda su fuerza combinada de
manera dinámica. Un Punto Medio, entonces, muestra la manifestación externa de la
fuerza conjunta de dos planetas o puntos sensibles y dónde se representará en la vida
de la persona.

Existen 78 Puntos Medios, que combinan las luminarias, los planetas y los ángulos.

Veamos algunos conceptos relacionados a Puntos Medios:

Arco Menor: es el arco más pequeño que une a dos planetas, o sea, el punto
equidistante tomado desde la menor distancia (arco menor) en la rueda del zodiaco
entre ambos cuerpos.

Arco Mayor: es el arco complementario al arco menor, o sea, el punto intermedio


medido sobre el arco de mayor distancia entre los dos planetas.

Punto Medio Directo: cuando existe un tercer planeta ubicado en el Punto Medio
(orbe 1º)

Punto Medio Indirecto: cuando el tercer planeta no está directamente ubicado sobre
el Punto Medio sino que hace un aspecto a éste, por ej., un quincuncio.

Los Puntos Medios, como dijimos anteriormente, son de mucha eficacia en el tema
psicofísico y nos permiten descubrir grados sensibles de la carta indicadores certeros
de la salud y la enfermedad.

TRÁNSITOS, PROGRESIONES Y DIRECCIONES:

Los contactos por tránsito, progresión o dirección son los que más impactan sobre los
Puntos Medios para determinar el tiempo de ocurrencia de algún evento en la vida de
la persona. Especialmente en aspecto de conjunción, semicuadratura, cuadratura,
sesquicuadratura y quincuncio, ya que son armónicos de tensión que disparan la
acción de estos puntos sensitivos.

Direcciones:

Este término indica un “periodo de influencia” en la vida de una persona y constituye


la base de todas las predicciones importantes formuladas por el astrólogo. Determinar
una Dirección equivale a medir una distancia que separa dos cuerpos o puntos
celestes; dicha medida puede hacerse en grados de arco o en tiempo, y los
procedimientos varían según el método que se adopte para ello. Por ejemplo, en las
llamadas “Direcciones Simbólicas” los planetas avanzan un grado cada año.

50
Veamos un ejemplo:

Si en la carta de un individuo se observa una distancia de 36º entre las luminarias, 34º
entre Júpiter y Urano y 67º entre Júpiter y el Ascendente, podemos prever
acontecimientos acordes a las energías planetarias involucradas en las siguientes
edades:

1) Conjunción Sol-Luna hacia los 36 años


2) Conjunción Júpiter-Urano hacia los 34 años
3) Conjunción Júpiter-ASC cerca de los 67 años

El cálculo de las direcciones es muy sencillo y puede hacerse a simple vista, lo cual
contribuye a que su uso sea generalizado.

Dentro de estas Direcciones, existen las llamadas “Direcciones por Arco Solar” que
toman el movimiento promedio diurno del Sol (Arco Naibod) que es de 59´ 07¨ como
incremento para progresar la edad. En este sistema, concuerda la progresión de las
Direcciones Simbólicas con las de Direcciones por Arco Solar hasta aproximadamente
los 30 años de edad, después de la cual comienzan a divergir en ángulo.

Estas direcciones actúan tanto a nivel psicológico como en lo mundano, por lo que
además de mostrarnos qué momento de vida está transitando la persona –el propio
destino que busca desde su mundo interno individual- también nos dan la pauta de
qué tipo de acontecimiento externo podría sucederle a nivel mundano. Las direcciones
son reflejo de situaciones exteriores que impactarán a la persona para que abra su
conciencia al cambio necesario para esa instancia evolutiva. No sólo lo percibirá como
una necesidad del alma sino también se verá involucrado por hechos externos que
quizás no provocó. Tienen un fuerte sentido de destino marcado desde el nacimiento.

PROGRESIONES SECUNDARIAS:

Se denomina así a un método de “Direcciones” en el cual se tiene en cuenta el


movimiento real de los planetas por el zodíaco, asimilando un día a un año; así por
ejemplo, los aspectos que se forman 30 días después del nacimiento, corresponderían
a los 30 años de edad de la persona.

Un día después del nacimiento = un año en la vida de la persona

51
Son importantes los aspectos formados por los planetas progresados a los planetas del
rádix en un primer nivel de interpretación. En un segundo nivel, se hará una
comparación de los aspectos que forman los planetas progresados entre sí.

DIRECCIONES TERCIARIAS:

Se llama así a un método de origen alemán, según parece, que se basa en el siguiente
cálculo:

Un día después del nacimiento = un mes en la vida de la persona

Dicho mes estará determinado por la revolución trópica lunar, es decir, su duración
será aproximadamente de 27 días. Si una persona tiene 60 años, por ejemplo, habrá
vivido 21.900 días (sin contar los que habría que agregar por cada año bisiesto), de
modo que para conocer las Direcciones Terciarias a tal edad tendremos que dividir
esta cifra por 27,32, lo cual nos da unos 802 días después del nacimiento. Se procederá
así a levantar un tema astrológico para tal día, conservando la misma hora de
nacimiento.

Según nuestra experiencia en el área de la Astrología Psicofísica, las direcciones


terciarias son un excelente complemento a las técnicas que hemos descripto. Estas
direcciones nos revelan el estado emocional de la persona y su foco de atención sutil
durante ese momento de vida.

Para no hacer de este trabajo un libro de seguimiento muy complejo, dejamos este
tema de progresiones para una próxima edición. Invitamos al lector a investigarlas y
aplicarlas en su práctica para corroborar su eficacia.

CAPITULO CINCO: UN CASO TOMADO DESDE LA ASTROLOGÍA PSICOFÍSICA

El siguiente caso que presentamos es el de Liliana G. de 50 años, que acudió a nuestra


consulta en el año 2007 en un momento en que había sido diagnosticada con cáncer
de mama y realizando el tratamiento de quimioterapia.

Esta es su carta:

52
Sol en Libra en Casa II peregrino, en conjunción Neptuno, Mercurio y Saturno (Casa II),
oposición Júpiter (desde Casa VIII), cuadratura Luna (en Capricornio en Casa V),
cuadratura Urano en Cáncer – Casa XI; quincuncio al Nodo Norte (en Aries – Casa VII).

Luna en Capricornio (en exilio) en Casa V en aspecto de conjunción disociada a Quirón,


cuadratura a Júpiter, sesquicuadratura Plutón y Ascendente en Leo; quincuncio al
Medio Cielo.

53
Ascendente Leo en conjunción a Plutón desde Casa I (orbe <2º), donde también están
Marte –peregrino- y Venus –en caída-.

Fondo del Cielo en Sagitario.

Casa VI = Capricornio, regente Saturno en exaltación en Libra.

Casa VIII = Aries con Júpiter presente; Marte, su dispositor y regente de la casa está en
Casa I conjunción a Venus.

Casa XII = Cáncer, regente Luna.

La carta presenta un Gran Cuadrado Cósmico que involucra las Casas II, V, VIII, XI con:

Saturno, Mercurio, Sol, Neptuno en Casa II

Luna, Quirón en Casa V

Júpiter en Casa VIII

Urano en Casa XI

Veamos la síntesis de la carta:

Tabla de Puntaje por Elementos y Cuadruplicidad

Cardinal Fijo Mutable

Fuego Júpiter (3) Plutón (1) 11


Ascendente (7)
Tierra Luna (7) Marte (4) 15
Venus (4)
Aire Saturno (3) MC (4) 19
Mercurio (4)
Sol (7)
Neptuno (1)
Agua Urano (2) 2
27 8 12 47

Síntesis planetaria: Aire Cardinal = LIBRA, lo cual nos focaliza sobre el Stellium de Casa
II como encuadramiento importante en la vida de Liliana G., para ser integrado
conscientemente a su personalidad. Vemos también que este Stellium forma parte de
la Cruz Cósmica, potenciando sus efectos.
54
El motivo de consulta, cuando primero conversamos con Liliana G., fue el temor que
sentía ante el tratamiento de quimioterapia que estaba realizando desde hacía dos
años; había comenzado a perder su cabello y comenzaba a sentir que no podría vencer
el cáncer de mama que había desarrollado.

Al mirar su carta comenzamos a investigar cuáles podrían haber sido los posibles
desencadenantes de su enfermedad. Vemos cuán fuerte o débil está su estructura
psíquica en general y cómo se encuentra en este periodo de vida. Si consideramos la
Casa II, tan importante por ser la escala de valores, la autoestima y el sentido del
propio valer, esa invisible red que sostiene todos nuestros actos y pensamientos,
podemos ver el Stellium en acción. El Sol se encuentra encuadrado entre Saturno
(regente de Casa VI) y Neptuno (regente de Piscis, signo interceptado en Casa VII), con
Mercurio también presente en el medio. Marte (regente tradicional de Casa VIII y
dispositor de Júpiter) y Venus (dispositor de su Sol y del Stellium) en Virgo también
interceptados en Casa I fueron actuados a través de su dispositor Mercurio que forma
parte del Stellium y además es el regente del Medio Cielo.

El centro de su ser se encuentra tironeado entre dos energías opuestas, como son las
de Saturno y Neptuno; lo que le impidió conformar una fuerte estructura de
personalidad, al menos segura y firme como para sostener los embates de la vida,
debiendo exigir a su Luna en Capricornio, la cual se desgastó orgánica y
sistemáticamente al deber apuntalar toda la exigencia encubierta y desestabilizante
del Stellium. La cúspide de Casa IV en Sagitario hace que la persona tienda a negar la
realidad, en este caso de su hogar tanto primario como secundario. El regente de esta
Casa se ubica en Casa VIII, retrógrado y en Aries, formando parte del Cuadrado
Cósmico primordial. No olvidemos que el Sol es el regente de la carta, siendo regente
del Ascendente y dispositor de Plutón, lo cual refuerza su acción sobre el cuerpo físico
y la salud.

La Casa XII, representante de las enfermedades crónicas entre otras significaciones,


está en el signo de Cáncer, las mamas. La persona relata que el nódulo fue detectado
por ella misma de manera repentina y a sólo tres meses de haberse realizado los
chequeos de rigor, los cuales dieron bien. Notemos que Urano está en Casa XI, a pocos
grados de cúspide de Casa XII, formando parte de la Cruz Cósmica; también
consideremos la influencia de Neptuno al lado del Sol (en sesquicuadratura al MC y
semicuadratura a Venus-Marte, en Virgo y en la casa de la salud) que suele provocar
errores de diagnóstico.

Urano es regente de su Casa VII representando al marido. La persona relató que un


año antes se había divorciado de su esposo, después de enterarse de que tenía un hijo
con otra mujer. La situación marital siempre había sido conflictiva y de hecho hubo
otras situaciones anteriores de infidelidad que ella soportó y aún negó, pero ésta fue
55
“la gota que rebasó el vaso”. A pesar de haber tomado ella la decisión de separarse, el
impacto emocional ya había actuado y el conflicto que ella no podía confrontar se
había alojado en el cuerpo de manera subrepticia. Esta reacción tardía ante el impacto,
que fue desplazado y nunca confrontado, dispuso que la batalla se actuara en el plano
físico y no en el psíquico o espiritual.

Durante la primera entrevista se habló muchísimo sobre la autoestima. Enumerando


las sucesivas situaciones pasadas pudo acercarse a la gravedad y la profundidad de la
situación que le socavaba de manera paulatina pero constante su integridad y su
incapacidad de actuar.

Solicitamos a Liliana G. una entrevista para conversar de su crisis y poder incluir su


relato de los hechos en este libro. Fue muy sanador para ella poder compartirlo una
vez más, ya que –según dijo, “todo esto no puedo hablarlo con mi familia; hay pocas
personas con las que puedo conversarlo”. Nos reunimos cuando hacía muy poco que
se había separado –mediados del 2001. Esto es lo que relató:

Liliana G: Fue una separación muy tortuosa luego de 30 años de matrimonio


debido a una situación de infidelidad que fue más que eso, no fueron sólo
cositas sino que culminó con la aparición en escena de una niñita de 5 años. Si
bien yo sabía que era muy mujeriego nunca pensé que la cosa podría estar en
ese punto. Igual no era una pareja estable para él pero eso ya no era relevante;
para una persona con una muy baja autoestima como la mía, eso fue terrible: el
engaño y la destrucción de toda una vida familiar aunque uno sentía que todo
estaba medianamente bien, por lo menos en apariencia. Hasta ese momento yo
no había tomado conciencia de que todo no estaba bien y eso es lo que hace
que yo me fuera a vivir a San Martín de los Andes y ahí apareció el cáncer de la
nada, al poco tiempo de estar allá. Les puedo asegurar que apareció de la nada
porque tres meses antes me hice un chequeo completo y estaba todo bien. De
repente una mañana me estaba duchando y palpé un bulto en la mama derecha
del tamaño de una pelota de ping-pong.

- ¿Sos diestra?

Sí, soy diestra. Esto significó una herida muy grande de autoestima, de lo que
uno siente como mujer, te sentís muy defraudada, en fin, no sé, muchas cosas,
mucho dolor. Había que ponerle pecho a la situación, y bueno, yo se lo puse.
Literalmente.

La única explicación que tengo es que no pudo aparecer de la nada como


apareció, estaba muy avanzado con ganglios tomados, como si hubiera estado
ahí hace dos años. Yo pensaba que como tenía 50 años, éste era un tema de
menopausia. (Retorno de Quirón).
56
Me fui a vivir al sur en una búsqueda de silencio que yo necesitaba. No vine a
Buenos Aires porque aquí estaban mis padres, mis hijos; el entorno no me
hubiera ayudado porque me hubiera sentido como apabullada. Por eso decidí ir
al sur donde vivía una hermana.

- ¿Cuál pensás que pudo haber sido la base emocional que disparó esta
enfermedad?

No estar contenta con la vida que uno lleva. Hasta ese momento los hijos de
alguna manera llenaban un espacio que cuando se van empiezan a aparecer
otro tipo de conflictos que uno antes no ve.

Después de esto, estuve tres o cuatro años bien, después de la quimioterapia


me recuperé bastante y estuve con algunos proyectos nuevos y nuevas metas
personales. Pero desde el año pasado (2009) empecé otra vez con un bajón que
tuvo que ver con un problema médico relacionado con un diagnóstico
equivocado. Ese diagnóstico me trastocó y me impactó porque me agarró otra
vez en un mal momento emocional: mis hijos se habían ido a vivir al exterior y
ese vacío me bajó las defensas, fue una época muy dura para mí. Sumado a eso
laboralmente fue un año muy difícil y financieramente muy malo. En ocho años
que hace que había tenido el cáncer nunca me había resurgido tan fuertemente
un síntoma como ahora.

Nunca rehíce una pareja. Hay actitudes de mi ex marido que me siguen


molestando; sigo en contacto con él, a veces bien, a veces mal, donde sólo me
unen dos hijos y treinta años de casados. Pero me siguen molestando actitudes
de él respecto de los chicos o directamente de mí; muchas de las peleas que
tenemos en este momento es por cuestiones económicas, por dinero que no me
transfiere y eso me da mucha bronca. De hecho, el divorcio recién lo
terminamos el año pasado.

Mis proyectos se vinieron abajo y me llené de frustración. Cuando no tengo


proyectos me vengo abajo; cuando no los puedo llevar a cabo por diferentes
razones, es como que no puedo seguir.

- Sí, pareciera ser que uno termina agrediéndose de tal forma uno se
destruye, que lleva al cuerpo al punto límite.

Ahí lo dijiste; yo sí recuerdo que cuando me separé todo fue tan terrible que
siempre me decía a mí misma: ´Yo me quiero morir, yo me quiero morir. Y casi lo
consigo.´

En este momento, cuando tengo diagnósticos equivocados que me demandan


montones de estudios adicionales, eso me llena de estrés y aparecen los miedos
57
pensando en que la enfermedad va a volver a aparecer. Trato de no dejarme
caer pero es como que todavía no encontré el camino… sigo buscando, hago
terapia, busco salidas.

- En nuestra experiencia, nos dimos cuenta que la persona debe quererse


mucho, mimarse mucho a sí misma para fortalecer su yo. Y la manera de
lograrlo es a través de la espiritualidad. No basta con la aceptación del hecho;
debemos agregarle el perdón y la compasión.

El tema mío es que yo no logro que a mí no me importe. Siempre busco la


aceptación del otro; no puedo deslindarme de esa necesidad. No tolero que
alguien no me quiera.

Como podemos observar, durante esta entrevista sale una y otra vez la imposibilidad
de adaptarse de manera sana a las exigencias, desafíos y frustraciones cotidianas.
Cuando Liliana G. dice que para ella no tiene sentido la vida, que desea morir porque
se quedó sola y a través de una situación tan humillante que socava su autoestima; en
realidad leemos que la base de su padecer está en su interior ya que no es la mirada
del otro que la define sino su propia percepción de sí misma. La vulnerabilidad es parte
del ser humano y aceptarla se erige en una conducta importante a la hora de expresar
nuestra identidad. Sabernos vulnerables, necesitar la ayuda del otro, perdonar
nuestros propios errores, todo ello fortalece nuestra alma. Mostrar vulnerabilidad no
significa ser débil, significa sentir, vivir y amar.

Veamos los tránsitos y las progresiones por arco solar de los años 1999 y 2001.

Progresiones por Arco Solar – 1999


58
Grilla de Aspectos - Progresiones por Arco Solar – 1999

Tránsitos 1999

En el año 1999 la situación afectiva de Liliana G. en su familia era difícil y la hacía muy
infeliz. Las Progresiones por Arco Solar para esa época son un indicador del momento
psicológico que la persona estaba viviendo y además son direcciones que nos marcan

59
que algún suceso exterior se está desarrollando provocando un fuerte impacto en su
vida. A diferencia de las Progresiones Secundarias, las Direcciones por Arco Solar
indican acontecimientos del mundo exterior que acompañan el sentimiento interno y
los cambios psicológicos.

Para este año 1999 vemos que el Sol está haciendo una cuadratura por Arco Solar a
Marte –regente de su Casa VIII; la Luna está haciendo sesquicuadratura a Saturno –
regente de Casa VI- y a su vez Saturno está haciendo semicuadratura a Mercurio y
sesquicuadratura a Júpiter.

Marte AS8 está en semicuadratura a Venus, conjunción Neptuno y sesquicuadratura al


Medio Cielo. Plutón AS está en oposición a Júpiter moviendo el eje II-VIII y en
conjunción a Mercurio. Tengamos en cuenta que el punto focal de la T-Cuadrada entre
Mercurio-Sol y Júpiter es la Luna. En realidad, todos los planetas involucrados en el
Cruz Cósmica se convierten en puntos focales, lo cual nos indica que todo aspecto a
cualquiera de ellos resonará al resto en un efecto dominó, de allí la importancia de
trabajar la toma de conciencia con la consultante de los temas de esta configuración.

Con un Ascendente en el signo de Leo, la persona viene a trabajar precisamente


asuntos relacionados con su ego y el afianzamiento de su propia personalidad pero
generalmente no es una tarea fácil llegar a ello ya que la persona tiende a sufrir
situaciones amenazantes a su valía por estar pendiente del reconocimiento del afuera
y no logra tomar conciencia que el reconocimiento viene de uno mismo. Este es su
gran desafío y aprendizaje.

Durante la última entrevista, Liliana G. nos refirió cómo le ayudó el astrólogo en este
proceso y etapa de vida.

“El hecho de haberlas ido a ver me posibilitó tomar consciencia de muchas


conductas y situaciones que yo no quería ver, quizás porque dolían mucho.
Después de nuestro encuentro tuve herramientas para empezar a darme cuenta
de dónde venían mis miedos y esta sensación de que no podía seguir viviendo.

Fue y sigue siendo una guía sumamente importante para esclarecer puntos de
mí misma que no podía aceptar y trabajarlos. El hecho de saber que no todo es
incertidumbre y que siempre subyace un motivo más inconsciente a las crisis
vitales, me reduce los miedos y me permite decidir y elegir qué hacer a partir del
abanico de posibilidades que me presentaron en la charla. Sé y comprendo
ahora que depende de mí y de mi tendencia actualizante, de aquellas
potencialidades y fortalezas que ahora sé que tengo dentro de mí. Quizás aún

8
Indicamos AS significando “por Arco Solar”. En este caso, “Marte por Arco Solar”.
60
no sé cómo ponerlas en acción pero de sus manos sé que las podré ir
elaborando.

La astrología realizada desde este enfoque es de crucial ayuda para un individuo


puesto que aporta cuáles son los temas más importantes para integrar a la
personalidad. Todo esto no lo hubiera podido comprender desde un
conocimiento meramente intelectual.”

61
CAPITULO 6: Marte, Plutón y Saturno: tres principios a tener en cuenta

Hemos visto en nuestra investigación, que los principios de Marte como energía vital,
de pulsión disparadora del deseo, es asimismo el principio de la autoagresión en la
medida en que frustramos nuestros intentos de actuar. La decisión de no actuar puede
tener su origen en diversos motivos: no actuamos por miedo, por dificultad en
confrontar, por falta de decisión, cuando se frustran nuestros anhelos, por seguir
mandatos ancestrales, etc. Podemos encontrar muchísimas justificaciones pero la
realidad es la no acción.

Cuando Marte no actúa en el exterior, cuando no confronta, su energía prepara al


cuerpo como destinatario de su fuerza. Desde el punto de vista de la filosofía
espiritual, Marte encarna el arquetipo de la agresión que da comienzo a toda vida.
Debemos descubrir qué faceta de Marte necesita ser actuada en algún plano
consciente. La energía marciana debe ser canalizada por caminos apropiados para que
no se la obligue a hundirse en la oscuridad, la cual detesta. Por eso Marte se muestra
con pequeños avisos de infección, aumento de temperatura, inflamación,
enrojecimiento, etc. Guardando dentro la energía marciana, sólo logramos hacerlo
reaccionar a destiempo y llevarlo a la erupción posterior, que será desmedida en
intensidad y en tiempo. Esto lo reconocemos tanto en la vida cotidiana laboral, como
en las relaciones. La adaptación per se no redundará en una mejor salud; la solución no
está en desplazar aquello que nos incomoda sino en extrovertirlo.

Autovalorarse, autodisponer y sacar adelante nuestras propias vías de desarrollo en la


vida, serían los proyectos por los que valdría la pena luchar. De esta manera estamos
actuando activamente la energía marciana.

De actuar con negación o desplazamiento, Marte prepara el campo propicio para que
Plutón intervenga con su energía implosiva. Donde aparece Marte está el deseo por la
vida; donde aparece Plutón está la necesidad de una transformación total. La agresión
plutónica se diferencia de la de Marte en cuanto a que es más oculta, se orienta hacia
el interior y contra uno mismo. Donde con Marte podemos esperar explosiones, con
Plutón son implosiones.

La vida es una lucha permanente pero precisamente el desafío de conquistarla es lo


que nos trae aparejado lo cotidiano, que es la fuerza de superación que necesitamos
cada día para encarar las labores, por ejemplo, de ir a trabajar, relacionarnos con
nuestra pareja, sostener a nuestra familia, educar a nuestros hijos, pagar créditos o
cuentas, mantener nuestra higiene, escuchar y alimentar nuestra alma, nutrir nuestro
espíritu. Esta misma lucha es la que debemos ejercer contra los patrones
determinantes de nuestra niñez, como asimismo contra los condicionamientos y
normas que nos impone la sociedad o aquello que reprimimos por ser mal visto.

62
Siempre que nos movamos dentro de un respeto hacia el otro y una sana integración
social, lo ideal es ser quienes somos en realidad, con nuestros deseos, nuestros
errores, nuestras metas y nuestras pulsiones. Quizás conlleve cierta lucha de
integración con el exterior pero vale la pena puesto que estaríamos utilizando
sanamente el principio agresivo de Marte sin permitirle la entrada destructiva a
Plutón.

Marte – Plutón en Aspecto:

Cuando estos dos planetas se encuentran relacionados en una carta natal por aspectos
duros, debemos discernir cuál de los dos será el depositario de toda la carga; si fuera
Marte la persona tenderá a exteriorizar la ira o cualquier emoción agresiva y de acción
en el área indicada por su posición por Casa, arrastrando consigo las energías de los
planetas a los cuales aspecta. Recordemos que la cuadratura, sesquicuadratura,
quincuncio y aspecto de 15º tienden a jugarse en el cuerpo físico mientras que los más
armónicos y la oposición están más facilitados y se juegan a nivel emocional.

Marte en cuadratura a Plutón implica la existencia de situaciones externas de agresión


de las cuales el individuo debe hacerse cargo a nivel consciente, independientemente
de si decide darle curso o permitir que ese alto caudal de energía activa se aloje en el
físico, realizando una implosión.

La sesquicuadratura es un aspecto paralizante que de por sí habla de que a la persona


se le dificultará encontrar un cauce fluido para su sana expresión, por lo que tenderá a
volcarla a su cuerpo físico dentro de los ámbitos indicados por las casas donde se
ubican.

Por su parte, el quincuncio y los aspectos de 15º generan una tensión que debe ser
liberada desde el físico con acción proactiva. Si el individuo decide darle curso
conscientemente, entonces se convierte en una interacción de energías terapéutica y
correccional a través de un proceso de eliminación y depuración. Si no puede ser
canalizada de manera consciente y positiva, el efecto es continuo y queda instalado
durante largo tiempo hasta que una circunstancia externa desorganiza los patrones
físicos. Los quincuncios se destacan por su proclividad a producir enfermedades
somáticas y mentales de naturaleza drenante y desvitalizadora, siempre en los ámbitos
que indican las casas donde se ubican los planetas involucrados.

Veamos el siguiente ejemplo:

63
En este ejemplo la persona fue diagnosticada con Trastorno Bipolar o Maníaco-
Depresivo. Vemos que el regente de su Ascendente, Mercurio, está retrógrado y
peregrino y se ubica en Casa VI formando parte de un Yod junto con Quirón al
Ascendente y una sesquicuadratura a Plutón ubicado en Casa I, la casa del Yo y del
cuerpo físico. Mercurio también rige la Casa X. En este caso, con Virgo ascendiendo y
su regente en Casa VI (dominio de Virgo) en aspectos tan difíciles, hizo que la erupción
de la enfermedad se alojara en el cuerpo mental. Siempre que Mercurio se encuentre
muy aspectado, con Saturno débil por signo y/o por posición e involucrado con los
planetas transpersonales, podemos esperar un emergente en el cuerpo mental, antes
que en el físico. Ampliaremos este concepto en el capítulo siguiente.

Además, podemos ver un Marte exaltado en Capricornio en Casa IV en oposición a


Saturno (en exilio) en el signo de Cáncer, como parte de una T-Cuadrada a Plutón en
Casa I. El planeta Marte está en el punto más bajo e introvertido de la carta natal, la
base psicológica de la persona y su herencia genética y estando tan reprimido por
Saturno podemos preveer que la energía agresiva de Marte deberá ser muy trabajada
a nivel consciente para canalizarse sanamente, por lo que la tendencia natural será
buscar una salida alternativa que en este caso es Plutón desde su cuadratura de Casa I,
su físico; la sesquicuadratura a Mercurio (regente del Ascendente) hace que la
somatización se dé a nivel mental. Todos ellos ubicados en signos de aire, la mente.

El detonante fue a partir de una situación traumática de violencia extrema cuando este
individuo llega a su hogar y se encuentra con que la familia había sido atacada por un
grupo armado con intento de robo y violencia física. Este cuadro de tremendo impacto
emocional lo podemos ver representado por Marte en Casa IV, exaltado en
Capricornio, que no pudo encontrar una canalización adecuada a tanta violencia
64
interna. La oposición de Saturno –solitario hemisférico, en exilio, muy debilitado y
caótico en Cáncer- desde Casa X nos indica una represión de su agresividad, influido
enormemente por ese “deber ser” tan condicionante para su personalidad que le
dificulta expresar espontáneamente sus emociones y deseos.

Los trastornos bipolares obedecen a una muy baja autoestima y quizás al miedo al
triunfo; generalmente las personas con este trastorno tienden a boicotearse trabajos o
posiciones relevantes en las cuales perciban que deben hacerse cargo de altas
responsabilidades a sabiendas de que poseen la capacidad de llevar la empresa al
éxito. En este ejemplo, con posterioridad a esta situación, la madre fue delegando
poco a poco el manejo de una empresa familiar de idiomas a su hijo, en la medida en
que fue estabilizándose en su trastorno con la medicación psiquiátrica
correspondiente. Sin perjuicio de ello, la reacción a la responsabilidad que esto
conllevaba, impactó nuevamente sobre la autoestima y los temores reavivando el
conflicto emocional primario. La respuesta fue un rebrote en su condición y una nueva
paralización. Vemos a Saturno en Casa X que precisamente activa la T- Cuadrada de la
cual ya hablamos.

Plutón incentiva desde Casa I que la persona introyecte de manera casi automática
cualquier expresión de emoción dramática, dejándola anidar en el cuerpo mental. En
el momento de la aparición del síntoma, la T-Cuadrada se encontraba desencadenada
por tránsito y por Direcciones por Arco Solar.

Es de destacar la cantidad de semicuadraturas, nuevamente aspectos múltiplos de 15º,


que aparecen en esta carta. A saber:

Mercurio – Marte; Marte – Luna; Luna – Plutón; Venus – Quirón

Las tres primeras relacionando las Casas I-II-IV-VI. Unimos entonces las áreas del
cuerpo, la autoestima y autoafirmación del Yo, los patrones condicionantes y la salud.
Actúa en este caso como efecto dominó arrastrando uno la energía del otro
concatenando estos aspectos.

Mucho más podríamos decir de esta carta, pero a los efectos de este capítulo hemos
tomado los más relacionados al efecto Marte-Plutón.

Saturno como actor principal:

Desde la antigüedad Saturno fue bautizado como “el Señor del Umbral”. Los Caldeos
ya lo asignaban como el peldaño culminante del camino evolutivo del Alma. Una vez
recorridas todas las instancias representadas por las energías planetarias con cada
nivel de consciencia, el individuo llegaba a la integración de la estructura psíquica
firme -pero flexible a la vez- necesaria para poder conectarse con los planetas

65
transpersonales. Por ello decían que velaba el adecuado ingreso a este tipo de energías
superiores.

Saturno se erige así en el guía que nos permite acceder a los niveles espirituales de
nuestro ser, cuidando de que estemos preparados para lidiar con ese tipo de
estímulos. Todo umbral de pasaje debe ser lo suficientemente definido como para
tomar consciencia de su existencia pero al mismo tiempo debe permitirnos una banda
de flexibilidad dentro de la cual poder transitar en el proceso de cambio e integración.

El estado de Saturno en la carta natal nos aporta información valiosísima para


determinar la flexibilidad que la persona puede alcanzar para entrar en contacto con
sus planos más sutiles sin quebrarse su estructura psíquica.

¿Debemos buscar un Saturno fuerte o débil? La respuesta es fuerte y flexible a la vez.


Por ejemplo, en el caso del individuo presentado anteriormente, Saturno se encuentra
en exilio en Cáncer opuesto a Marte –exaltado- en Capricornio. Saturno aquí es débil
en relación con el resto de las energías actuantes. No logró hasta el momento delinear
firmemente el umbral para acceder a los Dioses del cambio. Nos muestra en esta carta
que para comenzar a actuar e integrar las energías transpersonales, es necesario un
proceso de depuración que fortalezca la acción de Marte dentro de su Yo.

Por otra parte, si Saturno se encuentra muy rígido en una carta natal, el sentido de la
realidad se ve limitado al extremo de que la persona no puede permitirse los cambios
necesarios para acceder a otras realidades, tan necesarias para su evolución espiritual.

Una personalidad normal es una estructura flexible, plástica y con capacidad de


adaptación. Es capaz de expresarse de manera creativa y espontáneamente
desplegando todo su potencial. Posee equilibrio dinámico en todas las áreas,
especialmente cuando se trata de establecer vínculos sanos con el medio.

A medida que vamos transitando los caminos de la vida, atravesamos situaciones


desafiantes que nos enseñan a tolerar ciertos niveles de frustración, ya que no siempre
las metas y objetivos pueden ser alcanzados en su totalidad. Este proceso sano
permite desarrollar una mayor autoafirmación y umbral a la tolerancia, vivir la realidad
del presente sin escapismos discriminando qué es fantasía y qué es realidad.

En general, los cuadros de enfermedad psicosomática que actúan mayormente con


disturbios en el plano mental presentan un Saturno destacado –como mencionamos
anteriormente-, una predominancia del elemento Tierra (por su tendencia a la rigidez),
luego sigue el elemento Fuego (por sus altos mecanismos de negación) y un Mercurio
muy atacado o exacerbado. La presencia de los planetas transpersonales es de
fundamental importancia y Saturno allí marcando “el Umbral”.

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CAPITULO 7: QUIRÓN: MENTE, CUERPO, ESPÍRITU Y MÁS ALLÁ

Puede parecer extraño que aún no hayamos mencionado a Quirón, que tan
relacionado está con el proceso de sanación.

Quirón trasciende la herida desde el amor universal y la espiritualidad; le aporta al


sufrimiento una significación ulterior que va más allá del físico.

Astronómicamente:

La posición de la órbita de Quirón, localizada entre Saturno y Urano, es bastante


especial. A pesar de todos los intentos de clasificación, Quirón desempeña el papel de
un planeta, como si lo fuera. Su ruta es considerablemente excéntrica, como la de
Plutón, de tal manera que ocasionalmente cruza las órbitas de Saturno y Urano.
Muchos astrólogos lo consideran una especie de "mediador" entre estos dos y como
un enlace entre el "Guardián de las Esferas" (Saturno) y los planetas exteriores. De la
misma manera, a Quirón se le atribuye una influencia Saturnina y Uraniana a la vez.
Antes de que Quirón fuera definido como un cometa capturado, era considerado un
asteroide errante, alejado del "rebaño", el cinturón de asteroides entre Marte y
Júpiter, un solitario rebelde que sigue su propio camino.

Quirón es considerado una llave a los planetas exteriores, así como a aquellas esferas
de la vida que señalan su papel en la mitología clásica.

Mitológicamente:

A diferencia de otros seres brutales y salvajes de la mitología se caracterizaba por su


temperamento amable, bondadoso, caritativo, hospitalario, servicial y dulce, así como
poseía una sabiduría, destreza y polifacetismo que lo llevaron a convertirse en el
maestro y guía de los héroes más famosos de su historia.

Sus enseñanzas básicas consistían en la adquisición de un recto sentido moral, el


desprecio por los bienes terrenales, el odio a la mentira y la búsqueda de la verdad y la
honestidad, la moderación, la resistencia a las pasiones y al dolor, siendo el objetivo
principal la disposición a enfrentar exitosamente el propio destino.

Además de los detalles de la personalidad de Quirón que se pueden presentar en un


horóscopo (ermitaño, maestro, astrólogo, médico, conocimientos variados, servicio,
hospitalidad, presupuestos morales, muerte por propia iniciativa ofreciendo la vida y
salvándose salvando a otro), los tránsitos de Quirón tienen que ver con períodos de
enfermedades y terapias, estudios, contactos con maestros. O también con uniones y
separaciones, transformaciones y muerte, viajes y exploraciones físicos o interiores.
67
El hecho de que Quirón sea hermanastro de Júpiter puede ilustrar la relación del
planeta mayor con el cinturón de Asteroides, pues el efecto astrológico de Quirón es el
de una globalización, condensación, activación y desarrollo de los efectos de los cuatro
Asteroides.

Quirón representa el proceso de transmutación alquímica, síntesis de las polaridades


básicas (instinto-intelecto, alma-mente) y de las experiencias místicas y de expansión
de la conciencia que contribuyen a facilitar una visión integradora y global del cosmos,
y una traducción práctica y efectiva de lo aprendido.

Además de indicarnos que el mejor maestro, después de servir humildemente al


alumno, debe "morir" para que aquél conduzca por sí mismo su destino, también nos
indica y muestra la llave con la que abrir la puerta de salida del Zodíaco: la muerte del
ego a través del sacrificio de amor por la humanidad.

Quirón es la naturaleza humana-animal y él mismo es el resultado de la obra


inteligente sobre esa naturaleza. Implicado con la vida natural, son propios de Quirón
los papeles en la ecología, que es el campo de acción de los Asteroides en general.

Quirón (Kheirón) es vocablo derivado de Cheir (mano, ayuda, socorro, grupo,


abundancia, riqueza), Cheiros (mano, por medio de, ocuparse de, conducir), y su raíz
aparece en términos como Quirófano, Quirúrgico, Quirología.

En el caso de Quirón se unen las casas y los signos debido a que su movimiento es
lento lo que hace de él un elemento generacional y por esto separa los significados en
los signos a nivel personal.

Dolor, Muerte, Liberación:

Quirón es el arquetipo del alma buena que es herida injustamente. Representa una
herida abierta, que debemos vivir para transformarla y sólo durante el padecimiento
podemos ser capaces de sanarla. En su final, debió resignar su inmortalidad y ésta es
una de las lecciones que nos enseña.

Representa la herida incurable y el dolor que vuelve una y otra vez con los tránsitos de
Quirón a su posición natal.

¿Cuáles son las pistas para transcender esta herida?

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La Casa y el Signo donde se ubique nos revelan sobre dónde y cómo la vida nos
enfrenta a nuestra inevitable imperfección humana.

Las fases de elaboración del proceso quironiano son muy similares a las fases que
presentan los pacientes en ciertas enfermedades críticas.

Desde la herida incurable pasamos –algunos más, algunos menos- por las siguientes
emociones:

 Rabia, agresividad, ira y el deseo de herir a otros puesto que sentimos que
nuestro dolor es injusto y que otros lo merecen más que nosotros.
 Resignación amarga, llanto y vergüenza ante la realidad de que no podemos
sanarnos a nosotros mismos desde un plano meramente físico-mental.
 Sentimientos de sentirnos víctimas del destino sin poder explicarnos el por qué.
 Una necesidad última de comprender los patrones universales que se
encuentran detrás del dolor personal.

Llega un momento en este proceso en el que comprendemos que ya no podemos


desempeñar el papel de víctimas buscando un chivo expiatorio si no queremos caer en
profundos estados depresivos y de amargura destructiva.

En ese momento bisagra del proceso curativo, nos abrimos a la transformación y la


liberación del dolor a partir de una apertura espiritual. No existe otro camino.

Durante los tránsitos de Quirón, a lo largo de nuestra vida, podemos experimentar


periodos de enfermedad, disturbios psíquicos, contactos con maestros guías. También
los tránsitos de Quirón se relacionan con momentos de uniones, separaciones,
transformaciones y muerte; también con viajes y exploraciones más bien al mundo
interior.

Quirón nos plantea algunas preguntas:

¿Cuál es la naturaleza de mi herida?

¿A quién maldigo secretamente por ella?

¿Puedo sentir compasión por mí mismo o solamente furia e ira?

¿Dónde siento que me saboteo y hasta llego a destruirme debido a la amargura


que siento?

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Todas estas preguntas exigen una respuesta de índole espiritual; ninguna se responde
desde el plano mundano. Debemos tomar conciencia de nuestros límites dentro de la
cultura y el cosmos, como así también de nuestro propio rol dentro del inconsciente
colectivo. Estamos inmersos en un karma personal, un karma familiar, un karma social,
un karma planetario. La herida y el sufrimiento nos trascienden y no son nuestros.

“Por su propia naturaleza, Quirón posee una implicancia colectiva y la herida


existe en el colectivo y es ancestral.

Uno de los dones de Quirón es la aceptación; lo cual es muy diferente a la auto


compasión y la resignación.”

Liz Greene

Un ejemplo de famosos:

Tomemos la carta del reconocido escritor y Premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel
García Marquez.

Aquí Quirón está en el grado crítico a 29º de Aries, en Casa XII, en conjunción a la Luna
por un lado y en conjunción al Ascendente en Tauro. También hace aspecto de trígono
a Neptuno, casi en cúspide de Casa V.

En el año 1992, le removieron un tumor canceroso en una de sus piernas. A finales de


1999 el problema resultó ser un cáncer linfático.

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Justo después de su nacimiento, sus padres se mudaron dejándolo a cargo de su
abuelo y de tres tías. Posteriormente, a los nueve años, retornó a su hogar natal pero
sentía que sus padres ahora eran extraños para él. La Luna, regente de su Casa IV, está
en conjunción a Quirón en Aries –en Casa XII- dándonos la pauta de este abandono en
su temprana infancia, sintiendo un enorme vacío dentro de sí mismo, acentuando una
sensación interna de no existir, de que no tiene derecho a la existencia.

Afortunadamente, pudo canalizar toda esta experiencia a nivel colectivo, en el ámbito


de Casa XII, en su idealismo mágico, en la escritura. Cuando la persona encuentra el
canal para sanar la herida de Quirón, se convierte en un individuo creativo, original y
único en su individualidad. En Casa XII, debe trascender el ego.

Asimismo al tener a Quirón en trígono con Neptuno, planeta transpersonal tuvo la


posibilidad en algún momento de su vida de encontrarse con el ámbito que ese
planeta representa y pudo entrar en otra dimensión de la realidad, sintiéndose de
pronto inspirado y transformado a través de la escritura, que brindó a lo colectivo.

La cúspide de Casa XII se encuentra en el signo de Piscis, cuyos regentes son Júpiter y
Neptuno; este último rigiendo el sistema linfático. Júpiter en conjunción al Sol en
Piscis, recibe las cuadraturas de la configuración en T-Cuadrada de Marte (Casa II) y
Saturno (Casa VIII), cuyo dispositor es nuevamente Júpiter.

Mercurio, como regente de Casa II y Casa VI, está ubicado en el signo Piscis conjunto a
Urano. Mercurio es el dispositor de Marte presente en Casa II, la casa de la autoestima
que tanto hemos mencionado y que tan importante es en este enfoque psicofísico,
está en oposición a Saturno, impidiéndole canalizar fluidamente la ira, la bronca o la
frustración. Toda la carga la reciben Mercurio y Júpiter en Casa XI.

¿Por qué llegamos a Mercurio? Porque es el dispositor de Marte, que a su vez es el


dispositor de la Luna-Quirón en Aries, en Casa XII. El primer problema “grave” de salud
que enfrentó Gabriel García Márquez fue en su pierna (sistema locomotor relacionado
con Géminis/Mercurio). Posteriormente, apareció el cáncer linfático que pudo
canalizar sanamente a partir de trascender la herida quironiana a través de su obra
puesta a disposición de la humanidad.

Una síntesis de Quirón en los Signos/Casas:

Aries / Casa I:

La herida es en el Yo Soy, en el valor de la propia existencia, la iniciativa. El trabajo


consciente debe realizarse a partir de contactarse con su ser interior, desarrollar el
sentimiento de afirmación del Ego y de la propia identidad primaria. Muchas veces la
71
persona siente un vacío existencial, como que es una continuación de otra persona y
que no posee individualidad propia. La trascendencia los hace muy magnéticos y con
un importante mensaje que transmitir a la sociedad combinando compasión y acción
adecuada.

Tauro / Casa II:

La herida aquí está en la autoafirmación y los valores que la persona puede desarrollar
desde sí misma. Si no puede lograrlo desde el cuerpo emocional, lo buscará en lo
material para después descubrir la amarga realidad de que las posesiones no
reemplazan los recursos propios. El brindar estos recursos internos a la sociedad toda,
pone a la persona en el camino de la superación de la herida. La sanación llega a partir
de que se autoafirma sin necesitar reconocimiento del entorno.

Géminis / Casa III:

Como signo mutable, la herida de Quirón en Géminis se multiplica en diferentes


manifestaciones: comunicación, hermanos o primos, mente concreta, aprendizaje.
Todas ellas dan la pauta de que la persona no encuentra canales propios de expresión
sino que intenta buscarlos en el afuera, perdiendo su esencia única. La herida
comienza a sanar cuando comprende que diciendo su propia verdad contribuye a la
evolución de la humanidad. Muchas veces, Quirón en este emplazamiento puede
indicar hermanos o personas cercanas con alguna deficiencia física, a la cual debe
aportarle su saber incorporando el corazón, transformándose así en un sanador.

Cáncer / Casa IV:

Este emplazamiento muestra la herida con el progenitor más oculto, ancestral, que no
es con él solamente sino que lo trasciende y lo expande a toda la rama genealógica.
Necesita tender un puente entre el pasado y el presente sintiendo que no es ella quien
generó dicha herida sino que proviene del mandato familiar. La sanación proviene de
una búsqueda consciente en las raíces familiares, para posteriormente perdonar y
cerrar el legado ancestral. Muchas veces, Quirón aquí puede dar como resultado la
negativa de la persona a formar una familia porque una parte inconsciente sabe que
no debe transmitir el legado oscuro sin antes resolverlo.

Leo / Casa V:

La herida se relaciona con la propia autoexpresión y la creatividad que pudo haber sido
bloqueada en una temprana infancia. Aquí la herida es en la espontaneidad que lleva a
reafirmar su propio Yo; siente timidez, vergüenza de expresarse. Muchas veces la
persona con este emplazamiento decide no tener hijos, siendo éstos la máxima
72
expresión de creación de un ser humano. Sin embargo, en gran cantidad de casos, la
decisión no fue conflictiva puesto que muy profundamente comprenden que un hijo
puede ser muy sanador pero también puede reavivar la herida que, después de todo,
no es propia sino de la herencia ancestral. La autoafirmación, el “Yo soy Yo”, no pasa
por un hijo sino por desarrollar la propia capacidad de amarse a sí mismo.

Virgo / Casa VI:

El control del cuerpo aquí se torna casi obsesivo. Quirón aquí denota control por
exceso o por defecto; cuando es por exceso, puede existir una tendencia a la bulimia o
la anorexia; cuando es por defecto, todo es caótico, todo es un desorden. Muchas
veces este emplazamiento puede derivar en esterilidad. La sanación llega a través de
lograr el desapego, delegar el mando y disminuir la exigencia de perfección –propia o
de los demás-. Transitar el camino de sanación de Quirón con este emplazamiento es
animarse a abordar los mensajes del cuerpo para llegar a la dimensión espiritual de la
vida.

Libra / Casa VII:

Evidentemente, la herida de Quirón en esta posición está en las relaciones y los


vínculos. La persona se ve reflejada en un espejo, el espejo del otro, que le muestra sus
propias heridas relacionadas con lo vivido en el hogar primario y en el tipo de relación
entablada por los padres. La sanación viene de la mano de esta profunda comprensión:
“cuando logro identificar al otro como separado de mí, recupero mi identidad y vuelvo
a contactar con mi propia esencia; trascendí la relación misma y vuelvo a ser Yo”. El
don único de estas personas es contactarse con los demás desde un nivel humano,
empático. Suelen convertirse en excelentes terapeutas y acompañantes, recibiendo
tanto como suelen dar.

Escorpio / Casa VIII:

Esta Casa se relaciona, entre otras cosas, con miedos, pérdidas, sexo y dinero; todo
tipo de manipulación desde la parte oscura de la vida. En el enfoque psicofísico, se
relaciona con el sistema excretor, cómo eliminamos toxinas y cómo depuramos
nuestra psiquis y nuestro físico. Quirón aquí conecta con el miedo a la entrega íntima y
total, con la exposición de nuestra sombra y con la vulnerabilidad, lo que lleva a la
persona a la represión de sus impulsos. Donde está Quirón, la persona “decide”, los
acontecimientos y la transformación no llegan desde el afuera sino que aquí ella toma
las riendas de su propio destino. Generalmente, algo debe morir para lograr sanar esta
herida y ese algo es el poder. El don único que tiene para entregar a la humanidad, una
vez elaborado el dolor de la herida, es su gran poder sanador.

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Sagitario / Casa IX:

La herida quironiana está originada en una crisis de creencias, que más allá de las
creencias religiosas o filosóficas deben encontrarse en los principios personales, únicos
e individuales; en síntesis su propia verdad para transmitirla y enseñarla a los demás.
Pueden estar bloqueados la expansión y el optimismo para que el individuo no base
sus principios en lo externo sino en la expansión de su propia consciencia. Desde el
enfoque psicofísico, puede encuadrarse en psicopatologías del tipo alucinatorio
(escuchar la voz de Dios, el mensaje de los ángeles, clariaudiencias varias).

Capricornio / Casa X:

Vuelve a posicionarse en el eje IV/X que se relaciona con los padres y los mandatos
familiares. Aquí entra en juego la autoridad como forma de aprendizaje para poder
ejercerlo después de atravesar situaciones que lo limiten. Cuando la persona no es
capaz de reconocer su propia autoridad o se maneja desde el orgullo, desde el enfoque
psicofísico puede provocar problemas de rigidez en la columna vertebral, huesos y
especialmente rodillas pudiendo llegar hasta la parálisis.

El gran don de este posicionamiento es reconocerse como su propio padre, su propia


autoridad y transformarse en su estructura autoafirmativa. Es posible que se dedique
en algún momento de su vida a temas de salud oficiando de “padre” para la sociedad.

Acuario / Casa XI:

La mente visionaria es la que marca el desafío en este posicionamiento. La persona


debe aprender a relacionarse con personas que no tengan su vuelo intelectual; muchas
veces sienten que son más que el otro o menos, pero nunca iguales. Deben poder
incorporarse a grupos de distinto estatus social, intelectual, económico, etc. A menudo
se les hace difícil encontrar un proyecto de vida sustentable y cuando lo encuentran
tienden a cortarlo abruptamente. Lo mismo puede sucederles con las relaciones o con
situaciones en las que se sienten atrapados.

El don llega a estas personas cuando comprenden que el legado que harán a la
humanidad debe ser original, diferenciarse del rebaño y descollar precisamente por
dicha singularidad.

Desde el enfoque psicofísico, recordemos que la Casa XI es sumamente importante en


el desarrollo armónico de la individuación y el proceso de construir la propia
autoestima. Tienden a tener un bajo umbral de frustración lo que causa fuertes
impactos que luego se podrán traducir en síntomas.

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Piscis / Casa XII:

Generalmente, con Quirón en Casa XII la persona siente que ha perdido su identidad y
que sólo la puede recuperar en simbiosis con el otro. Se dificulta aquí el proceso de
individuación tan necesario con Quirón. Deben pasar por sucesivas etapas de
disolución para volverse a armar; la personalidad se fragmenta, se une a una entidad
mayor, entra en crisis para luego volver a estructurarse. Esta reestructuración se
realiza desde su polo opuesto: Virgo. Vemos muchas veces una polarización para lograr
el orden frente al caos que sienten. Desde lo psicofísico, cualquier enfermedad que se
declare será de difícil diagnóstico; el síntoma parece diluirse para volver a aparecer
siguiendo un patrón definido por los estados anímicos y las corrientes subterráneas
inconscientes que mueven al individuo.

El poder del Amor es el llamado de esta posición pudiendo ser muy sanadora la
intervención ante los otros. Debe evitar el rol de victimización puesto que pueden
llegar a sentir una fuerte aflicción existencial crónica.

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CAPITULO 8: DEBILIDAD Y FUERZA DE LA LUNA – Cómo actúa en tratamientos e
intervenciones quirúrgicas

Debilidad y fuerza de la Luna:

Todos vimos la Luna cuando estaba creciendo o menguando, o llena dentro de un


periodo de 29 días y medio aproximadamente. Esta sucesión de Luna Nueva a Luna
Nueva es llamada Ciclo de Lunación. El ciclo está dividido en partes, llamados Cuartos o
Fases. [El sistema de clasificación de la astrología no siempre concuerda con los
utilizados en otros calendarios y almanaques].

Cuando se trata de elecciones, la Luna es el planeta por excelencia para ser tomado en
cuenta, ya que es el más rápido y por lo tanto, se convierte en el gatillador de sucesos.
El tiempo y la experiencia constataron que algo comenzado bajo una luna débil,
generalmente no prospera.

Cuando hablamos de la fuerza de la luna, no nos referimos a la fuerza física o


emocional. La fuerza (o debilidad) de la luna se mide en referencia al grado de energía
que puede desplegar en signos diferentes al de su dominio, en el signo de Cáncer, y
donde se expresa en forma pura. La luna rige Cáncer porque está fuertemente
vinculada con las cualidades de nutrición, contención y maternaje relacionados con
Cáncer. La luna en Capricornio, se dice que es débil porque las cualidades de este signo
son las antípodas de su opuesto – Cáncer – ya que es ambicioso, desapegado y poco
dado a las demostraciones de afecto.

Cuando la luna no está en su signo o en el signo de su exaltación –Tauro- su fuerza se


mide en relación con su posición en la carta natal. Si está en Casas Cardinales (I, IV, VII,
X) tendrá mayor impacto en las elecciones que si está ubicada en las Casas III, VI, IX o
XII.

La luna se considera débil si está “vacía de curso”, esto es, si está en el periodo en que
no hace ningún aspecto a ningún otro planeta antes de dejar el signo que está
transitando. La experiencia nos demostró que las actividades comenzadas bajo este
tiempo, a menudo tienen un final diferente al esperado.

En Astrología Electiva9, la peor posición zodiacal para la luna son los 30 grados del
zodiaco referidos como “Vía Combusta”10 que va de los 15º de Libra a los 15º de
Escorpio. Esta posición es especialmente difícil en operaciones quirúrgicas; en lo
mundano en compraventa, viajes o para contraer matrimonio.

9
La rama Electiva de la astrología se encarga de determinar las mejores fechas para un evento
determinado, que puede ser, por ejemplo, el comienzo de un tratamiento médico, una intervención
quirúrgica, como así también el casamiento, inauguración de un negocio, etc.
10
Vía Combusta: Enjambre de estrellas fijas –en general de naturaleza nefasta- en los primeros grados
de la Constelación de Escorpio.
76
También la luna está debilitada si está en aspecto difícil a Urano, Neptuno, Plutón,
Marte o Saturno.

Las Fases de la Luna:

La fase de la luna es importante también en la elección de una fecha. Algunas


circunstancias precisan que la luna esté creciendo, mientras que otras se benefician de
un momento en mengua. No es lo mismo elegir un momento para extirpar un tumor
que no deseamos que se regenere, a iniciar un tratamiento donde la persona necesita
que el organismo incorpore activamente los nutrientes.

Las primeras doce horas luego del momento exacto de una Luna Nueva, son
consideradas desfavorables para muchas situaciones. Las siguientes 72 horas (hasta el
momento del cuarto) son favorables. Las 12 horas que comienzan con el Cuarto
Creciente son desfavorables. Este patrón se sucede a través de todo el ciclo lunar.

Luna Nueva o Lunación:

Es la primera fase del ciclo y comienza cuando el Sol y la Luna están en el mismo grado
del zodiaco, mismo signo. Son las noches sin luna, cuando la Luna no se ve en el cielo.
Los principios masculinos (Sol) se funden con los principios femeninos (Luna) ya que
ambos astros se encuentran en conjunción. Durante esta fase, las fuerzas solar y lunar
trabajan conjunta y sincrónicamente, llevando las cosas en la misma dirección.

Este es el momento que dispara el comienzo de un nuevo ciclo ya que a partir de esta
fase, la luna comenzará a crecer aumentando su luz y llevando renovadas energías a la
Tierra. El magnetismo aquí está en el punto más bajo pero comenzará a crecer a
medida que crece la luna en el cielo, provocando, por ejemplo, el crecimiento de las
mareas.

Hacia el final del primer cuarto es el mejor momento para finalizar planes; es el
momento cuando las cosas germinan y comienzan a emerger. Momento ideal para
hacer que las cosas vengan a uno.

El flujo de sangre parece estar relacionado, al igual que las mareas de los océanos, con
las fases lunares. Una cirugía realizada la semana anterior o la semana posterior a esta
fase de Luna Nueva reduce los riesgos de hemorragia.

Psicológicamente, en evolutiva, esta fase rige la etapa de 0-3 años y 8 meses. Influye
sobre el cuerpo emocional, el nacimiento y la vista. Es la fase de la Intención. El final de
este ciclo se relaciona con el tacto, los sabores y el olfato. Y comienza a actuar sobre el
cuerpo instintivo.

Cuarto Creciente:

77
Esta fase comienza cuando el Sol y la Luna se encuentran en ángulo de 90º (unos siete
días luego de la lunación o luna nueva anterior que marca el inicio de ciclo). Esta fase
finaliza con la Luna Llena. Esta media luna sale alrededor del mediodía y se pone cerca
de la medianoche. Representa el crecimiento, el desarrollo de las situaciones y la
expresión plena de aquellas cosas que ya existen sobre la superficie.

El aspecto de cuadratura entre las luminarias nos habla de un periodo crítico, de


tensión y de crisis a partir de lo sembrado en la fase anterior, donde se pone a prueba
el tratamiento o proyecto iniciado.

Como la luz va creciendo en el cielo a medida que crece la luna, los planes van
tomando forma y aún es tiempo de crecimiento, de agregados y de tomar consciencia
de que todo lo que hagamos ahora en pos de consolidar un plan de sanación verá su
resultado en la siguiente fase de Luna Llena.

Todo en el organismo está más predispuesto a crecer y expandirse por lo tanto


debemos ser cuidadosos con lo que ingerimos e incorporamos a nuestro cuerpo, ya
que estará más receptivo y dispuesto a asimilar cuanto comemos, bebemos, aplicamos
sobre la piel o inyectamos. Días adecuados para reponer energías y recuperar fuerzas.

La extirpación de tumores, adenomas o quistes sobre los cuales exista una sospecha de
reproducción no debe ser encarada bajo esta fase creciente, ya que el riesgo de
expansión y metástasis es superior.

Luna Llena:

Comienza el tercer cuarto, unos siete días después del Cuarto Creciente y a catorce
días de la lunación. Aquí el Sol y la Luna se enfrentan (ángulo de 180º) desde signos
complementarios, permitiendo el total reflejo de la luz solar sobre la cara de la luna. La
luna puede ser vista surgiendo por el este en el atardecer y luego cada vez más tarde
en los días sucesivos. Esta luna tiene que ver con iluminación, con completar tareas. En
esta fase se producen las mareas más altas.

Un aspecto de oposición (180º) simboliza un enfrentamiento entre principios activos


constitutivos como lo son el Sol y la Luna, y como tal conlleva confrontación en las
situaciones cotidianas. Pero no olvidemos que aquí la Luna brilla en su máximo
esplendor y refleja totalmente la luz solar. Es la completa comunión de los opuestos y
momento de ovulación, fertilidad, maduración y culminación; de plenitud de la energía
y magnetismo lunar.

Todo está exacerbado y especialmente el sistema nervioso. Las energías aquí están
más inestables que en cualquier otro momento del ciclo lunar, alterando los ritmos
circadianos. Pueden ser días de insomnio o alteración del sueño; las emociones se ven
perturbadas por un exceso de sensibilidad y las personas son más proclives a sufrir
78
crisis agudas de enfermedad. No es aconsejable efectuar intervenciones quirúrgicas
durante esta fase de lunación. El tercer día posterior a la Luna Llena es ideal para
comenzar dietas para reducir de peso, ya que comienza a gestarse en todo el
organismo el proceso menguante que se acentuará en la fase siguiente.

Espiritualmente ha llegado la “hora de la verdad” ya que todo sale a la luz; nuestras


acciones deben ser enfrentadas. Incluso se dice que los crímenes ejecutados durante
esta fase son rápidamente esclarecidos. En sentido negativo, puede surgir la sensación
de fracaso o impotencia y podemos entrar en una fase de regresión. La siguiente Luna
Nueva nos dará otra oportunidad.

Sobre el final de esta fase, es tiempo de maduración y plenitud.

Cuarto Menguante:

A los veintiún días de comenzado el ciclo lunar, nuevamente el Sol y la Luna se


encuentran en ángulo de 90º en signos contrapuestos, esta vez en cuadratura
menguante de 270º, a medio camino entre la Luna Llena y la Luna Nueva. Una luna
menguante se levanta a medianoche y puede ser vista por el este durante la última
mitad de la noche, llegando a la posición más alta aproximadamente en el mismo en
que el Sol comienza a aparecer. Esta fase se caracteriza por una crisis de conciencia.

Es una época de desintegración, volver la mirada hacia atrás para llevar a cabo una
reorganización, reflexionar sobre lo pasado y dejar atrás aquello que ya no nos es útil
en nuestra mirada hacia delante; debemos hacer lugar para nuevos nacimientos.

Copiando el proceso de luz lunar, a medida que decrece su brillo así el cuerpo también
se predispone a deshacerse de las toxinas, las grasas, los excesos que se fueron
acumulando durante la fase de crecimiento. Todo en la naturaleza comienza a
prepararse para el anochecer –simbólicamente-: disminuyen los ritmos en el
organismo, los órganos se concentran en la limpieza y el descanso, se liberan de todo
excedente y psicológicamente tendemos a la introversión y el balance. Es momento de
encarar un cierre de ciclo y hacer lugar para un nuevo comienzo.

Es momento para ingerir más cantidad de líquidos o realizar procedimientos de


limpieza colónica para ayudar a la depuración natural del organismo.

Consejos especiales:

Es más probable que un diagnóstico sea más exitoso cuando la luna se encuentre en
los signos de Aries, Cáncer, Libra o Capricornio y menos certero cuando la luna esté en
Géminis, Sagitario o Piscis.

79
Comience un programa de recuperación –ya sea de adicciones o post-traumático-
cuando la luna se encuentre en un signo cardinal o fijo y cuando el día sea favorable
para su signo natal.

Además de las fases lunares, existen signos que son más fértiles que otros. El signo de
la cúspide de Casa V puede orientarnos acerca de la predisposición de una mujer a la
procreación. El tránsito de la luna por estos signos parece sincronizar los momentos
para la concepción con los ritmos naturales.

Signos Fértiles = Cáncer, Escorpio, Piscis, Tauro

Signos Semifértiles = Virgo, Capricornio

Signos Semiestériles = Aries, Leo, Sagitario, Libra

Signos Estériles = Géminis, Acuario

Procedimientos Quirúrgicos:

La circulación de la sangre, como las mareas de los océanos, parece estar relacionada
con las fases lunares.

Para reducir hemorragias luego de una cirugía, ésta debe ser programada dentro de la
semana anterior o posterior a una Luna Nueva.

Evitar intervenciones quirúrgicas bajo Luna en Escorpio (excesiva intensidad).

Una cirugía realizada en fase creciente ayuda a cicatrizar las heridas y aumenta la
vitalidad general del organismo. No es aconsejable operar una semana antes o
después de la Luna Llena.

“Que el metal no toque la zona del cuerpo regida por la luna”11.

Para intervenciones exitosas, la luna no deberá estar en aspecto con Marte (aplicativa)
ya que esto puede provocar inflamaciones, complicaciones y altas fiebres. En lo
posible, es bueno que la Luna no esté sobre el Sol o el Ascendente de la persona a ser
intervenida. También cuando esté opuesta o en cuadratura a Saturno.

11
Frase atribuida a Hipócrates.
80
No es aconsejable realizar análisis relacionados a mamas, estómago, vesícula o hígado
cuando la luna esté en el signo de Cáncer.

Cuando la luna esté transitando por el signo de Acuario de deben evitar las
intervenciones quirúrgicas de neurocirugía, columna o cerviz. La anestesia suele ser
muy difícil debido al sistema nervioso alterado.

Con la luna en el signo de Piscis se debe vigilar especialmente la anestesia, ya que


puede provocar consecuencias exageradas –contrariamente a la luna acuariana-
poniendo en peligro la oxigenación de corazón y cerebro.

Muchos de estos datos surgieron de resultados de investigaciones varias a lo largo de


más de cincuenta años, realizadas por eminentes médicos (de mente abierta) de la
Asociación Mundial de Investigaciones Astrológicas de la Facultad de Londres,
Inglaterra.

81
CAPITULO 9: ASTROLOGÍA PSICOFÍSICA Y MENTE

Sabemos que la mente determina nuestras conductas; nos convertimos en aquello en


lo que pensamos. Somos co-creadores de nuestra realidad a partir de nuestros
pensamientos. Por ello una mente sana es índice de salud física y emocional.

Para que la mente se mantenga sana los pensamientos deben ser positivos y ello dará
origen a una actitud frente a los problemas que permitirá su confrontación saludable.
La conducta surge de una interacción –deseablemente equilibrada- entre las tres
manifestaciones del Yo: cuerpo, mente y emoción. Generalmente se registra una
interacción alternada entre estas tres manifestaciones, como por ejemplo, en el caso
del miedo donde la mente reacciona ante una situación dada –real o imaginaria- y
dispara el estímulo. Esta circunstancia puede hacer lugar a una manifestación física,
como las palpitaciones o la sudoración en el mismo momento o bien posteriormente.
También esto desencadena una conducta inestable en una actividad donde intervienen
las relaciones, llevándonos al plano emocional. Estos tres planos interactúan
constantemente dentro de nuestra psiquis, integrándose o bien alternándose.

En el nivel de la mente es donde ubicamos las neurosis o conductas autoplásticas. El


cuerpo registrará las enfermedades psicosomáticas (conducta autoplástica) o las
psicosis (conductas auto y aloplásticas12) y el tercer plano del mundo externo o
emocional albergará posibles psicopatías y perversiones (conductas aloplásticas). Las
conductas autoplásticas son aquellas que modifican al sujeto mismo a partir de una
fuente interna; en cambio, las aloplásticas recaen en las condiciones externas del
cuerpo emocional. Las conductas que actúan sobre el plano físico y/o emocional son
concretas mientras que las de la mente son puramente simbólicas. Según Freud, la
plasticidad constituye un factor importante en la sanación de la persona puesto que la
capacidad de cambio dependería principalmente de la capacidad de modificar las
representaciones del deseo.

La alternancia del predominio en alguno de estos tres factores puede llevar a actitudes
que serán siempre las mismas cuando la persona tiene una base rígida y terca o bien
dialéctica cuando la persona piensa y actúa en concordancia. Cuando se da una
contradicción en una misma unidad de tiempo y espacio, entonces se dispara la
disociación de la conducta o división esquizoide (según José Bleger 13). Cuando
coinciden los tres campos podemos decir que la persona se comporta de manera
adaptada a la realidad.

12
Alo y Auto plasticidad refiere a la capacidad de modificar más o menos fácilmente de objeto y modo
de satisfacción del individuo. Si la adaptación se desencadena a partir de una fuente de satisfacción que
se encuentra en uno mismo, se trata de autoplasticidad; si el objeto es exterior, se trata de
aloplasticidad.
13
Psicología de la Conducta. José Bleger. Ed. Paidós. 1991.
82
En los nuevos avances de las neurociencias, quedó demostrado que el cerebro no
registra la diferencia entre haber vivido una situación físicamente o haberla imaginado.
Si nuestra mente dispara una imagen lo suficientemente fuerte y sostenida de una
acción en particular, todas las reacciones cerebrales son equivalentes a si hubiéramos
vivido realmente dicha situación. Entonces, nuestra mente diseña nuestra realidad y
nuestra experiencia.

Cambiar de actitud implica cambiar la perspectiva desde la cual vemos el problema. El


ser humano se ve afectado constantemente por sus pensamientos, sus emociones y el
mundo actuante desde el afuera que afecta a cada instante su respuesta particular.

La integración desencadena un perfeccionamiento progresivo y creciente en el


desarrollo sano de la psiquis que crea, a su vez, complejidad en la organización; estos
pasos progresivos se cumplen por etapas en la vida de la persona o por niveles. Desde
la astrología, estas etapas se corresponden con la recurrencia en espiral ascendente de
los ciclos planetarios por tránsito. No importa en qué área se manifieste la conducta,
ésta es siempre un fenómeno psicológico.

En la mitología Hermes o Mercurio (para los romanos) encarnaron el arquetipo de la


mente, del pensamiento y la inteligencia. El dios Hermes apenas había nacido cuando
se fue en busca de aventuras sin saber exactamente hacia donde iba o qué buscaba
realmente. Sabemos que donde se ubica Mercurio en nuestra carta allí está asentada
la inquietud y la ansiedad, la búsqueda intelectual, la necesidad de cambio y
movimiento.

Si la mente crea nuestra realidad, entonces debemos hacer conscientes nuestros


deseos y sus orígenes para plasmarlos en pensamientos que deben ser congruentes en
un nivel inconsciente. No es suficiente pensar y decirnos que nuestro cuerpo está sano
si este estado de salud interfiere de alguna manera con otro deseo profundo que
tenemos, puesto que allí surgirá el conflicto y el desequilibrio entre los tres planos de
los que hablamos. Debemos indagar en las profundidades de nuestro inconsciente
aquello que realmente deseamos en los tres niveles: alineando el pensamiento/mente
con el sentimiento y la acción llegaremos a la plena salud.

Mercurio y su emplazamiento en la carta natal es la llave que nos permite acceder a


estos niveles. Recordemos que Hermes, a diferencia de los demás dioses, tenía acceso
irrestricto a los tres planos siendo el intermediador de los dioses, aquel que
interconectaba a los hombres con las deidades.

Desde la perspectiva de la astrología psicofísica podemos asociar el mal estado


cósmico de Mercurio con una tendencia a las psicopatologías. Mercurio es la octava
inferior de Urano y como tal también despliega su regencia sobre el sistema nervioso y
hace que la visión superconsciente y el pensamiento superior sean accesibles a nuestra
83
mente consciente. Si no tuviéramos sistema nervioso no podríamos conectarnos con el
espíritu ni canalizarlo puesto que Mercurio nos permite aprender a expresar nuestras
creencias espirituales, intuiciones y visiones interiores; todo ello situado en el ámbito
de la mente. Los aspectos tensos de Mercurio con los planetas transpersonales (y a
veces con Saturno) son especialmente indicadores de desequilibrios e inestabilidad en
el plano psicológico.

Los planetas y la estructura de la personalidad:

Volviendo a la relación de estos tres aspectos de la psiquis con la energía planetaria,


podemos asociar, por ejemplo:

Marte y Plutón estarían vinculados con los impulsos típicos del Ello, en sus
connotaciones agresivas y eróticas.

La Luna y Neptuno corresponden al Inconsciente, los sueños y la imaginación.

Venus a los impulsos afectivos y Júpiter a los instintos de expansión.

Saturno y el Sol tendrían respectiva influencia sobre el control del Superyó, en lo que
tiene de rigor (Saturno) y del ideal del Yo (Sol).

Finalmente Mercurio –junto con el Ascendente- tendría vinculación directa con el Yo


consciente.

De esta manera, a partir de esas correspondencias, estaríamos en condiciones de


obtener información no sólo referente a los sucesos externos al individuo sino en su
proyección de si mismo hacia el mundo exterior, incluso a nivel inconsciente. De esta
forma podemos conocer las causas profundas y las motivaciones vinculadas con la
parte anímica.

Como base central podemos decir que Mercurio y Urano ejercen una gran influencia
sobre el Sistema Nervioso Central; no obstante el Gran Simpático está regido por la
Luna.

Los planetas transpersonales siempre están presentes, aspectando tensamente a


planetas personales, cuando se presenta alguna patología. Recordemos que los
planetas transpersonales –Urano, Neptuno y Plutón- representan energías de carga
extrema y sutil que se mueven en el terreno del inconsciente. Cualquier aspecto (natal
o por tránsito o por direcciones) de un planeta transaturnino implica un
cambio/movimiento de índole profunda que se gesta a nivel del inconsciente para
luego aflorar, a su debido tiempo y después de haberse gestado allí el cambio, en el
consciente.
84
Mientras, los planetas personales actúan como gatilladores ante esas fuertes
influencias, especialmente Mercurio que se relaciona con el Sistema Nervioso Central,
sistema comprometido en este tipo de patologías.

Unamos en correlación a los planetas personales y sociales con las principales formas
de neurosis.

Obtendremos este cuadro14:

Relación Planetas Personales/Sociales con Tipos de Neurosis

14
Hemos visto esta representación gráfica de las funciones constitutivas del yo por primera vez en un
interesante artículo (cuya lectura recomendamos) de Lic. May De Chiara y Alejandro Lodi.
www.astropsique.com.ar
85
Donde indicamos “Ansiedad” en la línea de Marte-Sol-Venus nos referimos a la
Neurosis del tipo histérico (Histerias).

Los transpersonales no están al servicio del Yo. La apropiación del Yo de las energías
transpersonales generan las llamadas Psicopatologías.

Dicho esto, intentemos ahora definir qué es un cuadro psicopatológico, para poder
luego hacer la relación de ambos.

Cuando hablamos de factores orgánicos entendemos a todo aquello que es capaz de


producir alteraciones en el Sistema Nervioso Central. Los trastornos mentales
orgánicos son un grupo heterogéneo y por esta razón no pueden caracterizarse con
una descripción simple.

La causa orgánica responsable de un trastorno mental orgánico puede ser una


enfermedad primaria del cerebro o bien una enfermedad sistémica que afecte
secundariamente al cerebro.

La sintomatología esencial de todos estos trastornos comprende anomalías


psicológicas o conductuales asociadas a una disfunción cerebral transitoria o
permanente. Los trastornos orgánicos se acompañan de una amplia gama de
anomalías emocionales, motivacionales y conductuales. Por eso se hace imposible en
ocasiones decidir si los síntomas son el resultado directo de la afectación cerebral o si
son secundarios a los déficits cognitivos y a los cambios psicológicos.

Los trastornos orgánicos mentales pueden presentarse a cualquier edad.

Existen muchas clasificaciones de enfermedades con base fundamentalmente


orgánica, pero a los efectos que perseguimos las englobaremos en Neurosis y Psicosis,
con el Trastorno Borderline en el difuso panel medio.

Jung describe la personalidad normal en términos del estado ideal de integración hacia
la que está tendiendo el individuo. La personalidad no es lo que uno tiene, sino más
bien el resultado proyectado de su crecimiento. Es el proceso de individuación del que
habla extensamente. Carl Rogers, desde su Enfoque Centrado en la Persona (ECP), lo
cita como Tendencia Actualizante que persigue la homeostasis en todo momento.

Neurosis vs. Psicosis:

No daremos una explicación detallada y profunda de los tipos, ya que no es nuestra


área. Pero tengamos en cuenta que existen varias clases de Tipos Neuróticos. La más
común es la Neurosis de Ansiedad (constituye más del 40% de las neurosis). Se
caracteriza por una ansiedad crónica y aprehensiones con recurrentes episodios
agudos que no reconocen ninguna amenaza en particular, por lo que es llamada de

86
“libre flotación” (free-floating). Esto implica que los estímulos evocados son oscuros,
complejos y muy invasores. Puede traer aparejada falta de concentración, dificultad en
tomar decisiones, sensibilidad extrema, apatía y disturbios en el sueño, sudoración
excesiva y tensión muscular sostenida.

Es fácil ver su relación con la ansiedad básica; en otras neurosis la ansiedad es reducida
por el desarrollo de fobias, compulsiones y otras reacciones defensivas. El neurótico
vive en un relativo estado de tensión constante, pesar y un difuso desasosiego. Es muy
sensible en sus relaciones y se siente inadecuado y depresivo.

La Neurosis de Ansiedad estaría simbolizada por una interacción tensa entre Marte-
Venus-Sol.

Otro tipo de neurosis es la Neurosis Fóbica. Una fobia es un miedo persistente a algún
objeto o situación que no presenta peligro real y en el que éste es magnificado fuera
de toda proporción. Constituye un 8% a 14% de la población fóbica en consulta. Es más
común entre adultos y especialmente entre mujeres. Las fobias en estas personas
interfieren con sus actividades cotidianas y habituales.

La Neurosis Fóbica estaría simbolizada por una interacción tensa entre Saturno-Luna-
Sol.

En la Neurosis Obsesiva Compulsiva el sujeto parece impulsado a pensar en algo que


no quisiera o a tener conductas no deseadas por él. La incidencia es del 4% al 20% en
la población neurótica. La persistencia de los pensamientos y conductas indeseables
aparecen irracionalmente e interfieren con la actividad diaria. Los pensamientos
pueden centrarse sobre las funciones corporales, la realización de actos inmorales,
formas de suicidio o buscar la solución a un problema insoluble.

La Neurosis Obsesivo-Compulsiva estaría simbolizada por una interacción tensa entre


Júpiter-Mercurio-Sol.

Dejaremos de este lado también las Perversiones, como grupo diferenciado.

Del otro lado de la línea divisoria, ubicaremos a las Psicosis. La noción de psicosis
designa las afecciones que pertenecen a un problema alienista y se traducen por una
sintomatología esencialmente psíquica, lo que implica que su causa no está en el
sistema nervioso. Freud la designa como la confusión alucinatoria, la paranoia y la
psicosis histérica y habla de “psicosis de defensa”. De defensa ¿de qué? Defensa sobre
todo de un mundo que existe allá afuera y nos es amenazante para nuestra psiquis por
lo que no podemos manejarlo adecuadamente. Implica alteraciones más o menos
profundas e irreversibles del Yo.

87
En la segunda teoría del aparato psíquico, Freud toma la oposición psicosis-neurosis y
tiene en cuenta la posición intermedia del Yo entre el Ello y la realidad. Así como en las
neurosis el Yo, obedeciendo las exigencias de la realidad (y del Superyó) reprime las
pulsiones, en la psicosis se produce al principio una ruptura entre el Yo y la realidad
que deja al Yo bajo el dominio del Ello; en una segunda instancia (el delirio) el Yo
reconstruiría una nueva realidad, conforme a los deseos del Ello 15.

Queda así definido el siguiente cuadro presentado por la psicología clásica:

NEUROSIS PSICOSIS

R
Histeria Paranoia
E

A
Obsesiva Esquizofrenia
L

I
Trastorno Bipolar
Fobia D
(Maníaco-Depresivo)
A

D
Perversiones

Trastornos Borderline
(Patología Narcisista)

Cuadro de Neurosis vs. Psicosis

15
Psicosis. Diccionario de Psicoanálisis – J. Laplanche, J. B. Pontalis. Ed. Labor, 1983. Página 323.
88
Así llegamos a este diagrama que nos ubica gráficamente en los diferentes cuadros que
pueden presentarse. La difusa línea divisoria entre Neurosis y Psicosis, como vimos, es
la Realidad, y esa realidad está representada por Saturno desde el simbolismo
astrológico.

Saturno nos presenta –precisamente- esa función necesaria para una sana adaptación
de nuestros impulsos y pulsiones con el mundo de allá afuera, con la realidad que
deberemos confrontar cada día en nuestro rol de seres sociales. Saturno es el sentido
de responsabilidad, de compromiso y trabajo. Son los límites. Es el rigor del Superyó
necesario para la adaptación. Cuando esa función de límite está distorsionada de la
manera que sea y en el tiempo que sea, surgirán conflictos internos y nos alejaremos
de la congruencia entre el sentir, el pensar y el hacer. Aparecerá entonces una cierta
patología que nos exigirá una mayor atención. Del grado de compromiso aspectual que
presente esta energía dependerá el grado de inadaptación que la persona desarrollará.

Entonces, definimos así, a Saturno como la línea de realidad entre neurosis y psicosis.
Esto no significa de ninguna manera que un Saturno mal aspectado o feral o
comprometido por estado cósmico indique siempre una patología, una psicosis.

Recordemos -y nunca nos cansaremos de repetirlo- que la astrología se maneja desde


el símbolo y que una carta natal es un conjunto de influencias y energías que
interactúan de manera constante construyendo y evolucionando nuestra personalidad.
No es la suma y la concatenación simple de sus componentes: es mucho más que eso y
allí reside el arte de la interpretación. En consulta tenemos enfrente a una persona, a
un ser humano que atraviesa distintas etapas, más críticas o menos críticas, pero que
siempre necesita de un clima no amenazante para su sano despliegue. Siempre traigo
como ejemplo la carta natal de Robledo Puch, el conocido homicida; o la de Benito
Mussolini, que tienen posiciones planetarias cuya interpretación puede ajustarse a
personalidades sumamente humanistas, ajustadas a su ambiente y de elevada
evolución. Pero precisamente nuestro libre albedrío está en utilizar las energías que
interactúan en nuestra carta, en su octava superior o en su octava inferior.

El símbolo nos refleja un abanico de potenciales capacidades, habilidades, talentos de


una persona.

Por su manifestación y la complejidad de su desarrollo es posible relacionar cada una


de las patologías que mencionamos como psicosis con una energía transpersonal o
planeta trans-saturnino. Tomando la sugerencia realizada por un equipo de astrólogos
que investigaron el tema16, podemos enunciar esta correlación de la siguiente manera:

16
Idem cita 14, página 84.
89
- Neptuno estaría relacionado con la Paranoia desde el momento en que su energía se
hace sentir como un estado de confusión respecto de la realidad, donde pueden
aparecer sentimientos de persecución, de ser quien nos sumerge en un mundo de
fantasía en cuya deformación se transforma en delirios, alucinaciones, presencias
sutiles.

- Urano estaría relacionado con la Esquizofrenia, ya que escinde la personalidad. Aquí


se registra un corte abrupto con la realidad y el replegamiento sobre sí mismo para
entregarse a una vida interior plagada de producciones fantasiosas o al menos
diferentes, excéntricas respecto de la sociedad.

- Plutón estaría relacionado con el Trastorno Bipolar (Maníaco-Depresivo) puesto que


su energía es profundamente extrema, dramática; Plutón necesita llegar a los límites,
ya sean sublimes o bien aquellos que nos llevan a la noche oscura del alma.

Y Saturno se erige aquí en el Señor del Umbral, como acostumbran llamarlo los
antiguos. Es quien simboliza la fina línea divisoria entre las energías personales y
sociales que preparan la psiquis para ingresar al universo de las energías
transpersonales que nos guiarán a los dioses de la galería celestial. Saturno vigila
nuestro ingreso a estas energías más sutiles y espirituales, que no por sutiles son
menos desafiantes en esta encarnación física.

90
CAPITULO 10: EL ROL DEL ASTRÓLOGO EN LA CONSULTA PSICOFÍSICA

Ya desde el comienzo mismo de la consulta podemos incorporar el enfoque psicofísico


para transmitir al consultante los posibles bloqueos energéticos y debilidades y
alertarlos así en cuanto a situaciones que podrían desenvolverse afectando su salud.

Si una persona desarrolla y canaliza de manera positiva la energía que podemos ver
bloqueada, entonces el síntoma no llegará a nivel físico. Consideramos que esta
información es muy valiosa para la persona puesto que podemos facilitar el proceso de
toma de consciencia y superación de los puntos débiles que pueden vislumbrarse en la
carta natal.

La base de toda expresión creativa son los miedos. El enfrentar dichos miedos se
convierte en una tarea esencial para mantener la salud. Cuando la persona sucumbe al
miedo termina enfermándose. Miedo a confrontar, miedo a hacer el ridículo, miedo a
decir la propia verdad. Todos ellos hacen mella en los cuerpos más sutiles al principio,
para aparecer a nivel cuerpo de no ser canalizados positivamente.

En la carta, Saturno representa los miedos en el área en que se encuentra, de allí que
sea tan importante abordarlo durante la consulta, puesto que podemos llevar luz al
consultante sobre sus zonas oscuras que son los dragones del alma contra quienes
librará las batallas de la vida.

Nuestra tarea es prevenir a partir de la lectura del simbolismo astrológico. La carta


natal no es determinante pero… inclina. Jamás tendremos la certeza total con
determinado emplazamiento planetario sino que deberemos tener mucho cuidado en
la interpretación y especialmente cuando transmitimos al consultante la información.

La energía de los planetas, que se corresponde con nuestras funciones psíquicas,


posee más de una lectura rígida.

Tomemos, por ejemplo, Plutón en aspecto duro a Marte. El abanico de posibilidades


nos lleva desde el asesino serial hasta el líder espiritual de la no violencia, pasando por
el cirujano, el carnicero o el militar. Como vemos, la mera posición planetaria no
constituye un estereotipo sino que es la persona quien decide cómo jugar las energías
de su carta: en una octava superior o en la inferior. Esto es libre albedrío.

Hasta la meditación diaria es un intento agresivo por liberarse del inconsciente como
mínimo durante un breve lapso del día, con la esperanza de que –poco a poco- el
inconsciente desaparezca también de las restantes horas. 17

17
El poder curativo de la agresión. Ruediger Dahlke.
91
Cuando se trata de encontrar y preservar el equilibrio cuerpo-mente-alma, vimos que
es deseable desarrollar a lo largo de la vida una alta autoestima y los recursos
necesarios para hacer frente a los embates cotidianos. Una de las funciones del
astrólogo –teniendo en cuenta este enfoque- es poder conectar al consultante con sus
potencialidades. Muchas veces las personas no tienen consciencia de sus propias
fortalezas y es necesaria la intervención del profesional para despertarlas y comenzar
un trabajo diario de desarrollo personal. Tomar la decisión de encarar esta tarea trae
aparejado el alineamiento de todos nuestros cuerpos sutiles con la consecuente
disminución de estrés, ansiedad, un aumento en la propia seguridad que redundará en
el sistema inmunológico general. Si podemos acompañar a la persona en este proceso,
habremos evitado muchos impactos emocionales negativos para la salud.

Por este motivo, incentivamos a todos los profesionales astrólogos a intentar


establecer una periodicidad en las consultas lo que conlleva al establecimiento de un
feedback fundamental para el crecimiento de la persona. Esto podrá lograrse
afianzando la práctica en la empatía y la escucha activa que permite instalar un clima
de seguridad y confianza donde la persona pueda abrirse a la experiencia.

Una entrevista astrológica no solamente implica la transmisión de información


puramente predictiva sino desde un enfoque holístico humanístico, energético y
espiritual.

Hemos visto que generalmente una fuente importante de desequilibrio psicofísico son
los miedos, que paralizan y erosionan la confianza en uno mismo. Los miedos pueden
tomar diferentes disfraces que a veces son difíciles de detectar como tales. Se
constituyen en la madre de todas las enfermedades, pero comienzan primeramente en
los cuerpos más sutiles. La confrontación, la defensa del territorio, la desesperación, lo
no dicho, los prejuicios, la opresión, son algunas de esas máscaras.

Existen miedos hacia delante: miedo al futuro, miedo al cambio, incertidumbres que
no ceden terreno e inundan los pensamientos. En la modernidad, son más comunes los
ataques de pánico, que son miedos llevados al extremo de supervivencia.

A partir de la carta natal el astrólogo puede aplacar estos estados emocionales


apelando las más de las veces a las imágenes y el símbolo. Confluye este enfoque con
las líneas filosóficas en un punto: conocerse a sí mismo, aceptarse y amarse. Desde el
cuerpo no podemos dejar de lado el espíritu. Un camino hacia dentro, hacia la
introspección y el autoconocimiento es el camino a recorrer y la astrología se convierte
entonces en una herramienta fundamental, casi única.

¿Quién entra más rápido en la psiquis de una persona? ¿Un astrólogo o un psicólogo?
Definitivamente –para quienes han tomado el trabajo de profundizar en la astrología
seriamente- podemos decir que el astrólogo. El mandala de la carta natal se convierte
92
el mapa de ruta perfecto para descifrar los arquetipos constitutivos del individuo. El
poder del símbolo nos describe perfectamente y antes de ver a la persona ya podemos
deducir qué tipo de perfil posee el consultante y qué momento de vida puede estar
atravesando, y hasta podemos visualizar los cambios potenciales que podrá enfrentar.

Lo antedicho no significa cerrarnos a un perfil rígido de antemano puesto que el


símbolo posee múltiples interpretaciones y necesitamos, posteriormente, escuchar a la
persona para establecer el vínculo que nos permita conocer cómo viene utilizando sus
energías hasta el momento. Toda consulta conlleva la necesidad de obtener respuestas
a una situación externa que no sabe cómo manejar.

Incluso la consulta por revolución solar tiene implícito el manejo de la ansiedad que se
despierta frente al futuro. El maravilloso aporte de la astrología es que nos permite
posicionarnos como espectadores de nuestra propia vida y obtener así una objetividad
que de otra manera nos sería muy difícil lograr. Es imposible negar que los sucesos del
futuro despiertan incertidumbres, ansiedades, miedos; todos ellos haciendo impacto
sobre nuestra mente y nuestras emociones. En lo que respecta a la especialización de
la astrología psicofísica, mediante la revolución solar, las progresiones y los
desencadenantes por tránsitos, podemos alertar al cliente sobre posibles síntomas y
vulnerabilidades del organismo, intervenciones quirúrgicas, accidentes, etc., para
poder prevenir sus circunstancias.

Etica:

Abogamos fervientemente y sin descanso por la profesionalidad del astrólogo. Es


menester formarse no sólo en las técnicas y las interpretaciones, sino también en un
trabajo interno intenso además de un código de ética que normatice la profesión.

Ambas seguimos un compromiso tomado con el Código de Ética de ISAR 18


(International Society for Astrological Research, California – USA) al que adherimos y
promovemos, donde se involucra la moral y la ética con la que ejercemos la profesión
de astrólogos.

Sintetizamos a continuación los principios éticos fundamentales que adherimos:

Código de Ética ISAR: Los Siete Principios

Declaración Simplificada de los Principios Éticos

Yo, solemnemente afirmo que, de forma diligente y con mi mayor dedicación,

1. Tomaré la determinación de no dañar a un cliente por sobre todas las cosas.

18
ISAR ofrece un Programa de Certificación de Astrólogo Profesional con reconocimiento en todo el
mundo con el objetivo de establecer altos estándares en el ejercicio de la profesión.
93
2. Me esforzaré por ayudar con sensibilidad y respeto a todos los clientes que acudan a mí
buscando consejo u orientación desde la perspectiva astrológica, reconociendo e incentivando
su propia autonomía y apoyándolos en la toma de decisiones propias.

3. Jamás asustaré sin causa a un cliente con predicciones extremas, ni crearé falsas
expectativas en un cliente y siempre afirmaré que toda configuración astrológica puede
manifestarse en una variedad de situaciones.

4. Mantendré estricta confidencialidad respecto de toda información dada en privado excepto


en situaciones en las que mi silencio pudiera dañar gravemente a un cliente u a otra persona
involucrada.

5. Mantendré límites claros y apropiados con los clientes en relación a mis necesidades
personales y mis metas, sean éstos sexuales, financieros o emocionales.

6. Mantendré y mejoraré constantemente mis conocimientos y habilidades astrológicas, llevaré


adelante mi práctica solamente dentro de las fronteras de mi experiencia y derivaré a clientes
en caso de considerarlo apropiado.

7. Me familiarizaré con aquellos puntos del Código de Ética ISAR que se apliquen a mi
especialización dentro de la astrología; me mantendré fiel al espíritu de estos principios y
aceptaré cooperar respetuosamente con el Comité de Ética en caso de hallarme involucrado en
alguna queja.

Supervisión o cómo cuidarnos a nosotros mismos:

Todo trabajo con la psiquis de otro individuo implica el conocimiento profundo de la


propia psiquis. Hacemos hincapié en la supervisión del trabajo del astrólogo como
parte de brindar una mejor relación de ayuda al consultante.

La carta natal es tan vasta que a menudo nos confronta con temas que nos movilizan
profundamente. No nos cansaremos de decir que necesitamos cuidarnos a nosotros
mismos como profesionales y esto incluye realizar nuestro propio proceso individual.

La supervisión es también un sostén en la tarea del astrólogo ya que permite evacuar


dudas, referenciar inconsistencias que podemos percibir, poder expresar temas que
nos tocan personalmente, reafirmar nuestros conocimientos y prepararnos mejor para
el momento de la entrevista.

Todo cuidado hacia nosotros mismos redunda en un cuidado al consultante. La


actualización continua es también importante para el mejor desarrollo de la profesión
y atención al cliente, además de ayudarnos a renovar la creatividad con lo cual salimos
de una meseta rígida y anacrónica.

94
CAPITULO 11: COMO CANALIZAR SANAMENTE LAS ENERGÍAS

La carta natal es un mandala energético que contiene todas las posibilidades de


expresión. El centro de la carta se convierte en el centro de nuestro ser: el Alma. Sólo
contactando con ella el ser se libera y es. Yo soy.

Al llegar al momento de la relajación física y mental, por lo general surge en nosotros


la traba, la dificultad, para relajar cuerpo y mente puesto que vivimos bajo tensiones y
presiones; este vivir vertiginoso no nos deja tomar contacto con nosotros mismos ni
con quienes nos rodean; este ritmo que confunde y disfraza la vida con una máscara
lejos de lo que es la realidad, los verdaderos valores.

Según la pirámide de Maslow, solamente podemos acercarnos a la autorrealización


una vez satisfechas las necesidades básicas. El espacio para contactar con nuestra
Alma sólo puede hacerse acallando la mente, centrando nuestros planos y permitiendo
la apertura suficiente para que aflore la “necesidad de la trascendencia”, el sentido del
yo.

Para la solución de todos los problemas a nivel externo, debemos resolver primero los
profundos conflictos internos y el enfado que experimentamos en nuestra propia
mente. Sólo mediante la práctica de generar paz en nuestro interior podremos vivir en
un ámbito de paz.

Integración con las energías planetarias:

A partir de la integración de todos los planetas de la carta natal, que representan


nuestras funciones psíquicas individuales, sociales y transpersonales, podemos
internarnos en el sendero de la evolución espiritual, la salud y la plenitud.

Al tomar contacto con cada una de las energías del zodiaco registramos desde nuestra
sensibilidad si estamos cómodos o no, si las rechazamos o aceptamos y a partir de sus
cualidades nos damos cuenta de lo que energéticamente somos. Estas energías, siendo
dinámicas, algunas deben morir, otras deben ser trabajadas y modificadas para
integrarlas al mandala.

Enfrentamos un mundo de energías ni buenas ni malas, ni constructivas ni


destructivas; nuestra tarea es utilizarlas a través de los diversos procesos de desarrollo
biopersonal. Sin embargo, si por cualquier razón una persona les teme o se abstiene de
utilizarlas de manera integradora y positivamente, estas energías se vuelven
destructivas, es decir, en contra de uno, se padecen.

El conocimiento de sí mismo es algo que no debemos evitar. Es verdad que al bucear


en las profundidades de uno mismo vamos a encontrar partes muy oscuras que no
queremos ver (la sombra) pero lo único que las sacará a la luz es el enfrentarlas, es no
95
guardarlas esperando o creyendo que están olvidadas, puesto que en un momento u
otro pugnarán por salir a la superficie y a mayor acumulación, mayor será la erupción y
el descontrol desencadenando así el proceso de enfermedad. La clave es aceptarnos
tal cual somos en nuestra esencia, que es pura y sanadora.

Ese mapa de vida que cada uno de nosotros tiene trazado al nacer, nos habla de
destino, de lo que venimos a trabajar, soltar, transformar durante nuestra estadía en la
tierra, pero depende de la voluntad propia el querer luchar, enfrentar, resolver y
continuar nuestro camino. La evolución es propia, nadie la podrá realizar por otro.

El Yo Superior:

El Yo Superior es quien, desde lo más profundo de cada uno, mediante la intuición, nos
hará llegar a la conciencia divina. Es el Camino del Alma. El conocimiento hace que
abandonemos los miedos, aquellos que nos fueron inculcados durante nuestro
crecimiento. A través de la valoración y el discernimiento propio es donde
descubrimos las verdades de la vida.

El camino puede ser recorrido desde distintas disciplinas, por ejemplo: meditación,
yoga, tai chi chuan, reiki, terapia de vidas pasadas, registros akáshicos, cábala,
misticismo, por citar unos pocos. También las religiones y las filosofías pueden ayudar
al ser humano a realizar una apertura de conciencia, conociéndose e integrando sus
partes. La astrología –desde el lenguaje simbólico- nos acerca al significado de nuestra
existencia y nos proporciona los elementos que debemos trabajar y cómo trabajarlos a
nivel energético, evolutivo y, en última instancia, espiritual.

Estadíos de la medicina:

En las últimas décadas la medicina como tal recorrió varios estadios. Primero se centró
en los órganos y su funcionamiento para restablecer la salud. Luego fue la medicina de
los sistemas: el sistema cardiovascular, el sistema respiratorio, que integraba los
órganos y sus funciones para equilibrar el organismo. Posteriormente, surgió la
medicina celular y el desarrollo de los tratamientos nucleares. En la actualidad, el foco
está puesto sobre la medicina molecular y el intercambio entre energías. Entramos,
pues, en los dominios no físicos de la realidad, en el mundo no manifestado o
inmaterial, pero no por invisible es no existente. Se impone incluir el plano sutil,
supramental y espiritual en el proceso de sanación.

El salto cuántico –cuando podemos concretarlo- hace posible la remisión de las


enfermedades. Todo pensamiento posee una frecuencia que puede ser medida; por
ende, podemos medir el pensamiento. La repetición del mismo genera una repetición
del patrón energético. Piense en esto: si usted piensa continuamente en algo que no
desea en su vida, lo más probable es que se haga realidad. Desde la psicología, se dice

96
que provocamos precisamente aquello a lo que tememos. Si la atención consciente
está puesta en las deudas, por ejemplo, generará más deudas. Si está focalizada en la
enfermedad ante determinado síntoma, entonces atrae la enfermedad; no importa
que el proceso se dé en un plano consciente o inconsciente.

“Aquel que habla todo el tiempo de enfermedad, la tiene. Aquel que habla todo
el tiempo en prosperidad, obtiene prosperidad”.

De esto habla la física cuántica, precisamente del nivel molecular. Así, los
pensamientos crean emociones. Cuanto mayor es el nivel de consciencia y aceptación
que tenemos de nosotros mismos, mayor será el nivel de salud, tanto física como
mental, emocional y espiritual.

Los sentimientos son el mecanismo de retroalimentación que indica si la persona está


en el camino evolutivo correcto. Aquello que enfocamos con el pensamiento y el
sentimiento, se plasma en acción congruente y coherente que lleva al equilibrio
psicofísico.

Como lo mencionamos al principio de este libro, cuando estamos alineados entre el


sentir, el pensar y el hacer, entonces estamos en el camino de la sanación. Esto solo lo
podemos encarar desde la autoestima y la confianza. También, nuestro sistema de
creencias creará la realidad en que nos moveremos.

Así, un pensamiento feliz conduce esencialmente a una bioquímica más feliz. Los
pensamientos negativos, conducen al estrés y ya hemos demostrado que degradan
seriamente el cuerpo y el funcionamiento del cerebro, puesto que nuestro cuerpo
mental y emocional, son los que continuamente re ensamblan, reorganizan y vuelven a
crear nuestro cuerpo.

Entonces, ¿cómo canalizar sanamente las energías? Orientándolas hacia la salud, en


cualquiera de sus planos. Usted no está aquí para lograr el mundo que usted desea;
eso sería imposible ya que existen miles de millones de personas que desean mundos
diferentes. Por el contrario, usted está aquí para co-crear a su alrededor el mundo que
usted elija; no para cambiar el existente.

Pero para poder crear el mundo elegido, primero debe conectarse con sus deseos y
sincronizarlos con sus pensamientos y hacerlos realidad. Más aún, pensar y creer que
YA SON REALIDAD. Como en el caso de Jean (página xx), ella no se sentía digna de la
apreciación de su familia, estaba humillada emocionalmente; instalándose en una
repetición de estos sentimientos negativos, terminó por provocar los síntomas físicos y
desencadenar su enfermedad.

Macro y Microcosmos:

97
Desde esta cascada de planos tenemos como común denominador a la energía, que
abarca todo el Universo, toda vida posible. Nosotros, los astrólogos leemos e
interpretamos la energía que se interrelaciona entre el cielo y la tierra, sin olvidar que
los planetas son nuestras funciones psíquicas, y desde este lugar de lenguaje simbólico
es desde donde podemos ayudar a las personas a contactar con ese flujo infinito de
espiritualidad. Como seres humanos somos la expresión microcósmica de esa energía
macrocósmica y –sencillamente- es el mismo campo de energía. Todo el universo está
conectado y nosotros somos prolongaciones de esa energía madre, generadora. A
través de nosotros, el universo se vuelve consciente de sí mismo.

Como tal, el universo es ilimitado y por lo tanto, nuestras posibilidades también. De


usted depende seguir anclado al pasado y generar una y otra vez patrones negativos
de pensamiento y por ende, de situaciones y experiencias o decidir dejar atrás su
historia y abrirse a la abundancia de la vida, la alegría, el amor, la libertad y la risa que
el nivel espiritual también ofrece. En los ejemplos presentados, vimos que la tendencia
de los signos fijos es a apoderarse de las situaciones, emociones, personas, etc.,
aunque sean negativas; también vimos que tendencialmente los signos de tierra
cargan y sostienen personas, situaciones, etc., que los llevan a plasmar pensamientos
de agobio, angustias, negatividad y opresión. Estas conductas alejan a las personas de
los principios esenciales y básicos que el universo ofrece: el placer, la gratificación, la
alegría. Si logramos conectar a esas personas con esta visión y trabajar el cambio de
patrón repetitivo negativo, estaremos acercándolas a la salud y el bienestar, tanto
físico, emocional, mental y espiritual.

Relación astrólogo-consultante:

Una buena relación astrólogo-consultante abre la posibilidad a la sanación. Está


demostrado que un ámbito amoroso es positivo para la sanación. ¿Por qué cura el
amor?

La astrología es uno de los tantos senderos para que la humanidad pueda adquirir un
camino espiritual. El papel del astrólogo en este camino es justamente trabajar con el
consultante a través de la carta natal para su desarrollo evolutivo, acompañándolo a
descubrirse a sí mismo en sus crisis y ayudándolo a canalizar sanamente sus energías.

Cada individuo puede aprender a ayudarse a sí mismo por medio de su comprensión


personal y esto es autoconocimiento. El astrólogo procura incrementar el
mejoramiento de las condiciones del consultante, comprendiendo los patrones
vibratorios de estos; en otras palabras, su conciencia. Por lo tanto, el astrólogo debe
tener motivación espiritual, que es el símbolo viviente del amor, y reconocer tanto la
consciencia del individuo en cuanto a ser humano como su consciencia espiritual.

98
El astrólogo debe promover el poder espiritual, el amor, el servicio, el sacrificio,
porque es conciente del drama de la vida y de las soluciones posibles. Cuando el
cliente pide ayuda, él está capacitado para estudiar su carta y dar luz a los rincones
oscuros y percibir la conexión espiritual que necesita la consciencia del cliente. El
astrólogo que mantiene los canales de servicio abiertos es el que más espiritualmente
sirve, el que puede iluminar la consciencia de otros.

La sanación a partir del amor y la oración:

El ser humano posee el gran potencial energético de poder sanarse a sí mismo, pues,
como ya hemos dicho, el universo es energía amorosa e incondicional y nosotros
somos parte de él. De hecho, toda la naturaleza irradia energía sanadora
transformándola en un aura que rodea a todo el planeta. Cuando el ser humano se
sumerge en esa corriente de energía, adquiere el poder de sanarse a sí mismo. Todos
nosotros alguna vez sentimos fluir con la fuerza de la vida y sentir que todo es positivo,
que las cosas tienen el desenlace que deseamos y que nuestros deseos más profundos
se vuelven realidad en este plano. Esto es fluir con el cosmos; no es dejarnos llevar por
ese cauce sino ser parte de él, transformarnos en el flujo mismo de vida. Esto es a lo
que nos referimos cuando decimos que la salud está en alinear los tres aspectos que
nos constituyen: pensamiento, sentimiento y acción.

Poco a poco va ganando terreno lo que se denomina Medicina Integrativa. Los médicos
alópatas comienzan a abrirse a nuevas técnicas -¿o ancestrales?- que se basan en la
energía, los campos electromagnéticos y la transmisión energética. Todas estas líneas
toman como base la energía del amor y la compasión. Un campo electromagnético no
es más que la llamada “aura” o “campo áurico” que enseñaban las escuelas metafísicas
desde tiempos remotos. Hoy en día, el Reiki, por ejemplo, es una reedición de la
antigua práctica de imposición de manos. La diferencia es que los hombres de ciencia
del siglo veintiuno comienzan a aceptarlas.

En Estados Unidos se realizan numerosos experimentos con respecto a los campos


energéticos del ser humano. Por ejemplo, han medido el intercambio de fuerzas
electromagnéticas de dos personas que están cercanas o dentro del espacio del aura
del otro y comprobaron que se interfieren mutuamente los valores de energía que
posee cada uno. Cuando un cuerpo eléctricamente cargado se mueve a través del
espacio, se crea una fuerza electromagnética que puede ser medida en el cuerpo de
otra persona que se encuentre a poca distancia.

Entre dos personas que sienten amor, los impulsos energéticos de uno que parten del
corazón son registrados en el cerebro del otro. Por ello enfatizamos que la relación
astrólogo-consultante es sanadora desde el momento en que el profesional de la
ayuda se abre desde el amor a acompañar y facilitar al otro en su proceso de

99
crecimiento evolutivo. Si su trabajo lo desempeña desde una posición egoica y
lucrativa, entonces la energía no es completamente amorosa y la sanación difícilmente
se realice. Nuevamente, la intención y nuestras creencias son las que definen el éxito
de nuestra práctica.

Los grupos de oración no son, ni más ni menos, que grupos de personas que dirigen un
sentimiento amoroso a quienes necesitan ayuda, a través de la repetición de mantras,
oraciones, sonidos que vibran a nivel energético también.

Las gemas, los cristales de cuarzo y piedras semipreciosas, emiten energía sanadora
que puede ser utilizada por el ser humano. Tanto el reino vegetal como el mineral
irradian la energía sanadora del universo, como así también los animales. Todos
conocemos las terapias con, por ejemplo, equinos aplicada fundamentalmente a
personas con discapacidades motrices. Los delfines son sanadores a partir de los
sonidos que emiten, cuyas vibraciones armonizan el campo áurico de las personas. No
sólo sanan a las personas sino al planeta mismo.

Como vemos, toda la naturaleza opera a favor de la salud. El ser humano quizás aún no
haya tomado consciencia de todo su potencial sanador puesto que el desarrollo de su
ego lo aleja de su esencia pura, instintiva, en una carrera de poder que jamás le
aportará felicidad plena.

La carta natal como mandala, es energía en movimiento constante. Aprendiendo a


develar su mensaje a partir de los ciclos planetarios, tránsitos, progresiones, etc.
podemos vislumbrar los puntos vulnerables de una persona, aquellos aspectos donde
la energía no es canalizada sanamente, está bloqueada. Cuanto mayor es la afirmación
de la persona en su propia esencia de energía amorosa, mayor será su interacción
armónica con el flujo de la vida, con el macrocosmos que la contiene y la replica. A
partir del estudio de los puntos que describimos a lo largo de este libro, siempre
comprobamos que cuando la persona logra aceptar su esencia y amarse a sí misma
como la persona que es, el síntoma no aparece. Cuando no nos permitimos ser lo que
deseamos ser pero tampoco nos gusta lo que somos y –en consecuencia- nos
asentamos en el “debería ser”, entonces no somos ni lo uno ni lo otro. Ya no nos
reconocemos. No podemos amarnos.

Así como leemos las áreas más vulnerables de un consultante, debemos focalizar en
aquellas potencialidades que posee para desarrollarlas en pos de una sana armonía.
No es haciendo hincapié en los aspectos de debería evitar como podemos ayudar
mejor a la persona, sino permitiéndole desplegar sus propias capacidades de sanación.
Toda carta contiene ambos elementos. Por ejemplo, si vemos un eje fijo que no le
permite eliminar psíquica y físicamente las toxinas que su cuerpo necesita depurar,
también debemos prestar atención a la estructura que puede compensar dicha

100
debilidad: quizás Saturno se encuentre fuerte en una casa de afirmación del yo y le
pueda conferir la necesaria constancia y responsabilidad para afrontar una rutina sana
de alimentación y ejercicios que lo lleve a elaborar el mecanismo de eliminación
necesaria.

La función del astrólogo con enfoque psicofísico es la de transmitir al consultante tanto


las partes vulnerables que pueden llevarlo al síntoma, acompañarlo en el proceso de
hacerlas conscientes y luego contrarrestar dichas partes comunicando y desarrollando
las potencialidades para que la persona se sienta afirmada y flexible ante los cambios
que le exige la crisis por la que está atravesando en ese momento de vida.

La mirada en la actualidad:

La actualización en la investigación dentro del área de la astrología psicofísica es


permanente y debe acompañar los avances que se realizan en medicina, psicología,
física cuántica y psiconeuroinmunología. También debemos actualizar nuestro enfoque
de paradigma puesto que todo depende del punto de vista del observador. Si nuestra
mente continúa pensando que el cuerpo enferma debido a agentes externos contra los
cuales no tenemos ningún control, entonces será muy poco lo que podremos lograr a
la hora de encarar la sanación. Si la mente genera pensamientos abiertos que
incorporan el concepto de sanación cuántica, energética y actitudinal, es muy probable
que colaboremos profundamente en combatir la base de los síntomas y el emergente
correspondiente. Esto es equivalente al concepto arcaico de muchos maestros
orientales, que en palabras de Sri Sri Ravi Shankar (Maestro contemporáneo de India,
hinduista) dice así:

"Mira sólo lo que tienes. Concéntrate en eso, porque donde


pongas tu energía, eso aumentará en tu vida. "
Sri Sri Ravi Shankar

El fenómeno más conocido y reconocido actualmente como sanador mente-cuerpo es


el del efecto placebo. No importa cuál es el ingrediente de la medicación, si el paciente
cree que esa medicación es la adecuada para sanarlo, es probable que esa persona
registre una significativa mejoría. La creencia de que esa medicación lo sanará fue
sembrada en la mente del paciente por el médico o el profesional que lo cuida. Y la
persona le otorgó veracidad, pero por sobre todo: fe. La fe es, pues, determinante. Tal
como lo mencionamos a lo largo de los últimos capítulos, la relación establecida entre
profesional-consultante es la tierra fértil en la cual se podrá cultivar dicha fe. Una
fobia, para tomar un ejemplo, puede abordarse desde un tratamiento psicológico y
101
psiquiátrico a partir de una medicación apropiada con buenos resultados, pero en la
práctica también vemos que un talismán o la fe en un procedimiento específico
pueden facilitar y hasta suplir dicha medicación obteniendo los mismos resultados.
¿Cuántas “sanaciones milagrosas” ha presenciado el hombre a lo largo de la historia? Y
cuántas la medicina… No hace falta mencionar que la consulta astrológica no debe
reemplazarse ni confundirse con la consulta médica y psicológica profesional. La
primera es auxiliar de las segundas, siendo también la Astrología es una de las cinco
ciencias auxiliares del Hinduismo.

Existen muchas formas de establecer dicha conexión sanadora. Y muchas técnicas


también. Se habla de sanación cuántica, de hipnosis o autohipnosis, de liberación de
recuerdos, de psicología de los chackras, la meditación, el yoga, EMDR, regresiones a
vidas pasadas o lecturas de registros akáshicos, programación neurolingüística (PNL),
por nombrar sólo algunos. En tanto y en cuanto se pueda establecer una actitud
positiva de sanación en la propia persona, el cuerpo comenzará a sanar.

¿Dónde entra la figura del astrólogo psicofísico?

En la raíz de todo malestar se encuentra la consciencia. La mente inconsciente no es


más que lo consciente que no se reconoce o no se percibe. Para percibirlo necesitamos
fortalecer el sistema inmunológico para lograr construir el umbral requerido para
sostener y aceptar aquello que vive por debajo del nivel consciente. No existe división
real entre mente, cuerpo, emoción y espíritu, por lo tanto la sanación o la prevención
se realiza siempre simultáneamente en todos los niveles.

La astrología trata no solamente de lo que está “por encima” –nuestras mentes- sino
también de lo que está “por debajo” –nuestros cuerpos- y establece un puente entre
ambos. Pero la conexión no se establece si no toca el nivel emocional. Por ello es tan
importante llegar a la emoción para poder disparar el proceso de sanación
propiamente dicho. Los símbolos de la carta natal, leídos desde el enfoque psicofísico,
describen tanto la psiquis como el soma. Cada uno provee claves importantes para
relacionarse con el otro y juntos llevan a la consciencia. Cada planeta, signo, aspecto,
involucran muchos niveles de significación que trascienden el mero lenguaje. Debemos
recordar siempre que la sanación es un proceso, y como tal requiere del sostenimiento
de la intención positiva. Pensamiento, sentimiento y emoción son vibraciones que
crean un movimiento sobre la materia sobre la cual se proyectan. Si son positivos, el
estímulo será positivo y su resultado también. Si son negativos… todos conocemos el
efecto que tiene el pensamiento negativo recurrente en nuestras vidas: atraemos
aquello a lo que tememos. Somos energía y todos estamos conectados. Todo aquello
que atraemos a nuestra vida proviene de nuestra acción exclusivamente y es necesario
que tomemos responsabilidad de todo aquello que vivimos, tenemos, hacemos,
sufrimos, disfrutamos, atraemos.
102
La tarea del astrólogo psicofísico aquí es de fundamental influencia en este concepto
puesto que necesita transmitir al consultante que sólo él es el artífice de su propio
destino, único e indelegable. En un nivel bajo de vibración la persona es esclava de su
destino simplemente porque no toma la responsabilidad de co-crear su existencia con
el creador universal. Piensa que tiene mala suerte, que no puede hacer nada para
modificar su destino; esto no es verdadero, es solo abulia y dejadez. Todos podemos
transformar la existencia puesto que somos el único nivel evolutivo en este planeta
que puede acceder al cuaternario sagrado: materia, psiquis, arquetipo y divinidad, y
transformarnos profundamente.

Sintetizando, la tarea del profesional está basada en identificar a través de la carta


natal y sus técnicas de prognosis las debilidades y fortalezas del individuo que acude a
la consulta. Es necesario poder transmitir esta información dentro de un espacio
donde la persona no se sienta juzgada, criticada o desvalorizada provocado a partir de
una actitud autosuficiente del astrólogo. Si el profesional puede adentrarse en el
símbolo y focalizarse en una auténtica escucha activa de la psiquis del consultante, la
mitad del camino ya habrá sido transitado.

El siguiente objetivo es hacer que el consultante “sienta”, “colisione” desde la emoción


con un impacto concientizador de los posibles trastornos de su actual crisis. Si el
sentimiento no es tocado, si no moviliza el pensamiento, no podremos esperar mucho
de dicha entrevista. Debemos abordar explícitamente los miedos y las culpas que
puedan bloquear cualquier proceso sanador en nuestro cliente. El siglo veintiuno vio el
advenimiento del enfoque energético y la consciencia centrada en la persona,
enfatizando la fundamental tarea del cliente en el proceso dinámico hacia su propia
sanación. Los remedios basados en los ritmos del planeta y las estaciones siempre
fueron compatibles con el enfoque astrológico; también la íntima interconexión del
hombre con el cosmos. Desde aquí es que podemos ejercer el pleno potencial de
nuestra profesión como algo más que meros informantes de los movimientos
planetarios que acontecen allí arriba en los cielos.

El astrólogo es el agente transmisor de conciencia holística para el consultante. Y


tomar consciencia es el cincuenta por ciento del camino a recorrer hacia la sanación. El
otro cincuenta por ciento lo aporta el consultante con la determinación de cambio. El
abordaje de los miedos y bloqueos paralelamente a los cambios de hábitos, creencias y
actitudes que provocaban dichos miedos suelen ser los remedios más eficaces y
poderosos en nuestro camino evolutivo. En India, por ejemplo, utilizan desde tiempos
ancestrales y aún en la actualidad, talismanes, gemas, rituales sagrados y mantras para
disparar los procesos sanadores; sin embargo, deben ir acompañados por una acción
activa por parte de la persona. En nuestros tiempos, en occidente, en nuestra práctica
concreta, esto se traduce en lograr que el consultante no deposite en nosotros el

103
manejo de su destino sino que acepte su papel activo en la determinación de su
enfermedad, ya sea para darle origen al síntoma como para combatirla y vencerla.

“Yo soy responsable de mi vida, de mis síntomas, de mis situaciones en el mundo”. Esta
bien podría ser la frase maestra para disparar la sanación desde un nivel mental. “Y
acudo al astrólogo para que eche luz sobre mis partes no aceptadas ni reconocidas a
través del fecundo simbolismo de mi carta natal.” Este bien podría ser el mantra
disparador del proceso activo de concientización. Por lo tanto, como profesionales,
debemos tener este fin como objetivo último de la entrevista. Como dijimos, este es
un proceso creativo y como tal es deseable una continuidad en los encuentros dentro
de la relación astrólogo-consultante para poder cimentar sólidamente las bases del
proceso transformador de tomar conciencia y confrontar los miedos o las frustraciones
que provocaron la consulta.

El arte del astrólogo, entonces, está no solo en sumergirse en los mensajes de las
energías planetarias del mapa sino en poder disparar la necesidad de cambio en el
cliente, orientarlo en su sendero elegido, facilitar el proceso de transmutación y
finalmente esclarecer los logros conscientemente.

La necesidad de formación continua del astrólogo:

Nunca dejaremos de enfatizar la importancia de continuar formándonos como


profesionales y de supervisar nuestro trabajo, además de transitar nuestro propio
camino de desarrollo personal, nuestra propia terapia sanadora.

El enfoque psicofísico es especialmente susceptible de actualización ya que los avances


que la ciencia médica, tanto alopática como alternativa o complementaria (tal como se
ha dado en llamar a las nuevas técnicas de sanación), son vertiginosos y nos obligan a
estar enterados de los procedimientos de vanguardia, sus pros, sus contras, sus
afinidades, las incompatibilidades, las correspondencias con los distintos tipos de
personalidad, etc. Por ejemplo, debemos estar informados que en oriente, los
maestros consideran al hatha yoga más aconsejable para personalidades de tipo
saturnino, puesto que trabaja directamente sobre la estructura ósea y las
articulaciones del cuerpo humano. Así también, por ejemplo, trabajar con imaginación
activa (técnica junguiana que suele llamarse “soñar hacia fuera”) podrá ser mejor
recibido por una personalidad neptuniana que una cardinal o eminentemente
marciana. Nuevas investigaciones realizadas en la Clínica Paracelsus de Zurich, Suiza,
revelan que las amalgamas de mercurio realizadas en determinadas muelas de
pacientes odontológicos que corresponden a un meridiano del cuerpo en particular
pueden ser la causa de problemas de salud; de hecho, la investigación reveló que
todos (excepto dos en miles de casos estudiados) los desarrollos de cáncer de mama
tenían amalgamas de mercurio en los dientes cuyos meridianos correspondían a las

104
mamas19. La eliminación de dichas amalgamas y su reemplazo por amalgamas
orgánicas, disparó el proceso de sanación.

La lista es infinita en nuestros tiempos y está en la responsabilidad de cada profesional


encontrar la información más precisa sobre cada tema y percibir cuál es la que mejor
armoniza con la persona. Se impone aquí, entonces, una disposición geminiana hacia la
búsqueda de información de manera permanente, con actitud curiosa y
comprometida.

Desde este mismo enfoque es fundamental también tener conocimiento de distintas


especialidades en medicina complementaria para poder derivar o aconsejar al
consultante. No necesitamos profundizar en cada una de ellas sino estar informados al
respecto sobre sus potencialidades, sus visiones, su marco de creencias así como sus
riesgos. Es como un médico clínico que –dependiendo de la dolencia o del síntoma-
aconseja a su paciente a consultar a un especialista. Podemos serlo nosotros pero no
necesariamente debemos serlo.

La propia terapia hará que difícilmente caigamos en proyecciones indeseadas. Según


una máxima que bien conocemos los profesionales de la ayuda, acuden a nosotros
aquellos consultantes que invariablemente nos reflejan una parte nuestra no
elaborada; movilizan áreas que necesitamos trabajar y en fin, acudirán a nuestra
consulta aquellas personas de las que más debemos aprender. Recuerde: todas las
personas y circunstancias de nuestras vidas están allí porque nosotros las convocamos
con el objetivo de aprender aquello que debemos aprender en este momento
específico de nuestras vidas. Es muy común que transitemos etapas en las que la
problemática central de la mayor parte de nuestros clientes es, por ejemplo, la
insatisfacción vocacional y coincida precisamente con el momento en que estamos
replanteando el sentido o la metodología de nuestro trabajo. O la falta de
comunicación en las relaciones íntimas, cuando estamos atravesando una crisis en
nuestra propia pareja. O el alejamiento de una persona muy querida; o un
determinado conflicto con un hijo. Todo el universo es un espejo puesto allí, frente a
nuestras narices, para que internalicemos las lecciones que debemos aprender.

Por ello, cuánto más trabajada está nuestra psiquis, mejor profesionales de la ayuda
seremos. No descuidemos este aspecto tan fundamental a la hora de ejercer nuestra
profesión de astrólogos. Jamás debemos olvidar en nuestra práctica el hecho de que
trabajamos con la psiquis de las personas. Es una poderosa dimensión en la cual
debemos movernos con sumo cuidado.

19
Medical Astrology – Healing for the 21st Century. Starck, Marcia. Earth Medicine Books, Santa Fe, New
Mexico. 2002. Pág. 16
105
La sanación es un proceso continuo de concientización de quiénes somos y del lugar
que ocupamos (deseamos ocupar) en el mundo. Se trata de la totalidad que subyace
en nuestra esencia y que conecta este mundo con todos los otros mundos posibles.
Cuerpo, mente, emoción y espíritu se integran en uno, por sobre y por debajo de
nuestras percepciones ordinarias. Combinar las artes mundanas de la sanación con la
visión cosmológica de la astrología nos otorga un marco de trabajo de gran riqueza que
podemos aplicar simultáneamente.

El aporte del pensamiento cuántico posmoderno:

El filósofo Thomas Kuhn fue quien formuló la idea de los paradigmas y la necesidad de
cambiarlos cuando el viejo paradigma ya no es útil según las paradojas que ya no
puede resolver. En este momento, la poderosa fuerza con que surgió el pensamiento
cuántico, hace que debamos rever el viejo paradigma y considerar uno nuevo. Desde la
medicina y la física clásica convencional, ya es muy alta la incidencia de pruebas que
demuestran la validez de las nuevas técnicas de sanación de la medicina
complementaria. Existen datos concluyentes sobre sanación espontánea, sanación a
través de la oración, curaciones a partir del efecto placebo, etc. El Dr. Amit Goswani20
esbozó el nombre de Medicina Integral a este nuevo paradigma integrador de los
nuevos descubrimientos; pero ya en 1989 el Dr. Dossey admitía el papel fundamental
que tenía el significado para la sanación y aseveraba que el cerebro no puede procesar
el significado, sino que es la mente quien lo hace. El pensamiento clásico ve la mente y
el cuerpo como entidades diferenciadas en el mundo, entidades duales. Desde este
viejo paradigma, el pensamiento clásico se ve imposibilitado de aceptar los datos
definitivamente justificados de la sanación mente-cuerpo a partir de la medicina china
(con su concepto de Chi, energía vital), o de la medicina india o la homeopatía, puesto
que solo podría aceptar la sanación espontánea como un evento acausal en el que la
consciencia queda fuera. Este paradigma ve la mente como sinónimo de cerebro. Las
partículas elementales forman conglomerados denominados átomos, los cuales se
agrupan y componen las moléculas, las que a su vez determinan el cuerpo y el cerebro,
que genera consciencia y con ella da forma a la mente. En este proceso mecanicista no
entra la autosanación. Pero la realidad cotidiana y sobre todo de estos tiempos nos
indica que la sanación sí existe y que se acentúa cada vez.

A partir del pensamiento cuántico aplicado al campo de la medicina comenzó a


hablarse de la no-localidad, esto es, no es necesario que los objetos estuvieran
vinculados en el mismo espacio para que tuviese lugar la sanación. Fue el médico
Randolph Byrd (1988) quien –a partir de un experimento que realizó en su laboratorio
en San Francisco- determinó que la oración a distancia era tan eficaz en la
recuperación de un grupo de pacientes (que no sabían que estaban siendo incluidos en

20
El Médico Cuántico. Goswami, Dr. Amit. Ed. Obelisco. 2008
106
la cadena de oración, ni ellos ni sus médicos). ¿Debemos creer en este resultado
concluyente?

Conocido es el Dr. Deepak Chopra21, médico indio que actualmente se dedica a la


medicina ayurvédica, quien fue también pionero en indicar la necesidad de incluir el
pensamiento cuántico para explicar procesos de autosanación espontánea mente-
cuerpo.

Consideramos que las pruebas actuales son contundentes y más que suficientes para
impulsarnos a cambiar nuestro enfoque y a modificar el viejo paradigma clásico.
Quizás, después de todo, la mente sí interviene en una íntima conexión con el cuerpo
durante el proceso de sanación a través de la consciencia activa. ¿Cómo se “dispara”
este proceso en el cual interviene la consciencia? Con un impacto emocional que surge
de la creatividad pura, de inspiración22. Aquí precisamente puede ser de gran ayuda el
astrólogo psicofísico. Nuestra herramienta, la carta natal con las infinitas posibilidades
indicadas por las energías planetarias en interconexión con nuestros cuerpos (denso y
sutiles), nos provee del simbolismo necesario como para transmitir al consultante que
él puede elegir entre sanar o enfermar. El resto, es cuestión de decisión, trabajo
consciente sobre la autoestima y las propias capacidades y mucha creatividad.

21
La Curación Cuántica. Chopra, Dr. Deepak. Ed. Plaza & Janés. España. 1990
22
Andrew Weil. 1983.
107
. APENDICE I

Impacto de Conflictos Emocionales sobre Órganos y Enfermedades

Este Apéndice comprende un listado orientativo del posible desarrollo de síntomas y


enfermedades a través de los conflictos emocionales sobre los órganos del cuerpo
considerando los planetas regentes y los signos. Esta compilación está basada en el
enfoque que presentamos en este libro e intenta ser una síntesis de diversas fuentes.
Se trata de una guía para la comprensión del tema de los impactos emocionales para
hacerlos conscientes y así ir sanando, sin descartar el enfoque del profesional médico.

Órgano o Enfermedad Impacto Emocional


Planeta y Signo

Sistema Respiratorio

Bronquios Conflicto territorial; miedo a perder el


Mercurio afligido o planetas en Géminis. territorio. “Bronca” ante dificultades en el
ámbito que nos rodea, especialmente si
no es canalizada hacia fuera.

Pulmón Conflicto con el dar y el recibir; tristeza;


no poder “aspirar” la vida (también amor
Mercurio afligido o planetas en Géminis. que sofoca, como en el asma). Llanto
suprimido.
Miedo a morir, por ejemplo, por
sofocación; sea este miedo real o
imaginario.

La Piel
Es el órgano más extenso del cuerpo
humano

Epidermis (capa exterior de la piel) Conflictos con el contacto, con ser


tocado; bloqueo del placer –no sólo
sexual-; contacto con el exterior
Piel: Saturno afligido, Neptuno en XII o (Psoriasis, rosácea, eczemas).
planetas en Capricornio.
Sentirse rechazado, aislado: “Nadie
quiere acariciarme”. Separación o pérdida
repentina.

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Membrana que recubre órganos internos Sentimiento conflictivo que ataca la
integridad a partir de situaciones de
contaminación, mutilación, vejámenes,
etc. La localización en un órgano depende
si el ataque es en el corazón (Pericardio),
el estómago (Peritoneo), Pulmones
(Pleura).

Melanoma Sensación de sentirse violado, sucio,


corrupto; sentirse avasallado ante la
intimidad.

Psoriasis Antagonismo entre dos conflictos


simultáneos que atañen a ambas
lateralidades: línea madre/hijos y línea
padre/amigos.

Vitiligo Impacto ante una separación


controvertida. No pertenencia al grupo.

Neurodermitis Ira profunda o una pasión incontrolable


que en el fondo busca ser reconocido.

Urticaria Necesidades que “arden” en la piel y de


las cuales se intenta protegerse. Algo
“arde” también en el alma.

Sistema Cardiovascular

Corazón Conflictos con la fuerza de vivir, la alegría.


Representa la vida misma, junto con la
Sol afligido o planetas en Leo. sangre (Marte y Mercurio –oxigenación
en sangre-) que el corazón bombea a
Sol aspectado fuertemente con Marte y/o todo el organismo.
Saturno (por ej. Marte conjunción Urano
en Leo o en Acuario que puede sugerir
arritmias cardiovasculares).

Venas y Arterias Coronarias Conflicto provocado por no saber


confrontar un exceso de trabajo o
responsabilidades.
Las arterias son portadoras del júbilo de
vivir insuflado por cada latido del
corazón.
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Bazo
Al ser el encargado de mantener la sangre
Mercurio afligido o planetas en Virgo de los vasos sanguíneos, las obsesiones
diversas obstruirían el proceso de la vida.

Sistema Digestivo

El sistema digestivo abarca desde la boca hasta el ano, incluyendo el hígado y el


páncreas y se divide en tres partes: la parte superior de absorción, la parte media de
la digestión y la parte baja de eliminación.
Todos los conflictos relacionados con este Sistema se relacionan directamente con el
alimento externo que mantiene la vida y con aquellos ingredientes que permitimos o
no, entrar en nuestro interior (intimidad).

Boca, Paladar, Amígdalas Conflicto con el alimento que ingresa a


nuestro cuerpo. Representa un impacto al
aceptar nuevas ideas o pensamientos. Las
llagas en la boca, por ejemplo, nos hablan
de palabras agresivas que no decimos.
Culpa.

Laringe, Faringe El “bocado” ya ingresó a nuestro cuerpo y


Venus afligido, Saturno en XII o planetas generó ira o miedo. Miedo de hacerse
en Tauro (garganta, laringe, faringe, valer o resentimiento con la autoridad.
amígdalas, cuerdas vocales).

Dientes Sentirse incapaz de morder (incluso en


Saturno afligido o planetas en situación de atacar para defender).
Capricornio. Conflicto frente a la toma de decisiones.

Estómago Conflicto con el digerir las emociones;


impactos repetitivos en el plexo solar;
Luna afligida, Luna en XII o planetas en agresiones no resueltas ya tragadas.
Cáncer. Dificultad para defender el territorio.

Intestinos Delgado y Grueso Miedo de deshacerse de lo viejo e


Mercurio afligido o planetas en Virgo. innecesario. Conflicto con el soltar, “dejar
ir” definitivamente de la vida.
Intestino Delgado Imposibilidad de discriminar entre lo que
es necesario e indispensable para el
cuerpo (o el alma) de lo que es
sumamente tóxico.
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Colon: Plutón afligido o planetas en Imposibilidad de desprenderse
Escorpio. activamente de lo sucio y tóxico. Conflicto
con el desapego y la sombra. Avaricia.

Ano y Recto Saturación de suciedad, feo, vil o acción


abyecta; conflicto desagradable e
Plutón afligido o planetas en Escorpio. indigesto. Conflicto agresivo frente a la
eliminación de desechos.

Hígado Conflicto relacionado a la deficiencia, en


sentido real o figurado (por ejemplo,
Júpiter afligido, Júpiter en VIII o planetas miedo a conseguir medios para poder
en Sagitario. subsistir). Imposibilidad de encarar un
proceso de desintoxicación y síntesis en la
vida emocional, no dejando salir la ira en
un intento suicida de intoxicar el alma.

Páncreas Conflictos de ansiedad o ira con los


miembros de la familia; falta de dulzura y
Venus afligido o planetas en Libra; o amor frente a conflictos de disgusto y
Mercurio afligido o planetas en Virgo. repugnancia asociados a una negación de
la abundancia en la vida.

Diabetes, Hipoglucemia La amargura es combatida con lo dulce


(afectación de las células beta que
Júpiter en aspecto duro con Venus. segregan insulina y amilina) o miedo
(afectación de las células alfa que
segregan glucagón); a menudo involucran
escenas horribles.

Sistema Urinario
Riñones No querer vivir; conflicto relacionado con
agua o fluidos (por ej. situación de casi
Venus afligido, en XII, Libra en XII, o ahogo, inundación, alcoholismo, etc.).
planetas en Libra. Conflicto con las críticas, decepciones y
los fracasos. A menudo profundo
sentimiento de vergüenza.

Profundo conflicto de abandono (sentirse


solo y aislado, excluido; ser apartado
súbitamente del grupo). Reservorio de la
energía ancestral.

Vejiga Conflicto con la depuración de emociones


Plutón afligido o planetas en mal aspecto y pensamientos viejos que deben ser
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a la Luna. soltados lo antes posible.
Miedos acumulados que van haciendo
presión en la vejiga. Es el lugar donde van
guardándose las lágrimas que no se
pueden derramar, usualmente referidas a
relaciones por su asociación a los riñones.

Sistema Genital

Plutón afligido o planetas en Escorpio: los órganos reproductivos de ambos sexos;


pene y testículos en el hombre; vulva, útero, trompas, ovarios, cérvix, clítoris en la
mujer.

Todo lo relacionado a la aceptación de la propia sexualidad como algo totalmente


natural en la vida; cualquier desvío o bloqueo en la libido puede desencadenar desde
una micosis hasta un cáncer o en lo psicológico desde una disminución de la libido
hasta impotencia o frigidez.

Útero Contacto desagradable con conexiones


sexuales o connotaciones de algo sucio o
Luna en VIII o XII. Aspectos tensos con humillante. Se mueven sentimientos de
Saturno o Plutón. rechazo o frustración o bien de pérdida
de contacto.

Ovarios Profundo conflicto de pérdida. Sexualidad


vivida como algo vergonzante.
Plutón en aspecto duro con Venus o Luna.
Saturno-Venus.

Testículos Profundo conflicto de pérdida (pérdida


inesperada de un ser amado o incluso de
una mascota).

Próstata Miedos mentales que debilitan la


masculinidad; culpa o renuncia por un
Luna / Marte conflicto de connotación humillante.
Sentimiento de estar envejeciendo.

Sistema Glandular

Sistema Linfático Conflicto de auto-devaluación.


Neptuno afligido o planetas en Piscis. Advertencia de que hay que volver a
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También Mercurio/Luna. centrar la mente en lo esencial de la vida
y la alegría.

Tiroides Sentimientos de indefensión e


impotencia. Humillación: “Nunca puedo
Venus afligido o planetas en Tauro. hacer lo que deseo”. Profunda frustración
por no darse su lugar.

Dolor de Garganta Fase atenuada frente a un conflicto


biológico causado por tragarse la cólera;
Venus afligida o planetas en Tauro. incapacidad de hacerse valer.

Senos, Mamas Conflictos con el nido; preocupación o


conflictos referidos al cuidado y nutrición.
Luna afligida o planetas en Cáncer.
Venus (en lo sexual, tentador, Conflicto de separación; hambre de amor
femineidad). (el conflicto puede ser con un hijo, madre
o pareja ha sido arrancado del pecho).

Fundamentalmente incapacidad de
nutrirse a uno mismo.

Órganos de los Sentidos

Ojos y Vista

Saturno en tensión con el Sol o la Luna. En las mujeres:


Neptuno en aspectos duros. Ojo derecho = Luna
Ojo izquierdo = Sol
En los hombres, a la inversa

- cornea, cristalino. Conflicto de perder contacto visual


(inflamación de la cornea y cataratas).

- lagrimales Conflicto de no ser visto y por lo tanto ser


ignorado.

- retina Conflicto relacionado con un miedo que


proviene de atrás; amenaza que no
podemos ver o sentirnos amenazados por
un peligro invisible (por ej. de ser
abastecidos).

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Oídos y Audición No querer escuchar. Discusiones entre los
padres; conflictos con el oír.
Saturno afligido o planetas en
Capricornio. Obediencia: nadie puede obedecer
Luna / Venus aquello que no escuchó. Ej. un mensaje
desagradable, órdenes o discusiones
enfermantes.
Humildad = Quien no es humilde, no
escucha.

Nariz y Olfato Conflicto activo con la vida; la obstrucción


nasal es una forma de querer cortar la
Mercurio y Marte en aspectos tensos, eje conexión con la vida. Conflictos con la
II-VIII propia sexualidad.

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Apéndice II: Planetas y Signos
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Aries y Marte rigen sobre:

La cabeza, la región sobre el entrecejo, las arterias de la cabeza y el cerebro, los senos
nasales, los dolores de cabeza y las migrañas, músculos (Marte y Saturno), adrenalina,
ataques, inflamación, agitación, excitación, pasión, accidentes, fuerza, peligro,
velocidad, calor, ira, cirugía, violencia, antagonismo, fiebre, el acto sexual y el estrés.

Tauro y Venus rigen sobre:

La garganta, laringe, tiroides y las cuerdas vocales.

Géminis y Mercurio rigen sobre:

La respiración, pulmones y tracto respiratorio superior (que termina en el cuello),


nervios y hábitos nerviosos (comerse las uñas, agitar la pierna, moverse sin cesar, etc.),
asma, alergias, enfisema, hombros, brazos, manos, el movimiento, estrés, oxigenación
de la sangre y ansiedad.

Cáncer y la Luna rigen sobre:

Los pechos, estómago y abdomen, nervios del estómago, úlceras, ácidos digestivos,
frustración nerviosa, la maternidad, el proceso digestivo y uno de los ojos.

Leo y el Sol rigen sobre:

El corazón y el sistema cardiovascular, la energía en general y uno de los ojos.

Virgo y Mercurio rigen sobre:

El abdomen bajo, intestinos, sistema digestivo, páncreas (o Venus y Libra), la higiene,


dieta y nutrición, desórdenes de la alimentación (anorexia, bulimia), hipercrítica,
orientación mental incluyendo inteligencia, discernimiento, dislexia, demencia,
delirios, adicciones y neurosis.

Libra y Venus rigen sobre:

La espalda baja (columna vertebral), riñones, páncreas, vejiga, hemorroides, el cabello


y las trompas de Falopio (embarazo ectópico).

Escorpio y Plutón rigen sobre:

Los órganos reproductivos en ambos sexos, recto, colon, testículos, glándula


prostática, ovarios, cérvix, útero, clítoris, abortos, menstruación, enfermedades

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venéreas (herpes, SIDA), respuesta sexual y problemas ginecológicos (sangrado
vaginal, pap irregular, flujo).

Sagitario y Júpiter rigen sobre:

Las caderas, nervio ciático, disfunciones hepáticas, hepatitis, problemas de azúcar en


sangre y diabetes (todo contacto fuerte entre Júpiter y Venus).

Capricornio y Saturno rigen sobre:

Las rodillas, juntas, huesos, estructura del esqueleto (columna vertebral, espalda),
artritis, músculos (Marte y Saturno), tumores, dientes, piel, sequedad, audición,
sordera, infertilidad, depresión, melancolía y envidia.

Acuario y Urano rigen sobre:

Las pantorrillas, tobillos, sistema nervioso e impulsos eléctricos dentro de los nervios,
problemas o daños físicos en los nervios, nerviosismo (incapacidad para relajarse
fácilmente), impulsividad, espasmos, disturbios en los nervios motores, enfermedades
nerviosas relacionadas con la columna vertebral, irregularidades en la coordinación de
los músculos, los nervios y el cerebro (como en la esclerosis múltiple).

Piscis y Neptuno rigen sobre:

Los pies, sistema linfático, la sangre (presión arterial, desórdenes sanguíneos,


infecciones o toxinas en sangre y envenenamientos), alcoholismo, alucinaciones,
traumas del sueño, anestesia, vulnerabilidad, impresionabilidad, sacrificio, depresión,
hipocondría, enfermedades difíciles de diagnosticar y desórdenes autoinmunes.

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