Está en la página 1de 10

Centro de Bachillerato Tecnológico

industrial y de servicios 154

Alumno:
José Manuel Vázquez Rodríguez

Materia:
Lectura Expresión Oral y Escrita ll

Tema:
Resumen. La destrucción de la naturaleza

Maestra:
Lic. Martha Cortes Ramirez

Grado: 2do

Grupo: A

Especialidad: Contabilidad  

Fecha de entrega: 20 / 04 / 2021


La destrucción de la naturaleza
La destrucción de la naturaleza. Carlos Vázquez de Yanes y Alma Orozco Segovia. La

destrucción de la naturaleza en su número 83 de la colección La ciencia para todos, los

autores nos tratan de decir lo importante que es la riqueza cultural, al igual que las terribles

consecuencias que del empobrecimiento y desaparición del medio ambiente; también se

presentan algunas medidas que se pueden tomar para detener este proceso de deterioro

ambiental, editor fondo de cultura económica 1989,

http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/083/htm/sec_9.htm

Si se desea resolver la mayoría de los problemas que se plantean en este libro es

indispensable impulsar la investigación sobre los recursos naturales y la ecología básica;

por eso dedicamos este libro al doctor José Sarukhán Kérmez, quien ha sido un gran

promotor de estos estudios en México.

La superficie de la tierra este cubierto en su gran parte cubierto por comunidades naturales,

la presencia de cada animal y planta en su región natural son consecuencia de un conjunto

de factores en el medio ambiente y accidentes históricos.

México presenta muchas de las características que permiten la variedad de comunidades

muy diversas, que van desde los desiertos más áridos, hasta los pantanos más húmedos, ya

que, México se encuentra en una locación donde se presenta el clima tropical, subtropical y

templado, esto ayudada grandemente, al igual que las diversas altitudes que presenta, pero,

la naturaleza la estamos transformando, empobreciendo y destruyendo a un ritmo muy

acelerado, que cada vez menos personas tendrán la suerte de poder disfrutar de sus

beneficios.
El libro te describe lo que sucedió y sigue sucediendo en México y en el planeta, como la

naturaleza pierde territorio conforme el paso del tiempo y como nos hemos involucrado en

esto. Aunque, también te explica la historia detrás de esto, las decisiones que hemos

tomado para poder parar esto y algunos consejos que nos servirán útiles para combatir con

la destrucción de la naturaleza.

Los botánicos mexicanos estiman que hay entre 25.000 y 35.000 especies de plantas

vasculares (es decir, helechos, coníferas y todas las plantas con flores que tienen vasos

circulatorios de savia) en el territorio del país. Este número de especies es una de las más

abundantes en un solo país. En el caso de las aves, la riqueza es espectacular, gracias a la

presencia simultanea de aves tropicales, local y especies migratorias provenientes del

norte del país.

Existen algunos puntos del país donde la vegetación y la fauna han desaparecido casi por

completo. Un ejemplo es:

La región del Bajío, que comprende una extensión aproximada de 20 000 km² en los

estados de Michoacán, Guanajuato y Querétaro ha desaparecido casi totalmente la

vegetación original y que consistía principalmente de un bosque tropical. La agricultura y el

pastoreo iniciado desde hace muchos años han dejado mínimos vestigios de lo que era

originalmente, quedando vestigios profundamente alterados, y la mayor parte del área esta

cubierta de una flora y fauna que es capas de resistir la continua alteración humana.
En la visión humana y en nuestra historia se nos ha educado a considerar el descubrimiento

de la agricultura y la domesticación de algunos animales, como grandes avances en el

desarrollo humano, sin embargo, existen múltiples investigadores que no están de acuerdo

con este punto de vista y mencionan que estos descubrimientos trazaron el principio de la

destrucción de las comunidades naturales, la erosión, la extinción de especies y permitieron

la explosión demográfica, lo que constituye una amenaza para la misma especie.

En el continente americano la colonización por humanos inicio hace alrededor de 30 000

años. En ese momento en América aun existía una fauna de mamíferos ungulados, que no

solo eran diversos, sino que de gran talla. Existe una relación directa entre el avance de la

colonización humana de América y la desaparición de muchas especies.

“Al desarrollarse la agricultura, la diferencia entre un deterioro extensivo o localizado de

los ecosistemas naturales depende principalmente de la presión demográfica de la

población humana y de la capacidad productiva de las tierras disponibles” (Orozco, A.,

Vázquez, C. 1991), P. 13.

Existen distintos tipos de alteración de las comunidades naturales, que van desde la simple

explotación de algunos de sus recursos vegetales y animales que conducen a cambios en las

densidades demográficas de las especies explotadas, hasta la destrucción de las

comunidades y del suelo.

Antes de la aparición del hombre ocurrían fuegos naturales ocasionados por tormentas

eléctricas.

Muchas plantas y animales están adaptados a sobrevivir o tolerar en cierta manera al fuego.

En el caso de las plantas, estas tienen órganos de perennación subterráneos que sobreviven
al incendio o tienen cortezas gruesas y de difícil combustión. Los animales tienen ciclos de

vida y están adaptados, pueden huir o resguardarse en guaridas subterráneas.

Los bosques de coníferas son los más extensos de la republica y cubren el 15% de la

superficie del territorio. Una gran mayoría de estos bosques sufren fuegos frecuentes.

En 1981, Pérez Chávez, muestra que “en condiciones de bosque deteriorado por el

pastoreo, el ocoteo y el resinado, los incendios son responsables de la diseminación más

eficiente de parásitos descortezadores del grupo de los escolítidos” (P. 20).

Los bosques de coníferas han desaparecido en una superficie aproximada al 50% de su

probable área original. Se puede decir que actualmente casi toda la extensión de bosques de

coníferas del país ha sido afectada por el fuego

Orozco, Alma, Vázquez, Carlos (1991) mencionan que “El fuego también tiene efecto

sobre la fertilidad del suelo, ya que permite la liberación de ciertos nutrientes y la

volatización de otros, cambiando así las condiciones de fertilidad del lugar que afecta” (P.

21).

La desaparición de los arboles es el deterioro más fácil de apreciar y evaluar, ya que el

paisaje cambia radicalmente sobre extensas áreas.

Antes de la colonización los bosques presentaban el 60% de la superficie del territorio

mexicano. Cuando llegaron los conquistadores, esta se encontraba en un 56%

aproximadamente y en 1984 se había reducido a un 22%.

Sólo en lo que va del siglo la pérdida de la superficie arbolada se calcula en 18 000 000

hectáreas de bosques y 26 000 000 hectáreas de selvas, es decir, el 19% del total del
territorio ha perdido su vegetación arbórea en menos de un siglo (Jardel Peláez, 1985), P.

23.

Un gran ejemplo del efecto que el hombre ha causado sobre la vegetación arbolada se

puede ver en el estado de Tlaxcala, del que se calcula que tenía una superficie de 350 000

hectáreas de bosques. En 1949 tenía solo 108 000 hectáreas y en 1978 tan solo 68 000

hectáreas.

El mismo autor menciona que en México, año con año, las causas principales de

desaparición del bosque son: cambio de uso del suelo de forestal a agrícola, que él calcula

en alrededor de 200 000 hectáreas al año, y los efectos de la explotación legal y clandestina

de los recursos forestales.

El pastoreo también participa en el deterioro del ambiente y este se inicia a partir de la

conquista.

Después de la introducción del ganado vacuno, ovino, caprino y caballar, fue necesario

extender la superficie del pastoreo mediante el desarrollo de praderas, introduciéndolas en

las zonas arbóreas.

El efecto del pastoreo sobre la vegetación depende de varios factores, como el tipo de

ganado, la densidad de los hatos, características de la comunidad vegetal y del suelo. El

pastoreo en México se practica con gran frecuencia y afecta considerablemente la

regeneración de los árboles, pues sus plantas son vulnerables a ser eliminadas por el

ganado. El suelo por el continuo apisonamiento se endurece, dificultando la oxigenación de

las raíces y el establecimiento de plantas.


Con respecto a los matorrales desérticos, los daños producidos por las cabras son

extraordinariamente graves, pues estos animales son capaces de devorar plantas suculentas,

de muy lento crecimiento, aunque estén provistas de las más agudas espinas. No cabe duda

de que el pastoreo de caprinos es una de las principales causas de deterioro de las

comunidades naturales desérticas.

En la formación de un suelo capaz de sostener vida vegetal y animal participan una serie de

factores físicos, químicos y biológicos que conducen a la gradual desintegración de las

rocas de la corteza terrestre para formar esa mezcla compleja de partículas minerales y

orgánicas que constituyen el suelo fértil.

El desgaste del suelo se produce por el transporte, por la acción del agua o del viento, de un

lugar a otro de los materiales que lo forman. Éste es un proceso natural de la corteza

terrestre visto en una escala geológica de tiempo.

La acción humana ha cambiado en muchos sitios el equilibrio de fuerzas entre el proceso de

formación de suelo y el de erosión, principalmente a través de la eliminación de la cubierta

vegetal natural de los terrenos dedicados a la agricultura o al pastoreo. Esto acelera el

acarreo del suelo por el agua en los terrenos en pendientes o su arrastre por el viento en las

planicies. Algunas características del clima también tienden a afectar la velocidad con la

que se da el proceso erosivo.

La erosión acelerada está ligada a la agricultura y al pastoreo desde que estas actividades

existen, y ha alterado ya grandes extensiones del paisaje terrestre. Su efecto es mucho más

grave en los terrenos en pendiente que en los terrenos planos, y en los climas marcadamente

estacionales se manifiesta con mayor gravedad que en los climas benignos y húmedos.
La formación del suelo fértil ha tomado mucho tiempo y es el recurso natural más

importante para la vida del hombre; no obstante, su destrucción acelerada es uno de los

procesos de daño ecológico más graves, que ha sido ya la causa de muchos de los males que

aquejan a la humanidad, como hambrunas, miseria, desempleo, emigraciones masivas,

etcétera.

Todas las formas de deterioro ambiental han puesto en peligro la existencia de muchas

plantas y animales y que de hecho ya han ocasionado la extinción de muchas especies.

En México, las especies de plantas y animales que se encuentran en peligro de desaparecer

se hallan en esta situación por dos motivos principales: la sobreexplotación de los individuos

de cada especie y la destrucción de su hábitat natural.

La destrucción o reducción del hábitat natural es sin duda el principal factor que está

poniendo en peligro la sobrevivencia de la mayoría de las especies, pues una vez destruido el

medio ambiente al cual una especie está adaptada, su posibilidad de recuperarse a través de

la reproducción queda virtualmente eliminada.

La extinción de especies se ha dado en forma normal desde que existe vida en el planeta

Tierra. En el registro fósil encontramos muchas formas de vida que existieron en el pasado y

que ya no se encuentran más. Ha habido además varios periodos de extinción masiva de

especies que probablemente fueron causados por grandes catástrofes naturales a escala

global. Una de las más conocidas extinciones masivas fue la de los dinosaurios, hace 65

millones de años.
LA PREOCUPACIÓN por la conservación de la naturaleza es un fenómeno nuevo en la

sociedad mexicana, que afortunadamente se extiende cada día a sectores más amplios de la

población.

Una de las formas más realistas de conservar la naturaleza es hacerla producir sin destruirla;

es decir, obtener los beneficios que una comunidad natural puede proporcionar sin

conducirla hacia un deterioro irreversible.

Los bancos de germoplasma pueden ser reservas biológicas, bancos de propágulos como

semillas o esporas, bancos de tejidos en cultivo o congelados, bancos de cultivo de

microorganismos, jardines zoológicos y botánicos, etc. En la conservación de la diversidad

biológica todas las estrategias pueden ser válidas y deben ser exploradas.

Este libro te muestra y te resume los daños que hemos realizado a México y al planeta,

dándonos a entender que nuestras acciones ponen en riesgo a las comunidades naturales y

en cierto modo a nosotros mismos.

Estuve leyendo el libro, aunque este un poco desactualizado para nuestras épocas,

realmente pone en contexto lo que es la destrucción de la naturaleza, principalmente en

México, por lo que nos pone a pensar en el grave daño que estamos ocasionando a nuestras

comunidades naturales. También nos plantea algunas iniciativas para así poder combatir la

destrucción del medio ambiente, y evitar darle problemas a las especies que viven en los

sitios naturales.

Leer el libro te ayudara a entender mejor este tema y comprender como ha sucedido la

destrucción de la naturaleza a través de el tiempo, cuales son las causas principales y como

la sociedad ha ayudado a combatir la destrucción de las comunidades naturales.

También podría gustarte