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Con todo, y en aras de la verdad histórica, que como dice mi buen amigo, pensador, escritor,
poeta y quizás loco, Juan Ramón Saravia, “La verdad histórica , no es lo mismo que la opinión
popular” habrá entonces que iniciar este articulo diciendo que lo justo es hablar NO de la Reforma
sino de las reformas del siglo XVI., ya que pronto esta efervescencia religiosa, iniciada en
Sajonia(hoy Alemania) se extendió, ya por la influencia de los escritos de Lutero, o como
movimientos autóctonos, a revueltas independientes y con sus propias características.- Aquí y
allá, en el viejo continente, surgieron nuevas organizaciones eclesiásticas desde las más
conservadoras hasta las más radicales., desde las que mantuvieron, y retuvieron casi intacto el
culto y forma de gobierno eclesiástico medieval, hasta aquellas que hicieron una ruptura más “ a
profundis” con el pasado.
Inglaterra, que es lo que corresponde al presente escrito, para los días de Lutero había tenido ya
no solo una larga historia de choques frontales entre la Corona y la Tiara, los reyes ingleses y el
papado de Roma, sino una larga tradición de movimientos independentistas y de reforma tan
antiguos como el siglo VII de nuestra era.- Después, y desde la conquista de los normandos ca.
Siglo XI, la autoridad papal y soberanía sobre esas tierra había sido rechazo u aceptado según las
ocasiones y conveniencia.- Posteriormente en el siglo XIV Juan wiclife, conocido o designado
como “ El Astro Matutino de la Reforma” había iniciado en esas latitudes, y siglos antes que
Lutero, un movimiento de reforma que incluyo lo teológico, lo litúrgico, lo Bíblico -
lingüístico(tradujo la versión Vulgata de la Biblia del latín al Ingles) y lo Homilético, preparando
predicadores laicos y enviándoles, según el modelo evangélico, de dos en dos a predicar.
Estos predicadores laicos llegaron a ser conocidos como “Lolardos” y la tradición del lolardismo se
mantuvo viva, en las tierras inglesas, y de manera latente, hasta el surgir de las reformas en el
siglo XVI.
Los escritos de Lutero que pronto, y gracias a la imprenta y el comercio, habían sido introducidos
en tierras inglesas circulaban, y eran leídos, tanto por el pueblo en general, como por la
aristocracia y la realeza inglesa.- Prueba de ello es que el mismo Rey del momento, Enrique VIII, un
monarca con una alta educación, versado en las leguas clásica Hebreo, Latín y Griego, y siempre
interesado en lo que acontecía en el continente, tenía acceso a los mismos y se dispuso a refutar
los escritos de la revuelta alemana, en particular el libelo de Lutero sobre Los Siete sacramentos,
con un escrito propio titulado: “En defensa de Los Siete Sacramentos”( Assertio Septem
Sacramentorum) que dedico al papa reinante León X.- Esta obrita, escrita en latín, le valió a
Enrique, y hasta nuestros días a los o las monarcas ingleses, el título de : Fidei
Defensorem(defensor de la fe).
Vale la pena decir que esta es la forma, y no otra, como Enrique VIII se envuelve o entra en el
escenario de las convulsiones reformistas.- Como un buen católico que se siente movido, o quizás
inspirado, a responder a los ataques de que estaba siendo objeto su amada iglesia.
La ruptura con Roma, en la que si se vio envuelto y de manera directa Enrique VIII, fue una
cuestión de accidentes políticos y pasiones personales, y, no quiero perder tiempo en ello., pero si
un nombre le podemos dar al acontecer de esa ruptura es el nombre de Cisma.- Un cisma es el
rompimiento de la unidad dejando integra la fe.- Enrique VIII remplazo la figura Papa de Roma en
el catolicismo inglés, por sí mismo para complacer sus caprichos, pero no reformo en nada la
teología, el culto o la organización eclesiástica de la Iglesia de sus días, por el contrario reafirmo el
entendimiento católico en cada punto de la fe y persiguió con crueldad todo brote de
“luteranismo” en sus dominios.
Para la muerte de Enrique VIII, 1547 a los 55 años, los sentimientos e ideas de reforma estaba ya
bien afincados en el pueblo , buena parte del clero inglés, los altos puestos eclesiásticos, como el
Arzobispado de Canterbury cuyo cabeza en esos días era el célebre Tomas Cranmer, y
considerable número de la nobleza.
Sucede, en el trono inglés, a Enrique su hijo Eduardo nacido de Juana de Seymour con tan solo 9
años de edad y de corta vida muriendo a los 15.- Durante este corto reinado, y quizás gracias a la
influencia del Lord Protector, la causa reformista avanzo en Inglaterra con marcada influencia
Zwingliana ( Urlico Zwinglio).- Se da libertad de matrimonio al clero, el mismo Arzobispo Tomas
Cranmer contrae nupcias con la sobrina del reformador luterano Andreas Osciander, el oficio
devino es dicho ahora en inglés y usando el recién publicado Libro de Oración Común, se
reconocen, en tono con las reformas continentales, solo dos sacramentos: El bautismo y La cena
del Señor, la comunión en dos especies, se enfatiza la predicación, se eliminan los excesos
litúrgicos y teológicos, hay una comunicación fluida con los principales reformadores continentales
especialmente con los de Suiza Alemana y francesa etc reteniendo, dentro de este movimiento
reformista, el orden tradicional universal de obispos, presbíteros y diáconos .
Al tipo de reforma que tomo lugar en Inglaterra usualmente se le conoce como El Péndulo de la
Reforma y como Reforma Magisterial.- Lo primero porque oscilaba de uno a otro extremo.-
Católica unida a Roma, Católica independiente de Roma con Enrique VIII, Protestante Zwingliana
con Eduardo VI, de nuevo Católica unida a Roma con María I y finalmente Protestante de mucha
influencia Calvinista bajo Isabel I.- Magisterial porque a diferencia de lo que ocurría en el
continente donde los movimientos de reforma tenían el calor popular(del pueblo) en Inglaterra la
reforma dependía de los magistrados(reyes o reinas) y en la corte se definía la forma de
cristianismo del país: Católico o Protestante.
El tercer momento en la reforma inglesa o Reforma Anglicana ocurre con la ascensión al trono
ingles de Isabel I.- Hija de Enrique VIII y Ana Bolena protestante por convicción, y por ser, lo que
políticamente convenía para tener derecho al trono.- En su largo reinado se afianzo, con el
llamado Asentamiento Elizabetano, su ideal de reforma para el pueblo inglés: