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Conclusion

Los problemas teóricos antes señalados son imposibles de superar por los medios de la propia
teoría. Por eso son, siguiendo la misma lógica de Wallerstein, ‘crisis’. Primero, como teoría de
sistemas, la teoría queda relegada al reino de la macrosociología, sin poder explicar estructuras y
procesos del sistema-mundo que debiese estar en condiciones de abordar. Segundo, la crítica a la
economía/política carece de herramientas para comprender procesos sociales complejos que
incluyan variables que solo tangencialmente se relacionan con estos dos subsistemas sociales.
Tercero, el eje libertad-igualdad no se encuentra totalmente justificado como contradicción
central para el sistema-mundo, inclusive si se considera que este remite solamente a las esferas
política y económica.

La segunda dificultad apunta a una complejización del enfoque y a una flexibilización de las
posibilidades de cambio en el sistema-mundo. Las teorías político-económicas, como la de
Wallerstein, muestran déficits explicativos importantes, especialmente cuando se centran en
fenómenos complejos. Variables sociales de índole distinta a lo meramente político y económico
aparecen como candidatas evidentes. La tercera dificultad representa un desafío a la tendencia
ilustrada heredada del marxismo. La crisis del sistema-mundo, en tanto crisis, abre posibilidades
estructurales a fenómenos inciertos y cambios evolutivos en distintas escalas. Si es que no es
descartable que el dilema de la igualdad y la libertad esté en el centro de la crisis, pero tampoco
que estas dos variables sean las protagonistas del cambio, entonces los enfoques evolutivos
abiertos a la contingencia tienen mucho que decir al respecto. Los problemas teóricos antes
señalados y las alternativas propuestas no agotan, por supuesto, las dificultades que enfrenta una
teoría de pretensión global como la de Wallerstein. Cuestiones como el lugar de la teoría del
sistema-mundo en el sistema-mundo que esta describe abren interrogantes quizás más profundas
que las tres anteriores.

Más que potenciar su análisis, el ensamblaje que realiza entre las propuestas teóricas de Braudel,
la CEPAL de Prebisch y el marxismo, termina generando una armazón teórica que manifiesta sus
debilidades cuando se la confronta como tal, más allá de la riqueza de datos y fuentes de
información que acompañan sus estudios históricos sobre el sistema-mundo.

La falta de discusión sobre los elementos y supuestos que sostienen sus opciones políticas dejan
a éstas también en un campo de enorme fragilidad y con propuestas vagas que no se compadecen
con la posición asertiva con que descalifica toda formulación política que se aleje del modelo
que construye sobre el empoderamiento de los nuevos movimientos antisistémicos, la
atomización del poder político, y un poderoso sistema -mundo que se desploma o bien cambia de
manera controlada

Nunca el Sistema-Mundo había tenido tantas experiencias políticas y morales como ahora para
una lucha por la democracia, la justicia y la dignidad. Hay otro mundo sin fronteras donde todos
los grupos sociales organizados pueden intervenir, construir el mundo de acuerdo con sus
intereses y hacer realidad sus sueños. Este es el mundo que anuncia Wallerstein, siempre que se
presenten las condiciones necesarias para que la voluntad de la humanidad lo haga posible. La
conclusión es que el futuro está exclusivamente en las manos de todos nosotros.

Bibliografía
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-
57952015000100007. (s.f.).
https://es.slideshare.net/sharonmaestria/presentacin3-sistema-mundo. (s.f.).
https://www.cepchile.cl/cep/site/docs/20191205/20191205152238/rev156_hcadenas.pd
f. (s.f.).

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