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Acta de Corte Plena Nº 049 - 2018

Artículo XXXVI
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Fecha: 22 de Octubre del 2018


Descriptores/Temas: Conflictos de competencia

ARTÍCULO XXXVI
Documento 7408, 7410, 9999, 10001-18, 11438, 11949, 12179-2018 y 12180-2018
El servidor Daniel Salas Blanco, Técnico Judicial del Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, en nota de 8 de junio
último, expresó:
“En cumplimiento de lo dictado en la resolución número 197-2018, de las ocho horas del nueve de mayo del dos mil dieciocho,
dictada por la Sección Tercera del Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, se elevan ante su autoridad las piezas
del expediente 17-002330-1027-CA, a fin de que sea resuelto el conflicto de competencia planteado.”

-0-
La Secretaría General de la Corte, remitió las diligencias para su análisis e informe a la Dirección Jurídica, a esos efectos los
máster Rodrigo Campos Hidalgo y David Zeledón González, por su orden Director interino y Coordinador del Área de
Procedimientos Disciplinarios y Jurisdiccionales de la citada Dirección, en oficio N° DJ-2886-18, del 27 de agosto de 2018,
comunicaron lo siguiente:
“En atención a su oficio N° 6699-2018 del tres de julio de dos mil dieciocho, en cual solicita criterio sobre el conflicto de
competencia planteado por el Tribunal Contencioso y Civil de Hacienda, en el expediente No. 17-002330-1027-CA, ante el Consejo
Superior del Poder Judicial, hago de su estimable conocimiento:

I.- Antecedentes:

1.La Municipalidad de Liberia trasladó al Juzgado de Trabajo de Menor Cuantía de Liberia el expediente administrativo del señor
Walter Cortés Aragón, para su conocimiento como Jerarca Impropio, que contiene recurso de apelación contra la acción de
personal de fecha veintinueve de abril de dos mil dieciséis, INST No. 07458. Ese Juzgado se declaró incompetente en razón de la
materia, y como consecuencia la Municipalidad remitió el asunto al Tribunal Contencioso y Civil de Hacienda, quien a su vez,
planteó conflicto de competencia ante la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia.

2. En sentencia de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia No. 001406-C-S1-2017, de las once horas cincuenta minutos
del nueve de noviembre de dos mil diecisiete, se conoció el conflicto de competencia planteado por el Tribunal Contencioso
Administrativo y Civil de Hacienda, advirtiendo esa Sala que únicamente podría conocer el recurso cuando intervenga una
autoridad administrativa y una jurisdiccional, de manera tal que resolvió lo siguiente:

“POR TANTO

Se omite pronunciamiento sobre la consulta formulada. Devuélvase el expediente al Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de
Hacienda, para lo que corresponda”.

3. Posteriormente, en resolución del Tribunal Contencioso y Civil de Hacienda, Sección Tercera, de las ocho horas del nueve de
mayo de dos mil dieciocho, sobre el conflicto de competencia en proceso incoado como recurso de apelación impropio en el
Juzgado Civil y Trabajo del Primer Circuito Judicial de Guanacaste (Liberia), entre Walter Cortes Aragón y la Municipalidad de
Liberia, resolvió lo siguiente:

“En razón de lo expuesto, estimado que el presente proceso resulta del conocimiento de la jurisdicción laboral no en su función
jurisdiccional sino como Jerarca Impropio, al tenor de lo que dispone los numerales 101, 102, 103 de la Ley General de la
Administración Pública en relación con el artículo 81 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, se resuelve PLANTEAR EL PRESENTE
CONFLICTO DE COMPETENCIA, ante el Consejo Superior del Poder Judicial para lo de su cargo. Elévense ante el Superior las
piezas del expediente. Notifíquese.”.
En razón a lo anterior, la resolución del conflicto del competencia planteado por el Tribunal de cita, es competencia del Consejo
Superior del Poder Judicial según el artículo 73 de la Ley General de Administración Pública, ya que nos encontramos ante una
situación especial de órganos jurisdiccionales resolviendo no en su función jurisdiccional sino administrativa, como jerarca impropio,
cuyo superior en ese ámbito es el citado Consejo.

II.- Análisis de Jurisprudencia relacionada con el caso en estudio:

En relación con la figura estudiada, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en su resolución de las catorce horas
treinta y siete minutos del primero de junio del dos mil cinco –expediente N° 04-005845-007-CO–, hizo énfasis al tema de jerarquía
impropia exponiendo lo siguiente:

“Frente a la jerarquía propia se encuentra el denominado control no jerárquico o la jerarquía impropia, así denominada, puesto
que, en los supuestos en que cabe quien conoce y resuelve en grado es no es el superior jerárquico sino la instancia que indique
expresamente la ley, se trata de una jerarquía legal y no natural. Ese contralor no jerárquico puede ser un órgano administrativo
que, generalmente, en nuestro ordenamiento jurídico administrativo, asume la forma de desconcentrado en grado máximo -
jerarquía impropia monofásica-, garantizándose de esa forma independencia e imparcialidad al distorsionarse -o prácticamente
desaparecer-la relación jerárquica y el ejercicio de una competencia exclusiva de revisión (v. gr. el Tribunal Fiscal Administrativo
respecto de las resoluciones de la Administración Tributaria, artículos 156, 157, 158 del Código de Normas y Procedimientos
Tributarios (…)) o bien un órgano adscrito al Poder Judicial -jerarquía impropia bifásica- que ejerce, en tal caso, una función
materialmente administrativa (v. gr. el Tribunal Contencioso Administrativo frente a los acuerdos adoptados por los Concejos
Municipales, artículos 173 de la Constitución Política, 84, 85 y 86 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-
Administrativa, No. 3667 del 12 de marzo de 1966, 156, párrafo 2°, del Código Municipal y Ley de Creación de la Sección Tercera,
No. 7274 del 10 de diciembre de 1991 (…)). El contralor no jerárquico, a tenor de lo establecido en el artículo 181 de la Ley
General de la Administración Pública, puede revisar, únicamente, la legalidad del acto en virtud de recurso administrativo y debe
decidir dentro del límite de las pretensiones y cuestiones de hecho planteadas por el recurrente pudiendo aplicar una norma no
invocada en el recurso. Sin embargo, en nuestro ordenamiento jurídico al encontrarse plenamente recogidos en la ley positiva los
límites de la discrecionalidad (artículos 15, 16, 17, 158, párrafo 4°, y 160 de la Ley General de la Administración Pública)
eventualmente, el contralor no jerárquico puede revisar, también, la oportunidad, conveniencia o mérito del acto impugnado”.

De manera complementaria, la Sala en su voto No. 6396-2011 –expediente No. 10-016033-0007-CO–, de las quince horas veinte
minutos del dieciocho de mayo de dos mil once, sobre un tema de Jerarquía Impropia, referente a un asunto propiamente laboral,
defiende la siguiente tesis:

“(…) Dado que en la sentencia número 04-08016 de las dieciséis horas con veintiséis minutos del veintiuno de julio de dos mil
cuatro la Sala, al examinar la constitucionalidad del artículo 150 del Código Municipal -objeto de la duda de constitucionalidad
planteada en esta consulta- consideró que el Tribunal de Trabajo que conoce de la apelación que interponga un servidor municipal
contra su despido conoce como órgano jurisdiccional y no como jerarca impropio en los términos de lo dispuesto en el artículo 173
de la Constitución Política –criterio reiterado en la sentencia número 04-011879 de las catorce horas con cuarenta y ocho minutos
del veintisiete de octubre de dos mil cuatro-, se aclara y adiciona la sentencia número 2011-003605 de las trece horas y treinta y
dos minutos del dieciocho de marzo de dos mil once, en el sentido de que se rectifica y cambia el criterio de este Tribunal
consignado en las sentencias dichas y se declara que los tribunales de trabajo que conocen de los despidos de los servidores
municipales en aplicación de lo dispuesto en el artículo 150 del Código Municipal lo hacen en ejercicio de la jerarquía impropia
establecida en el artículo 173 de la Constitución Política y no en funciones de órgano jurisdiccional. En los términos dichos queda
adicionada y aclarada la sentencia número 2011-003605 de las trece horas y treinta y dos minutos del dieciocho de marzo de dos
mil once (…)”. (El destacado no es del original).

Manteniendo la misma línea, la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, en el voto No. 855-C-S1-2017, de las trece horas
veintiséis minutos del veintiuno de julio de dos mil diecisiete, dentro del expediente No. 15-000216-1127-LA, sobre un recurso de
competencia planteado en ocasión de un recurso de apelación contra un acto administrativo municipal, expuso:

“(…) Previo al análisis de competencia, se deben hacer algunas precisiones. En primer término, la pretensión de la parte actora es
que se declare con lugar “…el presente RECURSO DE APELACIÓN Y NULIDAD
ABSOLUTACONCOMIETANTEMENTE (sic) establecido en contra de la RESOLUCIÓN ADMINISTRATIVA N° RES – 070 – 15 –
DAM emitida por la ALCALDÍA MUNICIPAL DE PÉREZ ZELEDÓN”, de lo que se colige, no es un proceso ordinario, como lo ha
venido tratando tanto el Juzgado de Trabajo como el Tribunal de lo Contencioso, sino que se está ante un recurso apelación del
acto administrativo sancionatorio dictado por la Municipalidad de Pérez Zeledón. En segundo término, y como consecuencia de lo
anterior, ambas autoridades conocerían del recurso de apelación, según se trate del caso, como superiores jerárquicos impropios,
de ahí que lo que resuelvan, agota la vía administrativa, que sería el espíritu y finalidad de la jerarquía impropia como lo señala el
numeral 173 de la Constitución Política que establece “ Los acuerdos Municipales podrán ser: 1) Objetados por el funcionario que
indique la ley, en forma de veto razonado; 2) Recurridos por cualquier interesado. En ambos casos si la Municipalidad no revoca o
reforma el acuerdo objetado o recurrido, los antecedentes pasarán al Tribunal dependiente del Poder Judicial que indique la ley
para que resuelva definitivamente”. Corolario de lo anterior, tanto el Juzgado de Trabajo, como el Tribunal de lo Contencioso
Administrativo no son órganos jurisdiccionales, sino jerarcas impropios administrativos, por lo que no les está facultado plantear
conflicto de competencia. El numeral 54 inciso 12) establece que la Sala Primera conocerá "...De los conflictos de competencia que
se planteen respecto de autoridades judiciales y administrativas..."
. De lo anterior se colige la Sala Primera solo podría conocer del conflicto planteado, cuando intervenga una autoridad
administrativa y una jurisdiccional lo que no sucede en el presente caso, que corresponde a uno de jerarquía impropia, donde la
voluntad del constituyente es que el jerarca -Juzgado de Trabajo o el Tribunal Contencioso Administrativo sección Tercera- sea el
que agote la vía administrativa, no como autoridades jurisdiccionales, sino como autoridades administrativas.

IV.-
Ahora bien, respecto del recurso de apelación, la Sala Constitucional en el voto 6396 de 2011 de las 15 horas 20 minutos del 18 de
mayo de 2011, declara que los tribunales de trabajo que conocen de los despidos de los servidores municipales en aplicación de lo
dispuesto en el artículo 150 del Código Municipal lo hacen en el ejercicio de la jerarquía impropia establecida en el artículo 173 de
la Constitución Política y no en funciones de órgano jurisdiccional. Como se ve, el pronunciamiento de la Sala Constitucional no
elimina la competencia de los juzgados de trabajo para intervenir en los mencionados procesos disciplinarios y solo interpreta que
esa competencia es para conocer de esos casos en jerarquía impropia y no como órgano jurisdiccional, porque esto último -se
entiende pues no se dice- sería contrario a la Constitución. Lo anterior implica que con motivo de ese pronunciamiento de la Sala
Constitucional, la competencia como tal, establecida en la ley para los juzgados varía únicamente en su contenido, en lo que toca a
la naturaleza y efectos de la decisión, pues se cambia de jurisdiccional (con efectos definitivos) a administrativa (con lo que sólo se
agota esa vía). Eso no se puede variar por una interpretación de los propios tribunales, pues las competencias públicas son
constitucionales o legales (artículo 11 y 121 inciso 20 constitucional), pudiendo delimitarse estas últimas, como ha sucedido en este
caso, por razones de constitucionalidad. En el caso de estudio, se está ante una sanción por “…supuestas infracciones a los
Reglamentos Internos que rigen la institución municipal en atención a una serie de llegadas tardías en las que había incurrido la
servidora Rosa Ceciliano Fallas…demostrando un aparente comportamiento irregular en el cumplimiento de la jornada laboral que
afecta el servicio público…” (Hecho primero descrito a folio 120), donde, de conformidad con la resolución apelada RES.-070-15-
DAM se le sancionó con 15 días hábiles de suspensión sin goce de salario, lo cual compete como jerarca impropio a los juzgados
de trabajo, según lo establece el artículo 150 del Código Municipal y la sentencia de la Sala Constitucional citada. De manera que
en criterio de esta Cámara, la apelación debe ser devuelta al Juzgado de Trabajo de Menor Cuantía del Primer Circuito Judicial de
la Zona Sur, Pérez Zeledón, para lo que corresponda, toda vez que no está facultado por Ley para declinar su competencia.”

III.- Criterio jurídico:

Inicialmente, es menester tener claridad sobre el concepto de Jerarquía Impropia, por lo cual, se toma en consideración el concepto
elaborado por el doctor Ernesto Jinesta Lobo, en su libro denominado “Tratado de Derecho Administrativo”, Tomo I, en el cual
expone que“El contralor no jerárquico (jerarquía impropia) es un órgano que fiscaliza la legalidad de la resolución del órgano
administrativo que le sube el grado (apelación) sin ser el superior jerárquico natural u ordinario de éste (artículos 180 y 181 de la
Ley General de la Administración Pública)”.

En ese orden de ideas, no es óbice indicar que la normativa costarricense establece la competencia del superior jerárquico en
materia administrativa, para conocer sobre los actos o acuerdos apelables en asuntos municipales, por lo cual el artículo 173 de la
Constitución Política, regula lo siguiente:

“Artículo 173.- Los acuerdos Municipales podrán ser:

1) Objetados por el funcionario que indique la ley, en forma de veto razonado;

2) Recurridos por cualquier interesado.

En ambos casos si la Municipalidad no revoca o reforma el acuerdo objetado o recurrido, los antecedentes pasarán al Tribunal
dependiente del Poder Judicial que indique la ley para que resuelva definitivamente”.

Por otro lado, el despacho encargado de atender los recursos de apelación contra la nulidad, ilegalidad o inoportunidad del acto
administrativo y contra aquellas decisiones de los funcionarios municipales que dependen directamente del concejo municipal, de
conformidad con el Código Municipal en sus artículos 165, 166 y 170, corresponde al Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de
Hacienda. No obstante, cuando se trate de asuntos laborales, de conformidad con el ordenamiento jurídico, la Jerarquía Impropia
es delegada al Juzgado Laboral, con base en el siguiente numeral:

Código Municipal. Artículo 159:

“Los servidores o servidoras podrán ser removidos de sus puestos cuando incurran en las causales de despido que determina el
artículo 81 del Código de Trabajo y las dispuestas en este Código.

El despido deberá estar sujeto tanto al procedimiento previsto en el libro segundo de la Ley general de la Administración Pública,
como a las siguientes normas:

a) En caso de que el acto final disponga la destitución del servidor o servidora, esta persona podrá formular, dentro del plazo de
ocho días hábiles, contado a partir de la notificación del acto final, un recurso de apelación para ante el tribunal de trabajo del
circuito judicial a que pertenece la municipalidad.
b) Dentro del tercer día, el alcalde o alcaldesa remitirá la apelación con el expediente respectivo a la autoridad judicial, que
resolverá según los trámites ordinarios dispuestos en el Código de Trabajo y tendrá la apelación como demanda. El tribunal laboral
podrá rechazar, de plano, la apelación cuando no se ajuste al inciso anterior.

c) La sentencia del tribunal de trabajo resolverá si procede el despido o la restitución del empleado o empleada a su puesto, con
pleno goce de sus derechos y el pago de los salarios caídos. En la ejecución de sentencia, el servidor o servidora municipal podrá
renunciar a ser reinstalado, a cambio de la percepción del importe del preaviso y el auxilio de cesantía que puedan corresponderle,
y el monto de dos meses de salario por concepto de daños y perjuicios.

d) El procedimiento anterior será aplicable, en lo conducente, a las suspensiones sin goce de sueldo, determinadas en el artículo
149 de esta Ley.

(Así reformado por el artículo 1° de la Ley N° 8773 del 1 de setiembre de 2009)

(Corrida su numeración por el artículo 1° de la ley N° 9542 "Ley de Fortalecimiento de la Policía Municipal" del 23 de abril del 2018,
que lo traspasó del antiguo artículo 150 al 159)”. (Énfasis suplido).

Una vez estudiado lo anterior, según la consulta que nos ocupa, sobre el conflicto de competencia interpuesto por el Tribunal
Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, debido al recurso de apelación incoado por el señor Walter Cortés Aragón contra la
acción de personal de fecha veintinueve de abril de dos mil dieciséis, INST No. 07458, y específicamente en razón de Jerarquía
Impropia, determina esta Dirección lo siguiente:

Le corresponde al Consejo Superior su conocimiento y no a la Corte Plena, según lo dispone el artículo 73 de la Ley General de
Administración Pública, ya que nos encontramos ante una situación especial de órganos jurisdiccionales resolviendo no en su
función jurisdiccional sino administrativa, como jerarca impropio, cuyo superior en ese ámbito es el citado Consejo. En este sentido,
la norma indica lo siguiente: “1. El órgano administrativo que se estime incompetente para la resolución de un asunto, remitirá
directamente las actuaciones al órgano que considere competente, si depende del mismo Ministerio. 2. Si se considera igualmente
incompetente el órgano que recibe el expediente, elevará éste ante el superior jerárquico común, a fin de que decida el conflicto de
competencia” (el destacado es nuestro).

De conformidad con el artículo 159 del Código Municipal, la Jerarquía Impropia delegada a un órgano superior para la atención de
un recurso de apelación, en materia laboral, es delegada al Juzgado Laboral que corresponda.

El Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda se encuentra imposibilitado para conocer del presente asunto, toda vez
que únicamente la ley le delega la atención de recursos de apelación contra actos de nulidad, ilegalidad o inoportunidad del acto
administrativo, que no tengan relación alguna con la materia laboral.

Analizado lo anterior, y para los efectos de la presente consulta, esta Dirección recomienda, resolver el presente conflicto de
competencia, trasladando el expediente al Juzgado Laboral correspondiente para la tramitación del recurso interpuesto por el señor
Walter Cortés Aragón, para lo que en derecho corresponda.

Todo lo anterior, con la finalidad de salvaguardar el principio de seguridad jurídica y garantizando el servicio público de calidad que
brinda la Administración Pública.

Dejamos así, evacuada su solicitud.”


-0-
Del mismo modo, la consulta se remitió a estudio del magistrado Solís, quien mediante correo electrónico recibido en la Secretaría
General de la Corte el 12 de octubre de 2018, manifestó:
“Dando respuesta a la solicitud de informe respecto del oficio no. 9265-2018, respecto de la solicitud de criterio en relación con los
conflictos de competencia planteados por el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda en los expedientes 17-002330-
1027-CA y 17-006302-1027-CA, me permito realizar las siguientes consideraciones:

OBJETO DEL INFORME

En los expedientes 17-002330-1027-CA y 17-006302-1027-CA, el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, plantea
conflicto de competencia ante el Consejo Superior del Poder Judicial.

En resumen, se trata de dos asuntos laborales de la Municipalidad de Liberia, los cuales son trasladados en apelación (jerarquía
impropia), al Juzgado Civil y Trabajo del Primer Circuito Judicial de Guanacaste, Liberia. Pero tanto ese despacho como el Tribunal
Contencioso Administrativo se declararon incompetentes para conocer del recurso. Este último Tribunal, como se analizará,
trasladó el conflicto al Consejo Superior, motivado por el criterio reiterado de la Sala Primera, la cual omite conocer esos conflictos
al tratarse de un problema de competencias entre jerarquías impropias y no entre una autoridad administrativa y una jurisdiccional
o entre ambas jurisdicciones (en funciones de órgano jurisdiccional).
Una vez planteados esos dos conflictos, pregunta la Secretaría General de la Corte, con instrucciones de la Presidencia ¿a cuál
órgano administrativo (Corte Plena o Consejo Superior) le correspondería resolver los conflictos de competencia planteados?

B) DEFINICIÓN Y ALCANCES DE LA JERARQUÍA IMPROPIA

Previo al análisis de los conflictos de competencia objeto de este informe, resulta indispensable realizar algunas aclaraciones
legales y jurisprudenciales sobre la jerarquía impropia en materia municipal y cuál es el tratamiento que la jurisprudencia de la Sala
Primera ha dado a los conflictos de esa índole cuando son planteados precisamente por esas jerarquías impropias (tribunales
laborales y contenciosos).

En este entendido, recuérdese, la impugnación de las decisiones y acuerdos municipales encuentra sustento expreso en el numeral
173 de la Constitución Política.

Ese precepto constitucional establece lo siguiente:

“ARTÍCULO 173.- Los acuerdos Municipales podrán ser:

1) Objetados por el funcionario que indique la ley, en forma de veto razonado;

2) Recurridos por cualquier interesado.

En ambos casos si la Municipalidad no revoca o reforma el acuerdo objetado o recurrido, los antecedentes pasarán al Tribunal
dependiente del Poder Judicial que indique la ley para que resuelva definitivamente.”.

La norma regula el denominado veto del Alcalde, pero además el recurso por cualquier interesado. A su vez, establece que en caso
de que la Municipalidad (en sentido amplio) no revoque o reforme el acuerdo objetado o recurrido, es decir, la decisión impugnada,
los antecedentes pasarán al Tribunal dependiente del Poder Judicial que indique la ley, para que resuelva definitivamente.

Luego, es el Código Municipal y el Código Procesal Contencioso Administrativo (CPCA) las fuentes que, de manera general,
desarrollan el régimen jurídico propio de la recurribilidad de las decisiones dictadas por las corporaciones locales.

Al tenor de lo dispuesto por el ordinal 162 del Código Municipal[1], tales decisiones pueden impugnarse a dos niveles:

1. En el primero se ubican los recursos internos, denominados de esa manera en virtud de que solo pueden invocarse por órganos
internos de la organización local. Se trata de:

- El veto del alcalde (artículos 173 inciso 1) constitucional, 17 inciso d) y 162 del Código Municipal).

- La revisión que pueden establecer los regidores contra los acuerdos municipales (artículos 27 inciso c) y 162 ibídem).

2. En el segundo, se ubican los recursos externos que solo pueden formularse por los interesados (artículo 173 inciso 2)
constitucional), sea, los destinatarios de las actuaciones. Aquí se encuentran los recursos ordinarios de revocatoria y apelación, y
el extraordinario de revisión.

En cuanto a este segundo grupo, que es lo que interesa en este informe, hay que resaltar que en la legislación municipal, se
establece que es el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, el despacho encargado de resolver los recursos de
apelación contra la nulidad, ilegalidad o inoportunidad del acto administrativo que emane del concejo municipal (ya sea
directamente o con motivo de la resolución de recursos en contra de acuerdos de órganos municipales jerárquicamente inferiores),
así como del alcalde (disposiciones 173 de la Constitución Política, 162, 163, 165 del Código Municipal, 189 y siguientes del CPCA).

Es decir, conforme al postulado del ordinal 173 de la Carta Magna, desarrollado en los numerales del Código Municipal y del CPCA
señalados, se define la competencia del Tribunal Contencioso Administrativo para actuar como jerarca impropio del régimen
municipal, lo cual, de acuerdo al precepto 181 de la Ley General de la Administración Pública, se limita a “…revisar sólo la legalidad
del acto y en virtud de recurso administrativo…”.

Esto es lo que se denomina “jerarquía impropia” y debe entenderse como una competencia legalmente otorgada a determinada
instancia, diferente a la del superior jerárquico, para conocer y resolver en grado, las impugnaciones que se presenten contra las
actuaciones administrativas.

Ha dicho la Sala Constitucional en la resolución 2005-06866 de las 14 horas 37 minutos del 01 de junio de 2005, lo siguiente:

“…Frente a la jerarquía propia se encuentra el denominado control no jerárquico o la jerarquía impropia, así denominada, puesto
que, en los supuestos en que cabe quien conoce y resuelve en grado es (sic) no es el superior jerárquico sino la instancia que
indique expresamente la ley, se trata de una jerarquía legal y no natural. Ese contralor no jerárquico puede ser un órgano
administrativo que, generalmente, en nuestro ordenamiento jurídico administrativo, asume la forma de desconcentrado en grado
máximo -jerarquía impropia monofásica-, garantizándose de esa forma independencia e imparcialidad al distorsionarse -o
prácticamente desaparecer- la relación jerárquica y el ejercicio de una competencia exclusiva de revisión (…) o bien un órgano
adscrito al Poder Judicial -jerarquía impropia bifásica- que ejerce, en tal caso, una función materialmente administrativa (v. gr. el
Tribunal Contencioso Administrativo frente a los acuerdos adoptados por los Concejos Municipales, artículos 173 de la Constitución
Política [y actualmente el ordinal 165, párrafo 3°, del Código Municipal] (…) El contralor no jerárquico, a tenor de lo establecido en
el artículo 181 de la Ley General de la Administración Pública, puede revisar, únicamente, la legalidad del acto en virtud de recurso
administrativo y debe decidir dentro del límite de las pretensiones y cuestiones de hecho planteadas por el recurrente pudiendo
aplicar una norma no invocada en el recurso. Sin embargo, en nuestro ordenamiento jurídico al encontrarse plenamente recogidos
en la ley positiva los límites de la discrecionalidad (artículos 15, 16, 17, 158, párrafo 4°, y 160 de la Ley General de la
Administración Pública) eventualmente, el contralor no jerárquico puede revisar, también, la oportunidad, conveniencia o mérito del
acto impugnado…”.

En ese entendido, el Tribunal Contencioso Administrativo, dentro de la función de contralor no jerárquico bifásico que debe ejercer,
resolverá la eventual apelación y dará por agotada la vía administrativa (artículo 31 inciso 1) del CPCA).

Frente a esta situación, si se trata de asuntos laborales, la jerarquía impropia es delegada al Juzgado Laboral, al tenor del cardinal
159 del Código Municipal que dispone lo siguiente:

“Artículo 159.-

Los servidores o servidoras podrán ser removidos de sus puestos cuando incurran en las causales de despido que determina el
artículo 81 del Código de Trabajo y las dispuestas en este Código.

El despido deberá estar sujeto tanto al procedimiento previsto en el libro segundo de la Ley general de la Administración Pública,
como a las siguientes normas:

a) En caso de que el acto final disponga la destitución del servidor o servidora, esta persona podrá formular, dentro del plazo de
ocho días hábiles, contado a partir de la notificación del acto final, un recurso de apelación para ante el tribunal de trabajo del
circuito judicial a que pertenece la municipalidad.

b) Dentro del tercer día, el alcalde o alcaldesa remitirá la apelación con el expediente respectivo a la autoridad judicial, que
resolverá según los trámites ordinarios dispuestos en el Código de Trabajo y tendrá la apelación como demanda. El tribunal laboral
podrá rechazar, de plano, la apelación cuando no se ajuste al inciso anterior.

c) La sentencia del tribunal de trabajo resolverá si procede el despido o la restitución del empleado o empleada a su puesto, con
pleno goce de sus derechos y el pago de los salarios caídos. En la ejecución de sentencia, el servidor o servidora municipal podrá
renunciar a ser reinstalado, a cambio de la percepción del importe del preaviso y el auxilio de cesantía que puedan corresponderle,
y el monto de dos meses de salario por concepto de daños y perjuicios.

d) El procedimiento anterior será aplicable, en lo conducente, a las suspensiones sin goce de sueldo, determinadas en el artículo
149 de esta Ley.

(Así reformado por el artículo 1° de la Ley N° 8773 del 1 de setiembre de 2009)

(Corrida su numeración por el artículo 1° de la ley N° 9542 "Ley de Fortalecimiento de la Policía Municipal" del 23 de abril del 2018,
que lo traspasó del antiguo artículo 150 al 159)” (lo resaltado no es del original).

Ahora bien, ha sido la propia Sala Constitucional, en el voto 6396-2011 de las 15 horas 20 minutos del 18 de mayo de 2011, quien
interpretó y aclaró que la intervención de los Juzgados de Trabajo en los procesos disciplinarios contra servidores municipales, lo
es para conocer de esos casos en jerarquía impropia establecida en la norma 173 de la Carta Magna y no como órgano
jurisdiccional.

En virtud de lo anterior, la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, en múltiples resoluciones de conflictos de competencia
surgidas en procesos de jerarquía impropia, entre los Juzgados de Trabajo y el Tribunal Contencioso Administrativo (entre otros el
del expediente 17-002330-1027-CA objeto de este informe), ha estimado que solo podía conocer del conflicto planteado, cuando
interviniera una autoridad administrativa y una jurisdiccional (teoría del cardinal 54 inciso 12 de la LOPJ), lo cual no sucedía en los
casos planteados, puesto que correspondía a un conflicto entre jerarquías impropias administrativas (según lo analizado por la Sala
Constitucional en el voto antes mencionado). Consecuentemente, la Sala Primera ha venido ordenando que, en esos supuestos, se
remita el expediente al Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda o a los Juzgados de Trabajo, para lo que
correspondiera (relevante en este sentido lo es el fallo de esa Sala no. 000855-C-S1-2017 de las 13 horas 26 minutos del 21 de
julio de 2017).

Esto que se acaba de mencionar, como se verá con más exactitud infra, sucedió en el proceso de jerarquía impropia de Walter
Cortés Aragón contra la Municipalidad de Liberia (expediente 17-002330-1027-CA), donde el Juzgado de Trabajo de Mayor Cuantía
de Liberia se declaró incompetente en razón de la materia y luego, la Municipalidad de Liberia en razón de lo resuelto, remitió la
apelación ante el Tribunal Contencioso Administrativo, el cual planteó conflicto de competencia ante esa Sala (quien finalmente
omitió conocer el conflicto por las razones explicadas).

Situación que replicó el Tribunal Contencioso Administrativo en el otro expediente que se analiza, el no. 17-006302-1027-CA, al
establecer las siguientes consideraciones en el auto 196-2018 de las 08 horas del 02 de mayo de 2018:

“(…) En virtud de lo anterior, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 150 y 161 párrafo final del Código Municipal, se
excluye de control de legalidad ante el Tribunal Contencioso Administrativo, las decisiones relativas a la materia laboral confiada al
alcalde o alcaldesa municipal, y, tal y como se evidencia del acto impugnado, en el presente asunto, el recurso se interpone contra
el acto de cese del nombramiento que ocupaba la recurrente en la Municipalidad de Liberia, en el cargo de Operativo Municipal 1-A
(Expediente digital, folio 33), en virtud del nombramiento de otra persona en dicho puesto; por lo que, no es competencia de este
Tribunal, conocer el recurso interpuesto por la señora Araya Valerio, correspondiéndole a la jurisdicción laboral, no en su función
jurisdiccional, sino como superior jerárquico impropio, entrar a conocer el recurso de apelación interpuesto. (Tal y como lo ha
señalado la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia en la resolución número 000174-C-S1-2015 de las diez horas seis
minutos del cuatro de febrero de dos mil quince). Así las cosas, esta Juzgadora considera que lo procedente es declinar la
competencia y plantear el correspondiente conflicto de competencia ante el Consejo Superior del Poder Judicial, lo anterior debido
a que tanto el Juzgado Civil y Trabajo del I Circuito Judicial de Guanacaste (Liberia), así como este despacho se encuentran
actuando en condición de Jerarcas Impropios Administrativos y no como órganos jurisdiccionales (…)” (folios 130 y 131 del
expediente digital no. 17-006302-1027-CA).

Dicho lo anterior, se desprenden las razones por las cuales, en ambos casos, el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de
Hacienda, formuló los presentes conflictos de competencia, pero ahora ante el Consejo Superior del Poder Judicial. Corresponde
con base en estas definiciones, valorar en cada expediente ¿a cuál órgano administrativo (Corte Plena o Consejo Superior) le
correspondería resolver los conflictos de competencia entre esas jerarquías impropias administrativas?

C) EXPEDIENTE 17-002330-1027-CA

Breves Antecedentes

i) El 23 de junio de 2016, ante el Juzgado de Trabajo del I Circuito Judicial de Guanacaste, Liberia, el señor Walter Cortes Aragón,
interpone recurso de apelación contra la acción de personal de fecha 27 de abril de 2016, no. INST no. 07458 suscrita por
funcionarios de recursos humanos y el Alcalde Municipal de Liberia (folio 41 del expediente digital).

ii) El Juzgado Civil y Trabajo del Primer Circuito Judicial de Guanacaste, a través de la sentencia de primera instancia 225-2016 de
las 9 horas 50 minutos del 19 de octubre de 2016, declaró mal admitido el recurso de apelación ante ese Juzgado, por no tener
competencia para resolver la impugnación presentada, sin entrar a conocer la solicitud de medida cautelar planteada (expediente
digital, folio 54).

iii) Por ello, el 16 de marzo de 2017, la Alcaldía Municipal admitió el recurso de apelación ante el Tribunal Contencioso
Administrativo y Civil de Hacienda (folio 02).

iv) A través de la resolución 178-2017 de las 10 horas 50 minutos del 04 de mayo de 2017, el Tribunal Contencioso planteó
conflicto de competencia ante la Sala Primera, al considerarse que el presente asunto era competencia del juez laboral (folio 59).

v) Como se indicó supra, la Sala Primera, mediante resolución no. 001406-C-S1-2017 de las 11 horas 50 minutos del 09 de
noviembre de 2017, remitió el expediente nuevamente al Tribunal Contencioso, al manifestar lo siguiente: “(…) esta Cámara solo
podría conocer del conflicto planteado, cuando intervenga una autoridad administrativa y una jurisdiccional lo que no sucede en el
presente caso, puesto que corresponde a un conflicto entre jerarquías impropias administrativas (…)” (folio 78).

vi) Por tal motivo, mediante resolución 197-2018 de las 08 horas del 09 de mayo de 2018, el Tribunal Contencioso presentó
conflicto de competencia ante el Consejo Superior del Poder Judicial, a efectos de que determine ¿cuál es el Jerarca Impropio
competente para conocer el recurso de apelación planteado? (folio 86).

2. Criterio sobre el particular

Se desprende del punto anterior, ambos despachos (laboral y contencioso) declinan la competencia, por lo que el Tribunal
Contencioso plantea el correspondiente conflicto de competencia ante el Consejo Superior del Poder Judicial para ser resuelto en
definitiva, ya que la Sala Primera no podía conocer del conflicto surgido, dado que el Juzgado Civil y Trabajo del I Circuito Judicial
de Guanacaste (Liberia), así como el Tribunal Contencioso se encuentran actuando en condición de jerarcas impropios
administrativos y no como órganos jurisdiccionales según lo ha definido la Sala Constitucional.

Analizado el asunto, se coincide con la Dirección Jurídica del Poder Judicial (oficio DJ-2886-18 del 27 de agosto de 2018) cuando
establece que corresponde al Consejo Superior del Poder Judicial, conocer el conflicto de competencia planteado por el Tribunal
Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda. Sin embargo, se brindan algunas estimaciones adicionales para sostener lo
anterior.
En efecto, se trata de un conflicto de competencias administrativas pues son dos Tribunales actuando como jerarquías impropias,
los cuales no definen sus competencias para conocer el recurso de apelación que interpuso Cortés Aragón contra el acto
administrativo de cese del nombramiento que ocupaba en la Municipalidad de Liberia, en el cargo de Operativo Municipal 1-B, en
virtud del nombramiento de otra persona en dicho puesto.

Ante ese escenario, no hay duda que es el Consejo Superior del Poder Judicial a quien le corresponde conocer el presente
conflicto de competencia; pues a la luz del numeral 67 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), a ese órgano le corresponde
ejercer la administración de este Poder con el fin de lograr la eficiencia de los tribunales (en este caso actuando como jerarquía
impropia). Es evidente que la LOPJ creó ese órgano administrativo general como el encargado de emitir las reglas y directrices de
funcionamiento administrativo.

Entonces, el numeral 67 del conjunto legal mencionado, comprende la competencia genérica del Consejo Superior como órgano
subordinado de la Corte Suprema de Justicia encargado de ejercer la administración y disciplina de este Poder. En apego a este
orden administrativo, el canon 81 incisos 16, 23 y 24 ibídem, establece las siguientes funciones de ese Órgano:

“Artículo 81.- Corresponde al Consejo Superior del Poder Judicial:…

16.- Dirigir, planificar, organizar y coordinar las actividades administrativas del Poder Judicial y proponer a la Corte, los reglamentos
correspondientes….

23.- Las demás actividades que sean propias de su cometido, en todo lo que no esté previsto de modo expreso en la presente Ley.

24.- Cualquier otra que le atribuya la ley…”.

De este modo, es al Consejo a quien le corresponde resolver cuestiones de carácter administrativo como la que se presenta en la
especie.
En todo caso, en la Ley General de la Administración Pública (LGAP), se encuentran una serie de normas que brindan las pautas a
seguir en caso de conflictos de competencia entre dos instancias administrativas.

La primera es el ordinal 103 ibídem que establece:

“Artículo 102.- El superior jerárquico tendrá las siguientes potestades:…

f) Resolver los conflictos de competencia o de cualquier otra índole que se produzcan entre órganos inferiores.”.

La otra disposición es el cardinal 73, el cual dice lo siguiente:

“Artículo 73.-

1. El órgano administrativo que se estime incompetente para la resolución de un asunto, remitirá directamente las actuaciones al
órgano que considere competente, si depende del mismo Ministerio.

2. Si se considera igualmente incompetente el órgano que recibe el expediente, elevará éste ante el superior jerárquico común, a
fin de que decida el conflicto de competencia.”

Con base en las citas legales apuntadas, es el Consejo Superior del Poder Judicial quien debe resolver el presente conflicto de
competencia y no la Corte Plena, pues se trata de una situación especial de órganos jurisdiccionales resolviendo no en función
jurisdiccional sino administrativa (jerarquía impropia), cuyo superior resulta ser el Consejo Superior.

No está de más indicar, a modo de conclusión, que el ordinal 159 del Código Municipal es claro en establecer la competencia del
Juzgado de Trabajo para conocer el recurso de apelación que interponga el servidor o servidora destituido o sancionado. Así debió
valorarlo el Juzgado de Trabajo de Liberia. No debe llamar a confusión la competencia de los Tribunales Contenciosos en caso de
analizarse nulidades de los actos de despido, porque se insiste, en estos expedientes los Tribunales están conociendo en jerarquía
impropia, no como órganos jurisdiccionales en un proceso de conocimiento, donde sí hubiese sido competente la Jurisdicción
contencioso administrativa.

En este caso concreto, el expediente administrativo de don Walter Cortés Aragón que contiene un recurso de apelación contra la
acción de personal no. INST 07458 suscrita por funcionarios de recursos humanos y el Alcalde Municipal, donde se le comunica el
cese del nombramiento en el puesto que ocupaba de manera interina en la Municipalidad de Liberia, encuentra asidero en el
supuesto de la norma 159 indicada.

Por ende, a manera de recomendación, lo correcto sería que el Consejo Superior remita el expediente al Juzgado Laboral
correspondiente para la tramitación del recurso de apelación interpuesto por el señor Cortés Aragón.
D) EXPEDIENTE 17-006302-1027-CA
1. Breves Antecedentes

i) El 27 de abril de 2016, mediante acción de personal no. INST 07437, emitida por el Departamento de Recursos Humanos y la
Alcaldía Municipal, se le comunicó a la señora Cristina Araya Valerio, el cese del nombramiento en el puesto que ocupaba en la
Municipalidad de Liberia como Operativo Municipal 1-A (expediente digital, folio 33).

ii) Por ese motivo, mediante memorial presentado ante el Ayuntamiento de Liberia, el 05 de mayo de 2016, la señora Araya Valerio
interpuso recurso de revocatoria con apelación en subsidio en contra de la acción de personal indicada (folio 36).

iii) El Municipio remitió al Juzgado de Civil y de Trabajo del Primer Circuito Judicial de Guanacaste, Liberia, el expediente
administrativo indicado, en aras de que se resolviera el recurso de apelación interpuesto (folio 72).

iv) Posteriormente, en escrito presentado ante el Juzgado de Trabajo del Primer Circuito Judicial de Guanacaste (Liberia), el 23 de
junio de 2016, la señora Araya Valerio interpuso recurso de apelación contra la acción de personal indicada (folio 77).

v) El Juzgado Civil y Trabajo del Primer Circuito Judicial de Guanacaste, a través de la sentencia de primera instancia 224-2016N de
las 14 horas 50 minutos del 18 de octubre de 2016, declaró mal admitido el recurso de apelación ante ese Juzgado por no tener
competencia para resolver la impugnación presentada (folio 120).

vi) En razón de lo anterior, mediante escrito presentado ante el Tribunal Contencioso Administrativo el 26 de junio de 2017, la
Alcaldía Municipal elevó el recurso de apelación ante ese Tribunal (folio 02).

vii) A través de la resolución 196-2018, de las 08 horas del 02 de mayo de 2018, el Tribunal Contencioso presenta conflicto de
competencia ahora ante el Consejo Superior del Poder Judicial, a efectos de que determine ¿cuál es el jerarca impropio
competente para conocer el recurso de apelación planteado? (folio 127).

2. Criterio sobre el particular

Nuevamente, ambos despachos (laboral y contencioso) declinan la competencia, por lo que el Tribunal Contencioso plantea el
correspondiente conflicto de competencia ante el Consejo Superior del Poder Judicial para ser resuelto en definitiva, ya que la Sala
Primera no podía conocer del conflicto surgido, dado que el Juzgado Civil y Trabajo del I Circuito Judicial de Guanacaste (Liberia),
así como el Tribunal Contencioso se encuentran actuando en condición de Jerarcas Impropios Administrativos y no como órganos
jurisdiccionales según lo ha definido la Sala Constitucional.

Analizado el asunto, se coincide con la Dirección Jurídica del Poder Judicial (oficio DJ-2899-18 del 27 de agosto de 2018) donde
establece que corresponde al Consejo Superior del Poder Judicial, conocer el conflicto de competencia planteado por el Tribunal
Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda. Sin embargo, al igual que en el caso anterior, se brindan algunas estimaciones
adicionales para justificar esa afirmación.

En efecto, se trata de un conflicto de competencias administrativas pues son dos Tribunales Judiciales actuando como Jerarquías
Impropias las que no se logran poner de acuerdo para conocer el recurso de apelación que interpuso la señora Araya Valerio
contra el acto administrativo de cese del nombramiento que ocupaba en la Municipalidad de Liberia, en el cargo de Operativo
Municipal 1-A, en virtud del nombramiento de otra persona en dicho puesto.

Ante ese escenario, no hay duda que es el Consejo Superior del Poder Judicial a quien le corresponde conocer el presente
conflicto de competencia; pues a la luz del numeral 67 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), a ese órgano le corresponde
ejercer la administración de este Poder con el fin de lograr la eficiencia de los tribunales (en este caso actuando como jerarquía
impropia). Es evidente que la LOPJ creó ese órgano administrativo general como el encargado de emitir las reglas y directrices de
funcionamiento administrativo.

Entonces, el numeral 67 del conjunto legal mencionado, comprende la competencia genérica del Consejo Superior como órgano
subordinado de la Corte Suprema de Justicia encargado de ejercer la administración y disciplina de este Poder. En apego a este
orden administrativo, el canon 81 incisos 16, 23 y 24 ibídem, establece las siguientes funciones de ese Cuerpo Colegiado:

“Artículo 81.- Corresponde al Consejo Superior del Poder Judicial:…

16.- Dirigir, planificar, organizar y coordinar las actividades administrativas del Poder Judicial y proponer a la Corte, los reglamentos
correspondientes….

23.- Las demás actividades que sean propias de su cometido, en todo lo que no esté previsto de modo expreso en la presente Ley.

24.- Cualquier otra que le atribuya la ley…”.

De este modo, es al Consejo a quien le corresponde resolver cuestiones de carácter administrativo como la que se presenta en la
especie.

En todo caso, en la Ley General de la Administración Pública (LGAP), se encuentran una serie de normas que brindan las pautas a
seguir en caso de conflictos de competencia entre dos instancias administrativas.

La primera es el ordinal 103 ibídem que establece:

“Artículo 102.- El superior jerárquico tendrá las siguientes potestades:…

f) Resolver los conflictos de competencia o de cualquier otra índole que se produzcan entre órganos inferiores.”.

La otra disposición es el cardinal 73, el cual dice lo siguiente:

“Artículo 73.-

1. El órgano administrativo que se estime incompetente para la resolución de un asunto, remitirá directamente las actuaciones al
órgano que considere competente, si depende del mismo Ministerio.

2. Si se considera igualmente incompetente el órgano que recibe el expediente, elevará éste ante el superior jerárquico común, a
fin de que decida el conflicto de competencia.”

Con base en las citas legales apuntadas, es el Consejo Superior del Poder Judicial quien debe resolver el presente conflicto de
competencia y no la Corte Plena, pues se trata de una situación especial de órganos jurisdiccionales resolviendo no en función
jurisdiccional sino administrativa (jerarquía impropia), cuyo superior resulta ser el Consejo Superior.

No está de más indicar, a modo de conclusión, que el ordinal 159 del Código Municipal es claro en establecer la competencia del
Juzgado de Trabajo para conocer el recurso de apelación que interponga el servidor o servidora destituido o sancionado. Así debió
valorarlo el Juzgado de Trabajo de Liberia. No debe llamar a confusión la competencia de los Tribunales Contenciosos en caso de
analizarse nulidades de los actos de despido, porque se insiste, en estos expedientes los Tribunales están conociendo en jerarquía
impropia, no como órganos jurisdiccionales en un proceso de conocimiento, donde sí hubiese sido competente la jurisdicción
contencioso administrativa.

En este caso concreto, el expediente administrativo de doña Cristina Araya Valerio, que contiene un recurso de apelación contra la
acción de personal con fecha 27 de abril de 2016 INST no. 07437, mediante la cual, la Alcaldía Municipal de Liberia le comunica el
cese del nombramiento en el puesto que ocupaba en la Municipalidad de Liberia, se ajusta al supuesto de la norma indicada.

Por ende, a manera de recomendación, lo correcto sería que el Consejo Superior remita el expediente al Juzgado Laboral
correspondiente para la tramitación del recurso de apelación interpuesto por la recurrente.

D) CONCLUSIONES

En mérito de las razones expuestas, de conformidad con las normas 73 y 102 de la LGAP, ambos conflictos de competencia
deberán ser resueltos de forma definitiva por el Consejo Superior del Poder Judicial, pues los despachos en conflicto se encuentran
actuando como jerarquías impropias y ese es el órgano superior de ambos de conformidad con los cardinales 61 y 81 de la LOPJ.

De igual forma, a modo de recomendación, al tratarse de ceses de nombramientos de funcionarios municipales, de conformidad con
la norma 159 del Código Municipal, el Consejo Superior debería -en principio-, remitir ambos expedientes al Juzgado Laboral
correspondiente para la tramitación de los recursos de apelación interpuestos por los recurrentes. 15

De esta forma, se rinde el criterio solicitado. Quedo a su disposición para cualquier adición o aclaración que estime pertinente.”
-0-
Por su parte, la licenciada Katherine Artavia Ortega, Coordinadora Judicial del Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de
Hacienda, en nota de 11 de setiembre último, expresó:
“Por haberse declarado Conflicto de Competencia mediante resolución N° 375-2018, de las siete horas cincuenta y cinco minutos
del veinticuatro de agosto del dos mil dieciocho en el expediente 18-00019-1529-LA de LAURA CHAVES MORA contra
MUNICIPALIDAD DE PURISCAL, se remite el presente asunto en formato digital para lo que corresponda.”

-0-
La Secretaría General de la Corte, remitió las diligencias para su análisis e informe a la Dirección Jurídica, a esos efectos los
máster Rodrigo Campos Hidalgo y David Zeledón González, por su orden Director interino y Coordinador del Área de
Procedimientos Disciplinarios y Jurisdiccionales de la Dirección Jurídica, en oficio N° DJ-3442-18, informaron lo siguiente:
“En atención a su oficio N° 10112-18 del veintiocho de setiembre de dos mil dieciocho, en donde solicita criterio sobre el conflicto de
competencia planteado por el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda ante el Consejo Superior del Poder Judicial,
el cual consta en el expediente No. 18-00019-1529-LA, hago de su estimable conocimiento:
I.- Antecedentes:

1. La licenciada Laura Chaves Mora, presentó recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra la notificación que contiene
el resultado del concurso externo número 2017-01 (la cual no corresponde a una resolución administrativa), remitida por el
Departamento de Recursos Humanos de la Municipalidad de Puriscal, por correo electrónico del veinticuatro de enero de dos mil
dieciocho.

2. En atención al recurso indicado, mediante resolución administrativa de la Municipalidad de Puriscal número 007-2018 de las
quince horas veintinueve minutos del treinta de enero en curso, se resolvió lo siguiente:

“Se declara con lugar el recurso de revocatoria planteado por la recurrente, únicamente en cuanto a la falta de notificación de un
acto administrativo que le permita ejercer sus derechos de impugnación, defensa y debido proceso, por lo que esta Alcaldía Ordena
al Departamento de Recursos Humanos de la Municipalidad de Puriscal, notificar a toda la nómina de oferentes el oficio AM-2018-
053. Entendiéndose rechazado el recurso en todo lo demás”.

3. La Municipalidad de Puriscal, en resolución número 008-2018 de las quince horas diecinueve minutos del cinco de febrero de
dos mil dieciocho, rechazó el recurso de revocatoria con apelación en subsidio, presentado por la señora Chaves Mora, contra la
resolución administrativa número 007-2018 y elevó el asunto a conocimiento del Juzgado Civil, Trabajo y Familia de Puriscal en su
condición de Jerarca Impropio. Dicho Juzgado, mediante sentencia de primera instancia de las ocho horas veinte minutos del veinte
de febrero en curso, se declaró incompetente en razón de la materia y remitió las diligencias a la Sección Tercera del Tribunal
Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda.

4. Posteriormente, la licenciada Laura Chaves Mora, solicitó al Tribunal Contencioso Administrativo la medida cautelar atípica prima
facie provisionalísima, rechazada por resolución 115-2018 de las trece trece horas del quince de marzo de dos mil dieciocho,
dictada por el citado Tribunal.

5. Por último, el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, Sección Tercera, en resolución número 375-2018, de las
siete horas cincuenta y cinco minutos del veinticuatro de agosto en curso, estimó que el presente proceso resulta de conocimiento
de la jurisdicción laboral en su función de Jerarca Impropio y resolvió plantear el conflicto de competencia ante el Consejo Superior
del Poder Judicial.

II.- Análisis de Jurisprudencia relacionada con el caso en estudio:

En relación con la figura estudiada, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en su resolución de las catorce horas
treinta y siete minutos del primero de junio del dos mil cinco –expediente N° 04-005845-007-CO–, hizo énfasis al tema de jerarquía
impropia exponiendo lo siguiente:

“Frente a la jerarquía propia se encuentra el denominado control no jerárquico o la jerarquía impropia, así denominada, puesto
que, en los supuestos en que cabe quien conoce y resuelve en grado es no es el superior jerárquico sino la instancia que indique
expresamente la ley, se trata de una jerarquía legal y no natural. Ese contralor no jerárquico puede ser un órgano administrativo
que, generalmente, en nuestro ordenamiento jurídico administrativo, asume la forma de desconcentrado en grado máximo -
jerarquía impropia monofásica-, garantizándose de esa forma independencia e imparcialidad al distorsionarse -o prácticamente
desaparecer-la relación jerárquica y el ejercicio de una competencia exclusiva de revisión (v. gr. el Tribunal Fiscal Administrativo
respecto de las resoluciones de la Administración Tributaria, artículos 156, 157, 158 del Código de Normas y Procedimientos
Tributarios (…)) o bien un órgano adscrito al Poder Judicial -jerarquía impropia bifásica- que ejerce, en tal caso, una función
materialmente administrativa (v. gr. el Tribunal Contencioso Administrativo frente a los acuerdos adoptados por los Concejos
Municipales, artículos 173 de la Constitución Política, 84, 85 y 86 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-
Administrativa, No. 3667 del 12 de marzo de 1966, 156, párrafo 2°, del Código Municipal y Ley de Creación de la Sección Tercera,
No. 7274 del 10 de diciembre de 1991 (…)). El contralor no jerárquico, a tenor de lo establecido en el artículo 181 de la Ley
General de la Administración Pública, puede revisar, únicamente, la legalidad del acto en virtud de recurso administrativo y debe
decidir dentro del límite de las pretensiones y cuestiones de hecho planteadas por el recurrente pudiendo aplicar una norma no
invocada en el recurso. Sin embargo, en nuestro ordenamiento jurídico al encontrarse plenamente recogidos en la ley positiva los
límites de la discrecionalidad (artículos 15, 16, 17, 158, párrafo 4°, y 160 de la Ley General de la Administración Pública)
eventualmente, el contralor no jerárquico puede revisar, también, la oportunidad, conveniencia o mérito del acto impugnado”.

De manera complementaria, esa misma Sala en su voto No. 6396-2011 –expediente No. 10-016033-0007-CO–, de las quince horas
veinte minutos del dieciocho de mayo de dos mil once, sobre un tema de Jerarquía Impropia, referente a un asunto propiamente
laboral, defiende la siguiente tesis:

“(…) Dado que en la sentencia número 04-08016 de las dieciséis horas con veintiséis minutos del veintiuno de julio de dos mil
cuatro la Sala, al examinar la constitucionalidad del artículo 150 del Código Municipal -objeto de la duda de constitucionalidad
planteada en esta consulta- consideró que el Tribunal de Trabajo que conoce de la apelación que interponga un servidor municipal
contra su despido conoce como órgano jurisdiccional y no como jerarca impropio en los términos de lo dispuesto en el artículo 173
de la Constitución Política –criterio reiterado en la sentencia número 04-011879 de las catorce horas con cuarenta y ocho minutos
del veintisiete de octubre de dos mil cuatro-, se aclara y adiciona la sentencia número 2011-003605 de las trece horas y treinta y
dos minutos del dieciocho de marzo de dos mil once, en el sentido de que se rectifica y cambia el criterio de este Tribunal
consignado en las sentencias dichas y se declara que los tribunales de trabajo que conocen de los despidos de los servidores
municipales en aplicación de lo dispuesto en el artículo 150 del Código Municipal lo hacen en ejercicio de la jerarquía impropia
establecida en el artículo 173 de la Constitución Política y no en funciones de órgano jurisdiccional. En los términos dichos queda
adicionada y aclarada la sentencia número 2011-003605 de las trece horas y treinta y dos minutos del dieciocho de marzo de dos
mil once (…)”. (El destacado no es del original).

Por su parte, manteniendo esa línea, la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, en el voto No. 855-C-S1-2017, de las trece
horas veintiséis minutos del veintiuno de julio de dos mil diecisiete, dentro del expediente No. 15-000216-1127-LA, sobre un recurso
de competencia planteado en ocasión de un recurso de apelación contra un acto administrativo municipal, expuso:

“(…) Previo al análisis de competencia, se deben hacer algunas precisiones. En primer término, la pretensión de la parte actora es
que se declare con lugar “…el presente RECURSO DE APELACIÓN Y NULIDAD
ABSOLUTACONCOMIETANTEMENTE (sic) establecido en contra de la RESOLUCIÓN ADMINISTRATIVA N° RES – 070 – 15 –
DAM emitida por la ALCALDÍA MUNICIPAL DE PÉREZ ZELEDÓN”, de lo que se colige, no es un proceso ordinario, como lo ha
venido tratando tanto el Juzgado de Trabajo como el Tribunal de lo Contencioso, sino que se está ante un recurso apelación del
acto administrativo sancionatorio dictado por la Municipalidad de Pérez Zeledón. En segundo término, y como consecuencia de lo
anterior, ambas autoridades conocerían del recurso de apelación, según se trate del caso, como superiores jerárquicos impropios,
de ahí que lo que resuelvan, agota la vía administrativa, que sería el espíritu y finalidad de la jerarquía impropia como lo señala el
numeral 173 de la Constitución Política que establece “ Los acuerdos Municipales podrán ser: 1) Objetados por el funcionario que
indique la ley, en forma de veto razonado; 2) Recurridos por cualquier interesado. En ambos casos si la Municipalidad no revoca o
reforma el acuerdo objetado o recurrido, los antecedentes pasarán al Tribunal dependiente del Poder Judicial que indique la ley
para que resuelva definitivamente”. Corolario de lo anterior, tanto el Juzgado de Trabajo, como el Tribunal de lo Contencioso
Administrativo no son órganos jurisdiccionales, sino jerarcas impropios administrativos, por lo que no les está facultado plantear
conflicto de competencia. El numeral 54 inciso 12) establece que la Sala Primera conocerá "...De los conflictos de competencia que
se planteen respecto de autoridades judiciales y administrativas..."

. De lo anterior se colige la Sala Primera solo podría conocer del conflicto planteado, cuando intervenga una autoridad
administrativa y una jurisdiccional lo que no sucede en el presente caso, que corresponde a uno de jerarquía impropia, donde la
voluntad del constituyente es que el jerarca -Juzgado de Trabajo o el Tribunal Contencioso Administrativo sección Tercera- sea el
que agote la vía administrativa, no como autoridades jurisdiccionales, sino como autoridades administrativas.

IV.-

Ahora bien, respecto del recurso de apelación, la Sala Constitucional en el voto 6396 de 2011 de las 15 horas 20 minutos del 18 de
mayo de 2011, declara que los tribunales de trabajo que conocen de los despidos de los servidores municipales en aplicación de lo
dispuesto en el artículo 150 del Código Municipal lo hacen en el ejercicio de la jerarquía impropia establecida en el artículo 173 de
la Constitución Política y no en funciones de órgano jurisdiccional. Como se ve, el pronunciamiento de la Sala Constitucional no
elimina la competencia de los juzgados de trabajo para intervenir en los mencionados procesos disciplinarios y solo interpreta que
esa competencia es para conocer de esos casos en jerarquía impropia y no como órgano jurisdiccional, porque esto último -se
entiende pues no se dice- sería contrario a la Constitución. Lo anterior implica que con motivo de ese pronunciamiento de la Sala
Constitucional, la competencia como tal, establecida en la ley para los juzgados varía únicamente en su contenido, en lo que toca a
la naturaleza y efectos de la decisión, pues se cambia de jurisdiccional (con efectos definitivos) a administrativa (con lo que sólo se
agota esa vía). Eso no se puede variar por una interpretación de los propios tribunales, pues las competencias públicas son
constitucionales o legales (artículo 11 y 121 inciso 20 constitucional), pudiendo delimitarse estas últimas, como ha sucedido en este
caso, por razones de constitucionalidad. En el caso de estudio, se está ante una sanción por “…supuestas infracciones a los
Reglamentos Internos que rigen la institución municipal en atención a una serie de llegadas tardías en las que había incurrido la
servidora RosaCeciliano Fallas…demostrando un aparente comportamiento irregular en el cumplimiento de la jornada laboral que
afecta el servicio público…” (Hecho primero descrito a folio 120), donde, de conformidad con la resolución apelada RES.-070-15-
DAM se le sancionó con 15 días hábiles de suspensión sin goce de salario, lo cual compete como jerarca impropio a los juzgados
de trabajo, según lo establece el artículo 150 del Código Municipal y la sentencia de la Sala Constitucional citada. De manera que
en criterio de esta Cámara, la apelación debe ser devuelta al Juzgado de Trabajo de Menor Cuantía del Primer Circuito Judicial de
la Zona Sur, Pérez Zeledón, para lo que corresponda, toda vez que no está facultado por Ley para declinar su competencia.”

III.- Criterio jurídico:

a).-Inicialmente, es menester tener claridad sobre el concepto de Jerarquía Impropia, por lo cual, se toma en consideración el
concepto elaborado por el doctor Ernesto Jinesta Lobo, en su libro denominado “Tratado de Derecho Administrativo”, Tomo I, en el
cual expone que “El contralor no jerárquico (jerarquía impropia) es un órgano que fiscaliza la legalidad de la resolución del órgano
administrativo que le sube el grado (apelación) sin ser el superior jerárquico natural u ordinario de éste (artículos 180 y 181 de la
Ley General de la Administración Pública)”.

En ese orden de ideas, no es óbice indicar que la normativa costarricense establece la competencia del superior jerárquico en
materia administrativa, para conocer sobre los actos o acuerdos apelables en asuntos municipales, por lo cual el artículo 173 de la
Constitución Política, regula lo siguiente:
“Artículo 173.- Los acuerdos Municipales podrán ser:

1) Objetados por el funcionario que indique la ley, en forma de veto razonado;

2) Recurridos por cualquier interesado.

En ambos casos si la Municipalidad no revoca o reforma el acuerdo objetado o recurrido, los antecedentes pasarán al Tribunal
dependiente del Poder Judicial que indique la ley para que resuelva definitivamente”.

Por otro lado, el despacho encargado de atender los recursos de apelación contra la nulidad, ilegalidad o inoportunidad del acto
administrativo y contra aquellas decisiones de los funcionarios municipales que dependen directamente del concejo municipal, de
conformidad con el Código Municipal en sus artículos 165, 166 y 170, corresponde al Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de
Hacienda. No obstante, cuando se trate de asuntos laborales, de conformidad con el ordenamiento jurídico, la Jerarquía Impropia
es delegada al Juzgado Laboral, con base en el siguiente numeral:
Código Municipal. Artículo 159:

“Los servidores o servidoras podrán ser removidos de sus puestos cuando incurran en las causales de despido que determina el
artículo 81 del Código de Trabajo y las dispuestas en este Código.

El despido deberá estar sujeto tanto al procedimiento previsto en el libro segundo de la Ley general de la Administración Pública,
como a las siguientes normas:

a) En caso de que el acto final disponga la destitución del servidor o servidora, esta persona podrá formular, dentro del plazo de
ocho días hábiles, contado a partir de la notificación del acto final, un recurso de apelación para ante el tribunal de trabajo del
circuito judicial a que pertenece la municipalidad.

b) Dentro del tercer día, el alcalde o alcaldesa remitirá la apelación con el expediente respectivo a la autoridad judicial, que
resolverá según los trámites ordinarios dispuestos en el Código de Trabajo y tendrá la apelación como demanda. El tribunal laboral
podrá rechazar, de plano, la apelación cuando no se ajuste al inciso anterior.

c) La sentencia del tribunal de trabajo resolverá si procede el despido o la restitución del empleado o empleada a su puesto, con
pleno goce de sus derechos y el pago de los salarios caídos. En la ejecución de sentencia, el servidor o servidora municipal podrá
renunciar a ser reinstalado, a cambio de la percepción del importe del preaviso y el auxilio de cesantía que puedan corresponderle,
y el monto de dos meses de salario por concepto de daños y perjuicios.

d) El procedimiento anterior será aplicable, en lo conducente, a las suspensiones sin goce de sueldo, determinadas en el artículo
149 de esta Ley.

(Así reformado por el artículo 1° de la Ley N° 8773 del 1 de setiembre de 2009)

(Corrida su numeración por el artículo 1° de la ley N° 9542 "Ley de Fortalecimiento de la Policía Municipal" del 23 de abril del 2018,
que lo traspasó del antiguo artículo 150 al 159)”. (Énfasis suplido).

b).- Por su parte, en el momento de definir a cuál órgano superior del Poder Judicial le corresponde resolver el presente conflicto
de competencia es preciso señalar que el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, Sección Tercera, en resolución
número 375-2018, de las siete horas cincuenta y cinco minutos del veinticuatro de agosto del año en curso, planteó el presente
conflicto de competencia ante el Consejo Superior del Poder Judicial, órgano superior jerárquico administrativo del Poder Judicial,
como lo es también la Corte Plena. Aunado a lo anterior, el artículo 73 de la Ley General de la Administración Pública, señala lo
siguiente:

“Artículo 73.- 1. El órgano administrativo que se estime incompetente para la resolución de un asunto, remitirá directamente las
actuaciones al órgano que considere competente, si depende del mismo Ministerio.

2. Si se considera igualmente incompetente el órgano que recibe el expediente, elevará éste ante el superior jerárquico común, a
fin de que decida el conflicto de competencia”. (El destacado no es del original).

En razón a lo anterior, se puede concluir que la resolución del conflicto de competencia planteado por el Tribunal de cita, es
competencia del Consejo Superior del Poder Judicial, ya que nos encontramos ante una situación especial de órganos
jurisdiccionales resolviendo no en su función jurisdiccional sino administrativa, como jerarca impropio, cuyo superior jerárquico
común en ese ámbito es el citado Consejo.

IV.- Conclusiones:

Una vez realizado el análisis correspondiente sobre la consulta del conflicto de competencia interpuesto por el Tribunal Contencioso
Administrativo y Civil de Hacienda, debido al recurso de apelación incoado por la señora Laura Chaves Mora, en contra de la
resolución administrativa número 007-2018 de esa Alcaldía, y específicamente en razón de Jerarquía Impropia, se puede concluir lo
siguiente:

En virtud de que el conflicto de competencia fue planteado ante el Consejo Superior del Poder Judicial, corresponde al Consejo
Superior (órgano superior común)su conocimiento y no a la Corte Plena (órgano superior jerárquico supremo), según lo dispuesto
por el artículo 73 de la Ley General de Administración Pública, ya que nos encontramos ante una situación especial de órganos
jurisdiccionales resolviendo no en su función jurisdiccional sino administrativa, caso contrario debe ser conocido por el citado
Consejo y tomar el acuerdo correspondiente para remitirlo a la Corte Plena que resolverá como órgano administrativo y no como
Tribunal.

De conformidad con el artículo 159 del Código Municipal, la Jerarquía Impropia delegada a un órgano superior para la atención de
un recurso de apelación, en materia laboral, es delegada al Juzgado Laboral que corresponda.

El Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda se encuentra imposibilitado para conocer del presente asunto, toda vez
la Ley le delega la atención de recursos de apelación contra actos de nulidad, ilegalidad o inoportunidad del acto administrativo,
que no tengan relación alguna con la materia laboral. Por ello, se recomienda resolver el presente conflicto de competencia,
trasladando el expediente al Juzgado Civil, Trabajo y Familia de Puriscal.

Todo lo anterior, con la finalidad de salvaguardar el principio de seguridad jurídica y garantizando el servicio público de calidad que
brinda la Administración Pública.

No se omite informar, que en dos asuntos similares (expedientes 17-006302-1027-CA y 17-002330-1027-CA) esa Secretaría
General, mediante oficio número 9265-2018 del siete de setiembre en curso, previamente a ser conocido por el Consejo Superior,
le solicitó el criterio al señor Magistrado Román Solís Zelaya, respecto a cuál órgano administrativo (Corte Plena o Consejo
Superior) le correspondería resolver los conflictos de competencia que se da cuenta.”

-0-
La consulta se remitió a estudio del magistrado Solís, quien mediante correo electrónico recibido en la Secretaría General de la
Corte, el 12 de octubre de 2018, manifestó:
“Dando respuesta a la solicitud de informe respecto del oficio no. 10498-2018, en relación con el conflicto de competencia
planteado por el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda en el expediente 18-000019-1529-LA, me permito realizar
las siguientes consideraciones:

A) OBJETO DEL INFORME

En el expediente 18-000019-1529-LA, el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, plantea conflicto de competencia
ante el Consejo Superior del Poder Judicial.

En resumen, se trata de un asunto laboral de la Municipalidad de Puriscal, el cual es trasladado en apelación (jerarquía impropia),
al Juzgado Civil, Trabajo y de Familia de Puriscal. Pero tanto ese despacho como el Tribunal Contencioso Administrativo se
declararon incompetentes para conocer del recurso. Este último Tribunal, como se analizará, trasladó el conflicto al Consejo
Superior, motivado por el criterio reiterado de la Sala Primera, la cual omite conocer esos conflictos al tratarse de un problema de
competencias entre jerarquías impropias y no entre una autoridad administrativa y una jurisdiccional o entre ambas jurisdicciones
(en funciones de órgano jurisdiccional).

Una vez planteado ese conflicto, pregunta la Secretaría General de la Corte, con instrucciones de la Presidencia ¿a cuál órgano
administrativo (Corte Plena o Consejo Superior) le correspondería resolver el conflicto de competencia planteado?

No debo omitir, anteriormente tuve oportunidad de referirme a este tipo de conflicto, igualmente proveniente del Tribunal
Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, precisamente en los expedientes 17-002330-1027-CA y 17-006302-1027-CA. Como
recomendación previa, por economía y celeridad procesal, previendo que pueden seguir surgiendo conflictos de este tipo, estimo,
debe dársele atención prioritaria a estos conflictos en el Consejo Superior y notificar al Tribunal Contencioso Administrativo y a los
Juzgados de Trabajo correspondientes para que las apelaciones, en la medida de lo posible, sean tramitadas de forma oportuna.

B) DEFINICIÓN Y ALCANCES DE LA JERARQUÍA IMPROPIA

Previo al análisis de los conflictos de competencia objeto de este informe, resulta indispensable realizar algunas aclaraciones
legales y jurisprudenciales sobre la jerarquía impropia en materia municipal y cuál es el tratamiento que la jurisprudencia de la Sala
Primera ha dado a los conflictos de esa índole cuando son planteados precisamente por esas jerarquías impropias (tribunales
laborales y contenciosos).

En este entendido, recuérdese, la impugnación de las decisiones y acuerdos municipales encuentra sustento expreso en el numeral
173 de la Constitución Política.
Ese precepto constitucional establece lo siguiente:

“ARTÍCULO 173.- Los acuerdos Municipales podrán ser:

1) Objetados por el funcionario que indique la ley, en forma de veto razonado;

2) Recurridos por cualquier interesado.

En ambos casos si la Municipalidad no revoca o reforma el acuerdo objetado o recurrido, los antecedentes pasarán al Tribunal
dependiente del Poder Judicial que indique la ley para que resuelva definitivamente.”.

La norma regula el denominado veto del Alcalde, pero además el recurso por cualquier interesado. A su vez, establece que en caso
de que la Municipalidad (en sentido amplio) no revoque o reforme el acuerdo objetado o recurrido, es decir, la decisión impugnada,
los antecedentes pasarán al Tribunal dependiente del Poder Judicial que indique la ley, para que resuelva definitivamente.

Luego, es el Código Municipal y el Código Procesal Contencioso Administrativo (CPCA) las fuentes que, de manera general,
desarrollan el régimen jurídico propio de la recurribilidad de las decisiones dictadas por las corporaciones locales.

Al tenor de lo dispuesto por el ordinal 162 del Código Municipal[2], tales decisiones pueden impugnarse a dos niveles:

1. En el primero se ubican los recursos internos, denominados de esa manera en virtud de que solo pueden invocarse por órganos
internos de la organización local. Se trata de:

- El veto del alcalde (artículos 173 inciso 1) constitucional, 17 inciso d) y 162 del Código Municipal).

- La revisión que pueden establecer los regidores contra los acuerdos municipales (artículos 27 inciso c) y 162 ibídem).

2. En el segundo, se ubican los recursos externos que solo pueden formularse por los interesados (artículo 173 inciso 2)
constitucional), sea, los destinatarios de las actuaciones. Aquí se encuentran los recursos ordinarios de revocatoria y apelación, y
el extraordinario de revisión.

En cuanto a este segundo grupo, que es lo que interesa en este informe, hay que resaltar que en la legislación municipal, se
establece que es el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, el despacho encargado de resolver los recursos de
apelación contra la nulidad, ilegalidad o inoportunidad del acto administrativo que emane del concejo municipal (ya sea
directamente o con motivo de la resolución de recursos en contra de acuerdos de órganos municipales jerárquicamente inferiores),
así como del alcalde (disposiciones 173 de la Constitución Política, 162, 163, 165 del Código Municipal, 189 y siguientes del CPCA).

Es decir, conforme al postulado del ordinal 173 de la Carta Magna, desarrollado en los numerales del Código Municipal y del CPCA
señalados, se define la competencia del Tribunal Contencioso Administrativo para actuar como jerarca impropio del régimen
municipal, lo cual, de acuerdo al precepto 181 de la Ley General de la Administración Pública, se limita a “…revisar sólo la legalidad
del acto y en virtud de recurso administrativo…”.

Esto es lo que se denomina “jerarquía impropia” y debe entenderse como una competencia legalmente otorgada a determinada
instancia, diferente a la del superior jerárquico, para conocer y resolver en grado, las impugnaciones que se presenten contra las
actuaciones administrativas.

Ha dicho la Sala Constitucional en la resolución 2005-06866 de las 14 horas 37 minutos del 01 de junio de 2005, lo siguiente:

“…Frente a la jerarquía propia se encuentra el denominado control no jerárquico o la jerarquía impropia, así denominada, puesto
que, en los supuestos en que cabe quien conoce y resuelve en grado es (sic) no es el superior jerárquico sino la instancia que
indique expresamente la ley, se trata de una jerarquía legal y no natural. Ese contralor no jerárquico puede ser un órgano
administrativo que, generalmente, en nuestro ordenamiento jurídico administrativo, asume la forma de desconcentrado en grado
máximo -jerarquía impropia monofásica-, garantizándose de esa forma independencia e imparcialidad al distorsionarse -o
prácticamente desaparecer- la relación jerárquica y el ejercicio de una competencia exclusiva de revisión (…) o bien un órgano
adscrito al Poder Judicial -jerarquía impropia bifásica- que ejerce, en tal caso, una función materialmente administrativa (v. gr. el
Tribunal Contencioso Administrativo frente a los acuerdos adoptados por los Concejos Municipales, artículos 173 de la Constitución
Política [y actualmente el ordinal 165, párrafo 3°, del Código Municipal] (…) El contralor no jerárquico, a tenor de lo establecido en
el artículo 181 de la Ley General de la Administración Pública, puede revisar, únicamente, la legalidad del acto en virtud de recurso
administrativo y debe decidir dentro del límite de las pretensiones y cuestiones de hecho planteadas por el recurrente pudiendo
aplicar una norma no invocada en el recurso. Sin embargo, en nuestro ordenamiento jurídico al encontrarse plenamente recogidos
en la ley positiva los límites de la discrecionalidad (artículos 15, 16, 17, 158, párrafo 4°, y 160 de la Ley General de la
Administración Pública) eventualmente, el contralor no jerárquico puede revisar, también, la oportunidad, conveniencia o mérito del
acto impugnado…”.

En ese entendido, el Tribunal Contencioso Administrativo, dentro de la función de contralor no jerárquico bifásico que debe ejercer,
resolverá la eventual apelación y dará por agotada la vía administrativa (artículo 31 inciso 1) del CPCA).

Frente a esta situación, si se trata de asuntos laborales, la jerarquía impropia es delegada al Juzgado Laboral, al tenor del cardinal
159 del Código Municipal que dispone lo siguiente:

“Artículo 159.-

Los servidores o servidoras podrán ser removidos de sus puestos cuando incurran en las causales de despido que determina el
artículo 81 del Código de Trabajo y las dispuestas en este Código.

El despido deberá estar sujeto tanto al procedimiento previsto en el libro segundo de la Ley general de la Administración Pública,
como a las siguientes normas:

a) En caso de que el acto final disponga la destitución del servidor o servidora, esta persona podrá formular, dentro del plazo de
ocho días hábiles, contado a partir de la notificación del acto final, un recurso de apelación para ante el tribunal de trabajo del
circuito judicial a que pertenece la municipalidad.

b) Dentro del tercer día, el alcalde o alcaldesa remitirá la apelación con el expediente respectivo a la autoridad judicial, que
resolverá según los trámites ordinarios dispuestos en el Código de Trabajo y tendrá la apelación como demanda. El tribunal laboral
podrá rechazar, de plano, la apelación cuando no se ajuste al inciso anterior.

c) La sentencia del tribunal de trabajo resolverá si procede el despido o la restitución del empleado o empleada a su puesto, con
pleno goce de sus derechos y el pago de los salarios caídos. En la ejecución de sentencia, el servidor o servidora municipal podrá
renunciar a ser reinstalado, a cambio de la percepción del importe del preaviso y el auxilio de cesantía que puedan corresponderle,
y el monto de dos meses de salario por concepto de daños y perjuicios.
d) El procedimiento anterior será aplicable, en lo conducente, a las suspensiones sin goce de sueldo, determinadas en el artículo
149 de esta Ley.

(Así reformado por el artículo 1° de la Ley N° 8773 del 1 de setiembre de 2009)

(Corrida su numeración por el artículo 1° de la ley N° 9542 "Ley de Fortalecimiento de la Policía Municipal" del 23 de abril del 2018,
que lo traspasó del antiguo artículo 150 al 159)” (lo resaltado no es del original).

El Código Municipal tiene tan claro la particularidad de temas laborales que el párrafo final del ordinal 170 de esa norma establece:

“…Las decisiones relativas a la materia laboral confiada al alcalde o alcaldesa municipal estarán sujetas a los recursos regulados
en el título V de este Código.”

Ahora bien, ha sido la propia Sala Constitucional, en el voto 6396-2011 de las 15 horas 20 minutos del 18 de mayo de 2011, quien
interpretó y aclaró que la intervención de los Juzgados de Trabajo en los procesos disciplinarios contra servidores municipales, lo
es para conocer de esos casos en jerarquía impropia establecida en la norma 173 de la Carta Magna y no como órgano
jurisdiccional.

En virtud de lo anterior, la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, en múltiples resoluciones de conflictos de competencia
surgidas en procesos de jerarquía impropia, entre los Juzgados de Trabajo y el Tribunal Contencioso Administrativo (entre otros,
por ejemplo, el del expediente 17-002330-1027-CA antes citado y objeto de un anterior criterio), ha estimado que solo podía
conocer del conflicto planteado, cuando interviniera una autoridad administrativa y una jurisdiccional (teoría del cardinal 54 inciso
12 de la LOPJ), lo cual no sucedía en los casos planteados, puesto que correspondía a un conflicto entre jerarquías impropias
administrativas (según lo analizado por la Sala Constitucional en el voto antes mencionado). Consecuentemente, la Sala Primera ha
venido ordenando que, en esos supuestos, se remita el expediente al Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda o a
los Juzgados de Trabajo, para lo que correspondiera (relevante en este sentido lo es el fallo de esa Sala no. 000855-C-S1-2017 de
las 13 horas 26 minutos del 21 de julio de 2017).

Esto que se acaba de mencionar, como se adelantó, había sucedido en un proceso de jerarquía impropia contra la Municipalidad
de Liberia (expediente 17-002330-1027-CA), donde el Juzgado de Trabajo de Mayor Cuantía de Liberia se había declarado
incompetente en razón de la materia y luego, la Municipalidad de Liberia en razón de lo resuelto, remitió la apelación ante el
Tribunal Contencioso Administrativo, el cual planteó conflicto de competencia ante esa Sala (quien finalmente omitió conocer el
conflicto por las razones explicadas). Situación que replicó el Tribunal Contencioso Administrativo en otro de los asuntos valorados
días atrás por el suscrito (el no. 17-006302-1027-CA).

En el presente caso, nuevamente, ahora a través del auto 375-2018 de las 07 horas 55 minutos del 24 de agosto de 2018, ese
Órgano Jurisdiccional establece idénticas consideraciones a las dos anteriores:

“(…) en casos similares al de marras donde se expusieron los motivos por los cuales se determinaba que no era competencia de
este Tribunal conocer del recurso de apelación interpuesto y por ende, se formuló el conflicto de competencia ante la Sala Primera
de la Corte Suprema de Justicia y toda vez que mediante resolución número 001406-C-S1-2017 de las once horas cincuenta
minutos del nueve de noviembre del año dos mil diecisiete emitida por la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, esa Sala
manifestó que solo podría conocer del conflicto planteado cuando interviniera una autoridad administrativa y una jurisdiccional, y
que en estos supuestos al ser un conflicto entre jerarquías impropias administrativas no lo podía conocer, remitiendo de vuelta a
este despacho el expediente para lo que correspondiera omitiendo pronunciamiento sobre la consulta planteada, lo que se realizó
en esos expedientes fue remitir el conflicto de competencias ante este mismo Consejo Superior, para su resolución. De ahí, que al
encontrarse aún sin resolver el conflicto de competencia planteado entre jerarcas impropios dentro de expedientes como el que nos
ocupa; se procede a remitir en igual sentido el presente conflicto de competencia ante el Consejo Superior del Poder Judicial para
lo que proceda (…)” (imágenes 886 a 892 del expediente digital).

Dicho lo anterior, se desprenden las razones por las cuales, en este asunto, el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de
Hacienda, formuló el presente conflicto de competencia, una vez más ante el Consejo Superior del Poder Judicial. Corresponde con
base en estas definiciones, valorar en el expediente ¿a cuál órgano administrativo (Corte Plena o Consejo Superior) le
correspondería resolver el conflicto de competencia entre esas jerarquías impropias administrativas?

C) SOBRE EL CASO CONCRETO

1. Breves Antecedentes

i)- El 23 de enero de 2018, a través del oficio AM-2018-053, emitido por la Alcaldía Municipal de Puriscal, se indica el nombre de la
persona elegida para ocupar el puesto en propiedad de abogada adjunta en el concurso externo no. 2007-01 (imagen 817 del
expediente digital).

ii)- El 24 de enero del mismo año, se le comunica a la señora Laura Chaves Mora, vía correo electrónico, la puntuación obtenida en
el concurso externo no. 2007-01 de abogada adjunta, y se le hace saber que no fue elegida en el puesto (imagen 827 del
expediente digital).
iii)- El 26 de enero de 2018, la señora Chaves Mora interpuso recurso de revocatoria con apelación en subsidio en contra de la
notificación anterior (imagen 836 ibídem).

iv)- Por medio de la resolución 007-2018 de las 15 horas 29 minutos del 30 de enero de 2018, el Alcalde Municipal, acogió el
recurso de revocatoria “únicamente en cuanto a la falta de notificación del acto administrativo que le permita ejercer sus derechos
de impugnación, defensa y debido proceso…”, rechazándolo en todo lo demás (imagen 843 ibídem).

v)- El 05 de febrero de 2018, la licenciada Chaves Mora, interpuso recurso de revocatoria con apelación en subsidio en contra de la
resolución 007-2018 (imagen 854 ibídem),

vi)- A través de resolución no. 008-2018 de las 15 horas 19 minutos del 05 de febrero de 2018, el Alcalde Municipal rechazó el
recurso de revocatoria y ordenó remitir el recurso de apelación al Juzgado de Trabajo de Puriscal (imagen 859 ibídem).
vii)- El Juzgado Civil, Trabajo y Familia de Puriscal, mediante resolución de las 08 horas 20 minutos del 20 de febrero de 2018, se
declaró incompetente para conocer del asunto y lo remitió para conocimiento del Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de
Hacienda (imagen 864).

viii).- Por tal motivo, mediante resolución 375-2018 de las 07 horas 55 minutos del 24 de agosto de 2018, el Tribunal Contencioso
presentó conflicto de competencia ante el Consejo Superior del Poder Judicial, ya que a su entender, el presente proceso resulta
del conocimiento de la jurisdicción laboral no en su función jurisdiccional sino como Jerarca Impropio, según lo que disponen los
numerales 101, 102 y 103 de la Ley General de la Administración Pública (LGAP) en relación con el artículo 81 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, LOPJ (folio 886).

2. Criterio sobre el particular

Se desprende del punto anterior, ambos despachos (laboral y contencioso) declinan la competencia, por lo que el Tribunal
Contencioso plantea el correspondiente conflicto de competencia ante el Consejo Superior del Poder Judicial para ser resuelto en
definitiva, ya que la Sala Primera no podría conocer del conflicto surgido, dado que el Juzgado Civil, Trabajo y Familia de Puriscal,
así como el Tribunal Contencioso se encuentran actuando en condición de jerarcas impropios administrativos y no como órganos
jurisdiccionales según lo ha definido la Sala Constitucional.

Analizado el asunto, se coincide con la Dirección Jurídica del Poder Judicial (oficio DJ-3442-18 del 08 de octubre de 2018) cuando
establece que corresponde al Consejo Superior del Poder Judicial, conocer el conflicto de competencia planteado por el Tribunal
Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda. Sin embargo, se brindan algunas estimaciones adicionales para sostener lo
anterior.

En efecto, se trata de un conflicto de competencias administrativas, pues son dos Tribunales actuando como jerarquías impropias,
los cuales no definen sus competencias para conocer el recurso de apelación que interpuso Chaves Mora contra el acto
administrativo emanado del Alcalde Municipal, respecto al nombramiento de otra persona en la plaza en concurso que era como
abogada adjunta.[3]
Ante ese escenario, no hay duda que es el Consejo Superior del Poder Judicial a quien le corresponde conocer el presente
conflicto de competencia; pues a la luz del numeral 67 de la LOPJ, a ese órgano le corresponde ejercer la administración de este
Poder con el fin de lograr la eficiencia de los tribunales (en este caso actuando como jerarquía impropia). Es evidente que la LOPJ
creó ese órgano administrativo general como el encargado de emitir las reglas y directrices de funcionamiento administrativo.

Entonces, el numeral 67 del conjunto legal mencionado, comprende la competencia genérica del Consejo Superior como órgano
subordinado de la Corte Suprema de Justicia encargado de ejercer la administración y disciplina de este Poder. En apego a este
orden administrativo, el canon 81 incisos 16, 23 y 24 ibídem, establece las siguientes funciones de ese Órgano:

“Artículo 81.- Corresponde al Consejo Superior del Poder Judicial:…


16.- Dirigir, planificar, organizar y coordinar las actividades administrativas del Poder Judicial y proponer a la Corte, los reglamentos
correspondientes….
23.- Las demás actividades que sean propias de su cometido, en todo lo que no esté previsto de modo expreso en la presente Ley.
24.- Cualquier otra que le atribuya la ley…”.

De este modo, es al Consejo como órgano superior común, a quien le corresponde resolver cuestiones de carácter administrativo
como la que se presenta en la especie.

En todo caso, en la LGAP, se encuentran una serie de normas que brindan las pautas a seguir en caso de conflictos de
competencia entre dos instancias administrativas.

La primera es el ordinal 103 ibídem que establece:

“Artículo 102.- El superior jerárquico tendrá las siguientes potestades:…


f) Resolver los conflictos de competencia o de cualquier otra índole que se produzcan entre órganos inferiores.”.

La otra disposición es el cardinal 73, el cual dice lo siguiente:


“Artículo 73.-

1. El órgano administrativo que se estime incompetente para la resolución de un asunto, remitirá directamente las actuaciones al
órgano que considere competente, si depende del mismo Ministerio.

2. Si se considera igualmente incompetente el órgano que recibe el expediente, elevará éste ante el superior jerárquico común, a
fin de que decida el conflicto de competencia.” (lo resaltado no es del original).

Con base en las citas legales apuntadas, es el Consejo Superior del Poder Judicial quien debe resolver el presente conflicto de
competencia y no la Corte Plena, pues se trata de una situación especial de órganos jurisdiccionales resolviendo no en función
jurisdiccional sino administrativa (jerarquía impropia), cuyo superior resulta ser el Consejo Superior.

No está de más indicar, a modo de conclusión, que el ordinal 159 del Código Municipal es claro en establecer la competencia del
Juzgado de Trabajo para conocer el recurso de apelación que interponga el servidor o servidora destituido o sancionado. Así debió
valorarlo el Juzgado Civil, Trabajo y Familia de Puriscal. No debe llamar a confusión la competencia de los Tribunales Contenciosos
en caso de analizarse nulidades de los actos de despido o de otros temas laborales, porque se insiste, en este expediente los
Tribunales están conociendo en jerarquía impropia, no como órganos jurisdiccionales en un proceso de conocimiento, donde sí
hubiese sido competente la jurisdicción contencioso administrativa.

En este caso concreto, el expediente administrativo de doña Laura Chaves Mora, que contiene un recurso de apelación contra la
resolución 007-2018 de las 15 horas 29 minutos del 30 de enero de 2018, emitida por el Alcalde Municipal, se ajusta al supuesto de
la norma indicada, pues independientemente que no haya mediado un despido, se trata de un tema absolutamente laboral (como lo
estipulan las disposiciones 159 y 170 párrafo final del Código Municipal).
Por ende, a manera de recomendación, salvo mejor criterio, lo correcto sería que el Consejo Superior remita el expediente al
Juzgado Laboral correspondiente para la tramitación del recurso de apelación interpuesto por la recurrente.

D) CONCLUSIONES

En mérito de las razones expuestas, de conformidad con las normas 73 y 102 de la LGAP, el presente conflicto de competencia
deberá ser resuelto de forma definitiva por el Consejo Superior del Poder Judicial, pues los despachos en conflicto se encuentran
actuando como jerarquías impropias y ese es el órgano superior común de ambos de conformidad con los cardinales 61 y 81 de la
LOPJ.

De igual forma, a modo de recomendación, al tratarse de un tema eminentemente laboral, de conformidad con las normas 159 y
170 del Código Municipal, el Consejo Superior debería -en principio-, remitir el expediente al Juzgado Laboral correspondiente para
la tramitación del recurso de apelación interpuesto por la recurrente.
De esta forma, se rinde el criterio solicitado. Quedo a su disposición para cualquier adición o aclaración que estime pertinente.”
0-
Manifiesta el Presidente, magistrado Cruz: “El magistrado Solís tiene dos asuntos en los que informa que son muy similares yo creo
que los podría exponer conjuntamente, el XXXVI y el XXXVII”.
Expresa el magistrado Solís: “Lo mío son dos peticiones de informe que me fueron remitidas en días pasados y voy a tratar de
explicarlos lo más breve posible, en materia municipal existe un régimen muy sui géneris, que permite que cuando hayan sanciones
laborales el empleado municipal afectado pueda establecer un recurso de apelación lo que se llama jerarquía impropia, ante un
Juzgado de Trabajo de la zona donde está ubicada la Municipalidad, pero también el sistema normativo prevé la posibilidad de que
los acuerdos municipales que no tengan relación o contenido laboral, puedan ser apelados ante una sesión del Tribunal
Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, que es la sección que conocemos como Sección Municipal, que también está
inserto en ese esquema de jerarquía impropia y que ambos, tanto el Juzgado de Trabajo en la materia laboral, como el Tribunal
Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, conociendo impugnaciones de consejo o de alcalde en todas las demás materias
que no se la laboral, ambos cumplen función administrativa no jurisdiccional y ya eso lo ha dicho en varias ocasiones nuestra Sala
Constitucional y también la Sala Primera cuando han surgido algunos problemas de discusión sobre los ámbitos de competencias
entre juez Laboral y Contencioso, pero juez desde la perspectiva ahora jurisdiccional.
¿Qué sucede en estos casos que fueron consultados? Que un juez laboral declina su competencia administrativa y se la pasa al
Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, el cual también declina su competencia administrativa en un caso de
impugnación de una sanción laboral, un despido, y lo que se consulta es como estamos en función administrativa el Juzgado
Laboral como tal y el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda como tal, quien es el superior jerárquico administrativo
para resolver ese conflicto de competencias que se denominaría negativo, porque ambos están rechazando sus competencias.
Se consulta si es el Consejo Superior del Poder Judicial o es la Corte Plena y en el dictamen que elaboro para los dos casos
consultados se llega a concluir que el jerarca administrativo que maneja toda esta materia es el Consejo Superior del Poder
Judicial y a él le compete resolver el conflicto de competencias administrativo que se originó entre esos dos órganos que si bien
están adscritos a la organización judicial del Poder Judicial, realizan función administrativa como tales y en esa línea es que decía la
respuesta a los dos criterios solicitados.
En su momento también se le solicitó por parte del Consejo Superior el criterio a la asesoría jurídica que es también en esta línea
de razonamiento y que en el informe que presento por escrito manifiesto que comparto plenamente el razonamiento dado por la
Dirección Jurídica, así que se concluye que es el Consejo Superior del Poder Judicial el que debe dilucidar ese conflicto de
competencias en función administrativa”.
Consulta el Presidente, magistrado Cruz: “No sé si hay alguna objeción sobre el criterio expresado por el magistrado Solís ¿Les
parece que lo aprobemos?”.
Dice el magistrado Molinari: “Muy breve, magistrado Solís para que usted me ayude a entender un punto ahí que no logro sentar,
¿cómo entender que ese Consejo Superior tiene competencia de alguna forma en estos asuntos?, ese es el tema porque entiendo
que la competencia administrativa que tiene el Juzgado Laboral es dada por ley, la competencia que tiene el Tribunal Contencioso
Administrativo y Civil de Hacienda, como jerarquía impropia también ambos, es dada por ley, pero no sé cómo entender que el
Consejo Superior tenga esa competencia, puede ser que no, algo desfasado en mi conocimiento y que tal vez usted me pueda
ayudar a entender eso.
Refiere el magistrado Solís: “Ambas son funciones administrativas, este es un caso que lo califico como el típico ornitorrinco jurídico
que de vez en cuando aparece en el sistema normativo costarricense, las regulaciones están dadas en el código municipal porque
se hace una interpretación extensiva de una norma constitucional que establece cuando regula el régimen municipal la posibilidad
de que los acuerdos del gobierno municipal sean impugnados, apelados ante un tribunal en los términos que indique la ley y esa
ley fue el Código Municipal que establece esa regulación.
En materia Laboral se apela en ese procedimiento administrativo ante el juez laboral, en algún momento se cuestionó esa
regulación y la Sala dijo se mantiene porque es función administrativa y es una típica apelación de acto administrativo, la existencia
del Tribunal Procesal Contencioso Administrativo, que en esta materia no realiza función jurisdiccional sino también administrativa
de control de legalidad en una jerarquía impropia también fue el Código Municipal el que lo establece.
Tan es así que tenemos una sección, la jurisdicción contenciosa si no me falla la memoria es la sección sexta que solo materia
municipal ve en función administrativa, ¿qué es lo que sucede aquí?, que al darse el conflicto de competencia que se da entre dos
órganos que realizan función administrativa hay que resolver en aplicación de los principios de jerarquía cual es el órgano
jerárquico que debe resolver ese conflicto sobre esos dos y se llega a concluir que es el Consejo Superior del Poder Judicial como
máxima jerarquía administrativa que tiene responsabilidad de función administrativa persé en los dos dictámenes elaborados.
Hay una normativa en la Ley Orgánica del Poder Judicial que puede generar algún nivel de confusión, creo lo menciona ahí,
cuando se hace la regulación de las competencias que tiene la solución de problemas competenciales que se le dan a la Sala
Primera de la Corte Suprema de Justicia, dice el inciso 12) del artículo creo que 54 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, de los
conflictos de competencias que se planteen respecto de autoridades judiciales y administrativas, y ahí si la Sala interviene cuando
hay un conflicto, entre una autoridad administrativa y un tribunal jurisdiccional en función jurisdiccional.
Menciono nada más los problemas que se han venido dando entre la Dirección General del Notariado con el Tribunal Jurisdiccional
Notarial, donde la Sala ha resuelto lo que tiene que resolver, en este caso repito son conflictos entre dos órganos que realizan
típicamente función administrativa y que no estarían en la inteligencia del dictamen, incorporados en la noción de autoridad judicial
porque vuelvo a decir es una construcción tan llamativa porque es una autoridad judicial que lo es en el tanto forma parte de la
organización del Poder Judicial pero no lo es como autoridad judicial porque desarrolla función administrativa”.
Añade el Presidente, magistrado Cruz: “Magistrado Solís, me parece recordar que hay un fallo de la Sala en el que señala, pero no
estoy totalmente seguro, la inconstitucionalidad de estas mezclas, en poner a jueces a resolver en instancia administrativa, si mal
no recuerdo”.
Agrega el magistrado Solís: “Se han dado varios votos de la Sala Constitucional, pero han mantenido ese funcionamiento extraño
entre juez laboral en función administrativa y juez contencioso en función administrativa”.
Señala el magistrado Rivas: “Este conflicto de competencia no es ajeno a la Sala Primera, ya hemos tenido este tipo de asuntos y
realmente sí hubo alguna dificultad para establecer a quien correspondía, porque efectivamente es un conflicto entre dos
autoridades administrativas, nada más que están alojadas dentro del Poder Judicial pero son dos autoridades administrativas.
Incluso nosotros resolvimos de la misma manera en que está planteándolo el magistrado Solís en el sentido que la Sala no era
competente para resolver el asunto, sí éramos competentes para resolver el asunto si es un conflicto entre una autoridad judicial y
otra administrativa.
Los asuntos incluso cuando han llegado a la Sala Primera ya habían hecho un periplo porque habían llegado hasta la Casa
Presidencia, porque ahí como autoridad a la Presidencia se le estaba indicando que resolviera este asunto.
Simple y sencillamente lo que le resolvimos nosotros es indicando que efectivamente no nos correspondía resolverlo y a la
autoridad que nos estaba enviando el asunto que era a veces conflictos entre el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de
Hacienda y el Tribunal Laboral, le indicábamos de acuerdo con lo que nosotros hemos resuelto a quien correspondía, pero como
una de soslayo, sin indirectas porque realmente no éramos competentes para establecer a quien correspondía el asunto porque es
entre dos autoridades administrativas y eso escapa de la competencia nuestra, pero si es como lo indicaba el magistrado Solís que
lo hemos resuelto en Sala.
Consulta el Presidente, magistrado Cruz: “¿Alguna otra observación? ¿Magistrado Molinari usted está en desacuerdo? ¿Lo
sometemos a votación?
Indica la magistrada Varela: “A mí me genera alguna duda, cierto que hay un vacío ahí si lo podemos ver como tal pero como
integrar definición de competencias, sabemos que hay algunas discusiones, la Ley Orgánica del Poder Judicial establece cuando se
da entre por ejemplo órganos jurisdiccionales es cierto y no esta parte propiamente administrativa, pero al fin y al cabo quienes son
los que están resolviendo, son jueces cierto, definiendo temas de agotamiento de la vía.
Están actuando como jerarca impropio, pero son jueces en una función de jerarquía impropia y como tal si se tiene esa dificultad de
que no tienen un superior común, me parece que también para la hora administrativa deberíamos, no sé me corrigen si no es así,
me parece que sería la Corte en función de definir esa competencia siempre dentro del ámbito de jerarquía impropia, mientras tanto
eso amerita una reforma definitivamente, ese vacío hay que llenarlo, me suena más impropio que sea el Consejo Superior porque
está típicamente en funciones administrativas y no jurisdiccional con jerarquía impropia.
Ahí es donde me genera la duda, me inclino más porque la solución correcta sea que esta Corte lo defina porque hay que dar una
respuesta al fin a al cabo, esta Corte además tienen potestades de definir competencias, sabemos que el tema de la competencia
es reserva de ley como regla de principio, pero aquí hay un vacío en la ley y tenemos que llenarlo con algún pronunciamiento diría
yo propio de esta Corte y no propio del Consejo Superior, me parece que podría generar ahí un problema”.
Señala el magistrado Molinari: “Muy breve en la Ley General de la Administración Pública que a mí me parece que es la que
debería definir este tema siendo que estamos hablando de materia administrativa, el artículo 73 en el inciso 2 dice; si se considera
igualmente incompetente el órgano que recibe el expediente, elevará este ante el superior común a fin de que decida el conflicto de
competencia, o sea a lo interno del Poder Judicial al único que podríamos tratar como superior jerárquico común por lo menos
inmediato sería el Consejo Superior”.
Responde el Presidente, magistrado Cruz: “A mí me parece que la posición del magistrado Solís se refiere al contenido del
ordenamiento que rige el conflicto y al otro es resolverlo por el tema jerárquico no por la naturaleza, en mi caso yo me inclino más
por la posición del magistrado Solís, a mí me parece que en esa condición estaría, toda esta discusión es producto de una vía de
solución no muy típica”.
Dice la Secretaria General: “Votar 1 es que la Corte Plena, votar 2 es que sea el Consejo Superior, en este caso se está votando
aunque se puso en el el sistema de votación hay un expediente, que ahí se están votando dos expedientes que son los artículos
XXXVI y XXXVII de la agenda, es que son tres informes, un informe sobre dos asuntos que emitió el magistrado Solís primero y
después otro asunto más que llegó que también emitió criterio en igual sentido.
Expresa el magistrado Solís: “El ciudadano quiere ya pasar la discusión a función jurisdiccional lo que impugna si el acto
administrativo dictado por el Tribunal Contencioso Administrativo es negativo a sus intereses entonces demanda al Estado no a la
Municipalidad por disposición del Código Procesal”.
Responde el Presidente, magistrado Cruz: “Lo más importante es que resuelva alguien”.
Sometido el asunto a votación, por mayoría de 14 votos, se dispuso: Acoger los informes rendidos por el magistrado Solís, en
consecuencia: 1) De conformidad con las normas 73 y 102 de la Ley General de Administración Pública, los conflictos de
competencia de los expedientes 17-002330-1027-CA, 17-006302-1027-CA y 18-000019-1529-LA, deberán ser resueltos de forma
definitiva por el Consejo Superior, en razón de que los despachos en conflicto, se encuentran actuando como jerarquías impropias
y es el citado Consejo el órgano superior de esos despachos, de conformidad con lo dispuesto en cardinales 61 y 81 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial. 2) Tener por rendidos los informes Nº s DJ-2886-18 y DJ-3442-18 de la Dirección Jurídica.
Así votaron los magistrados y magistrada Cruz, Solís, Molinari, Varela, Sánchez, Ramírez, las suplentes Allón Zúñiga, López
Madrigal, Zúñiga Morales y los suplentes León Díaz, Blanco González, Echandi Salas, Desanti Henderson y Robleto Gutiérrez.
El magistrado Rivas, la suplente Esquivel Rodríguez y el suplente Delgado Faith, votaron porque sea la Corte Plena la que resuelva
ambos conflictos de competencia. Se declara acuerdo firme.
El magistrado Salazar Alvarado, se abstienen de votar.
A las 13:08 horas, se suspende la sesión con la presencia del Presidente, magistrado Cruz, de las magistradas y magistrados
Rivas, Solís, Molinari, Varela, Sánchez, Ramírez, Salazar Alvarado, León Díaz, Allón Zúñiga, Blanco González, Echandi Salas, López
Madrigal, Zúñiga Morales, Desanti Henderson, Robleto Gutiérrez, Esquivel Rodríguez y Delgado Faith.
-0-
Se reanuda la sesión a las 14:28 horas, con la presencia del Presidente, Magistrado Cruz, de las magistradas y magistrados Rivas,
Escoto, Molinari, Varela, Sánchez, Ramírez, Castillo, Rueda, Salazar Alvarado, León Díaz, Blanco González, Echandi Salas, López
Madrigal, Zúñiga Morales, Robleto Gutiérrez y Delgado Faith.
[1] En este informe se utilizará la numeración corrida que operó en el Código Municipal a raíz de reforma que realizó la Ley de
Fortalecimiento de la Policía Municipal, Ley 9542 del 23 de abril de 2018, el cual en su artículo 1 establece lo siguiente: “ARTÍCULO
1- Regulación de la policía municipal. Se adiciona un capítulo IX al título III de la Ley N.º 7794, Código Municipal, de 30 de abril de
1998, se adicionan los artículos del 61 al 69 y se corre la numeración de los artículos sucesivos…” (lo resaltado no es del original).

[2] En este informe se utilizará la numeración corrida que operó en el Código Municipal a raíz de reforma que realizó la Ley de
Fortalecimiento de la Policía Municipal, Ley 9542 del 23 de abril de 2018, el cual en su artículo 1 establece lo siguiente: “ARTÍCULO
1- Regulación de la policía municipal. Se adiciona un capítulo IX al título III de la Ley N.º 7794, Código Municipal, de 30 de abril de
1998, se adicionan los artículos del 61 al 69 y se corre la numeración de los artículos sucesivos…” (lo resaltado no es del original).
[3] Plaza para realizar labores profesionales relacionadas con el planeamiento, coordinación, ejecución, evaluación y control del
trabajo que se realiza en diferentes procesos de la institución; y, prestación de asesoría en el campo profesional de su competencia
(folio 16 expediente digital).

Clasificación elaborada por SECRETARÍA GENERAL DE LA CORTE del Poder Judicial. Prohibida su reproducción y/o
distribución en forma onerosa.

Es copia fiel del original - Tomado del Nexus PJ el: 24-03-2021 15:29:39.

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