En la creencia Bahá'í, “El más Grande Nombre” es “Bahá” (‫)بهاء‬, traducido como “gloria” o

“esplendor”.2 Muchos símbolos de la religión Bahá'í derivan del significado de la palabra Bahá,
y es la palabra raíz usada en muchos otros nombres, comenzando por Bahá'í (seguidor de
Bahá), Bahá'u'lláh (Gloria de Dios), Abdu'l-Bahá (sirviente de la gloria), Yá Bahá'u'l-Abhá (¡Oh
Tú, Gloria del Más Glorioso), y Alláh-u-Abhá (Dios es el más Glorioso).

Ya que el símbolo se refiere más directamente al nombre de Dios y a los Mensajeros de Dios,
más que cualquier otro símbolo en la Fe Bahá'í, no es usada de manera casual ni puesta en un
artefacto de uso cualquiera. El símbolo es más comúnmente visto en casa de Bahá'ís.

El Nonagrama o estrella de nueve puntas es un símbolo de progreso y estabilidad -para

muchos-, aunque se trata de una estabilidad que se está cambiando.

Otro significado que se le suele atribuir es el de los nueve planetas conocidos en el sistema
solar.

Perfeccion y unidad.

¿Qué significan los símbolos bahá’ís?

Uno de nuestros estudiantes visitantes notó que algunos de los bahá’ís que conoció
llevaban joyería con una estrella de nueve puntas o un símbolo de anillo bahá’í.

Pregunta: ¿tienen algún significado estos símbolos de la misma manera que la cruz
recuerda a los cristianos que Jesús se sacrificó por nuestra causa o la estrella de David
que representa las enseñanzas del judaísmo?

Los bahá’ís han adoptado informalmente la estrella de nueve puntas por una serie de
razones. La palabra “Baha” (del árabe “gloria”) corresponde al número nueve en el
sistema arábigo que asigna valores numéricos a las letras, conocido como el sistema
Abjad. También transcurrieron nueve años luego del anuncio del Báb, precursor de
Bahá’u’lláh, hasta su primera revelación en la mazmorra de Teheran (el Pozo Negro o
Siyah-chal). Por otro lado, nueve simboliza inclusión y culminación, sencillamente
porque es el dígito de mayor valor.  Además, los templos bahá’ís tienen nueve lados lo
que simboliza el hecho de que todos son bienvenidos a entrar y orar, sin importar el
origen religioso del cual provengan.

Los bahá’ís a menudo utilizan la estrella de nueve puntas en las lápidas para indicar que
es la tumba de un bahá’í, pero también la podemos encontrar en diferentes contextos
dentro de la comunidad bahá’í. Simboliza el propósito esencial de las enseñanzas
bahá’ís: crear un solo mundo, unido bajo Dios.
Símbolo del anillo bahá’í

El símbolo del anillo bahá’í, una representación caligráfica de la frase “Alláh’u’abhá”,

significa “Dios es lo Más Glorioso”. Pero al mismo tiempo describe gráficamente algo
que me parece maravilloso: la relación entre Dios, Sus Manifestaciones y el hombre. La
barra superior representa el mundo de Dios (el reino espiritual); la barra inferior que es
un reflejo de la superior representa nuestro mundo; la línea entre ambas simboliza a la
manifestación de Dios (Cristo, Buda, Bahá’u’lláh, etc.).  La línea vertical que conecta
los tres planos de la existencia representa al Espíritu Santo.  Las dos estrellas en este
símbolo representan a El Báb (quien preparó el camino para Bahá’u’lláh) y Bahá’u’lláh.
Este hermoso símbolo recuerda a los bahá’ís que estamos conectados a Dios a través del
Espíritu Santo y la Manifestación de Dios.

El Más Grande Nombre, Yá Bahá’u’l-Abhá

El último de estos, que los bahá’ís llaman “el Más Grande Nombre”, es un dibujo
caligráfico artístico de la frase árabe “Yá Bahá’u’l-Abhá” que significa “¡Oh Tú, Gloria
de las Glorias!”. Pueden ver esta versión, que fue dibujada por un conocido calígrafo del
siglo XIX llamado Mishkin-Qalam que figura entre los primeros bahá’ís, colgada en las
paredes de los hogares bahá’ís. La forma de arca o embarcación sirve como metáfora de
cómo la Fe de Dios en todas las eras ha salvaguardado a los creyentes de la tormenta
espiritual de esta vida terrena.

Todos estos símbolos representan ideas y conceptos que los bahá’ís veneran: que Dios
continuamente educa a la humanidad mediante la revelación progresa; que todas las
religiones provienen de un mismo Creador; que la unidad de la humanidad representa la
meta espiritual más alta de nuestra era.