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UN AMOR A CIEGAS

Hace muchos años, en un pueblo frio y nublado, había dos personas, un hombre y una
mujer que pertenecían a dos grandes y ricas familias. Ellos eran Laura y Luis.
Un día a la casa de Laura llego una carta anónima dirigida a ella, en esta le pedían
que se vieran en el parque el siguiente jueves a las 6:30pm. De igual manera, esta
misma carta llego a la casa de Luis; quiero resaltar que estos dos jóvenes no se
conocían; Sin embrago, los días que faltaban para que llegara el jueves, fueron
eternos para ellos, pues pensaban y pensaban si debían ir, quien había enviado la
carta y porque, ¿que querían lograr con su visita al parque?
Así que, por fin llego el tan esperado día. Antes de llegar al punto de encuentro, que
era la fuente, los dos se alcanzaron a ver y se vieron a los ojos; pensaron que esa era
la persona que les envió la carta. Igualmente, eran precavidos, pues como dije antes,
no se conocían. Al llegar al sitio exacto los dos dijeron saludaron al mismo tiempo,
pero ninguno contesto. De repente todo se puso oscuro, sintieron empujones y varias
voces que les daban ordenes de caminar rápido. No hablar, ni gritar.
Que paso se preguntaba Laura con angustia y solo recibía más ordenes de callar.
Repetía en su cabeza la imagen de oscuridad cuando sintió que le pusieron un saco
en la cabeza y la subieron a empujones a una camioneta, estando tan asustada, que
pensó que aquel chico que logro ver antes era el secuestrador.
Al llegar a sitio en el que los iban a tener encerrados pusieron a Laura y a Luis en la
misma celda y Laura no sabía que Luis también había sido secuestrado, pero pudo
inferir, que él estaba en la misma celda ya que podía sentir su respiración y el calor
que generaba de él ya que continuaban atados de manos y con la cabeza cubierta.

Por otra parte, esa misma noche sus familias ya había empezado a preocuparse pues
nunca habían regresado a tan altas horas de la noche. Alarmados decidieron llamar a
la policía; quiero recordar que las dos personas eran de familias muy ricas; sin
embargo, como habían pasado pocas horas, la policía le dijo que debían esperar dos
días o que alguien se comunicara. Paso una semana, cuando los secuestradores
decidieron que ese era el tiempo perfecto para pedirles dinero por Laura y Luis.
Durante esa semana que llevaban secuestrados, Laura y Luis habían entablado una
bonita amistad pues los dos empezaron a sentir afecto por ellos, tenían mucho en
común, les gustaban las mismas cosas, pero no podían tener una relación ya que las
familias eran rivales a causa de que estaban en el mismo negoció la producción de
pan, es decir, cada familia tenia una empresa en la cual hacían pan y los antecesores
de cada familia les había prohibido enamorarse del rival.
Además, ellos no entendían por qué sus familias eran rivales, en cuánto a los
secuestradores ya se habían comunicado con las familias pidiendo el dinero y como
prueba durante las llamadas comunicaron a las jóvenes por el teléfono, como
resultado de estas llamadas las familias accedieron a pagar el rescate, y lograr dejar
libres a los secuestrados.

Habría que decir también que, Laura y Luis a pesar de querer ser libres nuevamente,
no se querían separar, aunque, no se podían ver ya había nacido una relación a
ciegas entre ellos, si bien Laura si sabía que sus familias eran rivales, ella no quería
decírselo porque lo quería mucho.
Ahora bien, en relación con las familias y el dinero, estas decidieron ir a llevar el dinero
a causa de dejaros libres. dado que Luis y Laura no se querían separa decidieron que
una vez libres se escaparían de sus casas y se volverían a ver. Por fin fueron libres,
vieron sus rostros se miraron a los ojos y confirmaron el amor que nació a ciegas. Al
siguiente día se encontraron en una casa abandonada y decidieron crear su propia
familia, casa y empresa, pero con la condición de que de vez en cuando vendaron sus
ojos para revivir sus sentimientos ya que así se conocieron con los ojos tapados.
Esteban Correal S

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