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Charro negro
El Charro provenía de una familia humilde. Sus padres, aunque lo amaban, nunca
pudieron cumplirle sus caprichos. Al Charro siempre le gustó ir bien vestido, a
veces incluso, no comía durante días para ahorrarse unos pesos y con lo juntado,
poder completar para un buen sombrero.
Sin embargo, estaba cansado de su inagotable pobreza. Por más que trabajaba, el
dinero nunca le alcanzaba y tenía que andar todo el día con las manos llenas de
tierra.
Tiempo después, murieron sus padres. Al quedar solo, la miseria del Charro
aumentó considerablemente por lo que tomó una decisión que cambiaría su vida:
invocar al diablo para pedirle riqueza.
No se sabe cómo lo consiguió, pero finalmente, Lucifer se apareció. Aquella
entidad supo leer los ojos y el espíritu del hombre que lo había llamado, así que de
inmediato le ofreció cantidades de dinero que ni siquiera en dos vidas podría
gastar. Lo único que pedía a cambio, era su alma.
El Charro, en ese entonces era altivo y valiente así que la Estrella de la Mañana
no había logrado asustarlo y aceptó.
Pasó el tiempo y poco a poco la juventud del Charro comenzó a despedirse. De
repente, se dio cuenta de que estaba cansado de gastar sus riquezas en mujeres,
apuestas, vino y costosos trajes. A la par, la sensación de soledad le oprimía el
pecho y apenas lo dejaba respirar. Nadie lo quería por lo que era sino por las
riquezas que poseía.
Conjuro
En los años 70, había una familia que se mudó en una finca en una ciudad
llamada Marysville, se dice que esas familias vivieron días horribles en ese lugar.
En su nueva casa sentían la presencia de seres malignos y que la casa estaba
embrujada.
Dentro de las manifestaciones que llegaron a sentir era personas tocando fuerte a
la puerta y sucedía casi todas las noches, pero cuando se asomaban a ver no
había nadie, y también otra manifestación maligna era una niebla que rodeaba la
casa
Como era una casa antigua las mayorías de los antiguos dueños habían muerto
en la casa y se decía como que seguía habitada por los muertos, se escuchaba
que azotaban las puertas se caían objetos en la cocina y a veces se escuchaban
pasos.
A pesar de todo eso los espíritus no eran malignos excepto un espíritu que en vida
le había pertenecido a una bruja llamada Bathsheba quien practica la magia negra
y para tener más poder le entregó su primer hijo al mismo Diablo y que este la
maldijo por lo tanto cada hijo que tuvo después se moría justo a la misma edad del
primero a los 4 años, Bathsheba no soporto su amargura y decidió quitarse la vida
pero no sin antes maldecir la casa.
La familia Perrón la cual había sido la última en mudarse a la casa acudió a
Edward y Lorraine Warren ya que no soportaban los espíritus merodeando la casa
Edward y Lorraine le comentaron que si había varios espíritus pero que había uno
que era al que tenían que temerle ya que este si quería hacerle daño era el
espíritu de Bathsheba. La pareja le realizo un exorcismo a la señora Perrón quien
era la que mas corría peligro porque Bathsheba quería su lugar, ella anhelaba lo
que poseía la señora Perrón su esposo e hijos. Gracias a la pareja Edward y
Lorraine la familia perron volvió a tener paz, pero no sin antes mudarse de la casa
ya que esta aun sigue embrujada.