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Perspectivas
Contemporáneas de las
CIENCIAS SOCIALES
Colección
Asoprudea
N o. S e i s
2 Miguel Ángel Beltrán Villegas
Colección
Asoprudea
Bloque 22 Oficina 107 Ciudad Universitaria
Teléfono: 219 53 60
Fax: 263 61 06
E-mail: asoprudea@udea.edu.co
Editor:
Víctor Villa Mejía
Magíster en Lingüística, Universidad del Valle
Impreso por:
Producciones Colombianas, Medellín.
Email: producolmedellin@yahoo.es
3
CONTENIDO
Presentación........................................................................5
Prólogo ................................................................................9
PRESENTACIÓN
6 Miguel Ángel Beltrán Villegas
7
PRÓLOGO
10 Miguel Ángel Beltrán Villegas
11
PRÓLOGO
1
Bauman, Zygmunt. Pensando sociológicamente. Buenos Aires: Nueva
Visión, 1990, p. 22.
2
Ibid.
12 Miguel Ángel Beltrán Villegas
3
Cfr. Bourdieu, Pierre. Intelectuales, política y poder. Buenos Aires: Eudeba,
2009.
4
Véase: Bobbio, Norberto. La duda, la elección. Intelectuales y poder en
la sociedad contemporánea. Buenos Aires: Paidós, 1998.
5
Bourdieu, op.cit., p. 172.
PRÓLOGO 15
6
Giddens, Anthony. En defensa de la Sociología. Madrid: Alianza,
2000, p. 14.
18 Miguel Ángel Beltrán Villegas
7
Gouldner, Alvin. La crisis de la Sociología Occidental. Buenos Aires:
Amorrortu, 1973, p. 456. Según Loïc Wacquant, la reflexividad para Bourdieu
consiste en “descubrir lo social en el corazón del individuo, lo impersonal por
debajo de lo íntimo, lo universal enterrado profundamente dentro de lo más
particular”. En: Bourdieu, Pierre; Wacquant, Loïc. Una invitación a la Sociología
reflexiva. Buenos Aires: Siglo XXI, 2005, p. 80.
PRÓLOGO 19
TEORÍA DE LAS
CIENCIAS SOCIALES
22 Miguel Ángel Beltrán Villegas
23
PERSPECTIVAS CONTEMPORÁNEAS DE
LAS CIENCIAS SOCIALES*
2
Cabe señalar que la reflexión aquí propuesta surge de un panel sobre “El
futuro de las ciencias sociales”, realizado en el marco de las jornadas “200 años
de Ia Universidad de Antioquia” en marzo de 2003.
3
La esperanza original de Augusto Comte era presentar una visión unificada
del conocimiento humano mediante la unidad de la ciencia, una visión de Ia
unidad del hombre y la naturaleza (Bell, 1984). La propuesta de Spencer iba en el
mismo sentido: una historia de toda la humanidad (sociedades militares/sociedades
industriales); en esa misma línea encontramos en Marx la pretensión de explicar
una historia total (comunidad primitiva, feudalismo, capitalismo y comunismo).
26 Miguel Ángel Beltrán Villegas
Ya para los años setenta resulta claro que las bases sobre
las cuales se erigieron las ciencias sociales en las décadas
anteriores empezaban a resquebrajarse y que sus promesas
teóricas parecían cada vez más lejanas de cumplirse. Es así
como en los años ochenta cobra fuerza la idea de lo que algunos
autores denominan “una crisis paradigmática de las ciencias
sociales”4. Esta crisis no era otra cosa que el reconocimiento
de la incapacidad de los marcos teóricos de las ciencias
sociales –hasta entonces hegemónicos– para dar cuenta y
explicar en forma global, una realidad social crecientemente
compleja: además del reconocimiento de las limitaciones de
sus herramientas conceptuales para alcanzar interpretaciones
omniexplicativas de las nuevas realidades soclales y políticas.
4
En torno a la crisis paradigmática, Cfr. Lidia Girola. “Desafíos Teóricos
después de la crisis” Sociológica No. 20, México, septiembre-diciembre de 1992,
pp. 159-181; Rigoberto Lanz. “Pensar en tiempos posmodernos”. En Lanz. El
Pensamiento social hoy. Crítica de la razón Académica. Caracas, Tropycos 1992.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 29
5
El holismo hace referencia a una perspectiva metodológica que reconstruye
al orden social a partir de Ia realidad ya constituida o preexistente al análisis
sociológico, a un modo de considerar Ia realidad como una totalidad, como un
todo, en contraste con las perspectivas individualistas que reconstruyen el orden
social a partir de Ia perspectiva del actor intencional. A este respecto Cfr. Corina
Yturbe “Individualismo Metodológico y Holismo en las explicaciones de las
Ciencias Sociales”. En Sociológica. México, No. 14, 1990, pp. 49-81.
6
Cfr. Edgardo Lander (ed.). La colonialidad del saber: eurocentrismo y
ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas. Caracas, Facultad de Ciencias
Económicas y Sociales-Unesco, 2000.
30 Miguel Ángel Beltrán Villegas
7
El objetivismo, que considera el objeto como una realidad que subsiste
en sí misma con independencia de todo conocimiento o idea, concibe el mundo
social como un espectáculo que se le ofrece a uno observador que adopta un
punto de vista sobre Ia acción. El objetivismo pretende establecer regularidades
objetivas (estructuras, leyes).
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 31
8
Un interesante estudio en este sentido puede consultarse en Miguel Ángel
González y Misael Gradilla. “La recuperación de los clásicos en la obra de
Jurgen Habermas y Anthony Giddens: ¿eclecticismo o superación?”. Estudios
Sociológicos IV: 12. 1986, pp. 459-471.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 37
9
Así, por ejemplo, conceptos como identidad nacional, partidos, historia
nacional o modernización fueron acuñados cuando el Estado-nación era el
referente central en el estudio de los procesos sociales en el ámbito de las ciencias
sociales, particularmente en la economía, la ciencia política y la sociología.
38 Miguel Ángel Beltrán Villegas
10
Muchos autores consideran qua las tendencias hacia la globalización
y el reforzamiento de identidades locales son dos fenómenos contradictorios
expresados en las polaridades de lo global vs. la local, lo global vs. lo “tribal”,
la internacional vs. lo nacional, la universal vs. lo particular, y convertidos
en principios axiales del mundo moderno en permanente tensión. En esta
perspectiva los nacionalismos contemporáneos y las manifestaciones de identidad
nacional aparecen como formas de antiglobalidad o de antiglobalización, que
se constituirían como una reacción de las diferentes comunidades para exigir su
participación de manera autónoma y no a través de la mediación de un Estado
que no las representa ni las reconoce.
40 Miguel Ángel Beltrán Villegas
11
Para una aproximación a este debate, véase el artículo del sociólogo Jaime
Rafael Nieto, “La interdisciplinariedad en las ciencias sociales y los desafíos para
la universidad”, en La interdisciplinariedad en las ciencias sociales. Medellín:
Universidad de Antioquia, CISH, Colciencias, 2003.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 41
CONCLUSIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Beck, Ulrico (2992). Sociedad del riesgo global. Madrid, Siglo XXI.
* Tomado de Revista Colombiana de Sociología. Bogotá, No. 24, 2005, pp. 251-271.
Editada por el Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia.
46 Miguel Ángel Beltrán Villegas
2
Cfr. Ferdinand Tonnies con sus conceptos acerca de la voluntad esencial
o natural (basada en relaciones emotivas/afectivas) y la voluntad instrumental
(basada en el raciocinio y el cálculo); Emilio Durkheim, a partir de sus
formulaciones colectivistas y su defensa del individualismo moral; George
Simmel, con el análisis de la cultura objetiva y la cultura subjetiva; Karl Marx,
al explicar el surgimiento de la propiedad privada y la explotación social; Max
Weber al destacar, junto a su individualismo metodológico, el creciente proceso
de racionalización de la sociedad moderna; o Schutz, al llamar la atención
sobre «el mundo de la vida». De igual modo, en la sociología norteamericana
George H. Mead abordó el problema desde la perspectiva del “Self” y el “Me”.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 49
3
Este giro teórico ha sido posibilitado por el surgimiento de nuevas
problemáticas sociales, de actores diversos a los tradicionales y, sobre todo,
por la llamada «crisis de los paradigmas» por la que atraviesa la Sociología, la
cual ha favorecido el interés por el estudio de aspectos de la vida social, antes
ocultos a una mirada estructural. En esta perspectiva, el reconocimiento de
la capacidad de los sujetos para interaccionar y transformar su entorno se ha
constituido en una preocupación de primer orden en el pensamiento sociológico
contemporáneo, con claros efectos sobre la discusión en torno a los sujetos
sociales, los actores colectivos, las características de los movimientos y su relación
con las instituciones. Por otro lado, la creciente especialización y complejización
de las sociedades modernas, producto de los grandes cambios ocurridos en
la división del trabajo y la diversificación de las sociedades, ha permitido
importantes transformaciones de las relaciones entre el individuo y la colectividad.
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4
Cabe advertir que este ensayo tiene una pretensión muy modesta de ilustrar
la participación de estos dos autores en el mencionado debate en torno al actor y la
estructura, sin que, en ningún momento, pretenda dar cuenta de la trayectoria teórica,
analítica y metodológica, presente en la vasta obra desarrollada por estos dos autores.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 51
5
Los planteamientos de Jeffrey Alexander serán desarrollados básicamente
a partir de sus siguientes escritos: «El nuevo movimiento teórico», en Estudios
Sociológicos No. 17, El Colegio de México, 1988, p. 259-307; en colaboración
con Paul Colomy, «El neofuncionalismo hoy: reconstruyendo una tradición
teórica», en Sociológica No. 20, México, septiembre-diciembre 1992, p. 195-234;
«Después del neofuncionalismo: acción, cultura y sociedad», en Perspectivas
teóricas contemporáneas de las ciencias sociales, México: UNAM, FCPYS, 1999,
p. 317-337; y el libro Teorías sociológicas desde la Segunda Guerra Mundial.
52 Miguel Ángel Beltrán Villegas
6
Las perspectivas positivistas están sustentadas en la idea que existe un
conocimiento objetivo que se va acumulando, de donde la noción de clásico resulta
inconsistente, pues cualquier aspecto científicamente relevante que pudieran
aportar dichos autores o bien debería estar verificado e incorporado a la teoría
contemporánea o bien falsado y eliminado como un conocimiento no verdadero.
Por otro lado, la perspectiva historicista considera que los textos clásicos deben
considerarse exclusivamente desde un punto de vista histórico (algo así como piezas
de museo), por lo que su valor es puramente informativo (Alexander, 1990:23).
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 53
7
Esta obra aún no traducida al español comprende cuatro volúmenes:
I. Positivism, Presuppositions, and current controversies (El positivismo,
presuposiciones y controversias); II. The antinomies of c!assical thought:
Marx and Durkheim (Las antinomias del pensamiento clásico a través de
Marx y Durkheim); III. The c!assical attempt at theoretical síntesis: Max
Weber (El intento clásico para lograr una síntesis teórica: Max Weber); y
IV. The modern reconstruction of classical thought: Talcott Parsons (La
reconstrucción moderna del pensamiento clásico a través de Parsons).
54 Miguel Ángel Beltrán Villegas
10
Son representantes de la teoría del conflicto autores tan destacados como Lewis
Coser, Ralf Dahrendorf y John Rex, entre otros, quienes asumen la responsabilidad
de las teorías sociológicas y de las ciencias sociales contemporáneas de explicar
la realidad y los sistemas sociales a partir de la dicotomía «equilibrio/conflicto».
11
El principal representante de esta teoría es George Homans. Junto a él,
otros importantes exponentes de la teoría del intercambio son James Coleman,
Peter Blau, Alvin Gouldner, Meter Ekek, Charles Kadushin y William Goode.
12
Además de Blumer, el interaccionismo simbólico ha generado varias
tendencias, entre quienes se destacan teóricos como Howard Becker, Ralph Turner,
Manfred Khun, Sheldon Stryker, Joseph Gusfield e Erving Goffman. Uno u otro de
estos autores ha sido responsable de las cuatro líneas del pensamiento interaccionista
1.Tradición de las etiquetas, 2.Teoría de la conducta colectiva, 3. Escuela de
Iowa y 4. Dimensión colectiva de la acción social (Alexander, 1992:185-93).
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 59
13
Escuela sociológica que tiene como su más destacado exponente a Harold
Garfinkel, su fundador en el decenio de los sesenta. Otros teóricos le han
dado continuidad a esta escuela entre los que se reconocen Harvey Molotch,
Gaye Tuchman, Kenneth Leiter, Don H. Zimmerman, John Kitsure, Melvin
Pollner, Aaron Cicourel, Thomas P. Wilson, Harvey Sacks, Emmanuel
Schegloff, Anita Pomerante y Gail Jefferson (Alexander, 1999: 185 y ss.).
14
Esta nueva teoría está agenciada por el antropólogo norteamericano Clifford
Geertz; otro impulsor de esta corriente socio-antropológica ha sido Rober N.
Bellah (Alexander, 1992:242-62).
60 Miguel Ángel Beltrán Villegas
15
Para Alexander éstos no son problemas opcionales: “Toda teoría debe
asumir una posición con respecto a ambos. Las permutaciones lógicas entre estas
presuposiciones constituyen las tradiciones fundamentales en la sociología. Como
tales, forman los ejes más importantes en torno a los cuales gira el discurso en
la ciencia social” (Alexander, 1988:280).
16
Alexander aclara que es posible que “los colectivistas pueden admitir
que el orden social existe tanto en el interior del individuo como fuera de él;
se trata, de hecho, de un requisito importante sobre el que hemos de volver.
Sin embargo, ya sea que se conceptualice como interno o externo al actor, la
posición colectivista no considera el orden como producto de consideraciones
totalmente inmediatas, del momento actual. De acuerdo con la teoría colectivista,
cada actor individual se ve impulsado hacia estructuras preexistentes; si esta
dirección es una mera probabilidad o un destino predeterminado depende del
refinamiento de la postura colectivista, que abordaremos más adelante” (p. 279).
62 Miguel Ángel Beltrán Villegas
17
Recordemos que “la sociología surgió como disciplina a raíz de la diferenciación
del individuo en la sociedad, pues fue la independencia del individuo lo que vuelve
problemático el orden, y lo problemático del orden hace posible la sociología” (p. 280).
18
No supone una valoración de la acción en términos de bueno o malo.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 63
19
La pretensión de Alexander es superar esta dicotomía a través de una teoría
que califica de multimodal, porque es capaz de incorporar las dimensiones
del orden y la acción en una teoría integral. No obstante, pese a su interés por
centrarse en las relaciones entre sus cuatro niveles, a través del establecimiento
de un continuum que va de lo materialista (objetivo) a lo idealista (subjetivo)
y de lo individual (micro) a lo colectivo (macro), resulta claro que Alexander
termina por inclinarse por el nivel colectivo-normativo y por las teorías que
parten de este nivel (aquí reaparecen las raíces parsonsianas de Alexander).
Como él mismo señala “la esperanza de combinar el orden colectivo y el
voluntarismo individual reside en la tradición normativa más que en la
racionalista. Lo más importante en su opinión es la idea de que esta orientación
es preferible porque las fuentes del orden son internas (en la conciencia)
más que externas, como defiende la orientación colectivo-instrumental.
Ello permite tanto el orden como la acción voluntaria” (Ritzer, 1992:465).
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 65
ANTHONY GIDDENS:
LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN
20
Este pluralismo teórico es el resultado, en palabras del mismo Giddens, de
la declinación del empirismo lógico como resultado del surgimiento de una
«nueva filosofía de la ciencia», en la cual “se rechaza la idea de que puede haber
observaciones teóricamente neutrales; ya no se canonizan como ideal supremo de
la investigación científica los sistemas de leyes conectadas de forma deductiva;
pero lo más importante es que la ciencia se considera una empresa interpretativa,
de modo que los problemas de significado, comunicación y traducción adquieren
una relevancia inmediata para las teorías científicas” (Giddens et al., 1990:11).
66 Miguel Ángel Beltrán Villegas
21
Giddens establece una diferenciación entre fundadores y clásicos. Al
respecto señala: “Todas las disciplinas intelectuales tienen fundadores, pero
normalmente sólo las ciencias sociales reconocen la existencia de ‘clásicos’.
Según mi punto de vista, los clásicos son los fundadores que nos hablan de algo
que aún se considera pertinente. No se trata simplemente de anticuadas reliquias,
sino que se les puede leer y releer, y constituyen un foco de reflexión sobre los
problemas y las cuestiones de actualidad” (Giddens, 1997:16).
22
Es de anotar que la preocupación de Giddens por el pensamiento clásico
es anterior a esta obra. Ya en su libro El capitalismo y la moderna teoría social
−1971−, Giddens había criticado y reformulado las interpretaciones de Weber
y Durkheim presentes en la obra de Parsons, a tiempo que reivindicaba el
pensamiento de Marx y sus aportaciones a la obra de Max Weber.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 67
23
Giddens agrega que ésta es la idea central de Wittgenstein y de ciertas
versiones de la fenomenología existencialista. La comprensión de uno mismo está
conectada integralmente con la comprensión de los otros. La intencionalidad, en
el sentido fenomenológico, no debe ser considerada −afirma Wittgenstein− corno
la expresión de un inefable mundo interior de experiencias mentales privadas,
sino como algo que depende necesariamente de las categorías comunicativas del
lenguaje, que a su turno presuponen formas definidas de vida. La comprensión
de lo que uno hace solo se torna posible comprendiendo (o pudiendo describir)
lo que hacen otros y viceversa.
68 Miguel Ángel Beltrán Villegas
25
Frente a lo que podría calificarse como una consideración plana del marxismo,
Giddens es consciente de que algunas versiones del marxismo pueden ser
conciliadas a nivel de la ontología con su teoría de la estructuración. Mención
especial merecen los esfuerzos renovadores del marxismo protagonizados por
la Escuela de Frankfurt y los historiadores marxistas británicos (en particular la
aguda polémica Thompson-Althusser, desarrollada por el marxista inglés en su
libro La miseria de la teoría, encaminados a superar la propensión economicista
subyacente al modelo base/superestructura y a recuperar la dialéctica entre
sujeto y objeto, reivindicando para ello a figuras como Lukács, Gramsci o Sartre.
70 Miguel Ángel Beltrán Villegas
26
Una «crítica positiva de las sociologías interpretativas». Giddens aclara
que el concepto de «Sociologías Interpretativas» resulta “una designación
impropia para las escuelas de pensamiento que aparecen en el primer
capítulo, puesto que algunos de los autores cuyas obras se consideran allí
se esfuerzan por separar de la ‘sociología’ lo que ellos quieren decir”.
Giddens recurre a este término porque “no hay otro fácilmente disponible
para reunir un conjunto de escritos que revelan determinadas preocupaciones
que son compartidas por la ‘acción significativa’” (Giddens, 1987:10).
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 71
Dualidad de la estructura
Noción de estructuración
28
Al colocar las reglas entre los elementos estructurales, el autor se vale de conceptos
de la etnometodología de Garfinkel y de nociones criticadas de la teoría de juegos.
76 Miguel Ángel Beltrán Villegas
Reflexibilidad y conciencia
29
Giddens clasifica estos recursos en dos tipos: recursos distributivos u
objetos materiales que permiten a la gente hacer cosas y los recursos autoritativos
o hechos no materiales (posiciones) que permiten ejercer mando sobre otros
seres humanos. Se trata de recursos que los sujetos han acumulado a lo largo
de sus vidas, tanto a través de medios formales como la educación y de medios
informales como en la familia y en sus relaciones con sus amigos. Ejemplo de
recursos: el conocimiento formal del lenguaje, de los ambientes, del trato con
los otros, saber qué hacer en situaciones de riesgo o circunstancias de amenazas.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 77
A MODO DE CONCLUSIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
*
Tomado de Anuario de Historia de la Universidad de Navarra. No 4, 2001,
págs. 19-41.
1
En el caso específico de Niklas Luhmann, no se trata de una condición
“post” sino del despliegue mismo de la modernidad. En ese sentido no se asistiría
estrictamente a una nueva época.
82 Miguel Ángel Beltrán Villegas
2
Es indispensable distinguir entre el discurso del proyecto de la modernidad
y el desenvolvimiento histórico de esa modernidad. En esta perspectiva analítica
la modernidad se revela, en su discurso, como un proyecto sustancialmente
emancipador de lucha contra el pasado feudal, contra las opresiones del antiguo
régimen, contra las creencias religiosas y a favor de la autonomía individual. Este
discurso al hacerse experiencia se va vaciando de contenido y su lugar es ocupado
por un tipo de racionalidad técnica, instrumental, un poder social que penetra
las esferas del mundo de la vida, acompañado de invocaciones carismáticas,
del renacimiento de los particularismos nacionalistas, de los fundamentalismos
religiosos, y de incremento de la violencia. En nuestros países es claro cómo
este proceso se inicia tardíamente no como resultado de un desarrollo interno
sino favorecido por un impulso exterior, esto es, el capitalismo en expansión, en
confrontación con una tradición histórica y cultural ya existente, lo que confiere
especificidades a este proceso que adquiere la forma de una modernización que
como bien señala Habermas “desgaja a la modernidad de sus orígenes europeos
para estilizarla y convertirla en un patrón de procesos de evolución social
neutralizados en cuanto al espacio y al tiempo” (Habermas, 1989:12). Esta
experiencia de modernidad es la que hoy se encuentra en crisis.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 85
3
Para Simmel, el mundo cultural y el mundo social adquiere vida propia
llegando a someter a las personas que las crean y que diariamente las recrean.
En otras palabras, la cultura objetiva termina dominando la cultura subjetiva (cf.
Simmel, (1986).
4
Después de la caída del muro del Berlín y la desintegración de la URSS, que
marcó el auge del pensamiento posmoderno. En el último lustro hemos asistido a
un resurgimiento de grandes relatos emancipatorios (v. gr. EZLN), un renacimiento
de los particularismos nacionalistas (v. gr. la guerra en los Balcanes), un reiterado
fracaso del modelo neoliberal y una agudización de los problemas sociales.
86 Miguel Ángel Beltrán Villegas
5
Utilizo aquí la denominación que proporciona el historiador mexicano
Carlos Aguirre en su sugerente artículo “Repensando las ciencias sociales
actuales: el caso de los discursos históricos en la historia de la modernidad”.
Revista Mexicana de Sociología. México, No.3, 1999. México: Instituto de
Investigaciones Sociales.
88 Miguel Ángel Beltrán Villegas
6
Entre otras corrientes cabe destacar la contribución de la llamada “historia
social inglesa” (Thompson, Hobsbawm, Rudé) que permitió ampliar la noción del
documento y del hecho histórico, acentuando la participación de la conciencia
humana y de la acción en la historia. Este tipo de historia hecha “desde abajo”
busca reconstruir una totalidad con sentido, en una doble dimensión: por una
parte, con el sentido que posee o poseería para los agentes sociales-históricos
objeto de su estudio y, por otra parte, con significación para el sujeto analizador
y para los destinatarios de su obra.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 89
8
Con esta afirmación no estoy queriendo significar que el marxismo ya no
tenga significancia para el historiador, pues este sigue siendo de algún modo
paradigmático. La obra de Edward Thompson, Eric Hobsbawm, Albert Soboul,
Pierre Vilar, constituyen ejemplos de una aplicación abierta y enriquecedora del
marxismo para la investigación histórica.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 91
9
En este sentido propuestas teóricas como la de Anthony Giddens apuntan en
esa dirección: “La constitución de agentes y la de estructuras -dice este sociólogo
británico- no son dos conjuntos de fenómenos dados independientemente, no
forman un dualismo sino que representan una dualidad” y enseguida aclara:
“La dualidad de estructura es en todas las ocasiones el principal fundamento de
continuidades en una reproducción social por un espacio-tiempo [...] El fluir de
una acción produce de continuo consecuencias no buscadas por los actores, y estas
mismas consecuencias no buscadas pueden dar origen a condiciones inadvertidas
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 93
10
Cfr. Carlo Guinzburg. El queso y los gusanos. Barcelona: Muchnick, 1994
y Geovanni Levi. La herencia inmaterial. La historia de un exorcista piamontés
del siglo XVII, Madrid: Nerea, 1990.
11
V. gr. George Duby, Guillermo el Mariscal, Madrid. Alianza, 1997 y Jacques
Le Goff, Lo maravilloso y lo cotidiano en el occidente medieval. Barcelona.
Gedisa, 1991.a
12
No hay que olvidar que como resultado de la influencia de la Escuela de
los Annales y en general la llamada “Nueva historia”, la historia política, que
generalmente se le identificó con la historia tradicional, anecdótica, cayó en
descrédito y fue sustituida por una historia que hacía énfasis en los problemas
estructurales, en especial por aquella que estudiaba las variables económicas
como las claves para entender nuestro pasado.
94 Miguel Ángel Beltrán Villegas
14
A esto coadyuvaron hechos históricos como las dos guerras mundiales, los
genocidios perpetrados en los campos de concentración nazis, el uso de la bomba
atómica y la violación de los derechos humanos no sólo en los países llamados
del “Tercer Mundo” sino también en las “naciones civilizadas”, así como los
excesos estalinistas que debilitaron profundamente las esperanzas humanistas
abiertas por la revolución rusa en 1917 (cf. Le Goff, 1991:223).
96 Miguel Ángel Beltrán Villegas
15
Para Weber la comprensión no excluye la explicación causal sino que
coincide con una forma particular de ésta: la determinación de relaciones de
causa y efecto individuadas. Las ciencias histórico-sociales se sirven de la
interpretación, procurando encontrar relaciones causales entre fenómenos
individuales, es decir, explicar cada fenómeno de acuerdo con las relaciones,
diversas en cada caso, que lo ligan con otros (Cfr. Max Weber Ensayos sobre
metodología sociológica, Buenos Aires: Amorrortu, 1973. Véase también la
Introducción de Pietro Rossi, la cual aporta muchas luces para la comprensión
del planteamiento weberiano)
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 99
LA GLOBALIZACIÓN
16
“Mediante la explotación del mercado mundial –escribe Marx– la burguesía
ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los
países [...] En lugar del antiguo aislamiento y la amargura de las regiones y las
naciones, se establece un intercambio universal, una interdependencia universal
de las naciones. Y esto se refiere tanto a la producción material, como a la
intelectual. La producción intelectual de una nación se convierte en patrimonio
común de todas. La estrechez y el exclusivismos nacionales resultan de día en
día más imposibles; de las numerosas literaturas nacionales y locales se forma
una literatura universal” (Marx y Engels, 1974:114).
100 Miguel Ángel Beltrán Villegas
LA IRRUPCIÓN DE LA “SOCIEDAD DE LA
INFORMACIÓN”
17
La expresión es de Bárbara Adam, autora de numerosas publicaciones
sobre el tema, citada por Ramos (1997:26).
18
Para una reflexión sobre el tiempo histórico remito al lector a la monumental
obra de Paul Ricoeur, Tiempo y narración, México: Siglo XXI, 1995, 3vols.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 105
19
Cfr. La Historia y las ciencias sociales. Madrid: Alianza, 1980. Para una
comprensión de las temporalidades en la obra de Braudel, Cfr. Carlos Antonio
Aguirre. Braudel y las ciencias humanas. Barcelona: Montesinos, 1996.
106 Miguel Ángel Beltrán Villegas
20
“El usuario del ordenador como gestor de archivos, -escribe Antonio
Rodríguez- descubre otra cara de esta herramienta polifacética: El ordenador
se puede presentar aquí como un espejo indiscreto. Su potencia para tratar
los registros de información produce muchas satisfacciones y estímulos para
seguir explotando una información bien estructurada, pero también esa misma
potencia deja al descubierto las fisuras del historiador a la hora de estructurar la
información que debe entrar en el ordenador. Sobre fichas de papel las carencias
teóricas y metodológicas que origina una deficiente tipología, y la consiguiente
clasificación de los datos, y una arquitectura de la información registrada
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 107
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Ramos, Ramón (1997). “La ciencia social en busca del tiempo”. Revista
Internacional de Sociología, No. 18.
110 Miguel Ángel Beltrán Villegas
INTRODUCCIÓN
LA RUPTURA
3
La Escuela de Chicago comprende un conjunto de investigadores sociales
agrupados en el Departarnento de Sociología de la Universidad de Chicago,
fundado en 1892, y que por muchos años se convirtió en el centro de esta disciplina
en los Estados Unidos. Pese a la heterogeneidad de sus integrantes la Escuela,
que tuvo en Robert Park y W.I.Thomas sus figuras más representativas, compartió
como características comunes su preocupación por los problemas humanos, su
orientación empírica y sus estudios descriptivos etnográficos centrados en la
observación personal, que los llevó a estudiar los fenómenos aquí mencionados.
122 Miguel Ángel Beltrán Villegas
4
Mientras que su obra El proceso de la civilización: investigaciones
sociogenéticas y psicogenéticas, fue escrita con posterioridad, aunque su
publicación precedió treinta años a su libro La sociedad cortesana, posteriormente
fue reeditada en 1968, incluyendo una nueva introducción del autor.
124 Miguel Ángel Beltrán Villegas
5
Estas influencias son señaladas explícitamente en su “Nota preliminar” a
La sociedad cortesana, Norbert Elías. op. cit., p. 53-59.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 125
6
De esta corriente historiográfica nos ocuparemos en el siguiente apartado.
126 Miguel Ángel Beltrán Villegas
7
Roger Chartier. Formación social y economía psíquica: Ia sociedad cortesana
en el proceso de civilización. En: El mundo como representación. Historia cultural:
entre práctica y representación. Barcelona, Gedisa, 1992, p. 83.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 127
8
Los estudiosos de Annales, entre ellos el historiador mexicano Carlos
Antonio Aguirre y el británico Peter Burke, identifican tres grandes generaciones o
periodos en el desarrollo de esta corriente historiográfica: un primer periodo, que
corresponde a su fase fundacional, y que se extiende hacia 1945, caracterizado par
la lucha frontal que libran sus iniciadores, Lucien Febvre y Marc Bloch, contra
la historia tradicional, política y acontecimental; un segundo periodo, dominado
por los trabajos paradigmáticos de Fernand Braudel; y un tercer periodo, que
arranca hacia 1968, caracterizado por su heterogeneidad y cuyo interés se centra
no tanto en la historia económica como en la sociocultural, retornando a la historia
política e incluso narrativa.
128 Miguel Ángel Beltrán Villegas
9
Citado por Jacques Le Goff. El orden de la memoria. Buenos Aires, Paidos,
1991, p. 231.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 129
10
Burke anota que Durkheim “comenzaba a enseñar en la Ecole más o menos
en el momento en que llegaba a ella Bloch” (Ibid., p.22.) Io cual es un dato errado
ya que en 1879, cuando Durkheim se vincula como docente en dicha institución,
Bloch no había nacido. Cfr.Steven Lukes. Emile Durkheim: su vida y su obra.
Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, Siglo XXI, 1984, cap. 2.
130 Miguel Ángel Beltrán Villegas
12
Cfr. Philippe Ariés. El hombre ante la muerte. Madrid, Taurus, 1983;
Jacques Le Goff. El nacimiento del purgatorio. Madrd, Taurus, 1987; y de George
Duby, Los tres órdenes o lo imaginario del feudalismo, Madrid, Taurus, 1992.
134 Miguel Ángel Beltrán Villegas
14
Estas ideas fueron desarrolladas por Durkheim en su libro, La división
social del trabajo.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 137
16
Barrintong Moore ya era conocido en los años 60 por su clásica obra
los orígenos sociales de la dictadura y la democracia. Junto a él, destacaría
también su adelantada discípula Theda Sckopol.Por su parte autores Como Neil
Snaelser, Reinhard Bendix, Charles Tilly, Inmanuel Wallerstein y PerryAnderson
pueden ser señalados como precursores de esta corriente que posteriormente se
identificaría como la “Sociología Histórica”.
138 Miguel Ángel Beltrán Villegas
CONCLUSIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
*
Tomado de Émile Durkheim: entre su tiempo y el nuestro. Tejeiro, Clemencia
–ed–. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 2009, p. 35-49.
1
En esta primera parte del texto utilizaré al concepto de clásico
fundamentalmente, en el sentido de los clásicos de la sociología europea y
norteamericana, advirtiendo al lector que en la parte final introduciré una
discusión en torno a los clásicos latinoamericanos. También es importante
establecer, siguiendo a Giddens, la distinción entre fundadores y clásicos:
142 Miguel Ángel Beltrán Villegas
Hoy día las ideas de los autores clásicos, cuyas obras cobraron
vital importancia en su tiempo y jugaron un papel protagónico
en el desarrollo de la sociología, han entrado en un completo
descrédito y se reputan como anacrónicas o, a lo sumo, sus
alcances se reservan a un interés puramente histórico. En los
departamentos de sociología son cada vez más las voces que
se pronuncian por un desplazamiento de las teorías clásicas
en favor de las nuevas teorías que den cuenta de la sociedad
contemporánea.
“Los clásicos son los fundadores que nos hablan de algo que aún se considera
pertinente. No se trata simplemente de anticuadas reliquias, sino que se les
puede leer y releer, y constituyen un foco de reflexión sobre los problemas y las
cuestiones de actualidad” (Giddens, 1997:16).
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 143
2
Resulta significativo que su obra The third way, cuya primera edición se dio
a conocer en 1998, fue traducida rápidamente al español, por el grupo editorial
Santillana, con el sugestivo subtítulo de “La renovación de la socialdemocracia”
(Giddens 1999).
3
Antes de su visita a México en septiembre de 1991, los escritos de Luhmann
eran prácticamente desconocidos en el mundo de habla hispana. A partir de
entonces, y gracias al interés de Universidad Iberoamericana, en particular de uno
de sus discípulos y traductores, Javier Torres Nafarrate, las obras de Luhmann
empezaron a ser conocidas en América Latina. Incluso algunos de sus libros,
como Sociología del riesgo –1992–, fueron traducidos casi simultáneamente a
su aparición en español. También coadyuvó a esta tarea la presencia en México
de uno de sus más destacados colaboradores, Rafael Di Giorgi.
4
Esta obra, aún no traducida al español, comprende cuatro volúmenes:
1) Positivism, Presuppositions, and Current Controversies (El positivismo,
presuposiciones y controversias); 2) The Antinomies of Classical Thought: Marx
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 147
and Durkheim (Las antinomias del pensamiento clásico: Marx y Durikheim); 3) The
Classical Attempt at Theoretical Synthesis: Max Weber (El intento clásico para lograr
una síntesis teórica: Max Weber) y 4) The Modern Reconstruction of Classical Thought:
Talcott Parsons (La reconstrucción moderna. del pensamiento clásico: Parsons). En
Colombia, la obra de Alexander es conocida por su programa en sociología cultural.
En México ha tenido una más amplia divulgación a través de los artículos publicados
en prestigiosas revistas de sociología como Sociológica y Estudios Sociológicos. Cabe
resaltar también la labor desarrollada por Ia socióloga Gina Zabludovsky (1995).
5
Los tres tomos fueron editados en 1974 (tomo I), 1982, (tomo II) y 1989
(tomo III) y traducidos al español por la editorial Siglo XX1 en 1979, 1984 y
1999 respectivamente.
148 Miguel Ángel Beltrán Villegas
6
En México, Carlos Antonio Aguirre ha realizado una aproximación crítica
a las principales tesis y contribuciones desarrolladas por Immanuel Wallerstein
(véase Aguirre, C., Immanuel Wallerstein: crítica del sistema-mundo capitalista.
México: Era, 2003).
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 149
7
En el fondo de estos planteamientos está el argumento de Thomas Kuhn
acerca de la inconmensurabilidad.
152 Miguel Ángel Beltrán Villegas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
*
Tomado de Sociología. Revista de la Facultad de Sociología de Unaula.
Medellín, No. 27, 2004, pp. 26-36. El presente artículo tiene como base
una conferencia impartida el 24 de octubre de 2000 en Ia Cátedra Abierta,
“Perspectivas y Lecturas Sociológicas”, organizada por la Facultad de Sociología
de la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín.
162 Miguel Ángel Beltrán Villegas
1
Cf. Daniel Bell. El advenimiento de la sociedad postindustrial. Madrid:
Alianza, 1991; Vattimo, Gianni. “Posmoderno: ¿una sociedad transparente?”, en
La sociedad transparente, Barcelona: Paidós, 1989; Ulrich Beck. Sociedad del
riesgo global. Madrid: Siglo XXI, 2002; Luhmann, Nildas. Sociedad y sistema.
La ambición de la teoría. Barcelona: Paidós, 1990; Manuel Castells. La era de
la información. La sociedad red. Madrid: Alianza, 1996; Giddens, Anthony.
Consecuencias de la modernidad. Madrid: Alianza Universidad, 1993.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 163
2
Las tipologías binarias: tradición/modernidad; socialismo/capitalismo;
modernidad/postmodernidad, son una expresión de este fenómeno.
166 Miguel Ángel Beltrán Villegas
3
Estados Unidos salió de Ia Segunda Guerra Mundial con una fuerza
económica abrumadora; es un período de prosperidad y de optimismo. Mientras
que Europa vive una etapa difícil: de reconstrucción (con Ia intervención de los
Estados Unidos), de crisis de su dominio colonial y de auge en su interior de los
partidos comunistas (Francia e Italia), en esta etapa prima en América Latina un
enfoque universalista que se expresa, p. ej. en los enfoques sobre las teorías de
Ia modernización; pero es un panorama que cambia radicalmente al iniciar la
década de los 60 con el triunfo do la revolución cubana.
4
Para un papel de las fundaciones americanas cf. Joseph Picó. Los años
dorados de la Sociología (1945-1975). México: Alianza, 2003, cap. II.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 167
5
Ejemplos típicos son el Materialismo histórico editado por F. V.
Konstantinov –1951– y el Diccionario de filosofía, compilado por Yudin y M.
Rozental. La característica de estos manuales era la de condensar todos los
principios del marxismo-leninismo en una serie de fórmulas simples.
168 Miguel Ángel Beltrán Villegas
6
Uno de los instrumentos utilizados por Stalin para conseguir Ia obediencia
de los partidos comunistas gobernantes en la Europa del Este, y de todos los demás
comunistas fue el Buró de Información de los Partidos Comunistas (Kominform),
que incluía representantes de todos los partidos comunistas en el gobierno de la
Europa Oriental, excepción hecha de Albania y Alemania del Este (soviético,
polaco, checoslovaco, húngaro, búlgaro y yugoslavo), además del francés y el
italiano.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 169
EL DEBATE POSMODERNO:
DESENCANTO Y RETOS TEÓRICOS
7
El debate postmoderno hunde sus raíces en las discusiones suscitadas en
el campo de lo estético a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Es en este
período cuando las corrientes modernistas cuestionan las reglas sobre las que
el arte se había fundamentado hasta el momento y tratan de mirar el mundo
con ojos nuevos, colocando su acento en la creatividad e imaginación personal:
el escritor abandona el relato lineal y secuencial para dar vida a una narrativa
caracterizada por una simultaneidad de experiencias, donde se entremezclan
el pasado, el presente y el futuro; el artista transforma su objeto formal en un
juego de percepciones múltiples, asimilando todos los temas y materiales; el
urbanista modifica las dimensiones espacio-temporales de la ciudad, propiciando
un ambiente de mayor libertad. No obstante, el carácter innovador de este
movimiento, para los años quo siguieron al fin de la II Guerra Mundial, logra ser
institucionalizado por el mercado. El arte propiamente postmoderno irrumpirá
como una reacción a esta institucionalidad, buscando nuevas alternativas y
declarando Ia Iibertad del artista para expresar en cualquier forma lo que desee.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 171
8
Algunos autores, como el historiador mexicano Carlos Antonio Aguirre,
consideran que el concepto de Globalización constituye un “invento de los medios
de comunicación, como una ideología y como un concepto autolegitimador del rol
creciente que ellos han ido ganando en los últimos treinta años, y que se explica
a partir de los múltiples efectos que tuvieron las fundamentales revoluciones de
1968 en todo el mundo. Desde este punto de vista, el concepto de globalización
no es un concepto riguroso”. Cf. Carlos Antonio Aguirre. “Una visión histórica del
mundo después del 11 de septiembre de 2001”. Entrevista realizada por Miguel
Ángel Beltrán para la revista Contrahistorias No. 2. México, marzo-agosto 2004.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 175
9
Octavio Ianni. “Sociología de la globalización” en Teorías de la
globalización. México: Siglo XXI - UNAM, 1996. El surgimiento de esta
perspectiva sociológica global estaría justificado, entre otros factores, por el
desarrollo de movimientos transnacionales básicos con claros objetivos regionales
o globales como la protección del ecosistema y la lucha contra las amenazas
nucleares; la emergencia de comunidades, actores, agencias o instituciones que se
estructuran alrededor de temas internacionales y transnacionales; el compromiso
con los derechos humanos como componente indispensable de la dignidad y la
integridad do todos los pueblos; la configuración de una suerte de sociedad civil
global.
176 Miguel Ángel Beltrán Villegas
PANORAMA DE LA SOCIOLOGÍA
CONTEMPORÁNEA
*
N. del E.: Por razones técnicas, fue imposible incorporar el cuadro.
Remitimos al lector a las páginas 37-44 de Sociología, No. 27.
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 179
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Laraña, Enrique (1996). “La actualidad de los clásicos y las teorías del
comportamiento colectivo”. Revista Española de Investigaciones
Sociológicas. Madrid, No. 74, p. 15-44.
GLOBALIZACIÓN Y SOCIOLOGÍA:
ALGUNOS DESAFÍOS
PARA EL FIN DE SIGLO*
INTRODUCCIÓN
1
Una interesante reflexión en este sentido puede encontrarse en el artículo de
Alejandro Labrador Sánchez “Viejos y nuevos paradigmas en la transformación
de las Ciencias Sociales hoy” en Juan Felipe Leal (Coord.). La sociología
contemporánea en México: perspectivas disciplinarias y nuevos desafíos.
México: UNAM. 1994.
186 Miguel Ángel Beltrán Villegas
CONCEPTO DE GLOBALIZACIÓN
LA GLOBALIZACIÓN CULTURAL
2
Cabe aclarar que hablar de “dependencia” en términos generales puede
resultar impreciso en la medida en que dicha teoría engloba un cuerpo muy
heterogéneo de aportaciones, no siempre compatibles entre sí. Sin embargo utilizo
aquí la expresión para referirme a una tradición intelectual que trató de adaptar
el marxismo a la realidad latinoamericana para dar cuenta de su especificidad,
bajo el presupuesto que nuestras sociedades estaban definidas por su relación
subordinada en un sistema económico internacional que acumula recursos
y decisiones en el centro y cuyo crecimiento general va acompañado de una
desigualdad centro-periferia.
194 Miguel Ángel Beltrán Villegas
3
Hugo Zemelman. “Los desafíos del conocimiento sociohistórico en América
Latina” en Juan Felipe Leal (coord). Op. cit. Reflexiones en el mismo sentido
pueden encontrarse en los ensayos de Enrique Nieto Sotelo, Lucio Oliver y de
Alejandro Labrador.
4
Octavio Ianni. “Sociología de la globalización”, en Teorías de la
globalización. México: Siglo XXI, UNAM, 1996. Puede consultarse también el
sugerente texto de Gina Zabludovski, Sociología y política: el debate clásico y
TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 195
5
Sobre el lugar de los clásicos en la ciencia social contemporánea Cfr. Jeffrey
Alexander “La Centralidad de los Clásicos” en Anthony Giddens y Jonathan
Turner. La teoría social hoy, México: Alianza - Consejo Nacional para la Cultura
y las Artes, 1990.
196 Miguel Ángel Beltrán Villegas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
PRÁCTICA DE LAS
CIENCIAS SOCIALES
202 Miguel Ángel Beltrán Villegas
203
EL MANIFIESTO DE CÓRDOBA
DE LA REVOLUCIÓN A LA CONTRARREVOLUCIÓN
PERSPECTIVAS ACTUALES
Sin duda, Daniel “el Rojo”, líder carismático del 68, ilustra
esta parábola, que convertido en adjunto a la alcaldía de
Francfort y posteriormente en diputado del Parlamento
Europeo optó por un cambio de color: el verde; aunque el
cambio de color de otros haya sido mucho más significativo.
Desde luego este no es un destino inexorable. Muchos
estudiantes permanecen vivos en la memoria de las luchas
populares inmunes a cualquier olvido, como lo sigue siendo
Gonzalo Bravo Pérez, y como todos aquellos que persisten
en esta difícil tarea de organización estudiantil, con espíritu
crítico, inventando nuevas y creativas formas de acción.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
*
Tomado de Wifala. Lima, No.1, 2004, p. 73-88.
1
Esta guerra civil es conocida en Ia historiografia nacional como “la guerra de
los Mil Dias” y se desenvolvió en el período 1899-1902 (cf. Sanchez y Aguilera,
2001).
224 Miguel Ángel Beltrán Villegas
¿DEGRADACIÓN DE LA GUERRA?
2
Cf. en Análisis Político No. 46, del 2002, los trabajos de William Ramirez
Tobón, Alvaro Camacho Guizado, Eduardo Pizarro y Gonzalo Sanchez; Posada
Carbó, Eduardo. ¿Guerra Civil?. El lenguaje del conflicto en Colombia: Bogotá:
Alfa-Omega, 2001; Pecaut, Daniel. Midiendo fuerzas. Bogotá: Planeta, 2003;
Lair, Erick. “Colombia: una guerra contra los civiles”. Colombia Internacional.
Bogotá, No. 49-50, 2001. Pecaut, Daniel. Guerra contra la sociedad. Bogotá,
Espasa Hoy, 2001.
226 Miguel Ángel Beltrán Villegas
Por un lado, fue evidente una actitud poco clara del gobierno
en relación con una agenda de negociación y el establecimiento
de unas reglas de juego que crearan las condiciones para llegar
a acuerdos concretos que pudieran materializarse en cambios
efectivos que favorecieran a amplias sectores de la población
colombiana. Por otro lado, el proceso contó con la resistencia
5
El 14 de octubre de 1998 el recién posesionado presidente de Ia República
Andrés Pastrana ordenó la desmilitarización de los municipios de La Uribe,
Mesetas, Macarena, Vista Hermosa y San Vicente del Caguán con el fin de
facilitar los diálogos entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia, FARC, dando inicio a una nueva etapa en los procesos de diálogo y
negociación en el país que se le prolongó hasta el 20 de tebrero del 2002, cuando
tras un período de crisis el presidente Pastrana dio por terminado el proceso.
232 Miguel Ángel Beltrán Villegas
6
Para una crítica a la zona de despeje Cfr. Pizarro Leongómez, Eduardo,
“Los microcosmos del autoritarismo”, El Espectador, Bogotá, agosto 7 de 1999;
ÁIvaro Valencia Tovar, “Realidad de la zona de despeje”, El Tiempo, Bogotá:
30 de julio de 1999. Una visión contrastante con estos dos autores puede leerse
en Miguel Ángel Beltrán, “La zona de despeje: un laboratorio para la paz en un
país de guerra”, Revista de Derecho y Ciencias Políticas y Sociales. Popayán,
No. 3, 1999-2000. Para una visión de conjunto sobre el proceso cf. Edgar Téllez,
Óscar Montes y Jorge Lesmes. Diario íntimo de un Fracaso. Historia no contada
del proceso de paz con las FARC. Bogotá: Planeta, 2002.
7
Sectores de la sociedad civil tuvieron oportunidad de debatir, presentar y
confrontar diversas tesis sobre los diferentes problemas de la vida nacional. Lo
que significó, sin lugar a dudas, la posibilidad de que la sociedad civil pensara
con realismo los aspectos más neurálgicos de nuestra conflictiva y traumática
realidad, pero también significó que el país pudiera politizarse por un momento
por la oportunidad que se le brindó a Ia política –aún en medio de la guerra– (cf.
Nieto y Robledo, 2002:105).
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 233
UN NUEVO ESCENARIO
8
Nieto y Robledo, 2002:106-7. A este proceso se deben sumar otras
coyunturas en las cuales se ensayaron salidas negociadas al coflicto politico-
armado en el país: vgr. gr. Belisario Betancur –1982-1986–; Virgilio Barco –1986-
1990–; cesar Gaviria –1990-1994–. Menos clara fue la situación bajo el gobierno
del presidente Ernesto Samper –1994-1998–, dado que su pérdida de legitimidad
por sus señalamientos en cuanto a la infiltración de dineros del narcotráfico en su
campaña generaron una situación de permanente ingobernabilidad. Sobre estos
procesos de paz existe una amplia bibliografía en la que cabe destacar: Mauricio
Garcia Durán. De La Uribe a Tlaxcala. Procesos de paz. Bogotá: CINEP, 1992,
así como, Nieto y Robledo, 2002.
9
Un análisis de la política de “seguridad democrática” del presidente Uribe
Vélez puede leerse en Daniel Pecaut: “Daniel Pecaut comenta los resultados de Ia
234 Miguel Ángel Beltrán Villegas
10
La política de “seguridad democrática” contempla los siguientes aspectos:
1) unos principios, 2) los intereses nacionales, 3) las amenazas, 4) los objetivos
estratégicos, 5) los instrumentos y 6) el plan de seguridad que concreta la esencia
de sus propósitos: tres billones de presupuesto adicional para la guerra con el
impuesto del 1,2% sobre el patrimonio, la red de un millón de cooperantes
encargada del espionaje a los ciudadanos, las Zonas de Rehabilitación, las cuatro
nuevas brigadas móviles, los batallones de alta montaña, los soldados campesinos,
los doce grupos de anti-terrorismo urbano y los sofisticados equipos militares
como los localizadores y rastreadores satelitales (Cf. http://www.vialterna.com.
co/pdefensa.htm.)
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 235
11
De acuerdo con el proyecto de “ley de alternatividad penal” con el cual
se pretende dar viabilidad a la desmovilización de los grupos de autodefensas,
para acceder al beneficio de suspension condicional de la pena se exige “cese de
hostilidades del grupo armado, a menos que se trate de entrega individual; dejación
de las armas; compromiso expreso de no regresar a las filas; cumplimiento de una
pena alternativa a la prisión; realización de actos de reparación a las víctimas; y el
compromiso de no cometer en adelante delito doloso”. (Cf. Luis carlos Restrepo.
“Ley de alternatividad penal”. El Espectador. Bogotá, septiembre 7 de 2003.)
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 237
13
En los últimos tres años Colombia ha recibido US$ tres mil millones de
ayuda norteamericana. Bajo la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, las relaciones
se han estrechado aún más, dos meses antes de su posesión, y ya como presidente
electo Uribe Vélez se reunió en Washington con el secretario de Estado de los
EEUU, Cohn Powell; más recientemente, el 19 de agosto (2003), el secretario
de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, llegó a Bogotá para una visita oficial
de ocho horas, con el claro objetivo de respaldar la política de “seguridad
democrática” del presidente Uribe. Junto con Rumsfeld ya son varios los
funcionarios de alto rango de los Estados Unidos que han visitado Colombia en
este año [2004]. Anteriormente lo hicieron el jefe antidrogas, el representante
comercial y el jefe del estado mayor conjunto de las fuerzas armadas de los
Estados Unidos.
238 Miguel Ángel Beltrán Villegas
14
Las metas del llamado “Plan Colombia”, aprobado bajo la administración
Pastrana (1996-2000) y su iniciativa andina busca erradicar el 50% de los cultivos
ilícitos en seis años; esto es más de 600.000 hectáreas. El 90% de estos cultivos
se encuentran en el Amazonas.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 239
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
*
Tomado de ¿Hacia dónde va América Latina? Bogotá, Universidad Distrital
Francisco José de Caldas, 2007, pp. 115-153.
242 Miguel Ángel Beltrán Villegas
1
La Jornada. México, marzo 10 de 2006. En México el “10 por ciento de
los mexicanos más pobres apenas tienen el cuatro por ciento de la riqueza del
país; mientras que el 10 por ciento más rico del país concentra 40 por ciento
de los ingresos” Cfr. derechoshumanos.org.mx “Balance de la política social
durante el sexenio de Vicente Fox: programa Oportunidades”, 18 de agosto del
2006. Tema: Noticias. Investigadoras: Ana Luisa Nerio y Salomé Almaraz. Con
la colaboración de Angélica Gay Arellano.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 243
3
No compartimos la denominación de “nuevos” movimientos sociales, pues
si bien en estos movimientos participan actores tradicionalmente marginados,
con una mínima o nula experiencia de lucha anterior, cuentan en su saber con
un amplio acumulado de resistencias sociales que se han venido gestando por
décadas. Esta afirmación es particularmente válida para el caso de Oaxaca que
siendo uno de los estados con mayores indicadores de pobreza del país, ha sido
cuna de importantes expresiones de lucha social, cabe destacar aquí la actividad
desarrollada por la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE).
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 247
4
“Conclusiones y Recomendaciones Preliminares sobre el Conflicto
Social de Oaxaca de La Comisión Civil Internacional de Observación por los
Derechos Humanos (CCIODH)”. Ciudad de México, enero 20 de 2007. Este
documento puede ser consultado en la página de Internet: http://cciodh.pangea.
org/quinta/070120_inf_conclusiones_ recomendaciones_ cas.shtml.
248 Miguel Ángel Beltrán Villegas
1. El problema fronterizo
5
El volumen y extensión del fenómeno migratorio, así como su diversidad
y complejidad han convertido la cuestión migratoria en uno de los temas más
controvertidos y de gran tensión en la relación bilateral.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 251
6
Si se incorporan en la contabilidad a los estadounidenses de origen mexicano
(alrededor de 15 millones), es posible afirmar que en la vecina nación del norte
se encuentran establecidos casi 24 millones de personas (nacidas en México o
en los Estados Unidos), que cuentan con estrechos vínculos consanguíneos con
México (poco más del 8% de la población total de los Estados Unidos).
252 Miguel Ángel Beltrán Villegas
8
Está sólo arriba de Honduras, Bolivia y El Salvador. Cfr. Roberto
González Amador. “México, entre los cuatro países de AL en que más bajo es
el salario” en La Jornada, México, agosto 5 de 2006; Cifras aportada por el
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), señalan
que los mexicanos afectados por el desempleo o que cuentan con condiciones
ocupacionales precarias asciende a 31 millones 700 mil, lo que representan el
30% de la población del país.
254 Miguel Ángel Beltrán Villegas
2. Biodiversidad
LA REVOLUCIÓN MEXICANA
9
A este respecto pueden consultarse las tesis formuladas por Friedrich Katz
en su entrevista concedida a Juan José Doñán. La Jornada Semanal, México: 21
de abril de 1996.
10
Sobre el papel jugado por los intelectuales en este período puede consultarse
la investigación realizada por James D. Cockcroft. Precursores Intelectuales de la
Revolución Mexicana. México: Siglo XXI, 1976; así mismo, el libro de Enrique
Krauze. Caudillos Culturales en la Revolución Mexicana. México: Siglo XXI,
1976.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 261
11
En este punto seguimos los planteamientos formulados por la historiadora
Andrea Revueltas en su trabajo investigativo. México: Estado y Modernidad.
México: Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Xochimilco, 1992 (págs.
155-158).
262 Miguel Ángel Beltrán Villegas
12
En 1951 el sociólogo José Iturriaga resumía así los logros de la revolución:
“En materia agraria, casi dos millones de jefes de familia recibieron cerca de
treinta millones de hectáreas en un plazo de tres décadas, desde la promulgación
de la conocida ley del 6 de enero de 1915, hasta principios de 1945 [...] una Ley
Federal de Trabajo que protege con amplitud y justicia los derechos del obrero y
que es tenida como modelo en su género por muchos países del mundo[...] en el
terreno educativo se ha logrado que de cada cien mexicanos sepan leer cincuenta
y cinco, en contraste con la cifra de un 28% de alfabetos que ofrecía el porfirismo
en sus postrimerías [...] en materia de cultos, ha aparecido en los últimos años
una tolerancia [...] Nuestra revolución ha arraigado el respeto a la libertad de
pensamiento escrito o hablado en contraste con las prácticas de la Dictadura [...]
En las Relaciones Exteriores la Revolución ha seguido una política que ha dado
a nuestro país una personalidad importante [...] En materia vial, se han gastado
más de mil millones de pesos en construcción de carreteras que han contribuido
264 Miguel Ángel Beltrán Villegas
a dar mayor vigor económico al país[...]” Cf. José Iturriaga, “México y su crisis
histórica”, Cuadernos Americanos, XXXIII, mayo-junio, 1947, págs. 21-37 en
Stanley Ross (ed.). ¿Ha muerto la revolución mexicana?, causas, desarrollo y
crisis, México: SEP. 1972, p.119.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 265
14
En su primera etapa, el PRI se funda como Partido Nacionalista
Revolucionario (PNR), una coalición de numerosos partidos locales y unos
cuantos nacionales. Una vez consolidada su estructura, estos partidos tuvieron que
disolverse para dar lugar en 1932 a la afiliación individual. Seis años después, el
presidente Lázaro Cárdenas lo transformó en Partido de la Revolución Mexicana
(PRM), reconociendo oficialmente su naturaleza pluriclasista y sólo hasta 1946
el Partido adopta, su denominación actual (Partido Revolucionario Institucional)
bajo el lema de la “unidad nacional”.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 267
15
Dos semanas después de su aprehensión, el secretario general de los
Ferrocarrileros, Demetrio Vallejo es acusado, junto con otros detenidos más, del
delito de “disolución social”, y sólo hasta 1971 recobrará su libertad, en un proceso
colmado de irregularidades.
16
Estos movimientos demandaban un incremento salarial del gremio, a la vez
que expresaban su rechazo a la política represiva adelantada por la dirigencia sindical
“charrista” contra las bases trabajadoras, sustentada en el uso de medios coercitivos
para mantener el control de los agremiados, incluyendo los despidos injustificados.
270 Miguel Ángel Beltrán Villegas
En relación con la dinámica huelguística debe destacarse que hacia 1958 el número
de conflictos sindicales aumenta de 93 a 740 huelgas, para disminuir ostensiblemente
como efecto de la represión, hasta 1962 en que nuevamente ese número se eleva
con la reducción de los salarios y la crisis de algunos sindicatos controlados por
dirigente “charros”.
17
El delito de disolución social había sido incluido en el código penal, como
medida de emergencia durante la II Guerra Mundial, con el objeto de reprimir los
delitos que tendieran a subvertir la vida institucional del país, afectaran la soberanía
nacional, u obstaculizaran el funcionamiento de las instituciones legítimas del país.
Al concluir el conflicto bélico, el decreto se mantuvo y fue utilizado, en los años
siguientes, como instrumento para enfrentar el movimiento popular. La redacción
del decreto era de tal forma imprecisa que permitía la aplicación de severos castigos
por simples “tentativas o interpretaciones de hipótesis”.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 271
19
Durante el gobierno de Luis Echevarría (1970-1976) también se adelantaron
algunas reformas, en cierta medida como respuesta política al movimiento de 1968
y que comprenden la reducción de la edad para ser electo diputado y senador y la
ampliación del sistema de representación de los partidos, a través de una rebaja de
los índices de votación. Estas medidas estuvieron acompañadas de una reforma a
la legislación electoral que busca ampliar la participación de la sociedad en la vida
electoral del país.
278 Miguel Ángel Beltrán Villegas
20
Samuel León y Germán Pérez. De Fuerzas Políticas y Partidos Políticos.
México: Plaza Valdés Editores, 1988. Un análisis de los alcances de esta reforma
puede consultarse en: Octavio Rodríguez Araujo. La Reforma Política y los Partidos
Políticos, México: Siglo XXI, 1984, séptima edición corregida.
21
El PAN se formó en 1939 como reacción a las políticas de transformación
social impulsadas por el gobierno del general Cárdenas. En su nacimiento estuvo
influido por corrientes fascistas aunque nunca se llegó a identificar plenamente
con ellas y su influencia más importante y permanente en el PAN ha sido la del
pensamiento social de la Iglesia Católica. La clientela del PAN es básicamente
urbana y preponderantemente de clase media, pero también busca y recibe votos de
las clases populares y la gran burguesía. En los gobiernos de Echeverría y López
Portillo, el PAN cuestionó las políticas populistas –postura que le ganó el apoyo
de grupos empresariales, sobre todo norteños–, aunque terminó aceptando las
reformas políticas de esos sexenios. Cfr. Octavio Rodríguez, Op.cit.
22
Pese a su orientación derechista, el PAN fue igualmente víctima del fraude
electoral. Cabe destacar aquí la elección de gobernador en Chihuahua de 1986,
que generó denuncias y movilizaciones por parte del PAN rechazando lo que
consideraron una elección fraudulenta que le dio el triunfo al PRI.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 279
23
Cabe destacar aquí la actitud del Partido Acción Nacional (PAN) que si
en un principio se sumó a las protestas en contra del fraude electoral, terminó
por legitimar el mandato del presidente Salinas: no sólo estuvo de acuerdo con
que se quemaran los paquetes electorales de esa votación, sino que terminó por
declarar que el presidente Salinas había hecho suya su política económica.
24
Con un índice de abstención Salinas obtuvo el 50.4% de los votos frente
al 31.1% de Cárdenas y el 17.1% de Clouthier.
280 Miguel Ángel Beltrán Villegas
25
Área de Procesos Políticos UAM-I. “México: el tren de la modernidad
(un análisis del sexenio de Salinas) en Gustavo Ernesto Emmerich. Procesos
Políticos en las Américas. México: UAM Iztapalapa, P. 232.
26
El triunfo de Fox estuvo precedido por el sexenio presidencial de Ernesto
Zedillo. Esta última elección presidencial se vio marcada por acontecimientos
como el recrudecimiento de la situación política en Chiapas y el asesinato del
candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio, así como de su presidente. Su gestión
no fue más afortunada: crisis económica y devaluación del peso, surgimiento
de nuevos grupos armados, aumento del narcotráfico y un cierre prolongado de
la UNAM, cuyo campus universitario terminó ocupado por la Policía Federal
Preventiva.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 281
Para empezar hay que señalar que si bien el PAN con Fox a
la cabeza había ganado la contienda presidencial, no obtuvo
la mayoría en el Congreso y apenas alcanzó el 42.1% de los
diputados y el 35.9% de los senadores, en contraposición
al PRI que obtuvo un significativo 42.2 por ciento de los
diputados y 46.8 por ciento de los senadores, lo que le
proporcionaba un gran amplio margen de veto y negociación
sobre los proyectos legislativos27. De tal modo que el nuevo
presidente terminó por pactar con el PRI para alcanzar la
gobernabilidad, aplazando así las urgentes reformas que
reclamaba la nación.
27
Por su parte, el PRD, perdió importantes posiciones en el Congreso, en
el que sus integrantes tuvieron una disminución considerable de 125 a sólo 50
diputados; su triunfo importante fue retener el Distrito Federal.
282 Miguel Ángel Beltrán Villegas
29
La prensa destacó situaciones como el de referirse a las mujeres como
“lavadoras de dos patas”; o confundir al célebre escritor Jorge Luis Borges
con “José Luis Borgues” así como sus relaciones maritales con Marta Sahagún
–esposa no “autorizada” por la Iglesia.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 283
LA ALTERNATIVA DE IZQUIERDA
30
La Izquierda Social, que englobaba lo mismo a organizaciones sociales
como la Coalición Obrera, Campesina, Estudiantil del Istmo (COCEI), la Central
Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), la Asamblea de
Barrios de la Ciudad de México, la Unión de Colonias Populares, la Unión Popular
Revolucionaria Emiliano Zapata, que a agrupamientos de activistas políticos con
presencia en el medio social como la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria
(ACNR), la Organización Revolucionaria Punto Crítico (ORPC), la Organización
de Izquierda Revolucionaria-Línea de Masas (OIR-LM, particularmente en el
D.F.) y el Movimiento al Socialismo.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 285
31
El desempeño electoral del PRD ha sido irregular: En los comicios
intermedios de 1991, en los cuales el PRD participó ya con sus siglas, fue un
verdadero retroceso con respecto a la elección de 1988; en 1994, Cárdenas sólo
sumó 16.9% del total de los votos, muy por debajo de su desempeño anterior. Sin
embargo, en 1997 el nuevo partido conoció un notable ascenso. Cárdenas ganó
el Distrito Federal con un gran margen respecto a sus adversarios y el PRD elevó
considerablemente su votación para las cámaras. A nivel municipal, ha ganado
muchas elecciones, pero en la mayoría de los casos no ha tenido continuidad en
los siguientes comicios.
286 Miguel Ángel Beltrán Villegas
32
Yolanda Meyenberg. “El PRD. La pugna por un nuevo liderazgo”. Ponencia
presentada al VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración.
Democracia y Buen Gobierno. Grupo de Trabajo 23. Partidos y Sistemas de
Partido en nuevas Democracias. Madrid 21-23 septiembre de 2005. Versión
Electrónica.
288 Miguel Ángel Beltrán Villegas
33
Sobre la labor pastoral desarrollada por el obispo Samuel Ruiz en San
Cristóbal de las Casas, puede consultarse el libro del historiador mexicano Jean
Meyer (con la colaboración de Federico Anaya y Julio Ríos). Samuel Ruiz en
San Cristóbal. México: Tusquets, 2000.
PRÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 291
A MODO DE CONCLUSIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS