Está en la página 1de 3

Vargas Quiñones Brayan Andrés

Organización y Métodos
Politécnico Grancolombiano

Un mundo feliz, realidad distópica


Sin duda, Aldous Huxley y su distopía proponen un escenario bastante interesante, a juzgar
por la fecha en que se lanzó el libro (1931); al día, se toma como una verdad aún vigente,
desde la manipulación de los sentimientos, el libertinaje, las clases, el consumismo y además
dictaduras disfrazadas de democracia son solo algunos de los referentes para apropiarse de
la idea que Aldous expone.
Centrándose en el territorio colombiano, muchas de las variables anteriormente expuestas,
acogen la deshumanización que muchos dirigentes llaman “orden”. Sería fácil hablar de lo
mal que se está como país y de quienes lo “lideran”; pero no, no se pretende entrar en los
más de 50 años de conflicto con los que generaciones normalizan su situación, no cabe duda
que es ejemplo perfecto para idealizar una Colombia que evoluciona en un nuevo orden como
el leído en la entrega de Huxley.
Ahora bien, ¿Acaso a nivel mundial no es permisible hacer la comparativa del control masivo
de población desde otras variables?, ¿Qué hace fata para dar una mirada desde el raciocinio
y entender que de una u otra manera el control ya se está dando?
Detallando la distopía en la que se adentra un mundo feliz, en el futuro no existen las
discrepancias, la tristeza o cualquier rasgo de frustración humana que permita desestabilizar
en el ámbito más insignificante a una población permanentemente feliz. ¿permanentemente
feliz o apariencia de felicidad? La tranquilidad en este mundo requiere de un precio muy
costoso, el valor de la vida o de la humanización radica en la simplicidad de lo que por
naturaleza se posee, en este caso hablamos de la familia, la diversidad, los valores, el respeto,
la ciencia, el estudio, la religión, la filosofía, la literatura o simplemente la cultura e identidad
con la que se forja la esencia del ser.
Actualmente muchos de los dirigentes o compañías que si o si también se adentran en el
interés político o participación del control de la población (económicamente hablando) se
convierten en los científicos que buscan la efímera satisfacción de tranquilidad en el ser
humano, con base en el consumismo que a manera de droga mantiene dicha tranquilidad.
El consumo como concepto no hace referencia a nada malo ni perjudicial. Podemos definirlo
como el simple hecho de consumir para satisfacer necesidades o deseos. El problema llega
cuando esta actividad se vuelve patológica. Entonces ya no hablamos de ‘consumo’, sino de
‘consumismo’. La Real Academia Española (RAE) define el consumismo como “la tendencia
inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre necesarios.” (Pérez, 2013)
No obstante, el consumismo genera todo aquello que para efectos de Huxley podría ser uno
de los 4 mecanismos del estado mundial en su libro, se hace alusión al mecanismo nuero dos,
donde por medio de una “jerarquización de castas”, la población define su estatus y así mismo
la dependencia al consumismo, de no tener estas posibilidades simplemente se estará
sometido a otro de los mecanismos de control, como por ejemplo el número uno, denominado
Vargas Quiñones Brayan Andrés
Organización y Métodos
Politécnico Grancolombiano
la hipno-pedia o básicamente la educación con bases interesadas, trayendo a colación nuestra
realidad es algo común gracias a los medios de comunicación y/o información.
La manipulación informativa es tan antigua como el poder, que pronto descubrió la
importancia de controlar la información y atraer la opinión pública hacia los intereses de
un determinado colectivo. Probablemente las primeras formas de manipulación informativa
tuvieron lugar en las plazas públicas y ágoras de la antigüedad. Por aquel entonces, la
información se transmitía oralmente y, por tanto, la capacidad de manipulación era
limitada. Pero el mundo ha cambiado mucho y la modernidad ha convertido a los actuales
medios de comunicación: televisiones, radios y periódicos (tradicionales u online), en
verdaderas armas de manipulación masiva. (Melior)
En el inicio se enfatizó la deshumanización de la población, pues bien, ¿Qué nos hace
humanos?, reiteremos aquellos factores que por naturaleza se trae en cada quien, una familia,
por ejemplo. Los sentimientos humanos positivos o negativos realzan los valores de cada
persona basados en las experiencias y madurez que, con mucho esfuerzo, paso a paso arraiga
la personalidad de un individuo (opinión personal), según Huxley, incluso el amor en cada
habítate de su distopía se veía direccionado o manipulo en un bien común, el cual era
mantener la estabilidad de una población, y para cada sentimiento “negativo” existía su cura,
el SOMA, medicamento o droga que borrará estas facetas tan humanas en cada persona.
No es de extrañar cuando en la realidad se puede hacer la comparativa del SOMA con
diversos factores impuestos a lo largo de la historia; pues, aunque no sean sustancias,
funcionan de la misma manera. El opio del pueblo, frase en manos de Karl Marx, quien con
su filosofía y conocimiento expone su idea de la religión y lo que sígnica para la humanidad.
Cuando la tristeza, el desespero, frustración y demás sentimientos tan tóxicos en el ser
humano se apropian, inevitablemente se quiere encontrar respuestas y/o curas para tal
afectación, muchos encuentran este refugio en su Dios, por supuesto, visto desde la religión
que cada quien profesa, y si, allí en la mayoría de sus casos hayan la paz que buscan; no
obstante, muchas veces se ignora la capacidad de auto manejar situaciones de desesperanza
e irónicamente la fe verdadera a manos de la ignorancia se confunde con la dependencia de
encontrar el alivio en algo.
La miseria religiosa es, al mismo tiempo, la expresión de la miseria real y la protesta contra
la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura atormentada, el alma de un mundo
desalmado, y también es el espíritu de situaciones carentes de espíritu. La religión es el opio
del pueblo. (Coelho, 2018)
De esta misma manera funciona una de las variables un poco más tangibles, se habla de la
tecnología y en manos de esta, las redes, mismas que de manera simultanea crean una realidad
adversa, un mundo ilusorio en donde muchos aparentan o simplemente encuentran su refugio
en aras de encontrar alivio y/o atención.
Basándose en lo que el SOMA causa en el cuerpo de las personas, no solo logra aliviar
frustraciones, también, logra crear una realidad totalmente adversa a la que definiría un
momento normal en el ambiente, pues Facebook, Instagram, Snapchat o cualquiera de las tan
Vargas Quiñones Brayan Andrés
Organización y Métodos
Politécnico Grancolombiano
conocidas redes sociales permiten llegar a tal punto de irónico de conexión y desconexión
que fácilmente se llega a relacionar con el SOMA.
Nora Leal Marchena, médica psiquiatra, explicó a Infobae que la mayoría de la gente usa
las redes sociales porque estas permiten expresar distintas versiones idealizadas de uno
mismo. No obstante, muchas no son ciertas sino mentirosas y hasta están los que se ocultan
bajo el anonimato: un ejemplo muy común es los "trolls" o personas que bajo otra identidad
comentan estados, fotos o videos. "Es frecuente publicar fotos de épocas en que eran más
jóvenes, muy producidas o retocadas, también están los que ponen fotos de otras personas
lindas y jóvenes. Quien tenga baja autoestima puede dar rienda suelta a sus deseos y
fantasías mucho más fácil a través de las redes, ya que no hay que poner la cara para
afrontar las mentiras y resulta mucho más fácil que hacerlo personalmente", dijo la experta.
Se resalta la baja autoestima trayendo a colación lo que Huxley sugiere en su libro como un
sentimiento negativo, y cómo este se puede eliminar por medio de un mecanismo que aparta
de la realidad a la persona en cuestión.
Pues bien, se permite hacer estas comparativas de manera abierta y encontrado en cada una
de ellas el valor de lo que Aldous quiso mencionar en su distopia, es importante centralizar
este mensaje en la bastedad de nuestro actual. Lo que se sugiere en Un mundo feliz permea
perfectamente diferentes directrices de la realidad actual, por lo cual el comparar tal
dimensión con solo una de las situaciones actuales se queda corto, el mensaje simplemente
es a despertar, a encontrar el valor de la humanidad y de nuestra capacidad de sentir y no
pertenecer a las influencias de lo que se cree es correcto, mas aun en manos de los que
pretenden llegar a contralar la masiva capacidad de vivir.

Referencias
Coelho, F. (2018). La religión es el opio del pueblo. Cultura Gnereal. Obtenido de
https://www.culturagenial.com/es/la-religion-es-el-opio-del-pueblo/

Melior, F. (s.f.). Medios de comunicación ¿armas de manipulación masiva? Obtenido de


https://fundacionmelior.org/archivado/medios-de-comunicacion-armas-de-manipulacion-
masiva/

Pérez, J. (19 de Noviembre de 2013). La sociedad de consumo: vivir es consumir. EOM (EL ORDEN
MUNDIAL). Obtenido de https://elordenmundial.com/sociedad-de-consumo/

También podría gustarte