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Primer parcial Psicoterapias Menendez

Trastorno Narcisista

1_ Desarrolle tres características psicopatológicas del trastorno narcisista.

Una primer característica del trastorno narcisista es una problemática centrada en el sí


mismo, una preocupación constante por definir su identidad y la estima que esa imagen de sí pueda
merecer ante los otros significativos y ante sí mismo. Si analizamos este fenómeno global del
centramiento en una problemática referida a sí mismo, podemos reconocer en la misma la
incidencia de una serie de parámetros en los que quedan comprometidas las representaciones a las
que el sujeto apela identificarse como un “yo”, dotado de alguna consistencia, de cierta
consistencia, reconocible para sí en alguna medida. Entre estos parámetros encontramos las
dificultades en la configuración de las imágenes de sí mismo, precariedad, carácter confusional de
las mismas. También las imágenes de sí son afectadas por una gran inestabilidad, aquellas que
precariamente logran una configuración son altamente vulnerables. Además se observa una falta de
una cierta coherencia entre las diferentes representaciones del sí mismo, las discordancia es extrema
en los cuadros borderline. También hay inestabilidad y conflicto en la valoración de esas imágenes
de sí, la estima oscila entre juicios de perfección (atribuidos al yo ideal, cargado de omnipotencia
infantil) y juicios de denigración (debido a un superyó arcaico cargado del sadismo infantil).

Una segunda característica del trastorno narcisista es la preocupación por el saldo que en
términos de saldo y estima de sí puede resultar de toda interacción con los otros. Se vive lo
amenazante de la interacción con los otros, ya que toda conducta propia o ajena tiene el poder de
otorgar o negar identidad, debido a una falta de referencias estables (lo que Balint llama “una falta
básica”). No se analiza una situación, sino que lo que hay que encontrar es que falla en el ser del
sujeto explica la falla en el logro esperado

Una tercer característica son las alteraciones en la percepción y en la configuración de una


imagen del propio cuerpo. Las representaciones del esquema corporal resultan confusas, de límites
borrosos. Hay fallas en el registro de partes del cuerpo.

Una cuarta característica es la reiteración en la demanda de modos primarios de vinculación,


de dependencia patológica. El trastorno narcisista mantiene algún equilibrio de su lábil sistema de
representaciones mediante vínculos soportativos, fusionales, en condiciones de dependencia
patológica, con figuras capaces de cumplir una función parental. Tal función parental queda
investida con poderes de sostén y continencia estructurante, poderes en los que es proyectada una
ilusión de protección omnipotente. Este rol parental del otro parece demandar a cumplir funciones
de “espejo”. El trastorno narcisista es resultado de perturbaciones de esa función de espejo familiar,
interferido en la capacidad de interiorizar imágenes de sí coherentes y aceptables. El trastorno
narcisista queda fijado al momento de exterioridad, aquél en que el otro, omnipotente en la función
de espejo, detenta toda imagen del sujeto. De allí la inexorable dependencia, se va al otro a buscar
el sí mismo. Esta función “espejo” da lugar a intensas ansiedades confusionales, ya que la identidad
queda localizada enteramente en las conductas del otro. Y también a ansiedades persecutorias, ya
que el otro está dotado de un enorme poder, por lo que es temido, pero también es desafiado y
atacado en el interior del vínculo confusional. Además también se presentan ansiedades depresivas,
por las amenazas o alejamientos del vínculo fusional soportativo. Esta relación de dependencia
patológica supone un constante borramiento de los límites entre el yo y el no-yo. El trastorno
narcisista gira en la confusión de esos límites. Gran parte del proceso terapéutico necesariamente
pasará por la interpretación, la discriminación y el registro de la necesidad y posibilidad de operar el
trazado en cada experiencia vincular, del límite entre esos espacios yo no-yo.
Conflicto y Déficit

2_ ¿Que implicancias tiene para la clínica la diferenciación entre conflicto y déficit?

En el psicoanálisis tradicional, la psicopatología es conceptualizada en términos de conflicto


intersistémico. Esto implica diferentes patrones de oposición entre los tres sistemas, ello, yo,
superyó, y la realidad. La formula principal de la evolución patológica es la siguiente: deseo
pulsional edípico, represión, regresión, formación de síntomas. Esta manera de conceptualizar la
patología presupone un cierto grado de diferenciación estructural. Los propios sistemas que se
supone están en conflicto entre sí tienen que estar separados. Tiene que establecerse una
diferenciación relativa estable entre la representación del sí mismo y la representación del objeto.
De tal manera que se experimente la constelación interpersonal triádica edípica. En tercer lugar, el
individuo debe haber alcanzado un nivel de desarrollo estructural que le permita utilizar la represión
como el principal mecanismo de defensa. Esta es la patología clásica basada en el conflicto. En esta
patología se ha designado a la representación del sí mismo como centro responsable de los
impulsos, acciones y sentimientos propios del niño, que al ser capaz de concebirse a sí mismo, por
lo menos de una manera rudimentaria, como un agente de su propia vida, también tendrá la
capacidad de atemorizarse ante sus propias malas intenciones. En consecuencia el yo establecerá
mecanismos para engañarse a sí mismo, principalmente la represión. De esta manera podemos
conceptualizar la patología basada en el conflicto como una de significados ocultos. En estas
patologías el rol del analista es apoyar al yo en la arriesgada aventura de enfrentarse a impulsos y
afectos arcaicos, hacia representaciones objetales internalizadas que son proyectadas en el analista.
El analista espera que el paciente se alíe a él para investigar tanto el conflicto como la resistencia
contra el propio esfuerzo de investigación, la perspectiva terapéutica será principalmente
topográfica y las intervenciones serán de tipo interpretativo. La transferencia en el conflicto hace
referencia a la repetición de necesidades dirigidas hacia las representaciones del objeto.

La patología basada en el déficit se caracteriza por las fallas intrasistémicas, como una
estructura defectuosa del sí mismo, la falta de constancia del objeto, la difusión de la identidad, la
escisión y la falta de capacidad para relacionarse emocionalmente con los objetos., es decir que la
propia evolución de la estructura del yo ha sido dañada. Es una patología donde no existe una
intencionalidad primaria. El yo ha sido dañada en un momento en el que su capacidad para
representar causas y efectos y su capacidad para experimentar al sí mismo como un centro
estratégico no se han desarrollado. El resultado de esta falta de diferenciación del yo es un estado de
confusión y de sentimientos amorfos de vergüenza y culpa. Por lo tanto en las patologías basadas en
el déficit no se trata de defenderse contra la angustia relacionadas con las malas intensiones, es
decir necesidades, fantasías y sentimientos prohibidos dirigidos hacia el objeto, como sucede en el
conflicto. Sino que, contra lo que se defiende en el déficit es contra la pérdida de la propia
sensación de identidad. En estas patologías, el esfuerzo terapéutico no se dirige principalmente a
revelar los significados ocultos sino más bien a ayudar al yo a experimentar el significado mismo,
no se trata de encontrar algo más, sino de sentir que algo existe. El analista no puede esperar que el
paciente experimente sin más su invitación a investigar como un benevolente acto de ayuda. Es más
probable que sea interpretado por el paciente en términos de crítica, provocación o ataque. Esto
debilitará la alianza de trabajo y constituirá una amenaza para la continuación de la terapia, por lo
tanto, con respecto al material basado en un déficit, La perspectiva terapéutica es buscar y corregir y
separar la representaciones del sí mismo, objeto distorsionado o difuso, y producir la estructuración
de aspectos de las relaciones objetales que todavía no se han alcanzado en la evolución previa. Por
lo que las intervenciones del terapeuta deben tener una naturaleza afirmativa. La transferencia de
déficit hace referencia a la repetición de necesidades específicas dirigidas hacia objetos que no han
sido internalizados. El paciente necesita un objeto capaz de suministrarle las condiciones apropiadas
para corregir las representaciones objetales distorsionadas y para internalizar las funciones del
objeto.
Terapias de Insight y de Continencia

3_ Explicar que es una terapia de insight y que es una terapia de continencia. Describir para que
tipo de pacientes se utilizan cada una de ellas.

En una terapia de insight los objetivos son experimentar, registrar y comprender los
conflictos inconscientes, ansiedades y defensas ligadas a los mismos. Esto se lo conoce como
dinamismo intrapsíquico. Se trabaja en relación a una historia infantil fantasmática y a una historia
de redes generacionales con sus mitos. Para lograr esto se tiene que poder crear una situación
vincular “abierta” con el terapeuta, es decir, que el terapeuta encarne múltiples roles, dando lugar a
movimientos de presencia ausencia, lo que permite desplegar un material clínico, activar
transferencias, concentrar atención en la experiencia verbalizada y corporizada. Este tipo de terapia
es indicada en conflictos prevalentemente neuróticos, síntomas y dificultades en la experiencia de
desarrollo en áreas vitales diversas: sexual, laboral, social, vocacional, familiar, de pareja.

En una terapia de continencia se busca la regulación en la intensidad de las ansiedades


confusionales, persecutorias y depresivas. Para ello se dan procesos temporarios de continencia y
depositación en objetos soportables. Hay una estimulación de las funciones inherentes a
capacidades de discriminación organizacional. También hay aspectos constructivos de experiencia
vincular en psicoterapias de los trastornos del narcisismo que incluyen trabajos de insight y
elaboración. El rol del terapeuta es el de acompañante, orientador, en una relación de
complementariedad con situaciones de carencia básica (déficits en la estructuración del narcisismo)
y regresiones con desorganización del psiquismo. Este tipo de terapia es indicada en
descompensaciones, desorganización en trastornos del narcisismo, regresiones en pacientes
fronterizos, experiencias traumáticas de duelos y regresiones psicóticas agudas.
Primera entrevista

4_ ¿Cuales son las tareas a cumplir en una primera entrevista y que parámetros hay que tener en
cuenta? Relaciones con algunos aspectos del abordaje del paciente en situación.

En primer lugar importa destacar el hecho de que esta entrevista está destinada a cumplir no
sólo funciones diagnósticas y de fijación de un contrato, sino que en psicoterapias jugará un siempre
además un rol terapéutico, es decir que el terapeuta pueda realizar intervenciones adecuadas,
potenciadoras de ese efecto. Esta entrevista debe cumplir en fases sucesivas varias tareas:

A_ Diagnóstico aproximativo inicial a partir de los datos aportados por el paciente. Este diagnóstico
debe establecerse en tres planos fundamentales:
1_Clínico y psicodinámico. La búsqueda inicial orientada a una primera síntesis diagnóstica puede
localizarse en la recolección selectiva de datos referentes a:
a_Síntomas principales que motivan la consulta, tiempo de evolución, y circunstancias de variación,
supresión o agravamiento.
b_Grupo familiar del paciente, estructura, datos de su evolución, enfermedades importantes, clima
emocional, roles.
c_Relación éxito-fracaso en la conducta del paciente referida a diversas áreas adaptativas y con
perspectiva evolutiva.
d_Aspectos interaccionales en la conducta en la conducta del paciente en la entrevista.
Es importante que la búsqueda de datos sea selectiva, guiada por el terapeuta para que el paciente
registre siempre la presencia del terapeuta.
2_ El diagnóstico de la motivación y aptitudes del paciente para la psicoterapia. Un paciente está
bien motivado para iniciar un tratamiento si se puede observar en él el reconocimiento del carácter
psicológico de sus trastornos, la capacidad de introspección y su disposición a transmitir con
honestidad lo que pueda reconocer de sí mismo. El deseo de comprenderse la actitud de
participación activa en la búsqueda. La disposición a realizar ciertos sacrificios para acceder a esos
logros.
3_ El diagnóstico de las condiciones de vida del paciente, las que se vinculan directamente con la
posibilidad de que el paciente inicie y pueda mantener con regularidad el tratamiento.

B_ Clarificación inicial del terapeuta acerca de la problemática planteada y de la orientación


terapéutica que se desprende del diagnóstico de la misma. Dentro del desnivel de roles insalvable,
esta entrevista necesita funcionar con la mayor simetría posible. En esta fase de la entrevista el
terapeuta ofrece una al paciente una imagen global, introductoria, pero la más precisa posible,
acerca del diagnóstico en primer lugar, y del pronóstico ligado a una perspectiva en el tratamiento.

C_ Elaboración conjunta de ese panorama mediante progresivos reajustes. De lo que se trata es de


despejar el campo de confusiones y desacuerdos implícitos, el papel del terapeuta aquí es el de
alentar a que cuestione, plantee dudas y objeciones a lo expuesto anteriormente. Porque el problema
no solo consiste en ver que es lo que el paciente necesita, sino también que es lo que está dispuesto
a hacer, sus disposiciones y dificultades para tratarse. La importancia de este proceso es crucial, en
el se decide la consolidación de una alianza terapéutica. La clarificación de expectativas es también
en sí una función terapéutica ya que una imagen de futuro pasa a incluirse activamente en el
presente de la tarea.

D_ Logro de acuerdos generales sobre el sentido y los objetivos que se asignarían a la relación
terapéutica que se proponga instalar entre ambos. Estos logros de acuerdos generales se obtienen
debido a la elaboración conjunta y los reajustes dados en el paso anterior, para ello el terapeuta debe
estar abierto realmente y sinceramente a las objeciones del paciente.
E_ Acuerdos específicos sobre las condiciones de funcionamiento de esa relación (contrato). Se
trata aquí de lo que se llama encuadre, como ser honorarios, horario, duración del tratamiento.

F_ Anticipaciones mínimas sobre el modo de conducir la interacción en la tarea. Es una breve


anticipación sobre el modo en que se desarrollará el proceso terapéutico.
Funciones yoicas

5_ ¿Que entiende por funciones yoicas? ¿Cual es su utilidad en el proceso terapéutico?¿Como


interviene el ambiente en su constitución?

El concepto de funciones yoicas abarca un conjunto en el cual es necesario hacer una


diferenciación jerárquica en tres órdenes.

A_ Funciones yoicas básicas, están dirigidas al mundo exterior, a los otros y a aspectos de sí
mismo: percepción, atención, memoria, pensamiento, anticipación, exploración, ejecución, control y
coordinación de la acción. Estas funciones aparecen dotadas de un cierto potencial de autonomía
primaria, ya que actúan con eficacia dentro de un cierto margen de condiciones, a pesar de fuerzas
que tienden a debilitarlas. Este potencial de acción es relativo, reversible, móvil en cuanto a su
amplitud, pero constante en base a la capacidad de ajuste de la conducta en sus matices más finos.

B_ Funciones defensivas, están dirigidas a neutralizar ansiedades mediante diversas modalidades de


manejo de conflictos creados entre condiciones de realidad, impulsos y prohibiciones. Estas
funciones defensivas (disociación, negación, evitaciones) no pueden colocarse al lado de las que
hemos llamado básicas, ya que son de otro orden, actúan simultáneamente, y por ello, a veces, en
sus otros fines de ajustes. La represión actúa no solo sobre afectos e impulsos, sino a la vez, y en
base a afectar percepciones, recuerdos, pensamientos y ejecuciones motoras. A su vez aquellas
funciones básicas, su fuerza y disponibilidad constitucionales influyen sobre la configuración del
repertorio defensivo.

C_ Funciones integradoras, sintéticas u organizadoras. Constituyen un estrato funcional superpuesto


jerárquicamente a las anteriores. Permiten mantener una enorme variedad de conductas, una
cohesión, una organización. Se observan en la posibilidad de coordinar metas racionalmente
elegidas. La síntesis consiste en articular eficazmente el contacto con el propio deseo y el control
racional sobre las condiciones reales de satisfacción del deseo. El trabajo en psicoterapia de reforzar
las funciones yoicas debe partir de respetar los efectos exitosos de estas funciones así como señalar
sus fracasos.

Los efectos de las funciones yoicas son mejor identificados, y estos comprenden la adaptación a la
realidad, sentido y prueba de la realidad, control de impulsos, regulación homeostática del nivel de
ansiedad, mayor tolerancia a la ansiedad y a la frustración con capacidad de demora, productividad,
capacidad sublimatoria, integración y coherencia de una diversidad de facetas de la persona.

Las cualidades de las funciones yoicas son la autonomía, que es la posibilidad de cierto
funcionamiento yoico no interferido por el compromiso de sus funciones en el manejo de los
conflictos, esto se remarca debido a que el yo de un primitivo modelo estructural , sus funciones
solo eran servidoras de otras fuerzas, no tenia autonomía La fuerza de cada una de las funciones, y
de su conjunto se verifican por la eficiencia adaptativa que logran cotejada con el monto de
exigencias a las que están sometidas. La plasticidad , que se pone de manifiesto según la capacidad
de reajuste del repertorio de funciones ante variaciones producidas en la calidad y el monto de las
exigencias que debe enfrentar el individuo.

La utilidad de las funciones yoicas en el proceso terapéutico reside en que ella es un contexto de
verificación para el conjunto de las funciones yoicas, y también un contexto de estimulación. El
contrato inicial que es comprender, indagar ya es una estimulación para estas funciones. La relación
terapéutica provee un contexto de protección y gratificación emocional. Es decir, que coloca a estas
funciones en estado de mejor disponibilidad. Luego cada sesión actúa como estimuladora de estas
funciones ya que las intervenciones proveen nueva información, estimulan una evaluación
retrospectiva de la propia conducta ante el otro. Las funciones yoicas se refuerzan en psicoterapias
mediante la creación de un contexto de gratificación, alivio de ansiedad, estimulación y verificación
que las solicita activamente y las consolida a través de su ejercicio guiado. El terapeuta con su
propia actividad provee al paciente de un modelo yoico de identificación.

Las influencias ambientales en la funciones yoicas juegan un rol primordial en la evolución de estas
funciones, junto con la identidad de los impulsos y la formación genética. El grupo familiar aparece
jugando un rol primordial en la evolución de estas funciones: la riqueza o la pobreza perceptiva,
imaginativa, cognitiva, la existencia de un área libre de conflictos, la plasticidad del repertorio
defensivo. Son siempre coproducciones. Hay situaciones grupales yo-reforzadoras o yo-debilitantes.
Todo grupo que ataque las capacidades yoicas de algunos de algunos de sus miembros, no las
reafirme ni estimule, y subraye sus limitaciones será claramente yo-debilitante. En las
intervenciones sobre el grupo familiar es que pase de ser un yo-debilitante a un yo-reforzador, para
ello es necesario llevar al grupo desde un nivel inicial de arbitrariedad en el manejo de las
capacidades yoicas de sus miembros a otro de mayor objetividad, la posibilidad de este movimiento
pasa por el develamiento de las reglas del grupo.
Situación, series, y niveles diagnósticos

6_ Explique los conceptos de situación, series, y niveles diagnósticos. Desarrollar niveles de


diagnóstico clínico, adaptativo prospectivo, y de potenciales de salud.

Para ilustrar el concepto de situación lo podemos definir como la convergencia de series


causales, diversidad de facetas de la observación que aporta cada una de las perspectivas de estudio.
Es algo que no se circunscribe a la comprensión unilateral de determinada perspectiva. El enfoque
situacional es como un corte en el aquí y ahora. El psiquismo funciona en situaciones. La situación
designa un objeto articulador, su función de articulador se realiza por efectos de montaje, dados por
yuxtaposiciones entre series cuyas resonancias ligan entre sí a diferentes tipos de objetos, discursos,
cuerpos, instituciones, grupos, fantasmas individuales. Se trata de un objeto, la situación, que se
construye, se sostiene en esos conjuntos de objetos diversos, y a su vez así constituido, es
configurador del sentido otorgado a esos agrupamiento de objetos. A la vez que estructurado por
tales conjunto de objetos. Es así reforzador de significado a lo largo de cada una de la series, para
cada uno de los objetos que la constituyen. La situación ubica al paciente, y nos ubica a nosotros, en
la zona de entrecruzamiento de vastas indagaciones interdisciplinarias. La situación, en cuanto
objeto articulador, propone como alternativa opuesta, una lógica de inclusiones, conjunciones e
integraciones.

Con la noción se serie nos referimos a una clase homogénea de fenómenos que responden a
cierta legalidad, a cierto encadenamiento causal que es propio de esa clase de fenómenos. Tenemos
la serie corporal, que nos remite a una serie de encadenamientos causales que tienen que ver con el
cuerpo biológico, también tenemos la serie familiar, la serie laboral, la serie evolutiva, la serie
prospectiva, que tiene que ver con los proyectos, o con la ausencia de ellos, la serie social, y una
séptima serie que podemos llamar la serie de los fenómeno clínicos, en términos de
clinicopsiquiátricos. A través de una serie es como se accede para intervenir en una situación. El
aparato psíquico circula por todas las series, pero estas series son construidas por el aparato
psíquico y también desde otras zonas de la realidad, es decir que son coproductoras de cada una de
estas series. La creación de una relación terapéutica, de un vínculo continente puede introducir una
nueva serie, que será un elemento dinámico nuevo en la situación, en este conjunto de series. Hay
que pensar en situación e intervenir en situación.

Todo individuo y todo grupo humano se inserta en diferentes planos de interacciones


sociales, de modo que sus procesos psíquicos responden a diferentes sistemas de leyes, mecanismos
y modos de transformación. Esta múltiple inserción es a lo que nos referimos con el concepto de
serie. Una aproximación clínica fecunda se apoya en la indagación de diferentes niveles de
diagnóstico. Entre los que encontramos:

El diagnóstico clínico comprende las categorías de la clínica psiquiátrica. De este diagnóstico se


desprenden opciones estratégicas, como ser medidas de continencia, medicación, elección de
técnica psicoterapéutica, criterios pronósticos.

El diagnóstico evolutivo en adultos es de particular relevancia, ya que nos preguntamos ante el


paciente, ¿a que etapa evolutiva corresponde la tarea que tiene por delante y que no puede resolver?
¿a realizar que etapa apuntan sus procesos cognitivos, a veces inconscientes? Podremos ubicar en
que etapa de la vida se encuentra el paciente, ya que cada etapa de la vida supone tareas que le son
propias.

El diagnóstico adaptativo y prospectivo está íntimamente ligado al evolutivo, ya que se trata de


evaluar cual es el estado de las capacidades yoicas del individuo, que relación guarda el estado de
esas funciones con las exigencias que se trata de enfrentar. Y también evaluar si hay un proyecto
consciente o inconsciente al cual tienden las conductas de esa persona, las condiciones de viabilidad
de este proyecto, y las distorsiones propias de las estructuras de idealización narcisista constituyen
un nivel fundamental del diagnóstico.

En el diagnóstico grupal se evalúan las dinámicas grupales en las cuales el paciente está inmerso
con su conflictiva.

El diagnóstico psicosocial comprende reconocimiento sobre la incidencia de los sistemas de valor


que constituyen una ideología, en sus dimensiones conscientes e inconscientes, sobre la
problemática que afecta al paciente.

El diagnóstico comunicacional comprende las identificaciones de los sistemas de mensajes que


manejan el individuo, grupo, instituciones. Modalidades y distorsiones en la emisión y en la
recepción de los mensajes. Estilo propio comunicacional de la estructura de personalidad que se
diagnostica y de sus grupos de pertenencia.

El diagnóstico de los potenciales de salud comprende una evaluación del estado de las funciones
yoicas, de sus condiciones de eficacia en los dominios adaptativos, creativos y elaborativos. El
manejo de la ansiedad que permiten esas funciones, el estado del juicio de la realidad, y de acciones
con valor adaptativo, la capacidad de demora, el control de los impulsos, la flexibilidad para el
enfrentamiento de condiciones nuevas, capacidades de asociación, de insight.

El diagnóstico de la problemática del cuerpo comprende una consideración de diversos aspectos de


la problemática psicológica referida al cuerpo. Esquema corporal, aspectos de autoimagen referidos
al cuerpo, ansiedades hipocondríacas, somatizaciones.

El diagnóstico del vínculo terapéutico incluye la consideración de la capacidad de alianza


terapéutica (conciencia de enfermedad, capacidad de establecer y mantener un contrato).
Entendimiento sobre psicoterapia

7_ ¿Que entiende por psicoterapia psicoanalítica? Describa implicancias teóricas, clínicas y


técnicas.

Por psicoterapia psicoanalítica entendemos una disciplina que es primordialmente empírica,


luego se tratará de hacer inferencias y teorizar, pero es práctica, y se aprende con la experiencia, y
por eso además es inductiva, es decir, se parte de la observación de muchos casos singulares para
establecer criterios de carácter general. Hay una situación clínica y diversas modalidades de
abordaje. Por esto es que se concibe como punto de partida la clínica, luego la teoría, y por último la
técnica. La situación clínica es singular, es única, tiene analogías con otras, por algo es que nos
referimos al diagnóstico, porque hay una cierta regularidad de aparición. Pero las dificultades y las
potencialidades de cada situación son patrimonio exclusivo de esa. Está determinada por la
concurrencia de las aptitudes del terapeuta y por el aporte del consultante, que cualquier perspectiva
teórica no la abarca en su totalidad ni la agota. Desde el punto de vista técnico, hay diversos
recursos técnicos, pero cualquiera no puede hacer cualquier cosa, cada uno deberá ir percibiéndose
y viendo la eficacia de aquello con lo que opera, ir adecuando los recursos dentro de esa
manifestación particular propia.

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