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Entrevista

1 — ágora magazine

JON URIARTE por Roberto Villalón 03

SONIA BERGER por Andrea Jösch 05 - Martin Parr por Rubén Arias 07

GONZALO GOLPE por Jon Gorospe 09 - MARCELA CABEZAS HILB Portfolio 11

ENRIQUE LISTA por Sebastián Valenzuela 15 - CARMEN DALMAU por Eduardo Momeñe 18

HORACIO FERNÁNDEZ por Mónica Lozano 20

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entrevista

Organización Producción
Muga Carmen Rivero
El Trapiche Cultura Fotográfica
Diseño
Dirección Estación Diseño
Leo Simoes
Programación web
Coordinación Estudio Ka
Ros Boisier

Edita Fotografía portada (fragmento) ISSN


Muga Marcela Cabezas Hilb 2530-1101

Dirección Traducción entrevista Martin Parr Depósito Legal


Leo Simoes Garnata Traducciones GR 1064-2016

Coordinación Impresión
Ros Boisier Grafilur

Diseño y Maquetación
Colectivo Verbena

EDITORIAL ágora magazine es la publicación que acompaña a ágora fotolab, ágora magazine es el soporte material que recoge las entrevistas
las jornadas internacionales de la imagen fotográfica celebradas en realizadas por Mónica Lozano, Eduardo Momeñe, Andrea Jösch,
Granada los días 27, 28 y 29 de octubre. Un evento cultural desti- Sebastián Valenzuela, Roberto Villalón, Jon Gorospe y Rubén
nado al conocimiento, el análisis, la crítica, el debate y la reflexión Arias a las personalidades invitadas a las jornadas. Una valiosa
sobre las prácticas artísticas en la fotografía contemporánea. Un aportación al conocimiento de los libros de fotografía. La pu-
laboratorio de ideas que pretende abrir canales de pensamiento, blicación incluye un portafolio de Marcela Cabezas Hilb y las
comunicación e interacción entre diferentes agentes del ámbito reseñas a los fotolibros Pérdida de lo absoluto de Carmen Rivero y
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fotográfico y el público asistente. Calma de Ximena Almeyda.

En esta primera edición, dedicada íntegramente al fotolibro, ágora fotolab es un proyecto ideado y gestionado por Muga en
ágora fotolab ofrece un recorrido por la creación, producción, colaboración con El Trapiche Cultura Fotográfica, iniciativas
edición, difusión, nuevas tendencias y coleccionismo de libros de independientes que idean, gestionan, organizan y producen
fotografía a través de una serie de conferencias en las que partici- proyectos destinados al desarrollo y la difusión de la fotografía
pan Martin Parr, Horacio Fernández, Carmen Dalmau, Gonzalo contemporánea.
Golpe, Jon Uriarte, Enrique Lista y Sonia Berger.
Todas las actividades, incluida esta publicación, son gratuitas.
Junto a las jornadas, el programa incluye las actividades parale-
las ágora network, un encuentro editorial donde se dan a conocer
propuestas fotográficas y editoriales, y ágora fotocity, una actividad
lúdica con la que se propone compartir y disfrutar la experiencia
de la práctica fotográfica con un paseo guiado por el centro de la
ciudad de Granada.

Número 1
750 ejemplares

Granada, 2016

agorafotolab.com
mugaproject.com
eltrapiche.org

Agradecimientos
Andrea Jösch, Eduardo Momeñe, Mónica Lozano, Sebastián Valenzuela, Jon Gorospe, Roberto Villalón, Rubén Arias,
Felipe Passolas, Pablo Castilla y Marcela Cabezas Hilb.

Organizan Patrocina Colaboran


Colaboran

GOBIERNO MINISTERIO SECRETARÍA


DE EDUCACIÓN, CULTURA DE ESTADO
DE ESPAÑA DE CULTURA
Y DEPORTE

CENTRO AUTORIZADO CENTRO AUTORIZADO

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Entrevista

Enrique
Lista
por Sebastián Valenzuela

¿Fotolibros o libros de fotografía?


Apuntes sobre el fotolibro como
dispositivo de obra.

Al hacer una revisión de tus obras percibo un interés ¿Cuál crees tú que ha sido una de las principales
por develar el funcionamiento de las instituciones razones para que aumente la producción e interés
artísticas: la producción de obras, la precariedad del por estos libros de fotografías o autoediciones?
medio, la ausencia de financiamientos, la dificultad Con cierta prevención por la generalización del diag-
de ingreso, entre otros. Específicamente en el circuito nóstico, podría señalarse como primer factor relevante
de las ediciones de fotolibros o libros de artistas un cierto retorno de los circuitos centrados en el me-
¿Cómo crees tú que se posicionan actualmente dentro dio fotográfico: instituciones, agentes, publicaciones o
del mercado y del circuito académico e investigativo? eventos de muy diverso tipo que acaban constituyendo
En cuanto al mercado, más que hablar de forma gené- un ámbito relativamente autónomo, no tan dependi-
ente del campo del arte como pudo haberlo estado en
rica de la posición de los fotolibros dentro del mismo,
las décadas inmediatamente precedentes. Si a partir de
creo que podría hablarse de un “círculo comercial del
los años 80 la fotografía consolida definitivamente su
fotolibro”. No se trataría tanto de un sub-mercado, una
lugar en el arte, al tiempo que se diluyen las fronteras
cierta especialización de los mercados del arte, de la fo-
entre los géneros artísticos, esta integración (descrita
tografía o del editorial, ni tampoco un terreno híbrido
por teóricos como Dominique Baqué o André Rouillé)
de confluencia entre los mismos, sino de un espacio en
supondría la renuncia a la especificidad del medio y un
cierta medida autónomo y con una complejidad que Enrique Lista por Enrique Lista
cierto debilitamiento de los circuitos sociales que le eran
no se limita a una oferta y demanda más o menos es-
propios. Este proceso parece haberse invertido: surgen
pecializadas. Podríamos definir ese “círculo comercial Acá en Chile, aproximadamente hace unos 10 años
nuevos festivales y eventos que tienen a la fotografía
del fotolibro” como un espacio social y simbólico rela- como protagonista, cada vez más autores se definen comenzó a estallar el boom de los libros de fotografías,
tivamente bien acotado y de dimensiones reducidas (en como “fotógrafos” (y no rechazan esta denominación autoediciones o libros de artista, pero hace muy

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comparación con otros mercados de productos), en el para identificarse como “artistas”), adquiere gran peso poco, lograron ingresar a mallas curriculares dentro
que los consumidores tienen una implicación compa- un ámbito de fotografía aficionada muy informado y, de programas educativos (licenciaturas en arte,
rativamente más profunda que en otros mercados deli- en general, regresan gran número de dinámicas sociales fotografía o en diseño). ¿Cómo han reaccionado en
mitados (suelen ser agentes y/o conocedores del campo asociadas al medio fotográfico. Galicia y en España los espacios educativos en torno
de la fotografía y del fotolibro en particular). Podría a estas producciones?
En paralelo, el contexto de crisis y la inflación de
decirse incluso que los productores y consumidores de Como apuntaba más arriba, parece que el tiempo de re-
las prácticas fotográficas amateurs ocasiona una dis-
fotolibros pertenecen a una misma comunidad, en la acción es muy diferente en los espacios educativos “ofi-
minución de los encargos en los distintos ámbitos de
que se comparten una serie de valores. Es dentro de esta la fotografía profesional. Esto, unido a la disminución ciales” y en todos los demás, siendo mucho más lento
comunidad (aunque luego pueda trasladarse fuera de de apoyos a la producción en aquel campo del arte que el de los primeros. A esto habría que añadir que, si en
ella) donde se produciría la atribución de significado y había admitido la fotografía deja a muchos fotógrafos España el fenómeno del fotolibro despunta en un perío-
valor a los fotolibros, así como un posicionamiento de con el tiempo para desarrollar proyectos más personales do similar al apuntado para Chile, en Galicia se afianza
los mismos en una escala implícita de ese valor, no solo y con la necesidad de buscar nuevas vías de difusión mucho más tarde (como dato, las ediciones de fotoli-
pero también de precio: La limitación de los ejemplares para su trabajo. El fotolibro ha parecido revelarse como bros por Fabulatorio o Dispara comienzan en el 2012).
disponibles aumenta su valor económico, pero también una de ellas, pero no es una vía de difusión neutra (o Es cierto que existían iniciativas de edición fotográfica
refuerza otros valores, como la rareza/exclusividad, que incondicional): existen relaciones de interdependencia bastante anteriores, siendo muy destacable el papel del
aumentan tanto el capital simbólico del productor entre el fotolibro y un reforzado campo específico de la Centro de Estudos Fotográficos de Vigo, pero el perfil y
como el de los conocedores del producto o, sin más, el fotografía como existían entre las fotografías de pared objetivos de los libros de sus colecciones no se ajusta al
de sus escasos poseedores. de gran formato (fotografías-cuadro) y un campo del actual modelo de fotolibro autónomo: no se proyectaba
arte que, al menos en cierto período reciente, pudo cel- para el libro, sino que el libro daba testimonio de los
En lo que se refiere a la ubicación académica del fotoli-
ebrar su acogida. proyectos y era una herramienta para su difusión.
bro, refiriéndonos de forma general al ámbito educativo,
podría distinguirse muy claramente entre la enseñanza Suele apuntarse por otra parte que, en paralelo a la Centrándonos en el ámbito educativo reglado, parece
reglada y las demás ofertas formativas. Obviamente, los dificultad para dar salida a los proyectos fotográficos que en tanto se asciende en el mismo, situándonos en la
tiempos de reacción de la enseñanza universitaria o en a través de exposiciones o del trabajo profesional, una Universidad y la investigación realizada en su contexto,
los ciclos oficiales de formación profesional a los distin- mayor accesibilidad de las herramientas de edición (ya parece disminuir la presencia de la fotografía en gen-
tos fenómenos culturales (y sociales) son bastante más digital) ha influido también en el auge del que habla- eral, por lo que las referencias al fenómeno del fotoli-
lentos que los de instituciones que no se integran en el mos, pero este factor puede ser engañoso: la mayoría bro (de auge tan reciente) resultan muy laterales. Sirva
de fotolibros siguen editándose en offset, opción no como indicio referido al ámbito de la investigación
sistema educativo oficial. Otras ofertas de formación,
precisamente económica o asociada a la producción académica el hecho de que en la base de datos de tesis
sean iniciativas comerciales que intentan responder
con recursos mínimos. En un sentido en cierto modo doctorales del Ministerio de Educación, Cultura y De-
a una demanda o iniciativas de cultura de base más o
opuesto, tal vez pueda identificarse aquí una volun- porte (Teseo) no figura ninguna tesis doctoral dedicada
menos autogestionada, parecen estar más al pié de la
tad de vuelta al papel después del boom digital, una al fotolibro (lo más cercano puede ser un grupo muy
calle y prestar mayor atención al fenómeno de los fo-
recuperación de la fisicidad de la fotografía después de reducido de estudios de caso sobre algunas revistas ilus-
tolibros. [Más abajo se continúa y c oncreta este punto]
un período de acumulación de archivos digitales que tradas). En lo que se refiere a las titulaciones universi-
Para el caso de los libros de fotografía realizados por ar- tendían a cierta invisibilidad por saturación. tarias, pudiendo ser la de Bellas Artes la más cercana al
tistas, la ubicación social de los productos se desplazaría ámbito de los fotolibros (en tanto que en ellos priman
Para terminar, conviene volver un momento a la prim-
del campo específico de la fotografía al del arte contem- la función estética y la autoría sobre la información
era pregunta para apuntar otro posible factor del auge
poráneo, e implicaría por tanto a comunidades leve- de actualidad que podría ser materia propia de otras
de los fotolibros, no ya a su círculo, sino a la estructura
mente diferentes (en ocasiones solapadas o interconecta- titulaciones del ámbito de los media como Periodismo
más general de lo que Lipovetsky y Serroy denominan
das), pero el funcionamiento podría ser similar, tanto en o Comunicación Audiovisual), resulta prácticamente
capitalismo artístico, caracterizado tanto por una gran
lo referente al mercado como a la ubicación académica. imposible encontrar en las guías docentes contenidos
atomización de los mercados como por la hegemonía del
expresamente relacionados con el fotolibro. De más
plano estético en los actuales modos de consumo. Las es-
difícil diagnóstico sería el análisis de la práctica docen-
pecificidades del fotolibro encajarían a la perfección en la
te real, por la cercanía respecto de la misma que sería
demanda de productos estéticos muy diferenciados.

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Entrevista

necesaria, pero puedo constatar (por consultas perso- En otra entrevista sobre, Seoanes posibles (after Tere- El debate que queda en el aire a partir de aquí es el
nales) que en el contexto gallego, es decir, en la Facul- sa de Villar), mencionas que en esta muestra podem- de si la condición referencial de estos tomos podría fi-
tad de Bellas Artes de Pontevedra, se ha hecho más fre- os ver una forma de ordenar las cosas. Justamente, jar de forma implícita un criterio o canon de lo que
cuente en los últimos años que los alumnos presenten el orden, las relaciones, clasificaciones y asociaciones puede ser considerado (o no) como fotolibro. El de-
sus trabajos finales de grado en el formato de fotolibro son algunas de las estrategias más importantes para bate sobre esta cierta función clasificatoria puede darse
(únicamente o acompañado de algún otro elemento), y la producción de este tipo de libros, en que la narra- en otras de las publicaciones de Phaidon en las que se
que en el tiempo de docencia dedicado al seguimiento tiva articula y devela los diversos intereses del autor. ofrecen visiones de los panoramas actuales de la pin-
individualizado de esos proyectos sí se realiza (cuando Como ya mencionamos, tus intereses se enmarcan tura, el dibujo o, por supuesto, la fotografía. En este
el caso concreto lo demanda) un análisis del fenómeno continuamente en una crítica institucional del arte. sentido, resulta significativo el hecho de que entre los
del fotolibro y de su estado actual. ¿Cuáles crees tú que son los intereses actuales dentro autores referenciados en Vitamin Ph: New Perspectives
Fuera del ámbito universitario y aparte de los ciclos de de la producción de foto libros y autoediciones? in Photography aparezca el artista español Santiago Si-
formación profesional en fotografía (que dirigen a sus ¿Existe un lineamiento característico dentro del arte erra, en una implícita identificación del mismo como
estudiantes más hacia el mundo profesional que al de la gallego o dentro de España? “fotógrafo” que puede tener mucho más de revelador
práctica artística autónoma, aunque no se desprecie en que de clasificación forzada de su trabajo.
Habría que comenzar esta respuesta advirtiendo mati-
ningún caso el elemento de la autoría), en el contexto ces a la hora de definir áreas de interés o lineamientos En cualquier caso, toda clasificación o visión panorámi-
gallego existen iniciativas al margen del sistema educa- dentro de la producción de fotolibros: De una parte, ca implica cierta dosis de reduccionismo metodológi-
tivo oficial que contemplan la formación en fotografía, matices sobre la existencia de criterios temáticos pre- co que, por otra parte, puede ser el único modo de
como La plantación, las Xornadas Galegas de Fotografía vios y, de otra parte, matices sobre la identificación de ordenar el caos y alcanzar cierto conocimiento de
– IMAXE 1.62, Lightbox, Digipress, o algunas vincula- tales criterios por quien analiza esa producción. fenómenos complejos. La canonización suele tener más
das a eventos más amplios como el Campus del Outono que ver con un modo de recepción que toma ciertos
Sobre el primer punto, habría que identificar desde qué
Fotográfico, los talleres asociados al Visions, al certamen libros como sagrados y no tanto con el intento investi-
ámbito se establecen criterios temáticos o líneas de in-
Luís Ksado o al Proxecta, otros talleres asociados a ini- gador de trazar caminos, relatos históricos o cualquier
terés, pues al más o menos evidente criterio del autor
ciativas profesionales (Zlick, Dispara, Papel Salado...) forma de orden comprensible sobre un terreno que se
(que no tiene por que ser criterio único ni prioritario)
o colectivos (Forophoto, Aula K, Posición B...), pero el encontraba prácticamente inexplorado.
se unen los de la entidad editora (persona o personas
protagonismo del fotolibro no es tan relevante en estas Por otro lado, reprochar parcialidad a los investigadores
físicas o jurídicas) o los marcados por el contexto (te-
iniciativas como en los Photobookclubs que también se sería tan ingenuo como esperar una observación sin ob-
mas en voga, temas pasados de moda o rechazados...).
han creado recientemente en la comunidad gallega y servador (o un observador sin ningún tipo de interés
que organizan su actividad en torno a encuentros, pre- Sobre el modo en que se analizan estas posibles continui-
en lo que observa). En este sentido Parr y Badger no
sentaciones y debates. dades temáticas o áreas de interés, resulta obvio que cual-
ocultan su toma de posición: en la introducción al
quier afirmación que se haga al respecto implicará cierto
primero de los volúmenes aludidos, los autores se sitúan
artificio o simplificación de la complejidad del fenóme-
En una entrevista que te hicieron sobre tu exposición del lado de la especificidad del fotolibro (no están en la
no. Por todo ello, en lugar de identificar áreas temáticas o
en la Sala Alterarte, mencionas que tus intereses indiferencia respecto a los medios que puede darse en
continuidades en la producción de fotolibros en España o
continuamente intentan abarcar problemáticas algunos agentes posicionados en el campo del arte con-
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Galicia, me limito a esbozar el que creo que es un compo-


sociales, a lo que agregaría que posees una mirada temporáneo), al tiempo que se hacen responsables de los
nente de fondo que se mantiene a lo largo de la diversidad
pluralista e inclusiva. En esa ocasión, tus trabajos criterios de inclusión (y exclusión) que han manejado.
y complejidad de esa oferta: el acercamiento a cuestiones
consistían en fotografías que registraban anuncios
que tienen que ver con la construcción de identidades,
ficticios. Esas piezas no sólo interpelaban a ¿Cuál crees tú que es la mayor diferencia en que un
sean regionales, nacionales, políticas, culturales, subjeti-
espectadores al momento de ser expuestas, sino libro de fotografías sea realizado por un fotógrafo y,
vas, generacionales, comunitarias, etc.
que también durante el proceso de ejecución y del otro que sea realizado por un artista?
registro. ¿Cuáles crees que son las estrategias más Toda identidad requiere un relato, una construcción
comunes para continuar interpelando a diversos narrativa, una memoria. A su vez, toda fotografía tiene Posiblemente no haya que buscar la diferencia en los
públicos a través del soporte libro o, qué estrategia que ver de algún modo con la memoria, pero esta rel- libros como en sus contextos. En este sentido, puede
utilizarías para generar dichas relaciones? ación no parece tan estrecha en las fotografías (o series) ser significativo apreciar el contraste entre los prim-
colocadas en pared como en un fotolibro, formato más eros libros de artista que usaban la fotografía como
Tal vez el interpelar al espectador tenga que ver con un elemento fundamental (pienso en algunas ediciones
asociado a la narración secuencial. Fotografía e identi-
uso implícito de la segunda persona, y es posible que realizadas por Edward Ruscha o Dan Graham) y los ac-
dad tienen que ver entonces con la construcción de rela-
alguna estrategia de este tipo funcionase en un formato tuales fotolibros de autor: mientras para los primeros la
tos sobre el pasado o sobre el presente en el momento de
de libro (o específicamente de fotolibro), pero no me fotografía era un recurso de “neutralidad” (mecánica),
pasar y, en su especificidad narrativa, podría decirse que
parece algo necesariamente deseable. que cuestionaba implícitamente el modelo moderno de
los fotolibros nos cuentan quienes somos (o quienes fui-
Interpelar al espectador de forma explícita puede re- mos, lo que es casi equivalente para nuestra memoria). autoría (el artista como creador individual que expre-
sultar innecesario, puesto que todo objeto susceptible sa su ser interior a través de la obra de arte, etc.), en
de ser interpretado como arte implica de algún modo Dentro de la misma entrevista, mencionaste el mundo del fotolibro (categoría reciente que incluye
al espectador sin que sea necesario un uso apelativo de que trabajas “sobre el criterio y la autoridad de ejemplos del pasado en un relato histórico retrospec-
los lenguajes. organizar”. Aplicando estos mismos conceptos, ¿Qué tivo) se subraya precisamente el elemento de autoría
Dado que esta puede ser la más subjetiva de las pre- te parecen los tres volúmenes sobre la historia del en términos aún bastante modernos: Se aprecian como
guntas, tal vez tendrá también las más subjetiva de las fotolibro de Martin Parr y Gerry Badger? ¿Qué te casos más “puros” de fotolibro aquellos en que el autor
respuestas dadas aquí: Sea como espectador o como parece lo que ingresa y se inscribe en esta historia tiene el control de todo el proceso de edición (se valo-
productor, cada vez aprecio más la ausencia de subraya- y, qué te parecen aquellas cosas que quedaron fuera? ran especialmente las autoediciones, pero siempre que
dos, el no marcar los caminos de interpretación, el no ¿Qué visión crees que proponen Parr y Badger? el productor tenga la suficiente legitimidad), articulan-
pedir implicación en el relato. do un discurso propio y autónomo (se valora negativa-
Desde una necesaria prudencia, por no haber analizado mente que las fotografías funcionen como ilustración
Concuerdo con la postura al respecto de Alexander estas publicaciones con el suficiente detenimiento, y no de un discurso ajeno, con finalidades comerciales, de
Calder, al que cito de memoria: “No me importa que pudiendo por tanto hacer un diagnóstico exhaustivo de legitimación simbólica o política, etc.).
los espectadores sepan lo que tengo en la cabeza con tal las mismas, sí puede constatarse la evidente amplitud y
de que tengan algo en las suyas”. No creemos que los artistas (contemporáneos) hayan
profundidad del trabajo realizado por Parr y Badger, así
abandonado el discurso de la autoría o que los fotógrafos
como su condición de referencia fundamental para el es-
lo mantengan en términos modernistas y/o románticos,
tudio de un fenómeno como el del fotolibro, hasta hace
ocurriría más bien que manejan distintos modelos de au-
Sebastián Valenzuela (Santiago, Chile, 1990) es poco escasamente tratado en la literatura especializada.
tor, cada uno con su función dentro del campo específico
investigador y comisario con Magíster en Teo- en el que sitúan sus productos. Pueden no existir diferen-
ría del Arte. Es director del proyecto editorial y cias relevantes entre la práctica de un “artista” y de un “fo-
curatorial Ecfrasis.com y editor de la revista de tógrafo” como pueden ser prácticamente indistinguibles
fotografía Atlas Imaginarios Visuales.  un libro de artista y un fotolibro. No será una cuestión de
diferencias formales, sino de la posición a la que se aspire
Enrique Lista (Malpica de Bergantiños, 1977) es para el producto-libro y, sobre todo, de la posición a la
artista plástico, investigador y docente. Realizó que aspire el productor. Se trata de ser reconocido como
su tesis doctoral sobre la introducción de la foto- autor, pero las formas de conseguirlo son diferentes en el
grafía en el arte contemporáneo gallego. campo del arte y en el de la fotografía.

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