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RESUMEN
El daño ambiental radica en una agresión directa al ambiente, provocando una visión
indirecta a las personas, o en lo que denominamos impacto ambiental negativo que consiste en
una afectación mediata de la calidad de vida de quienes habitamos el planeta.
Este afecta la calidad de vida los seres vivos, en forma individual o asociada, el medio
ambiente y los factores que aseguran la salud individual y colectiva de las personas y la
conservación de los recursos naturales.
En la actualidad se distingue 2 tipos de daño ambiental tanto el puro o directo que es daño
causado al medio ambiente y lo segundo que es el indirecto que afecta al aire, agua y suelo dando
un perjuicio irreversible. Sin embargo, este tema en nuestro país no ha sido legislada
explícitamente ya que no hay un marco que integre los principios que informan ni los
mecanismos para afrontarla.
En tal sentido, hoy en día la reparación del daño ambiental, en esta perspectiva, se
sustenta en una serie de consideraciones y pretensiones prelatorias que hay que identificar. En
primer lugar, hay que tratar de reparar in natura, es decir, volver a lo original. Esto in natura
también es relativo, pues hoy, con los cambios climáticos, ya nada es natural y todo está alterado.
Se considera que debería establecer unos plazos de prescripción en la ley del medio ambiente y
de este modo el que afecte el medio ambiente debe asumir sus consecuencias dando una
reparación al área afectada.
ABSTRACT
The environmental damage will consist of a direct aggression to the environment, causing
an indirect vision to the people, or in what we call negative environmental impact that is a
mediate affectation of the quality of life of those who inhabit the planet.
This affects the quality of life of living beings, individually or associated, the
environment and the factors that ensure individual and collective health of people and the
conservation of natural resources.
At present we distinguish 2 types of environmental damage both the pure or direct that is
damage caused to the environment and the second that is the indirect that affects the air, water
and soil giving an irreversible injury. However, this issue in our country has not been explicitly
legislated because there is no framework that integrates the principles that inform or the
mechanisms to confront it.
In this sense, today the repair of environmental damage, in this perspective, is based on a
series of considerations and pretensions that need to be identified. First of all, we must try to
repair in nature, that is to say, to return to the original. This in nature is also relative, because
today, with climate change, nothing is natural and everything is altered. It is considered that it
should establish a period of limitation in the law of the environment and in this way affecting the
environment must assume its consequences by giving reparation to the affected area.
INTRODUCCIÓN
En este presente trabajo, el tema que se va tratar es sobre el daño ambiental, más que todo
enfocándonos en lo que establece la Ley General del Ambiente y el Código Civil, y como este
último lo plasma en algunas de sus disposiciones, que si bien es cierto este Código no tiene una
relación cercana respecto a el daño ambiental puro, empero algunas de sus disposiciones otorgan
a los individuos los medios legales para hacer que se respete su entorno y tranquilidad.
Daremos a conocer las características relevantes en tanto al daño ambiental que se asume
como un efecto negativo al planeta, en efecto, porque el ambiente es el sustento que hace posible
la vida en la tierra hoy y la hará posible mañana dando una calidad de vida adecuada.
El presente ensayo tiene por objetivos principales el de analizar detalladamente de todo el
problema que se plantea, establecer la regulación de la responsabilidad civil por daño ambiental,
establecer los alcances de los principios, de las instituciones jurídicas del Derecho Ambiental y su
relación con la responsabilidad civil, y como varios autores sabiendo del tema dan una noción
respecto al causal que se da, además se da por entender que si no hubiera leyes que brinden
protección a estos recursos, estaríamos ante una gran deforestación de flora y fauna.
Este ensayo es de suma importancia ya que cobra relevancia a la llamada contaminación
ambiental y como consecuencia de este, la deficiencia de salud de cada ciudadano, un daño moral
y también psicológico de la persona y en tanto a la sociedad, ya que esto se da por la mala calidad
del ambiente afectándose así, a los seres vivos como la flora, fauna y la sociedad en su conjunto.
El daño ambiental es llamado por algunos autores como “daño ecológico” pero en
realidad es más apropiado llamarlo “daño ambiental”, por ser más amplio y comprensivo que el
ecológico, así lo refiere PIGRETTI, Eduardo (1981).
La expresión daño ecológico es más apropiada para referirse a daños que atacan los
elementos bióticos y abióticos de la biósfera.
Debemos, sin embargo, aclarar que “daño ambiental” es una expresión ambivalente, pues
designa no solamente el daño que recae en el patrimonio ambiental que es común a una
colectividad, en cuyo caso hablamos de “impacto ambiental”, sino que se refiere también al daño
que el medio ambiente ocasiona de rebote a los intereses legítimos de una persona determinada.
En este último caso, se configura un daño particular que ataca un derecho subjetivo y legítima al
damnificado para accionar en reclamo de una reparación o resarcimiento del perjuicio
patrimonial o extramatrimonial que se le ha causado.
Es por ello que, analizando estos diferentes conceptos, en síntesis, podemos decir que el
daño ambiental afecta a la sociedad en su conjunto, a la calidad de vida de sus miembros; a su
desarrollo, porque el ambiente es el sustento que hace posible la vida en la tierra hoy y la hará
posible mañana.
El daño ambiental consistirá en una agresión directa al ambiente, provocando una visión
indirecta a las personas o cosas por una alteración del ambiente, o en lo que denominamos
impacto ambiental negativo que consiste en una afectación mediata de la calidad de vida de
quienes habitamos el planeta.
Del daño ambiental se derivan otros tipos de daños como a la salud, a la propiedad y a la
moral/daño psíquico; pero aun cuando existan y se comprueben dichos daños derivados,
permanecerá un daño ambiental residual por deterioro o menoscabo del entorno, no sólo natural
sino social, de los agravios al goce de un ambiente sano y equilibrado; debe entonces concluirse
que el daño ambiental provoca una lesión a la calidad de vida, por cuanto impide gozar de un
ambiente sano como el descrito. Esta lesión se provoca a todos y cada uno de los sujetos, a
quienes se haya deteriorado su hábitat, más allá de que existan daños fragmentarios y
particularizados para cada actor en su salud, propiedad y moral.
La Ley General del Ambiente, denomina daño ambiental a todo aquel menoscabo material
que sufre el ambiente o sus componentes (aire, flora, fauna) y que es causado contraviniendo las
leyes ambientales o no, y que siempre genera efectos negativos actuales o potenciales, en
perjuicio de la sociedad.
A. El ambiente
El ambiente puede ser definido como la integración de todos los elementos que componen
el sistema en el que vivimos y la interacción entre ellos mismo.
Los componentes del ambiente pueden ser clasificados en tres grupos: el ambiente natural
(aire, agua, suelo, flora y fauna y la interrelaciones entre éstos), el ambiente construido por el
hombre (las ciudades y las obras de infraestructura) y el ambiente social (sistemas sociales,
políticos y culturales).
Del mismo modo la Ley General del Ambiente en su artículo 2.3 define al ambiente como
“los elementos físicos, químicos y biológicos de origen natural o antropogénico que, en forma
individual o asociada, conforman el medio en el que se desarrolla la vida, siendo los factores que
aseguran la salud individual y colectiva de las personas y la conservación de los recursos
naturales”.
Hoy se suele distinguir dos tipos de daños ambientales: los puros o directos y los
indirectos. Los primeros se encuentran referidos a aquellos daños causados al medio ambiente,
entendido como un bien de titularidad colectiva. Los segundos, en cambio, son los daños que
sufren los que contaminan el aire, el agua, el suelo, con el consiguiente perjuicio para las cosas
entre características particulares de los más respetables podemos mencionar los siguientes:
Generalmente los daños ambientales son irreversibles en sus consecuencias.
En la mayoría de casos, se relacionan con progresos tecnológicos.
Poseen efectos acumulativos que pueden manifestarse más allá de la vecindad,
contaminando en forma general e inclusive originando contaminación transfronteriza.
Son daños colectivos por sus causas y consecuencias, ya que involucran a muchas
personas.
Son daños difusos en su manifestación y en el establecimiento de la relación causal.
Son daños continuados, en virtud de que sus efectos pueden prologarse en el tiempo.
Es así que la Ley General del Ambiente indica que bajo el concepto singular de
“responsabilidad por daños ambientales”, solo tiene lugar y efectos, cuando se trata de daños
ambientales puros. No incluye otros tipos penales.
Por otro lado, la participación de los ciudadanos es tan importante en los procedimientos
de aprobación de un Estudio de Impacto Ambiental, que el Derecho Administrativo dispone la
obligatoriedad de las audiencias públicas en los mismo, bajo sanción de nulidad.
El Sistema Nacional de Evaluación del Impacto Ambiental tiene aún que consolidarse y
regir de manera homogénea las actuaciones de las autoridades vinculadas a éste.
Para ARAZI, Ronald (2008) la tutela del daño ambiental debe ser preventiva; antes que
reparar el daño se debe prevenirlo; incluso, señala, se trata de una nueva institución del Derecho
procesal.
La legislación ambiental desarrollada en el país desde la expedición del Código del Medio
Ambiente, ha permitido establecer a nivel sectorial y general ciertos principios y normas de
indiscutible valor. Adecuadamente concordados con los de la responsabilidad civil
extracontractual, éstos permitirán una interpretación más creativa y proporcionarán mejores
respuestas a los casos posibles de responsabilidad civil ambiental en la vida cotidiana.
Desde luego, esto no resuelve el problema de ausencia de normas y estrechez de enfoque
de las regulaciones actuales, que ignoran casi por completo los complejos problemas existentes
en los casos típicos de responsabilidad civil ambiental, los mismo que, a nuestro juicio, deberán
ser tarde o temprano objeto de una legislación especial.
CHIRINOS, Carlos (2000) señala que la responsabilidad en el Perú está sustentada en dos
grandes columnas vertebrales: el sistema de responsabilidad basado en la culpa y el sistema de
responsabilidad basado en el riesgo creado. Coexisten con estos dos grandes sistemas algunos
regímenes de excepción, que escapan de la regla, bien porque el fundamento de la
responsabilidad no se basa ni en la culpa ni el riesgo creado, o bien porque basándose en
cualquier de ellos no les resultan aplicables las causales eximentes de responsabilidad a que están
sujetos los regímenes generales.
Por su parte, REBEYROL, Vicent (2010) señala que el Derecho de la responsabilidad
civil permite aportar una cierta respuesta a los daños ambientales individuales, en particular, a
través de la teoría de los problemas de vecindad que justamente ha sido construida por la
jurisprudencia para analizar este tipo de daños específicos.
Es por ello que podemos analizar como fundamento de lo antes señalado que, quien
contamina paga. Si no se aplica este principio para cubrir los gastos de reparación de daños
ambientales, el medio ambiente se quedaría sin restaurar. Siendo el Estado, y en última instancia
el contribuyente, el que tiene que costearlos. Por dicha razón, el primer objetivo es
responsabilizar al contaminador por los daños que causa. Si quienes contaminan se ven obligados
a sufragar los costos relacionados con el daño causado, reducirán sus niveles de contaminación
hasta el punto en que el costo marginal de la descontaminación, resulte inferior al importe de la
indemnización que habrían tenido que abonar.
El concepto de internalización de los costos medioambientales, implica que los gastos
relativos a la prevención y restauración de la contaminación ambiental han de ser sufragados
directamente por las partes responsables del daño causado, en lugar de serlo por el conjunto de la
sociedad.
Según refiere YACOLCA, Daniel (2009), considera que ya es el momento de que los
agentes que producen contaminación ambiental, deban pagar los costos que generan. Dichos
costos no sólo son económicos sino de diversa índole, como las afecciones a la salud de las
personas y la irreparable depreciación de recursos naturales, y como sabemos, por más que se
determine un costo, no se podrá reparar el daño producido.
La Ley General del Ambiente en su artículo 147 entiende que el concepto de reparación
por daño ambiental, engloba la restauración del ambiente o sus componentes afectados por el
daño ambiental, así como la indemnización económica según los intereses afectados.
De esta disposición se advierten tres términos: reparación, restablecimiento e
indemnización.
Respecto a la reparación, en opinión de DE CUPIS, Adriano (1975) el resarcimiento o
reparación quiere equilibrar los intereses en la medida en que han sido perjudicados. Restaurar y
nada más que restaurar el equilibrio comprometido por mediación de un equivalente pecuniario.
No puede alargarse más, ya que excedería su función reparatoria.
En tal sentido, hoy en día la reparación del daño ambiental, en la perspectiva mencionada,
se sustenta en una serie de consideraciones y pretensiones prelatorias que hay que identificar. En
primer lugar, hay que tratar de reparar in natura, es decir, volver a lo original. Esto in natura
también es relativo, pues hoy, con los cambios climáticos, ya nada es natural y todo está alterado.
Ahora bien, si no se puede llegar a la reparación in natura, hay que ir a la siguiente
posibilidad, que es la reparación in natura sustituía que es una segunda posibilidad cuando no se
puede retornar a la situación original; algo que pueda cumplirse de manera parecida o similar a la
función singular. Y si ya no se puede, efectivamente, hacer esa sustitución de la situación
originaria, habrá que asumir los mecanismos de la indemnización, aunque tampoco nos sirven
desde sus enfoques o valoraciones convencionales, pues, nos preguntamos: ¿cómo se indemnizan
los servicios ambientales que brindan los ecosistemas?
Por otro lado, el último párrafo del artículo hace referencia a que la indemnización, donde
esta deberá ser destinada a las acciones que compensen los intereses afectados o que contribuyan
a cumplir los objetivos ambientales.
Al margen de que puedan restablecerse las cosas al estado anterior a la contaminación
(existen daños ambientales irreversibles) —que no siempre serán ponderados con medidas de
mejoramiento ambiental— resulta necesario fijar un monto indemnizatorio que tenga por
finalidad recuperar, de alguna forma, el área ecológica o urbana perdida por las actividades
contaminantes.
Respecto al monto a solicitar como indemnización ambiental, tendría que aplicarse las
reglas del Código Civil sobre lucro cesante, daño emergente y daño moral, siendo que las partes
deberán de acreditar y justificar los daños ambientales sufridos, no siendo nada fácil esto, por
cuanto los daños ambientales individuales pueden ser relacionados a la salud, el patrimonio y la
moral, pero de alguna forma, mediante los peritajes y según el criterio de cada accionante, los
montos que se pretenden obtener como indemnización, son totalmente libres.
Sin embargo, no existe una regulación procesal específica para las pretensiones
individuales de indemnización por responsabilidad extracontractual. Las reglas procesales serán
las generales del Código Procesal Civil, y la vía procedimental se determina a partir de la cuantía
de la pretensión.
En el ámbito del Derecho Ambiental, el pago dinerario nunca podrá ser por equivalencia,
porque el dinero no se puede dar para cambiar un bien por otro, sino que obligatoriamente se
tiene que invertir en la reparación del ecosistema. Esta idea está plasmada en el artículo 7 de la
Ley n.º 491 sobre Responsabilidad Civil Ambiental.
Así, por ejemplo, pueden aplicarse las siguientes medidas de compensación ambiental:
Reforestación compensatoria en terrenos próximos, y con posibilidades de desarrollo similar.
Implementar canales y acequias de captación, conducción o desagüe de aguas, en suelos
próximos, para compensar la alteración de los cursos naturales de agua producidos en el entorno
del proyecto. Traslado de poblaciones faunísticas a otros lugares, acondicionados apropiadamente
para su supervivencia y desarrollo, con el fin de evitar su extinción, en caso se observe que su
hábitat original ha sido devastado.
El artículo 10° de la mencionada Ley señala que de conformidad con lo que establezca el
Reglamento de la Ley y con los términos de referencia que en cada caso se aprueben, los estudios
de impacto ambiental deberán contener, entre otros, la estrategia de manejo ambiental o la
definición de metas ambientales incluyendo, según sea el caso, el plan de manejo, el plan de
contingencias, el plan de compensación y el plan de abandono o cierre.
Haciendo referencia a su importancia, es importante porque en el marco de los proyectos
de inversión se generan impactos ambientales significativos negativos cuya ocurrencia es
inevitable y respecto de los cuales deben de adoptarse medidas claras de compensación de
naturaleza por naturaleza.
Así, la compensación sirve para garantizar el mantenimiento de la biodiversidad y la
funcionalidad de los ecosistemas y, de ser posible, obtener una ganancia neta de biodiversidad y
valores ecosistémicos. La compensación ambiental bien utilizada contribuirá a mejorar el SEIA y
la gestión ambiental en el país.
II.4. El nexo causal
El nexo causal constituye un elemento fundamental que se exige para que se pueda
declarar la responsabilidad; se encuentra dirigida a establecer un vínculo entre la actividad
desplegada y el daño causado. En este sentido, la víctima del daño debe lograr unir éste con una
actividad (acción y omisión), y que la misma sea atribuida a una determinada persona.
Según refiere BUSTAMENTE, Jorge (1993) para que un daño pueda resarcirse, es
necesario que su producción se le pueda imputar a alguien por acción u omisión. En otras, el daño
cuya reparación se pretende, debe estar en relación causal adecuada con el hecho de la persona o
de la cosa a los cuales se atribuye su producción. La cuestión es precisar cuándo una conducta
tiene entidad causal suficiente como para responsabilizar al sujeto de los daños acaecidos.
Para que exista responsabilidad civil debe existir un vínculo o relación entre la conducta
realizada y el daño producido. Así, la persona que solicita el pago de una indemnización debe
cumplir con acreditar que existió un daño y la relación causal entre dicho daño y la conducta
realizada por el agente. No obstante, esta relación o vínculo no se refiere a cualquier punto de
contacto que haya existido entre la conducta desarrollada y el daño producido, nuestra legislación
exige expresamente que exista una relación de causalidad adecuada entre el hecho y el daño
producido.
En esa medida, para BULLARD, Alfredo (2007), para que se de la existencia nexo causal
debe acreditarse que, de todas las causas posibles, la conducta desarrollada por el agente fue la
más idónea para provocar o producir el daño. En ese sentido, para ser responsable la
consecuencia de la actividad dañina, debería de ser predecible.
Es decir, para que exista nexo causal, debe acreditarse que, de todas las causas posibles, la
conducta desarrollada y el daño producido, nuestra legislación exige expresamente que exista
relación de causalidad.
En materia ambiental, el nexo causal constituye la relación de causa y efecto entre la
conducta contaminante (humos y ruidos) y el daño producido (daños al patrimonio y la salud).
Un ejemplo sería un único vertido autorizado de productos contaminantes en un río,
quizás no cause un daño identificable, pero el impacto combinado de todos los vertidos sí; y, en
este caso concreto, desde un punto de vista de justicia material ¿quién es más responsable del
daño?, ¿las diferentes industrias situadas en el margen del cauce que observaron en sus emisiones
lo dispuesto en sus correspondientes vertidos o el organismo competente que ejercía las funciones
de control de calidad del agua del río y no impuso a las industrias umbrales de emisión más
severos para proteger los umbrales de inmisión o de calidad del agua?.
La propia esencia de la responsabilidad civil requiere que exista un vínculo entre la
actividad y el daño, de tal modo que pueda afirmarse que el daño es consecuencia de una
determinada actividad.
La prescripción como institución jurídica que crea o extingue derechos por el transcurso
del tiempo cobra notable connotación ante la presencia del daño ambiental, la regla de la
prescripción de la acción se encuentra en el código civil que establece dos plazos, el de dos años
cuando existe responsabilidad contractual y el de diez años efecto de una responsabilidad
extracontractual.
Según PEÑA, Mario(2008) no podríamos aplicar en forma estricta los plazos diseñados
en el código civil debido a que debemos de tener en cuenta que las acciones procesales por daño
ambiental serian tendientes a reclamar los daños y perjuicios ocasionados sobre derechos
subjetivos y/o intereses legítimos ocasionados como consecuencia de la contaminación
ambiental, y que recaen sobre bienes ambientales susceptibles de apropiación privada
(incluyendo los daños sobre la salud) que si serian prescriptibles, ello a raíz de la patrimonialidad
y disponibilidad por parte de sus titulares, pero cuando estamos frente a un daño ambiental que
vulnere los derechos ambientales colectivos (agua, aire y recursos naturales) estamos ante bienes
ambientales donde los plazos prescripción se regirán por el plazo de diez años (interés difuso) e
incluso para un sector de la doctrina estos plazos no deberían de prescribir.
III. CONCLUSIONES
1. Respecto a los aspectos que hemos demostrado, el daño ambiental constituye un nuevo
supuesto de responsabilidad civil, que presenta características jurídicas y procesales
aplicables exclusivamente a los derechos ambientales.
2. De acuerdo al objetivo que hemos planteado, la sistematización del daño ambiental, debe
de estar en relación bajo la unificación de los principios ambientales de: Prevención,
Precautorio, y Sancionador, esto en concordancia con el Principio de internalización de
costos y la reparación, restablecimiento e indemnización.
3. El actual sistema de responsabilidad civil regulada en el Código Civil, Ley General del
Ambiente y Código Procesal Civil, presentan dificultades respecto a la actividad
probatoria por daños ambientales.
IV. BIBLIOGRAFÍA
IV.1. LIBROS
BULLARD GONZÁLEZ, Alfredo. Informe legal del Caso n.º 4:07-CV-01874-CDP del
12/17/2007. Sobre demanda interpuesta contra Doe Run Resources, sobre el Caso de La
Oroya en la Corte de Missouri, Estados Unidos de América.
CHIRINOS ARRIETA, Carlos (2000). Responsabilidad por el Daño Ambiental en el Perú. Editor
Carlos Chirinos Arrieta. Sociedad Peruana del Derecho Ambiental. Lima-Perú.
CONESA, VICENTE (2010). Guía metodológica para la evaluación del impacto ambiental. 4ª
ed. Madrid: Mundi Prensa
PEÑA CHACÓN, MARIO (2008). Aspectos procesales de la responsabilidad por daño ambiental
aplicables en la nueva jurisdicción contenciosa administrativa. En Revista de Derecho
Administrativo-Derecho Ambiental. Lima: Círculo de Derecho Administrativo, n.º 6.
PERÚ. Congreso de la República, Ley del SEIA (Sistema Nacional de Evaluación de Impacto
Ambiental), Ley N° 27446.