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Pregunta: "¿Cómo es la oración una comunicación con Dios?"
¿Por qué es pertinente esta información para el tema de la oración? Ahora que hemos establecido que
Dios solo habla la verdad y que la Biblia es la palabra misma de Dios, podemos llegar lógicamente a las
siguientes dos conclusiones acerca de la comunicación con Dios. Primero, puesto que la Biblia dice que
Dios escucha al hombre (Salmos 17:6 Salmos 77:1; Isaías 38:5), el hombre puede confiar en que cuando
él está en una correcta relación con Dios, y él le habla a Dios, Dios lo escucha. Segundo, puesto que la
Biblia es la Palabra de Dios, el hombre puede confiar en que cuando él mantiene una correcta relación
con Dios, y cuando lee la Biblia, él está literalmente escuchando las palabras habladas por Dios. La
relación correcta con Dios, que es necesaria para una abierta comunicación entre Dios y el hombre, se
evidencia en tres maneras. La primera es volverse del pecado, o arrepentirse. Salmos 27:9, por ejemplo,
es la súplica de David a Dios, para que lo escuche y no lo aparte con ira. De esto, sabemos que Dios
esconde Su Rostro del pecado del hombre y que el pecado obstruye la comunicación entre Dios y el
hombre. Otro ejemplo de esto se encuentra en Isaías 59:2, donde Isaías le dice a la gente “Pero vuestras
iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de
vosotros Su rostro para no oír.” Así que cuando hay pecado sin confesar en nuestras vidas, esto
obstaculizará la comunicación con Dios.
También es necesario para la comunicación, acercarnos con un corazón humilde. Dios habla estas
palabras en Isaías 66:2, “Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová;
pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.” La tercera cosa es
una vida recta. Este es el lado positivo de volverse del pecado y está marcado específicamente para la
efectividad en la oración. Santiago 5:16 dice, “La oración eficaz del justo puede mucho.”
Nuestras palabras hacia Dios pueden ser habladas, mentales o escritas. Podemos tener la confianza de
que Él nos escuchará y de que el Espíritu Santo nos ayudará a orar cómo debemos hacerlo. Romanos
8:26 dice, “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como
conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”
Respecto al método de comunicación de Dios hacia nosotros, debemos buscar las palabras de Dios para
nosotros primeramente a través de la Escritura, más que confiar en que Dios pondrá directamente
pensamientos en nuestra mente, para guiarnos a tomar acciones o decisiones específicas. En virtud de
nuestra capacidad para auto-decepcionarnos, no es sabio aceptar la idea de que cualquier y todo
pensamiento que entra en nuestras mentes proceda de Dios. Algunas veces, con respecto a situaciones
específicas en nuestras vidas, Dios no nos habla directamente a través de la Escritura, y puede ser
comprensiblemente tentador buscar revelación extra-bíblica en esos casos. Sin embargo, en tales
ocasiones, es más sabio –a fin de evitar poner palabras en la boca de Dios y exponernos a la decepción–
encontrar respuestas, buscando en los principios bíblicos que Él ya nos ha dado. También es aconsejable
orar sinceramente por sabiduría para llegar a las conclusiones correctas, porque Él prometió darles
sabiduría a aquellos que la busquen.”Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el
cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Santiago 1:5)