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PROBLEMAS Y DESAFÍOS EN EL PERÚ ACTUAL

SESIÓN 2
Tema Aspectos políticos de la República Aristocrática (1895 – 1919) Al final de la sesión, el
Logro estudiante explica las características políticas de la República Aristocrática (1895 –
1919).

Actividad 1: A partir de lo desarrollado en la sesión y la lectura del siguiente texto, contesten las
preguntas planteadas.
1. ¿Cómo se puede definir la República Aristocrática?

Se define un conjunto de personas que gobernaba una sociedad bajo el dominio


política de la oligarquía dedicado a la agro exportación, minería y excluyendo al resto
de la población media e indígenas para algún fin de política.

2. ¿Cuáles son las características políticas de este periodo?

- Sucesión de Gobiernos dirigidos por la Oligarquía


- Predominó un partido, el Partido Civil
- Superior estabilidad política.

3. ¿Por qué se puede afirmar que la oligarquía se comportó como una clase dominante?

Porque fue un grupo que tubo poder sobre los asuntos políticos y sociales que
ejercieron su poder disponiendo del poder político y económico del país, a través de
una sucesión de gobiernos dirigidos por ellos.

4. ¿Cuáles son las características que se le pueden asignar a la oligarquía?

- La oligarquía surge cuando se transmite el poder supremo a través de sucesión


por consanguinidad o mítica.
- En la oligarquía pertenecen personas de una misma clase social y por lo general con
mucha influencia.
- Resolvía conflictos políticos y sociales con el uso de Soldados y violencia.
- Construyo su privilegio a través de una red de relaciones parentales y familiares
como el matrimonio, y así ampliar su poder político y económico.
- Apostó por un modelo económico hacia fuera, es decir la exportación.

5. ¿Cuál es la interpretación de Alfonso Quiroz sobre el concepto de República Aristocrática?

La interpretación de Alfonso Quiroz la República Aristocrática se refería a una clase


dominante nacional bastante activa y emprendedora y gracias a ella se dio el desarrollo
de la iniciativa capitalista en nuestro país.
6. ¿Cuál es el balance que hace Carlos Contreras sobre la oligarquía?

Carlos Contreras hace su balance resumiendo que la Oligarquía ha consiguió la recuperación y el


rebrote de la economía peruana, pero se ha ido cometiendo un graves errores al haber cedido su rol
a empresas extranjeras.

Años atrás, en su conocido libro sobre la Historia de la República, Jorge Basadre acuñó el concepto
de República Aristocrática. Con ese título, Basadre analizó los años que van de 1895 a 1919. El gran
historiador tacneño pensaba que la época había estado dominada por un grupo de grandes
familias que dispusieron tanto del poder político como del económico. Estas familias estaban
estrechamente emparentadas y formaron un círculo cerrado que poseía una mentalidad
aristocrática. Esta República Aristocrática (1895 - 1899) es un periodo de estabilidad en la que
hubo sucesiones presidenciales a través de elecciones. Esa estabilidad estuvo dada por un partido,
el Partido Civil. La ausencia de modernidad o modernización del Partido Civil es lo que explica esta
imagen de la República Aristocrática.

Este periodo logró una superior estabilidad política que la habitual en el Perú de entonces. Con alguna
excepción, la conducción política de aquellos días estuvo a cargo del Partido Civil. Era el segundo
partido con ese nombre. Fue liderado por una nueva generación, distinta a los fundadores que
ejercieron el poder en los 1870 con Manuel Pardo a la cabeza, fundador del Partido Civil.

El historiador Carlos Contreras indica que cuando se habla de una época de estabilidad no
debemos pensar en un orden suizo y en una democracia ideal. Había muchos conflictos sociales y
políticos que tenían que resolverse de formas “poco católicas”. Esto es con el uso de soldados y
violencia, pero la expansión económica ayudaba a resolver, por lo menos en el corto plazo, parte
de estos malestares.

El concepto de República Aristocrática fue profundizado por los historiadores Alberto Flores Galindo y
Manuel Burga en un libro publicado en 1980. En ese texto se razonaba sobre la naturaleza de la clase
dominante peruana, argumentando que no había sido dirigente. Es decir, que los poderosos habrían
desplegado su liderazgo social y económico en forma cerrada y excluyente, pero que a la vez se habían
subordinado a las grandes inversiones de origen extranjero.
Era una clase rentista, como se dice frecuentemente, que vivía de las rentas de las haciendas
altoandinas o costeñas. También había emprendimiento en algunos actores de este grupo civilista.
Habría que recordar a Felipe Pardo, hijo de Manuel Pardo, en la modernización de la hacienda
Tumán y lo que la hacienda Tumán va a ser después: una hacienda moderna y modelo, y las
haciendas que están cercanas como Cayaltí, Patapo y Pucalá que también se modernizan como
consecuencia de la obra emprendedora de Felipe Pardo.

Los señores de la época habrían sido autoritarios y cerrados adentro del país y, al mismo tiempo,
abiertos y entreguistas con el de afuera. De esta manera, la clase dominante habría sido
aristocratizante en el sentido que era rentista, ociosa y dedica a los placeres mundanos. Es más, la
condición de subordinada dentro de su propio país fue adquirida por la clase dominante
precisamente en estos estos años. De acuerdo con esta interpretación, el Contrato Grace, firmado
por Cáceres en 1899, permitió la invasión del capital extranjero y la subordinación del Estado y del
capital nacional frente al imperialismo.

Sin embargo, la República Aristocrática es bastante compleja. Si había señores notables, como los
señores del siglo XIX, también había algunos que se encaminaban hacia una conducta burguesa y
modernizadora. Hacia fines de los 80, el concepto de la República Aristocrática fue cuestionado y
sometido a revisión. El historiador Alfonso Quiroz encontró una clase dominante nacional bastante
activa y emprendedora. En su interpretación, después de la Reconstrucción que siguió a la Guerra
del Pacífico, la economía nacional se liberó del rentismo propio del guano. Esa excesiva
dependencia en un solo producto de exportación, el guano, estaba impidiendo el despegue
capitalista del país. Por ello, los años finales del siglo XIX y el comienzo del siglo XX, fueron duros
porque el país recién salía de la derrota, pero, a la vez, fueron años signados por el despertar del
capitalismo. El signo de los tiempos no sería entonces la perpetuación de la mentalidad
aristocrática sino el desarrollo de la iniciativa capitalista

Hay que reconocer las dos cosas, que era un grupo oligárquico, pequeño y, como tal, los lazos
matrimoniales y amicales le daba un carácter cerrado. En ese sentido podríamos refrendar que era
un grupo cerrado, oligárquico y que manipulaba la política. Pero, por otro, es cierto que tenía un
espíritu empresarial capitalista que haría que la palabra aristocrático no sea muy adecuada

Un conjunto de instituciones científicas y económicas venían a confirmar el particular dinamismo


de los señores de la época. El espíritu emprendedor capitalista habría asomado de una manera ya
moderna en el Perú de esos días. Esta perspectiva ha sido reforzada por los estudios que el
historiador Carlos Contreras le ha dedicado al periodo, concebido como el despunte del
capitalismo peruano.

Según Contreras, los oligarcas consiguieron la recuperación de la economía peruana tras la catástrofe
de la guerra con Chile. El mencionado historiador agrega “creo que el logro de esa generación
empresarial seria ese. Después muchas de esas empresas, sobre todo en el campo de la
minería, pasaron a manos de empresas extranjeras. Ese podría ser su pecado: haber cedido su rol
a las empresas extranjeras”.1

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Transcripción del video La República Aristocrática bloque 1 del programa Sucedió en el Perú
https://www.youtube.com/watch?v=8rvh8V-8X-8&index=1&list=PLF66866DF9C5A52D9

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