Un Ángel Entre Vampiros II - Una Mirada Al Futuro. Por UtenaPuchiko

27/5/2019 Un ángel entre Vampiros II: Una mirada al futuro.
Por UtenaPuchiko
Un ángel entre Vampiros II: Una mirada al futuro. por UtenaPuchiko
Resumen:
Después de derrotar al mago más oscuro de la historia, Harry y Eriol hacen sus
preparativos para su “verdadera” boda. Esto incluye un viaje a Japón, para invitar
personalmente a los mejores amigos de Hiiragizawa.
*Multicrossover.*
*Secuela del fic del mismo nombre*
Categorías: Card Captor Sakura, Harry Potter, Vampiros Personajes: Eriol

Hiraguizawa, Harry Potter, Lestat, Louis, Sakura Kinomoto, Syaoran Li
Géneros: Fantasia, Humor, Romance
Advertencias: AU=Universos Alternos, Contenido Hetero, Crossover,
Mpreg=Embarazo Masculino
Desafíos: Ninguno
Series: Ninguno
Capítulos: 7 Completo: Sí Palabras: 23768 Lecturas: 22168 Publicado: 19/03/09
Actualizado: 30/04/09
Notas de la historia:
Secuela del Fic: Un ángel entre Vampiros.
X-over entre Harry Potter, Los Vampiros de Anne Rice y Card Captor Sakura.
1. Capítulo 1: Llegada a Tomoeda. por UtenaPuchiko
2. Capítulo 2: Viejos amigos. por UtenaPuchiko
3. Capítulo 3: ¡¿Kero?! por UtenaPuchiko
4. Capítulo 4: Planes casi listos. por UtenaPuchiko
5. Capítulo 5: La segunda boda. por UtenaPuchiko
6. Capítulo 6: La luna de miel. por UtenaPuchiko
7. Epílogo. por UtenaPuchiko
https://slasheaven.com/viewstory.php?action=printable&textsize=0&sid=30864&chapter=all 1/100
27/5/2019 Un ángel entre Vampiros II: Una mirada al futuro. Por UtenaPuchiko
Capítulo 1: Llegada a Tomoeda. por UtenaPuchiko
Notas del autor:
Notas de inicio: Acá tienen el primer capítulo de la secuela, espero que lo disfruten.
Para darle un poco de ritmo, les advierto que hay un lemon jugoso XD
¡¡¡A leer!!!
-/-/-
Un ángel entre Vampiros II: Una mirada al futuro.
-/-/-/-/-
Disclaimer: Algunos de los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling y la Warner BROS. El
resto de ellos pertenecen al grupo CLAMP y Anne Rice. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio
económico alguno.
Sumario: Después de derrotar al mago más oscuro de la historia, Harry y Eriol hacen sus preparativos para su
“verdadera” boda. Esto incluye un viaje a Japón, para invitar personalmente a los mejores amigos de
Hiiragizawa.
*Multicrossover.*
Parejas: Harry de Lioncurt/Eriol Hiiragizawa.
Aclaraciones: El fic contendrá embarazo masculino, muchos personajes OOC (sobre todo Harry) y es un
Universo COMPLETAMENTE Alternativo.
Aclaraciones de lectura:
-Letra normal: dialogo, relato.
-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.
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Capítulo 1: Llegada a Tomoeda.
-/-/-/-/-/-/-/-
Harry se cruzó de brazos, mientras miraba cómo la gente caminaba de un lado al otro en el aeropuerto muggle.
Por pedido explícito de su esposo, habían decidido venir a Japón mediante un avión, que Harry aceptó con
renuencia, puesto que prefería medios mágicos; pero no podía negar que sentía cierta nostalgia de viajar en
aviones, cosa que había mermado una vez que ingresó al Mundo Mágico.
Sin embargo, el aeropuerto de Narita estaba colmado de Muggles y casi se le dificultaba caminar.
-Ten, aquí están tus cosas –dijo Eriol, alcanzándole la maleta que había pasado por la cinta de equipajes. Era una
pequeña valija, puesto que la mayor parte de sus cosas las tenían en un baúl empequeñecido en sus bolsillos.
Esto era simplemente para dar apariencias.
Harry gruñó y Eriol puso los ojos en blanco.
-Quita esa cara, o voy a pensar que tienes cinco años y eres un niño que se está enfurruñando porque no le
compraron el juguete que quería.
Inmediatamente, el ojiverde relajó la cara e hizo una mueca.
-Me hiciste viajar por avión y ahora quieres que tomemos un taxi. ¿Sabes cuantas horas nos va a tomar en total
para llegar a Tomoeda? Si usáramos transportes mágicos, íbamos a estar allá en cuestión de minutos.
-Pero yo quería hacer algo más “muggle” y tú aceptaste. –Le dio una mirada dura, antes de tomarlo de la mano y
comenzar a caminar. –Además, concedí tu capricho de que trajeras el coche que te regaló tu padre por tu último
cumpleaños, así que no te quejes, ya cuando lleguemos allá lo podrás usar.
Harry hizo muecas, recordando el clásico que Lestat le había regalado y que descansaba empequeñecido en su
baúl. Era un Ford Mustang Fastback 1965 de color negro (1) que su padre le había comprado, para mucho al
horror de Louis, quien decía que su bebé era demasiado joven para tener un coche propio.
-Está bien –suspiró-. Pero no bien lleguemos a tu casa, lo saco de mi baúl y vamos a dar una vuelta por el
famoso Tomoeda.
Eriol le dio una sonrisa pequeña, antes de acercarse para picotear sus labios. Pero Harry no se iba a contentar
con eso, así que rodeó la cintura del más pequeño con un brazo y lo aplastó contra su cuerpo, para poder devorar
mejor su boca. Usando la lengua de una manera tan experta que Eriol gimió con gusto. Ninguno de los dos hizo
caso de la mirada escandalizada de los Muggles, que no estaban tan acostumbrados a estos espectáculos como
los magos y brujas.
Cuando al fin Hiiragizawa pudo desenredarse de los brazos posesivos de su amante, caminaron hasta la entrada
del aeropuerto y tomaron un taxi. El viaje iba a ser un poco largo hasta la ciudad donde Eriol tenía su casa y
bastante costoso, pero ambos estaban preparados para ellos.
Era casi el anochecer cuando llegaron y, después de pagarle al conductor, Harry abrió la puerta, sólo para ser
recibido por un chillido exuberante de Nakuru, quien había llegado una semana antes que ellos.
-¡Estoy tan contenta que llegaron! –chilló-. ¡Suppy-chan es tan aburrido!
Un gruñido vino desde dentro de la casa, indicando que la extraña mascota voladora creada por su marido estaba
en su forma más grande.
Harry sonrió y abrazó a la muchacha, todavía era extraño para él saber que ella era otra de las creaciones de
Eriol, con esa extraña magia que había heredado al ser una reencarnación de aquel mago. Eso sin contar que
Nakuru no era un mujer en sí, sino más bien un ser asexual.
-Ya llegamos para darte diversión –anunció Harry, pasando un brazo por el hombro de la chica.
-Hola, Eriol, es bueno verte –dijo una voz desconocedora.

Harry giró sus ojos verdes en dirección de la voz y vio a una mujer de cabello castaño rojizo muy largo, que
debería estar cerca de sus años treinta. Enarcó una ceja y después dio vuelta para mirar a su marido. Su ceño se
frunció instantáneamente al ver la sonrisa cariñosa que le daba Eriol.
-Kaho, estás aquí –murmuró el chico, antes de caminar hacia la mujer y abrazarla con todas sus fuerzas.
Harry dio una especie de gruñido, que era parecido al de un hombre lobo y no un mago normal. Eriol se atiesó
enseguida y soltó a Kaho, dándose vuelta para mirarlo.
-Ah, Harry –sonrió-. Ésta es Mizuki Kaho, mi mejor amiga.
Harry enarcó una ceja, dándole una sonrisa sardónica.
-¿Sólo una amiga?
Eriol frunció el ceño.
-No seas grosero, Harry.
La sonrisa de Harry se volvió fría y caminó hasta Kaho, tomando una mano de la mujer, para besársela
galantemente. Sólo ella sintió que su mano era tomada con más fuerza de la necesaria y como los ojos verdes
brillaban con amenaza.
-Disculpe mi falta de tacto, Mizuki-san –sonrió galante-. Soy Harry de Lioncurt y siempre me han acusado de
ser muy celoso de mí marido.
Kaho sonrió y separó su mano, que amenazaba con ser fracturada si seguía siendo sostenida con tanta fuerza.
-No hay nada por lo qué disculparse, también sería protectora si tuviera a alguien como Eriol a mi lado.
Notando la tensión en el aire, Nakuru saltó al rescate.

-¡¿Por qué no entramos a la casa?! –exclamó con más fuerza de la necesaria, enganchando un brazo con el de
Harry y el otro con el de Eriol-. ¡Quiero mostrarle su habitación! ¡Yo misma la decoré!
Ambos fueron arrastrados a la casa, con una sonriente Kaho siguiéndolos. Tenía dudas de este muchacho, pensó
ella. Puesto que Eriol siempre me dijo que lo amaba con todo su corazón, pero que él nunca incluso lo notaba.
Pero ahora veo que no existe nada más para los ojos de Harry de Lioncurt que Eriol Hiiragizawa.
La habitación que Nakuru había decorado era la antigua de Eriol, pero en vista que ahora iban a vivir dos
personas allí, la chica había agregado más sillones y otro escritorio, había agrandado el closet y puesto un cuadro
bastante grande con una imagen de Eriol y Harry abrazados arriba de la chimenea de la habitación. Estaba
pintada con un color azul de Ravenclaw, pero las cortinas eran de un color rojo Gryffindor.
Ellos se excusaron de la chica excitada, diciendo que iban a desempacar y la sacaron de la habitación.
-¿Qué fue todo eso? –Fue lo primero que dijo Eriol, mirando con irritación a su marido.
-¿A qué te refieres? –preguntó desentendido, sabiendo muy bien de lo que hablaba el más pequeño.
-¡Tú actitud con Kaho! ¡Si las miradas hubiesen podido matar, ella habría estado muerta en la puerta de mi casa!
–exclamó, apenas levantando la voz.
-¡Pues yo quiero saber lo que te pasa a ti! –gritó Harry con sus ojos verdes ardientes-. ¡Vengo y me encuentro
con una tipa de la que no sabía de nada que está instalada en nuestra casa! ¡La cual dices que es tu mejor amiga,
que por cierto nunca me hablaste, pero las sonrisas que se daban me decía todo lo contrario!
-¡Es mi amiga! –exclamó, cerrando los puños-. ¡Y si no te dije nada sobre ella es porque tu reacción cuando te
conté sobre Tomoyo no me dio ánimos para decirte de Kaho!
-¡Ah! ¡Qué bueno! ¿Entonces esperas que me entere así de repente, con ella estampándose sobre mi cara?
Eriol suspiró, tratando de tranquilizarse, no iba con él esta actitud de perder los estribos. Pero Harry podría a
veces molestar al más tranquilo.
-De acuerdo, eso fue un error, pero contaba con que ella llegaría mañana, no hoy.
Harry angostó sus ojos.
-¿Qué tuviste con ella?
El de anteojos apretó su quijada.
-¿Importa?
-Mucho.
-Está bien –suspiró-. Tuve con ella… una especie de amor platónico.
-¡¡¡¿Tu qué?!!!
-¡Oh, por favor, no seas escandaloso! ¡Merlín sabe que tú has tenido más que amores platónicos antes de que nos
casáramos!
Harry cerró su boca con un tecleo audible, sabiendo que no podía refutar eso. ¿Pero acaso él no había sido el
primero en darle un beso a Eriol y el primero en hacerle el amor? ¿Su esposo no le había mentido, cierto? ¿Y a
qué se refería con amor platónico, después de todo?
-Sé que hasta una vez te quisiste pasar de listo con Draco –continuó Eriol, implacable.
-¡Estaba bebido! –chilló enseguida, en defensa.
-¡Estabas bebido también cuando me diste mi primer beso y me robaste mi virginidad!
-¡No es lo mismo! ¡Lo de Draco nunca lo recordé, sólo lo supe porque Ginny me dejó un ojo morado al otro día
cuando me levanté!
-Típico de ti –murmuró masajeando sus sienes-. El caso es que no tienes derecho a reprocharme nada.
Harry apretó su quijada.
-¿A qué te refieres con amor platónico?
Eriol suspiró, sentando en la cama, sabiendo que Harry no iba a dejarlo en paz hasta que no le dijera todo.
-La quiero mucho y, hace un tiempo, cuando terminé mi tarea de las cartas (que ya te conté), tuvimos algún tipo
de relación –Viendo la cara de su marido, tuvo que agregar: -Que no pasó de tactos y sonrisas cariñosas, Harry.
Harry se cruzó de brazos, no sabiendo si sentirse revelado o enojado por esa respuesta. Pero todavía necesitaba
que le aclare algo.
-¿Qué tipo de tactos cariñosos?
Eriol puso los ojos en blanco, antes de darle una mirada de incredulidad.
-Caricias en la mejilla y tomadas de mano, Lioncurt, ¿feliz? No es lo que tu mente podrida está pensando.
-¡No estoy pensando en nada sucio!
-Sí, sí –murmuró, antes de darse vuelta y estirarse para agarrar la ropa que estaba en la cama-. Parece que no
recordaras que te confesé que fuiste tú quien me dio mi primer beso y que me tocó de manera íntima. Nunca hice
nada de eso con nadie más aparte de ti, hombre celoso –masculló.
Luego, jadeó con sorpresa cuando sintió el cuerpo grande de su esposo por encima suyo, apretándolo contra la
cama, sus brazos fueron encerrados por dos manos fuertes a cada lado de su cara. Los ojos verdes intensos lo
miraban con atención.
-¿Ya no sientes nada por ella?

-Nada más que amistad –respondió sincero-. Incluso en aquel entonces, tú eras el único que amaba. Era ella
quien me escuchaba delirar por el gran Harry de Lioncurt, como una pequeña fangirl.
Harry sonrió de lado, haciendo a su marido bufar. Después, Harry llevó su boca al cuello descubierto de Eriol y
comenzó a besarlo y mordisquearlo.
-¿Qué se supone que estás haciendo?
-Por ahora nada, dentro de un rato voy a enterrar mi pene en tu culo.
-Si tu papá te escuchara en estos momentos, no pensaría que eres el ángel que él crió –murmuró Eriol rojo de
vergüenza. Empujó el cuerpo de su esposo, pero éste no se movió-. Todavía estoy enojado contigo por ser tan
grosero con Kaho-san, Harry.
-No puedes culparme, sabes cómo me pongo cuando estoy celoso. Además –Levantó la cabeza, para mirar a los
ojos azules– sé que ya no estás enojado y que quieres que te coja. ¿Por ahí dicen que el sexo después de una
pelea es el mejor, mh?
Eriol frunció el ceño y después suspiró.
-No podemos ahora, Nakuru nos espera para la cena, ¿recuerdas?
-Ella es una chica inteligente –murmuró Harry, volviendo a atacar el cuello de su marido-. Sabrá que si no
bajamos enseguida, es por algo.
-Prefiero no pensar que ella sabe que nos atrasamos porque estamos teniendo sexo, Harry.
-¿Oh? ¿Entonces sí estamos teniendo sexo?
Eriol, se ruborizó y frunció el ceño, sabiendo que había caído en la trampa.
-¿No me vas a dejar ir si no te dejo, cierto?
-Uh-oh –tarareó el ojiverde-. No quiero forzarte tampoco.
Eriol dejó salir un largo suspiro que sonó más como un gemido y logró soltarse del agarre que tenía su esposo
sobre sus manos; luego las llevó hacia el hombro de Harry y lo abrazó. Los ojos verdes lo buscaron y él le dio
una sonrisa de lado.
-Nunca dejaría que me tomaras si no lo deseo.
Luego atrajo a su marido hacia su boca y al instante siguiente se besaban como dos poseídos. Con unas palabras
murmuradas de Harry, ambos estuvieron sin sus ropas en un abrir y cerrar de ojos; era un hechizo que había
aprendido de los gemelos, uno que ellos mismos inventaron con motivos de broma, en el cual, secretamente, su
madre, que era un rompedor de maldiciones profesional, les había ayudado a crear. Era muy bueno para una
broma, dejando en ridículo a quien la recibiera, pero Harry, siendo el pervertido que era, le había encontrado este
uso sensacional.
Eriol abrió sus piernas de par en par y dejó que su amante se acomodara entre ellas, gimiendo con pasión cuando
Harry comenzó a moler sus miembros juntos, que empezaban a endurecerse rápidamente. Con otras palabras
susurradas, el Ravenclaw sintió algo viscoso aparecer en su trasero y su marido lo penetró así, sin siquiera otra
preparación que el lubricante anterior.
Pero los músculos de Hiiragizawa ya estaban preparados para ello, puesto que Harry era conocido por ser un
ninfómano, y tenía a Eriol prácticamente como un juguete del sexo. No que él chico con descendencia japonesa
se quejara, después de todo, él sabía en lo que se metía al ser marido de Harry de Lioncurt. Y él prefería tener
sexo con su amor cuantas veces éste lo necesitara, antes que él buscara satisfacerse con otro cuerpo. Además,
Eriol tenía su raya pervertida también y gozaba de cada encuentro, algunos los propiciaba él y todo, para nada
tímido en encender a su esposo cuando estaban en la intimidad de su habitación.
Eran tal para cual, como había decretado su suegro Lestat de Lioncurt una vez.
-Um… tan estrecho –murmuró Harry, dejando un camino de besos por el pecho de su marido, mientras sus
caderas no dejaban de moverse en un ritmo sensual y tortuoso.
Eriol jadeó, arqueó su cuerpo como si fuera un contorsionista y enterró sus manos en el cabello azabache
despeinado de su esposo. Suspiró y murmuró palabras ininteligibles, puesto que las sensaciones que estaba
atravesando su cuerpo eran increíbles, tanto que no le dejaban articular una palabra coherente.
Harry, por otro lado, demostraba tener mucho control… y una boca muy sucia.
-¿Te gusta que te haga esto, verdad perra? Jadeas y me pides más, abriendo tus piernas como una puta barata.
Harry acompañaba cada palabra con un empuje que iba directo hasta la próstata de Eriol, así que él no tenía
tiempo de regañarlo por esas palabras sucias o avergonzarse por ellas. Muy por el contrario, estas palabras
hacían que el calor de su cuerpo aumentara, así como el rubor y sus jadeos, que simulaban a los de la perra que
Harry lo acusaba de ser.
Pero cada vez que terminaban su acto, Eriol fruncía el ceño en Harry, y luego tenía que recordarse que, mientras
que esas cosas sucias que decía el Héroe del Mundo Mágico no saliera de la habitación, todo iba a estar bien.
Eriol moriría de la mortificación si alguien se enteraba la mitad de las cosas que Harry decía cuando se lo cojía.
Algunas cosas que ni siquiera ustedes, los lectores, deberían de enterarse.
El único castigo que atinaba a hacerle era enterrar sus manos en el cabello azabache y estirar con todas sus
fuerzas con cada palabra y empuje, pero esto sólo servía para aumentar más la pasión de Harry, que después de
luchar con Lord Voldemort cada año desde que tenía once, había tomado un gusto por el dolor.
-Oh, Eriol –gimió Harry, trabando su boca en el punto sensible de su marido en la piel sobre el esternón.
Mordisqueó un poco y después lo lamió, causando que su marido llegara al orgasmo.
Sí, tan sensible era aquel punto que la suma del estímulo a ese lugar, más los empujes brutos que el pene de su
esposo ocasionaba a su próstata ocasionara que Eriol se viniera sin que su propio pene tuviera que ser bombeado
por la mano de su amor.
Harry gruñó cuando las paredes carnales se encerraron alrededor de su miembro, así que empujó aún más fuerte,
haciendo que esos músculos se relajen, para que él pueda pasar. Eriol se convirtió en gelatina en sus brazos,
cuando la relajación post orgásmica se apoderó de él, por lo que el ojiverde aprovechó la oportunidad para
empujar con más desespero, de forma irregular y para murmurar más palabras sucias, hasta que su propio
orgasmo golpeó su cuerpo con tal fuerza que lo dejó sin aire y viendo negro por un par de segundos.
-Merlín –jadeó Eriol, acariciando los cabellos sedosos de la cabeza que descansaba en su pecho-. ¿Hace cuánto
que no lo hacíamos?
-¿Con todas esas molestas preparaciones para este viaje…? –preguntó Harry, acariciando un lado de la cadera de
su marido-. Tres días.
-Mmmhhh –murmuró sonriendo de lado-. Cualquiera diría, por la intensidad de esta cojida, que no lo hacemos
hace meses.
-Cada día es un mes para mí –respondió Harry, muy seriamente.
Eriol puso los ojos en blanco.
-Adicto al sexo.
-Puta.
El de anteojos lo pellizco.
-¡Auch! ¿Y eso a qué se debe?
-Sólo tienes autorizado a decirme esa clase de cosas durante el sexo, no mientras estamos relajados y
acurrucados en la cama.
-Hn.
Unos suaves golpes a la puerta llamaron su atención.
-¿Eriol? La cena está lista, hace cinco minutos que los estamos esperando.
El chico se ruborizó ligeramente, mientras que Harry sonreía malicioso.
-Y-ya vamos, Nakuru. Estábamos algo… ocupados.
Continuará…
**********************************************
-.-Importante: fíjate que te molestó en mi fic y que te agradó. Dímelo. Pero trata de mantener la cortesía y hazlo
de una manera que pueda entender.-.-
Notas finales:
Notas de Uko-chan: ¡¡¡Hola!!!
(1) Búsquenlo con ese nombre en Google y van a poder ver el modelo XD
Bueno, lo prometido es deuda y acá le dejo el primer chap de mi fic más famoso. No
tenía idea de qué ponerle para el nombre, así que ustedes sabrán disculpar la poca
originalidad XD
No sé cuando voy a volver a actualizar esto, así que sólo mes queda decirles que estén
atentas/os.
¡¡¡Gracias Angeli por betear este fic!!!
¡Hey, espera! Si ya has leído todo, por favor, pásate por mi LiveJournal, donde
encontrarás divertidos retos que he estado escribiendo.
Aquí: http://utenapuchiko.livejournal.com
Atte: Uko-chan!
-/-/-
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Capítulo 2: Viejos amigos. por UtenaPuchiko
Notas del autor:
Notas de inicio: Otro capítulo para ustedes, voy a intentar que siga saliendo cada una
semana, pero no prometo nada ñ.ñ
Gracias por sus maravillosos comentarios, no pensaba que se me extrañaba tanto XD
¡¡¡A leer!!!
-/-/-
-/-/-/-/-
económico alguno.
Hiiragizawa.
*Multicrossover.*
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Capítulo 2: Viejos amigos.
-/-/-/-/-/-/-/-
Eriol se despertó lentamente, pestañeando varias veces y se incorporó en la cama. Frunció el ceño al ver que
estaba sólo en ella y un vistazo en el reloj le dijo que eran las nueve de la mañana. ¿Dónde estaba su marido?,
¿Aquel que acostumbraba a estar arriba recién a las once en un día de vacaciones? Se incorporó mejor e hizo una
mueca de dolor. Auch, su parte trasera le dolía ciertamente. Las actividades de la noche, sumado a la actitud
implacable de su marido, hacían que estuviera en dolor.
-Maldito celoso –gruñó, agarrando su varita, para convocar una poción para el dolor.
Anoche, durante la cena, él desatendió a Harry a favor de ponerse al día con Kaho, lo que demostró ser una
grave error de su parte, que, conociendo lo celoso y posesivo que era el Gryffindor, terminó con éste muy
enfurruñado y vicioso durante el sexo. Tendría que hablar con ese idiota.
Renuente, se levantó de la cama y fue al baño para tomar una larga ducha y prepararse para el día. Cuando bajó a
la sala, encontró a Spinel acostado en el marco de la ventana, leyendo un libro.
-¿Has visto a Harry?
-En el garaje, babeando por su coche –contestó con voz desapasionada, sin siquiera levantar la vista.
-Tsk, debí suponerlo.
Por supuesto, sólo su pequeño juguete iba a hacer que su marido se levantara a estas horas de la mañana,
abandonando a su esposo, el calor de la cama y más horas de sueño.
Encontró a Harry en el garaje, vestido con un jeans costoso y con su camisa de seda verde jade remangado hasta
los codos, puesto que sus manos y antebrazo estaban empañadas con agua jabonosa. En una de sus manos había
una esponja, con la cual estaba limpiando el parabrisas. Estaba más allá de la comprensión de Eriol el saber por
qué su marido limpiaba el coche vestido con la ropa que costaba lo que podría alimentar a una familia de cinco
integrantes durante una semana.
-Con magia podrías hacerlo más rápido y sin ensuciarte –comentó, cruzándose de brazos y parándose al lado del
chico.
Harry bufó.
-Mi bebé no funciona con magia, Eriol, sino de la manera muggle. Si uso magia, quien sabe lo que le podría
pasar –masculló, limpiando casi con cariño el espejo de la puerta.
Eriol frunció sus labios.
-Es sólo un coche, Harry.
-¡Es mi bebé! –Chilló el chico, con una mirada incrédula-. No digas esas cosas enfrente de él, vas a lastimar sus
sentimientos.
Esta vez Eriol le dio una mirada incrédula.
-Eres un obsesivo. Espero que sepas que cuando tengamos nuestros propios bebés, no vas a poder usarlo a él.
-Er… lo tengo todo pensado para cuando llegue ese momento. Vamos a comprar otro que sea familiar, para
usarlo cuando salgamos con los niños. Porque por supuesto que no me voy a deshacer de ti –agregó hablándole
al choche, dándole un beso en un área donde no había jabón.
Eriol acomodó sus lentes y eligió no decir nada.
-Hoy me levanté muy dolorido.
Inmediatamente, la cara de Harry cambió a una llena de culpabilidad y Eriol supo en ese momento que el limpiar
el choche no sólo tenía que ver con la obsesión de su marido, sino también como un método para poder distraer
su mente sobre los acontecimientos de anoche.
-Lo siento –masculló el ojiverde sin mirarlo.
Harry tenía la habilidad excepcional de parecer un niño regañado que te inspiraba dulzura y propia culpabilidad
a ti mismo por regañarlo. Con la cabeza gacha, las pestañas negras hacia abajo, los hombros caídos y mordiendo
su labio inferior, no sólo parecía adorable, sino malditamente sexy. Por eso, Eriol se olvidó un poco de su enfado
y suspiró.
-No estoy muy enojado, no puedo negar que también disfrute del sexo, sin embargo, nosotros hacemos el amor y
no se supone que sea doloroso. –Los ojos verdes lo miraron con aprensión. –Tienes que hacer algo con esos
celos, Harry. Yo te amo a ti, a nadie más y no tengo pensado cambiarte ahora ni nunca.
Harry suspiró y revolvió su cabello; un gesto que Eriol sabía que había heredado de James Potter.
-Me es imposible evitarlo –murmuró, dejando la esponja en el balde a sus pies-. Sé que me amas y me siento
honrado de tener su amor, pero a veces… a veces… pienso que es demasiado bueno para ser verdad.
-¿Cómo? –preguntó Eriol, frunciendo el ceño, confundido.
Harry sonrió pesarosamente.
-Tú no sabes lo que me haces, Eriol –susurró, acercándose para tomar las manos de su esposo entre las suyas-.
Tú eres inteligente, hermoso, poderoso y podrías tener a quién quisieras, pero seguiste fiel a mí porque fui tu
primer amor; esperaste hasta que yo dejé de ser un idiota y por fin me di cuenta que te amaba. Supongo que
estoy inseguro, pienso a veces que algún día te darás cuenta que no valgo la pena y me dejarás por otro. Por eso
reaccioné tan violentamente a lo de Kaho, uno porque no sabía de ella de antemano y otro por mis celos.
Eriol lo miró con incredulidad.
-¿Por qué nunca me dijiste que te sentías así?
-Yo soy el gran “Harry Potter”, el salvador del Mundo Mágico y hombre más deseado por todos los magos y
brujas… no se supone que deba sentirme así.
Eriol soltó las manos de su esposo, para agarrar ambas de sus mejillas entre sus palmas.
-Pues entonces estamos en un dilema, porque a veces yo me siento igual que tú. Pienso que en algún momento
puedas considerarme poca cosa y querer dejarme.
Harry rió y abrazó a su esposo.
-Somos un par de idiotas, entonces. Y mi papá tiene razón, somos tal para cual.
Hiiragizawa rió junto con él y después lo atrajo para un beso. Todo el malestar anterior fue olvidado. Se daban
cuenta que eran nuevos en esto y tendrían que madurar un poco más en su relación tanto como en edad como en
experiencia, para dejar de lado sus inseguridades.
Harry profundizó un beso y una de sus manos acarició el trasero de Eriol, pidiéndole perdón, con esa caricia, por
su brutalidad de la noche anterior.
-¿Vas a terminar pronto de limpiar tu bebé?
-Eso creo, ¿por?
-Tenemos que ir a desayunar y después prepararnos para ir a lo de Sakura-san. Recuerda que nos pidió que
llegásemos un poco temprano, así podemos hablar antes de almorzar. –Harry hizo una mueca. –Y recuerda que
debes comportarte, Tomoyo va a estar allí.
-Sí, sí –murmuró, antes de darle otro beso-. Seré el novio perfecto.
**********************************************
Touya enarcó una ceja, mientras veía a su pequeña hermana limpiar su habitación afanosamente. Hacía más de
una semana que el muchacho Hiiragizawa avisó que venía, pero como siempre, Sakura dejaba todo para última
hora y recién ahora estaba poniendo su dormitorio en orden. Podría ofrecerle ayuda, pero él estaba esperando a
Yukito, que iba a llegar dentro de algunos minutos.
El timbre sonó, anunciando la llegada de un visitante y Sakura chilló desconcertada.
-Yo abriré –murmuró, dándose vuelta. Sonrió para sí mismo, sabiendo que no eran los invitados de su hermana,
sino su amante.
Efectivamente, al otro lado de la puerta, un sonriente Yukito lo esperaba. Touya abrió la puerta de par en par y
dejó entrar al muchacho, dándole un ligero pico en los labios aprovechando que nadie los veía. A pesar de los
años que llevaban juntos, él todavía no se sentía cómodo para mostrar abiertamente muestras de cariño frente a
su familia.
-¿Necesitas que te ayude con algo?
Su novio se encogió de hombros.
-No necesariamente, todavía falta para comenzar a cocinar y mi padre dijo que lo haría, la casa está limpia, así
que…
-¡¡Argh!! ¡¡Touya, ayúdame que si no, no termino!!
El chico resopló y frunció el ceño.
-¡Tú te lo buscaste, monstruo! ¡Te dije que ayer lo hicieras!

Yukito, bueno por naturaleza, sonrió, negó con la cabeza y subió a ayudar a Sakura.
Una hora después, afuera, un coche negro polarizado, bastante moderno se acercó, seguido de cerca por uno gris.
Ambos se miraban costosos y no era para menos, puesto que del primero se bajó Li Shaoran y del otro Daidouji
Tomoyo. Ambos sonrieron con sorpresa por la casualidad y después despidieron a sus choferes.
-¡Li! ¡Tanto tiempo sin vernos!
Shaoran le dio una sonrisa de costado, pero había cariño en sus ojos.
-Nos conocemos desde hace mucho tiempo, Tomoyo, creo que puedes llamarme Shaoran –Fue su respuesta,
acercándose para darle un corto abrazo.
-Bien, supongo que es un hábito. Procuraré borrarlo pronto. –sonrió-. ¿Tocas el timbre por mí?
Shaoran así lo hizo y toda sonrisa que tuviera en el rostro se le borró al ver que era su “querido” cuñado quien le
abría la puerta. A pesar de los años, ni él ni el Kinomoto pudieron llevarse bien del todo; probablemente porque
Touya nunca iba a hacerse a la idea que su hermana algún día se casaría con ese mocoso. Y Shaoran no era quien
como para echarse a un lado cuando le daban claras muestras de hostilidad.
Ellos intercambiaron miradas rabiosas por tres segundos, antes que Tomoyo, graciosamente, se adelantara a
saludar a su primo.
Cuando todos entraron a la casa, se encontraron con una exhausta Sakura, que se apantallaba la cara con una
mano. Sonrió al ver a su mejor amiga y novio, pero la mirada de horror en Tomoyo la detuvo de ir a abrazarlos.
-¿Qué pasa?
-¡Te ves terrible, Sakura! –exclamó la pelinegra, al ver a su amiga toda colorada, con los pelos por todos lados y
la ropa arrugada-. Por suerte pensé en todo y traje esto.
Quien sabe de dónde, sacó una caja de cartón, que de seguro tenía un vestido adentro y arrastró a la muchacha
hacia su habitación, apenas dejándole que le diera un beso en la mejilla a Shaoran. Una vez que las chicas
desaparecieron, un silencio tenso se apoderó de la sala.
-Bien. –Yukito sonrió, no deseando que su novio hiciera sentir incómodo al descendiente de Clow. -¿Preparamos
té?, Touya.
-Hn –gruñó el chico, cabeceando y caminando hacia la cocina.
-Ponte cómo, Li, volvemos enseguida.
*Una hora después*
Harry y Eriol estacionaron frente a la puerta de la casa de Sakura y enseguida el de anteojos giró para mirar a su
marido.
-Recuerda lo que te dije, Lioncurt. O te comportas o duermes en el sillón durante el resto del tiempo que estemos
en Japón.
-Sí, sí –dijo Harry con voz cansina, imitando a la perfección a un Malfoy-. Entiendo todo, mi querido dictador.
Eriol bufó y esperó hasta que Harry saliera del coche antiguo y dio la vuelta para abrirle la puerta, como todo un
caballero. Eriol se arregló el traje color crema que había escogido para esa ocasión y no se prohibió echarle una
hojeada a su esposo. Esta mañana, Harry había elegido un par de pantalones de cuero color marrón, una remera
con escote en V negra, un poco ajustada y un saco negro que le llegaba hasta las rodillas. Su pelo ingobernable
lucía tan desordenado, pero hermoso como siempre y sus ojos verdes estaban resaltados por el delineador que
Eriol insistió que usara, ya que hacía reflejar mejor su maravilloso color.
-¿Te gusta lo que ves? –preguntó su marido, con una sonrisa engreída.
-Me gusta más cuando estás desnudo –masculló, caminando hacia donde estaba el timbre.
-No me tiente, señor de Lioncurt.

-Pervertido.
-¡Hey, tú empezaste!
No le hizo caso y en lugar tocó el timbre. Sonrió al escuchar la melodía familiar, que no había cambiado en
todos estos años.
-¡Eriol!
Sakura fue la primera en salir, seguida por su prima, su novio, su hermano y el novio de este.
Harry frunció el ceño al ver todas las caras desconocidas y comenzó a procesar lo que veía. La castaña que
sonreía de oreja a oreja, y que había gritado, era evidentemente la famosa Kinomoto Sakura, el alto con cara de
pocos amigos debería ser su hermano… ¿Toalla? ¿Cómo era su nombre? Lo he olvidado otra vez… A su lado
estaba uno que le daba la misma sensación que Nakuru, o sea que éste debería ser una de las creaciones de Clow
que pasó a manos de Sakura cuando se hizo dueña de las cartas. Harry recordaba que se llamaba Yue, pero no así
su nombre “humano”. El chico lindo seguro era Li.
Y por último, pero no menos importante… Tomoyo.
Harry se contuvo de mirarla con desprecio; porque le había prometido a su amante que iba a controlar sus celos
mientras estuvieran cerca de ella. ¡Pero era tan difícil!
Sakura finalmente llegó al lado de Eriol y lo encerró en un gran abrazo, no notando la ceja que crispaba de
Shaoran y Harry. Se sonrieron e intercambiaron saludos en japonés, una lengua que Eriol había obligado a su
marido que aprendiera para él, nada de encantos traductores, Harry tendría que aprender tanto japonés como
chino.
Después, la joven se giró para mirar al “prometido” de su amigo y su mente traidora no pudo dejar de pensar:
¡Wow! ¡Qué hermoso! Después de darle una larga mirada de arriba hacia abajo.
-Buenos días, soy Kinomoto Sakura –dijo ella, extendiendo una mano, hablando en japonés con confianza,
puesto que su amigo le dijo que su novio inglés entendía el idioma.
Harry le dio una sonrisa galante, marca de fábrica de Lestat de Lioncurt y tomó la mano ofrecida, para besarla.
Sakura se ruborizó ligeramente, Touya y Shaoran gruñeron.
-Un placer conocerte al fin, Sakura, soy Harry de Lioncurt-Potter –habló lentamente, para que se le entendiera a
pesar de su acento extranjero-. Eriol me ha hablado mucho de ti, bien –miró al resto –de todos en realidad.
-Y él nos ha escrito hablándonos de ti –agregó Sakura, recuperando su mano-. Pero pasen por favor, podemos
hacer el resto de las presentaciones adentro.
Una vez que estuvieron dentro de la residencia Kinomoto, Shaoran, Touya y Yukito intercambiaron un apretón
de manos con los recién llegados y Eriol tuvo que darle un pisotón disimulado a su esposo para que también
besara la mano de Tomoyo y no sólo la sacudiera.
-Bienvenidos a mi humilde hogar –saludó Kinomoto Fujitaka, apareciendo en la sala, con un delantal de cocina
y una mancha de harina en su mejilla-. Disculparán mi aspecto, pero mi hija me avisó demasiado tarde que la
panadería no tenía su pastel preferido y me pidió que lo hiciera. –Sonrió y estrechó la mano de cada huésped.
-No se preocupe, Kinomoto-san, prefiero la comida casera, en verdad –tranquilizó Eriol.
Fujitaka sonrió y se disculpó antes de volver a la cocina. Harry lo miró ir, frunciendo el ceño. Era verdad,
entonces, que éste hombre era la mitad de la reencarnación de Clow. La otra mitad de Eriol, si es que se podía
llamarlo así. Él había sentido la misma esencia mágica que despedía Eriol, aunque a un nivel menor, puesto que
este hombre nunca antes había utilizado la magia.
-¿Él es soltero? –susurró Harry en inglés a su marido, mientras Sakura servía el té y farfullaba feliz. Se notaba
que estaba nerviosa por la figura imponente que era Harry.
-Viudo –respondió Eriol, frunciendo el ceño-. ¿Por qué?
-Er… -Harry sonrió inocente. –Su actitud y displicencia me recuerdan un poco a la abuela Mekare.
Las cejas de Eriol se levantaron.
-¿No estás pensando lo que creo que estás pensando, cierto?
-No –respondió, demasiado rápido como para no crear suspicacia.
Eriol estaba a punto de replicar, pero Sakura que hizo una pregunta que tuvo que pedir que se la repitiera, así que
dejó el tema… por ahora.
-Y díganme más sobre ese mundo el suyo –pidió Tomoyo, con los ojos brillantes-. Sé que ustedes no visten
generalmente con la ropa común como la nuestra, sino con túnicas elegantes y de tela hermosa –suspiró
soñadora.
-Los magos y brujas que han vivido toda su vida en el Mundo Mágico lo hacen –Harry se encogió elegantemente
de hombros. –Pero yo fui criado como un ser humano normal. Esto que visto –señaló su atuendo –es normal para
mí. Sin embargo, tengo un par de túnicas en casa, pero son de gala, que las he usado únicamente para
acontecimientos festivos.
-Oh, qué bello –suspiró de nuevo-. Cómo me gustaría ver y tener una. Sakura se vería maravillosa en alguna de
ellas –agregó, dándole una mirada calculadora a su prima.
Harry le dio una mirada extraña. ¿Qué pintaba Sakura en todo esto?
-Y la vas a tener, Tomoyo-san –dijo Eriol, conociendo el hobby de la pelinegra por vestir a Sakura-. ¿No iba a
venir después de tanto tiempo sin regalos, cierto? He traído un par de cosas para cada uno y una túnica para las
damas está entre esos regalos. Quedaron en el coche, sin embargo.
-¡Maravilloso! –chilló Tomoyo, no haciendo caso del gemido exasperado de su prima-. Después de comer será
un momento perfecto para poder probárnosla, ¿verdad Sakura?
-Supongo que sí –suspiró.
-Bien y tú –Harry miró a Shaoran-. ¿Qué haces para vivir?
-Todavía nada –respondió un tanto incómodo. Este hombre no le acababa de caer bien, al igual que
Hiiragizawa-. Estoy estudiando para poder manejar los negocios familiares en el futuro.
-Oh, veo.
-¿Y usted? –preguntó Yukito, amablemente.
-Nada. –Se encogió de hombros. –Mi papá tiene negocios por todo el mundo y bien… él es inmortal, así que no
hay necesidad de que yo trabaje –sonrió.
-Pero no se preocupen, él hará algo con su vida –siseó Eriol, fulminando a su marido con la mirada-. No tendré
un vago en mi casa.
-Awww~ -Harry hizo un puchero, pero después sonrió y besó la mejilla de Eriol, haciéndolo ruborizar-. La
verdad es que estoy interesado en la carrera de Auror –Ante las miradas de incomprensión de los otros, agregó: -
Es como un policía para nuestro mundo. Siempre me han dicho que tengo complejo de héroe, así que creo que
será lo más divertido a lo que me pueda dedicar. El mismísimo Ministro de Magia me dijo que si voy a la
Academia de Aurores por un año, tengo asegurado el puesto de Jefe de Aurores.
-¿Y por qué es eso? –preguntó Sakura.
Harry le dio una sonrisa pesarosa.
-Porque he luchado con más magos oscuros que todos los Aurores que están en este momento en ejercicio la
profesión.
Un silencio tenso se apoderó de la sala; puesto que ahora todos recordaron las cartas duras y llenas de dolor que
Eriol mandó a sus amigas en el medio de la guerra, donde les pedía que lo ayudaran, con sus palabras, para
poder pasar por ese duro momento. El saber que el amor de su vida estaba allá afuera, bajo constante amenaza,
con un loco tras su vida.
Agradecidamente, el ligero ruido de un par de alitas distrajo la atención de todos y miraron hacia la entrada,
donde un objeto entre amarillo y anaranjado, con alas blancas, se acercaba.
Harry dejo caer su taza de té al piso.
Continuará…
**********************************************
Notas finales:
¡Ja! Apuesta que todas/os sospechan por qué Harry dejó caer su taza XD Otra sorpresa
para él.
Muchas me dejaron entender que esperaban con ansias el encuentro de Harry con Yue,
por el lado de los celos de este. Bien, no creo que haya nada con respecto a eso.
Recuerden, han pasado varios años desde los eventos del anime-manga y ahora tanto
Yue como Yukito están en una larga relación con Touya, así que Harry no sentirá
amenazado por él. Es imposible. Así que aumenten sus esperanzas.
Puede ser que lleguen a conocerse y tal vez haya algo de atracción y curiosidad, pero no
pasará a mayores.
Atte: Uko-chan!
-/-/-
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Capítulo 3: ¡¿Kero?! por UtenaPuchiko
Notas del autor:
Notas de inicio: Aquí está la actualización, otro chap más y van tres. Tengo que resumir
las cosas, porque no deseo irme por las ramas ¬¬
¡¡¡A leer!!!
-/-/-
-/-/-/-/-
económico alguno.
Hiiragizawa.
*Multicrossover.*

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Capítulo 3: ¡¿Kero?!
-/-/-/-/-/-/-/-
Harry pestañeó varias veces, inconsciente del silencio que se había formado en la sala, luego que él dejara caer
su taza de té. Los japoneses le daban una mirada extraña, puesto que parecía muy sorprendido, pero ellos tenían
entendido que Harry ya conocía a Spinel. Tranquilamente, el moreno llevó una mano a su bolsillo y de ahí
extrajo una pequeña caja de cristal, donde dentro descasaba su querido peluche de la infancia Kero, el cual había
decidido que si lo seguía manipulando, iba a terminar por romperse. Y, como él amaba tanto ese muñeco, decidió
conservarlo en esa cajita, empequeñecido y lo llevaba con el siempre en su bolsillo, para mirarlo cuando sintiera
nostalgia.
-E-Eres real –masculló el ojiverde, aún sin creérselo.
-Er… ¿sí? –contestó Kero, quien vino volando a la sala atraído por el olor a los dulces y el té. Ciertamente, no
esperaba que su llegada ocasionara tal respuesta.
Lentamente, todavía anonadado, Harry se acercó a Kero y estiró un solo dedo para tocarlo. Era suave al tacto y
estaba muy vivo. Frunció el ceño y miró a su marido, quien tenía una sonrisa divertida en su rostro.
-¿Deseas explicar? –pidió en un tono ácido.
-Uh, ¿Eriol? –masculló Sakura, no entendiendo nada.
El mago de anteojos rió quedamente.
-Quería sorprenderte –dijo a Harry y después se giró a Sakura-. Harry tiene un peluche que le regalaron cuando
era un niño, que es una copia exacta de Kerberus, que es más importante que cualquier otro objeto que tenga en
su poder desde bebé, tanto que le lleva consigo a todos lados.
Recibió una par de cejas levantadas por esa información y Harry luchó para no ruborizarse de vergüenza.
¡Traidor!, pensó, rabiando por la indiscreción de su marido, pero rechazó abrir la boca.
-Pero, ¿cómo? –Fue Yukito el que solicitó una explicación. -¿Cómo puede haber por allí copias de Kerberus en
peluche?
-Hice una pequeña investigación cuando supe del peluche de Harry –comentó Eriol, dejando su taza en la mesita
frente a él-. Y resultó ser que el mismísimo Li Clow vendió los derechos de la forma pequeña de Kerberus a una
juguetería mágica de Inglaterra y, con el correr de los años, esa juguetería sacó el mismo muñeco en su rama de
juguetes Muggles, que es de donde le consiguieron el peluche a Harry.
-Vaya –murmuró Kero, volando hasta la mesa y eligiendo el dulce más grande para él-. Quien iba a decir que
soy tan famoso, con réplicas por todo el mundo y yo ni enterado.
-No eres famoso –espetó Shaoran, con desdén-. Esto sólo demuestra que eres un peluche para varios niños en el
mundo.
Kero lo fulminó con la mirada, mientras Harry volvía a sentarse al lado de su marido, sin apartar la mirada del
animal mágico.
-Soy famoso –gruñó el peluche-. Mira –señaló a Harry –, si hasta tengo un fan.
Que probablemente era muy verdad, porque los ojos de Harry brillaban mientras lo miraban y sus manos
crispaban, como si quisiera encerrarlo en un abrazo o tomarlo y examinarlo a fondo, para saber cómo
funcionaba.
Otras dos horas pasaron muy rápido y pronto Fujitaka llamó a todos los jóvenes para que se sentaran a la mesa.
Todo el momento, Harry no apartó la mirada de Kero y de vez en cuando estiraba un dedo para acariciarlo y
hasta le daba la comida que él no deseaba comer. Kero parecía estar en el cielo con tanta atención, a cada rato
mascullaba que al fin había alguien que admiraba su grandeza.
Eriol no pudo más que suspirar, puesto que su marido parecía haberse olvidado completamente de él a favor de
Kero. En ese momento pensó que debió ser mejor advertir a Harry de la existencia del peluche.
**********************************************
Era ya bien entrada la tarde cuando al fin llegaron a la mansión de Eriol, porque se habían quedado hablando un
poco más después del almuerzo, y hasta fueron al famoso Parque Pingüino que quedaba cerca de la casa de
Sakura, donde la mayoría de los presentes tenían muy buenos recuerdos. Pero el retraso se debió en gran medida
a que Harry quiso pasar por todas las pastelerías que quedaban de camino a la casa, para poder comprar un tipo
de cada pastel para Kero, que se lo llevaría al día siguiente.
-Oh, Harry, te estás comportando como un pequeño fanático –Frunció el ceño-. Pensé que odiabas los de esa
clase en la escuela.
-No los odiaba, simplemente me molestaba cuando se volvían muy pesados –anunció Harry, dejando la enorme
cantidad de pasteles en la heladera-. Pero no creo que Kero-sama se sienta mal cuando le lleve todos estos
regalos.
Eriol le dio una mirada exasperada.
-¡Es sólo un peluche!
Harry lo miró con desdén.
-Es una criatura mítica, un guardián creado por magia pura, que puede controlar el fuego y convertirse en un
animal grande y majestuoso a voluntad –recitó-. ¿Debo recordarte que el animal que define la Casa de
Gryffindor es un león? Él parece uno cuando se transforma.
Harry suspiró soñador cuando recordó cómo, después de comer, Kero lo complació al tomar su forma de
Kerberus. Cortésmente, el moreno le había pedido prestado su cámara fotográfica a Sakura y con ella sacó varias
fotos al animal.
Por eso también se habían tardado, porque Harry quiso revelar el rollo enseguida y agrandar una en particular,
para colocarla en un marco. Después tuvieron que lanzarle un Obliviate al pobre hombre que los atendió, puesto
que se había dado cuenta que Kero no era un león normal. Pero Harry no sintió remordimientos por ello.
-No puedo creer que estés haciendo tanto alboroto por eso –bufó Eriol, cruzándose de brazos-. Si Spinel se
entera, se va a enfadar mucho contigo.
Harry dejó el marco con la foto de Kero en la repisa que había en la habitación que compartía con su marido y
luego se giró para mirarlo, confundido. Sin embargo, viendo la postura del Ravenclaw, el ojiverde pudo detectar
algo que él había sufrido muchas veces. Lentamente, una sonrisa de lado empezó a formarse en sus labios y se
acercó para abrazar a su amante por la cintura.
-Awww~ no estarás ce-lo-so, ¿verdad?
Eriol le dio una mirada indignada y se soltó bruscamente del abrazo.
-¿Por qué habría de estar celoso de un peluche? –espetó.
Lioncurt rió encantado.
-¡No puedo creerlo! ¡De verdad lo estás! –Se acercó para abrazarlo y no permitió que se separara, a pesar que su
amor luchó. –Eres tan tonto.
-El tonto eres tú –gruñó Eriol, con un rubor desconcertado en sus mejillas. Ahora que lo pensaba de verdad se
había puesto celoso… por un peluche.
-Sí, sí –murmuró, besando la mejilla de su esposo-. Creo que ahora sabes cómo me siento yo cuando no me
haces caso.
-Es diferente –saltó enseguida.
-Uh-uh, es igual. Pero lo siento mucho, Kero me fascina y me temo que no voy a parar de adularlo.
Fanático.
*Al día siguiente*
Por la mañana, después de pasar por la casa de Sakura, para dejarle los pasteles a Kero y los regalos que Eriol
les había traído a sus amigos (que había olvidado de darles el día anterior), la joven pareja compró un par de
boletos para el tren bala y fueron a un par de ciudades turísticas. En cada lugar, pudieron visitar tanto el lado
mágico como muggle.
Mucho al desconcierto de ambos, en el lado mágico, hubo un par de magos y brujas que reconocieron a Harry y
le pidieron autógrafos y fotos. Un tanto incómodo, Harry aceptó con renuencia.
Era ya de noche cuando regresaron a Tomoeda, para pegarse un baño y ponerse algunas ropas elegantes, puesto
que esta noche habían quedado en salir a comer afuera, a un restaurante muggle en el cual Touya trabajó una
vez.
-¿Cómo me veo?
Eriol miró a su esposo, su camisa blanca de seda tenía los tres primeros botones desprendidos y sobre su piel
pálida resaltaba el colgante que había comprado de Hokaido, que tenía un dije en forma de león, encima tenía un
saco azul oscuro metalizado y unos pantalones de cuero negro. En los pies llevaba unas botas de piel de dragón.
En total, estaba magnífico.
-Bien –suspiró –siempre te vez bien, con cualquier cosa que uses.
-¿Oh? ¿Son celos lo que detecto en su tono, señor Hiiragizawa?
-No –frunció el ceño.
-Este cuerpo es tuyo y lo sabes.
No pudo evitar sonreír, pero se giró para que su marido no lo viera, y acomodó el cuello de su traje, mirándose al
espejo. Él había elegido un traje chino de seda color azul, para armonizar en algo con la ropa de Harry, los
bordes del cuello, la manga y la parte de abajo eran amarillos y en el cuello tenía un broche de oro que Harry le
había regalado en su aniversario de un mes de novios. Este traje era casi parecido al que él usaba cuando
persiguió a Sakura en el pasado, hasta que ella logro cambiar todas las cartas.
Harry caminó hasta él y lo abrazó por la cintura, frunciendo el ceño.
-¿No tienes otra ropa que ponerte?
-Sí tengo, pero quiero usar esta hoy, ¿Por qué?
Harry se ruborizó ligeramente.
-Estás demasiado hermoso… no deseo que alguien te vea así de lindo aparte de mí.
Su marido rió encantado.
-¿O sea que tú puedes vestirte para matar pero yo no? –Preguntó con sarcasmo-. Eso no me parece demasiado
justo.
-Pero –Puso mala cara –yo siempre visto así y tú no. Tú eres tú y yo soy yo.
-Lo que acabas de decir no tiene ningún sentido.
El puchero que Harry acentuó y apretó con más fuerzas la cintura de Eriol.
-¿Te vas a cambiar o no?
-No –sentenció-. Y recuerda que me prometiste que ibas a intentar calmar tus celos.
-Bueno, entonces. Pero después no me andes culpando su hechizo a alguien que crea que te está mirando
indebidamente.
-Ay, Harry. Eres imposible.
Más tarde esa noche, los amigos de Eriol, más Touya y Yukito se encontraron frente a la puerta del restaurante y
entraron después de intercambiar unos saludos. Esta vez, se les había unido Nakuru, quien, por los viejos
tiempos, coqueteó un par de minutos con Touya, quien sólo frunció el ceño. Yukito, por otro lado, rió solamente.
Los guiaron a la mesa que habían reservado y Harry escuchó sugerencias acerca de platos tradicionales y al final
terminó aceptando la sugerencia de Touya, quien era el más sabido en estos temas, ya que había trabajado allí.
Pidió un plato de Sashimi junto con algunos onigiris, acompañado con sake, por supuesto.
Una vez empezada la comida, la charla extendió la mesa.
-Y al final –comenzó Tomoyo-, después de todo lo que hablamos ayer, nunca llegamos al tema principal de su
viaje. –Sonrió con gusto. -¿Para cuándo es la gran boda?
Eriol sonrió, dejando sus palillos a un lado.
-El papá de Harry lo está planeado todo para Halloween. –Tomó la mano del moreno y le sonrió. –Esa es una
fecha muy importante para nosotros y la elegimos para que fuese el doble de importante.
-¿Se podría saber por qué? –preguntó Sakura.
Nakuru sonrió nerviosamente, un ligero rubor en sus mejillas. Eriol la fulminó con la mirada, antes de responder.
-En Halloween de 1996, Harry y yo nos hicimos novios.
Por supuesto, no le iba a decir que esa noche también perdió su virginidad, que era por lo que Nakuru se estaba
riendo.
-Oh~ que romántico –suspiró Tomoyo-. ¿Y ya tienes tu ropa?
-No –sonrió y guiñó un ojo-. Pensé en pedirte si me podrías hacer el honor.
Harry estranguló con su bebida, mientras Tomoyo chillaba encantada.
-¿Vas a dejar que ella te tome medidas? –preguntó con incredulidad.
-Harry –su tono era de advertencia.
-Sí, sí, recuerdo –masculló, tomando otro trago de su sake.
-Estaría encantada, Eriol –respondió Tomoyo-. Mañana pueden venir a casa para que pueda empezar cuanto
antes, debes decirme todo lo que quieres y, de paso, podré presentarles a mi madre.
-Por supuesto, Tomoyo.
-No puedo creer que seas el primero de nosotros que se casa, Eriol –murmuró Sakura- Va a ser tan extraño verte
dar el sí.
Su amigo le sonrió.
-En realidad sólo va a ser una confirmación de nuestros votos –dijo Harry, antes de masticar la punta de su bola
de arroz.
-No entiendo –murmuró Shaoran.
-Oh, Harry –gimió Eriol.
-¿Qué? –El ojiverde enarcó una ceja. -¿No les dijiste?
-Pensé que sería un secreto –masculló Eriol.
-Uh, y yo pensé que a ellos sí les habías contado.
-Bien, yo –mordió su labio inferior-. No creí prudentes decírselo por carta.
-¿Decirnos qué? –preguntó Shaoran, consiguiendo impaciente.
-Um…
Viendo la vacilación de su marido, fue Harry el que tiró la bomba.
-Estamos casados ya.
-¡¡¡¿Qué, qué?!!! –chilló Sakura, atrayendo la atención de algunos clientes de restaurante.
Ella se ruborizó cuando unos camareros le fruncieron el ceño.
-¿Cómo? ¿Por qué?
-Es difícil de explicar –suspiró Eriol.
-La guerra fue en verdad muy mala –dijo Harry, saliendo a su rescate nuevamente, tomando con fuerzas la mano
de su esposo-. No sabíamos qué podría llegar a pasar al día siguiente, si vivías o morías. –Los ojos verdes y
azules se encontraron. –Así que le propuse a Eriol que nos casáramos en una pequeña ceremonia en donde
estuvieron solo un par de personas, mis padres y Nakuru entre ellas, porque si algo nos llegaba a pasar,
queríamos ir al más allá sabiendo que pertenecíamos el uno al otro.
Eriol le sonrió y tuvo que pestañear varias veces, para que no se le escapara ninguna lágrima. Las tres mujeres
en la mesa, por el contrario, no eran tan fuertes y se les escapó un par de lágrimas. En cuanto a los hombres,
hasta Shaoran y Touya lucían un poco afectados.
-Bueno, pienso que es maravilloso –dijo Yukito, suavemente.
-Gracias –masculló Eriol, dándole una sonrisa agradecida.
La cena transcurrió con un relativo silencio, pero no era incómodo ni tenso, sino que cada comensal estaba
perdido en sus pensamientos. Luego de que terminaran el plato principal y antes de pedir el postre, Harry invitó
a su pareja a bailar y éste aceptó alegre.
En el medio de la pista, con un par de parejas alrededor suyo, Harry abrazó a su amor por la cintura y Eriol
rodeó el cuello del chico más alto con sus brazos y apoyó su cabeza en el pecho del hombre que amaba. La
música provenía de un piano, que era acompañado por un violín, era calmante y romántica.
-Se ven muy enamorados –comentó Shaoran, examinando a la pareja con los brazos cruzados y un pequeño ceño
en su entrecejo.
-Sí, mucho –concordó Sakura.
-Es un alivio –murmuró Tomoyo, dejando su taza de té en la mesa-. En sus cartas, él idolatraba a Harry, me
decía cuan enamorado estaba de él, pero lo amargo que sentía su corazón, porque éste no era nada más que un
díscolo que mantenía relaciones esporádicas. Me sentí feliz cuando al fin me dijo que lo había notado y que eran
novios, pero el temor no abandonó mi corazón, pensando que podría cansarse de él, como con sus otras
relaciones.
-Entiendo ese temor –dijo Nakuru, dándole una sonrisa comprensiva-. También lo tuve.
-Y yo –aportó Sakura-. Cuando primero lo vi ayer, parado en frente de casa, con esa sonrisa autosuficiente, la
forma de pararse y la ropa costosa que usaba, me dije: “¿Qué hace este hombre con nuestro Eriol?” Pero después
entraron a casa y vi como interactuaban y ahora esto –Hizo un ademán hacia la pareja que bailaba muy apretada
y ahora estaba compartiendo besos mariposa-, puedo ver que se aman y, aunque Harry parece pertenecer a otro
mundo, es perfecto para él.
Un silencio le siguió a sus palabras.
-Suenas como si ese Harry te hubiese fascinado, monstruo.
-¡Hermano! –chilló Sakura, escandalizada, mientras Shaoran fulminaba a su cuñado con la mirada.
Touya le dio una sonrisa de lado y tomó la mano de Yukito, para arrastrarlo a la pista de baile. Una vez que su
rubor bajó, Sakura le dio una mirada significante a su novio, quien le devolvió una aterrada.
-¿Quieres que te yo te saque a bailar?
-Sí –respondió implacable.
Shaoran suspiró y llevó con renuencia a su novia a la pista. Dejando a Nakuru y Tomoyo en la mesa.
-Oye, niña, dime, ¿ya tienes algo en mente para el traje de Eriol? Yo también voy a necesitar un vestido
hermoso.
Los ojos de Tomoyo brillaron y agachó su cabeza, para ponerse a susurrar furiosamente con Nakuru. Entre ellas
dos se iban a encargar de hacer lucir a Eriol como el novio más maravilloso del Mundo Mágico.
**********************************************
Siendo que estuvieron todo el día caminando y no salieron del restaurante hasta las dos de la madrugada, Harry
y Eriol decidieron darse un baño de burbujas en la gran bañera que tenían, poniéndole sales relajantes, antes de
irse a la cama.
El ojiverde estaba apoyado contra la cerámica de la bañera y Eriol estaba entre sus piernas.
-Me porté bien esta noche, ¿cierto?
Eriol le dio una mirada de reojo y después estiró una mano, para pasarse la esponja sobre ella.
-No creas que no me di cuenta que no fue un accidente que la otra pareja gay que estaba bailando al lado nuestro
se tropezara y cayeran desparramados en la pista.
Harry se encogió de hombros, inmutable por el tono reprobatorio.
-Te miraban como si quisieran pedirte que tuvieras menage â trois con ellos.
-¿Estás seguro que me miraban a mí?
-Sí, positivo.
-Eres un celoso tonto, ¿sabías eso? –masculló exasperado-. Pero ya me voy a encargar de hacerte cambiar.
-Mmmhhh –murmuró, restregando su nariz por el cabello negro azulado de su amor-. Suerte con eso. Mis padres
han intentado sacarse las manías el uno al otro y nunca lo han logrado. Aunque creo que mi papá Louis tiene
todo bajo control, papá Lestat, sin embargo, no puede guardar los celos que le tiene a mi hermanito.
Eriol negó con la cabeza y siguió con la tarea de enjabonarse, pero paró y enarcó una ceja cuando sintió algo
duro contra las mejillas de su trasero.
-Pensé que estabas muy cansado después de todo lo que hicimos hoy.
-Yup –afirmó Harry, con una sonrisa pervertida, que su marido no pudo ver-. Pero estas sales que pusiste en la
bañera no sólo me están relajando.
Hiiragizawa suspiró y dejó la esponja en la bañera. Él también estaba algo despertado allí y si bien podrían no
tener sexo, podrían jugar un rato antes de irse a dormir.
**********************************************
Harry acarició a Trevor y retiró los pergaminos que traía en su pata, luego sonrió a la pequeña lechuza blanca
con algunos toques de negro que lo había acompañado. Esta era sin duda unos de los polluelos de Hedwig y
Trevor y parecía que había hecho un viaje con su padre a modo de entrenamiento.
-Buen muchacho –felicitó a la lechuza, antes de darle algo de comida para lechuzas que traía en el bolsillo de su
bata.
Ella ululó, inflando su pecho con arrogancia, antes que Trevor graznara, mirándola con desaprobación. “No seas
creída, mocosa” parecía decirle.
Harry rió, antes de desenrollar la correspondencia que le mandaba su primo y comenzar a leer.
“Querido Harry:
¿Cómo anda todo por allá? Acá casi todo sigue igual, Ron sigue evitando responderme si es que va a estudiar o
no y se la pasa todo el día en la tienda de los gemelos. No es que no me guste que trabaje allí, pero prefiero que
estudie.
-No todos somos Ravenclaws obsesionados con el estudio como tú, primo.
Tus padres están bien, aunque el tío Louis suspira dolorosamente cada vez que corta el teléfono después de que
llamas, haciendo que el tío Lestat ponga los ojos en blanco. Mis padres siguen igual, mi hermanito y el tuyo
crecen a paso agigantados. ¿Será por los genes vampíricos?
El lelo Marius ha estado actuando extraño últimamente, no sé tú, pero yo creo que está queriendo preguntarle a
Rabastan si quiere ser su esposo… y tiene miedo. ¿Te lo puedes creer? El lelo Marius teniendo miedo de que su
pareja lo rechace.
-Que idiota.
Que idiota.
Harry rió.
En todo caso, papá Armand me dijo que no me meta cuando se lo comenté y pienso hacerle caso.
Y vayamos a lo más importante. Como quedamos, sigo con nuestra investigación y no te lo vas a creer. No sólo
conseguí seguir teniendo la ayuda del profesor Flitwick (que ahora insiste en que lo llame Filius, ya que
terminamos Hogwarts), sino que los gemelos, ¡Y hasta del profesor Snape!, me dijeron que están dispuesto a
ayudarme en esto. Son una gran adicción, ellos tres son mentes muy pensantes y creo que podremos tenerlo
hecho antes de tu casamiento. Ojala que así sea.
Te mando una copia de todo lo que hemos alcanzado hasta ahora, léelo y dame tu opinión. Trevor va a quedarse
allí esperando tu respuesta, puesto que el viaje hasta allá es largo y quiero que descanse. ¿Ves a su
acompañante? Es uno de sus polluelos más grandes, todavía no tiene nombre, se lo pondremos cuando regreses.
Papá Daniel sugirió que le pongamos Let, porque es arrogante como tu padre. Jejeje, no le digas que te lo dije.
En fin, nos estamos leyendo pronto. O te llamo por teléfono, ya veré.
Un beso.
Te quiere, tu primo Neville.
Harry sonrió y dejó la carta a un lado, antes de tomar los rollos de pergamino que venían aparte. Eriol todavía
estaba acostado en la cama, cansado después de pasar casi todo el día de ayer en la casa de Tomoyo, con la chica
rechinando acerca de su ropa y mostrándole un sinfín de telas y adornos para el traje. Él no estaba para nada
cansado, puesto que sólo tuvo que sentarse en una esquina y mirar, además había ido sólo para vigilar que la
chica no se tomara demasiadas confianzas con su marido.
Porque en cuanto a su traje, su papá Louis iba a encargarse de elegir el modelo y de mandárselo a hacer. Ya que
su padre vampiro sabía sus medidas a la perfección. Y si necesitaba alguien para probarse la ropa, podría usar a
Lestat, ya que ambos tenían casi la misma contextura física.
-Mmmhhh, ¿Harry? –Eriol revolvió en la cama y giró su cabeza para mirarlo.
El chico estaba sentado en un gran sillón junto a la ventana, vestido sólo con una bata china de color verde jade
y con una taza de café humeante frente a él.
-Buen día, dormilón.
-¿Qué haces levantado? –masculló-. Regresa a la cama.
-No puedo, deseo leer esto. –Sacudió los pergaminos que estaban en su mano.
-¿Y eso es…?
-Un proyecto que mi primo y yo comenzamos, el cual tuvimos que congelar por motivos de la guerra, pero ahora
lo sacamos del freezer y estamos dispuestos a terminarlo.
-¿Qué tipo de proyecto es?
Harry le dio una sonrisa de lado.
Continuará…
**********************************************
Notas finales:
Espero que les haya gustado este chap. En el próximo creo que ya voy a poner el
principio de la boda, porque, como dije antes, no quiero que este fic sea más largo de 6
o 7 capítulos y ya estamos en tres >.<
Y díganme, ¿la relación de Eriol y Harry les parece real? Porque ellos están enamorados
y todo, pero siguen siendo jóvenes y teniendo en cuenta todo, ésta es la primera vez que
ambos están “de novios” en sus vidas. Quería que no todo sea color de rosas y que
tengan sus altercados de vez en cuando… deseo que se note. ¿Qué les parece?
Agradecería sus opiniones.
Por cierto, soy pésima para describir atuendos y/o ropas… espero que hayan entendido
;.;
Atte: Uko-chan!
-/-/-
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Capítulo 4: Planes casi listos. por UtenaPuchiko
Notas del autor:
Notas de inicio: ¡Mi cumpleaños fue el martes! Y no recibí felicitaciones de mis

queridas lectoras ¬¬
Nadie se acuerda de mí *solloza* Pero bueno, les perdono y les dejo este nuevo chap.
¡¡¡A leer!!!
-/-/-
-/-/-/-/-
económico alguno.
Hiiragizawa.
*Multicrossover.*
**********************************************
Capítulo 4: Planes casi listos.
-/-/-/-/-/-/-/-
Louis jadeó, asustando a su marido, quien casi dejo caer al pequeño Benjamín al piso. Por suerte, el vampiro de
ojos verdes no notó ni su susto ni su torpeza.
-¿Qué pasa? –preguntó, acercándose a su querido.
-No puedo decidir con qué flores hacer los adornos para la iglesia.
-¿Iglesia? –preguntó Lestat, luciendo confundido-. ¿Vamos a hacer una ceremonia religiosa también?
Louis lo miró aprensivo.
-Bueno, Eriol es inglés y es católico. Sus padres (1) desean una ceremonia religiosa también. Además, los magos
sangre pura –especialmente los Weasleys– están emocionados con la posibilidad de hacer algo tan muggle.
-Supongo –masculló, sacando de la manito de su hijo un mechón de cabello rubio.

-¡Muggles! –gritó Benjamín, que para su joven edad tenía un inteligencia que no iba con él. Sus padres no
dudaban que si sus piernas fueran más fuertes, también estaría caminando.
-Sí, los Muggles, mon amour –sonrió Louis, tomando al bebé de los brazos de su padre-. Y necesito preguntarle
esto a Harry, Lestat –masculló, poniéndose serio-. Creo que debemos viajar a Japón.
El vampiro le mandó una mirada incrédula.
-¿No puede esperar? Ellos estarán pronto aquí.
-¡No! –exclamó con vehemencia-. Tengo que saber hoy o mañana a más tardar.
Lestat suspiró y asintió, decidiendo seguir a su marido. Desde que su querido hijo mayor le había encomendado
a su papá el organizar su boda, Louis Pointe du Lac se había convertido en una persona obsesiva, histérica e
intransigente. Decirle no a Louis, podría ocasionar la venida de un Tsunami a la casa.
**********************************************
Ya hacía una semana que Eriol y Harry estaban en Japón y se podría decir que el segundo ya comenzaba a
apreciar a los amigos de su marido. Ninguno excluido, porque debía admitir, Tomoyo estaba poniendo en verdad
mucho esmero y entusiasmo en la ropa que iba a llevar su marido en la boda, así como también la de Nakuru.
-Uh… extraño –murmuró Harry, entrando a la habitación.
-¿Qué es extraño? –preguntó Eriol, mirándose al espejo y frunciendo el ceño en los chupones que tenía en su
pecho.
-Llamó a mi padre y me dijo que se vienen mañana.
Su esposo se giró para mirarlo, tomando su camisa, para colocársela.
-¿Y eso?
-Cosas de la boda –suspiró, casi con sufrimiento.
Eriol sonrió y eligió no decir nada, porque si bien le parecía obsesiva la actitud del vampiro, estaba muy
agradecido por el tremendo trabajo que estaba haciendo por hacerles la mejor boda.
Más tarde ese día, la joven pareja volvió a encontrarse en la casa de Sakura, ésta vez para tener una comida con
la familia Kinomoto, eso quería decir que sólo estaban Fujitaka y sus dos hijos. Y Kero, por supuesto, puesto
que él vivía en la casa y no deseaba irse a otro lugar. Mucho menos sabiendo lo mimado que lo podía tener
Harry.
-Ah~ tú sí sabes cómo tratar a una bestia sagrada como yo –suspiró Kero, inhalando el aroma de las ranas de
chocolate que Harry le había traído. Aunque era un poco desconcertante admitir que cuando abría los paquetes y
las ranas saltabas, sus “instintos de gato” saltaban a la luz y él se intentaba el saltar detrás de la rana, queriendo
capturarla con unas de sus garritas.
-Tú no eres sagrado, Kero –espetó Sakura, rodando sus ojos.
Como siempre, él no hizo caso de su dueña y la comida progresó sin ningún inconveniente. Luego pasaron a la
sala, donde disfrutaron del rico té que había preparado el padre de la casa y Fujitaka preguntó a Harry si quería
conocer la Universidad donde él trabajaba.
-No creo que pueda, en honor la verdad. Mis padres llamaron hoy y dijeron que estarían aquí mañana.
El hombre levantó sus cejas.
-¿Sucedió algo malo?
-No nada –Puso los ojos en blanco. –Es mi papá que está siendo obsesivo con los planes de la boda. Es dentro de
un mes, después de todo.
-¿T-Tus padres? –susurró Sakura, congelada en su lugar-. ¿L-Los va-vampiros?
Harry le dio una mirada de sorpresa y después sonrió de lado.
-Sí, mis padres y mi hermanito, los tres bebedores de sangre humana –dijo siniestramente, riendo internamente
al ver la palidez de Sakura-. Y debo decir que sus víctimas son mujeres jóvenes y bonitas. –Le dio una mirada de
angustia. –Tendrás que tener mucho cuidado cuando te los presente, Sakurita.
Ella chirrió, mientras Eriol le daba un zape en la cabeza a su marido.
-No la asustes, tonto. Sakura tiene un especial terror por todo lo “sobrenatural”, es por eso que nunca la voy a
llevar a un lugar puramente mágico o a Hogwarts. –Se giró para mirar a su amiga. –Y tú no le hagas caso, los
padres de Harry son las personas más encantadoras que he tenido el gusto de conocer. Y sí, se alimentan de
sangre humana, pero hace mucho que no atacan a seres humanos para beber, sino que su fuente viene de
personas que donan su sangre.
Harry rió.
-Lo siento, es que me resulta chistoso que alguien pueda tenerle miedo a mis padres. No quise aterrarte.
-Oh, b-bien –tartamudeó la chica-. Supongo que lo sabré mañana, cuando los conozca.
*Al día siguiente*
El vuelo estaba especialmente programado para que llegara en la noche japonesa, debido a que Louis no podría
exponerse a la luz del sol. Harry y Eriol fueron a buscarlo y quedaron en que volverían a Tomoeda mediante la
Aparición, puesto que tenían programada una cena en el departamento de Shaoran. Y, siendo ellos vampiros, no
se cansaban como un ser humano normal, por el largo viaje.
Obviamente, Louis lloró cuando vio a su hijo y lo abrazó durante largos minutos, como si no lo hubiese visto
durante años en vez de días. Lestat y Eriol compartieron una mirada exasperada, pero dejaron que padre e hijo
tuvieran su momento de reencuentro.
-Creo que tu papá me engañó, petit chat –dijo Lestat, dejando a Benjamín en los brazos de Eriol-. Me dijo que
quería venir para consultarte algo de la boda, pero ahora veo que en realidad te extrañaba.
Harry rió y aceptó el corto abrazo que le dio su padre.
-No mentí –Louis frunció el ceño. –Lo de las flores es en verdad importante.
Obviamente, nadie le refutó aquello.
-Bueno, creo que deberíamos ir ya a una zona alejada de Muggles, para poder Aparecernos. Estamos atrayendo
mucha atención –dijo Eriol.
Y era verdad, después de todo, a pesar de estar en Japón, cuatro hombres ya adultos y atractivos como ellos,
atraían poderosamente los ojos de las personas a pesar que éstos fueran de otra raza y tuvieran otros estándares
para catalogar personas hermosas.
-Ok, vamos –dijo Lestat, tomando la mano de su esposo y guiñando un ojo a un par de chicas que pasaron a su
lado y lo miraban con los ojos y la boca abierta.
Harry rodeó el hombro de su amante con un brazo y lo impulsó a caminar, mientras hacía caras a su hermanito,
que rió nerviosamente.
-Te queda bien un bebé en los brazos, Eriol –comentó Harry, como quien no quiere la cosa.
Los ojos de Eriol se abrieron como platos y después le dio una mirada de sorpresa a Harry, mientras sus mejillas
se teñían de rojo. El de ojos verdes le dio una sonrisa de lado y luego besó su cachete colorado.
-Sí, me queda bien –aceptó Eriol, con su corazón latiendo desbocado.
La presentación de los padres de Harry a los amigos de Eriol fue un tanto… incómoda.
Porque Sakura parecía un robot, estando dura y casi sin respirar mientras Lestat besaba su mano galante,
Shaoran que fruncía el ceño en los vampiros, sintiéndose amenazado y celoso inexplicablemente, sabiendo que
ambos estaban casados. La única que se lo tomó bien fue Tomoyo, que enseguida se hizo amiga de Louis,
cuando mencionó que estaba haciendo el traje de Eriol para la boda. Y Benjamín había sido dejado en las manos
de una chillona Nakuru, que se derretía y le mandaba indirectas no-tan-sutiles a Eriol cada vez que veía un bebé.
Ella, siendo una creación mágica, nunca podría tener hijos propios, pero sí podría ayudar a criar todos los que
tuviera su amo.
-Este departamento es tan bonito, Li –dijo Louis, sonriendo al anfitrión, quien se ruborizó-. Me recuerda a uno
de los que Lestat y yo compartimos allá por el siglo pasado.
Sakura, siempre curiosa, no pudo evitar pedir:
-¿Cuán viejos son ustedes?
-¿Por qué, Sakura? –ronroneó Lestat, tomando una mano de la chica que se sentaba enfrente de él-. ¿Interesada
en el vampirismo?
Sakura chirrió y se ruborizó hasta las orejas.
-¡Lestat! ¡No desconciertes a la novia de nuestro anfitrión! –exclamó Louis, obligando a su marido a soltar la
mano de la joven-. Lo siento, él no puede evitar ser un ligón.
Shaoran no podía estar muy enojado con el rubio, cuando el moreno le daba una mirada tan arrepentida.
-Ahora saben de dónde saca mi novio su actitud –suspiró Eriol.
**********************************************
Al final, Lestat y Louis se quedaron sólo un día más después de que el asunto de las flores estuviera resuelto.
Resultó bueno que hubiesen venido, porque en un momento de inspiración, Eriol sugirió que quería flores de
sakura para los centros de mesa, así que Louis compró todas las que podía reunir y luego les lanzaron un encanto
de preservación, para que perduraran hasta el día de la boda.
Cuando fueron a despedirlos al aeropuerto, Lestat separó un poco a su hijo, para tener una charla privada con él.
-¿Cuándo van a regresar?
-Bien, Tomoyo dijo que la ropa de Eriol estará para pasado mañana, así que… probablemente dentro de tres días,
¿Por qué?
-Severus habló conmigo –dijo Lestat, un poco ansioso, haciendo que su hijo enarcara un ceja-. Tu sabes, del
proyecto que tienen tú y Nev.
Harry frunció el ceño.
-¿Papá sabe?
-No, sólo me lo dijo a mí, porque necesitaba algo de mi sangre, ya que soy el único que puede resistir los rayos
del sol. –Lo miró seriamente. –Nunca me dijiste que iban a seguir con ese proyecto. Y tampoco pensé que se
podría avanzar hasta tan lejos.
El chico hizo una mueca.
-Se supone que iba a ser un secreto. Y sí, desde un principio queríamos llegar hasta el final, no sólo con lo que
hicimos hasta ahora. Después de todo, no es mucho –frunció ceño.
-Es mucho, tú niño idiota –suspiró Lestat, sonando exasperado y atrayendo a su hijo para besar su frente-.
¿Acaso no viste la cara de mi amor cuando pudo estar bajo el sol después de tantos años?
Harry sonrió, sus ojos verdes brillantes.
-Entonces me corrijo, no es mucho para mí, ni para Neville, ambos creemos que nuestros padres se merecen más
que poder estar bajo el sol sólo con nuestro tacto, ellos deben poder salir bajo sus rayos cuando quieran.
-Estoy seguro que lo lograrán –susurró Lestat, abrazando a su hijo.
-¿Qué están cuchicheando ustedes dos? –preguntó Louis con sospecha, frunciendo el ceño.
-Nada –dijo Lestat abrazando a Harry aún con más fuerza-. Harry sólo me estaba diciendo que soy su papá
favorito.
Los ojos de Louis se angostaron.
-Es mentira –aplacó Harry-. Sólo en sus sueños Lestat será mi papá preferido.
-¡Hey! Eso dolió –se quejó el aludido, soltando al menor.
El de vampiro de ojos verdes suspiró.
-Vamos ya, Lestat. Acaban de dar la última llamada.
Y después de otra larga despedida, los pares, más el bebé, dejaron Japón, con la promesa de su hijo de que
volvería no bien el traje de Eriol estuviera listo.
Cuando regresaron a casa, Harry se encerró en la biblioteca y comenzó a leer con más fervor los pergaminos que
le enviaba su primo casi diario. Después de tener esa charla con su padre, sus deseos de continuar con el
proyecto que empezara con Neville, se redoblaron.
*Dos días después*
Harry se cruzó de brazos y esperó afuera de la habitación, mientras que Eriol se probaba su ropa. La verdad, él
no entendía por qué tenía que hacer tal cosa. Si ya estaban casados y el alegato que había puesto Tomoyo: “Es de
mala suerte ver a la novia con la ropa antes de la boda”, ya no servía. Sin embargo, hasta su amante había
insistido y lo echaron de la habitación.
-Yo que tú, no habría aceptado salir. Quién sabe qué pueden estar haciendo esos allí adentro.
Harry no se enojó, en lugar puso los ojos en blanco.
El que había hablado era Spinel Sun, quien había querido venir con ellos. Y, desde que el bicho se enteró del
fanatismo que Harry tenía por Kerberus, Suppy-chan era cruel hacia Harry e intentaba por todos los medios de
molestarlo. Y pincharlo con los celos era lo peor que podía hacerle, pero él se obligó a no caer en su juego.
Adentró, Tomoyo caminó hacia donde esperaba Sakura y juntas admiraron el traje de Eriol.
-Wow, Tomoyo. Es genial –susurró Sakura.
Su prima sonrió.
Eriol se miró en el espejo, felicitándose por haber escogido a Tomoyo para su diseñadora. El color de su traje,
por supuesto, era blanco. Si bien él ya no era un joven virginal, quería conservar el color tradicional para la
boda. Y, en vista de su antepasado chino, también deseaba que fuera una ropa china tradicional.
Era la típica camisa, con cintas para cerrarlas en vez de botones. Era de una seda de ese país, exquisita, que
parecía sentirse como agua en vez de tela. La tela era blanca, con diseño de soles y lunas bordados en hilo
plateado, que apenas resaltaba de ella. Y no era la camisa masculina común, sino una que parecía tener un toque
más femenino, puesto que estaba entallada y se pegaba a su piel, remarcando su delgadez, pero haciéndolo ver
atractivo. El cuello era un poco más alto que el mao común, estaba más abierto y le llegaba hasta debajo de la
barbilla. La camisa era bastante más larga también y le llegaba hasta las caderas. (2) El pantalón era de la misma
seda, pero sin bordados, era blanco puro; también era el tradicional, ancho y con puños en la parte de abajo, que
se ajustaban un poco encima de su tobillo. Ese puño de abajo era el único bordado con el mismo diseño que la
camisa.
Y Tomoyo era tan detallista que hasta le había hecho unos zapatos cerrados, con la misma tela.
-Es simple, pero deslumbrante, tal y como me lo pediste.
Eriol le sonrió a través del espejo.
-¿Pensaste en qué debo ponerme en el pelo?
-Sip –asintió, acercándose al chico-. Miré algunos sombreros, pero todos eran muy… llamativos. Así que me
decidí por algo simple.
De un bolsillo de su chaqueta, ella sacó un broche en forma de sol, no muy diferente de su “llave” que él tenía,
cuando lo usaba para usar su magia de Clow. Cuando estuvo al lado de Eriol, tomó un mechón de pelo, lo llevó a
un costado y le colocó el broche allí. Pestañeando, el chico se giró al espejo e hizo un pequeño puchero.
-Parezco una mujer así.
-Oh, no, estás hermoso –dijo Sakura, con los ojos brillantes-. No puedo creer que te estés por casar, Eriol.
Y empezó a llorar.
E intentado consolar a su amiga, Eriol se olvidó del broche que, sumado a su camisa algo femenina, no lo hacían
verse especialmente como un varón; pero el día de la boda nadie iba a negar que estaba más que hermoso.
**********************************************
Con todo los asuntos listos en Japón y dejando una invitación para todos los invitados, Eriol y Harry volaron a
su casa en Inglaterra, con sus pensamientos en los últimos detalles para la boda. Fue absolutamente una sorpresa
encontrar algunos reporteros mágicos en el aeropuerto muggle, era evidente que estaban ansiosos por una
noticia, sea cual sea. Así que Harry, con toda la galantería que se le conocía, les dio su entrevista.
Una vez en su casa, fueron saludados por un entusiástico Santino.
-¡Voy a ser papá! –chilló el vampiro-. ¡Pude convencer a Sirius y él ahora está preñado con nuestro bebé!
Marius lo miró con desprecio.
-Tu delicadeza para hablar de tales asuntos me sorprende, italiano.
Pero Santino estaba demasiado feliz como para caer en su trampa. Además, todo el mundo sabía que el Lelito
estaba algo gruñón últimamente.
-Wow, felicidades, padrino –dijo Harry, palmeando su espalda-. Te juro que pensé que te iba a llevar mucho,
mucho más tiempo.
-¡Aw~ ven acá, mi ahijado querido! –exclamó, abrazándolo hasta dejar sin aire al mortal-. ¿Y cómo está eso de
que dudabas de los metodo di convinzione de tu padrino? ¡Si io te enseñé todas las mañas que sabes!
-Corrección, ese fui yo –dijo Lestat, apareciendo en la sala, para saludar a su hijo. Y salvarle la vida de paso,
puesto que Santino lo estaba asfixiando.
-¡Ba! –masculló Santino, sin perder su sonrisa-. ¡Pero algo le enseñé! ¡A este ragazzo lo criamos entre todos!
Poco a poco, toda la familia fue llegando a la sala, para saber por qué había tanto escándalo y las noticias fueron
repartidas, más los saludos de bienvenida para la joven pareja, que cuya boda estaba a la vuelta de la esquina.
Continuará…
**********************************************
Notas finales:
(1) ¿Ya quedamos en que Eriol no nació del aire, verdad? Y no recuerdo que se diga que
él es huérfano. Para motivos del fic, finjamos que sus padres, ambos, están vivos y
viven en Inglaterra. Creo que ya dije esto en la primera parte…
(2) La camisa de Eriol, es algo parecido a esto.
Gah! ¡Me es tan difícil poder describir una ropa! Espero que se haya entendido lo que
quise describir con la ropa de Eriol. Y, por su acaso, les dejé un link para que lo visiten
y vena la camisa XD Debo dejar de hacer estos intentos ¬¬ Al menos tengo a mi
querida beta para darme una ayuda.
En cuanto al chap, me pareció gracioso que Lestat coqueteara con Sakura, mientras
Shaoran se ruborizaba cuando Louis le prestaba atención XD
¡Y Suppy está celoso! Por suerte ellos ya se regresaron a Inglaterra y los mimos a Kero
se terminaron. Aunque creo que tendrá más de una visita de Hedwig XD
Lo del embarazo de Sirius fue una inspiración del momento. ¿Felices por la pareja?
¡EL PRÓXIMO CHAP ES LA BODA!
Atte: Uko-chan!
-/-/-
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Capítulo 5: La segunda boda. por UtenaPuchiko
Notas del autor:
Notas de inicio: ¡¡¡ATENCIÓN!!!
Al final del chap hay una encuesta, por favor, tómense un tiempo de leerlo y votar.
¡¡¡A leer!!!
-/-/-
-/-/-/-/-
económico alguno.
Hiiragizawa.
*Multicrossover.*
Parejas: Harry de Lioncurt/Eriol Hiiragizawa, Li Shaoran/Kinomoto Sakura.
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Capítulo 5: La segunda boda.
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-Wow –exclamó Sakura con fascinación y algo de temor al ver la mansión de los vampiros. Por supuesto, ella
sabía que los seres inmortales tenían una gran cantidad de dinero, pero nunca se imaginó que pudieran vivir en
semejante lugar, y eso que ella conocía la casa de Tomoyo y la de Eriol, pero no se comparaban a esta.
-Estoy alegre de que les guste nuestro hogar –dijo Louis desde el umbral, sosteniendo a Benjamín que se retorcía
para ser bajado al piso.
Toda la familia Kinomoto, además de Tomoyo, Yukito y Shaoran caminaron el tramo que les quedaba a la puerta
de entrada y saludaron cortésmente al anfitrión. Nakuru, quien los había ido a buscar al aeropuerto, se retiró a su
casa, llevándose con ella a Kero, por el cual habían decidido que pasara estos días con Spinel Sun, ya que ellos
eran tan “buenos” amigos.
Adentro se encontraron a una mujer pelirroja y un hombre de cabello castaño y ojos violetas que sostenía a otro
bebé, tan pálido como el resto de los vampiros. Era extraño para ellos el saber que ambos bebés eran milagros de
la ciencia mágica. Saludaron cortésmente a estos también, y ellos se presentaron como Mekare y Daniel.
-Lamento que Harry ni Eriol no estén aquí para recibirlos –dijo Louis, guiándolos a la Sala-. Pero mi hijo fue
con su padre en busca de su traje y Eriol está con sus padres, esperando a unos primos que deben venir para la
boda.
-No hay problema –dijo Fujitaka sonriente-. Somos invitados también y no queremos acaparar toda la atención
de los novios.
Louis le sonrió y le pidió a Mekare que los guiara a sus habitaciones. La boda era pasado mañana y quería que
ellos estuvieran los más descansados posible.
*Hogwarts*
-No sé por qué me vienen a buscar con solo dos días de antelación, ¡todavía no me he probado mi vestido! ¡Y
seré dama de honor en la iglesia muggle! (1)
Ethan rodó los ojos ante las palabras de su hija adoptiva.
-Ginny, no hagas tanto escándalo por ello, el vampiro encargado de la boda tiene todo arreglado, estoy seguro
que tu vestido te quedará como anillo al dedo.
La chica enrojeció, todavía no estaba acostumbrada a tratar a Nott y que la regañara por su pequeña rabieta era
desconcertante.
-¿Y mi papá? ¿Por qué no vino él a buscarme?
-Tu padre está, como todos los jueves, en el cementerio.
El pelirroja hizo una mueca de dolor al escuchar la amargura en la voz de su padrastro y, por supuesto, al ser
recordada de la muerte de su madre. Ella tenía que admitir que esto de la boda (que ni siquiera era de ella), le
había quitado de la mente, la mayor parte del tiempo, el tema de la muerte de su madre. Y su novio Draco había
ayudado mucho también, a pesar de que no se podían verse mucho. Pero éste no era el momento de angustiarse
por eso, y que la perdonara su madre en el cielo, pero el señor Nott no merecía tener ese tono de voz cargado de
tristeza.
-Mi padre lo ama, ¿usted sabe eso, verdad?
Ethan se detuvo y se giró para mirar a la niña que caminaba detrás de él.
-Sé que lo hace, o al menos lo sabía.
Ginny le dio una mirada larga, antes de lanzar un suspiro.
-No tiene la necesidad de sentirse asustado. –Negó con la cabeza. –Yo lo veía, ¿usted sabe? Al ser la única niña
en la familia, era más sensible y había cosas pequeñas que no se escapaban de mi ojo. Mi padre siempre tuvo
una pequeña caja de madera que ni siquiera mi madre sabía que tenía; siendo curiosa, una vez la saqué del
escondite de donde mi papá lo guardaba. ¿Sabe qué encontré allí? –Ethan negó. –Eran recuerdos, fotos, y
algunas alhajas de oro. Sabía que éramos pobres y no entendía cómo mi padre podría tener semejantes cosas,
pero fue una foto la que más me llamó la atención… -Le dio una sonrisa suave-. Era mi papá en sus años
jóvenes, siendo abrazado por la cintura, muy posesivamente, si me permite decirlo, por un chico con el uniforme
de Slytherin.
Ethan sonrió.
-Me pegué un gran susto cuando en mi primer año vi a Theodore Nott en la mesa de las serpientes –continuó
Ginny-, porque era idéntico al chico que vi en la foto de mi papá, pero supe quién era en verdad, cuando lo
conocí a usted en el Mundial de Quidditch de hace tres años. –Suspiró. –Entonces usted puede verlo, mi padre
no dejó de quererlo ni aún con mi madre viva –Su labio inferior tembló un poco al decir esas palabras y miró
para otro lado, cerrando los ojos, para no llorar.
Jadeó con sorpresa al sentir un par de brazos abrazándola por los hombros.
-Gracias –susurró Ethan al oído de la chica.
Ginny sonrió.
-De nada.
*Callejón Diagon*
Neville abrió los ojos y escudriñó en la oscuridad, notando por el rayo de luna que entraba por la ventana, que su
novio se sentaba en el borde de la cama, mirando la pared con melancolía. Se levantó un poco, no importándole
su desnudez y se arrastró hacia Ron, para apoyar su cabeza en el hombro amplio.
-¿En qué piensas?
-Harry me dijo que cuando volviera de su Luna de Miel, se va inscribir en la carrera de Auror. Pienso
acompañarlo.
Neville tomó una inspiración grande.
-Me alegro que hayas decidido tu futuro, pero preferiría que tomaras una carrera universitaria.
Ron suspiró y se giró para mirar a su novio a la cara.
-Yo no soy como tú, Nev ni tampoco soy como Mione. Eso no es para mí y si no es Auror, es trabajar para mis
hermanos.
El Ravenclaw frunció los labios, luciendo obstinado.
-¿No voy a hacerte cambiar de parecer?
-Nop –dijo alegre.
-Me preocuparé…
-Hey –acarició su mejilla-. Trabajaré con tu primo y me pegaré a él, sabes que Harry tiene una habilidad
impresionante para escapar de la muerte, si me quedo con él todo el tiempo, su suerte se me pegará.
-No bromees con eso –hizo un puchero.
-Lo siento, sabes como es mi bocota.
Neville suspiró.
-Bueno, entonces le doy mis mejores deseos, auror Weasley.
**********************************************
Hoy era el día de la boda y Hermione había llegado puntualmente para vestirse junto a las otras damas de honor,
Ginny, Luna, Nakuru y las dos chicas de Japón. Recién aquel día tuvo la oportunidad de conocer a Sakura y
Tomoyo, puesto que sus estudios le habían impedido hacer un corto viaje a la casa de su amigo. Se llevaron muy
bien desde el principio, aunque ella podía ver que Sakura le daba miradas extrañas a Luna de vez en cuando, y
ella la comprendía, una tenía que acostumbrarse y tener tiempo para entender a una excentricidad viviente como
era Luna Lovegood.
Se decidió que todas las chicas llevaran trajes típicos chinos, o sea el vestido de seda bordado que era ajustado al
cuerpo y largo hasta los tobillos, con el cuello mao. El color era un celeste muy claro, que armonizaba también
con los trajes plateados que llevarían los muchachos.
Ellas estaban en la casa de Eriol para vestirse, junto con el dueño de casa, mientras que los chicos estaban en la
mansión de los vampiros.
Shaoran se veía bastante incómodo en medio de tanto desconocido, pero por suerte, desde un principio conectó
con dos muchachos, Theodore Nott y Draco Malfoy, con los que estaba charlando en estos momentos.
-Siempre supe que tenía chapa de Slytherin –murmuró Harry, mirando a Shaoran.
-¿Por qué? –pregunto su primo con curiosidad, mientras daba una palmada a la mano de Ron, que estaba
haciendo un desastre con su corbata. Él comenzó a arreglársela.
-Porque cuando lo conocí fue medio frío, no hablaba mucho y cuando lo hacía era para destilar veneno contra el
hermano de Sakura.
Neville le dio una mirada incrédula.
-Eso no lo hace un Slytherin.
-Yo creo que sí, ¿verdad, Ron?
-¿Uh? –preguntó inteligentemente, mirando su corbata recién hecha. Harry le dio una mirada acentuada-. Er,
claro que sí, compañero.
Harry le dio una sonrisa triunfante, Neville suspiró.
Contento con su victoria, Harry se dio vuelta para mirar su traje muggle. Eral el típico traje de pingüino de
pantalones grises y saco negro; su amor iba a usar uno igual pero en blanco. La ropa que le había hecho Tomoyo
a Eriol recién iba a ser para el reenlace mágico que se llevaría a cabo después que terminaran el muggle; a él
también lo esperaba una túnica de gala en su habitación, para cambiarse. Harry no sabía para qué hacían tanto
cambio de ropa y diferentes bodas, si él y su novio ya estaban casados, pero tampoco quería defraudar a sus
padres y suegros que parecía que no iban a dejar ir a sus hijos hasta que ambas ceremonias fueran hechas.
Y Harry estaba impaciente por llevar a Eriol a la nueva casa que mandó construir. Ha pedido de su padre, estaba
en el mismo barrio, pero iba a ser su casa y la de Eriol, donde ellos vivirían solos, hasta que llegaran los niños.
-Estamos listos para irnos –anunció Louis, entrando al lugar donde estaban los jóvenes, luciendo impecable con
un traje de diseñador gris oscuro.
*En la Iglesia*
Después de hacer el teatro de Eriol siendo entregado por su padre a Harry (había costado mucho que Eriol
aceptara ser la “novia”), los dos novios intentaban no reír al ver la cara del sacerdote. El pobre hombre no
entendía por qué la mayor parte de los invitados lucían tan emocionados por la boda. Claro, este muggle no
estaba al tanto de que para muchos sangres pura era la primera vez que asistían a un espectáculo muggle como
este. Obviamente, el señor Weasley era el más emocionado.
-Entonces, los declaro marido y esposo.
Los aplausos no se hicieron esperar y Harry abrazó a su esposo con devoción, antes de devorar su boca. A Eriol
no pareció importarle semejante pasión y aceptó con gusto que su marido tomara sus piernas y lo impulsara a
rodear su cintura con ellas.
-Oh, Harry, estamos en la casa de Dios –masculló Louis, avergonzado por el comportamiento de su hijo.
Era extraño en verdad, que ellos pudieran estar allí, porque si bien ellos no eran débiles ante las cruces, sí
podrían ser vulnerables ante el agua bendita. Pero la magia estaba presente en cada vampiro con un hechizo
protector y eso impedía que cualquier vampiro saliera lastimado de esta experiencia.
Los recién casados se separaron y se sonrieron el uno al otro.
-Uno hecho, ahora nos queda sólo uno más –murmuró Harry.
-¿Y qué estamos esperando?
Los invitados salieron detrás de los recién casados, todavía vertiginosos por la emoción. Rabastan Lestrange, sin
embargo, agarró con fuerzas la mano de su novio y lo obligó a detenerse.
-¿Qué te pasa? –preguntó, frunciendo el ceño.
Marius se encogió de hombros.
-Nada.
-No me hagas ese gesto, ni me digas eso –masculló-. Sé que algo te pasa, tú mismo nieto me lo dijo, en palabras
textuales: “Has algo con mi lelo, me molesta verlo empollar como gallina en cada rincón de la casa”.
Marius crispó y frunció el ceño. Ese mocoso.
-Ahora me vas a decir qué te pasa –exigió Rabastan.
Marius lo miró a los ojos, abrió la boca, pero después la cerró, esta acción se repitió un par de veces, hasta que el
ex Slytherin resopló y le dio un beso que lo hubiese dejado sin aliento, si es que él estuviese vivo.
-Dime… - digo casi rogando.
-¿T-tú, qui-quieres ca-casarte co-conmigo? –murmuró-. Por-porque e-eso e-es…
-Oh, calla –masculló Rabastan, dándole un beso-. Si sigues tartamudeando así, voy a entrar en shock por el
hecho de que te veo tartamudear y no porque me acabas de pedir matrimonio.
El vampiro antiguo y orgulloso hizo una mueca de dolor, sabiendo que acababa de quedar como un tonto por
primera vez en su larga vida. Se retorció varias veces, hasta calmarse.
-¿Y bien?
-¿No dijimos que íbamos a esperar?
Los hombros del vampiro cayeron.
-Lo sabía, no quieres.
-No dije que no quería –bufó exasperado-. Lo que pasa es que tu nieto acaba de casarse y yo quiero que mi boda
sea espectacular también, y no será recordada si va muy seguida de ésta.
Marius le dio una mirada incrédula.
-Podemos esperar algunos meses –masculló, desconcertado. ¿Le preocupaba que la gente recordara la boda?
¿Desde cuándo su conejito era tan vanidoso?
Rabastan se cruzó de brazos.
-Ocho meses y quiero que sea en Francia –sentenció.
Marius sólo pudo asentir con la cabeza, mudo por la consternación. De todas las maneras que él recreó en su
cabeza de cómo podría ir este pedido, nunca se esperó que se resolviera así. Pero Rabastan había dicho que sí, y
eso era lo importante antes que todo lo demás.
**********************************************
Louis agarró fuerte la mano de Lestat y se contuvo de dejar salir un sollozo. Harry sonrió de lado, levantó sus
manos y dio una vuelta.
Tenía ya puesta su túnica; y era ahora que Louis podría decir que estaba por perder en verdad a su bebé. No más
levantarlo para desayunar, no más preocuparse por domesticar su pelo, no más reprenderlo cuando decía
barbaridades, ni mucho menos ayudarlo a hacer la tarea del colegio. Para todas las cosas de las cuales él se
estaba encargando hasta hace muy poco, Harry ahora tenía a Eriol.
-Te vez bien, aunque hubiese preferido la túnica verde –comentó Lestat.
Harry puso los ojos en blanco.
-Siempre uso verde, ahora el azul metalizado es mi nuevo color.
Declarando eso, el chico volvió a mirarse en el espejo. Su túnica consistía en un pantalón y chaleco del color
antes mencionado, el chaleco estaba bordado en rojo y dorado en los bordes en formas ovaladas y alargadas, la
capa de arriba era larga hasta sus tobillos y también tenía diseños en los bordes de abajo y las mangas.
-¿Prongslet?
La cabeza de Sirius apareció de detrás de la puerta y una sonrisa grande y hermosa apareció en su cara al ver a
su ahijado.
-Estás increíble. Hasta me dan ganas de casarme –comentó, admirando al menor.
-¿Crees que Santino y tú se van a casar? –preguntó Harry, con incredulidad.
Sirius hizo muecas.
-Na –rió-. Creo que con este cachorro que estoy esperando es suficiente –acarició su estómago plano-. Él será
nuestro anillo de bodas.
Louis negó con la cabeza.
-Santino siendo un padre… las cosas que hay que ver.
-¡Hey! –chilló el aludido, que entraba de la mano con un rubio platino. Era Derrick Malfoy. –Mira, si estoy
practicando y todo. ¿Te estás divirtiendo con el tío Tino, eh Darrick?
-Es Derrick y tú me secuestraste mientras buscaba a mi hermano –se quejó el niño, tratando de zafarse del agarre
del vampiro.
Los demás se rieron de la cara que hizo Santino y después Sirius recordó que él había venido a buscar a su
ahijado para que fuera al altar, porque se le hacía tarde.
Apresurados, apenas si llegaron un rato antes de que Eriol lo hiciera.
Esta vez, en vista de que no había nada que ocultar, los adornos mágicos se juntaron con los Muggles. La boda
se llevaba a cabo en el patio de la mansión de los vampiros, y como era de noche, miles de velas flotantes
adornaban todo el lugar, estas velas, por supuesto, no chorreaban cera en el piso, sino que la cera desaparecía al
momento de desprenderse desde la vela, las flores estaban armadas en grandes ramilletes y pequeñas hadas de
luz jugueteaban con ellas y reían, trayendo un sonido hermoso a la noche. Un arco de oro se ubicaba en el centro
del lugar, junto a la piscina y allí esperaba el hombre que los iba a volver a casar.
Tal vez por tradición o por cábala, ellos habían escogido al mismo hombre que los casó la primera vez, en su
pequeña boda secreta.
Finalmente, los novios se encontraron bajo el altar, sonrientes y con los ojos brillantes. Harry tuvo que contener
su libido cuando vio a su marido con aquella ropa tan sensual, estuvo a punto de cargarse a Eriol en el hombro y
llevarlo a la habitación, que los invitados se las arreglaran solos. Sin embargo, hacer tal cosa trastornaría a cada
miembro de su familia y amigos y lo que menos quería ahora era arruinar todo, pero estuvo feliz de ver que su
marido tenía los mismos pensamientos.
-Prepárate esta noche –gruñó lujurioso, antes que el miembro del Ministerio comenzara a hablar.
Eriol sonrió satisfecho.
La boda no fue tan larga, puesto que sólo necesitaban renovar sus votos, su magia ya estaba vinculada y lo único
que hacía falta ahora era que la magia de todos los invitados de la boda fuera testigo de la unión.
El Vals llegó enseguida, cuando las sillas desaparecieron mágicamente, mientras todos se levantaban a aplaudir.
Por tradición, Eriol y Harry comenzaron, seguidos por el resto de las parejas que querían acompañarlos.
-¿Por qué lloras? –suspiró Harry, cuando tomó a Hermione para bailar, mientras Theodore hacía lo propio con
Eriol.
-¡Te casaste, Harry! –sollozó-. ¡Tú te casaste antes que todos nosotros!
-Sí, sí, creo que ya me lo han dicho.
-No puedo creerlo –masculló ella, secándose las lágrimas-, cuando nos dijiste que habías perdido tu virginidad a
los trece y después de todas esas aventuras que tuviste, pensé que nunca encontrarías a alguien que te echara el
lazo. Hasta llegué a sentir pena por Eriol, porque lo veía muy ilusionado contigo.
-Wow, gracias. Qué bien que mi mejor amiga piense tan altamente de mí –siseó sarcásticamente.
-¡No me culpes! Nunca diste señas de tener gusto por ningún compromiso. Hasta Ron pensaba lo mismo.
-¡Mentira! –chilló el pelirrojo, que en esos momentos estaba bailando con Fleur, mientras que Fred lo hacía con
Neville.
-Es verdad –dijo George, que estaba bailando muy cerca con su novio Viktor Krum-. Ustedes lo comentaban en
la Sala Común.
-Me parece que todos lo comentábamos –aportó Dean Thomas, que bailaba con Luna.
-¿Ésta es una conversación privada, saben? –gruñó Harry, irritado.
-Era –dijo Eriol, volviendo a los brazos de su esposo-. Y para serte sincero, yo también lo pensé, hasta que nos
casamos.
Harry se enfurruñó.
-¿Crees que Lily y James lo estarán viendo? –preguntó Remus a su mejor amigo, mientras meneaba a Lucien,
que estaba medio dormido.
-Yup, ellos están allí, en algún lugar, sonriendo orgullosos por su hijo.
Remus miró hacia el cielo y tuvo que pestañear varias veces. Por un segundo creyó ver una silueta que era muy
parecida a la de su amigo muerto. El licántropo sonrió.
-Sí, ellos deben estarlo viendo.
-Hey~ allí viene mi sobrino favorito –arrulló Sirius, estirando sus brazos.
Lucius miró con desdén al animago y dejó a Tobías en el piso, quien se retorcía para ir corriendo a los brazos
abiertos de Black. El niño rió y se estrelló contra el hombre, que comenzó enseguida a hacerle cosquillas.
-Sigue siendo un Malfoy a pesar que no lleve mi sangre, ¿sabías? –siseó Lucius, fulminándolo con la mirada.
-Ajá, pero para los sangres pura es el linaje lo que cuenta.
Remus resopló y fue a darle un beso a su marido, antes que comenzara una lucha insustancial. No muy lejos de
allí, Severus Snape fruncía el ceño en dirección de su peor enemigo.
-Vas a arrugarte antes de tiempo si sigues haciendo esos ceños, Sev.
-No es como si fueras a dejar de quererme si me arrugo –gruñó Snape.
Bill puso los ojos en blanco y dejó que su hija Isabella corriera hacia donde estaba Sirius, ya que ella se había
hecho muy amiga del nuevo cachorro del licántropo adoptado por los Malfoy. Y como vio que su marido estaba
a punto de protestar, el pelirrojo tomó su mano y lo guió a la pista.
-Bailemos.
-Yo no bailo.
-Sí, tu sí bailas.
Bastante lejos de la vista humana, un ciervo con sus grandes cornamentas estaba parado cerca de unos grandes
árboles que lo tapaban de la vista de los seres humanos, a su lado, una cierva más pequeña seguía con sus ojos
chocolates a la joven pareja que se besaba con cariño en el medio de la pista. Era la pareja de los recién casados,
que no notaban nada más que uno al otro.
El macho chasqueó su pata contra la tierra y se dio vuelta para irse, sin embargo, la cierva no quitaba sus ojos de
la pareja, por lo que el animal más grande tuvo que lamer un costado suyo con su lengua, llamando así su
atención. La cierva dejó salir lo que parecía un suspiro, antes de darse vuelta también y seguir a su pareja.
Nadie los notó llegar y tampoco nadie los vio irse.
Si alguien los hubiera visto, se hubiese extrañado, porque un barrio del Londres muggle no era lugar para
semejantes animales.
Continuará…
**********************************************
Notas finales:
(1) Ellos están en un mundo fantástico, finjamos que en ese mundo cualquier tipo de
pareja se puede casar en una iglesia.
Espero que les haya gustado, el próximo capítulo es la Luna de Miel y,

consecuentemente, el final. Escribiré un pequeño Epílogo tratando de adaptar el
verdadero, en “19 años después” aunque probablemente serán menos :P
Siento si esta noticia decepciona a algunos, pero tengo muchos nuevos proyectos y
quiero inclinarme a ellos.
Es por eso que les hago una encuesta… ¿Qué desearían leer?
A-Un X-over de Naruto y Harry Potter. (De este tengo dos)
B-Un X-over de Bleach y Harry Potter.
C-Un X-over de Ouran Host Club y Harry Potter.
Todos Yaoi, por supuesto. Por favor VOTEN. De su voto depende qué fic voy a subir
una vez que termine este. Si no pueden decidir, en el chap que viene subo los resúmenes
y las parejas.
Probablemente sean dos los que suba… veremos.
-
Atte: Uko-chan!
-/-/-
Volver al índice
Capítulo 6: La luna de miel. por UtenaPuchiko
Notas del autor:
Notas de inicio: ¡¡¡ATENCIÓN!!!
La encuesta larga está al final de todo, por favor no olviden de tomarse el trabajo de
votar.
Y gracias por seguirme con este fic, hemos llegado el final, sólo falta el Epílogo.
¡¡¡A leer!!!
-/-/-
-/-/-/-/-
económico alguno.
Hiiragizawa.
*Multicrossover.*
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Capítulo 6: La luna de miel.
-/-/-/-/-/-/-/-
-Vamos, apresúrate.
Eriol le mandó una mirada exasperada a su marido a través del espejo, mientras terminaba de sacarse el
maquillaje que Tomoyo y Hermione habían insistido que usara para la boda. Él no estuvo de acuerdo en un
principio, pero ambas tenían un poder de convencimiento que aterrorizaba. Y no era para hacer tanto escándalo
tampoco, puesto que sólo le habían puesto algo de color en sus párpados y delineador negro, que en realidad
hicieron a sus ojos resaltar. Sin embargo, no pudo evitar sentirse como una muchacha.
-¿Cuál es el apuro? –preguntó con un bufido-. No es como si fuese hacer nuestra primera vez.
-Pero va a ser especial, Eriol. Es nuestra primera noche en la luna de miel, la primera vez como hombres
casados.
-Te recuerdo que llevamos casados ya casi un año.
-Sip, pero recién esta noche todo el Mundo Mágico y mi familia van a saber que tú y yo tendremos sexo loco –
sonrió de oreja a oreja-. ¿No te calienta eso en algo? ¿Sabiendo que todo los que nos conocen están seguros que
esta noche vamos a hacerlo?
Eriol se ruborizó furiosamente y se giró para darle una mirada enfadada a su marido.
-No –gruñó-. Yo no soy pervertido como tú. Y, por Merlín Harry, ¿cómo puedes pensar en eso en un momento
como este? –Se estremeció-. No me calienta para nada el saber que hay gente allá afuera que se imagina a
nosotros teniendo sexo.
-Aw~ no seas tímido mi amor, no es como si en Hogwarts nadie sabía por qué a veces tenías dificultad para
caminar durante las mañanas.
Eriol le mandó otra mirada fulminante, así que el Gryffindor, sabiamente, decidió guardar silencio. Dando otro
suspiro exasperado, Eriol subió a la cama y Harry no perdió tiempo en encerrarlo en sus brazos y comenzar a
quitarle a fina bata de ceda que llevaba encima, él por supuesto, ya estaba completamente desnudo bajo las
sábanas.
-Entonces, ¿Cómo lo quieres? ¿Con una posición en especial? –ronroneó, mientras besaba la cara de su marido.
Eriol le mandó una mirada divertida.
-Si me preguntas por una posición en especial, te diría que me gustaría ser el seme.
Fue significado para ser una broma, pero después de que esas palabras salieran de la boca de Eriol, Harry perdió
su sonrisa y frunció el ceño pensativo. Confundido, el de ojos azules miró como diferentes emociones pasaban
por la cara de su esposo.
-Entonces yo te diría que me des un poco de tiempo –respondió Harry al fin.
Los ojos y la boca de Eriol se abrieron como platos.
-¿… q-qué? –logró decir, en un momento no muy Ravenclaw.
Harry le dio una sonrisa suave.
-Bueno, como te dije hace un rato, ahora todo el mundo sabe que tú eres mío y que yo soy tuyo –suspiró-. Creo
que es justo que seamos uno del otro… completamente. –Lo miró a los ojos. –Pero te pido que mes des algo de
tiempo, para acostumbrarme a la idea de que seré cojido.
-Oh, bueno –dijo Eriol, todavía pasmado-. Entonces tú también debes darme tiempo para acostumbrarme a mí a
la idea. Va a ser… extraño; y un tanto torpe, en vista que no lo he hecho nunca.
-Aw~ no te preocupes. Yo, el experto Harry de Lioncurt, te daré las indicaciones para que me lo hagas
perfectamente –comenzó a besar su cuello-. Sólo espero que no te vuelvas un vicioso, en vista de que si te
sientes tan bien como yo, cuando mi pene se forra con tu carne caliente y apretada, no creo que quieras volver a
ser un uke.
-Deja de ser tan pervertido –masculló exasperado. Sus pensamientos todavía nadaban en la posibilidad de poder
hacerle el amor a Harry en un futuro próximo.
-Hey, hablas como si el sexo fuera en lo único que pienso todo el día.
Eriol enarcó una ceja ante la voz exasperada de su marido.
-¿Y acaso eso no es verdad? –preguntó sarcásticamente.
-Nop, no pienso en sexo mientras duermo.
-¿Seguro? –preguntó escéptico.
-Seguro –asintió, antes de comenzar a colocarse entre las piernas de Eriol-. ¿Por qué soñar con sexo si antes de
dormir me sacio contigo? Cuando duerno casi nunca sueño, y cuando lo hago, nunca son sueños pervertidos, si
total nuestra vida sexual real es mejor que cualquier sueño. Y aún así, cuando estoy despierto, no pienso en
cosas pervertidas todo el tiempo.
-No te creo, siempre tienes uno que otro comentario cuando estamos juntos.
-Ya, pero vas a tener que creerme.
Eriol se cruzó de brazos y enarcó una ceja.
-¿No es éste el momento donde me desafías a probar que tienes razón de que no estás pensando en cosas
pervertidas todo el día?
Harry le dio una sonrisa maliciosa.
-Claro que no, soy Gryffindor, pero no estúpido. No voy a apostar por algo que sé que voy a perder… y después
tú vas a usarlo para sacármelo en cara.
-¡Ja! Entonces admites que sí piensas en cosas pervertidas cuando estás despierto.
-Yo no dije eso –masculló, comenzando a lamer una de las tetillas de Eriol-. Lo que pasa es que si me haces una
apuesta de que no piense en sexo, evidentemente lo voy a hacer, porque voy a estar sugestionado. Así que no se
vale.
Eriol rodó los ojos y enterró sus manos en el cabello negro azabache, para poder atraer la cara de su marido a la
suya y así tener un beso apasionado. Pronto hubo una batalla de lenguas, con roces, saliva intercambiada y
gemidos elogiosos por la capacidad muy buena de besar del otro. Finalmente, cuando se separaron, ambos
respiraban agitadamente.
-Te amo.
-Te amo también, mi amor.
-Lemon aquí-
Harry se hizo juguetón de repente, sacando su lengua y comenzando a hacer patrones aleatorios sobre el vientre
de Eriol. El menor se retorció y arqueó su cuerpo, porque mientras que su marido hacía eso con su lengua, una
de las manos callosas de Harry bajó para acariciar sus piernas, desde la rodilla, hasta sus testículos.
Desamparado, lo único que él podía hacer era agarrar las sábanas de seda y encerrarlas en sus puños, mientras su
boca dejaba salir gemidos descarados.
-¿Me quieres dentro de ti, Eriol?
-Mmmhhh… mmmhhh…
-Dime –exigió en un gruñido-. Dime qué quieres que te haga –susurró, metiendo su lengua en el ombligo de su
amante.
-Qui-quiero –suspiró desamparado-. Quiero que me cojas.
-¿Oh? –Enarcó una ceja, mientras sonreía lascivo-. ¿Duro o suave? –preguntó en un susurró, mientras unos de
sus dedos comenzaba a sondar la entrada desvirgada hace mucho.
-Mmmhhh, los dos –jadeó, cerrando sus ojos con fuerzas. El primer dedo de Harry ya estaba adentro-. Primero
suave y después duro, muy duro.
Harry gruñó y en un movimiento que tomó a Eriol por sorpresa, su marido tomó su erección en su boca.
Hiiragizawa gritó y arqueó su cuerpo, haciendo que más carne entrara dentro de la boca de su marido, quien no
protestó en absoluto. Harry tenía experiencia en éste asunto y hace mucho había perdido el reflejo de amordazar
en estas ocasiones, lo que lo hacía una persona adecuada para practicar “garganta profunda”.
Así, mientras sentía el placer de estar dentro de la boca de su esposo, con tres dedos en su ano preparándolo,
Eriol dejó que su boca exhibiera el éxtasis que estaba sintiendo. Harry se las arreglaba para sonreír mientras le
daba el sexo oral, encantado de escuchar esos ruidos “perrunos” que su amante dejaba salir, tal y como él lo
acusaba de ser. Una perra.
Me pregunto cuál sería su forma animaga, si se convierte en uno.
Después de tener ese pensamiento al azar, Harry decretó que ya era demasiado, no era justo que en su primera
noche de bodas, sólo Eriol estuviera sintiendo tanto placer. Así que dejó ir la erección del ojiazul, no haciendo
caso del sonido de decepción de este, sacó sus dedos del ano apetitoso y luego lo volcó.
-¿Eh? –manejó salir Eriol, mientras su cara se enterró en el colchón por un segundo, para sentir al siguiente
como Harry lo moldeaba, para que estuviera en cuatro patas, con su culo al aire.
-Quiero estilo perrito hoy –Fue toda la advertencia que tuvo, antes que Harry se clavara en su cuerpo.
Gritó y agarró con fuerzas la sábana, cerrando los ojos y respirando agitadamente, sintiendo como algunas
lágrimas se escapaban de sus ojos.
-¡Idiota! –chilló-. ¡Eso dolió!
-Te dije que quería estilo perrito –susurró Harry contra su oído, lamiendo el lóbulo de su oreja-. Soy un animal
ahora.
-Eres siempre un animal –se quejó Eriol, pero ya lo había perdonado.
Esperaron un par de minutos más, hasta que Eriol le gruñó a su marido que comenzara a moverse. Contento,
Harry le hizo caso y enseguida se sacó completamente, para luego entrar con la misma violencia de antes. Su
marido pareció tomarse en serio eso de ser un perro, porque se acuclilló en el colchón, agarró las caderas de
Eriol y comenzó a penetrarlo en un ritmo constante y rápido.
Eriol no estaba seguro, pero podía asegurar que hasta tenía la lengua afuera.
Sonriendo para sí, el Ravenclaw se dejó llevar por la pasión de su acto. El miembro de Harry se sentía tan bien
dentro de él, parecía tocar exactamente todos los nervios dentro de él, no sólo estimulando su próstata, sino todo
dentro de él. Y la boca de Harry estaba trabada ahora en su cuello, mordiéndolo, besándolo y chupando, dejando
marcas que vería nuevamente en la mañana, cuando se mirara al espejo. De hecho, si recordaba bien, desde el
momento en que se hizo novio de Harry de Lioncurt, su piel jamás volvió a ser la misma. Siempre tuvo uno que
otro chupón en alguna área de su cuerpo pálido, no dejando dudas a quienquiera que pudiera verlo desnudo, que
él tenía un dueño y que debería alejarse.
Idiota posesivo.
Probablemente, Eriol hubiese tenido más de estos pensamientos extrañamente cariñosos, si la mano de Harry no
hubiese ido a agarrar su pene, comenzando a masturbarlo, para que llegara al límite junto con su marido. Para él
no tardó mucho, puesto que había tenido estímulo anterior, antes de que llegara la penetración y se vino con un
quejido satisfecho sobre la palma de la mano de su marido y las sábanas de seda.
A Harry le tomó un poco más. A pesar de que las paredes anales de Eriol apretaron su carne, él dio una docena
más de embestidas rápidas, antes de vaciarse dentro del cuerpo de su esposo.
Ambos cayeron derrotados a la cama, respirando agitadamente y sintiendo como el cansancio de todas las
actividades del día, más esta culminante, tomaban peaje en sus cuerpos y los hacían caerse dormidos
inmediatamente.
-Fin del lemon-
**********************************************
A la mañana siguiente, cuando Harry despertó, se encontró solo en la cama y el cuarto todavía olía a las
actividades nocturnas que tuvieron el día anterior. Haciendo una mueca, levantó las sábana que lo cubría y yup,
comprobó que estaba desnudo y había sustancias sospechosas alrededor de su “amigo” y piernas.
-Nos caímos dormidos sin limpiarnos anoche –dijo Eriol con una mueca, saliendo del baño, usando su
encantadora bata de ceda china negra, con un dragón rojo y verde en la espalda.
-No sería la primera vez –dijo Harry, levantándose de la cama, mostrando toda su gloria desnuda.
-Cúbrete, ¿no? –Eriol frunció el ceño al mirarlo caminar hacia él.
-¿Por qué? –Levantó sus cejas. –No es como si nunca me hayas visto desnudo.
-Estamos en un hotel y las ventanas están abiertas.
Harry miró hacia afuera y comprobó lo dicho por su marido, hacía algunos edificios al lado del hotel que habían
elegido para pasar esta noche.
-No me importa que me vean, de hecho, me siento caritativo y voy a dejar que tengan un espectáculo –sonrió y
meneó un poco su trasero, antes de pasar sensualmente una mano por su pecho.
Eriol gruñó y se acercó a su esposo, para darle un beso posesivo y apretar el trasero de Harry, tapando así el
frente con su cuerpo y la retaguardia con sus manos.
-No seas tonto y entra al baño de una vez.
Harry rió.
-Y después dicen que yo soy el celoso –se quejó, obedeciendo a su marido.
Cuando la ducha comenzó a correr, Eriol se dirigió al teléfono y pidió que lo comunicaran con la casa de los
padres de Harry. Una vez que obtuvo la comunicación, quiso hablar con sus amigos de Japón.
-¡Fue una fiesta increíble! –chilló Sakura por el altavoz-. He tenido experiencias mágicas con las cartas, pero lo
de anoche fue genial.
-Hn –se escuchó un bufido desde el fondo, seguro que era de Shaoran, pero Eriol podía decir que estaba de
acuerdo con su novia.
-Sakura tiene razón –dijo Tomoyo, con voz soñadora.
-Bueno, todo eso tienen que agradecérselo a mi suegro.
-¿Crees que pueda aceptar hacer mi boda si me caso alguna vez? –pidió Tomoyo.
Eriol rió.
-No sé, pregúntale a él. Aunque si quieres una tan maravillosa como la de anoche, creo que tendrás que buscarte
un mago.
-Ah~ lo pensaré.
-¿Y qué van a hacer ustedes? ¿Se regresarán a Japón pronto?
-Probablemente estaremos aquí un par de días más –contestó Sakura-. El primo de Harry prometió llevarnos a
un lugar llamado “Callejón Diagon” y bien… Yue se siente muy bien aquí, puesto que puede transformarse y
volar sin que nadie haga escándalo.
-¿Yukito-san se ha transformado?
-Yup, esta mañana decidió transformarse, dándole un susto a la familia de Harry –rió Tomoyo-. El señor Lestat
lo miró un poco envidioso, sobre todo porque llamó mucho la atención de Louis-sama.
-¿Qué pasa con mis padres? –preguntó Harry, saliendo del baño con su propia bata de seda.
-Vieron a Yue.
-¿Quién es Yue?
-¿Harry-san no lo conoce? –preguntó Sakura, al otro lado de la línea.
-No –Eriol frunció el ceño-. Y preferiría que no lo hiciera –masculló para sí, un tanto celoso. Yue era hermoso en
su forma de ángel y si bien Harry lo amaba, éste era un pervertido y prefería que no conociera a la atractiva
creación.
-Tsk, bueno. ¿Nos preparamos para irnos? Paris nos espera.
Eriol sonrió a su marido y asintió.
-Me voy, Sakura, Tomoyo y Li-san. Entraré en contacto con ustedes en cualquier momento, hace mucho que no
los veía. Ahora que fui a visitarlos y después de pasar tanto tiempo con ustedes, no quiero que volvamos a estar
fuera de contacto por mucho tiempo.
-Por supuesto que no, Eriol –Sakura sonaba llorosa-. Que tengas una buena luna de miel.
-Cómprame algún souvenir –dijo Tomoyo, con una risa en su voz.
-Hasta luego –fue el escueto saludo de Shaoran.
Cortaron la comunicación y Eriol se giró para mirar a su esposo, que le estaba dando una mirada pensativa.
-¿Qué?
-¿Has dejado de tomar la poción anticonceptiva?
El Ravenclaw pestañeó varias veces.
-No, ¿Por qué?
Harry se encogió de hombros, un tanto incómodo, mientras iba a buscar algo de ropa que ponerse.
-Uh, bien –tosió nervioso-. Mientras me bañaba se me vino a la mente cuando te vi cargando a mi hermanito… y
bien… uh…
Eriol rió al ver la incomodidad de su marido.
-No voy a dejar de tomarla todavía, amor –Se acercó para abrazarlo-. Tenemos ambos dieciocho, no hemos
decidido todavía qué haremos de nuestra vida, apenas nos estamos conociendo como pareja. Deseo esperar.
-Pero no mucho –Se separó un poco, para mirar con intensidad el estómago de Eriol-. Deseo verte gordo con
nuestro bebé creciendo dentro de ti.
El chico puso los ojos en blanco, por supuesto Harry pensaba en cómo él se vería con su panza hinchada y no en
las responsabilidades de tener un bebé.
-Y tendremos todos los que quieras, amor. Pero vamos a esperar.
-Bueno, esperaremos. –refunfuñó el moreno.
**********************************************
Fue exactamente un mes después de la boda, que los flamantes recién casados (aunque no tanto), volvieron a su
patria, después de viajar por las ciudades mágicas que rodeaban Europa, hasta se habían ido a América. Y siendo
que Eriol pensaba en todo el mundo, mucho a la irritación de su amor, él compró regalos para todos sus amigos.
-Bien, aquí estamos –dijo Harry, dejando las maletas en el piso y mirando la que sería su nueva casa.
Estaba tal y como lo quería, su padre otra vez se había encargado de hacer los arreglos, que incluían mandar a
pintarla y arreglarla. Sin embargo tenía sólo los muebles necesarios, puesto que ésta sería su casa y la de su
esposo, por lo que ellos mismos querían amoblarlas a su gusto. El color era un celeste pastel, combinado con
blanco, la escalera estaba en el centro del recibidor, que llevaba a la segunda planta, donde estaban los
dormitorios, junto con un salón recreativo y la biblioteca, por supuesto.
-No puedo esperar a que salgamos a comprar todo lo que le falta para que sea finalmente nuestro nido de amor.
-Para ti que eres un pájaro será un nido, para mí que soy león será una guarida –bromeó Harry.
Su marido puso los ojos en blanco.
-Bueno entonces, esposo mío –Tomó una gran inspiración. -¿Listo para la vida de casado?
-Por supuesto, es lo que más deseo.
Y así, tomándose de las manos, ellos caminaron hacia el interior de su nueva casa.
¡¡¡Fin!!!
Continúa en el Epílogo…
¡POR FAVOR, NO SE OLVIDEN DE VOTAR!
**********************************************
Notas finales:
Ship, allí termina~ probablemente el epílogo sea el famoso “19 años después” y
veremos cómo ha crecido la familia de cada uno :P
Y ahora, lo más importante… ¡La encuesta! Aunque no lo cran, está ganando el x-over
con Ouran Host Club XD Pero está todo muy pareja, puesto que gana sólo por dos
puntos. En todo caso, a partir de ahora tomo los votos.
¡POR FAVOR, NO SE OLVIDEN DE VOTAR!
Opción A: Harry Potter x Naruto. Título: Magetsu.
Sumario: Para un joven Capitán de ANBU de trece años, la oportunidad de escapar de

las crueles órdenes del Consejo de Konoha y las manipulaciones de Uchiha Madara, se
presenta en la forma de Remus Lupin. Con una oferta que no puede rechazar, Itachi
toma a su hermano y parte para el Mundo Mágico.
Parejas: Charlie Weasley/Uchiha Itachi.
Opción B: Harry Potter x Naruto. Título: Quiero ser padre.

Sumario: Envidia era algo que Sirius nunca pensó sentir al ver a James con Harry, pero
era verdad y éste sentimiento creció hasta que lo hizo tomar una decisión: adoptar un
bebé. No encontrando respuestas en su mundo, él se aventura a otros y justo antes del
Halloween de 1981, Sirius recibe la llamada que estaba esperando.
Negando la petición de sus amigos de ser su encargado secreto, Sirius Black viaja este
lugar lejano, Konoha, en busca de su nuevo hijo. Un hermoso bebé rubio de ojos azules
y con extrañas cicatrices en ambas mejillas.
Parejas: Sirius Black/Severus Snape.
Opción C: Harry Potter x Bleach. Título: Cambio de identidades.
Resumen: Ichigo no sabe que la actitud exuberante de su padre es toda mentira, que las
circunstancias trágicas de su pasado, que él no recuerda, hicieron a Kurosaki Isshin el
hombre que es hoy. Sin embargo, con Karakura amenazada por Aizen, la verdadera
identidad de este hombre debe salir a la luz, junto con el pasado que lo llevó a tener que
esconder la cicatriz en su frente, sus ojos verdes y su verdadero nombre.
Parejas: Harry Potter/Ukitake Juushirou, Kuchiki Byakuya/Yamada Hanatarou (amo

esta pareja) y probablemente algo de Kurosaki Ichigo/Ishida Uryuu.
Opción D: Harry Potter x Ouran Host Club. Título: En un bar de Japón.
Resumen: Divorciado hace dos años por “diferencias irreconciliables”, Harry Potter
decide llevar de vacaciones a sus hijos a Japón. Mientras ellos se divierten, el Auror
decide entrar a un bar cercano, donde conoce a una okama llamada Ranka.
Harry Potter nunca creyó en el amor a primera vista, ni Ranka que volvería a
enamorarse otra vez… hasta ese momento.
Parejas: Harry Potter/Fujioka “Ranka”, James Potter Jr./Ootori Kyouya, más para el
futuro.
Bien, déjenme si voto.
Nos vemos en el epílogo.
Atte: Uko-chan!
-/-/-
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Epílogo. por UtenaPuchiko
Notas del autor:
Notas de inicio: ¡Al fin llegamos al final!
Hubo una preocupación en algunas de mis lectoras con respecto a los nombres que les
iba a poner a los hijos de Harry y Eriol. ¡No teman, elegí unos nuevos! ¡Espero que les
gusten eso y los que escogí para los otros!
El resultado de la encuesta está en las notas finales.
¡Gracias por seguirme hasta el final!
¡¡¡A leer!!!
-/-/-
-/-/-/-/-
económico alguno.
Hiiragizawa.
*Multicrossover.*
**********************************************
Epílogo.
-/-/-/-/-/-/-/-
*19 años después*
Eriol salió del baño, en donde acababa de cepillarse los dientes, después de un rico desayuno, en ese momento
fue interceptado por su marido. Sonrió el sentir el fuerte apretón sobre su cintura estrecha y después giró, para
darle el beso que Harry buscaba. Su marido lo recompensó con una sonrisa atractiva y cerrando sus
impresionantes ojos verdes.
El mago Ravenclaw gimió y arqueó su cuerpo, haciendo que la mano de su marido apretara con más fuerzas su
trasero.
-¡Ey! ¿Cuánto tiempo más van a tardar? ¡Vamos a llegar tarde! –Una voz enojada se quejó detrás de la puerta de
la habitación.
Eriol quiso separarse, pero Harry no lo dejó y siguió besando a su esposo.

La puerta se abrió de golpe, y un muchacho de no más de catorce años, de cabello negro azulado que iba para
todas las direcciones posibles, con impresionantes ojos avellanas, entró a la habitación, echando humo por la
cabeza.
-¡¿Por esto nos hacen esperar?! ¡Pueden besarse en cualquier otro momento! –Sus ojos marrones fulminaron a
Harry con la mirada-. ¡Esto es cosa tuya! –acusó, señalándolo airadamente con un dedo.
El mayor lo fulminó con la mirada.
-¡¿Cuántas veces te he dicho que no entres sin que te demos permiso?! –gritó Harry, separándose de su esposo-.
¡Y puedo besarlo cada vez que se me cante la gana! ¡Él es mi esposo!
-¡Pero él ahora es una madre! ¡Es nuestra madre primero! ¡La responsabilidad con sus hijos va primero que todo
los demás!
-¡Y una mierda! –exclamó Harry-. ¡Ustedes están en segundo lugar que yo!
-¡No, no estás! –gritó, satisfecho-. ¡Y vamos ya! ¡Tengo a Alexander fastidiándome para que los venga a buscar!
¡Es su primer día, por si no se acuerdan!
-Halu, Harry, paren por favor –suspiró Eriol, tomando su varita, que estaba en la mesada, al lado de la puerta.
Los dos se fulminaron con la mirada otro rato, hasta que Halu de Lioncurt (1), de catorce años, mirara a su padre
con expresión angelical.
-¿Nos vamos, ya?
-Sí, dile a Alex y Angelique que estaremos enseguida abajo.
Halu le dio una mirada de triunfo a su padre y luego dejó la habitación, dejando la puerta abierta, para que sus
padres no se olvidaran que lo esperaban abajo. Harry apretó sus puños y de nuevo, las palabras de su papá Let
vinieron a su mente.
-“Ahora vas a sentir lo que yo sufrí.” –Le había dicho Lestat, cuando él miraba embobado al pequeño Halu en
sus brazos, el día después de su nacimiento. Ante la mirada de incomprensión de su hijo, el vampiro prosiguió.
–“Los bebés cambian a las “madres”, y ten por seguro que ahora Eriol no será el mismo. Espero que hayas
tenido mucho sexo antes de la llegada de mi nieto… porque tus días de gloria se han terminado.”
Harry había reído burlón, pero Lestat ni se inmutó, él sabía que decía la verdad.
Y dicho y hecho. Eriol había prodigado más y más atención a Halu desde su nacimiento que a su marido, quien
muchas veces tuvo que quedarse sin sexo por escusas como: “Él puede despertar pronto y tendremos que
parar”, “No ahora Harry, Halu ha drenado toda mi fuerza”, “Halu está enfermo, Harry. ¿No puedes tener un
poco de compasión y dejar de pensar con tu otra cabeza?”
Esa escusa en particular había dolido.
En todo caso, Harry de Lioncurt comenzó a experimentar en carne propia lo que Lestat de Lioncurt sintió
aquella noche de Halloween de 1981, cuando Louis Pointe du Lac lo encontró en aquel parque.
Relegado a un costado sin sexo o atención… por culpa de un bebé.
Ni que decir cuando Alexander y Angelique llegaron, eso había reducido el sexo a una vez por semana. ¡Horror!
¡Un adicto al sexo como él no podía vivir con sólo hacerlo una vez por semana! Pero como buen padre que él
quería ser, tuvo que dejar de lado sus vicios, para ayudar a su marido a atender a los niños.
Sin embargo, no tenía que ser feliz por ello.
Finalmente bajaron a la sala de su casa y Alex les dio una mirada irritada, sus ojos verdes como los de su padre
brillaban con resentimiento, porque de seguro Halu había exagerado la verdad de por qué sus padres se
retrasaban. Angelique, por otro lado, al ser sólo una niña de cinco años sonrió y corrió a los brazos de su padre,
y éste la alzó en brazos.
Por eso ella tenía ese nombre, porque desde el momento que la magia la hizo salir del vientre de Eriol, Harry la
vio “Como un Ángel”, que era el significado de su nombre francés en español. Y a medida que fue creciendo, su
pelo rojo herencia de Lily Evans y ojos azules oscuros de Eriol la hicieron verse más perfecta de lo que era.
Y ella era la única que tenía un segundo nombre. Porque desde que decidieron intentar tener un bebé, fue muy
difícil para ambos decidirse cómo nombrarlos. Y dificultaba más la cosa que toda la familia parecía tener algo
que aportar. Sirius y Remus insistían en que debían llevar los nombres de los verdaderos padres de Harry, pero
sus padres adoptivos pegaron el grito en el cielo diciendo que era injusto y que los niños deberían llevar sus
nombres. Santino dijo que tendrían que tener un nombre italiano y los padres de Eriol un nombre oriental.
Al final, decidieron que llevarían un solo nombre y sería el que ellos escogieran. Halu, para complacer en algo a
los padres de Eriol, Alexander, por Alejandro Magno, que era un personaje que encantaba a los padres de Harry.
Y, por supuesto, después vino la pequeña Angelique, que al ver que tenía el cabello pelirrojo, Harry no pudo
evitar romper la regla que se había impuesto y ponerle un segundo nombre: Maharet.
Ella era Angelique Maharet de Lioncurt, en nombre de su querida abuela.
-¿Nos vamos ya? –pidió Alex impaciente-. ¡Prometí a Ryan y Scorpius que estaría allí temprano para que
podamos buscar un buen vagón!
Ryan Lestrange era el único hijo que su lelo y Rabastan tuvieron, puesto que habían afirmado que sólo
necesitaban un hijo para llenar su vida. Scorpius era el segundo hijo de Ginny y Draco, y el último, según la
pelirroja, porque ella no deseaba parir tantos hijos como su madre, muchas gracias. Además, su suegro Remus
había tenido ya muchos niños y ellos juntos podían darle el montón de nietos que deseaban.
De hecho, si su ojo experto no le fallaba, ella había notado ciertas muestras que le decían que Lucas Malfoy
estaba en espera. Pero ella sabiamente no había dicho nada, puesto que Lucas era soltero y tenía las mismas
tendencias “liberales” que su ídolo Harry Potter en sus años de colegio.
**********************************************
*King Cross*
A pesar de las protestas de Alex, la familia Lioncurt llegó casi al mismo tiempo que los Malfoy, así que tanto él
como Scorpius tuvieron que aguantarse los gruñidos enojados de Ryan. A ellos se les unió un muy impasible y
muy pelirrojo Dimitri Weasley, primer hijo de Neville y Ron, quien tenía la tendencia de aburrirse muy rápido y
llamar molestos a aquellos que lo fastidiaban. No era de extrañarse que los otros tres no tuviesen mucho gusto de
él.
-Hola, tío Harry, tío Eriol. –Una pre-adolescente de cabello marrón oscuro y ojos negros como el carbón se
acercó a saludarlos, sonriendo en la pequeña Angelique, que todavía estaba en brazos del ojiverde.
-Hola, Rose –saludó Eriol-. ¿Y tus padres?
-En el Ministerio. –Se encogió de hombros. –Tenían una reunión de la cual no pudieron salir, así que me trajeron
mis abuelos.
Harry miró para un costado y saludó con un cabeceo a Arthur Weasley y Ethan Nott, que sostenían a un pequeño
bebé de dos años en sus brazos. Hugo Nott, el segundo hijo de Hermione y Theodore.
-¿Y no estás enojada por eso? –preguntó Harry, enarcando una ceja.
-Na, iba a estar enojada si pasaba esto el año pasado, pero éste ya es mi segundo, así que no importa. Además, si
me traen mis abuelos, podré tener un par de galeones extra a los que me dan para el principio de año.
Ella sonrió astuta, no dejando dudas al par que ella estaba bien en la Casa que el Sombrero Seleccionador la
había puesto: Slytherin. Otra mitad-sangre para la casa de las Serpientes.
-Oh, hola allí, tío.
Harry giró y le dio una sonrisa a Regulus James Black, que venía de la mano con su hermana de trece años,
Ariadna Black.
-Hola, Reg. ¿Y mis padrinos?
Regulus puso los ojos en blanco.
-Pasó algo entre ellos otra vez, y lo único que sé es que papá Santino durmió en el sillón de mi habitación
anoche y ahora está golpeando la puerta de papá Sirius para que lo deje entrar. En vista que no parecía que iban a
arreglar las cosas, le dije a Ari que yo la traía.
-Son ambos unos idiotas –declaró Ariadna-. Yo nunca me voy a casar. –Frunció su hermosa nariz y después se
soltó de su hermano. –Me voy a buscar a las gemelas y Victoire.
Ella hablaba de las hijas gemelas de Viktor y George y de la única hija de Fred y Fleur. Todas de la misma edad
que Ariadna.
Tanto Ryan como Ariadna eran niños especiales, porque ellos nacieron de padres ya convertidos en vampiros. Si
bien Rabastan y Sirius conservaban un poco de magia después de la conversión, no era mucha y fue muy poco lo
que pudieron pasarles a sus hijos. Tenían poca, pero no tan poca como para ser considerados squibs, pero
tampoco mucha como para llamarse magos o brujas completos. Aprendían hechizos en los cuales no se
necesitaba de mucha magia y su foco estaba más en aquellas materias que no la necesitaban, como Pociones,
Herbología y algunas de las opcionales. Ella había elegido este año cursar Aritmancia y Estudios Muggle.
-Ah, al fin llegamos.
Harry se dio vuelta para saludar con una gran sonrisa a sus padres y hermanos. Por supuesto, sólo Margarite, de
quince años y August de diez lo saludaron, porque desde el momento que Benjamín notó que Regulus estaba al
lado de su hermano, no existió nadie más para él.
De hecho, Regulus se paró más derecho y sonrió cortésmente a Benjamín, nunca notando que su hermana y sus
amigas de trece reían nerviosamente mientras miraban a un Hufflepuff de quinto año.
-¿Dónde está mi nieto? –preguntó Lestat, después de darle un sonoro beso en la mejilla a la pelirroja en los
brazos de Harry-. Deseo darle mis buenos deseos.
-Por ahí anda con sus dos sombras –contestó Harry, encogiéndose de hombros.
-Lo veo, Lestat, vamos a buscarlo –dijo Louis-. Ustedes dos quédense aquí –ordenó a sus dos hijos menores.
Alex gimió cuando vio acercarse a sus abuelos y se dimitió al destino. Sus amigos contuvieron sus risas cuando
Louis abrazó al niño y comenzó a decirle en tonos dulces lo adorable que se veía en su túnica, lo igual que lucía
a su padre en su primer día y lo orgulloso que estaba de él. Alexander le mandó una mirada suplicante a su
abuelo y éste sonrió.
-Vamos, mon amour, vas a sofocar al pobre Alex –dijo suavemente, separando a su amor del niño-. ¡Ahora me
toca abrazarlo a mí!
-Awww~, ¡abuelo! –se quejó el niño.
-¡Pero qué ternura! –chilló una voz desdeñosa.
Alex fulminó con la mirada a Sabina Malfoy, la hermana mayor de Scorpius, que en todas las palabras: era una
perra total; y para rematar, era mejor amiga con Máxima Flint, la primer hija (de cuatro) de Percy y Marcus
Flint. Ella entraba en la misma categoría que Sabina. Merlín las creó y ellas se juntaron.
-Oh, hola, preciosa, qué placer verte –dijo su abuelo Louis.
Sabina sonrió cordialmente e intercambió un saludo con sus ambos abuelos. Por supuesto, sólo los alumnos de
Hogwarts sabían de las tendencias malvadas de esas dos, para los profesores y los adultos en general, ambas
eran dos ángeles de perfectas calificaciones y comportamiento. Y ante la incredulidad de todos, ambas estaban
en la Casa de Gryffindor.
Ellas dos eran unas de las principales razones por las que él quería ir a Slytherin o Ravenclaw. De cerca le
seguían el hecho de que podría estar con sus amigos si iba a la casa de la Serpiente, porque no había duda que
Ryan y Scorpius irían allí. De Dimitri nadie podría saber, aunque Alex sospechaba que él le iba a pedir al
Sombrero que lo ponga en Hufflepuff, donde todos eran tan buenos que nadie se iba a atrever a molestarlo
cuando él deseaba tener una de sus famosas siestas (2).
Cuando las perras se fueron, la atención de sus abuelos volvió al pequeño.
-Bueno, a partir de hoy cambia tu vida, Al –dijo Lestat, con una sonrisa pesarosa-. Ya no voy a esperarte los
fines de semana para contarte mis historias de galán, ya no podremos ir de compras por ahí cuando Harry decida
secuestrar a tu madre, ni tendré a Louis fastidiándome con que te llame para saber si su hijo celoso se está
portando bien.
Alex sonrió, mientras sus ojos se humedecían.
-Voy a extrañar eso… pero nos vamos a ver en Navidad.
-No va a ser lo mismo –susurró el rubio.
-Y yo que pensé que era el sentimental –murmuró Louis, sonriente. Acarició la mejilla de Alex. –Recuerda
portarte bien y no dudes en preguntarle algo a Halu si tienes alguna duda, él puede ser tu hermano mayor
fastidioso, que te llama pesado, pero él es más parecido a mi Harry de lo que nunca querrá admitir y si le haces
saber que te necesita, no dudará en ayudarte, ¿ok?
-Yo sé, abuelo –sonrió-. Gracias por venir a despedirme.
-Ryan, Alex el tren está por salir –vino la voz de Marius, que estaba parado en una de las entradas, él seguía
siendo profesor y viajaba en el tren hacia Hogwarts.
El niño asintió y dio un rápido abrazo a sus abuelos, antes de ir a buscar a sus padres, de los cuales también se
despidió con un gran abrazo. También tuvo que despedirse de su tío Ron y Neville, que se habían unido a sus
padres, mientras él charlaba con sus abuelos, aunque al tío Neville le costó un poco, puesto que tenía una panza
enorme. Parecía como de once meses de embarazo y no siete.
Lestat abrazó a Louis por la cintura y le dio un apretón, sonriéndole de lado.
-Verlo te da una sensación de deja-vú, ¿eh?
-Oui, es como si viviera el primer día de Harry al verlo.
El rubio suspiró y abrazó con más fuerzas a su amor.
Arriba, los rayos del sol fuerte de esta mañana calurosa de otoño bañaban con su resplandor tanto a Lestat, como
a Louis.
Harry y Neville habían conseguido terminar su hechizo,
la luz del sol ya nunca lastimaría a ningún vampiro…
¡Fin al fin!
**********************************************
Notas finales:
(1) Halu significa otoño en japonés. Amo ese nombre, desde que lo vi en un Dorama
XD
(2) Para el hijo de Ron y Neville, Dimitri, me basé en Nara Shikamaru, de Naruto, para
hacer su personalidad XP
¡Al fin lo termine! Y estoy feliz, porque por una vez cumplí mi meta. El de terminar un
fic cuando lo decía. En este caso, antes de llegar a los diez chaps. Y antes que me digan
que lo van a extrañar y todo eso, puedo asegurarles que en cuanto me sienta de humor,
puede que haga algún que otro oneshot, conmemorando el mundo de Un ángel entre
Vampiros, porque soy consciente que muchas cosas quedaron sin resolver.
Como por ejemplo: ¿Qué pasó con Anthony Goldstein? Él era amigo de Harry, Eriol y
Neville de la infancia :O
¿En qué momento Sirius, Rodolphus y Rabastan dejaron de ser magos, para convertirse
en vampiros?
Entre otras cosas.
Por supuesto, ustedes, mi queridas/os lectores tienen mi autorización para utilizar este
mundo, siempre y cuando me pidan permiso primero ;)
¡Y AHORA LO QUE SE MUEREN POR SABER! ¡LA ENCUESTA!
No fue una sorpresa para mí ver que ganó: “Quiero ser padre.” Al parecer, muchos
tienen ganas de ver a Sirius criando a chibi Naruto. Y deben pensar como yo, que Naru
se merece una mejor infancia que la del canon ToT
Esa ganó, muy seguida de la de Bleach, por pocos puntos, pero la ganadora sólo tenía
que ser una XD Subiré en algún momento la de Bleach, así que a no desesperarse.
Esto fue extraño en verdad, porque hasta que puse los resúmenes, ganaba la de Ouran, y
después que los puse, Ouran quedó tercero XD
¡Nos leemos la semana que viene con el nuevo fic!
¡Gracias por acompañarme en este trabajo!
Atte: Uko-chan!
-/-/-
Volver al índice
Importante: Todos los personajes reconocidos públicamente son propiedad de sus

respectivos autores. Los personajes originales e historias son propiedad de cada autor.
No se genera ningún beneficio económico por este trabajo, ni se pretende violar los
derechos de autor.
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Un Ángel Entre Vampiros II - Una Mirada Al Futuro. Por UtenaPuchiko

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Un Ángel Entre Vampiros II - Una Mirada Al Futuro. Por UtenaPuchiko

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27/5/2019 Un ángel entre Vampiros II: Una mirada al futuro.

Un ángel entre Vampiros II: Una mirada al futuro. por UtenaPuchiko

*Secuela del fic del mismo nombre*

Categorías: Card Captor Sakura, Harry Potter, Vampiros Personajes: Eriol

Secuela del Fic: Un ángel entre Vampiros.

1. Capítulo 1: Llegada a Tomoeda. por UtenaPuchiko

2. Capítulo 2: Viejos amigos. por UtenaPuchiko

3. Capítulo 3: ¡¿Kero?! por UtenaPuchiko

4. Capítulo 4: Planes casi listos. por UtenaPuchiko

5. Capítulo 5: La segunda boda. por UtenaPuchiko

6. Capítulo 6: La luna de miel. por UtenaPuchiko

7. Epílogo. por UtenaPuchiko

Capítulo 1: Llegada a Tomoeda. por UtenaPuchiko

Notas del autor:

Un ángel entre Vampiros II: Una mirada al futuro.

Parejas: Harry de Lioncurt/Eriol Hiiragizawa.

-Letra normal: dialogo, relato.

-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.

Capítulo 1: Llegada a Tomoeda.

Harry gruñó y Eriol puso los ojos en blanco.

Inmediatamente, el ojiverde relajó la cara e hizo una mueca.

-¡Estoy tan contenta que llegaron! –chilló-. ¡Suppy-chan es tan aburrido!

-Hola, Eriol, es bueno verte –dijo una voz desconocedora.

-Ah, Harry –sonrió-. Ésta es Mizuki Kaho, mi mejor amiga.

Harry enarcó una ceja, dándole una sonrisa sardónica.

-¿Sólo una amiga?

Eriol frunció el ceño.

-No seas grosero, Harry.

Notando la tensión en el aire, Nakuru saltó al rescate.

Harry angostó sus ojos.

-¿Qué tuviste con ella?

El de anteojos apretó su quijada.

-¡Estaba bebido! –chilló enseguida, en defensa.

-¡Estabas bebido también cuando me diste mi primer beso y me robaste mi virginidad!

Harry apretó su quijada.

-¿A qué te refieres con amor platónico?

-¿Qué tipo de tactos cariñosos?

-¡No estoy pensando en nada sucio!

-¿Ya no sientes nada por ella?

-¿Qué se supone que estás haciendo?

-Por ahora nada, dentro de un rato voy a enterrar mi pene en tu culo.

Eriol frunció el ceño y después suspiró.

-No podemos ahora, Nakuru nos espera para la cena, ¿recuerdas?

-¿Oh? ¿Entonces sí estamos teniendo sexo?

Eriol, se ruborizó y frunció el ceño, sabiendo que había caído en la trampa.

-¿No me vas a dejar ir si no te dejo, cierto?

-Uh-oh –tarareó el ojiverde-. No quiero forzarte tampoco.

-Nunca dejaría que me tomaras si no lo deseo.

Algunas cosas que ni siquiera ustedes, los lectores, deberían de enterarse.

-Cada día es un mes para mí –respondió Harry, muy seriamente.

Eriol puso los ojos en blanco.

-¡Auch! ¿Y eso a qué se debe?

Unos suaves golpes a la puerta llamaron su atención.

El chico se ruborizó ligeramente, mientras que Harry sonreía malicioso.

-Y-ya vamos, Nakuru. Estábamos algo… ocupados.

Notas de Uko-chan: ¡¡¡Hola!!!

¡¡¡Gracias Angeli por betear este fic!!!

Capítulo 2: Viejos amigos. por UtenaPuchiko

Notas del autor:

Gracias por sus maravillosos comentarios, no pensaba que se me extrañaba tanto XD

Un ángel entre Vampiros II: Una mirada al futuro.

Parejas: Harry de Lioncurt/Eriol Hiiragizawa.

-Letra normal: dialogo, relato.

Secuela del fic del mismo nombre

Una hora después

Al día siguiente