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Técnicas básicas de enfermería

Paciente terminal.
Procedimientos relacionados.
Cuidados postmorten

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ÍNDICE
1. Concepto de enfermedad terminal
2. Atención al paciente terminal
3. Cuidados del paciente terminal
4. Cuidados post mortem
5. Traslado del cadáver

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1. CONCEPTO DE ENFERMEDAD TERMINAL
Una enfermedad terminal es la que se encuentra en el último estadio de su
evolución y a la que sucederá la muerte de la persona en un plazo
relativamente corto, de unos seis meses por término medio.

▪ La enfermedad terminal puede presentarse a cualquier edad, pero es


en geriatría donde se da con más frecuencia.
▪ El miedo a la muerte ha convertido esta experiencia natural en un tabú que
condiciona la relación, limitando la calidad de los cuidados al moribundo.
▪ En general, los pacientes con enfermedad terminal pueden dividirse en dos
grandes grupos:
Oncológicos: son el grupo más No oncológicos: pacientes que padecen trastornos que
numeroso. pueden conducir a la muerte, directamente o por
Coinciden dos factores: la mayor complicaciones secundarias :
incidencia del cáncer con el − Enfermedades neurológicas degenerativas (demencia,
aumento de la edad y un frecuente Parkinson).
retraso en el inicio del tratamiento − Enfermedades cerebrovasculares, neumopatías,
por falta de un diagnóstico precoz. cardiopatías, hepatopatías, insuficiencia renal crónica
e inmovilidad irreversible.

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1. CONCEPTO DE ENFERMEDAD TERMINAL
Atención o cuidados paliativos
• Programa de tratamiento para mantener o mejorar las condiciones de vida de los
pacientes, cuando no responden a un tratamiento curativo, pretende:
– Aumentar su calidad de vida.
– Potenciar el bienestar y mantener la dignidad hasta su muerte.
• Sigue el concepto hipocrático de «alivia, si no puedes curar».
• Incluye los cuidados de cualquier síntoma molesto, del dolor y del sufrimiento de la
persona.

Características de la enfermedad terminal. (Tomado de Enfermería de Principales causas de muerte en mayores, desde 60 a 90 años y más.
3 cuidados paliativos, de Eulalia López Imedio, Ed. Panamericana.) (Fuente: INE, 2014.)

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2. ATENCIÓN AL PACIENTE TERMINAL

2.1. Valoración del paciente terminal

La valoración del paciente terminal consiste en el análisis de su situación de


salud a partir del empleo de diversos instrumentos de valoración y de la
realización de una historia clínica completa.

Debe incluir:
• Valoración clínica. Se realizará a través de la historia clínica, en la que colaborará
el cuidador principal para la recogida de la información.
• Valoración funcional. Se refiere a las condiciones generales relacionadas con el
mantenimiento de su independencia. Incluye:
− Actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Son actividades de autocuidado,
como asearse, caminar, etc. Se pueden emplear varios índices. Ej. Índice de
Barthel.
− Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD). Entre ellas, cocinar,
escribir, comprar, etc. Se emplean escalas. Ej. Escala Lawton.
− Actividades avanzadas para la vida diaria (AAVD). Comprenden la
participación social, las aficiones, etc.

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ABVD

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AIVD

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2.1. Valoración del paciente terminal
• La valoración mental incluye tanto la esfera cognitiva como la afectiva, a
partir de diversos test o cuestionarios (el test de Pfeiffer SPMSQ, el test de
Shulman, la escala de depresión geriátrica, etc.).
• La valoración social analiza la actividad social del anciano y la carga de su
cuidador a través de cuestionarios específicos (OARS, Family APGAR, etc.).

Otras variables que ayudan a establecer el pronóstico, son:


− La edad, como indicador de «fragilidad» y de morbilidad.
− El tiempo de evolución del proceso causal.
− El estado nutricional.
− El deterioro cognitivo.
− La depresión.
− La falta de un adecuado soporte sociofamiliar.

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2.2. Objetivos de los cuidados paliativos

Bienestar físico
Tratamiento del dolor.
Cuidados físicos necesarios
y básicos.

Bienestar espiritual Bienestar psicológico


Creencias del paciente. Objetivos Tratar la ansiedad y la
Recursos ante la de los depresión.
incertidumbre. cuidados El delirio, la
Esperanza y búsqueda paliativos intranquilidad y la
de sentido. agitación.

Bienestar social
Familiares y profesionales
sanitarios que se ocupan
del paciente.

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3. CUIDADOS DEL PACIENTE TERMINAL

Síntomas más
frecuentes de los
enfermos terminales.

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3.1. Cuidados físicos

Los cuidados físicos comprenden todos los procedimientos de enfermería


derivados de las necesidades del paciente, aplicados para una situación peculiar
que dependerá de la persona, de su momento vital, de la enfermedad, etc.

La estimulación del paciente


terminal para cuidar su aspecto
e higiene es muy importante; le
ayudará psicológicamente a
Cuidados físicos del paciente terminal (continúa) llevar mejor su estado.

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3.1. Cuidados físicos

Ejercicios para la expulsión de gases.

Cuidados físicos del paciente terminal (continuación)


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3.2. Cuidados psicológicos
✓ Tener una buena disposición para comunicarse con el paciente, cuidando mucho
tanto la comunicación no verbal como la verbal.
✓ Ser consciente de la propia actitud ante la muerte. No debe darse sensación de
tener prisa, o de apatía y despreocupación.
✓ Se debe facilitar y estimular la expresión de temores,
ansiedad, tristeza, preocupaciones, etc., manteniendo una
escucha activa.
✓ Deben promoverse actividades de ocio y ocupación del
tiempo de su agrado, así como encuentros con familiares y
amigos.
✓ La espiritualidad y la religiosidad cobran una especial
relevancia en estos momentos. Por ello, si el paciente lo
demanda, se le facilitará la atención espiritual.
✓ Deben aceptarse las diferentes manifestaciones
La actitud de los profesionales
emocionales del paciente y de sus familiares en relación sanitarios con los pacientes
con la vivencia de la pérdida inminente. terminales debe ser de empatía y
comprensión.

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3.2. Cuidados psicológicos

Etapas del duelo del


paciente ante la
vivencia de su muerte

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3.3. Principios de bioética asistencial

La práctica asistencial debe sustentarse en un referente o modelo teórico o


filosófico que recoja unos principios que orienten las conductas profesionales
y las actitudes personales frente a unas situaciones concretas.

Frente a los pacientes en fase terminal, los principios de la bioética son:


▪ No maleficencia evitando hacer daño físico, psíquico o moral (evitar
diagnósticos o tratamientos ineficaces, inseguros o sin evidencia clínica).
▪ Justicia facilitando a los pacientes un acceso no discriminatorio y suficiente a
los recursos disponibles, con un uso eficiente de estos.
▪ Responsabilidad del sistema sanitario público y sus profesionales (evitar
riesgos innecesarios e invertir en recursos de mejora).
▪ Beneficencia. Relacionado con la promoción del bienestar y con el objetivo de
realización personal hasta el último momento.
▪ Autonomía: recoge el derecho a la información y a tomar decisiones sobre su
persona.

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3.3. Principios de bioética asistencial

▪ En España, en el año 2007, se aprobó el Real Decreto que regula el Registro


Nacional de Instrucciones Previas, Documento de Voluntades Anticipadas,
también llamado testamento vital:
▪ Permite dejar constancia de la voluntad de la persona que no desea
recibir determinados tratamientos, así como sobre el destino de su
cuerpo y sus órganos.
▪ Se aplicaría en pacientes que entrasen en fase terminal o de agonía, sin
expectativa de curación, para evitar el ensañamiento terapéutico y el
sufrimiento innecesario.
▪ El Comité de Ética Asistencial es un órgano consultivo e interdisciplinar, al
servicio de los usuarios y de los profesionales, constituido para asesorar en los
posibles conflictos que pudieran surgir como consecuencia de la labor
asistencial.
▪ Tiene como finalidad mejorar la calidad de la asistencia sanitaria,
teniendo en cuenta la dimensión ética de los cuidados a los pacientes.
▪ Está compuesto por un equipo multidiscilplinar (médicos, enfermeros,
neurólogos, licenciados en derecho, pediatras, etc.).

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3.4. Cuidados del paciente agonizante

La agonía es el estado que precede a la muerte, que puede durar días u horas,
cuando la vida se extingue gradualmente. Es el proceso de llegar al final, es parte
del vivir todavía.

▪ En la agonía deben mantenerse los cuidados físicos que sean imprescindibles, los
cuidados psicológicos, los cuidados familiares y los cuidados espirituales.
▪ Signos del estado de agonía:
− Manos y pies fríos al tacto; tener sensación de frío.
− El pulso pasa de rápido a lento e irregular.
− Palidez y sudoración pegajosa.
− Respiración lenta y difícil, acumulación de moco (estertor agónico).
− Disminución del tono muscular general, caída de la mandíbula.
− Pérdida de sensibilidad.
− Encamamiento, estado semicomatoso, ingesta limitada a pequeños sorbos e
incapacidad de tomar fármacos por vía oral.

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4. CUIDADOS POSTMORTEM

Los cuidados post mortem son aquellos que se efectúan


después de la muerte, una vez que el médico ha firmado
el certificado de defunción o fallecimiento del paciente.

• Una vez producido el óbito (muerte, exitus o defunción),


el cuerpo se tratará con respeto y sin brusquedades.
• No se debe manipular al cadáver en presencia de los
familiares o de otros pacientes. Para ello, se le aislará en
un espacio cerrado o mediante elementos móviles
(biombos, cortinas).
• Después de prestar los cuidados necesarios, el cadáver
se trasladará:
• Al velatorio del hospital o residencia.
• A un tanatorio.
• Al quirófano, para donación de órganos
• A la sala de necropsias, para averiguar las causas
de la muerte.

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4.1. La muerte. Concepto y signos
La muerte es el cese o finalización irreversible de toda actividad vital.
Es un suceso y un estado. En términos legales, es el cese total de la actividad cerebral.

A. Signos precoces de muerte

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4.1. La muerte. Concepto y signos
B. Signos tardíos de muerte

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4.2. Amortajamiento
Es el conjunto de atenciones o procedimientos, en los
que participa el TCAE, o los servicios funerarios, que se le prestan al fallecido desde
que se produce la muerte hasta que se traslada su cadáver. Su objetivo es
asegurar la integridad del cadáver y prestar atención a la familia.

A. Preparación del cuerpo

Es una labor propia del TCAE y del equipo de enfermería. Supone una continuación
de los cuidados prestados en vida y debe mantener el respeto hacia el cadáver y su
familia.
Se realiza después de que el médico certifique la muerte, realizando el
electroencefalograma de confirmación, y el TCAE anota en el libro de incidencias
los datos del fallecido.

Posición de preparación del cuerpo.

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4. CUIDADOS POSTMORTEM
Funciones del TCAE
El TCAE debe registrar en la hoja de evolución del paciente todos los cuidados
que se realizan al cadáver:
✓ Tras la confirmación de la muerte por parte del médico, el TCAE anotará en
el registro correspondiente los siguientes datos:
✓ Nombre del médico que ha constatado la muerte.
✓ El nombre del paciente.
✓ La unidad de procedencia y la cama que ocupaba.
✓ La hora y fecha en que se produjo el fallecimiento.
✓ Realizar todo el procedimiento con la intimidad necesaria. Si los cuidados
no se pueden llevar a cabo en lugar distinto de la habitación, colocar
biombos y cerrar la puerta.
✓ Comunicar a la familia que se va a proceder a la preparación del cadáver e
invitarles a salir de la habitación, mostrándoles todo nuestro apoyo e
indicándoles dónde pueden esperar o iniciar los trámites necesarios para
inhumación del cadáver según el protocolo que ellos hayan elegido.

Las funciones del TCAE no están detalladas en el libro.

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4. CUIDADOS POSTMORTEM
Funciones del TCAE
✓ Hay que tener la precaución de que otros pacientes y familiares no
presencien estos cuidados debido al gran impacto emocional que supondría
para ellos.
✓ Si la familia no está en el lugar del fallecimiento, avisarla por los cauces
adecuados según la institución, asegurándose de la identificación del
fallecido y del parentesco de la persona a quien se avisa.
✓ Consultar con la familia las prácticas religiosas o el procedimiento a seguir y
si es posible actuar según sus costumbres.
✓ Es aconsejable realizar los cuidados post mórtem antes de que aparezca el
rigor mortis.
✓ Actuar con actitud de respeto, discreción y silencio
✓ Avisar a los coordinadores de trasplantes en el caso de que sea donante de
órganos.
✓ Cualquier manipulación del cadáver se realizará con sumo cuidado, pues su
piel pierde rápidamente consistencia y elasticidad y cualquier actuación
brusca puede producir lesiones y marcas.

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4.2. Amortajamiento

B. Realización de la mortaja o sudario

MATERIAL:
• Sábana y bolsa-sudario. En algunos casos, a petición de
la familia, se utiliza la ropa que aportan los familiares.
• Pulsera o etiquetas identificativas.
• Bata, guantes, gorro y mascarilla desechables.
• Vendas normales de 5x5 o de 10x5.
• Carro de curas con: jeringas, apósitos, pinzas de Kocher,
aerosol de película plástica, bisturí, tijeras, algodón y
esparadrapo.
• Pañal.
• Palangana con agua, toalla, esponja y jabón germicida.
• Bolsa de plástico para la ropa sucia.
• Bolsa de plástico o cubo para el material desechable.
• Contenedor, sobre o bolsa para guardar los enseres
personales.
• Camilla.

En cursiva el material añadido, que no aparece en el libro

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4.2. Amortajamiento

1. Solicitar a los familiares que salgan de la habitación. Si la familia desconoce el


fallecimiento ha de ser avisada. Si el fallecimiento se ha producido en una
habitación compartida con otras personas, se debe colocar un biombo y
tranquilizarlas.
2. Lavarse las manos y ponerse bata, guantes y mascarilla.
3. Retirar de la habitación todo el equipo que ya no sea de utilidad y que pueda
molestar. Recordar la necesidad de limpiarlo posteriormente.
4. Colocar a la persona fallecida en decúbito supino, con los brazos y pies estirados
sobre la cama antes de que actúe el rigor mortis o rigidez cadavérica.
5. Retirar la ropa, los tubos, las sondas, los catéteres y los drenajes que tuviera el
difunto.
6. Lavar el cuerpo con agua y jabón germicida. Secarlo y reemplazar los apósitos
manchados por otros limpios.

En cursiva los pasos del procedimiento añadidos, no aparecen en el libro

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4.2. Amortajamiento
•Taponar todos los orificios corporales (naturales y quirúrgicos) con algodones o
apósitos. Pretende evitar el derrame de líquidos orgánicos. Para realizar el
taponamiento ayudarse de la pinza Kocher (oídos, nariz…)
• Después de lavar se colocará un pañal para retener posibles emisiones de heces
y orina.
7. Sellar los labios con el aerosol de película plástica y si fuera necesario colocar una
venda alrededor de la cabeza para mantener cerrada la boca. Si es posible,
colocar la prótesis dental.
8. Sujetar con vendas pies y manos, estando estos cruzados.
9. Asegurarse de que lleva la pulsera identificativa en el interior del sudario.
10. Cerrar los párpados de la persona fallecida con algodón empapado en alcohol o
alguna solución que una los párpados.
11. Introducir al fallecido en la bolsa-sudario y cerrarla o bien hacer el sudario con
una sábana.

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4.2. Amortajamiento
12. Colocar sobre la bolsa las etiquetas identificativas del difunto: nombre, apellidos,
fecha y planta en la que se produjo el fallecimiento, pegadas con esparadrapo.
13. Trasladar el cuerpo de la cama a la camilla.
14. Recoger todo el material utilizado y lavarse las manos.
15. Encargar, si es posible, la desinfección terminal de la habitación. Si se tratara de
una habitación compartida, y existieran otros pacientes, limpiarla y ordenarla como
si fuera una unidad desocupada o que acabara de ser abandonada por una
persona dada de alta.
16. Entregar a la familia los objetos personales del difunto con inventario y firma del
recibo.

Etiquetas identificativas
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4.2. Amortajamiento

OBSERVACIONES
• En el caso de que vaya a realizarse una necropsia al cadáver, el traslado se
efectuará a la sala de necropsias. En este caso no es preciso colocar el
sudario o enrollar el cuerpo con la sábana
• Si se va a realizar una donación de órganos, el traslado se efectúa al
quirófano correspondiente.

FORMAS DE REALIZAR UN SUDARIO

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5. TRASLADO DEL CADÁVER

• Se realiza con el cadáver ya preparado, bien al velatorio del hospital o la


residencia, al tanatorio (al que podría también trasladarse el cuerpo sin
amortajar), al quirófano para donación de órganos o a la sala de necropsias.
• Cuando se trata de un traslado dentro del hospital (sala de autopsias,
quirófano o velatorio), lo realiza el celador en camilla con el cuerpo cubierto
con una sábana.
• Cuando se trata de salir al exterior del hospital (tanatorio, domicilio, otro lugar
geográfico), lo realizan los servicios funerarios debidamente autorizados, que
lo pueden trasladar a otra ciudad, CC. AA. o país (para lo que requerirá una
autorización sanitaria de la CC. AA.).
• El objetivo final es realizar un sepelio adecuado, con enterramiento en un
cementerio o incineración.

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Manifestaciones del duelo en adultos (M. A. Lacarta y E. D. García, SECPAL).
Cognitivas Fisiológicas
• Incredulidad/irrealidad, confusión. • Aumento de la morbimortalidad.
• Alucinaciones visuales y/o auditivas fugaces y • Vacío en el estómago y/o boca seca.
breves. Dolor de cabeza.
• Dificultades de atención, concentración y • Opresión de tórax/garganta, falta de
memoria. aire y/o palpitaciones.
• Preocupación, pensamientos e imágenes • Falta de energía/debilidad.
recurrentes. • Alteraciones del sueño y/o la
• Obsesión por recuperar la pérdida o evitar alimentación.
recuerdos. Conductuales
• Distorsiones cognitivas.
• Conducta distraída. Aislamiento
Afectivas social.
• Impotencia/indefensión. • Llorar y/o suspirar.
• Insensibilidad, anhelo. Hiper/hipoactividad.
• Tristeza, apatía, abatimiento, angustia. • Llevar o atesorar objetos. Visitar
• Ira, frustración y enfado. Culpa y lugares que frecuentaba el fallecido.
autorreproche. • Llamar y/o hablar del difunto o con
• Soledad, abandono, emancipación y/o alivio. él.
• Extrañeza respecto a sí mismo o ante el mundo • Descontrol u olvidos en las
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habitual. actividades de la vida diaria.
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