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1. INTRODUCCIÓN 2. LA AUTONOMÍA-SEPARA-
BILIDAD
El acuerdo arbitral está marcado por
2.1. El principio
el principio de autonomía. Ahora bien, en
derecho francés, este término designa dos El principio de la autonomía del
cosas diferentes, que conviene distinguir: acuerdo arbitral, en su concepción clásica,
en primer lugar, la autonomía del acuerdo fue establecido en Francia en la decisión del
arbitral con respecto al contrato al que se 7 de mayo de 1963 de la Cour de cassation
refiere. Este es el sentido tradicional del llamada jurisprudencia “Gosset”, en los
concepto de autonomía, también aludido siguientes términos, que fueron calificados
como “separabilidad” (2). Con el tiempo, de “lenguaje de tipo legislativo”1:
otro sentido se agregó a la noción de “En materia de arbitraje internacional,
autonomía del acuerdo arbitral, aunque el acuerdo de arbitraje, concluido
quizás impropiamente: la autonomía del separadamente o incluido en el acto
jurídico al que se refiere, presenta siempre,
mismo con respecto a toda ley estatal (3).
salvo circunstancias excepcionales, una
El presente estudio tratará de estos dos completa autonomía jurídica, excluyendo
aspectos, y de las consecuencias que les que pueda estar afectado por una eventual
atribuye la jurisprudencia francesa. invalidez del acto”2.
(*)
Socio fundador, Derains & Gharavi, París.
(**)
Ex asociada Derains & Gharavi, París.
1
FRANCESCAKIS, PH. “Le principe jurisprudentiel de l’autonomie de l’accord compromissoire”.
En: Revue de l’arbitrage, 1974, p. 67, spéc., p. 69.
2
Cour de cassation, civ. 1ère, 7 de mayo de 1963. En: JCP 1963.II.13405, nota B. GOLDMAN.
En: Journal du droit international 1964, p. 82, note J.D. BREDIN. En: Revue critique de droit
international privé 1963, p. 615, note H. MOTULSKI.
3
Para una interpretación diferente, ver: MAYER, P. “Les limites de la séparabilité de la clause
compromissoire”, En: Revue de l’arbitrage, 1998, N°2, p 359, que ve en la cláusula de arbitraje
únicamente una cláusula del contrato principal separable del mismo, y que por lo tanto le
puede sobrevivir
4
FOUCHARD,PH.; GAILLARD, E.; B. GOLDMAN. On International Commercial Arbitration. Kluwer Law
International, 1999, N°416.
5
SANDERS, P. “L’autonomie de la clause compromissoire”. Etudes Eisemann, p. 31.
distinguir entre los conceptos de nulidad sería sin efecto pues incluido en un
e inexistencia. Existiría el riesgo de contrato inexistente”6.
multiplicación de las acciones dilatorias,
Salvo muy escasas excepciones
que el principio de autonomía busca
(como el caso “Cassia”7), esa jurisprudencia
precisamente evitar. Es pues normal que la
no se desmintió, como lo demuestran dos
mera alegación de inexistencia del contrato
decisiones más recientes en las que la Cour
principal no prive al tribunal arbitral
de cassation indicó que “en aplicación del
de competencia. En cambio, incumbirá
principio de validez del acuerdo arbitral y
al tribunal arbitral, si efectivamente
de su autonomía en materia internacional,
dictamina que el contrato principal es
ni la nulidad ni la inexistencia del contrato
inexistente, inferir las consecuencias
que lo contiene pueden afectarlo” (Decisión
en cuanto al acuerdo arbitral, siempre
“Omenex”8 y decisión “NBC”9).
y cuando considere que las causas de
inexistencia del contrato principal afectan Esa distinción fue de todos modos
también al acuerdo arbitral. expresamente descartada por el Convenio
Europeo sobre Arbitraje Comercial
La distinción entre la nulidad y la
Internacional de Ginebra de 1961 –
inexistencia no prosperó en la jurispru-
ratificado por 27 Estados europeos10, y
dencia francesa. Así, en su decisión del 6
3 no europeos11 -, cuyo artículo V, §3
de diciembre de 1988, la Cour de cassation
dispone que el tribunal arbitral “tiene el
afirmó que:
poder de decidir sobre […] la existencia o
“el principio de la autonomía del la validez […] del contrato del que forma
acuerdo arbitral permite prevalerse de parte [el acuerdo arbitral]”, así como por el
este acuerdo incluso cuando el contrato
firmado por las partes no pudo entrar
reglamento de arbitraje CNUDMI.
en vigor, ya que el litigio que las opone
está relacionado con la conclusión [del
Esta concepción de la autonomía
contrato]. Una Cour d’appel descartó trajo como corolario desde el principio la
justamente la excepción de nulidad posibilidad que el acuerdo arbitral pueda
fundada en el artículo 1502-1° N.C.P.C. ser regido por un derecho distinto a aquel
que pretendía que el acuerdo arbitral aplicable al contrato principal.
6
Cass. 1ère civ. 6 de diciembre de 1988, En: Revue de l’arbitrage, 1989, p. 641.
7
“Cour de cassation, 1ère civ. 10 de julio de 1990”. En: Journal du Droit International 1, 1992,
p. 168
8
“Cour de cassation, 1ère civ., 25 de octubre de 2005”. En: Revue de l’arbitrage 2006, p. 103.
En: Journal du Droit International 2006, p. 996.
9
“Cour de cassation, 1ère civ. 11 de julio de 2006”. En: JCP G, 2006, I, 187, p. 2100; JCP G,
2006, II, 10182.
10
Albania, Alemania, Austria, Belarus, Bélgica, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, República Checa,
Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Hungría, Italia,
Luexmburgo, Macedonia, Malta, República de Moldavia, Polonia, Rumanía, Federación de
Rusia, Serbia y Montenegro, Turquía, Ucrania.
11
Burkina Faso, Cuba, Kazajstán.
12
Decision “Quijano Aguero”. En: Revue de l’arbitrage 1973. p. 158.
13
Decision “Sonetex”, En: Revue de l’arbitrage 1993. N°2. p. 273.
14
Laudo CCI N° 6840 emitido en 1991, En: Journal du droit international 4 1992. p. 1031. nota
DERAINS, Y.
15
“Cour d’appel de París 13 de diciembre de 1975”. En: Revue critique de droit international
privé 1976. p. 510. nota OPPETIT, B.
16
Cass. Civ. 1ère, 4 de Julio de 1972, En: Journal du droit international 1972. p. 843. nota OPPETIT,
B.
17
Cour d’Appel de París, 13 de diciembre de 1975, En: Journal du droit international 1977, p.
107. nota LOQUIN, E. En: Revue de l’arbitrage 1977. p. 147. nota FOUCHARD, Ph.
18
Cour d’appel de París, 28 de Noviembre de 1989, En: Revue de l’arbitrage, 1990, N°3, p.
675, nota MAYER, P.
19
Cour d’appel de París, 17 de Diciembre de 1991. En: Revue de l’arbitrage 1993, p. 281.
20
Cour d’appel de París, 8 de Marzo de 1990. En: Revue de l’arbitrage 1990, p. 675.
21
Cour d’appel de París, 7 de Diciembre de 1994. En: Revue de l’arbitrage 1996, p. 245.
22
Cour de cassation, 1ère civ. 20 Décembre 1993. En: Journal du droit International 1994, p.
432 (nota E. GAILLARD) y p. 690 (nota E. LOQUIN). En: Revue de l’arbitrage 1994, p. 116. Nota
H. Gaudemet-Tallon.
23
Decisión “Uni-Kod”, Cour de cassation, 1ère civ., 30 de marzo de 2004. En: Revue de l’arbitrage
2005, p. 961.
24
Decisión “Nemesis”, Cour de cassation, 1ère civ., 22 de noviembre de 2005. En: Journal du
droit international 2004, p. 1187.
25
Decisión “Jules Vernes”, Cour de cassation, 1ère civ., 7 de junio de 2007. En: Revue de
l’arbitrage 2006, p. 945.
26
“Decisión Soerni”, Cour de cassation, 1ère civ. 8 de Julio de 2009. En: Bulletin civil de la Cour
de cassation, R 165(2), p. 146.
27
FOUCHARD,PH.; GAILLARD,E.; GOLDMAN, B. On International Commercial Arbitration. Kluwer Law
International, 1999, N° 421 a 434.
28
DAVID, R. L’arbitrage dans le commerce international, N° 242.
29
FOUCHARD, Ph.; GAILLARD, E.; GOLDMAN, B. On International Commercial Arbitration, Kluwer
Law International, 1999, N°442.
30
RACINE, J. B. “Réflexions sur l’autonomie de l’arbitrage commercial international”, En: Revue de
l’arbitrage 2005, N°2, p. 313. Ver también A. DIMOLITSA, “Autonomie et Kompetenz-Kompetenz”,
En: Revue de l’arbitrage 1998. p. 307; “l’enjeu est l’efficacité maximale de la convention
d’arbitrage” “Lo que está en juego es la máxima eficacia del acuerdo de arbitraje”.
LA INTERVENCIÓN DE TERCEROS
EN EL ARBITRAJE
ALEXIS MOURRE (*)
(*)
Socio Fundador de Castaldi Mourre & Partners, París. Profesor de la Universidad de Versailles
y de la Universidad de Santo Domingo, República Dominicana. Vicepresidente de la Corte
Internacional de Arbitraje de la CCI. Vicepresidente del Comité de Arbitraje de la IBA.
1
Bulletin de la Cour Internationale d’Arbitraje de la CCI, v. 20, n. 1-2009.
2
ARNÁLDEZ, J.J., nota sobre la sentencia CCI 7155 de 1993, En: JDI, N°4 1996, p. 1040.
3
C.A. Paris 30 de noviembre de 1988, En: Rev. Arb. 1989, p. 691; C.A. Paris, 28 de noviembre
de 1989, En: Rev. Arb. 1990, pp. 675 y ss.; C.A. Paris, 11 de enero de 1990, En: J.D.I. 1991,
p. 141 con nota de Audit B.; C.A. Paris, 8 de octubre de 1997, En: Gaz. Pal. 9-11 de enero de
2000. Ver sobre esta jurisprudencia, la nota crítica del Prof. Pierre Mayer en Rev. Arb. 1990,
p. 681 y ss., quien dice que “la formule frappante qu’affectionne la Cour de Paris ne recouvre
qu’une réalité des plus modestes. Si les non signataires se voient étendre l’application de la
clause, ainsi que la charge des obligations substantielles ou le bénéfice des droits, c’est tout
simplement parce que, de par leur propre volonté, pas toujours expresse mais certaine, ils y
sont devenus parties”. En relación a la oponibilidad a terceros de la cláusula compromisoria
ver también Daniel Cohen “Arbitrage et société”. Paris 1993, L.G.D.J.; y más recientemente, la
decisión de la C.A. Paris, de 25 de septiembre de 2008 “Joseph Abela Family Foundation”.
4
C.Cass. civ. de 14 de octubre de 1987, En: Rev. Arb. 1988, pp. 288 y ss.; C.A. París, 4 de
enero de 1980; C. Cass. com. de 13 de noviembre de 1967, Rev. Arb. 1967, pp. 116 y ss.;
Sobre el conjunto de la cuestión, ver particularmente GOUTAL, J.L. “L’arbitrage et les tiers,
rapport général”, En: Rev. Arb. 1988, pp. 439 y ss.
5
CA Paris de 7 de octubre de 1999. En: “Les Cahiers de l’arbitrage, Recueil I”, p. 289; En :
Rev. Arb. 2000, pp. 288 y ss. con nota de D. BUREAU.
6
Cass. Civ. 1°, 8 de febrero de 2000, En: Gaz. Pal. 1-2 de diciembre de 2000; CA Lyon de
15 de mayo de 1997. En: Gaz. Pal. 9-11 de enero de 2000; C.Cass civ. 1°, 27 de marzo de
2007, “Alcatel c./Amkor”, con crítica de LEGROS, Cécile. En: JDI N° 3, 2007, p. 799.
7
C.Cass. civ. 1°, de 5 de enero de 1999 comentada por Etienne Pataut en Revue Critique de
Droit International Privé, 1999 (3), pp. 536 y ss.; y C.Cass. civ. 1°, de 19 de octubre de 1999,
ambas decisiones comentadas por Daniel Cohen en Rev. Arb. 2000 N° 1, pp. 85 y ss.
8
Artículo 1.665 del Código Civil francés: “Los contratos sólo tendrán efecto entre las partes
contratantes; no afectarán a terceros, y sólo les aprovecharán en el caso previsto en el artículo
1.121”.
9
C.Cass. com. de 15 de noviembre de 1977. Bull. civ. IV, N° 262, en: Rev. Arb. 1980, p. 69
con nota de B. MOREAU.
10
Laudos CCI N° 5891 de 1988. En: Bull. Cour Internationale d’arbitrage de la CCI, nov. 1991,
p. 23; 5920 de 1989, Bull. Cour Internationale d’arbitrage de la CCI, nov. 1991, p. 27 ; 6519
de 1991, Bull. Cour Internationale d’arbitrage de la CCI, nov. 1991, p. 34 ; 7155 de 1993. En:
J.D.I, 1996, pp. 1037 y ss.; Laudo en el caso 10758 en 2000, comentada por ARNÁLDEZ, J.J.
En: JDI 4 2001, p. 1171.
11
Sobre la posición original, ver C.Cass. com. 4 de junio de 1985, Bull. civ. IV, N° 178, y el
artículo de GOUTAL, J.L. En: Rev. Arb. 1987, p. 139; también C.Cass. civ. 1°, de 20 de octubre
de 1987, Rev. Arb. 1988, p. 559. Sin embargo ver el giro que se produjo en la jurisprudencia
francesa en la decisión C.Cass civ. 1° de 11 de julio de 2006 “la cláusula arbitral contenida
en el contrato que obliga al estipulante y al promitente, puede ser invocada por y contra el
tercero beneficiario de una estipulación a favor de terceros”. Comentada por LARROUMET, Ch.
En: Rev Arb. 2006, 4, pp. 970 y ss.
12
Ver especialmente, los trabajos del simposium de la ICCA en Varsovia en 1980, los de la
conferencia organizada por el Comité Francés del Arbitraje el 5 de mayo de 1988 (Rev.
Arb. 1988, pp. 431 y ss.), y las notas del grupo de trabajo establecido por la Comisión de
Arbitraje Internacional de la CCI bajo la presidencia de J-L. Devolvé. Sobre la acumulación de
procedimientos, ver especialmente de S. Jarvin, “Problèmes posés par la jonction d’affaires,
Multy-Party Arbitration”, ICC Publishing, 1991, pp. 199 y ss.; Ver asimismo más recientemente,
UGARTE, Ricardo y BEVILACQUAA Thomas. “Ensuring Party Equality in the Process of Designating
Arbitrators in Multiparty Arbitration: An Update on the Governing Provisions”. En: Journal of
International Arbitration, Kluwer Law International. Vol. 27-1, 2010, pp. 9-49; VOSER, Nathalie.
“Multi-party Disputes and Joinder of Third Parties”. En: VAN DEN BERG, Albert Jan (ed). “50
Years of the New York Convention: ICCA International Arbitration Conference, ICCA Congress
Series, 2009” Dublin. Vol. 14. Kluwer Law International 2009, pp. 343-410; y los trabajos del
Congreso de la CCI “Multiparty Arbitration” celebrado en París el 8 de diciembre de 2009.
13
C.Cass civ. 7 de enero de 1992, “Dutco”. En: Rev. Arb. 1992, p. 470 con nota de P. BELLET;
En: J.D.I 1992, p. 707 con nota de JARROSSON, CH. En: RTD Com. 1992, p. 796 con nota de
Dubarry y Loquin.
14
La idea según la cual la acumulación de procedimientos puede ser ordenada sin el acuerdo
de todas las partes parece, sin embargo progresar. La acumulación de procedimientos es
prevista con diferentes variantes por los siguientes reglamentos y leyes nacionales, entre
otros: el artículo 4.6 del reglamento de arbitraje de la CCI, aunque sólo tratándose de las
mismas partes; el artículo 22.1.h de las reglas de la L.C.I.A.; el artículo 6B de la ley de
arbitraje de Hong Kong; el artículo 4.2 de las reglas suizas de arbitraje; la jurisprudencia de
los tribunales del Estado de Nueva York; el artículo 17(5) del proyecto revisado de las nuevas
reglas UNCITRAL sobre arbitraje y la nueva cláusula compromisoria modelo para arbitrajes
relativos a fideicomisos de la CCI.
que se dicte resulte simplemente común afirmaba igualmente, que “ni l’intervention
y obligatorio para los terceros, o que el forcée, ni l’intervention volontaire ne sont
tercero sea condenado; en ambos casos, compatibles avec la nature contractuelle
es necesario que el tercero se encuentre de l’arbitrage. L’intervention volontaire
en una situación de sujeción respecto de ne pourra se réaliser qu’avec l’accord de
la cláusula compromisoria. l’ensemble des parties à l’arbitrage”16.
PATRICE LEVEL, por su parte, afirmaba
Como vemos, las distinciones que “un tiers à la convention d’arbitrage,
necesarias para apreciar el adecuado fut-il intéressé au contrat litigieux ou
fundamento de una demanda de intervención plus précisément au litige (…) ne peut
son numerosas, el interés procesal del intervenir dans un procès soumis à des
interviniente, la finalidad de la intervención, arbitres, à l’investiture desquels il n’a pas
la naturaleza de las demandas, la cualidad été convié, hormis le cas où les parties
de los terceros, etc. en litige et le tiers consentent tous à cette
intervention et que le tribunal arbitral ne
s’y oppose pas» y que «le mécanisme de
1.2. Estado del derecho y razones para
l’intervention ou de l’appel en garantie,
aprobar las evoluciones en curso
au regard d’une instance préexistante, qui
conduirait soit à imposer aux parties au
1.2.1. Estado del derecho litige et à leur tribunal arbitral d’accueillir
la demande d’un tiers intéressé au litige,
11. En materia de arbitraje, la opinión
soit à obliger le tiers à participer à
tradicionalmente admitida es que ninguna
l’instance arbitrale, ne peut être admis
intervención, ni voluntaria, ni forzosa, se au titre de l’effet relatif de la clause
puede imponer a las partes. d’arbitrage ou du compromis”17.
MATTHIEU DE BOISSÉSSON sostenía La jurispr udencia francesa se
que “ni l’intervention volontaire, ni dirigía en el mismo sentido, así la
l’intervention forcée ne sont compatibles Cour d’appel de Paris juzgó en el
avec la nature contractuelle de l’arbitrage. pasado que “las reglas del derecho del
L’intervention volontaire ne peut se arbitraje (…) no permiten extender a
réaliser que dans l’ hypothèse où terceros (…) los efectos de la convención
l’ensemble des parties à la convention litigiosa y constituyen un obstáculo a todo
d’arbitrage accepte le principe de cette procedimiento de intervención forzada o
intervention”15. El Profesor ERIC LOQUIN de llamada en garantía”18.
15
DE BOISSÉSON, Matthieu. “Le droit français de l’arbitrage interne et international”, GLN Joly
1990, p. 246.
16
LOQUIN, Eric. “Arbitrage et cautionnement”. En: Rev. Arb. 1994, p. 247.
17
LEVEL P. “La jonction des procédures, intervention de tiers et demandes additionnelles et
reconventionnelles”. En: BULL. Cour Internationale d’arbitrage de la CCI, 1996, N° 2, pp. 36 y
ss.
18
C.A. Paris, 19 de diciembre de 1986, en Rev. Arb. 1987, p. 359. Aunque más recientemente,
la decisión C.Cass 1° civ. 14 de marzo de 2006, Conselho Nacional de Carregadores c.
Charasse, Rev. Arb. 2006, p. 653, parecía dejar la posibilidad abierta.
19
Ya en 1990, la CA de Paris admitía intervenciones accesorias a un recurso en anulación “si le
caractère contractuel de l’arbitrage fait en principe obstacle à l’intervention dans la procédure
d’arbitrage d’un tiers à qui la clause compromissoire ne peut être opposée, il n’interdit pas
une intervention dans le cadre du recours, qui trouve sa source dans les textes de procédure
et non dans la volonté des parties, à la condition que l’intervenant justifie d’un intérêt propre
à agir” C.A. Paris, 5 de abril de 1990. En : Rev. Arb. 1992. p. 110, con nota de H. SYNVET.
20
Al tratar este artículo, dejamos deliberadamente de lado, la problemática relativa a la
determinación de la ley aplicable a la autoridad del laudo.
21
Artículo 1.351 del Código Civil francés: “La autoridad de la cosa juzgada sólo tendrá lugar con
relación a lo que constituya el objeto de la sentencia. Será necesario que la cosa demandada
sea la misma; que la demanda sea fundada sobre la misma causa; que la demanda sea entre
las mismas partes, y presentada por las unas contra las otras en la misma calidad”.
22
Ver nota N° 8.
23
SAVATIER, R. “Le prétendu principe de l’effet relatif des contrats”. En: RTD Civ. 1934, p. 525.
Sobre el conjunto de la cuestión podemos referirnos a la obra del Prof. DELMAS SAINT-HILAIRE,
Philippe. “Le tiers à l’acte juridique”. En: L.G.D.J. 2000, así como al clásico artículo del Prof.
BOYER, Louis. “Les effets des jugements à l’égard des tiers”. En: RTD., 1951, p. 163.
por ejemplo, que: “el acto jurídico puede, La autoridad de cosa juzgada estaría
en tanto que hecho social oponible, limitada a las partes en virtud del principio
afectar a terceros, quienes soportarán de relatividad, mientras que se perfilaría
indirectamente las repercusiones o una noción de oponibilidad erga omnes
buscarán por el contrario prevalerse. Si el de las decisiones de justicia, no en tanto
principio de relatividad de los contratos fuentes de derechos y obligaciones sino
significa que los terceros no pueden como hechos sociales, realidades objetivas
volverse acreedores o deudores, contra susceptibles de afectar indirectamente
su voluntad, en razón de un acto en el la situación de terceras partes que estén
que no han sido partes, por el contrario, interesadas.
la oponibilidad les obliga a respectar
la situación jurídica engendrada por el La autoridad de cosa juzgada
contrato, aunque no estén ligados por y la oponibilidad son de naturaleza
ella”24. jurídica diferente: “la autoridad de la cosa
juzgada asegura la inmutabilidad de la
19. Este razonamiento vale tanto decisión entre las partes, mientras que la
para las convenciones como para los oponibilidad extiende la influencia de la
actos jurisdiccionales. El Profesor Louis decisión en el medio jurídico, imponiendo
BOYER enunciaba en este sentido, en su la situación jurídica nacida de la decisión,
famoso artículo relativo a los efectos de a los terceros”26.
las sentencias sobre los terceros, que:
“El dogma clásico de la relatividad de 20. ¿Cómo no ver, en efecto, que la
la sentencia no es válido salvo en cuanto rescisión del alquiler principal, afectará a
al valor probatorio, es únicamente como los derechos del sub-arrendatario, que la
verdad judicial que no liga sino a las partes, nulidad del depósito de marca hecha por
sin embargo, no es menos cierto que ésta el otorgante de la licencia no podrá ser
crea una nueva situación de derecho, la ignorada por el licenciatario, que la condena
cual, en lo sucesivo todos deberán tomar del responsable tendrá consecuencias sobre
en cuenta: desde este punto de vista, y en el asegurador, mientras que el fiador no
cuanto título, él es en lo sucesivo oponible podrá ser indiferente al juicio pronunciado
a todos”25. en relación al deudor otorgante? En
un caso relativo a la resolución de un
Debemos entonces hacer la distinción contrato de edición, por ejemplo, la Cour
entre la autoridad de la cosa juzgada de de Cassation francesa consideró que: “La
las decisiones jurisdiccionales, por una rescisión del contrato tiene por efecto,
parte, y su oponibilidad, por otra parte. como la resolución, eliminar el contrato y
24
DELMAS SAINT-HILAIRE, Philippe. Traducción libre. Op. cit.; p. 5.
25
BOYER, Louis, traducción libre. Op. cit., p. 187.
26
LOQUIN E. “Arbitrage et cautionnement”. En: Rev. Arb. 1994, p. 248. Ver también la decisión de
la C. Cass. com. “Prodim et autres c. Distribution Casino France”, de 23 de enero de 2007,
en base al artículo 1.351 C.C. y el artículo 1.476 del C.P.C. según la cual: “si un laudo arbitral
no tiene la autoridad de la cosa juzgada sino en relación al litigio que resuelve, ella no es por
esta razón menos oponible a los terceros”. En: Les Cahiers de l’arbitrage, 2007/2, p. 42.
27
C. Cass. civ. 1°, 7 de junio de 1995, Ed. Glénat c/ Bourgeon, D. 1995, p. 494. Sobre este
caso, ver también la crónica de GAUTHIER, P.Y. “Invitation au voyage : les cessions de droits
d’auteur à l’étranger, créatrices de groupes de contrats”, D. 1995, p. 262.
28
C.A. París 4 de enero de 1960, en: Rev. Arb. 1960, p. 122.
29
TERRÉ, F.; SIMLER, Ph e LEQUETTE, Y. se refieren en este sentido al “rayonnement du lien
contractuel”: “Droit civil, Les Obligations.” 10ª edición. París: Dalloz, 2009, pp. 499 y ss.
sostiene que aquello que ha sido juzgado oponibilidad al asegurador del laudo que
entre el acreedor y el deudor principal es condene al asegurado33.
oponible a la caución solidaria o por ellas
(…) Recíprocamente, aquello que ha sido Para el fiador, como para el ase-
juzgado en relación a una caución solidaria gurador, la oponibilidad está fundada
es oponible a las otras cauciones y al sobre la idea según la cual el fiador
deudor principal. Por último, aquello que al igual que el asegurador han sido
ha sido definitivamente juzgado en cuanto representados por el deudor principal o
a la deuda principal entre el acreedor y la por el asegurado. Se considera que tanto el
caución es oponible por el deudor principal fiador como el asegurado han participado
al acreedor”30. en el procedimiento. Esta idea, lógica en
lo que concierne al asegurador dado que
Esta solución se aplica igualmente la póliza incluye una cláusula de dirección
en materia arbitral31. del proceso34, es mucho más discutible en
lo que respecta al fiador, para quien se trata
En materia de seguros de respon- de una pura y simple ficción. Más allá de
sabilidad, la jurisprudencia de la Cour la manera en que se decida motivar las
de cassation ha considerado que la decisiones, el hecho es, ciertamente, que
condenación del asegurado a indemnizar un laudo arbitral puede ser oponible a un
a la víctima constituye la realización del fiador que ni fue parte ni ha sido realmente
riesgo32, y nadie discute seriamente la representado en el proceso35.
30
SIMLER, Ph. Cautionnement et garanties autonomes. 3a edición, París: Litec 2000, p. 494-495.
Ver también C.Cass. com. 22 de abril de 1997, Jurisdata N° 001695.
31
C.A. París, 4 de enero de 1960 precitada; CA París de 21 de mayo de 1964, París: Dalloz,
1964, p. 602. Ver igualmente una sentencia inédita de la C Cass. de 11 de julio de 1979 citada
por PH. Simler. Op. cit.; p. 495.
32
C.Cass. civ., 12 de junio de 1968, en J.C.P. París 1968.II.15584.
33
Ver BIGOT, J. “Arbitrage et assurance sous l’angle du droit français, Arbitrage, finance et
assurance”. En: Bull. Cour Internationale d’arbitrage de la CCI, suplemento especial de 2000,
p. 33.
34
El Prof. J. BIGOT expone acertadamente en este sentido que “la clause de direction du procès
s’analyse comme une promesse de mandat émanant de l’assuré, mandant, au profit de
l’assureur, mandataire, ayant pour effet de donner tous pouvoirs à l’assureur pour diriger le
procès en responsabilité engagé contre l’assuré”. Op. cit.; p. 39.
35
En este sentido, una decisión de la sala comercial de la Cour de Cassation francesa de 22 de
noviembre de 1977. En: Rev. Arb. 1978, p. 46 con nota de Ph. FOUCHARD, ilustraba la absurda
situación del fiador. En efecto, al fiador le estaba prohibido intervenir en el procedimiento
arbitral entre el deudor principal y su acreedor, según la motivación siguiente: “Dès lors que les
juges du fond constatent qu’une caution s’est obligée inconditionnellement et de la manière la
plus étendue, à titre personnel, à garantir les dettes d’une société, par un acte ne comportant
aucune clause compromissoire, c’est à juste titre qu’ils décident que cette caution ne peut
personnellement invoquer une clause compromissoire contenue dans l’acte, auquel elle n’a
pas été partie, intervenu entre le débiteur principal et son créancier”. En otros términos, si
el fiador hubiese querido proteger eficazmente sus derechos, hubiera debido demandar a
todas las partes ante la jurisdicción estatal, lo cual, probablemente, no sea la mejor manera
de respetar la voluntad de las partes en la cláusula compromisoria.
36
C.Cass. civ. 10 de mayo de 1988, “Wasteels c/ Ampafrance”. En: Rev. Arb. 1989, pp. 51 y
ss. con nota de GOUTAL, J. L.
37
BLÉRY, C. “L’efficacité substantielle des jugements civils”. En: L.G.D.J. 2000, p. 363.
38
Cuando el contrato de seguros contiene una cláusula de dirección del proceso, el asegurador
no es admitido a formar oposición como tercero: C.Cass. soc. 26 de mayo de 1965, en: D.
1965, Sommaire, p. 117.
39
Ver la jurisprudencia citada por el Prof. SIMLER en “Cautionnement et garanties autonomes”.
Op. cit.; pp. 462 y 497. La oposición de terceros es sin embargo considerada admisible
cuando el fiador hace valer una excepción que le sea personal. De manera general, el Prof.
Simler considera que la oposición de terceros debería estar abierta al fiador, sea simple o
solidario.
40
Art. 583: “Son admitidos para formar oposición en tercería, todas las personas que tengan
interés, a condición de no haber sido partes ni haber estado representadas en la decisión que
se ataque. Los acreedores y otros que tengan derechos frente a una de las partes, pueden
sin embargo formar oposición en tercería a la decisión dictada en fraude de sus derechos, o
si invocan motivos que les sean personales”.
24. Sin embargo, sabemos, que permite ignorar los hechos. Es suficiente
en materia de arbitraje internacional, en este sentido, recordar la situación del
la oposición de terceros no es admitida sub-arrendatario afectado por la rescisión
en Francia41. Sin duda es adecuado que del alquiler principal.
sea así, ya que la tercería es susceptible
de interponerse durante treinta años 42 26. Si admitimos entonces, que
e implicaría la devolución del litigio a la oposición de terceros está vedada
una jurisdicción nacional43, la oposición en materia de arbitraje internacional,
de terceros será entonces probablemente y que la oponibilidad de los laudos a
contraria a la seguridad jurídica y a terceros no pueda ser desechada de manera
la exigencia de confidencialidad que general, una reflexión se impone sobre la
caracterizan al arbitraje internacional. No intervención voluntaria.
se plantea entonces la posibilidad de abrir En efecto, rechazar a los terceros
tal vía de recurso en esta materia. que justifiquen un interés legítimo, el
25. No obstante, los derechos de derecho de intervenir en el procedimiento
los terceros no pueden ser ignorados. equivale, tomando en cuenta que la vía de
Podríamos ciertamente tratar de solucionar la oposición les está cerrada, a privarles
el problema estableciendo un principio de cualquier posibilidad de velar por la
jurídico de exclusión, en materia de protección de sus derechos cada vez que
arbitraje, de toda oponibilidad de los laudos estos sean susceptibles de ser afectados
a los terceros, sin embargo semejante por un laudo. Semejante situación no es
solución no parece ser factible. solamente perjudicial para los terceros,
sino que como lo veremos ahora, también
Por una parte, nos parece im- pone en peligro al laudo mismo.
posible, tomando en cuenta su carácter
jurisdiccional realizar una distinción entre 1.2.2.2. Las consecuencias de la
sentencias y laudos, desde el punto de vista incidencia de los derechos de
de sus efectos. Por otra parte, y sobre todo, terceros en el laudo
debe considerarse que no es en tanto acto
jurisdiccional que el laudo afectará los 27. La afectación de derechos de
derechos de terceros sino en tanto que terceros puede ser considerada como
hecho, pues ningún principio de derecho contraria al derecho a un proceso equita-
41
Esta exclusión resulta del artículo 1.507 del CPC, en virtud del cual las disposiciones relativas
a las vías de recurso en materia de arbitraje interno no son aplicables en arbitraje internacional.
El artículo 1.481 num. 2, que dispone que el laudo “peut être frappée de tierce opposition
devant la juridiction qui eût été compétente à défaut d’arbitrage”, no es aplicable entonces en
materia internacional. Ver recientemente, C.Cass. 8 de octubre de 2009, “Société Historique
et Littéraire Polonaise v. Academie Polonaise des Sciences et des Lettres”.
42
Artículo 586 del CPC.: “Salvo que la ley disponga otra cosa, la oposición de tercero podrá
formularse durante un plazo de treinta años, a contar desde que se dictó la sentencia. (…)”
43
La transposición de la solución retenida en materia de arbitraje interno por el artículo 1.481
del CPC será inevitable, tomando en cuenta la imposibilidad de reconstituir un tribunal arbitral
varios años después de que el laudo sea pronunciado.
44
Sobre las relaciones entre esta convención y el arbitraje, ver JARROSSON, Ch., “L’arbitrage et la
convention Européenne des Droits de l’Homme”. En : Rev. Arb. 1989, p. 573 ; MOURRE Alexis,
“Le droit français de l’arbitrage international face a la Convention européenne des Droits de
l’Homme”. En: Gaz. Pal. 1-2, diciembre de 2000, p. 16. La Cour de Cassation francesa, en su
sentencia “Cubic” de 20 de febrero de 2001, decidió que el artículo 6.1 concierne únicamente
a los Estados y las jurisdicciones estatales, y no se aplica al arbitraje. Pero, aparte de que la
Cour reguladora verifica de igual manera que las garantías del proceso equitativo han sido
respetadas en el proceso arbitral, hay que considerar que se trata de una imprecisión –sin
duda voluntaria- en la motivación. Dado que las garantías al proceso equitativo forman parte
de la concepción francesa del orden público internacional, ellas se aplican indirectamente al
arbitraje por medio del control ejercido por el juez de la anulación.
45
C.A. Paris, 1° civ. 5 de abril de 1990, “Courrèges Design c/ André Courrèges”, en: D. 1990,
I.R., p. 116.
46
Si el laudo violase, en cuanto a los terceros, el principio de contradicción (art. 1502-4°).
47
Si el laudo fuera contrario al orden público internacional (art. 1502-5°).
48
La admisibilidad de tal recurso no ha sido establecida, a nuestro conocimiento. El principio
es que la tercería está, de manera general abierta contra las decisiones de apelación a cuyo
procedimiento los terceros no han sido partes (C.Cass. civ. 2°, 4 de julio de 1974, en: JCP
1976, II, 18364, nota de Couchez, en: RTD Civ. 1975, 160, nota de R. PERROT; C.Cass. civ.
3°, 22 de febrero de 1972, Bull).
49
El artículo 1.045 del Código de procedimiento civil neerlandés dispone, según su version
oficial en ingles: “1) At the written request of a third party who has an interest in the outcome
of the arbitral proceedings, the arbitral tribunal may permit such party to join the proceedings,
or to intervene therein. The arbitral tribunal shall send without delay a copy of the request
to the parties. 2) A party who claims to be indemnified by a third party may serve a notice of
joinder on such a party. A copy of the notice shall be sent without delay to the arbitral tribunal
and the other party. 3) The joinder, intervention or joinder for the claim of indemnity may only
be permitted by the arbitral tribunal, having heard the parties, if the third party accedes by
agreement in writing between him and the parties to the arbitration agreement. 4) On the
grant of a request for joinder, intervention, or joinder for the claim of indemnity, the third party
becomes a party to the arbitral proceedings. Unless the parties have agreed thereon, the
arbitral tribunal shall determine the further conduct of the proceedings”. Estas disposiciones
son retomadas en el artículo 40 del Reglamento de arbitraje del Netherlands Arbitration
Institute.
50
Artículo 1.696bis del Código Judicial Belga:
“1. Tout tiers intéressé peut demander au tribunal arbitral d’intervenir dans la procédure. Cette
demande est adressée par écrit au tribunal arbitral qui la communique aux parties.
2 Une partie peut appeler un tiers en intervention.
3 En toute hypothèse, pour être admise, l’intervention nécessite une convention d’arbitrage
entre le tiers et les parties en litige. Elle est, en outre, subordonnée, à l’assentiment du tribunal
arbitral qui statue à l’unanimité”.
51
El artículo 22 del reglamento de arbitraje de la LCIA prevé : “Unless the parties at any time
agree otherwise in writing, the Arbitral Tribunal shall have the power, on the application of
any party or on its own motion, but in either case only after giving the parties a reasonable
opportunity to state their views (…) to allow, only upon the application of a party, one or more
third persons to be joined in the arbitration as a party, provided any such third person and the
applicant party have consented hereto in writing, and thereafter to make a single final award,
or separate awards, in respect of all parties so implicated in the arbitration”.
52
“Si, iniciado un procedimiento arbitral, un tercero solicita participar en el mismo o si una de
las partes en un procedimiento arbitral regido por este Reglamento solicita que un tercero
participe en él, el tribunal arbitral decidirá sobre tal solicitud tras consultar con las partes, y
teniendo en cuenta todas las circunstancias que considere pertinentes para el caso concreto”
(versión oficial en español).
53
Ver “ICC Arbitration Clause for Trust Disputes” en Bull. CCI, 2008. Vol. 19/ Nº 2, pp. 9-11.
54
Artículo 17(5) del proyecto revisado en la 50° sesión (según la nueva numeración): “5. El
tribunal arbitral podrá, a instancia de cualquier parte, permitir que uno o más terceros entren a
ser partes en el arbitraje, siempre que el tercero invitado sea parte en el acuerdo de arbitraje,
salvo que el tribunal arbitral entienda, tras oír a las partes y al tercero invitado a sumarse a
las actuaciones, que esa acumulación de partes no debe ser permitida por poder resultar
perjudicial a alguna de ellas. El tribunal arbitral podrá dictar uno o más laudos respecto de
todas las partes que intervengan eventualmente en el arbitraje”.
55
BRIGUGLIO, A.; FAZZALARI, E.; y MARENGO, R. “La nuova disciplina dell’arbitrato”. Milan: Giuffrè,
1994, pp. 109 y ss.
solidarios, a quienes se considera que por el artículo 329 de dicho código “la
han sido representados, aquellos que han intervención es principal cuando ella
creado una apariencia de participación contenga una pretensión en beneficio
en el contrato, los derechohabientes, los de quien la formula”, mientras que es
cedentes del crédito, etc. Si estos terceros accesoria, según el artículo 330, cuando
pueden ser obligados a someterse al “apoya las pretensiones de una parte”.
arbitraje, no parece lógico que se les niegue En consecuencia, la situación debe ser
su derecho de participar voluntariamente apreciada de manera diferente según si
en el mismo. el “tercero absoluto” pretende o no hacer
valer pretensiones propias.
Creemos entonces que no hay
razones para negar a estos “terceros 40. El tercero extraño a la cláusula
imperfectos” el derecho de intervenir compromisoria no tiene, en principio,
voluntariamente en el procedimiento, ningún título para imponer su intervención
en la medida en que ellos aceptaren el a las partes. No existe entonces razón
tribunal tal y como ha sido formado, alguna para autorizarle a intervenir
y eventualmente ratificaren el acta de en apoyo de pretensiones que le sean
misión. Será necesario, desde luego, que propias.
sus demandas entren dentro del ámbito de
la cláusula compromisoria, pero en este La intervención voluntaria principal
sentido no se encontrarán en una posición del “tercero absoluto” debe entonces
diferente a la de las demás partes. descartarse.
38. Tratándose de “terceros abso- 41. ¿Pero qué sucede con la inter-
lutos”, es decir, aquellos que no han vención voluntaria accesoria? Hay que
aceptado la cláusula y que no entran considerar, en vista de las razones que
dentro de las categorías mencionadas, el fueron analizadas en la primera parte
problema es el de saber qué significado de este artículo, que ésta será admisible
debe darse al principio de relatividad. cuando se justifique por la necesidad del
¿Dónde encontraremos el equilibrio entre tercero de protegerse contra los efectos que
el derecho de las partes en el contrato de el laudo podrá ocasionarle.
arbitraje de guardar un control exclusivo
del procedimiento elegido por ellas, y el En efecto, creemos que en semejante
de los terceros de intervenir para proteger situación es adecuado sacrificar la
sus propios derechos? Se impone una dimensión contractual del arbitraje y
segunda distinción, relativa a la finalidad autorizar el tercero a adherir.
de la intervención, a los fines de responder
Esta distorsión del carácter con-
a esta pregunta.
tractual del arbitraje es tanto más justifica-
2.1.2. ¿Qué quiere el tercero? da tomando en cuenta que la intervención
voluntaria intentada a título accesorio
39. El artículo 328 del CPC dispone por su naturaleza no es susceptible de
que “la intervención voluntaria es principal ocasionar ningún perjuicio a las partes en
o accesoria”. Según la definición retenida la instancia. Estas no dispondrán entonces,
56
No hay lugar entonces a plantearse la cuestión de saber como la intervención forzosa en la
instancia arbitral se concilia con la jurisprudencia que excluye la aplicación del artículo 333
del CPC, en efecto, o bien el llamado a la intervención está contractualmente obligado por
la cláusula, o bien no lo está.
57
Ver Nº 913.
58
Salvo la aplicación del artículo 326 del CPC que dispone que “si la intervención pudiera
retardar excesivamente la decisión del asunto principal, el Juez decidirá antes sobre la causa
principal, para luego decidir sobre la intervención”.