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Comisión 11507
Gigante, Abril
08/11/2019
Resumen
Palabras clave: T
DAH, tratamientos cognitivo-conductual, autocontrol, mejoramiento del
autoestima.
Introducción
A los niños con TDAH les cuesta rendir y concentrarse en las explicaciones que se
dan en el aula, su comportamiento puede resultar molesto e, incluso, inadecuado en
contextos en los que hay una demanda explícita de autocontrol; son inquietos,
impacientes, contestan cuando no se les pregunta, son incapaces de inhibir su
conducta, no saben pararse, cambian de una actividad a otra continuamente, suelen
tener problemas para relacionarse con su grupo de iguales y presentan déficits
básicos en las habilidades sociales de interacción.
Es por esto que el TDAH en niños se presenta como un gran reto tanto para los padres
como maestros, siendo así la intervención psicológica crucial en el desenvolvimiento del
niño en todo ámbito (familiar, escolar, social). En las últimas décadas ha aumentado el
interés por encontrar tratamientos eficaces para la TDAH. La desadaptación escolar, los
problemas de conducta, la autoimagen negativa, el autoconcepto erróneo y, en algunos
casos, la ansiedad-depresión son algunos de los motivos del estudio de estos tratamientos,
y del porqué del presente trabajo. Actualmente un gran número de investigaciones señalan a
los tratamientos cognitivo-conductuales como los más efectivos en el abordaje del TDAH,
que a diferencia de los medicamentos cuyos efectos en la sintomatología dejan de funcionar
al abandonar la medicación, una terapia cognitivo-conductual le brinda a los niños
habilidades y herramientas en el control de los síntomas además de disminuir sus
comportamientos problemáticos.
Por otro lado se retoma a Piaget para quien el aprendizaje es una reorganización de las
estructuras cognitivas existentes en cada momento, describiendo la mente de los sujetos
como el resultado de dos funciones estables, es decir, de la organización y la adaptación. Es
así como el aprendizaje se lleva a cabo mediante el desarrollo mental, el lenguaje y la
comprensión. Para Piaget ante las situaciones de cambio, el aprendizaje juega un rol
primordial. También Vigotsky estudia el desarrollo cognitivo desde la interacción social. Él
parte de la idea de que existen dos tipos de funciones mentales, por un lado las inferiores,
que son aquellas con las que el sujeto nace, y por otro lado las superiores, que son aquellas
sé que desarrollan y adquieren mediante la interacción social.
Pregunta de investigación: ¿De qué forma los tratamientos cognitivo-conductual
contribuyen a disminuir o erradicar las afecciones y síntomas generadas por el espectro
autista en los niños? ¿Qué incidencia tiene la realización de estos tratamientos en los
pacientes?
Desarrollo
Al investigarse los posibles tratamientos existentes para niños con TDAH, se observó la
relevancia de la implantación de tratamientos cognitivo-conductuales en los colegios. Este
enfoque no solo abarca al niño con TDAH si no que también está dirigido a padres y
profesores, lo que resultar útil para poder llevarla a cabo en los diferentes contextos en los
que se desenvuelve el niño. Lo que se busca en este trabajo no es únicamente aplicar una
terapia sino más bien apunta a un entrenamiento cognitivo, a programas que mejoren los
problemas socioemocionales, y hasta un tratamiento que combine lo farmacológico con lo
psicopedagógico. De esta forma se abordan los tres ejes del trastorno: atención,
hiperactividad e impulsividad.
Es así como en la investigación realizada por Laura E. Rodríguez (2017) con la aplicación
de este programa los padres perciben mejoras en la conducta de sus hijos tras la
intervención, cambios que se manifiestan en el descenso del número de problemas de
comportamiento que atribuyen a sus hijos, especialmente en el número total de problemas.
Asimismo, se aprecia una disminución de las conductas relacionadas con el TDAH:
oposicionismo, desatención e hiperactividad-impulsividad. Igualmente, en la escala de
autocontrol también se observan mejoras significativas tras la intervención y en el
seguimiento. También se ha encontrado una disminución en la escala de problemas
escolares del cuestionario EPC según la información proporcionada por los padres tras la
intervención, aunque tal disminución no alcanza valores significativos. Estos cambios se
mantienen durante el seguimiento. Los profesores informan de mejoras, a corto plazo, en la
conducta de los sujetos que han participado en el tratamiento. Estos cambios se ponen de
manifiesto en el descenso del número total de problemas y de problemas externalizantes.
Dichos cambios también indican una disminución de las conductas relacionadas con el
TDAH tras la intervención (menor desatención, hiperactividad-impulsividad y conducta
oposicionista), y un mantenimiento de tal disminución en la fase de seguimiento.
En los resultados obtenidos por Caterina Calderón (2001) con los usos de este programa
se vio una disminución en la escala de problemas internalizantes así como también en el
total de problemas de conducta, aunque no se apreció un descenso estadístico significante
en la escala de problemas externalizantes. Pero sobre todo es notorio el cambio efectuado
en la adquisición de autocontrol. También se aprecian mejoras que se manifiestan en la
comisión de menos errores y un aumento en el tiempo que los niños dedican a la tarea.
Conclusión
Finalmente, se puede afirmar que la hipótesis expuesta en este trabajo es válida. Aplicar
la terapia cognitivo-conductual en niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad
(TDAH) desde una temprana edad, ayuda a fortalecer y aprender los comportamientos y
habilidades que son positivos y eliminar aquellos que no son adecuados, como la
hiperactividad, inatención, impulsividad y desorganización. Esto queda justificado con los
resultados obtenidos por Rodriguez (2017) cuando se compara los datos obtenidos por
medio de un análisis descriptivo de datos (edad, sexo, etc) donde se confrontan dos grupos:
tres niños diagnosticados con TDAH, y otros tres niños que cumplen las características con
este trastorno pero no fueron diagnosticados. Los beneficios de la terapia
cognitivo-conductual en niños con TDAH escolarizados en centros ordinarios de Alicante,
nos indica la verosimilitud de la hipótesis expuesta, donde se aplicó la terapia cognitivo-
conductual a niños en primero de primaria.
Al detenerse en los resultados, se puede observar que la mayor dificultad que tienen los
niños con TDAH antes de la terapia, es llevar a cabo las auto-instrucciones y mantenerse
enfocados en las actividades que se les asignan durante un largo periodo de tiempo. A
diferencia de los niños que no fueron diagnosticados, que su máxima dificultad se centra en
realizar las auto-instrucciones. Ambos grupos de niños, antes de la terapia, presentan
dificultades para controlar la impulsividad. Se observa que luego de la terapia, los niños
diagnosticados con TDAH comienzan a mejorar sus habilidades y a cumplir con los
mandatos estipulados, al punto en que todos los niños, incluidos aquellos que no fueron
diagnosticados, tienen la misma capacidad para resolverlos.
Aun así, se considera importante destacar que no todos los programas de tratamiento con
enfoque cognitivo-conductual resultan ser exitosos, en especial cuando se trata de periodos
de tiempo largos. Una de las críticas que se realizan con más insistencia a los tratamientos
cognitivo-conductuales, y a los tratamientos en general, es la falta de generalización de las
habilidades aprendidas fuera del contexto terapéutico, y la carencia de resultados
satisfactorios a largo plazo que asegure que las mejoras se mantengan (Dulcan, M.K. &
Benson, R.S., 1997). Pese a esto se ha comprobado que estos tratamientos son más
efectivos mientras más rápido se efectúen tras detectar los síntomas, de esa manera se
evita que los niños experimenten reiteradas situaciones de fracaso, presenten una imagen
deteriorada de sí mismos, muestren déficits en los aprendizajes escolares básicos, y
desarrollen problemas de conducta.
Por último se quiere destacar que parte de los objetivos de esta práctica ha sido el
descubrir tratamientos cognitivo-conductuales efectivos en el tratamiento de TDAH en niños,
no solo por la cantidad de dificultades a las que estos niños se enfrentan en sus ámbitos
familiares, sociales y escolares, sino más bien por las limitaciones en cada estudio
encontrado sobre el tema. Hace sesenta años atrás aproximadamente se consideraba al
TDAH como un daño cerebral mínimo, posteriormente como una disfunción cerebral mínima
y luego como un trastorno. Hoy en día se sabe que la terapia cognitivo-conductual es el
mejor abordaje en la reducción y control de la sintomatología del TDAH, y por ello esta
investigación pretende contribuir en lo que se conoce como estado del arte en pos de que la
desadaptación escolar, los problemas de conducta, la autoimagen negativa, el autoconcepto
erróneo y la ansiedad-depresión no sean consecuencia a las que los niños con TDAH deban
enfrentarse en su infancia, adolescencia y adultez.
Anexo
ANEXO A
ANEXO B
Anastopoulos, A.D., Shelton, T.L., DuPaul, G.J. & Guevremont, D.C. (1993). Parent
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