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Hormonas y mecanismo de acción

Las hormonas pueden dividirse en cinco tipos principales: 1) derivados de aminoácidos, como
dopamina, catecolamina y hormona tiroidea; 2) péptidos , como hormona liberadora de
gonadotropina (GnRH), oxitocina, somatostatina y vasopresina; 3) proteínas , como insulina,
hormona luteinizante (LH) y hormona paratiroidea (PTH); 4) hormonas esteroideas, como
cortisol y estrógenos sintetizados a partir de precursores con base de colesterol, y 5) derivados
de ácidos grasos, como prostaglandinas, leucotrienos y tromboxanos.

Mecanismo de Acción de Receptores hormonales

La especificidad de las hormonas y su capacidad para identificar el órgano blanco ocurre


gracias a la presencia de receptores en las células efectoras.

Los receptores presentan características comunes, con independencia de la hormona que se


une. Estas características son:

a) Afinidad: La capacidad de fijación del receptor a un ligando está dada por la afinidad entre
ambos, que es determinada por las propiedades moleculares del receptor.

b) Especificidad: la fijación de la hormona al receptor es específica e implica una adaptación


estructural recíproca de ambas moléculas.

c) Saturabilidad: El número de receptores existentes en una célula es limitado.

d) Reversibilidad: La unión hormona – receptor es reversible.

e) Capacidad de generar una respuesta: La unión hormona – receptor tiene que ser capaz de
provocar cambios en la células ya sea iónicos, metabólicos o transcripcionales que terminarán
por generar la activación de los mecanismos celulares involucrados en el efecto biológico.

La clasificación de los receptores se establece sobre la base de su localización y los


mecanismos involucrados en la transducción de la señal en receptores de membrana y
receptores intracelulares.

Receptores De Membrana

Las hormonas que se unen a receptores de membrana transmiten sus señales mediante uno
de los siguientes mecanismos:

a) Un aumento de las concentraciones citosólicas de AMPc y la activación de la ruta de la


proteína quinasa A.

b) Una disminución de las concentraciones citosólicas de AMPc.

c) Un aumento de las concentraciones citosólicas de GMPc y la activación de la ruta de la


proteína quinasa G.

d) Una disminución de las concentraciones citosólicas de GMPc.


e) Activación de la hidrólisis del fosfatidilinositol 4,5 bifosfato y la estimulación de la ruta de la
proteína quinasa C.

f) Fosforilación de residuos de tirosina a través de la enzima tirosina quinasa.

Transducción de la señal. Proteína G - Adenilciclasa

La mayoría de los receptores a hormonas ubicados en la membrana celular están asociados a


una proteína G, las cuales pueden ser proteínas Gs cuando median la activación de la
adenilciclasa o proteínas Gi cuando median la inhibición de la misma.

Las proteínas G son proteínas reguladoras asociadas a la membrana celular que constan de
tres subunidades: α, β y γ. Las subunidades β y γ son similares en todas las proteínas G y son
responsables del anclaje de la proteína a la membrana celular y al receptor hormonal.

La subunidad α presenta el sitio de unión para el nucleótido de guanina (GTP o GDP) y brinda
especificidad a la proteína. En estado de reposo los componentes de la proteína G están
ensamblados y el sitio de unión de la subunidad α está ocupado por un GDP. La unión de la
hormona a su receptor produce un cambio conformacional, provocando la unión de la
proteína G al receptor y el posterior reemplazo de GDP por GTP en la subunidad α y la
disociación de esta subunidad del complejo β/γ.

La subunidad α se une entonces a una enzima denominada adenilciclasa y activa su centro


catalítico, de modo que convierte ATP en AMPc. Esta activación de la subunidad α se mantiene
mientras las subunidades se encuentren separadas, y esto sucede en presencia de un GTP.

Una GTPasa presente en la subunidad α hidroliza el GTP convirtiéndolo en GDP; y por tanto le
devuelve a la subunidad α su configuración original permitiendo de nuevo su interacción con el
complejo β/γ. De esta manera, cesa la activación de la adenilciclasa y la formación de AMPc
hasta que una nueva molécula de la hormona se une a su receptor y se activa el sistema
nuevamente.

El AMPc actúa como segundo mensajero al activar de manera alostérica una o varias proteína
quinasas A, lo que se denomina ruta de la proteína quinasa A.

Transducción de la señal. Fosfolipasa C

Algunos receptores a hormonas actúan a través de una proteína G (cuya activación es similar a
la descripta durante la formación del AMPc) que activa una enzima asociada a la capa interna
de la membrana celular llamada fosfolipasa C. Ésta rompe un fosfolípido de membrana
denominado fosfatidilinositol difosfato (PIP2) y originan dos productos muy importantes para
la transducción intracelular de señales: el diacilglicerol (DAG) y el inositol 1,4,5, trifosfato (IP3).
Puesto que el DAG tiene carácter hidrófobo, permanece en la membrana plasmática, mientras
que el otro producto de la hidrólisis, el IP3 es hidrófilo y de pequeño tamaño, por lo que puede
difundir con facilidad por el medio citosólico. El IP3 al difundir hacia el citoplasma, se une a un
receptor de IP3 en la membrana del retículo endoplasmático generando la salida de Ca2+
desde estos depósitos intracelulares.
El Ca2+ a su vez se une a una proteína reguladora, la calmodulina, y el complejo formado
(Ca2+/Calmodulina) regula la actividad de varias enzimas, entre ellas una proteína quinasa
dependiente de Calcio denominada Ca quinasa.

Transducción de la señal. Tirosina quinasa

Los receptores con actividad tirosina quinasa son tetrámeros conformados por dos
subunidades α y dos subunidades β. Las subunidades α están situadas completamente en el
espacio extracelular y contienen el sitio de unión a la hormona mientras que las subunidades β
están conformadas por tres dominios: extracelular, transmembrana e intracelular y son
responsables de iniciar la acción celular.

La porción intracelular es la que interviene en los procesos de fosforilación en los residuos de


tirosina. Estos receptores actúan a través de la enzima tirosina quinasa, y funcionan luego de
que la hormona se una al receptor generando la activación de dicha enzima la cual, en algunos
casos, forman parte del mismo receptor (Insulina, IGF-1).

Los receptores que poseen en forma intrínseca actividad tirosina cinasa, una vez que se
autofosforilan, ellos fosforilan una o más proteínas, llamadas proteínas de anclaje. Una de las
más estudiadas es el IRS-1 (Sustrato del receptor a Insulina – 1).

Receptores Intracelulares (Citoplasmáticos y Nucleares)

Las hormonas esteroideas (citoplasmáticos) y las hormonas tiroideas (nucleares), al ser


liposolubles, atraviesan fácilmente la membrana celular y, por tanto, se unen a sus receptores
proteicos en el interior de la célula, ya sea en el citoplasma (y de ahí se translocan al núcleo) o
en el núcleo mismo.

Estos receptores contienen tres regiones funcionales:

 Un dominio de unión al ADN, el cual se encuentra muy conservado y contiene dos


dedos de zinc los cuales se unen específicamente a una secuencia de ADN,
 Un dominio de unión a la hormona
 Un dominio de transactivación, es decir que colabora con la activación o represión de
la transcripción génica.

Cuando la hormona se une al receptor genera un cambio conformacional en este último, el


cual pasa a un estado activado que le permite alterar la expresión génica. Así, el complejo
hormona – receptor activado se une a secuencias específicas de ADN de los cromosomas,
denominadas elementos de respuesta a hormona y, de esta manera, activan o reprimen la
transcripción de genes específicos.

Cuando la activan, se forma el ARN mensajero el cual difunde al interior del citoplasma donde
ocurre el proceso de traducción en los ribosomas y la síntesis de nuevas proteínas. Luego de
minutos, horas o incluso días desde que la hormona ingresó a la célula se produce la formación
de nuevas proteínas que aparecen en la célula y llevan a cabo la acción hormonal.
La unión hormona – receptor también puede reprimir la transcripción de determinados genes
y, de esta manera, se inhibe la formación de proteínas específicas y es otro mecanismo por el
cual ocurre la acción hormonal.

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