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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICERECTORADO ACADEMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS

DOSIMETRÍA COMO HERRAMIENTA EN LA ADMINISTRACIÓN


DE JUSTICIA EN EL SISTEMA PENAL VENEZOLANO

Autora: Oriana Castillo

Tutor: Diana León

Araure, septiembre 2020


UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERECTORADO ACADEMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS

DOSIMETRÍA COMO HERRAMIENTA EN LA ADMINISTRACIÓN


DE JUSTICIA EN EL SISTEMA PENAL VENEZOLANO
Proyecto de Grado presentado como requisito Parcial para optar al Grado de
Abogado

Autora: Oriana Castillo

Tutor: Diana León

Araure, septiembre 2020


APROBACIÓN DEL TUTOR

En mi carácter de tutor del Proyecto de Trabajo de Grado titulado:


dosimetría como herramienta en la administración de justicia en el sistema
penal venezolano, presentado por el ciudadana Oriana Castillo, titular de la
cédula de identidad Nº V-27974148, para optar al Grado de Abogado, yo,
Diana León, titular de la cédula de identidad Nº v-3741573; considero que
dicho trabajo reúne los requisitos y méritos suficientes para ser sometido a la
presentación pública y evaluación por parte del jurado examinador que se
designe.

En la ciudad de Araure, a los catorce (15) días del mes de septiembre del
año dos mil veinte (2020).

______________________

Diana León
DECLARACIÓN DE AUTORÍA

Quien suscribe, Oriana Castillo, titular de la cédula de identidad, Nº V-


27974148, hace constar que es la autora del Trabajo de Grado, titulado:
dosimetría como herramienta en la administración de justicia en el sistema
penal venezolano, el cual constituye una elaboración personal realizada
únicamente con la dirección de la tutora de dicho trabajo, Abg. Diana León
titular de la cédula de identidad Nºv-3741573 en tal sentido, manifiesto la
originalidad de la conceptualización del trabajo, interpretación de los datos y
la elaboración de las conclusiones, dejando establecido que aquellos aportes
intelectuales de otros autores se han referenciado debidamente en el texto
del mismo.
En la ciudad de Araure, a los catorce (15) días del mes de septiembre
del año dos mil veinte (2020).

____________________
Oriana Castillo
C.I. Nº V-27974148
DEDICATORIA

A dios todo poderoso por permitirme vivir la vida en pleno.


A mis familiares por su gratitud y apoyo en los buenos y malos
momentos.
A mis compañeros de la UNY, por creer en mí, y apoyarme cuando
más lo necesitaba.
A la universidad Yacambu por la oportunidad brindada en mi
formación profesional
A los docentes que hicieron vida en el pasar de estos años en la
universidad de los cuales obtuve mucho aprendizaje.
AGRADECIMIENTOS

Primeramente a Dios, por la vida y la creación, A mis padres, por su


fortaleza, esfuerzo y entrega emana profundamente de tu alma, la vida es
una constante lucha y de tu mano ha sido más ameno el camino, siempre tan
imponente que siempre levantas la mirada confiando en las enseñanzas
dadas, infaltable es tu mano leal y amiga, demuestras valor en los
obstáculos, eres mi ángel guardián en la tierra, sabio hombre de agigantada
sonrisa, agradezco llevar tu sangre y amor.

Gracias familia, por todo tú esfuerzo en trabajar para que no me faltara


nada, igualmente por todo tu amor, por la educación, por el hogar, por ser la
madre más valiente y decidida del mundo, invencible ante la vida y luchadora
por tus hijos, gracias por hacerme crecer, por darme apoyo y tu amor.

A mi Tutora la profesora Diana León por la entrega y su gran aporte


para lograr alcanzan esta meta.

A mis amigos de la universidad por estar en las buenas y malas en


estos largos años de la carrera.
ÍNDICE GENERAL
RESUMEN Ix
INTRODUCCIÓN 01
PARTE
I. SITUACIÓN OBJETO DE ESTUDIO
Planteamiento del problema 06
Objetivos de la Investigación 09
Objetivo General 09
Objetivos Específicos 09
Justificación e Importancia 09
II. SOPORTE CONCEPTUAL
Antecedentes o Estudios Previos 12
Bases Teóricas 17
Sustentación Legal 46
Base Jurisprudencial 56
III. ORIENTACIÓN PROCEDIMENTAL
Naturaleza de la Investigación 58
Instrumentos para la recolección de la información 59
Procedimientos 60
Análisis e interpretación de la información 62
IV. EL PRODUCTO

Resumen analítico 64
Análisis Crítico 66
V.CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones 69
Recomendaciones 72
REFERENCIAS 74

UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO ACADEMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

Línea de Investigación: Procesos socio-jurídicos


DOSIMETRÍA COMO HERRAMIENTA EN LA ADMINISTRACIÓN
DE JUSTICIA EN EL SISTEMA PENAL VENEZOLANO
Autor: Oriana Castillo
Tutora: Diana León
Mes y año: septiembre 2020

RESUMEN
El presente trabajo de investigación tuvo como propósito analizar el
dosimetría como herramienta en la administración de justicia en el sistema
penal venezolano.El presente estudio será se enmarcara en el paradigma
cualitativo, apoyado en la investigación documental. Las técnicas de
recolección de la información utilizadas serán la observación documental,
presentación resumida de textos y el fichaje. En cuanto a las técnicas de
análisis de la información se utilizará el resumen analítico y el análisis crítico.
Lo anteriormente expuesto permitió llegar a la conclusión que el principio de
proporcionalidad es una estructura argumentativa que permite aportar
soluciones jurídicas cuando diversos derechos fundamentales están en
colisión, constituye uno de los pilares fundamentales de un Derecho Penal
Democrático. Igualmente este Principio es un límite a la potestad punitiva del
Estado, informa la actividad legislativa para que el legislador respete en todo
momento el contenido al momento de establecer las penas en las
respectivas leyes. Del mismo no se derivan prohibiciones abstractas o
absolutas y como principio permite disminuir por debajo del mínimo legal las
penas previstas por los delitos agravados contemplados en el Código Penal
Venezolano. Recomendando Primeramente al estado venezolano para que
mediante su poder judicial garantice el principio de proporcionalidad y este
sea bien estudiado y aplicado para evitar la arbitrariedad en las decisiones
de la autoridad, principalmente del legislador.

Descriptores: dosimetría como herramienta en la administración de justicia


en el sistema penal venezolano.

INTRODUCCIÓN

Desde siempre se dice que al ser humano le es inherente el conflicto.


No es que el hombre sea por naturaleza un ser conflictivo, sino que las
relaciones sociales en las que se desenvuelve generan condiciones de
tensión debido a que él como ser orgánico y viviente tiene
consustancialmente necesidades básicas que demandan de elementos tanto
materiales como espirituales que lo satisfagan. Como quiera que las
necesidades, sean mayores que los medios de los que se dispone para
satisfacerlas, por ser estos últimos, escasos, se comenta que no hay
proporción entre necesidades y satisfacciones.
Sin embargo, el conflicto no es del todo negativo, si bien es cierto que
es una consecuencia de la interacción humana, está asociado a la búsqueda
de encontrar un equilibrio, toda vez que el hombre no busca atacar o destruir
a otro hombre, por el contrario persigue fines de protección guiados por ideas
de justicia. La idea no desarrollar conceptos relacionados con el conflicto, es
más bien reflexionar sobre la naturaleza intrínseca del conflicto, entender
que en el ámbito del derecho, concretamente en su manifestación dinámica,
siempre habrá presencia de situaciones de tensión o conflicto normativo y, a
partir de ello, desentrañar los mecanismos de los que se cuenta para la
solución de tales posiciones.
En esta perspectiva, el interés es desarrollar el principio de
proporcionalidad que ha sido construido precisamente para resolver ámbitos
del conflicto normativo formando parte de los principios estructurales, cuya
aceptación es necesaria para la satisfacción óptima del sistema jurídico. El
principio de proporcionalidad en derecho penal generalmente está
relacionado con la pena, es decir, se procura que la pena impuesta sea
proporcional a los hechos cometidos.
La proporcionalidad en la justicia adquiere mayores posibilidades de
desarrollo con respecto a la sanción; esto se debe principalmente al abanico
de sanciones. Es decir, existen más oportunidades para el juez, dado que
cuenta con una gama más amplia de sanciones y, consecuentemente,
mayores recursos para encontrar el equilibrio el delito y la pena. De allí, la
relevancia de la investigación cuyo objetivo general es analizar el Principio
jurídico de proporcionalidad de las penas en delitos.
Dicha investigación se encuentra estructurada de la manera siguiente:
Parte I: Se localiza la situación objeto de estudio, el objetivo general y
específico y la justificación. Parte II: Se aprecia el soporte conceptual que
está conformado por los antecedentes de la investigación, las bases teóricas
y la sustentación legal correspondiente. Parte III: Contiene la orientación
procedimental que engloba la naturaleza, tipo y diseño de la investigación,
las técnicas de recolección de información y datos., la hermenéutica jurídica,
método exegético, análisis lógico y el análisis crítico. Parte IV: Es donde se
tiene el producto, es decir un análisis crítico del tema. Parte V: Las
conclusiones a las que se ha llegado y las recomendaciones pertinentes.

PARTE I

SITUACIÓN OBJETO DE ESTUDIO

Situación Detallada De La Situación Objeto De Estudio

A lo lago de los siglos la mentalidad del hombre más primitivo, cuando


todavía no existía el Derecho, se desconocía toda relación causal y se creía,
por ejemplo, que nadie moría como consecuencia de una enfermedad, sino
por culpa de un hechicero. Es en una etapa posterior cuando aparece el
tabú, que se considera el más antiguo de los Códigos no escritos de la
humanidad. Entonces, se distingue lo permitido de lo prohibido y se sanciona
lo ilícito con penas que pueden presentarse o bien misteriosamente en forma
automática (maná) o ejercida, esa misma fuerza misteriosa, por un rey,
sacerdote o jefe.
Predomina una concepción religiosa en la que el crimen se concibe
como un atentado contra los dioses y la pena un intento de aplacar la cólera
divina. Es indudable que la pena es contemporánea del hombre como
exigencia ética impresa en su conciencia moral que impone reaccionar con
un mal, ante el mal causado por el delito. Todo delito implicaba un pecado.
En consecuencia, la sanción tenía por objeto reintegrar al pecador en el
sistema natural y restablecer su comunicación con el mundo sagrado de los
dioses. Los primeros castigos reproducían el ritual que aparecía
también en las "pruebas iniciáticas", tales como "las ordalías" o combates
rituales. Se pretendía recuperar "por medio de la fuerza y a través del ritual la
sacralidad perdida a causa del pecado o mancha".
En los pueblos del remoto Oriente aparecen claros ejemplos del
referido carácter religioso de las primeras reacciones punitivas. El castigo
consistía en inmolar a los dioses para aplacar su ira. Por este motivo, a
excepción del Código de Hammurabi, las normas penales se contenían en
los libros sagrados.
Así, podemos señalar tres características básicas de las penas
primitivas: i) su fin es principalmente restitutivo, al permitir afirmar la identidad
social de la comunidad, restaurando el equilibrio social, devolviendo la
cohesión al grupo y reconciliándolo con la naturaleza; ii) al no existir
conciencia del yo, las penas primitivas tenían un carácter social y colectivo.
De este modo, por ejemplo, la lapidación era una de las formas más antiguas
de reacción frente al delito y se ejercía de manera colectiva.
Luego será usada por los cartagineses pero como una modalidad de
ejecutar la pena de muerte; y iii) a su vez, esta reacción colectiva tenía un
sentido religioso, ya que al concebirse el crimen como atentado contra los
dioses la pena sería "la expulsión de los que atentan al orden social
existente, pero como sacrificio a la divinidad". Es decir, partiendo de la
consideración del delito como pecado, la pena tiene, en su origen, un
carácter expiatorio.
En este mismo sentido y a lo largo de la evolución histórica de las
penas corporales en la antigüedad y la edad media casi todas coincidían en
lesiones, marcas, mutilaciones y amputaciones corporales dependiendo el
tipo de delito cometido inclusive hasta la pena de muerte, entre las
principales ,modalidades de penas corporales se encontraban la castración,
desorbitacion ocular, amputación de miembros, flagelación, azotes,
extirpación de lengua entre otros, pero cada una de estas penas dependían
del delito que se cometía ya fuera por robo, hurto, delitos sexuales o traición
por revelar secretos.
Ahora bien en la época más actual En las naciones del mundo,
ha surgido la necesidad de actualizar sus distintos ordenamientos jurídicos,
que incluye a los códigos penales, lo cual constituye una especial
connotación; sobre todo, por los altos índices de delitos violentos que
se vienen cometiendo en los últimos años en los distintos países,
hasta la incursión de nuevas formas de conductas que afectan bienes
jurídicos protegidos que aún no se encuentran tipificados en las leyes que
regulan la materia como hecho punible, lo cual hace imposible la lucha eficaz
contra está nueva forma de criminalidad y su correspondiente penalización,
esto ha ocasionado que éstos actualicen los principios rectores del
derecho penal, para legislar sobre la criminalización y penalización de
nuevas conductas, que deben tener como norte principios
fundamentales.
En tal sentido, el derecho penal y la protección del bien jurídico, deben
estar dentro de la esfera de protección de un Estado Democrático, Social y
de Derecho, regido por principios y garantías, debido a que las nuevas
formas de criminalidad han creado una matriz de información en torno a los
cambios que requiere el Código Penal que los regula, para frenar la
delincuencia y que estos cambios configuren el derecho de castigar por parte
del Estado.
El papel fundamental del derecho penal, por ser quien regula las
conductas típicas que atentan contra el bienestar y el orden público, el cual
se manifiesta en restricciones y constricciones sobre las personas de
los potenciales desviados y de todos aquellos de los que se sospecha
o son condenados, esto a través de los órganos jurisdiccionales que
representan al estado en su poder punitivo.
Es por ello que, con la finalidad de garantizar la debida aplicación del
Derecho Penal, se han llevado a cabo reformas en el ordenamiento que lo
regula, situación está de la cual no escapa Venezuela, donde se han
promovido diversas transformaciones a las leyes penales, con la finalidad de
adaptarlo a los preceptos y principios constitucionales, como es el caso de
todo lo relacionado con el debido proceso, procedimientos judiciales,
efectividad de los órganos de seguridad del estado y actuación de los jueces
como encargados de administrar la justicia, entre otros aspectos; que
son fundamentales dentro del debido proceso penal.
Aunque es importante resaltar que la labor del juez va más allá que la
simple imposición de la pena, por cuanto es el garante que dentro del
proceso penal se cumplan con los principios que lo enmarcan, con la
finalidad de garantizar la adecuada administración de justicia, tal es el caso
de la proporcionalidad como principio regulador y limitador de ese poder los
órganos encargados de administrar justicia, que conlleva a aplicar lo
que dispone el ordenamiento jurídico venezolano de acuerdo con la
tipificación y pena del delito, pero también en materia procesal, se refleja en
la obligación del juez de establecer la responsabilidad penal dentro del
lapso expresamente establecido en la norma.

Desde este enfoque, Quintero (2011), expone:

El principio de proporcionalidad se deriva de la culpabilidad que


dispone la exigencia de que la pena sea proporcionada a la
entidad culpable de la actuación del autor; es decir, que entre
el castigo y el injusto exista un equilibrio. Asimismo, debe
exigirse que el límite máximo de este castigo no sea tan
elevado que haga imposible cualquier clase de tratamiento
resocializador (p. 89).
De acuerdo con el citado autor, el principio de proporcionalidad
tiene como finalidad, garantizar que la pena aplicable sea acorde con
el delito cometido, de manera que dentro de la administración de justicia se
sentencie al imputado de acuerdo con la tipificación del acto ilícito y la
pena que dispone la ley con respecto al mismo, evitando desvarianzas
y demás aspectos negativos que pueden afectarla.

En este orden de ideas, Ferrajoli (2010) menciona:

La elección de la dosis punitiva es susceptible de ser encuadrada


en el denominado poder judicial de connotación, el cual
comprende la facultad de los jueces de determinar la cantidad
de la pena, así como también su calidad. Sobre este último
particular debe hilarse muy fino, toda vez que en virtud
del principio de reserva legal, el establecimiento de la pena
que corresponde a cada delito es tarea del legislador, mientras
que la determinación del quantum de la misma en el caso
concreto le corresponde al juez (p. 56).
Ahora bien, tal discrecionalidad en este específico campo de la
actividad judicial, de ninguna forma puede confundirse con arbitrariedad. Así, si
bien el Juez cuenta con cierto margen de libertad al momento de
seleccionar la sanción, tal elección debe sustentarse en una necesaria
motivación, ello con la finalidad de garantizar la proporcionalidad de las
penas.
Así mismo, la proporcionalidad en sentido estricto, se encuentra
expresa en la Declaración de los Derechos y de los Deberes del Hombre y del
Ciudadano, de 1795, en los siguientes términos: “La Ley no debe señalar sino
las penas estrictamente necesarias y proporcionales al delito” (p. 51).
En tal sentido, la imposición de la pena debe darse de manera
motivada, es decir, el juez debe imponer aquella que considere conveniente,
siempre en el marco de lo dispuesto en el ordenamiento jurídico penal
venezolano, en cuanto al delito se refiere, en este contexto, toda sentencia
tiene que expresar en su texto las razones que justifican la declaratoria de
culpabilidad, así como también el por qué debe aplicarse la dosis
punitiva que el órgano jurisdiccional ha estimado como correcta.
Asimismo, las progresivas transformaciones del derecho penal, no sólo
atribuyó al estado la persecución del delito, sino que introdujo una serie de
principios que a la larga garantizan que la sanción a aplicar, no sólo estuviera
contemplada en una ley, sino que el hecho en si estuviera descrito
como delito en una norma jurídica y que de aplicarse la retención del
perseguido por el hecho, lo fuese a través de los mecanismos establecidos en
la ley, los cuales en la medida que la tesis garantista de los ciudadanos gana
terreno, exigirán para su aplicación una serie de requisitos, sin cuya
observancia, la actuación que desplegarían los órganos autorizados para
su aplicación, estaría afectada en su validez.
En concordancia con lo anterior, es evidente que el derecho procesal
penal, como consecuencia de la prohibición de la auto-tutela, debe actuar, una
vez que se ha comprobado un delito, a través de los órganos
competentes y bajo las garantías establecidas en la Constitución de la
República de Venezuela y demás leyes.
La imposición de las penas depende de variables objetivas y subjetivas
valoradas por el juez o tribunales. Entre los aspectos objetivos pueden tomarse
en cuenta la lesión en sí causada al bien jurídico, el grado de peligro al que se
sometió, la densidad del daño causado efectivamente, las circunstancias
involucradas en la actuación; mientras que entre los aspectos subjetivos se
pueden contar la calidad de los motivos determinantes, la conducta anti ética
de la actuación, la valoración sobre la conducta criminal o no del sujeto, así
como otras condiciones personales de la víctima o del victimario que pudiesen
ser relacionadas en el caso.
En este sentido el efecto principal que busca lograr la proporcionalidad
de la pena en el Sistema Penal Venezolano es la determinación de límites a la
acción punitiva del Estado al graduar las penas en proporción directa a la
contribución de hecho al acto punible. En ese sentido, el Poder Judicial debe
realizar las interpretaciones que fuesen necesarias para valorar en justa
medida las pruebas. En este sentido el código penal venezolano establece para
la aplicación de las penas:
Artículo 37.- Cuando la ley castiga un delito o falta con pena
comprendida entre dos límites, se entiende que la normalmente
aplicable es el término medio que se obtiene sumando los dos
números y tomando la mitad; se la reducirá hasta el límite inferior
o se la aumentara hasta el superior, según el mérito de las
respectivas circunstancias atenuantes o agravantes que
concurran en el caso concreto, debiendo compensárselas cuando
las haya de una y otra especie. No obstante, se aplicara la pena
en su límite superior o en el inferior, cuando así lo disponga
expresamente la ley, y también se traspasara uno u otro límite
cuando así sea menester en virtud de disposición legal que
ordene aumentar o rebajar la pena correspondiente al delito en
una cuota parte, que entonces se calculara en proporción a la
cantidad de pena que el Juez habría aplicado al reo si no
concurriese el motivo del aumento o de la disminución. Si para el
aumento o rebaja mismo se fijaren también dos límites, el
Tribunal hará dentro de estos el aumento o rebaja respectivo,
según la mayor o menor gravedad del hecho.

El modelo legal democrático y de Derecho establecido en Venezuela


apuesta por la mesura en la proporcionalidad de las penas tomando en cuenta
el grado de afectación del bien jurídico para su imposición. En ese sentido, el
cómputo de la pena se realiza de acuerdo a criterios objetivos y subjetivos por
medio de los cuales se puede sopesar y evaluar la cualidad ilícita de todos los
límites normativos de las libertades, así como de la aplicación de la legalidad
que restrinjan su ejercicio. Lo primordial en la imposición de las penas es evitar
delitos mayores.
Ahora bien cuando se habla de dosimetría penal, se refiriere a la
aplicación del principio de proporcionalidad a las penas, tanto por parte del
legislador al imponer una sanción determinada a una conducta tipificada como
delito, como por parte de los jueces y tribunales al decidir casos en específico.
Por otra parte, en relación con la aplicación del principio jurídico de
proporcionalidad por el juez al sentenciar a un imputado, aún constituye una
situación problemática debido a que en ocasiones se aplican aquellas penas
por delitos que resultan irrisorias, o en todo caso, exceden al tipo de delito
sancionado, esto debido a los distintos criterios asumidos por los jueces al
momento de decidir.
Un ejemplo de ello, es el caso del microtráfico donde las personas
imputadas por este delito son castigados penalmente con penas
equiparables al narcotráfico, o en ocasiones, con sanciones leves como las que
se aplican a quienes poseen una cantidad para su consumo, esto
conlleva a establecer que no existe una proporcionalidad de la pena, lo cual es
extensible a otros delitos penales.
En atención con lo anterior, se desprende la importancia de la presente
investigación, para así afianzar nociones relevantes desde el ámbito teórico y
jurídico en relación con la temática planteada.
De allí, surgen las siguientes interrogantes:
¿Cuál es el criterio doctrinario de la administración de justicia según el
sistema penal venezolano?

¿Cómo es de la dosimetría del principio jurídico de proporcionalidad de las


penas según el sistema penal venezolano?

¿Cuál es la Interpretación de la importancia de la dosimetría como


herramienta de administración de justicia de proporcionalidad de las penas
según el sistema penal venezolano

Objetivos de la Investigación

Objetivo General

Analizar la dosimetría como herramienta en la administración de justicia en el


sistema penal venezolano

Objetivos Específicos

Señalar el criterio doctrinario de la administración de justicia según el


sistema penal venezolano

Describir de la dosimetría del principio jurídico de proporcionalidad de las


penas según el sistema penal venezolano

Interpretar la importancia de la dosimetría como herramienta de


administración de justicia de proporcionalidad de las penas según el sistema
penal venezolano.

Justificación e Importancia

En el marco del proceso penal, posee una gran importancia el principio


jurídico de proporcionalidad, el cual ha sido denominado también dentro
de las distintas doctrinas como prohibición de exceso, razonabilidad o
racionalidad, proporcionalidad de medios, proporcionalidad del sacrificio o
proporcionalidad de la injerencia, por cuanto tiene su razón de ser en
los derechos fundamentales, cuya dogmática lo considera como límite de
límites, con lo cual pretende contribuir a preservar la proporcionalidad de las
leyes ligándolo con el principio de estado de derecho, por ende, con el
valor justicia, y con la garantía de la tutela judicial efectiva.
De lo anterior, se establece que dicho principio obliga a los órganos del
Estado a comparar las medidas restrictivas aplicables a los ciudadanos
procesados, y que estas sean suficientemente aptas para la satisfacción del fin
perseguido y a elegir aquella que sea menos lesiva para los derechos de las
personas y la más adecuada para la protección eficaz de los bienes
jurídicos.
Cabe destacar, que el principio de proporcionalidad está coligado con la
constitución que exige el obligatorio cumplimiento de la ley, y que al mismo
tiempo consagra expresamente en el artículo 2, que hace referencia a
Venezuela como un estado social de derecho y justicia, siendo el principio de
proporcionalidad una garantía que está estrechamente vinculada al
concepto de justicia y seguridad.
De la exégesis concatenada de la disposición antes transcrita se
desprende que en el Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, en
el cual sola y excluyentemente se desarrolla el justo proceso penal, no es
admisible la aplicación indiscriminada e injustificada de la medida preventiva de
privación judicial de libertad, por cuanto con ello no solamente se
quebranta el juicio penal previo, sino que, también, se violan el derecho a la
libertad y el debido proceso, circunstancias que hacen devenir
inconstitucional tal medida, cuando se dicta con arbitrariedad, por encima del
lapso establecido en la norma legal y fuera de los fines esenciales del
proceso penal.
De esto se desprende la relevancia de la investigación que se realiza, la
cual se centra en analizar principio jurídico de proporcionalidad de las
penas, donde el aspecto teórico se apoyó en los enfoques de diversos
estudiosos de la temática, así como de leyes que la regulan.
Del mismo modo, este estudio se justifica desde el ámbito metodológico,
por cuanto se convierte en una fuente de información para quienes desean
indagar más acerca de la temática aquí planteada, permitiendo a su vez el
esclarecimiento de dudas que al respecto puedan suscitarse.
Por último, la investigación quedó enmarcada en la línea de
investigación procesos socios juridicos de la Universidad Yacambú en
cuanto al Derecho Penal se refiere, a su vez, puede llegar a constituirse en
un antecedente para otras que se relacionen con el tema tratado, o en
todo caso, servir de sustentación y apoyo en lo referente al tratamiento
jurídico del principio de proporcionalidad en el Código Penal venezolano.
PARTE II

SOPORTE CONCEPTUAL

Antecedentes de la Investigación

Con el propósito de realizar una revisión exhaustiva y profunda para


darle a la investigación un sistema coordinado y coherente de conceptos y
proposiciones que permitan abordar el problema y que muestre una visión
completa del sistema teórico y del conocimiento científico que se tiene acerca
del tema, la autora colecto una serie de material documental de diversos
medios con el objetivo de que ayudaran a determinar la descripción de la
misma.
Arias (2006), indica que, los antecedentes reflejan los avances y el
estado actual del conocimiento en un área determinada y sirve de modelo para
futuras investigaciones¨ (Pág. 106). Por lo tanto, es importante recalcar que en
todo proceso de investigación se deben considerar los estudios previos que
hayan realizado otros autores con la finalidad de estudiar, diagnosticar y
analizar problemas similares al planteado por el autor, los cuales le ayudaran a
sustentar, sostener y fomentar la Investigación realizada como también los
antecedentes históricos para conocer más a fondo las variables de la
investigación.

Antecedentes Internacionales

Chávez (2016), en su tesis en Maestría en Derecho. Mención Derecho


Constitucional de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador,
denominada ¨El Principio de Proporcionalidad en la Justicia Constitucional,
pretende analizar el alcance de la aplicación del principio de proporcionalidad
en el ordenamiento jurídico de ese país por parte de los operadores de justicia,
con auxilio en el análisis doctrinario y jurisprudencial nacional y extranjero para
conocer el papel preponderante de las garantías como mecanismo de
protección de los derechos de las personas, específicamente en la
administración de justicia a través del análisis de casos concretos
Del mismo modo, se pretende determinar la evolución y el contenido del
principio de proporcionalidad en la jurisprudencia nacional y extranjera para
brindar pautas para una efectiva actuación del juez en la aplicación del principio
de proporcionalidad en el devenir cotidiano de aplicación de justicia de cómo
se deberían entender los beneficios de un efectivo ejercicio ponderativo en
caso de conflictos de derecho.
Dicha investigación se encuentra justificada por razones de orden
académico y teórico practica pues es importante tratar de otorgar directrices
sobre la eficacia y alcance del principio de proporcionalidad en dicha legislación
en base a experiencias de ordenamiento jurídico de otros países para brindar
elementos de análisis y juicio que puedan implementarse a la hora de impartir
justicia y ponderar las complejas situaciones del ejercicio que se presentan a
diario.
La investigación se identifica con el estudio que se realiza, la misma
hace referencia a la importancia que tiene el principio de proporcionalidad y los
beneficios que arroja en su aplicación en la justicia por lo que se demuestra su
tratamiento jurídico.

Bases Teóricas

Según Arias (2006) “las bases teóricas implican un desarrollo amplio de


los conceptos y proposiciones que conforman el punto de vista o enfoque
adoptado, para sustentar o explicar el problema planteado” (Pág. 107). Para
introducirse en el estudio se hace necesario conceptualizar algunos términos,
por ello se inicia con conceptos básicos.
Criterio doctrinario de la administración de justicia según el sistema
penal venezolano

La justicia, o ius derecho, desde su más simple acepción, se refiere a lo


justo, o a lo que se ajusta. Ahora bien, la justicia entendida en sentido más
amplio, se refiere a la distribución equitativa e igualitaria entre todos los
miembros de una sociedad, de los valores, así como de los costos y beneficios
de la acción humana.
Es por ello que el término justicia adquiere un valor muy importante en
los sistemas penales y, toda vez que de ella depende asignar a cada quien, lo
que le corresponde según sus actos. No obstante, lo que le corresponde a
cada quien según sus actos, no es un término fácil de asimilar, y más aún ante
la diversidad de actos ejecutados por los hombres y las mujeres en sociedad,
en atención a la preservación de los valores, la moral y las buenas costumbres.
Lo que sí tiene sentido, en términos generales, es que ese constructo
llamado justicia, debe tender a respetar la dignidad humana, el bien común y la
preservación de la ley.

Para Nuñez (2010) expresa, que en Venezuela, el modelo de Estado


social y democrático de derecho, así como la mayoría de las legislaciones del
mundo, demanda mesura en la proporcionalidad de las penas, lo cual se
encuentra asociado, al principio de legalidad, con base en el grado de
afectación del bien jurídico; con el principio de culpabilidad, en tanto que el
cómputo de la pena se realiza de acuerdo con criterios objetivos y subjetivos; y
con el derecho penal, ya que la magnitud de la pena dependerá del esfuerzo o
contribución en el acto delictivo.

El principio de proporcionalidad, según Velásquez (2002):


Se encuentra integrado por una serie de criterios o herramientas
a través de las cuales se puede sopesar y medir la licitud de todo
género de límites de naturaleza normativa de las libertades, así
como todo tipo de interpretaciones o aplicaciones de la legalidad
que restrinjan el ejercicio de aquéllas (p. 36).
El principio de proporcionalidad de las penas es un principio que limita el
poder punitivo del Estado, siendo que tal respuesta dependerá del grado del
aporte objetivo y subjetivo del sujeto en el hecho, debiendo existir entre ambos
un nexo de correspondencia proporcional, lo que no es otra cosa que la
dosimetría penal (García, 2016) la cual hace referencia al principio de
proporcionalidad de las penas, lo cual dependerá de la intensidad con que se
hubiere vulnerado o puesto en peligro el bien jurídico penal tutelado por el tipo
penal.
Ahora bien, Montesquieu citado por Núñez (2010) sostenía la necesidad
de que existiera una justa proporción entre la pena y el crimen, lo cual no es
más que la aplicación del principio de proporcionalidad de las penas en su
justa medida dependiendo de la magnitud del daño, o dosimetría penal, a lo
cual agrega Montesquieu que las penas deben guardar armonía unas con las 6
otras, siendo lo realmente importante evitar un delito mayor que otro menor, lo
más dañoso para la sociedad que lo menos dañoso. Desde esta perspectiva
de análisis, el principio de proporcionalidad es una taxativa orden de evitar
excesos, y contiene tres sub principios, según Núñez (2010):

Adecuación: Toda limitación a un derecho debe ser adecuada


con relación a un fin que sea constitucionalmente legítimo. En
este caso, la adecuación obedece a la limitación de la libertad
personal por el delito de micro tráfico de drogas en aras de
proteger al bien jurídico, la sociedad. (2) Necesidad. Toda pena
innecesaria será injusta. De imponerse una pena excesiva e
innecesaria en el caso del micro tráfico de drogas, el Juez
cometerá una injusticia grave. (3) Proporcionalidad en sentido
estricto: La medida restrictiva adoptada debe estar justificada por
la protección de un bien jurídico. En el caso del micro tráfico de
drogas, un delincuente que trafique una mínima cantidad, no
puede ser castigado con la misma pena que otro que trafique con
grandes cantidades, y por ende, mayor ánimo de lucro y mayor
daño al bien jurídico protegido. Es por ello que la doctrina actual
contempla el principio de proporcionalidad de las penas de
acuerdo con la adecuación, la necesidad y el sentido estricto de
la proporcionalidad en atención al daño que se pueda causar al
bien jurídico protegido. De esta manera, la retribución por el daño
causado genera la idea que la culpabilidad es medible, en
términos de la gravedad del hecho cometido, toda vez que este
planteamiento apunta directamente a la preservación de la
dignidad humana acorde con la magnitud de la lesión causada al
bien jurídico tutelado.
En cuanto al significado y alcance real del principio de proporcionalidad
de la pena en el Derecho Penal, Fuentes (2008) señala que:

En general, de la proporcionalidad se predica el adecuado


equilibrio entre la reacción penal y sus presupuestos, tanto en el
momento de la individualización legal de la pena
(proporcionalidad abstracta) como en el de su aplicación judicial
(proporcionalidad concreta). Cabe precisar que el principio de
proporcionalidad se erige en un elemento definidor de lo que ha
de ser la intervención penal, desde el momento en que trata de
traducir el interés de la sociedad en imponer una medida de
carácter penal, necesaria y suficiente, para la represión y
prevención de los comportamientos delictivos, y por el otro, el
interés del individuo en la eficacia de una garantía consistente en
que no sufrirá un castigo que exceda el límite del mal causado,
en otros términos, la minimización de la violencia en el ejercicio
del ius puniendi. (p. 19)

De lo anterior, se desprende la naturaleza preventiva y represiva del principio


de proporcionalidad desde una perspectiva un poco más humanística al ofrecer
al imputado la oportunidad de “tasar” su pena en la justa medida, esto es, sin
causarle un mayor castigo que sobrepase el mal causado, tal como lo plantea
Rojas (2015):

Resulta innegable que es al legislador a quien le corresponde


la tarea de definir los bienes jurídicos que debe proteger, o lo
que es lo mismo, el daño social que desea evitar con la norma
penal. Una vez realizado lo anterior, es hasta entonces cuando
cabe preguntarse acerca del cómo y cuánto de la pena. De
esta manera (…) la actuación del Estado – en el caso concreto
– debe estar basada en tres derivaciones fundamentales del
concepto de proporcionalidad: la de idoneidad, de necesidad y
la de proporcionalidad en strictu sensu. (p. 85)
Ahora bien, superada la cuestión referida a la proporción, es importante
determinar la cuantía de tal proporción. Es aquí donde privan los criterios a
tomar en consideración por el Juez para tal determinación. Fuentes (2008)
señala que estos criterios pueden ser objetivos y subjetivos; y permiten al juez
valorar y apreciar las pruebas, así como los elementos de convicción para
determinar, la dosimetría o proporción de la pena:

Los aspectos objetivos del hecho punible, pueden variar desde la


específica entidad de la lesión o el grado de peligro al cual fue
expuesto el bien jurídico, la densidad del daño efectivamente
causado, las circunstancias de modo, tiempo y lugar, como las
modalidades de comisión (empleo de armas, grado de violencia
impetrada sobre la víctima, la recalcitrante tenacidad del agente,
grado de energía desplegada en la actividad, o en los casos de
omisión, el grado de infracción al deber, el grado de energía
desplegada por el victimario, la unidad o pluralidad de víctimas, la
ulterior situación de esta o de su familia, etc.).
La dosimetría penal en Venezuela tiene un asidero jurisprudencial de
carácter vinculante en la Sentencia de la Sala Constitucional, Sentencia Nº
1859 del 18/12/2014 con ponencia del Magistrado Juan José Mendoza Jover,
la cual establece la posibilidad de conceder a los imputados y penados por el
delito de tráfico de drogas de menor cuantía, fórmulas alternativas a la
prosecución del proceso y a la ejecución de la pena, y a los condenados por el
delito de tráfico de drogas de mayor cuantía se les pospone la posibilidad de
obtener las fórmulas para el cumplimiento de la pena, solo para cuando el
recluso haya cumplido las tres cuartas (3/4) partes de la misma, conforme lo
previsto en el ordenamiento jurídico, en tanto que al imputado, se le condenó a
seis años de prisión por el delito de tráfico de drogas

Dosimetría del principio jurídico de proporcionalidad de las penas


según el sistema penal venezolano
Principio de Proporcionalidad

El principio de proporcionalidad constituye hoy en día quizá el más


conocido y el más recurrente "límite de los límites" a los derechos
fundamentales, y en esa medida supone una barrera frente a intromisiones
indebidas en el ámbito de los propios derechos. Responde a la idea de evitar
una utilización desmedida de las sanciones que conllevan una privación o una
restricción de la libertad, para ello se limita su uso a lo imprescindible que no es
otra cosa que establecerlas e imponerlas exclusivamente para proteger bienes
jurídicos valiosos.
De acuerdo a Wikipedia, el principio de proporcionalidad responde a la
idea de evitar una utilización desmedida de las sanciones que conllevan una
privación o una restricción de la libertad, para ello se limita su uso a lo
imprescindible que no es otra cosa que establecerlas e imponerlas
exclusivamente para proteger bienes jurídicos valiosos. El principio de
proporcionalidad es el término utilizado en el derecho penal para referirse a la
idea de que la pena asignada para cada delito debe ser proporcional a la
gravedad del daño ocasionado por la comisión del mismo.

Contenido del principio de proporcionalidad

Mir (1998), debe afirmarse que para la imposición del castigo no basta
que la persona a quien se le impute la realización de un delito haya sido
declarada culpable, sino que también resulta imprescindible la estimación y
graduación de la pena a imponer, partiendo del parámetro de la gravedad de la
lesión, la cual debe ajustarse a la cuantía de aquélla. Así, a grandes rasgos el
principio de proporcionalidad implica que la pena sea proporcional al delito, y
que la medida de la proporcionalidad sea establecida con base en la dañosidad
social del hecho (p.100).
Baraccta (2004), enmarcando el principio de proporcionalidad en una
perspectiva más afín a la protección de los derechos humanos, podemos
señalar que sólo las violaciones graves de éstos pueden ser objeto de
sanciones penales, debiendo ser la pena proporcional al daño social
ocasionado por dichas violaciones. (p.209)
No obstante la validez de las anteriores aproximaciones conceptuales al
principio de proporcionalidad, la pregunta de ¿cuánta pena?, la cual obedece a
la máxima poena debet commesurari delicto, sigue aún sin una respuesta
acabada, siendo que esta situación ha sido una constante en el transcurso de
la historia de las ideas penales, ello por las dificultades que se presentan al
momento de articular unos parámetros concretos y sólidos que permitan
establecer y graduar de manera uniforme la pena que debe corresponder a
cada delito.
A este respecto, Velázquez (2002), considera que la razón de esto
último obedece a que el principio de proporcionalidad posee una naturaleza
relativa, ya que del mismo no se derivan prohibiciones abstractas o absolutas,
sino sólo por referencia al caso concreto, implicando el mismo un juicio de
ponderación entre el medio empleado (la sanción) y el fin que con ésta se
pretende alcanzar (tutela de bienes jurídicos), de allí que se diga que es un
principio relacional, ya que implica la comparación de dos magnitudes,
concretamente, con él se examina la legitimidad de los medios a la luz del fin
perseguido (p. 26).
Por lo que, Ferrajoli (1998), confirma que de ese nexo legal existente
entre la sanción y el ilícito penal, se deriva la exigencia de que la elección de la
calidad y cantidad de la primera por el legislador y por el juez, se haga en
relación con la gravedad y la naturaleza del segundo (p.398). Para ilustrar de
una manera más diáfana cuáles son las implicaciones y el contenido del
principio de proporcionalidad, debe partirse de la siguiente idea: la libertad es
un valor fundamental del ordenamiento jurídico venezolano, el cual se enmarca
en un modelo de Estado social, democrático, de Derecho y de justicia, así
como también constituye un derecho fundamental.
Ahora bien, el Estado tiene el deber de asegurar el máximo nivel de
libertad y bienestar de sus ciudadanos, protegiendo los bienes jurídicos de
estos frente a las agresiones más lesivas. Para tal función, debe acudirse a
mecanismos coactivos, concretamente, los medios de control social
formalizados, entre los cuales se encuentra el Derecho penal, el cual impacta
de la manera más sensible la esfera de libertades de los sujetos. La cuestión
radica entonces en proteger las libertades de los ciudadanos, utilizando al
mínimo posible el Derecho penal, ello en virtud de esta aflicción que ocasiona a
las libertades. En otras palabras, debe obtenerse el mayor grado de libertad y
bienestar de los ciudadanos utilizando al mínimo posible la actividad punitiva.
Todo esto puede resumirse en la noción del principio pro libertate, según
el cual no es posible la intervención del Estado a través del Derecho penal, si
no es necesaria para conseguir el mayor grado de libertad posible. Es por ello,
como lo sostiene Carbonell (1999), que toda la actividad punitiva del Estado
deba ser interpretada a la luz del principio restrigenda sunt odiosa, según el
cual cualquier restricción de la libertad es odiosa, de allí que haya que imponer
las menores restricciones posibles (p.200).
El principio de proporcionalidad, en palabras de Velásquez (2000), se
encuentra integrado por una serie de criterios o herramientas a través de las
cuales se puede sopesar y medir la licitud de todo género de límites de
naturaleza normativa de las libertades, así como todo tipo de interpretaciones o
aplicaciones de la legalidad que restrinjan el ejercicio de aquéllas (p. 36).

Doctrina jurídica del Principio de Proporcionalidad

Mir Puig Santiago (2008), dos aspectos o exigencias hay que distinguir
en el principio de proporcionalidad de las penas. Por una parte, la necesidad
misma de que la pena sea proporcionada al delito. Por otra parte, la exigencia
de que la medida de la proporcionalidad se establezca en base a la importancia
social del hecho (a su “nocividad social”).
El mencionado principio, encuentra su justificación en distintos preceptos
de la Constitución Española (CE), aunque no lo recoja expresamente: el art. 1
donde se proclama el Estado de Derecho y el valor superior de la libertad, el
art. 10.1 donde se proclama la dignidad de la persona, el libre desarrollo de la
personalidad, etc. Estos artículos configuran el estatuto básico del ciudadano y,
por tanto, sólo se pueden limitar en casos excepcionales. Al relacionarlo con
estos artículos hace que el Principio de proporcionalidad tenga rango
constitucional, lo cual hace que pueda ser apelado en un recurso de amparo.
En consecuencia, el principio de proporcionalidad suele estudiarse
desde dos sentidos, el amplio y el estricto, pero este último se encuentra
recogido dentro del primero. Por tanto, la proporcionalidad en sentido amplio
engloba tres exigencias:

1) La exigencia de adecuación a fin: implica que bien el juez o el legislador


tiene que elegir la medida o sanción que sea adecuada para alcanzar el
fin que la justifica. Para ello han de tener en cuenta el bien jurídico que
se tutele. La pena óptima ha de ser cualitativa y cuantitativamente
adecuada al fin.
2) La exigencia de necesidad de pena: si se impone una pena innecesaria
se comete una injusticia grave, para que la pena sea necesaria tiene que
darse 3 requisitos: (los últimos dos dirigidas sobre todo al legislador, al
juez solo en la medida en que tiene que individualizar)
a) La exigencia de menor injerencia posible o de intervención mínima:
es decir, la sanción que se imponga ha de ser la menos grave posible
de las que tengamos a disposición. Este requisito ha de exigirse tanto
en el momento de la culminación de la pena abstracta (o
determinación en abstracto de la pena: 10 a 15 años) como en la
fijación de la pena en concreto (11 años).
b) La exigencia de fragmentariedad: lo que significa que al legislador
penal no le compete castigar todos los delitos sino sólo aquellos que
vayan contra bienes jurídicos susceptibles de protección penal y que
solo se recurre al Derecho Penal frente a los ataques más graves e
intolerables.
c) La exigencia de subsidiariedad: quiere decir que el Derecho Penal
solo ha de intervenir de manera residual, cuando se demuestre que
el resto de mecanismos del ordenamiento Jurídico han fracasado en
la tutela de un bien jurídico agredido. En 1ª instancia nunca debe
intervenir el Derecho Penal, sólo en (última ratio).
3) La proporcionalidad en sentido estricto: se exige básicamente al juez
para que este realice un juicio de ponderación o valoración donde valore
la carga o gravedad de la pena (la cual tiene que venir dada por
determinados indicios: gravedad conducta, bien a proteger, etc.) y el fin
que persigue con esa pena.

Sustentación Legal

La sustentación legal conforma el grupo de Normativas y Leyes que dan


fundamento, tales como las que se mencionan y que sirven de apoyo a la
investigación.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)

Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático


y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores
superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la
vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la
democracia, la responsabilidad social y en general, la
preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo
político.
Este artículo da por establecido el hecho de que Venezuela es un
Estado que está fundamentado en la forma de gobierno basado en la
Democracia, que defiende los derechos humanos, respeta la pluralidad política,
y que mantiene responsabilidad social para con ciudadanos, además de que
tiene como principios fundamentales, el respeto por la vida, la justicia, la
solidaridad entre los conciudadanos, y la igualdad de derechos y obligaciones,
para cada uno de ellos.

Articulo 44 establece el derecho a la libertad y así poder


desenvolverse sin ser impedido para ello por los órganos del
poder público con la sola limitación del orden público y el respeto
hacia los demás de allí que expresamente se determina que nadie
puede ni podrá ser objeto de detención o prisión arbitraria.
Este artículo tiene por finalidad garantizar la libertad personal, la
cual deberá ser inviolable; y para ello se otorgan algunas
garantías tales como; el hecho de que ninguna persona puede ser
arrestada sin previa orden judicial, a no ser que haya sido
sorprendida violando la ley, pero, deberá ser llevada en un tiempo
no mayor a las cuarenta y ocho horas siguientes a su detención
ante una autoridad judicial, además será juzgada en libertad, por
razones determinadas en la ley y por el juez a cargo del caso.
Artículo 44.1 afirma dicha libertad, lo que en la legislación están
establecidas solo dos causa de privación de libertad que son en
los caso de flagrancia y por una orden judicial; además del
procedimiento establecido para ello.
Estos artículos también garantiza que la pena que se le confiere al
condenado, no debe contemplar pena perpetua o infamante, y no deben
exceder de treinta años de prisión. Además, la autoridad responsable de
ejecutar las medidas de privación de libertad deber identificarse
obligatoriamente. También garantiza, que la persona detenida, no deberá
seguir estando detenida, luego de haber sido dictada la orden de
excarcelación, o haber cumplido la pena impuesta.

Código Penal Venezolano.

Título I: De la Aplicación de la Ley Penal

Artículo 1. Nadie podrá ser castigado por un hecho que no estuviere


expresamente previsto como punible por la ley, ni con penas que ella no
Hubiere establecido previamente. En otras palabras ninguna persona podrá ser
castigada por un delito o falta que haya cometido si éste o esta no tienen pena
establecida en la ley
Artículo 2. Las leyes penales tienen efecto retroactivo en cuanto favorezcan al
reo, aunque al publicarse hubiere ya sentencia firme y el reo estuviere
cumpliendo la condena.
Es decir, la retroactividad de las normas jurídicas se relaciona directamente con
la posibilidad o imposibilidad de ser aplicadas a hechos o sucesos anteriores a
su creación

Artículo 3. Todo el que cometa un delito o una falta en el espacio geográfico


de la República, será penado con arreglo a la ley venezolana.
La interpretación de este artículo es que toda persona venezolana o extranjera
que cometa un delito o falta en el territorio venezolano será penada con arreglo
a la ley venezolana

Título II: De las Penas

Artículo 8. Las penas se dividen principalmente en corporales y no corporales.

Artículo 9. Las penas corporales, que también se denominan restrictivas de


la libertad, son las siguientes:
1. Presidio.
2. Prisión.
3. Arresto.
4. Relegación a una colonia penal.
5. Confinamiento.
6. Expulsión del Espacio geográfico de la República.

Artículo 10. Las penas no corporales son:


1. Sujeción a la vigilancia de la autoridad pública.
2. Interdicción civil por condena penal.
3. Inhabilitación política.
4. Inhabilitación para ejercer alguna profesión, industria o cargo
5. Destitución de empleo
6. Suspensión del mismo.
7. Multa.
8. Caución de no ofender o dañar.
9. Amonestación o apercibimiento.
10. Pérdida de los instrumentos o armas con que se cometió el hecho punible y
de los efectos que de él provengan.
11. Pago de las costas procesales.

Artículo 11. Las penas se dividen también en principales y accesorias.


Son principales:
Las que la ley aplica directamente al castigo del delito.
Son accesorias:
Las que la ley trae como adherentes a la principal, necesaria o
accidentalmente.

Artículo 12. La pena de presidio se cumplirá en las penitenciaras que


establezca y reglamente la ley.
Dicha pena comporta los trabajos forzados dentro o fuera del respectivo
establecimiento, conforme lo determine la ley, la cual fijara también el tiempo
que haya de pasar el reo en aislamiento celular.
En todo caso, los trabajos serán proporcionales a las fuerzas del penado, a
quien, en sus enfermedades, se cuidara en la Enfermería del establecimiento o
en locales adecuados, con la debida seguridad.

Artículo 13. Son penas accesorias de la de presidio


1. La interdicción civil durante el tiempo de la pena.
2. La inhabilitación política mientras dure la pena.
3. La sujeción a la vigilancia de la autoridad por una cuarta parte del tiempo de
la condena, desde que esta termine.

Titulo X, De los Delitos contra la Propiedad Capítulo I denominado: ¨Del


Hurto¨:

Artículo 451. Todo el que se apodere de algún objeto mueble, perteneciente a


otro para aprovecharse de él, quitándolo, sin el consentimiento de su dueño,
del lugar donde se hallaba, será penado con prisión de un año a cinco años.
Si el valor de la cosa sustraída no pasare de una unidad tributaria (1 U.T.), la
pena será de prisión de tres meses a seis meses.
Se comete también este delito cuando el hecho imputado recaiga sobre cosas
que hagan parte de una herencia aún no aceptada, y por el copropietario, el
asociado o coheredero, respecto de las cosas comunes o respecto de la
herencia indivisa, siempre que el culpable no tuviere la cosa en su poder. La
cuantía del delito se estimará hecha la deducción de la parte que corresponde
al culpable.

Artículo 452. La pena de prisión por el delito de hurto será de dos a seis años,
si el delito se ha cometido:
1. En las oficinas, archivos o establecimientos públicos, apoderándose de las
cosas conservadas en ellos, o de otros objetos destinados a algún uso de
utilidad pública.
2. En los cementerios, tumbas o sepulcros, apoderándose ya de las cosas que
constituyen su ornamento o protección, bien de las que se hallan sobre los
cadáveres o se hubieren sepultado con éstos al mismo tiempo.
3. Apoderándose de las cosas que sirven o están destinadas al culto, en los
lugares consagrados a su ejercicio, o en los anexos y destinados a conservar
las dichas cosas.
4. Sobre una persona, por arte de astucia o destreza, en un lugar público o
abierto al público.
5. Apoderándose de los objetos o del dinero de los viajeros, tanto en los
vehículos de tierra, aeronaves o por agua, cualquiera que sea su clase, como
en las estaciones o en las oficinas de las empresas públicas de transporte.
6. Apoderándose de los animales que estén en los establos, o de los que por
necesidad se dejan en campo abierto.
7. Apoderándose de las maderas depositadas en las ventas de leña
amontonadas en algún lugar, o de materiales destinados a alguna fábrica, o de
productos desprendidos del suelo y dejados por necesidad u otro motivo en
campo raso u otros lugares abiertos.
8. Apoderándose de los objetos que en virtud de la costumbre o de su propio
destino, se mantienen expuestos a la confianza pública.

Artículo 453. La pena de prisión para el delito de hurto será de cuatro años a
ocho años en los casos siguientes:

1. Si el hecho se ha cometido abusando de la confianza que nace de un


cambio de buenos oficios, de un arrendamiento de obra o de una habitación,
aún temporal, entre el ladrón y su víctima, y si el hecho ha tenido por objeto las
cosas que bajo tales condiciones quedaban expuestas o se dejaban a la buena
fe del culpable.
2. Si para cometer el hecho el culpable se ha aprovechado de las facilidades
que le ofrecían algún desastre, calamidad, perturbación pública o las
desgracias particulares del hurtado.
3. Si no viviendo bajo el mismo techo que el hurtado, el culpable ha cometido el
delito de noche o en alguna casa u otro lugar destinado a la habitación.
4. Si el culpable, bien para cometer el hecho, bien para trasladar la cosa
sustraída, ha destruido, roto, demolido o trastornado los cercados hechos con
materiales sólidos para la protección de las personas o de las propiedades,
aunque el quebrantamiento o ruptura no se hubiere efectuado en el lugar del
delito.
5. Si para cometer el hecho o trasladar la cosa sustraída, el culpable ha abierto
las cerraduras, sirviéndose para ello de llaves falsas u otros instrumentos, o
valiéndose de la verdadera llave pérdida o dejada por su dueño, o quitada a
éste, o indebidamente habida o retenida.
6. Si para cometer el hecho o para trasladar la cosa sustraída el culpable se ha
servido de una vía distinta de la destinada ordinariamente al pasaje de la gente,
venciendo para penetrar en la casa o su recinto, o para salir de ellos,
obstáculos y cercas tales que no podrían salvarse sino a favor de medios
artificiales o a fuerza de agilidad personal.
7. Si el hecho se ha cometido violando los sellos puestos por algún funcionario
público en virtud de la ley, o por orden de la autoridad.
8. Si el delito de hurto se ha cometido por persona ilícitamente uniformada,
usando hábito religioso o de otra manera disfrazada.
9. Si el hecho se ha cometido por tres o más personas reunidas.
10. Si el hecho se ha cometido valiéndose de la condición simulada de
funcionarios públicos, o utilizando documentos de identidad falsificados.
11. Si la cosa sustraída es de las destinadas notoriamente a la defensa pública
o a la pública reparación o alivio de algún infortunio.
Si el delito estuviere revestido de dos o más de las circunstancias
especificadas en los diversos numerales del presente artículo, la pena de
prisión será por tiempo de seis años a diez años.

Artículo 454. El que sin estar debidamente autorizado para ello, haya
espigado, rateado o rebuscado frutos en fundos ajenos, cuando en ellos no se
hubiere recogido enteramente la cosecha, será castigado con multa de cinco
unidades tributarias (5 U.T.) a veinticinco unidades tributarias (25 U.T.), a
querella de parte. En caso de reincidencia, la pena será de arresto de tres a
quince días.

Capitulo II, denominado robo extorsión y secuestro


Artículo 455. Quien por medio de violencia o amenazas de graves daños
inminentes contra personas o cosas, haya constreñido al detentor o a otra
persona presente en el lugar del delito a que le entregue un objeto mueble o a
tolerar que se apodere de éste, será castigado con prisión de seis años a doce
años.

Artículo 456. En la misma pena del artículo anterior incurrirá el individuo que
en el acto de apoderarse de la cosa mueble de otro, o inmediatamente
después, haya hecho uso de violencia o amenazas antedichas, contra la
persona robada o contra la presente en el lugar del delito, sea para cometer el
hecho, sea para llevarse el objeto sustraído, sea, en fin, para procurarse la
impunidad o procurarla a cualquier otra persona que haya participado del delito.
Si la violencia se dirige únicamente a arrebatar la cosa a la persona, la pena
será de prisión de dos a seis años.

Parágrafo Único: Quienes resulten implicados en cualquiera de los supuestos


anteriores, no tendrán derecho a gozar de los beneficios procesales de ley.

Artículo 457. Quien por medio de violencia o amenazas de un grave daño a la


persona o a sus bienes, haya constreñido a alguno a entregar, suscribir o
destruir en detrimento suyo o de un tercero, un acto o documento que produzca
algún efecto jurídico cualquiera, será castigado con prisión de cuatro a ocho
años.

Parágrafo Único: Quienes resulten implicados en cualquiera de los supuestos


anteriores, no tendrán derecho a gozar de los beneficios procesales de ley.
PARTE III

ORIENTACIÓN PROCEDIMENTAL

Naturaleza de la Investigación

La Estrategia de Desarrollo empleada en la presente investigación, viene


dada, de acuerdo a las Normas para la elaboración y presentación de los
Trabajos Especiales de Grado, Trabajos de Grado y Tesis Doctorales pautada
por la Universidad Yacambú (2007), que impulsa el proceso de investigación de
acuerdo a parámetros científicos, con la finalidad de sustentar
metodológicamente, el proyecto de investigación

Paradigma interpretativo

Según Hernández, Fernández y Baptista (2003), hay una relación de


participación democrática y comunicativa entre el investigador y el objeto
investigado. Considera la entrevista, observación sistemática y estudios de
caso como el modelo de producción de conocimiento permitiendo al
investigador entender lo que está pasando con su objeto de estudio.
Se caracteriza por su orientación que está dirigida hacia el
descubrimiento. Busca la interacción de conocimientos que pueden estar
influyendo en algo que resulte de determinada manera.
La relación investigador-objeto de estudio concomitante (es decir que
trabajan juntos para un mismo fin), existe una participación democrática y
comunicativa entre los sujetos investigativos y el investigador.

Enfoque cualitativo

El objetivo de la investigación cualitativa es el de proporcionar una


metodología de investigación que permita comprender el complejo mundo de la
experiencia vivida desde el punto de vista de las personas que la viven (Taylor
y Bogdan, 1984). Las características básicas de los estudios cualitativos se
pueden resumir en que son investigaciones centradas en los sujetos, que
adoptan la perspectiva emic o del interior del fenómeno a estudiar de manera
integral o completa. El proceso de indagación es inductivo y el investigador
interactúa con los participantes y con los datos, busca respuestas a preguntas
que se centran en la experiencia social, cómo se crea y cómo da significado a
la vida humana.

Tipo de Investigación

En cuanto al tipo de investigación Chávez (2004), indica que ¨la


investigación es un instrumento imprescindible donde se debe profundizar,
desarrollar, buscar nuevas ideas, nuevas fuentes y nuevas rutas¨. Para
alcanzar una definición apropiada del tipo de investigación hay que reconocer
los objetivos planteados y las fuentes que se emplean para obtener los datos:
Para la consecución de estos objetivos, según la exploración de los criterios de
diferentes autores, se plantea realizar una investigación del tipo descriptiva.
Según Tamayo y Tamayo (2000), una investigación descriptiva
¨comprende la descripción, registro, análisis, e interpretación de la naturaleza
actual, y la composición o procesos de los fenómenos. El enfoque se hace
sobre las conclusiones dominantes o sobre como una persona o grupo o cosa
se conduce o funciona en el presente¨ Aplicando esta definición a la
investigación en curso, la descripción en la misma se referirá al detalle,
explicación, orientación e interpretación que se pueda conseguir al momento de
valorar los documentos legales utilizados en el principio jurídico de
proporcionalidad de las penas en el delito (robo) contra la propiedad
contemplado en el Código Penal Venezolano.
Con el propósito de seguir el diseño que conducirá a la obtención de
datos que van a permitir analizar el principio jurídico de proporcionalidad en el
Código Penal Venezolano, se hará posible mediante la consulta de materia
bibliográfico actualizado que consienta abordar el objeto de la investigación y
así analizar los aspectos legales y doctrinarios al respecto.
Lo anterior permitirá tener una visión completa de todo lo que abarca el
principio de proporcionalidad, su tratamiento jurídico y el Código Penal
Venezolano entre otras cosas que surgirán como resultado de una descripción
pormenorizada del objeto de estudio en la investigación.

Diseño de la Investigación

Establece Sabino (2002), que el diseño de investigación proporciona un


modelo de verificación, que permite contrastar hechos con teorías y sus formas
es la de una estrategia o plan general que determina las operaciones
necesarias para hacerlo¨: Por eso se encuentra constituida por una serie de
actividades sucesivas y organizadas que deben adaptarse a las
particularidades de cada investigación y que indican las técnicas a utilizar para
recolectar y analizar los datos. (p. 63).

En consecuencias estas técnicas de recolección de datos están


directamente relacionadas con la investigación documental porque la misma se
apoya en la recolección de datos e información que forman los antecedentes
derivados de investigaciones anteriores, de libros leyes y vinculaciones
jurisprudenciales del tratamiento jurídico al principio de proporcionalidad.
Sabino (2002)

La investigación documental estudia los problemas con el


propósito de aplicar y profundizar el conocimiento de su
naturaleza, con apoyo principalmente en trabajos previos
información y datos divulgados por medios impresos. La
originalidad del estudio se refleja en el enfoque, criterios,
conceptualizaciones, reflexiones, conclusiones, recomendaciones
y, en general, el pensamiento del autor. (p. 15)

Por lo tanto, el diseño de la presente investigación, es documental


debido a que la misma se desarrolla teniendo como fuente a la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela (1999), El Código Orgánico Procesal
Penal y la doctrina existente en la materia aportada por los estudiosos de la
materia, con la finalidad de obtener los resultados que dan respuestas a los
objetivos planteados.
Así mismo Arias (2006), apunta que el diseño documental consiste en
¨un proceso basado en la búsqueda, recuperación, análisis, critica e
interpretación de datos secundarios, es decir los obtenidos y registrados por
otros investigadores en fuentes documentales, impresas, audiovisuales o
electrónicas¨. (p 23)
Según lo reseña Arias (2006), el nivel de la investigación se refiere al
grado de profundidad con que se aborda el fenómeno u objeto de estudio¨ En
este sentido el propósito de la presente investigación es analizar el tratamiento
jurídico del principio de proporcionalidad en el Código Orgánico Procesal Penal
de Venezuela. En función de lo planteado este estudio se encuentra
enmarcado en el diseño de investigación documental.
Para sustentar tal afirmación es importante considerar lo formulado por
Bavaresco (2006), al definir la investigación documental como ¨Aquella
investigación que da inicio a casi todas las demás por cuanto permite un
conocimiento previo o bien el soporte documental o bibliográfico vinculante al
tema objeto de estudio, conociéndose los antecedentes y quienes han escrito
sobre el tema. (p, 28).
Las razones por las cuales el presente estudio califica como de tipo
documental se fundamenta en que el mismo esta orientado a recolectar la
información a partir de documentos susceptibles de ser analizados realizando
evaluaciones precisas del tema en estudio sobre la base de los textos que
regulan el alcance de la normativa jurídica del tratamiento jurídico del principio
de proporcionalidad en el Código Orgánico Procesal Penal y la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela (1999). Y de la doctrina existente en la
materia aportada por los estudiosos del tema.

Técnicas de Recolección de Datos

En relación a los instrumentos de recolección de datos, de acuerdo con


Hurtado y Toro (2004), pueden definirse como las vías mediante las cuales es
posible aplicar una determinada técnica de recolección e información. Por
consiguiente la técnica indica como se va a recoger la información mientras
que el instrumento señala el medio con el cual se va a recoger la información.
Por otra parte, con relación a los instrumentos de recolección de datos
de acuerdo a Arias (2006), pueden definirse como ¨Cualquier dispositivo o
formato que se utiliza para obtener, registrar o almacenar la información¨.
(p.14). De allí que el instrumento utilizado para almacenar los datos que
fundamentan este trabajo esta conformado por el empleo del registro de la
información de manera sistemática en computadora, a través de un procesador
de palabras, utilizando un archivo distinto para cada unidad de análisis ,
además del empleo de una guía de observación de documentos.
La técnica de observación documental de acuerdo con Navas (2002) ¨es
aquella que se emplea cuando las unidades de observación están constituidas
por documentos, mientras que se hará uso de la observación fáctica cuando se
trata de hechos o fenómenos ¨ (p. 34).
Técnicas de Análisis de la Información

Para comprender con el mayor análisis racional posible toda la


información recolectada, que a ciencia cierta es la base del trabajo investigativo
planteado, se hace necesario estudiarla y comprenderla en función de su valor
real y de importancia para la investigación. Al obtener todos los datos y la
información necesaria para la investigación a través de los diferentes
instrumentos señalados anteriormente, es necesario someter dicho banco de
información a técnicas de análisis e interpretación de datos para que de forma
segura se logren todos los objetivos propuestos en el trabajo investigativo.

Hermenéutica Jurídica

La interpretación jurídica es unos de los aspectos centrales tanto de la


teoría como de la práctica del derecho positivo y, por ello, el conocimiento de
su desarrollo histórico es requisito esencial en la comprensión de los fines y
objetivos del derecho en una sociedad democrática, para ello es necesario
emplear para el análisis el método exegético, el cual según Rivas (1997),
¨considera que las palabras y proporciones no son sino medio o instrumentos
que sirven para traducir un pensamiento o voluntad, el cual no podía ser oro
sino el del legislador, es decir, el de los autores de la ley¨ (p. 84).

Resumen Análitico

Señala Ortiz (2007), que ¨consiste en identificar e interpretar los


elementos semánticos, inspirados en la estructura del conocimiento, que
conforman la idea¨ (p. 98). Desde este punto de vista en el presente estudio,
será aplicado el análisis lógico para explicar con toda exactitud y precisión las
bases esenciales que sostiene y sustenta esta investigación.

Análisis Crítico
La técnica de análisis crítico según Hochman y Montero (ob.cit), la define
como:

Apreciación definitiva de un texto a partir de los elementos hallados


en él mediante la aplicación de las dos técnicas anteriormente
descritas. No utiliza criterios exteriores para considerar el trabajo
examinado, sino que se centra alrededor de una evaluación interna
del desarrollo lógico de las ideas del autor (p. 56)

Esto significa que el análisis critico como técnica demuestra la habilidad


del investigador, en cada uno de los eventos donde se precisa de criterios
firmes y analíticos en la conformación de procesos inherentes al estudio
planteado, es decir, trata de expresar la idea principal con su sentido lógico
para llegar a las conclusiones emanadas del desarrollo del trabajo.

PARTE IV

EL PRODUCTO

Resumen Analítico

El modelo de Estado Social y Democrático de Derecho consagrado en el


artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, exige
que el poder punitivo del Estado (o ius puniendi) sea sometido a una serie de
límites que se derivan de los valores axiológicos que dicho modelo de Estado
propugna. Uno de tales límites está representado por el principio de
proporcionalidad de la respuesta punitiva.
Para ilustrar de una manera más diáfana cuáles son las implicaciones y
el contenido del principio de proporcionalidad, debe partirse de la siguiente
idea: la libertad es un valor fundamental del ordenamiento jurídico venezolano,
el cual se enmarca en un modelo de Estado social, democrático, de Derecho y
de justicia, así como también constituye un derecho fundamental. Ahora bien,
el Estado tiene el deber de asegurar el máximo nivel de libertad y bienestar de
sus ciudadanos, protegiendo los bienes jurídicos de estos frente a las
agresiones más lesivas.

Análisis critico
Desde el punto de vista semántico, la proporcionalidad  alude a la idea
de conformidad o proporción de unas partes con el todo o de cosas
relacionadas entre sí. Desde el punto de vista jurídico, la proporcionalidad
implica un equilibrio ideal o valorativo entre el delito y la pena, o de manera
más amplia, entre ilícito y sanción, la cual se asienta en una ponderación o
medida fijada por el legislador en una ley (proporcionalidad abstracta) y en la
valoración que el juez realiza en el caso concreto (proporcionalidad concreta).
Es importante resaltar, que el principio de proporcionalidad de las penas
obliga a pregonar la gravedad de la conducta, el objeto de tutela y la
consecuencia que arroja jurídicamente; se trata concretamente de establecer la
relación de adecuación entre la gravedad de la pena y la relevancia del bien
jurídico que protege la figura delictiva y a su vez entre la misma y las distintas
formas de ataque al bien jurídico que la conducta delictiva puede presentar.
Como todo juicio de proporcionalidad, este debe resolverse en valoraciones y
comparaciones, es decir, en una ponderación.
Por lo tanto, la grave intromisión y afectación en los derechos
fundamentales de las personas que representan las penas y medidas de
seguridad, deben de estar sujetas al mismo principio que debe legitimar
cualquier afectación de derechos fundamentales por parte del Estado; y que es
precisamente el principio de proporcionalidad
Por otra parte, el principio de proporcionalidad en la realidad debe
ayudar al Derecho penal a guardar armonía con la justicia ponderando la
correspondencia axiológica entre la pena y el delito, estableciendo una regla
que por lo obvia puede pasar desapercibida: una pena grave debe seguir a un
delito grave y una pena leve a un delito leve, lo que permite una adecuada
sistematización, no siempre remarcada, de bienes jurídicos y las penas que
corresponden a su menoscabo.
Igualmente, el Derecho Penal Democrático debe ajustar la gravedad de
las penas a la trascendencia que para la sociedad tengan los hechos que se
asignan, según el grado de la nocividad social del ataque al bien jurídico. Hoy
no sería admisible, conminar con pena desproporcionada a un ladrón callejero,
o a un delincuente que comete abigeato. Dado que no existiría ninguna
proporcionalidad entre la pena impuesta y el objeto tutelado por la norma penal.
Por ello, todo debe estar construido y fundamentalmente la pena, de manera
racional y lógica; la lesión al bien jurídico de la vida, mediante el homicidio,
deberá tener un grado de intensidad penal más fuerte que un robo, así sea
agravado.
Por lo tanto, lo primero que hay que ponderar respecto al principio de
proporcionalidad es: si la intervención del derecho penal resulta rentable para
obtener la tutela del bien jurídico; si la materia es propia del derecho penal o
ésta materia puede ser protegida por otras ramas del derecho. La función de
prevención general del derecho penal, en la medida en que es la forma de
proteger intereses fundamentales de los seres humanos, y al mismo tiempo se
incluye el único aspecto admisible de la idea de retribución: la necesidad de
que exista proporcionalidad entre la pena y el delito.
De tal manera que se encuentre así la forma de proteger tanto a los
ciudadanos de los delitos, como de proteger a los delincuentes (también
ciudadanos) de una afectación excesiva a sus derechos por parte del Estado.
Se debe tener muy claro, que el principio de proporcionalidad guarda estrecha
relación con el valor libertad, principio de dignidad y justicia, toda vez que una
pena que sea inminentemente desproporcionada, irrumpiría con la libertad y
dignidad de la persona, consecuentemente sería injusta.
Además, la finalidad real de las penas, debe ser el no permitir que el
infractor continúe desafiando el marco legal de la sociedad, no continúe
haciendo daño a los ciudadanos, los cuales deben ser persuadidos por la
imposición de la pena justa a ese "reo", para que se sustraigan de cometer
alguna falta de carácter similar.
Por lo tanto, la pena debe evidenciarse por su necesidad como medio de
represión indispensable para mantener las condiciones de vida fundamentales
para la convivencia de personas en una comunidad pero sin desproporción. Sin
la pena la convivencia humana en la sociedad actual sería imposible, la pena
es un castigo consistente en la privación de un bien jurídico por la autoridad
legalmente determinada a quien tras un debido proceso aparece como
responsable de una infracción del Derecho y a causa de dicha infracción.
En suma, la proporcionalidad concreta de la pena denota que debe
orientarse hacia una medida correcta de la misma, desde el marco punitivo
acertadamente investigado, mediante la concreta valoración de la culpabilidad
y hacia una decisión de prevención adaptada a la adecuación de la
culpabilidad, orientada conforme a las necesidades político criminales
concretas. La definitiva valoración de la culpabilidad por el hecho y la decisión
de prevención no tienen que ser realizadas, de una manera libre, sino dentro
de ciertos límites preestablecidos. La valoración de la culpabilidad se debe
mantener entonces dentro del marco punitivo aplicable y no puede exceder de
éste; ya que es el fundamental principio de la cooperación basada en la división
del trabajo entre el legislador y el Juez, con ocasión de la determinación de la
pena.
Por ello, el Código Penal Venezolano implanta un sistema que mantiene
como consecuencias personales del delito, las penas y medidas de seguridad,
que deben ser aplicados alternativamente en los diferentes delitos que se
encuentran insertos dentro de ese cuerpo legislativo, en este caso no deben
quedar en el papel ni solo en teoría, deben respetarse y llevarse a la práctica.
PARTE V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Conclusiones

Culminando el presente estudio a continuación se plantean las


conclusiones arrojadas en la investigación:

En lo que respecta al primer objetivo señalar el criterio doctrinario de la


administración de justicia según el sistema penal venezolano, El principio de
proporcionalidad de las penas es un principio que limita el poder punitivo del
Estado, siendo que tal respuesta dependerá del grado del aporte objetivo y
subjetivo del sujeto en el hecho, debiendo existir entre ambos un nexo de
correspondencia proporcional, lo que no es otra cosa que la dosimetría penal
la cual hace referencia al principio de proporcionalidad de las penas, lo cual
dependerá de la intensidad con que se hubiere vulnerado o puesto en peligro
el bien jurídico penal tutelado por el tipo penal.
El modelo de Estado social y democrático de derecho, así como la
mayoría de las legislaciones del mundo, demanda mesura en la
proporcionalidad de las penas, lo cual se encuentra asociado, al principio de
legalidad, con base en el grado de afectación del bien jurídico; con el principio
de culpabilidad, en tanto que el cómputo de la pena se realiza de acuerdo con
criterios objetivos y subjetivos; y con el derecho penal, ya que la magnitud de
la pena dependerá del esfuerzo o contribución en el acto delictivo
De acuerdo con el segundo objetivo describir de la dosimetría del
principio jurídico del principio de proporcionalidad constituye uno de los pilares
fundamentales de un Derecho Penal democrático, al fungir como un límite a la
actividad punitiva del estado, que neutraliza reacciones punitivas excesivas,
desmesuradas y arbitrarias. El Principio de Proporcionalidad de las penas es
un límite a la potestad punitiva del Estado el cual permite que en el juicio de
ponderación entre la cara coactiva de la pena y el fin perseguido por la
conminación legal, haya una proporcionalidad entre gravedad del delito
(injusto) y la pena.
Este principio complementa el de culpabilidad, que en sí mismo no
garantiza la necesaria proporción entre delito y pena. Igualmente, este principio
de proporcionalidad informa la actividad legislativa para que el legislador
respete en todo momento el contenido de este principio al momento de
establecer las penas en las respectivas leyes.
Por último la importancia de la dosimetría como herramienta de
administración de justicia de proporcionalidad de las penas según el sistema
penal venezolano. Esta debe ser determinada mediante la realización de un
juicio de ponderación entre la carga coactiva de la pena y las finalidades que se
buscan a través de la conminación penal, de forma que de tal ponderación
pueda apreciarse si la medida adoptada (reacción punitiva) resulta proporcional
respecto al fin de defensa o tutela del bien jurídico.
El principio de proporcionalidad posee una naturaleza relativa, ya que
del mismo no se derivan prohibiciones abstractas o absolutas, sino sólo por
referencia al caso concreto, implicando el mismo un juicio de ponderación entre
el medio empleado la sanción y el fin que con ésta se pretende alcanzar tutela
de bienes jurídicos, de allí que se diga que es un principio relacional, ya que
implica la comparación de dos magnitudes, concretamente, con él se examina
la legitimidad de los medios a la luz del fin perseguido El principio de
proporcionalidad de las penas permite disminuir por debajo del mínimo legal las
penas previstas por los delitos agravado.

Recomendaciones

En vista de la importancia de este estudio, a continuación se plantean


las siguientes recomendaciones:

Primeramente al estado venezolano para que mediante su poder judicial


garantice el principio de proporcionalidad y este sea bien estudiado y aplicado
para evitar la arbitrariedad en las decisiones de la autoridad, principalmente del
legislador. Que se adopten penas por delitos de robo que resulten la opción
menos intrusiva y que sean apropiadas y necesarias para lograr un objetivo
legítimo. Que el principio de proporcionalidad de las penas sea proporcional a
la misma en los delitos de robos tomando en cuenta que en las últimas
décadas el factor de incidencia de la superpoblación de las prisiones y la
sobrecarga de los sistemas de justicia penal viene dado porque no se dictan las
penas o estas son desproporcionadas.

A los jueces de la republica los cuales investidos de autoridad que es


ineludible que exista la aplicación del principio de proporcionalidad por parte de
los administradores de justicia, en el caso concreto, de parte de los Jueces
venezolanos, en virtud que en ningún caso podrá sobrepasar la pena mínima
prevista para cada delito, ni exceder del plazo de dos años; si se tratare de
varios delitos se tomará en cuenta la pena mínima del delito más grave.
Los marcos de imposición de penas se comprendan como un elemento
más de una política general de control de delitos y conlleven a consultas en
profundidad con especialistas, grupos comunitarios y la sociedad civil con miras
a generar una serie de recomendaciones que puedan hacerse efectivas con
éxito en la sociedad.

A la universidad Yacambu para que mediante, talleres, foros


conferencias desarrollen el interés de los investigadores y así generar temas de
discusión que vayan en pro del derecho penal para así obtener más fuente de
información con los estudios del derecho.

REFERENCIAS

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