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TEMA:
AUTORA
GUAYAQUIL-2021
ii
Atentamente
Dra.
C.I:
iii
Atentamente,
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
Tabla de contenido
CAPÍTULO I
MARCO TEÓRICO 4
1.- Antecedentes de la Investigación 4
1.1. Antecedentes de Otras Investigaciones. 4
1.2. Antecedentes Históricos. 10
1.2.1- Aparición del concepto de Feminicidio/Femicidio y su evolución.
De un concepto académico a un concepto de lucha social 10
1.2.2.- El salto de categoría académica a categoría política 14
1.2.3.- Evolución del concepto de Feminicidio de categoría de la antropología
viii
CAPITULO II
MARCO METODOLÓGICO 58
2.1. Metodología de la Investigación 58
2.2. Métodos 58
2.3. Técnicas de la Investigación 59
2.4. Instrumentos y procedimientos utilizados Entrevista 60
2.5. Población y Muestra 60
2.6. Análisis e interpretación de datos 60
ix
CAPÍTULO III
ANALISIS DE RESULTADOS 63
3.1. Análisis Resultados Entrevistas realizadas 63
Entrevista 1: Ab. Rony Alonso Altafuya Rojas, MSc., Abogado Especialista
en Materia Penal. 63
Entrevista 2: Dra. Lourdes Verónica Parada Veloz, Fiscal del Cantón Durán. 65
Entrevista 3: Dr. Carlos Antonio Díaz Briones, Juez de la Unidad Judicial
Penal Norte 2 de Guayaquil. 67
Entrevista 4: Ab. Ronny Aurelio Rodríguez Holguín, MSc., Abogado
Especialista en Materia Penal. 69
Entrevista 5: Ab. Brayn Álvarez Andrade, MSc., Abogado Especialista en
Materia Penal. 71
Entrevista 6: Ab. Héctor Ponce Ávila, MSc., Abogado Especialista en
Materia Penal. 72
Entrevista 7: Ab. Roger Crow Zavaleta, MSc., Abogado Especialista en
Materia Penal. 74
Entrevista 8: Ab. Héctor Gabriel Vanegas Fernández, MSc., Abogado
Especialista en Materia Penal. 77
3.2 Análisis de Sentencias 78
3.3. Resultados Generales originados del Análisis 81
3.4.- Propuesta para dar soluciones al problema de femicidio en la República
de Ecuador 82
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. 84
CONCLUSIONES. 84
RECOMENDACIONES. 86
BIBLIOGRAFÍA 88
x
Lista de Gráficas
RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN
Situación problemática
La conceptualización del término femicidio tuvo su origen en 1801 para referirse al
asesinato de la mujer, siéndole incorporado el aspecto sexista dentro de dicho
concepto por ser frecuentado, en la comisión de este delito, por parte de hombres.
Tras los debates que se han brindado desde entonces, al respecto de los
elementos característicos que constituyen la definición de Femicidio, autores como
Russell y Radford (1992) sostienen que éste puede ser entendido como el asesinato
de mujeres por parte de hombres en el que se ve reflejado, bajo acepciones
feministas, un carácter patriarcal y el empleo de violencia como mecanismo de
dominación y represión. Así, es posible colegir que el delito de femicidio abarca la
muerte de una mujer por su condición de serlo, dentro de un entorno de dominación y
de desigualdad.
Adicionalmente, a este concepto le son atribuibles otros aspectos, uno de los
cuáles son susceptibles de análisis dentro de la presente investigación y es la relación
de poder entre hombres y mujeres. Nuestro país, incorporó esta figura penal en nuestra
legislación en el año 2014, con la entrada en vigor del Código Orgánico Integral Penal
(COIP), dentro del cual se reconoce este tipo de delito cuyos elementos constitutivos
recaen sobre el resultado mortal de una mujer por el hecho de serlo dentro de
relaciones de poder en las que se ejerció algún tipo de violencia.
La pena atribuible a este delito es de veintiséis años, misma que varía según las
circunstancias agravantes del mismo. De la tipificación del delito de Femicidio en la
norma penal ecuatoriana se destacan elementos valorativos y normativos que
permitan la configuración de este tipo penal que son las relaciones de poder, la
violencia y condición de género. De esta forma, el primer elemento constitutivo del
delito, siendo objeto de la presente investigación, son las relaciones de poder,
entendidas como una forma de acción a través de la cual uno o más sujetos imponen
su voluntad sobre otro.
Para comprender las relaciones fundamentadas en el poder, es menester
referirnos a este último y la forma en la que se ejerce, llegando a puntualizarse la
2
:
4
CAPÏTULO I
MARCO TEÓRICO
Por otro lado, se presenta interesante trabajo de investigación cuya autoría fue de
la. Fiscalía General de Ecuador (2016), intitulado “Femicidio Análisis penológico 2014-
2015”. En esta investigación se analizó el cumplimiento de las obligaciones
internacionales de la Fiscalía General de Ecuador en materia de derechos humanos,
mediante la tipificación del femicidio en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) que
entró en vigencia en agosto de 2014. La tipificación de este nuevo delito habilita al
Estado para investigar, juzgar y sancionar la muerte de las mujeres ocurridas debido a
su género. Haciendo uso de la norma penal, corresponde a la Fiscalía, titular de la
acción pública, aplicar la norma y movilizar a la administración de justicia, como en
efecto lo ha hecho. Para el momento en que se desarrolló esta investigación tenía el
Código Orgánico Integral Penal un año de vigencia, por lo que resultaba pertinente
evaluar el funcionamiento de la aplicación del nuevo delito de femicidio.
Este abordaje buscaba contabilizar la acción de la Fiscalía y de los demás
órganos de la Función Judicial ecuatoriana, así como identificar las características del
fenómeno de femicidio. Esta es una deliberación que tuvo como punto de partida los
elementos obtenidos durante el desarrollo de la investigación y a lo largo de los
procesos penales sustanciados para determinar la existencia del delito de femicidio.
Los resultados fueron alentadores, pues se está contribuyendo a la lucha contra la
impunidad y defensa de la vida de las mujeres. En los contenidos desarrollados en esta
investigación se presenta una descripción de este fenómeno; y, esperan motivar a los
operadores de justicia y todas las demás autoridades vinculadas a permanecer
trabajando para erradicar este fenómeno que causa un inmenso daño a la sociedad
ecuatoriana.
Entre las conclusiones más importantes se tienen que:
- La Fiscalía General se encargó de atender el requerimiento de visibilizar la
problemática de la muerte de mujeres causadas por su género, para lo que elaboró una
propuesta de tipificación del delito de femicidio, como delito penal agregado al nuevo
Código Orgánico Integral Penal (COIP), con la finalidad de instituir una nueva garantía
normativa para tutelar el derecho a la vida de las mujeres. (Fiscalia General de
Ecuador , 2016)
- Se incluyeron en el Código Orgánico Integral Penal los convenios logrados en la
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un concepto que surge como anglicismo, pero que se desarrolló en América Latina que
paso de Femicidio a Feminicidio.
Costa Rica comenzó a emplear el término Femicidio desde activismo de los
derechos de las mujeres y el feminismo durante la década de los ochenta para exigir la
erradicación de la violencia contra las mujeres. (Laporta Hernández, 2015)
Posteriormente a partir de 1994, desde la academia, la primera en emplearlo fue
la investigadora feminista mexicana Marcela Lagarde, con el que comenzó toda una
vida en la investigación del Feminicidio, hablo en estos términos, ya que ha sido una
labor de importancia, que ha significado no solo realizar publicaciones y diversos
ensayos, libros, publicaciones, conferencias, sino que incluye toda su labor como
activista que la llevó a ser diputada federal en la legislatura de 2003 a 2006 y
realizar un trabajo legislativo de importancia. Una de sus primeras y principales
aportaciones es que fue más allá de traducir FEMICIDE-FEMICIDIO a
FEMINICIDIO. Ella misma explica que eligió el término Feminicidio para denominar
al “conjunto de violaciones de derechos humanos de las mujeres que contienen los
crímenes y las desapariciones de las mujeres y que estos fuesen identificados
como crímenes de lesa humanidad” (Lagarde, Claves feministas en torno al
feminicidio. Universidad Género y Desarrollo. I. Nuevas Líneas de Investigación en
Género y Desarrollo, 2009), con ello lo distingue del Femicidio que solo se interpreta
como el homicidio de mujeres.
Por su parte, Julia Monárrez considera que:
El feminicidio comprende toda una progresión de actos violentos que van desde el
maltrato emocional, psicológico, los golpes, los insultos, la tortura, la violación, la
prostitución, el acoso sexual, el abuso infantil, el infanticidio de niñas, las mutilaciones
genitales, la violencia doméstica, y toda política que derive en la muerte de las mujeres,
tolerada por el Estado. (Monarrez, 2000)
En este caso Monárrez retoma el término Feminicidio de Marcela Lagarde,
también se atreve a describir con mayor precisión las formas en que lleva a cabo sobre
todo porque su trabajo estará íntimamente ligado en todo momento con los feminicidios
que han ocurrido en Ciudad Juárez, México desde 1993.
Por otra parte Rosa Linda Fregoso y Cynthia Bejarano mencionan que el
Feminicidio hace referencia a los asesinatos de mujeres y niñas fundados en una
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principalmente, para que, posteriormente en una segunda tuvo una apropiación por
parte de las activistas y organizaciones de derechos humanos, lo que permitió que se
desplegara su potencial de denuncia en la región. A su vez, considera que con ello el
concepto resalta las “historias locales” de la reflexión teórica por parte de
investigadoras, defensoras de derechos humanos y la justicia de género, testigos y
sobrevivientes y juristas de Latino América y Estados Unidos. También nos dice que
posteriormente el termino traspasó la barrera de la cultura popular, para comenzarse a
utilizar por los medio de comunicación e inspiración de creación artística desde
poemas, obras de teatro, performance, series de televisión y películas que se
convirtieron en mecanismos de denuncia. (Atencio, 2015)
En diversos documentos que se analizaron durante el desarrollo de esta
investigación se encontraron evidencias de que las activistas y organizaciones de la
sociedad civil, principalmente dedicadas a la defensa de los derechos de las mujeres,
han tenido un papel activo en el reconocimiento de los homicidios de mujeres como
Feminicidios.
maternidad forzada, la trata, los abortos ilegales, por mencionar algunos tipos de
violencia, son todas distintas expresiones de la opresión de las mujeres y no fenómenos
inconexos. En el momento en que cualquiera de estas formas de violencia resulta en la
muerte de la mujer, ésta se convierte en femicidio. (Argüello, 2016)
Todos los cambios de género implican y a la vez inciden en profundas
transformaciones de la cultura, la ciencia, la tecnología, la educación, las artes, y en las
esferas normativa y jurídica. Todos suponen y conllevan cambios en las mentalidades.
(Lagarde, Claves feministas en torno al feminicidio. Universidad Género y Desarrollo. I.
Nuevas Líneas de Investigación en Género y Desarrollo, 2009)
Históricamente, las diversas formas de violencia contra las mujeres y las leyes
penales han tenido una relación difícil (Vásquez, 2009), lograr el reconocimiento legal
de la violencia contra las mujeres no ha sido sencillo y ha implicado una lucha contante.
Rita Laura Segato lo menciona: el derecho es un medio dominado por la institución
patriarcal en el que se atribuye menos valor de vida a las mujeres y hay una propensión
mayor a justificar los crímenes que padecen.
El primer paso que dio el término para pasar a una categoría jurídica fue al
incluirlo en las leyes, las primeras en hacerlo fueron Costa Rica y Guatemala que lo
tipificaron como un delito específico dentro de Leyes contra la violencia hacia las
mujeres en 2007 y 2008 respectivamente.
La evolución posterior, dentro de la cual se encuentran las nuevas legislaciones
que tipifican el femicidio o feminicidio o las iniciativas que buscan tipificarlo, representa
un paso importante en el reconocimiento de la violencia contra las mujeres que es
posible constatar en los últimos años a través de una tendencia al abandono de la
neutralidad formal de los tipos penales para dar paso a tipificaciones que expresamente
incluyen la diferencia sexual, lo que se ha llamado por ciertas autoras como la
sexualización de la respuesta punitiva. (Vásquez, 2009)
Ante los numerosos debates sobre la tipificación del feminicidio se han planteado
diversas alternativas para incorporarlo en las legislaciones, una de ellas fue la
tipificación que a su vez tiene diferentes variantes, ya sea integrarlo como un delito en
los Códigos Penales o mediante leyes especiales que abordan la violencia contra las
mujeres e incluyen al feminicidio.
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La violencia machista no frena. Nuestra vida corre peligro todos los días cuando
ocurre 1 femicidio cada 28 horas en nuestro país. En los dos meses que
llevamos del 2022 registramos 51 casos de femicidios y 33 intentos de femicidios,
cifras que dan cuenta de la violencia a la que estamos expuestas. No estamos
seguras en nuestro propio hogar cuando más de la mitad de los femicidios de este
año ocurrieron en la vivienda de las víctimas. (Observatorio Ahora que si nos
Ven, 2022)
Este es un factor clave a considerar para prevenir la violencia de género: cuando
los femicidios ocurren en casa, es imperativo implementar medidas y herramientas que
contribuyan a identificar condiciones riesgosas y oportunidades fácticas para que las
mujeres que cohabitan con el agresor cuenten con la posibilidad material para lograr
separar al agresor de la vivienda, o en su caso disponer con políticas de acceso a la
vivienda con perspectiva de género para que las mujeres en situación de violencia
puedan tener una autonomía económica que les permita dejar la morada en la que su
vida está en riesgo.
Estas mujeres no se encuentran seguras en sus hogares y tampoco en la calle.
Hasta febrero de 2022 se habían registrado 15 femicidios en la vía pública lo cual
evidencia que ni el hecho de ser observados por la comunidad, ni la posibilidad de
dejar en evidencia su identidad y su accionar, representan un impedimento para que
los femicidas actúen de manera impune. Es responsabilidad del Estado garantizar la
seguridad y construcción de dispositivos que protejan sus vidas y que brinden
contención y atención integral a las mujeres que se encuentran en situación de
violencia de género, lo que es fundamental para que se sientan acompañadas.
Saccomano (2017), en su trabajo de investigación para la Revista CIDOB, indica
que el Término Femicidio fue utilizado por primera vez en el año 1801 en Reino Unido
para referirse al asesinato de una mujer, pero tiene al menos, en ámbito académico, su
nacimiento en la década de los setenta.
Así lo indica Arguello y otros en su trabajo para la Fiscalía General del Estado
Ecuatoriana, publicada por la Dirección Nacional de Política Criminal en el año 2016,
en el que se señala que la definición de femicidio fue utilizada directamente vinculada a
la violencia de género por Diana Russell en 1976 ante el Primer Tribunal Internacional
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de Crímenes contra las Mujeres. A partir de ese momento Diana Russel junto con Jane
Caputi lo identificaron primeramente como: “el asesinato de mujeres realizado por
hombres motivado por el odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de la
mujer”. (Fiscalia General del Estado, 2016)
Luego, con Hill Radford lo refirió como “el asesinato misógino de mujeres
realizado por hombres”. (Fiscalia General del Estado, 2016)
Otra definición importante es aquella de las Naciones Unidas (1993) en que la
violencia contra la mujer incluye, entre otras:
(…) la violencia física, sexual y psicológica que se produce en el seno de la familia y en la
comunidad en general, incluidas las palizas, el abuso sexual de niñas, la violencia
relacionada con la dote, la violación marital, la mutilación genital femenina y otras
prácticas tradicionales dañinas para la mujer, la violencia no conyugal y la violencia
relacionada con la explotación, el acoso sexual y la intimidación en el trabajo, en las
instituciones educativas y en cualquier otro lugar, el tráfico de mujeres, la prostitución
forzada y la violencia perpetrada o tolerada por el Estado. (Ruiz P., 2003)
Se hace una consideración importante respecto de las denominaciones que este
delito obtiene, indican por un lado que la definición “Femicidio” expresada por Russell y
Radford y por el otro la expuesta por Marcela Lagarde, “feminicidio” quien indica que
esta definición se presta mejor a cubrir las razones de género y la construcción social
detrás de estas muertes de mujeres. (Convención, 2008)
Sobre este tema vale aclarar que en el ámbito jurídico internacional suelen ser
utilizadas ambas denominaciones sin que existan distinciones algunas, por ejemplo, en
el Ecuador se usa el termino femicidio, en contra posición a los países como México o
Bolivia donde el término utilizado es feminicidio, por citar ejemplos:
El Comité de Expertas Del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de
Belém do Pará (2008), define al femicidio como:
La muerte violenta de mujeres por razones de género, ya sea que tenga lugar dentro de
la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal; en la comunidad,
por parte de cualquier persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus
agentes, por acción u omisión. (Fiscalia General de Ecuador , 2016)
Una definición más profunda, es la expuesta por Marcela Lagarde y de los Ríos
en el primer Informe Sustantivo para la Comisión Especial para Conocer y dar
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de poder como una de las figuras constitutivas de este delito. Hay que señalar también
que la motivación para el cometimiento de este delito en los hombres se debe a una
imposición histórica, un sentido de superioridad absurda del hombre hacia la mujer, que
se ha transferido de generación en generación y que nace intolerablemente en el
núcleo familiar.
Según Pontón, (2009, pág. 4), parafraseándolo, la discriminación de género, el
sexismo y la misoginia son problemas adaptados en el Ecuador, lo cual se evidencia en
los altos repertorios de violencia contra las mujeres efectivos en el país, aun cuando
esta situación no siempre se denuncia. Es lógico que, si existe este tipo de violencia,
muchos de los crímenes que se cometen contra las mujeres se deba a la exacerbación
de esa violencia que culmina con el femicidio. (Pontón, 2009)
He aquí el nacimiento de la denominada relación de poder que a consideración de
ser habitúan tanto en la familia (hogar primario), y la pareja y el comercio sexual
(entorno externo. (Carcedo A. & Ordónez, 2010)
La familia, la pareja y el comercio sexual son instituciones por excelencia de la
sociedad patriarcal, donde se ponen en marcha relaciones de poder asimétricas en
desfavor de las mujeres, cuyas consecuencias violentas asociadas gozan, de manera
encubierta o abierta de aceptación, justificación y promoción a nivel cultural. Por eso,
se convierten en contextos cuyo desbalance de poder aumenta la pa que le lleve algo
robabilidad de que una mujer sea víctima de femicidio.. (Carcedo A. & Ordónez, 2010)
Desde el punto de vista del entorno primario u hogar, desde este se plantean los
roles y las relaciones de poder que pueden ser de papá con mamá como ejemplo y de
hermano con hermana como resultado de ese ejemplo, es decir, si el padre ordena a la
madre manda a mamá a que le traiga un vaso de agua con gritos, el hermano haría lo
mismo con su hermana.
En el ámbito de pareja, se constituye en las agresiones e imposiciones de roles
dentro de la relación, actos aprendidos en casa o fuera de ella pero que se ha
constituido costumbre en la persona hasta llegar a naturalizarlo. Por otro lado, el
comercio sexual propaga la constitución de un rol de poder del hombre por encima de
la mujer a través del pago por los servicios sexuales, generado una conciencia
equivoca de establecer a la mujer como un objeto o mercancía.
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que cada año hay en todo el mundo unos 5.000 asesinatos en nombre del “honor”, pero
se piensa que esta cifra es una subestimación. (World Health Organization., 2013)
Estas muertes se producen frecuentemente en Oriente Medio y Asia Meridional,
pero también en algunas comunidades migratorias, por ejemplo, en Australia, Europa y
Norteamérica. Las investigaciones dan cuenta sobre asesinatos por el “honor”
cometidos con armas de fuego, hachas o herramientas cortantes, mediante
estrangulación o puñaladas, quemando a la mujer, forzándola a ingerir un veneno u
obligándola a lanzarse desde una ventana.
Entre las consecuencias más trágicas y explícitas de una discriminación contra
mujeres y niñas profundamente arraigada y culturalmente aceptada, se encuentran los
asesinatos de mujeres para “salvar el honor familiar”. Frecuentemente son cometidos
con total impunidad a causa de la aceptación generalizada de la práctica y a estatutos
jurídicos y judiciales que protegen al asesino. En algunos casos, el asesinato puede ser
propiciado o, incluso, motivado por los anhelos de otros miembros de la familia,
incluidas mujeres. (World Health Organization., 2013)
Esta actitud, y un malentendido generalizado de los temas relacionados con el
género que sustentan estos crímenes, han traído como consecuencia una inadecuada
protección jurídica y social de las niñas y las mujeres expuestas a la amenaza de
crímenes relacionados con el “honor” en esos países.
1.3.5.- Femicidio no íntimo. -
Por otro lado “El femicidio perpetrado por alguien que no tiene relación íntima con
la víctima se conoce como femicidio no íntimo”. (World Health Organization., 2013)
El femicidio efectuado por alguien que no tiene relación íntima con la víctima se
conoce como femicidio no íntimo, y el femicidio que incluye agresión sexual a veces se
denomina femicidio sexual. Esos asesinatos pueden ser aleatorios, pero hay
perturbadores ejemplos de asesinatos sistemáticos de mujeres, en particular en
América Latina. (World Health Organization., 2013)
Por ejemplo, por lo menos 400 mujeres han sido matadas bestialmente durante la
última década en Ciudad Juárez, frontera de México con los Estados Unidos. Más de
700 mujeres fueron liquidadas en Guatemala durante el 2008; muchos de estos
crímenes fueron precedidos de abuso sexual brutal y tormento. A través de campaña
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sobre derechos humanos ejecutada en el 2009 comunicó que había habido más de 500
femicidios por año en Guatemala desde el 2001. (World Health Organization., 2013)
Mientras que en los Estados Unidos, dos tiroteos intensivos en escuelas en el 2006 se
identificaron por el hecho de que los homicidas embistieron solo a niñas y maestras. En
algunos ambientes, el femicidio no íntimo también conmueve asimétricamente a las
mujeres envueltas en trabajos marginales e impopulares, como el trabajo sexual y el
trabajo en bares y clubes nocturnos.
Para Mayorga, (2015), el femicidio no íntimo: “Es la muerte de una mujer
cometida por un hombre desconocido con quien la víctima no tenía ningún tipo de
relación”.
Saccomano, (2017), señala:
El femicidio no íntimo incluye aquellos cometidos por un hombre que no tenía ninguna
relación íntima, familiar o de convivencia con la víctima; el asesino puede ser un amigo,
un conocido o un extraño, y la violación sexual a menudo concurre con este tipo de
feminicidio. (pág. 19)
Por otro lado, hay que considerar que “el femicidio no íntimo involucra el ataque
sexual de la víctima” (Albarrán, 2015). En este caso, si bien es cierto que la acción
proviene de una persona desconocida por la víctima, existe la posibilidad de que el
victimario se relacione en círculos cercanos, es decir, conocer a personas cercanas de
la víctima. Aquí la relación de poder tendría lugar en el sometimiento inmediato que el
agresor ejerza sobre su víctima para finalmente matarla.
La relación de poder en este escenario se atribuye generalmente a la imposición
de la fuerza del hombre sobre la mujer. Cabe señalar al respecto que tanto el femicidio
íntimo como el no íntimo pueden relacionarse entre sí a tal punto de existir en un
mismo contexto:
(…) las fronteras entre lo íntimo y lo no íntimo no son necesariamente evidentes y en
ocasiones se encuentran solapadas. En este sentido, se entiende que las mujeres viven
condiciones aumentadas y multiplicadas de discriminación y control, y por tanto implican
altos riesgos para sus vidas, sobre todo en contextos como la trata, la explotación sexual
comercial o en las asociaciones delictivas como pandillas, mafias o redes internacionales
de industrias ilícitas, entre otras dinámicas cuyo incremento ha sido constatado en el
continente. (Carcedo A. & Ordónez, 2010, p. 10)
29
somos niños. Nos expresan que la obediencia debe ser cultivada sin discutir, y, justo
desde chiquillos no nos enseñan a ser críticos, a cuestionar si lo que nos mandan es
correcto o no. Como sociedad se ha normalizado y admitido este tipo de costumbres
que pueden llegar a ser violentas y perjudicarnos como sociedad.
El poder y la obediencia se recapacita que siempre van de la mano, pero hay
instantes en que se pueden separar, porque inclusive, cuando cultivan poder sobre una
persona para que ejecute alguna diligencia, uno mismo puede pedir al poder de
decisión, pero para que alguien tenga esa luminosidad y ese saber, debió de tener
presente y experimentado el pensamiento crítico desde precoz edad. Como vemos,
esto se convierte en un asunto individual y social. Así pues,. el poder está disperso por
todo el área social, aunque con distintas reuniones y dispersiones. El poder forma
unidades de obligación o de creación de desiguales magnitudes. Con la eventualidad,
que gran porción de ese poder está velado, sumergido, lejos de la observación de los
ciudadanos.
Es decir, existe un cuadro complejo del poder, estructurado en dominaciones y
extremos rivales según los casos, y muchas veces, “enigmático”, en las sociedades.
Luego, no puede escaparse del poder, pues es componente de todas las relaciones
sociales. No existe la alternativa poder / no-poder; existen sí, clases y tipos de poder
que producen y portan los actores sociales y marcan las distintas posibilidades,
tendencias y actuaciones de procesos sociales y políticos. En secuela, hay poderes
creadores y que subordinan, poderes positivos y negativos, poderes constructivos y
destructivos. De esta manera el poder aporta sus capacidades a las relaciones sociales
cuyas estructuras primordiales entienden ser las instituciones, estrategias y acciones:
la institución “declama”, la estrategia “habla” y la acción “actualiza”.
La institución preconiza, sacraliza y muestra ideologías precisadas. La estrategia
duda, averigua, pregunta, mientras prueba las anomalías por dónde circular y escuda
fuerzas operativas para obtener logros; inclusive, “usa” las concreciones y los
recitativos siempre que se implanten como parte de fuerzas e intervenciones sociales, y
ayuden a fortificar sus colecciones de poder dinámico. La acción es la vida misma de lo
diario; inspecciona todos los terrenos y sale a “realizar” la sociedad en todas las
conductas capitales, desde los más aleatorios y confusos hasta los más ordenados y
33
entre dos o más individuos, reglamentadas por pautas sociales, sin hacer hace
mención conceptual a quien tiene el poder sobre alguno que no, en base a normas del
Estado, por lo que sin lugar a duda debe considerase que este fenómeno es complejo,
pues las relaciones de dominio social son un conjunto complejo de relaciones
económicas, sociales o políticas de la sociedad.
Las relaciones sociales se configuran como representaciones primarias de poder.
Así el ser humano es por naturaleza social, por lo tanto, todas las locuciones de su
diligencia son por excelencia sociales. El poder se compone socialmente debido a que
admite perenemente a más de un sujeto para perpetrar sus actividades
1.3.9.- ¿Y cuáles son los talantes primordiales de las relaciones de poder
Conocemos, que todas los individuos instituimos relaciones, como padre, madre,
hija o hijo, jefe o trabajador, educador / estudiantes, esposo / esposa, sacerdotes,
técnicos director o perteneciente a un grupo social o a otro (Asociaciones,
Representaciones Comunales, etc.). Así pues, en las relaciones humanas, en el
entrenamiento de nuestra acción, proporcionamos u interceptamos el camino a
indiscutibles recursos de carácter material o anímico. Por lo que esta contingencia de
proporcionar u interceptar recursos materiales o espirituales lo emplazamos como
poder. Pero, el poder no es en esencia físico que se puede poseer y quitar, es algo
que puede ser capaz de incidir notablemente sobre las relaciones que fundamos entre
humanos y con la naturaleza, y hacer viable que sucedan cosas o imposibilita que
acontezcan otras vicisitudes.
Por lo tanto, el poder es un adjetivo de las relaciones; fundadas estas en todos los
espacios de la vida de los seres humanos, en la familia, en los saberes organizativos
comunitarios, en los establecimientos sociales como la escuela y la iglesia, en todos
estos entornos, la mayoría de las oportunidades, cuando hay problemas, estos están
relacionados con el ejercicio de poder. De esta manera se convierte el poder en una
constante.
Proverbialmente el poder se instituye a través de una relación social de autoridad
en la cual se aplica una energía o voluntad sobre otras voluntades. Es frecuente que
este tipo de poder lo ejecutan individuos que atesoran fortunas, tecnología, doctrina,
sabiduría, poder político, información, etc. para quebrantar en las/os demás personas y
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constreñir a estas a que concebir cosas o apuntalar hechos a favor de sus provechos.
(Red Alforja, 2019)
El poder lo asociamos con pujanza, injusticia, dominación, mano dura, autoridad,
influencia; y universalmente lo advertimos como algo perjudicial; sin embargo, el poder,
no es ni positivo, ni negativo, según como empleamos los orígenes de poder que
poseemos creamos una efigie destructiva o constructiva del mismo.
El ejercicio del poder se enuncia diversas veces en las diferencia social, cultural,
económica o política de los sometidos sociales. Esta diferenciación crea la contingencia
de facilitar o estorbar la vida de las y los demás y el camino a los bienes, a los
recursos, etc. Todas las personas ejercitamos poder de una u otra manera, pero en
ocasiones solo reconocemos las fuentes más obvias de poder como son el dinero, el
conocimiento, la información, la naturaleza, entre otros. (Red Alforja, 2019). Sin
embargo, en las relaciones humanas concurre una diversidad de principios de poder,
que no son obvias o siempre registradas, como el amor, la organización, la unidad, etc.
Interdependencia en las relaciones humanas y las relaciones de poder.
En casos como en la relación Obrero / Patronal, la parte del trabajador tiene el
poder de la fuerza de trabajo y por la parte patronal posee los recursos como capital o
fuentes de producción; por lo que, ambas partes se revierten interdependientes para
tener el imperio de trabajar. En el entramado familiar, la fuente de poder son los
ingresos económicos; sin embargo, la persona que trae el dinero a casa va a necesitar
de otros miembros del hogar, como por ejemplo: de las labores domésticas, el afecto,
la compañía, entre otras, lo que genera una relación biunívoca de poder.
Queda claro que para que exista una relación de poder, tiene que concurrir una
relación entre dos personas o más. Luego es más que evidente que para practicar el
poder la interdependencia de las partes es necesaria y concluyente.
Mezcla de poderes. ¿Cuándo ocurre?
Los seres humanos viven en una sociedad donde hay grupos con más poder y
grupos con menos poder en atención a: ser quienes son, su origen, idioma, clase
social, sexo, usanza étnica, edad, religión, orientación sexual visible o no visible. (Red
Alforja, 2019)
36
Por esta razón algunos grupos son más frágiles que otros, los niños y las niñas
son sensibles al abuso físico, sexual y emocional de las personas adultas, las mujeres
a la discriminación económica, social y política, los jóvenes al abuso físico, sexual y
emocional, así como la discriminación en el trabajo y el hogar. Los adultos mayores,
cuando finaliza su vida productiva, son vulnerables a la pobreza y al irrespeto desde la
casa y la sociedad misma. El funcionamiento del poder es relativo, debido a que no es
estático, en unos espacios estamos en el grupo con poder, pero en otros dentro del
grupo con menos poder; es decir, en algunas circunstancias vivimos con un grupo
vulnerable y en otro con los menos vulnerables.
El poder como una oportunidad
Las personas y los grupos sociales intervienen, pero también divergen en sus
objetivos, necesidades e intereses. El poder facilita el alcance de objetivos, la
satisfacción de necesidades e intereses, por eso las personas buscan alcanzarlos
haciendo un ejercicio de poder y lo puede ejercer por medios constructivos o
destructivos. Un ejercicio destructivo del poder supone que una de las partes impide de
forma consciente o inconsciente la consecución de los intereses, objetivos y/o
necesidades de la otra. Esta persona toma decisiones sin considerar las necesidades o
intereses de otros llegando a imponer estas decisiones hasta con violencia si es
necesario. Por esa razón cuando hay un ejercicio constructivo del poder, prevalecen
relaciones de cooperación y solidaridad, donde se propagan o comparten las fuentes
de poder y las partes se ayudan mutuamente para lograr sus objetivos e intereses. En
este ejercicio del poder, para un mismo esfuerzo no hay unos que ganen más que
otros, la decisiones son tomadas de forma colectiva entre todos y se asumen las
responsabilidades entre todos para avalar que las decisiones se consumen. (Red
Alforja, 2019)
Las relaciones de poder entre mujeres y hombres
El género se determina por las diferentes facultades o “reglas” que la sociedad
instituye como apropiadas para mujeres u hombres, en tal sentido se observa que el
género se construye a lo largo de la vida, no es algo innato como el sexo, el sexo es
biológico y no se puede cambiar, el hecho que las mujeres y los hombres usen algunas
prendas de vestir propias de su sexo obedece a diferencias determinadas por la
37
Violencia de Género
Ahora bien, existiendo una acción que busca sobreponer a otra, existe como
menciona Giraldo (2006) la posibilidad de la resistencia, resistencia que puede
representar en algunos casos la prohibición de la constitución de una relación de poder
y en otros, la disputa por el poder.
En este punto estamos ante una relación de fuerzas, ya que la resistencia genera
otra resistencia: “el poder es una relación de fuerzas, o si se quiere una relación de
fuerzas ya es una relación de poder” (Giraldo, 2006, pp. 103-122)
En el caso de los actos de los femicidios que constan en las estadísticas como
consumados, claramente la fuerza del hombre socava la fuerza de la mujer donde el
resultado de esto ha llegado a ser la muerte; “hay que diferenciar así entre un estado
puro de “dominación” y la relación de poder que se construye entre quien asume la
actitud de dominar y quien es dominado” (Piedra, 2004)
En este sentido Piedra (2004), siguiendo el enfoque de Foucault hace alusión la
construcción social de roles donde se sitúa a la mujer en una posición desfavorable:
Debemos enfatizar que el uso del enfoque de poder de Foucault nos permite ver las
relaciones de poder que existen entre los géneros, no solo a partir de la relación de sujeto
a sujeto, sino también a partir de los dispositivos de poder que contiene las
construcciones sociales. Podemos así ser “objetivos” respecto a dicha relación, sin
43
paradigma:
El modelo tradicional de relación entre los géneros se caracteriza por la rígida
división sexual del trabajo: hombre proveedor y mujer reproductora. El modelo
tradicional subordina la sexualidad a la reproducción, la sexualidad no es un ámbito
legítimo de desarrollo, por lo tanto, el placer es irrelevante y la mujer se espera que sea
pasiva en este dominio. La reproducción no se controla. La desigualdad en las fuerzas
(sociales y culturales) de mujeres y hombres produce jerarquía, subordinación. (Valdés,
1999)
Podemos sentirnos seguros de decir que la relación de poder entre un hombre y
una mujer es la reproducción de concepciones equivocas que se legitiman socialmente,
aquello genera que los roles impuestos socialmente sean más difíciles de deshacerse.
1.3.10.- El femicida se conoce.
Con relación al vínculo de la víctima con su agresor, en el 86% de los femicidios
el femicida pertenecía al círculo íntimo de la víctima. Se continúa observando que en el
59% de los casos el femicida es la pareja o ex pareja de la víctima. Esto pone de
manifiesto la necesidad de transformar los vínculos sexo- afectivos que históricamente
se basaron en la asimetría de poder. Es imperativo implementar la Educación Sexual
Integral, para dotar a los niños y adolescentes de herramientas que les permitan
construir relaciones más igualitarias, pero también se hace necesario que desde la
industria cultural se representen imaginarios del sexo y el amor donde la base sea el
respeto, el consentimiento y la libertad.
1.3.11.- Justicia
En lo que va de 2022 el 20% de las víctimas de femicidio había realizado al
menos una denuncia o contaba con alguna medida de protección. Es terrible que esto
suceda, que a pesar de haber recurrido a la Justicia estas mujeres hayan sido
asesinadas. (Observatorio Ahora que si nos Ven, 2022)
Frente a este contexto se lucha y exige una reforma judicial transformista, que
destine mayor presupuesto para la protección, que tome decisiones que sean
adecuadas para cada situación particular con una mirada Inter seccional y colateral,
que aproxime los derechos al barrio y las comunidades, y que escuche a las víctimas.
46
En este sentido la Justicia continúa acumulando una deuda enorme con la sociedad,
pero especialmente con las mujeres y otros sectores.
En gráfica de página siguiente se recogen los datos porcentuales de los lugares
donde ocurren los femicidios, ocurriendo el mayor porcentaje en la vivienda de la
víctima lo que reafirma como ya fue expuesto, que de los femicidios el femicida
pertenece al círculo íntimo de la víctima.
Otros/Sin Datos
10%
Vivienda com-
partida Vivienda de la
12% Victima
43%
Vía Pública
29%
Femicidios
Años 2014-2019
120
103
100
80
66
60
60 55
40
27 24
20
0
Agosto-Di- Año 2015 Año 2016 Año 2017 Año 2018 Enero- Mayo
ciembre 2014 2019
Femicidios
fenómeno, pero lo que es más grave aún, deja estos hechos en la impunidad y anima a
que se continúen cometiéndose.
Se puede considerar como una base para que el sistema normativo ecuatoriano
haya incorporado el tipo penal “femicidio” distinguiéndolo del homicidio o el asesinato
es sin duda el escenario nacional de violencia en contra de la mujer, pero, es también
cierto que la Constitución del 2008 generaba ya un enfoque de protección direccionado
a las mujeres y los grupos de atención prioritaria.
La constitución de Montecristi no solo ofreció la base para la creación de normas
sustantivas a favor de las mujeres, sino que además fomenta el respaldo y/o protección
a las mujeres en aras de salvaguardar su integridad y por ende su vida.
El acceso a la justicia de las víctimas de femicidio consiste en obtener un acceso
a recursos judiciales idóneos y efectivos revestidos de adecuadas garantías al
momento de denunciar los actos de violencia, y por lo tanto, para que los Estados
cumplan con sus obligaciones deben actuar con la debida diligencia, esto implica que la
investigación se centra en la conducta del Estado, en el contexto de su obligación de
encontrar la verdad de los hechos y de sancionar a los responsables de manera
adecuada, previniendo de esta manera la impunidad. (Chávez, 2020, p. 29)
En la Carta Magna Ecuatoriana en su Artículo 66, numeral 3, literales a) b), se
identifican como garantías las siguientes: 3. El derecho a la integridad personal, que
incluye: a) La integridad física, psíquica, moral y sexual. b) Una vida libre de violencia
en el ámbito público y privado. El Estado adoptará las medidas necesarias para
prevenir, eliminar y sancionar toda forma de violencia, en especial la ejercida contra las
mujeres, niñas, niños y adolescentes, personas adultas mayores, personas con
discapacidad y contra toda persona en situación de desventaja o vulnerabilidad;
idénticas medidas se tomarán contra la violencia, la esclavitud y la explotación sexual.
(Artículo 66 - Derechos de libertad, 2014)
Este carácter Proteccionista del Estado, reflejado en la Constitución, da paso a la
promulgación de ciertas normas que buscan erradicar la violencia de género y en ese
mismo sentido, el femicidio..
El Estado debe ser el principal garante del ejercicio pleno de los ciudadanos y en
este caso quien proteja mediante su política pública a las mujeres violentadas o en
50
El femicidio puede verse relacionados con otro tipos de delitos o acciones que en
se convierten en agravantes de la acción principal, esto es, dar muerte a una mujer
basado en su género y resultantes de relaciones de poder.
El Art. 142 del citado Código Orgánico Integral Penal establece como agravantes
del femicidio las siguientes:
1. Haber pretendido establecer o restablecer una relación de pareja o de intimidad con la
víctima.
2. Exista o haya existido entre el sujeto activo y la víctima relaciones familiares,
conyugales, convivencia, intimidad, noviazgo, amistad, compañerismo, laborales,
escolares o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad.
3. Si el delito se comete en presencia de hijas, hijos o cualquier otro familiar de la
víctima.
4. El cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público. (Ecuador
Asamblea Nacional, 2021)
Cabe señalar que la norma establece que de existir una o más de estos
agravantes, la pena impuesta seria la máxima establecida en el tipo penal.
Pero el análisis del femicidio en la Normativa Penal Ecuatoriana no termina en la
tipificación, pena y la identificación de agravantes, sino que deben analizarse temas
relacionados a este como los sujetos del delito y el bien jurídico protegido vistos desde
un enfoque dogmático.
Parece clara la identificación a priori del bien jurídico lesionado con este delito, la
vida. Pero dentro de este escenario también podemos encontrar a la dignidad y los
derechos humanos que para (Aldana, J., & Isea, J., 2018): “son pilares en la vida
individual – social del ser humano”.
El femicidio tutela el bien jurídico, vida, de una mujer por su condición de tal o su
condición de género, a través de un diseño típico autónomo con elementos específicos
que justifican la aplicación de un plus de pena diverso al de los delitos de homicidio
simple y agravado. (Luna R., M. B. , 2019)
Así mismo la dignidad humana de las mujeres víctimas se encuentra violentada a
través de los actos de violencia y más cuando el resultado de esos actos es la muerte.
La dignidad humana o el goce de esta es la consagración de los derechos humanos “al
existir dignidad humana, se hacen presentes los derechos humanos” (Aldana, J., &
53
existirlos harán que la pena supere los 30 años de prisión, estos agravantes son:
1. Si la víctima era menor de edad o adulta mayor.
2. Si la víctima se encontraba en estado de gestación.
3. Si la víctima se encontraba bajo cuidado o responsabilidad del agente.
4. Si la víctima fue sometida previamente a violación sexual o actos de mutilación.
5. Si al momento de cometerse el delito, la víctima tiene cualquier tipo de discapacidad.
6. Si la víctima fue sometida para fines de trata de personas o cualquier tipo de
explotación humana.
7. Cuando hubiera concurrido cualquiera de las circunstancias agravantes establecidas
en el artículo 108.
8. Si, en el momento de cometerse el delito, estuviera presente cualquier niña, niño o
adolescente.
9. Si el agente actúa en estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la sangre en
proporción mayor de 0.25 gramos-litro, o bajo efecto de drogas tóxicas, estupefacientes,
sustancias psicotrópicas o sintéticas. (Ley 30819, 2018)
Una diferencia considerable entre la legislación Ecuatoriana y la Peruana es la
existencia de la Cadena Perpetua entre sus penas, esto hace un cambio notable entre
un marco jurídico del otro. Con relación al delito de Feminicidio, se pena la Cadena
perpetua cuando se verifique la existencia de dos o más de los agravantes
mencionados anteriormente.
En el caso de la Nación Chilena, el femicidio se encuentra tipificado en el Art. 390
del Código Penal Chileno prácticamente como uno tipo de homicidio agravado cuyas
víctimas conformen el núcleo familiar, mencionado Artículo indica:
El que, conociendo las relaciones que los ligan, mate a su padre, madre o hijo, a
cualquier otro de sus ascendientes o descendientes o a quien es o ha sido su cónyuge
o su conviviente, será castigado, como parricida, con la pena de presidio mayor en su
grado máximo a presidio perpetuo calificado.
Si la víctima del delito descrito en el inciso precedente es o ha sido la cónyuge o
la conviviente de su autor, el delito tendrá el nombre de femicidio. (Chile, Ministerio de
justicia , 2011)
Esta inclusión del femicidio dentro de la tipificación del homicidio ocurre en varios
países de Latinoamérica como Argentina o Colombia por citar ejemplos. Pero se da el
55
CAPITULO II
MARCO METODOLÓGICO
2.2.- Métodos
Antes de abordar una definición concreta del método científico utilizado en esta
investigación, cabe señalar una idea general de la importancia de la elección del
método en una investigación
La investigación como proceso es la acción ordenada, lógica y sistemática
orientada a la indagación de un fenómeno, hecho o problema. Para su ejecución se
requiere la aplicación rigurosa de una serie de criterios y métodos que permitan
examinar un asunto o tema, a fin de desarrollar o ampliar los conocimientos sobre el
mundo que nos rodea. (Escudero S., Carlos Leonel Cortez Suárez, Liliana , 2018, p. 1)
El método para aplicarse es el documental y bibliográfico, con la utilización de un
Guion de Entrevistas, que le da un cariz cualitativo que, con sus respectivas técnicas e
instrumentos, generan un trabajo enfocado en los escenarios y a valoración cualitativa
de los mismos.
En el caso concreto de esta investigación, es enfocada en conocer los elementos
o presupuestos que constituyen a la relación de poder como un elemento constitutivo
del femicidio en el Ecuador y para ello el estudio de material bibliográfico, normativa
legal, análisis y la interpretación de datos.
Así como el análisis de casos específicos de femicidio en el Ecuador, ofrecen a
esta investigación un perfil complementario donde cada uno de los puntos enriquecen a
la investigación como tal.
59
refleja en el cuadro siguiente donde se indica tanto los antecedentes penales como de
violencia.
El hecho de que los agresores tengan antecedentes de violencia es una muestra
de que los comportamientos negativos que adquieren desde el ámbito familiar y social,
como hábitos o costumbres generan resultados intolerables como la violencia física,
verbal, psicológica y la muerte (femicidio).
Esto guarda concordancia con los criterios expuestos por los autores citados en
esta investigación, los roles asumidos por los hombres son construcciones ideológicas
producidas en el núcleo familiar y en la sociedad.
Este análisis nos lleva obligatoriamente a valorar el perfil de las víctimas de
violencia y femicidio en el Ecuador que por otro lado se ajustan, como bien se ha
indicado anteriormente, a un carácter sumiso donde la imposición de la fuerza por parte
de los hombres arrincona a estas en una situación desventajosa donde su vida se
encuentra constantemente amenazada.
Entendiendo como víctimas a “aquellas personas que han sufrido de manera
física, psicológica o sexual por violencia intrafamiliar”. (Maila, 2013, p. 43), pero
también “existen las víctimas indirectas cuyas dificultades continúan aún sin la
presencia de la víctima primaria, dando lugar a que las consecuencias del delito no
terminan con la muerte sino que continúan”. (Maila, 2013, p. 43)
Aunque existen otras variables que se analizan posteriormente, una de las causas
principales es la situación de desigualdad real en la que puede encontrarse la mujer
(menor fuerza física, dependencia económica, menos relaciones sociales debido al
aislamiento por estar en casa...) (López, 2004, p. 11)
Datos relevantes como la edad o si tenían hijos o algún tipo de discapacidad, los
que se puede encontrar en esta estadística, que ofrece un amplio marco para valorar
las características de las mujeres víctimas.
La edad promedio de las victimas radia en los 34 años de edad como se puede
evidenciar en el gráfico, existiendo víctimas de todas las edades. También se menciona
el número de víctimas extranjeras el mismo que asciende a 66.
La educación es un dato para considerar tomando en cuenta que la relación de
poder que hacia la víctima se ejerce puede vincularse a la capacidad intelectual por
62
CAPÍTULO III
ANÁLISIS DE RESULTADOS
Entrevista 1.-
Ab. Rony Alonso Altafuya Rojas, MSc., Abogado Especialista en Materia Penal.
quedarse al cuídanos de los hijos y este, en este caso, ejerce una relación de poder
económica.
Cuando la mujer no tiene vida social se crea una nueva relación de poder, ya que
ella piensa que sin su cónyuge su vida no tiene sentido ya que no tiene nadie más en la
vida, esto puede denominarse dependencia emocional y genera una relación de poder
emocional.
A nivel laboral, en nuestra sociedad es difícil que una mujer ostente un cargo de
jefa, usualmente el hombre tiene estos cargos y ejerce relación de poder Jefe -
subordinada, llegando el caso de hacer petitorios sexuales de por medio.
Y por el simple hecho del hombre creerse superior a la mujer por su mala
formación en su etapa de niñez, cometen actos alevosos sobre el género femenino en
distintas acciones que conllevan a la existencia de una infracción penal.
existiendo.
4. - ¿Es la violencia de género un problema social de atención
prioritaria? fundamente su respuesta.
Si, la violencia de género son actos que tienen como consecuencia daños físicos
y/o trastornos mentales que pueden producir invalidez e incluso llevar hasta la muerte.
La atención tiene que ser prioritaria porque donde no es detectado o intervenido a
tiempo las consecuencias han llegado a ser fatales.
Como lo indique en una respuesta anterior, hay actos cotidianos de violencia de
género que osan desapercibidos, pero que poco a poco van mermando la psiquis de la
víctima que al momento del Estado querer intervenir puede ser demasiado tarde. Esto
sin dejar a un lado los actos demostrables y detectables a tiempo pero que por
encontrarse dentro del círculo de violencia no es puestos a conocimiento de las
autoridades.
Entrevista 2.-
Dra. Lourdes Verónica Parada Veloz, Fiscal del Cantón Durán.
1. - ¿Podría denominarse a la Relación de Poder como como una
66
construcción social?
Sí, porque la violencia de género, ejercida por un hombre, se da por su deseo de
obtener poder, dominación y control sobre la mujer, fundado esto, en una cultura de
violencia y discriminación que históricamente las mujeres hemos sufrido, por lo que
resulta un fenómeno social y cultural enraizado en las costumbres de sistemas
patriarcales, de relaciones desiguales de poder, en donde a la mujer se la considera
inferior al hombre.
allá de la realidad, pero que poco a poco con la lucha de valientes mujeres se ha
logrado su representación en varios ámbitos, reconociendo sus derechos en los
distintos tipos de violencia que se ejerce sobre la mujer.
En el Ecuador el Art. 35 de la Constitución de la República, refiere sobre los
grupos a los que debe darse atención prioritaria, entre ellos, a las víctimas de violencia
doméstica y sexual, esto en concordancia con los Instrumentos Internacionales, como
la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, sancionar y Erradicar la Violencia
Contra la Mujer de Belém do Para, en el que los Estados Partes se obligan a condenar
toda forma de violencia contra la mujer, a actuar con la debida diligencia, adoptando los
medios apropiados y sin dilaciones para prevenir, sancionar y erradicar dicha
violencia.
Entrevista 3.
Dr. Carlos Antonio Díaz Briones, Juez de la Unidad Judicial Penal Norte 2 de
Guayaquil.
68
Entrevista 5.-
Ab. Brayn Álvarez Andrade, MSc., Abogado Especialista en Materia Penal.
1.- ¿Podría denominarse a la Relación de Poder como como una
construcción social?
La costumbre que hace pensar que estos actos cotidianos donde se impone la
relación de poder del hombre a la mujer es algo normal cuando no lo es y de manera
inconsciente se va construyendo y legitimando esta relación de poder.
Entrevista 6.-
Ab. Héctor Ponce Ávila, MSc., Abogado Especialista en Materia Penal.
1.- ¿Podría denominarse a la Relación de Poder como como una
construcción social?
Por el machismo (Centro y Sudamérica), esta construcción parte de la educación
en el hogar, donde los comportamientos cotidianos se manifiestan como
comportamientos adecuados, convirtiéndolos en hábitos, y para ellos, este hábito nos
lleva a pensar que estos actos cotidianos de imponer relaciones de poder entre
hombres y mujeres es normal, cuando en realidad tales relaciones de poder se
establecen y legitiman sin saberlo.
de poder” como elemento constitutivo del delito de Femicidio, ¿De qué manera,
según su experiencia, esto se ve reflejado en la práctica?
Si, se ve reflejado en las relaciones de poder que existen entre parejas cuando el
hombre trabaja y la mujer se queda en la casa, ella se vuelve dependiente de él por
quedarse al cuídanos de los hijos y este, en este caso, ejerce una relación de poder
económica.
Cuando la mujer no tiene vida social se crea una nueva relación de poder, ya que
ella piensa que sin su cónyuge su vida no tiene sentido ya que no tiene nadie más en la
vida, esto puede denominarse dependencia emocional y genera una relación de poder
emocional.
Y por el simple hecho del hombre creerse superior a la mujer por su mala
formación en su etapa de niñez, cometen actos alevosos sobre el género femenino en
distintas acciones que conllevan a la existencia de una infracción penal.
para de manera conjunta coexistir sin diferenciaciones que hasta el momento continúan
existiendo.
Entrevista 7.-
Ab. Roger Crow zavaleta, MSc., Abogado Especialista en Materia Penal.
75
físicos e intelectuales que el hombre, pero esto se lo ha conseguido por una corriente
social que no ha logrado plasmar en el ámbito jurídico una disposición como tal pero si
establecido precedente para la promulgación de normas a favor de las mujeres y
grupos históricamente vulnerables, he aquí la incidencia de lo social y lo jurídico.
Para algunos ha sido un me culpa de la sociedad machista dar un paso al costado
para de manera conjunta coexistir sin diferenciaciones que hasta el momento continúan
existiendo.
No existe algún tipo de norma que imponga una imposición de roles, la costumbre
y la historia son los que han determinado estos, sin embargo, gracias a los diferentes
grupos sociales que existen en la actualidad han permitido que exista una mayor
igualdad entre los hombres y las mujeres en los distintos ámbitos y roles dentro de una
sociedad.
discutir su papá le pegaba a su mamá con los puños, ella se defendía pero él le ganó,
su madre terminó sangrando el labio ese día (…)
Esto sin lugar a duda genera un estado de peligrosidad para la víctima o potencial
victima que encerrada en una relación como esa y tras las consideraciones externas
machistas de familiares y amigos, constituyen en una aceptación por naturalización del
poder, ese poder del hombre hacia la mujer. En el mismo testimonio se puede apreciar
que la conducta del agresor no solo iba en contra de su cónyuge sino también sobre
sus hijas. La hija L.B.CH.A, indicó:
(…) recuerda cuando fue chiquita siempre le pegaba, le insultaba, más aún cuando
estaba en el colegio esto era cuando sacaba 7 o 7.5, le rompía el labio, le comparaba con
las demás personas; y como su persona era medio gordita, le decía que así nadie le va a
querer, que no va a salir por la puerta (…)
Otro de los testimonios importantes dentro de este caso es sin duda el de Lida
Marilu Palacios Moreno, Perito de Trabajo Social quien dentro de la su valoración
expresó: “Indica que recibía mucho maltrato desde que se unió con él”, otra vez se
verifica la continuidad de la conducta del agresor.”
La psicóloga Nelly Magaly Méndez Méndez, por otro lado dentro de su testimonio
aclaro ciertos puntos importantes donde se refleja claramente una relación de poder
constituida y legitimada con el tiempo puesto que tanto la imposición de la fuerza de su
pareja como los prejuicios sociales que a su alrededor se manifestaban cortaban su
poder de decisión de alejarse del agresor y producían un estado no solo de indefensión
sino de incertidumbre.
(…) no se había separado antes del señor por cuanto sus padres le enseñaron que se
casa una vez, y que todas estas situaciones están permitidas dentro del matrimonio;
además ella quería que sus hijas crezcan con su padre, pero veía que ellas no eran
felices en el hogar pues le tenían mucho miedo. Incluso cuando recién se había casado
había tenido dificultades por lo que acude a su casa, sus padres le dijeron que para que
se había casado y que tenía que afrontar estas situaciones, no tenía apoyo de su familia.
Esta sentencia, por su contexto y desarrollo es una pieza clave en esta
investigación puesto que en ella se logra identificar varios escenarios doctrinales y
normativos que dentro se han traído a colación.
La jueza ponente en este caso bien hace en indicar en su motivación respecto de
81
víctima.
Que en el ecuador existen organismo que velan por la erradicación de la
violencia contra la mujer.
Que la violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar es repudiada y
reprendida en el Ecuador y para buscar la erradicación de esta si bien se han
impulsado políticas públicas, reformas legales o inclusive creación de cuerpos
normativos que tratan especialmente estos temas, la educación ciudadana debería ser
un tema de interés asociado a la erradicación de la violencia contra la mujer.
Que esta educación debe materializarse a través de políticas públicas
enfocadas a la difusión de contenidos educacionales en temas como violencia
intrafamiliar, sus consecuencias, su tratamiento, pero eso ya es materia de otra
investigación.
Alerta temprana ante el femicidio: Este tipo de asesinatos pueden ser evitados si
la víctima decide no callar el primer golpe, no permanecer a lado de un maltratador, si
se atreve a denunciar el hecho antes de que quien se comprometió a amarla y
protegerla le propine una herida mortal que la lleve a la tumba.
Sistema de protección.
Reparación de víctimas de violencia contra las mujeres y el femicidio : El
supuesto básico para generar la obligatoriedad de reparar algún daño a las mujeres
víctimas de violencia, es precisamente que se hayan conculcado alguno de sus
derechos, es decir, que exista un bien jurídico lesionado, lo que actualiza su derecho
de restitución, para ello se debe garantizar el libre acceso de la justicia a las mujeres
sin discriminación alguna, en términos de la reparación de daños materiales y morales
de manera satisfactoria..
Tratamiento al agresor en el femicidio y la participación ciudadana : en casos de
femicidio lograr crear conciencia en la población penal que involucre medidas que
posean en consideración la defensa de la mujer; luchar contra la discriminación, excitar
la igualdad de género y socorrer y acoger normas culturales adecuadas. Una objeción
conveniente contiene la participación de forma exhaustiva de las disímiles plazas de
procedimiento poseyendo como cimiento las derivaciones de la violencia en la víctima y
la necesidad de ejecución de programas para los victimarios lo cual demanda una
respuesta multisectorial.
84
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
CONCLUSIONES.
RECOMENDACIONES
En este punto debe apegarse al criterio que exponen los estudiosos en esta rama
a los cuales se ha hecho mención en el desarrollo de este trabajo investigativo, así
como los entrevistados, las encuestas revisadas, sentencias analizadas y en general
todos los datos recolectados para el efecto.
- La recomendación sine qua non en este caso es el fortalecimiento a nivel
educativo de una cultura de respeto y tolerancia hacia los demás, educación respecto
de los derechos y garantías que tienen las víctimas o potenciales víctimas de este
delito o delitos afines.
- Se recomienda a los estudiantes de Derecho primordialmente, estudiar no solo
la normativa donde se encuentra incorporados los derechos, procedimientos y medidas
que pueden tomarse para defender a los futuros clientes inmersos en escenarios de
violencia género o concretamente femicidio, sino que además se relacionen con los
conceptos que enmarcan este tipo penal como la relación de poder principalmente y
como esta relación de poder es una construcción social.
Conociendo estos conceptos y sus orígenes será más fácil destruirlos y contribuir
para la creación de una nueva sociedad, justa, igualitaria, respetuosa de las diferencias
y de la vida de todos los que componen la sociedad.
- Se recomienda impulsar la destrucción de los estereotipos, roles atribuidos al
sexo, que se dé igual tratamiento a cada integrante de nuestro círculo familiar,
académico, laboral y social y que ello sirva de ejemplo para las
88
nuevas generaciones para que se formen sin referidos estereotipos que lo único
que logran es separarnos.
La educación como bien se expuso, no se produce o desarrolla en las aulas de
clase, por ello es imperativo dar asesorías y talleres a los padres de familia para que
sean ellos desde el hogar quien forme en valores a sus hijos.
- El papel de la familia es imprescindible en la formación de nuevos ciudadanos
por ello la importancia capacitar a los padres de familia a través de campañas, talleres
o publicaciones periódicas en los medios electrónicos digitales o televisivos.
-Y por último y no menos la difusión masiva de estos derechos y garantías, así
como mecanismos y procedimiento para acceder a ellos existen que si bien es cierto
son muchos, la realidad nacional nos indica que son desconocidos.
89
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