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UNIVERSIDAD METROPOLITANA DEL ECUADOR FACULTAD DE

CIENCIAS SOCIALES, HUMANIDADES Y EDUCACIÓN


CARRERA DERECHO

TRABAJO DE TITULACIÓN PREVIO A LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO


DE ABOGADA DE LOS TRIBUNALES Y JUZGADOS DE LA
REPÚBLICA DEL ECUADOR

TEMA:

ESTUDIO DE LA RELACIÓN DE PODER COMO ELEMENTO


CONSTITUTIVO DEL DELITO DE FEMICIDIO EN EL CÓDIGO
ORGNÁNICO INTEGRAL PENAL

AUTORA

PAULA MAGALLANES PACHAY

MGS. LUIS CEDEÑO ASTUDILLO

GUAYAQUIL-2021
ii

CERTIFICACIÓN DEL TUTOR

Dra. , en calidad de Asesora del trabajo de titulación


designada conforme la disposición del director de la Carrera de Derecho, sede
Quito, certifico que la estudiante Paula Magallanes Pachay, titular de la cédula
de identidad N° 0954051140, ha realizado el trabajo de investigación
denominado: “ESTUDIO DE LA RELACIÓN DE PODER COMO ELEMENTO
CONSTITUTIVO DEL DELITO DE FEMICIDIO EN EL CÓDIGO INTEGRAL
PENA” quien ha cumplido con todos los requisitos legales exigidos, por lo cual
apruebo el mismo.

Es todo cuanto puedo certificar en honor a la verdad, facultando al interesado a


hacer uso de la presente, así como también se autoriza la presentación para la
evaluación por parte del jurado respectivo.

Atentamente

Dra.
C.I:
iii

DECLARACIÓN DE AUTORIA DE TRABAJO DE TITULACIÓN

Yo, PAULA MAGALLANES PACHAY, estudiante de la Universidad


Metropolitana del Ecuador “UMET”, carrera Derecho, declaro en forma libre y
voluntaria que la presente investigación que versa sobre: ESTUDIO DE LA
RELACIÓN DE PODER COMO ELEMENTO CONSTITUTIVO DEL DELITO DE
FEMICIDIO EN EL CÓDIGO INTEGRAL PENAL, y las expresiones vertidas en la
misma, son autoría de el compareciente, las cuales se han realizado en base a
recopilación bibliográfica, consultas de internet y consultas de campo.
En consecuencia, asumo la responsabilidad de la originalidad de esta y el
cuidado al remitirme a las fuentes bibliográficas respectivas para fundamentar el
contenido expuesto.

Atentamente,

PAULA MAGALLNES PACHAY


C.I. 0954051140
AUTORA
iv

CESIÓN DE DERECHOS DE AUTOR

Yo, PAULA MAGALLNES PACHAY, estudiante de la Universidad Metropolitana del


Ecuador “UMET”, carrera Derecho, declaro en forma libre y voluntaria que la presente
investigación que versa sobre: ESTUDIO DE LA RELACIÓN DE PODER COMO
ELEMENTO CONSTITUTIVO DEL DELITO DE FEMICIDIO EN EL CÓDIGO
INTEGRAL PENAL, modalidad Proyecto de Investigación de conformidad con el Art.
114 del CÓDIGO ORGÁNICO DE LA ECONOMÍA SOCIAL DE LOS
CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN, cedo a favor de la Universidad
Metropolitana del Ecuador una licencia gratuita, intransferible y no exclusiva para el uso
no comercial de la obra, con fines estrictamente académicos. Conservo a mi favor
todos los derechos de autor sobre la obra, establecidos en la normativa citada.
Así mismo, autorizo a la Universidad Metropolitana del Ecuador para que realice la
digitalización y publicación de este trabajo de titulación en el repositorio virtual, de
conformidad a lo dispuesto en el Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.
La autora declara que la obra objeto de la presente autorización es original en su forma
de expresión y no infringe el derecho de autor de terceros, asumiendo la
responsabilidad por cualquier reclamación que pudiera presentarse por esta causa y
liberando a la Universidad de toda responsabilidad.

PAULA MAGALLNES PACHAY

C.I. 0954051140 AUTOR


v

DEDICATORIA

Esta Dedicatoria se la dedico primero a


Dios porque él me dio las fuerzas para
seguir adelante y llegar hasta la meta, y en
especial para el mejor esposo del mundo,
pues a ti te debo por el apoyo, el amor y
todo lo que has luchado a mi lado para que
hoy yo pueda estar aquí.
vi

AGRADECIMIENTO

Gracias a mi universidad, gracias a mis


profesores, gracias por haberme permitido
formarme en ella, gracias a todas las
personas que fueron participes de este
proceso, ya sea de manera directa o
indirecta gracias a Dios, que fue mi
principal apoyo y motivador para cada día
continuar sin tirar la toalla. En este
momento muy especial espero, que
perdure en el tiempo, no solo en la mente
de las personas a quienes agradecí, sino
también a quienes invirtieron su tiempo
para echarle una mirada a mi proyecto de
tesis, a ellos así mismo le agradezco con
todo mi ser
vii

Tabla de contenido

CERTIFICACIÓN DEL TUTOR ii


DECLARACIÓN DE AUTORIA DE TRABAJO DE TITULACIÓN iii
CESIÓN DE DERECHOS DE AUTOR iv
DEDICATORIA v
AGRADECIMIENTO vi
RESUMEN xi
ABSTRACT xii
INTRODUCCIÓN 1
Situación problemática  1
Formulación del problema científico  2
Objeto de estudio de la investigación  2
Objetivos de la investigación  2
Objetivo general  2
Objetivos específicos   2
Formulación de preguntas científicas  2
Población (P) y la muestra (M) seleccionada  3
Métodos científicos utilizados  3
Aporte y estructura de los elementos del informe 3

CAPÍTULO I
MARCO TEÓRICO 4
1.- Antecedentes de la Investigación 4
1.1. Antecedentes de Otras Investigaciones. 4
1.2. Antecedentes Históricos. 10
1.2.1- Aparición del concepto de Feminicidio/Femicidio y su evolución.
De un concepto académico a un concepto de lucha social 10
1.2.2.- El salto de categoría académica a categoría política 14
1.2.3.- Evolución del concepto de Feminicidio de categoría de la antropología
viii

y sociología a categoría jurídica 15

1.3. Bases Teóricas. 17


1.3.1.-Femicidio (Definición) 17
1.3.2.-Tipos de femicidios. 24
1.3.3.- Femicidio Íntimo. 25
1.3.4.- Los asesinatos relacionados con el “honor” 26
1.3.5.- Femicidio no íntimo. 27
1.3.6.- Femicidio por conexión. 28
1.3.7.- Femicidio sexual. 29
1.3.8.- Poder y Relación de Poder. 30
1.3.9.- ¿Y cuáles son los talantes primordiales de las relaciones de poder
Interdependencia en las relaciones humanas y las relaciones de poder. 35
Mezcla de poderes. ¿Cuándo ocurre? 35
El poder como una oportunidad 36
Las relaciones de poder entre mujeres y hombres 36
1.3.10.- El femicida se conoce. 45
1.3.11.- Justicia 45
1.3.12.- Qué factores podrían aumentar o reducir el riesgo de femicidio? 46
1.3.13.- El femicidio en la legislación Ecuatoriana. 47
1.3.14.- Femicidio en otras legislaciones. 53
1.3.15.- Femicidio desde la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 55

CAPITULO II
MARCO METODOLÓGICO 58
2.1. Metodología de la Investigación 58
2.2. Métodos 58
2.3. Técnicas de la Investigación 59
2.4. Instrumentos y procedimientos utilizados Entrevista 60
2.5. Población y Muestra 60
2.6. Análisis e interpretación de datos 60
ix

CAPÍTULO III
ANALISIS DE RESULTADOS 63
3.1. Análisis Resultados Entrevistas realizadas 63
Entrevista 1: Ab. Rony Alonso Altafuya Rojas, MSc., Abogado Especialista
en Materia Penal. 63
Entrevista 2: Dra. Lourdes Verónica Parada Veloz, Fiscal del Cantón Durán. 65
Entrevista 3: Dr. Carlos Antonio Díaz Briones, Juez de la Unidad Judicial
Penal Norte 2 de Guayaquil. 67
Entrevista 4: Ab. Ronny Aurelio Rodríguez Holguín, MSc., Abogado
Especialista en Materia Penal. 69
Entrevista 5: Ab. Brayn Álvarez Andrade, MSc., Abogado Especialista en
Materia Penal. 71
Entrevista 6: Ab. Héctor Ponce Ávila, MSc., Abogado Especialista en
Materia Penal. 72
Entrevista 7: Ab. Roger Crow Zavaleta, MSc., Abogado Especialista en
Materia Penal. 74
Entrevista 8: Ab. Héctor Gabriel Vanegas Fernández, MSc., Abogado
Especialista en Materia Penal. 77
3.2 Análisis de Sentencias 78
3.3. Resultados Generales originados del Análisis 81
3.4.- Propuesta para dar soluciones al problema de femicidio en la República
de Ecuador 82

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. 84
CONCLUSIONES. 84
RECOMENDACIONES. 86
BIBLIOGRAFÍA 88
x

Lista de Gráficas

Gráfico 1: Lugar donde ocurren los femicidios...........................................................46


Gráfico 2: Femicidios Años 2014-2019.....................................................................48
xi

ESTUDIO DE LA RELACIÓN DE PODER COMO ELEMENTO


CONSTITUTIVO DEL DELITO DE FEMICIDIO EN EL CÓDIGO
INTEGRAL PENAL

AUTORA: PAULA MAGALLNES PACHAY.


TUTOR: MGS. LUIS CEDEÑO ASTUDILLO.

RESUMEN

El objetivo de esta investigación fue Analizar jurídica, doctrinaria y


jurisprudencialmente, las relaciones de poder como elemento constitutivo del delito de
Femicidio en Código Orgánico Integral Penal. El presente estudio se encuentra
sustentando en una metodología de investigación que incluye métodos y técnicas de
investigación; instrumentos y procedimientos utilizados; y el análisis e interpretación de
datos. Así, el enfoque o la metodología de la investigación responden al de carácter
documental bibliográfico, con base cualitativa. Con respecto de las técnicas de
investigación, se utilizó el análisis de casos, que constituyen la recolección de datos a
través de fuentes primarias y de interacción a sujetos del entorno; e investigaciones
documentales, en las que se incluye el análisis de material bibliográfico. Acerca de los
instrumentos y procedimientos utilizados, la investigadora fundamentó su investigación
en aportes teóricos contenidos en libros, revistas, informes, artículos académicos,
normativa y jurisprudencia así como también casos prácticos reflejados en sentencias,
se analizaron datos estadísticos sobre la cantidad de comisión de este delito y
adicionalmente, se llevó a cabo entrevistas a abogados y jueces para dar a conocer, no
solo la cantidad de víctimas que han sufrido este delito, sino las consideraciones de los
operadores de justicia en casos de Femicidio.

Palabras claves: Femicidio, relación de poder, elemento, delito.


xii

ABSTRACT

The objective of this investigation was to analyze legally, doctrinally, and


jurisprudentially, the power relations as a constitutive element of the crime of Femicide
in the Comprehensive Organic Criminal Code. This study is based on a research
methodology that includes research methods and techniques; instruments and
procedures used; and the analysis and interpretation of data. Thus, the approach or
methodology of the research responds to that of a bibliographic documentary nature,
with a qualitative basis. Regarding the research techniques, case analysis was used,
which constitutes the collection of data through primary sources and interaction with
subjects from the environment; and documentary research, which includes the analysis
of bibliographic material. About the instruments and procedures used, the researcher
based her research on theoretical contributions contained in books, magazines, reports,
academic articles, regulations and jurisprudence as well as practical cases reflected in
sentences, statistical data on the amount of commission of this crime and additionally,
interviews were carried out with lawyers and judges to make known, not only the
number of victims who have suffered this crime, but also the considerations of justice
operators in cases of Femicide.

Keywords: Femicide, power relationship, element, crime.


1

INTRODUCCIÓN
 
Situación problemática
La conceptualización del término femicidio tuvo su origen en 1801 para referirse al
asesinato de la mujer, siéndole incorporado el aspecto sexista dentro de dicho
concepto por ser frecuentado, en la comisión de este delito, por parte de hombres.
Tras los debates que se han brindado desde entonces, al respecto de los
elementos característicos que constituyen la definición de Femicidio, autores como
Russell y Radford (1992) sostienen que éste puede ser entendido como el asesinato
de mujeres por parte de hombres en el que se ve reflejado, bajo acepciones
feministas, un carácter patriarcal y el empleo de violencia como mecanismo de
dominación y represión. Así, es posible colegir que el delito de femicidio abarca la
muerte de una mujer por su condición de serlo, dentro de un entorno de dominación y
de desigualdad.
Adicionalmente, a este concepto le son atribuibles otros aspectos, uno de los
cuáles son susceptibles de análisis dentro de la presente investigación y es la relación
de poder entre hombres y mujeres. Nuestro país, incorporó esta figura penal en nuestra
legislación en el año 2014, con la entrada en vigor del Código Orgánico Integral Penal
(COIP), dentro del cual se reconoce este tipo de delito cuyos elementos constitutivos
recaen sobre el resultado mortal de una mujer por el hecho de serlo dentro de
relaciones de poder en las que se ejerció algún tipo de violencia.
La pena atribuible a este delito es de veintiséis años, misma que varía según las
circunstancias agravantes del mismo. De la tipificación del delito de Femicidio en la
norma penal ecuatoriana se destacan elementos valorativos y normativos que
permitan la configuración de este tipo penal que son las relaciones de poder, la
violencia y condición de género. De esta forma, el primer elemento constitutivo del
delito, siendo objeto de la presente investigación, son las relaciones de poder,
entendidas como una forma de acción a través de la cual uno o más sujetos imponen
su voluntad sobre otro.
Para comprender las relaciones fundamentadas en el poder, es menester
referirnos a este último y la forma en la que se ejerce, llegando a puntualizarse la
2

existencia de tres circunstancias que son fuerza, destrucción, violencia y la imposición


de algo, circunstancias que conjuntamente conllevan a la aceptación de la voluntad de
quien ejerce el poder.
De lo antes expuesto surge la siguiente interrogante de investigación o
Formulación del problema.
Formulación del problema científico 
¿Cómo se configuran las relaciones de poder en el delito de Femicidio dentro de
la norma penal ecuatoriana?
Objeto de estudio de la investigación 
El objeto de estudio se encuentra delimitado específicamente en el delito de femicidio
en Ecuador dentro del contexto penal en cuanto las relaciones de poder, la violencia y
la condición de género.
Objetivos de la investigación
Objetivo general:
Analizar jurídica, doctrinaria y jurisprudencialmente, las relaciones de poder como
elemento constitutivo del delito de Femicidio en el Código Orgánico Integral Penal.
Objetivos específicos:
- Definir aspectos conceptuales acerca del delito de femicidio.
- Describir los elementos constitutivos del delito de femicidio.
- Determinar el alcance de las relaciones de poder y las consideraciones judiciales
que deben ser apreciadas como elemento constitutivo de Femicidio. Propuesta.
Formulación de preguntas científicas 
- ¿Jurídica, doctrinaria y jurisprudencialmente, cuáles son las relaciones de
poder como elementos constitutivos del delito de Femicidio en Código Orgánico Integral
Penal ?.
- ¿Cuáles son los aspectos conceptuales del delito de femicidio?
- ¿Cuáles son los elementos constitutivos del femicidio?
¿Cuáles son los alcances de las relaciones de poder y las consideraciones
judiciales que las hacen ser apreciadas como elemento constitutivo del delito de
Femicidio?
3

Población (P) y la Muestra (M)


Fue una Población (P) conformada y seleccionada o determinada en cuanto a
tamaño por la investigadora, así mismo ocurrió con la muestra (M), finalmente se aplicó
la entrevista a 8 personas (Denominados en la investigación cualitativa como
Entrevistados claves), obtenida en la población de la ciudad de Guayaquil y la muestra,
configurada por profesionales del Derecho especializados en Derecho Penal y violencia
contra la mujer y miembros del núcleo Familiar, entre estos están Abogados en libre
ejercicio de la profesión y jueces.
Métodos científicos utilizados 
Método Analítico 
Método descriptivo 
Tipo de investigación Documental bibliográfica
Aporte y estructura de los elementos del informe
La investigación quedó estructurada en las siguientes partes: la Introducción el
Capítulo I denominado Marco Teórico, Capítulo II Marco Metodológico, Capítulo III
Análisis de resultados, Conclusiones y Recomendaciones y Bibliógrafa.

:
4

CAPÏTULO I

MARCO TEÓRICO

1.- Antecedentes de la Investigación.


1.1.- Antecedentes de otras investigaciones

En esta punto se presentan algunas investigaciones realizadas por otros autores


sobre el femicidio que aportarán datos importantes para el desarrollo de la presente
investigación. Entre ellas tenemos:
- La desarrollada por Palacios Moreno, Diego Mauricio (2021), titulada “El
concepto de relación de poder en el delito de femicidio en el Azuay (2014-2020)”.
Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador Área de Derecho, Tesis previa a la
obtención del Título de abogado, Quito. El autor en su discurso plantea que en
Ecuador el femicidio es una de las violaciones más graves de los derechos humanos
de las mujeres.
Esta situación ha requerido que el Estado ecuatoriano haya tipificado y
sancionado esta conducta. No obstante, el tipo penal de femicidio no tiene una
estructura clara que facilite su aplicación en los casos de muertes de mujeres y
conduce a confusiones a raíz de su descripción típica.
En este trabajo el investigador dio importancia transcendental al elemento
normativo del tipo penal mencionado, es decir, la relación de poder existente en
cualquier tipo de violencia, por lo que en un principio se busca determinar qué es lo que
considera el Tribunal Penal del Azuay como relación de poder, haciendo uso de una
metodología mixta; en primer término se examina cualitativamente a través del análisis
de contenido todas las sentencias emitidas desde el 2014 hasta 2020 por el
mencionado Tribunal respecto a los casos en los que se ha condenado por el delito de
femicidio y que en consecuencia lleva al análisis respecto a la existencia de una
relación de poder y su interpretación, así también del requisito indispensable de que la
muerte de la mujer ocurra a consecuencia de ser mujer o por su condición de género.
La información se obtuvo directamente en el mencionado organismo judicial y se
procedió a la recopilación de las sentencias de casos de muertes violentas de mujeres
5

y se seleccionaron únicamente aquellas que fueron sentenciadas como femicidios para


su posterior análisis. (Palacios M., 2021)
Así pues, cuantitativamente estableció cuántas muertes de mujeres ocurrieron en
el Azuay y cuántas fueron tipificadas como femicidios en ese mismo lapso de tiempo;
para la obtención de los datos solicitados se ingresó a las bases de datos del Consejo
de Seguridad Ciudadana del Azuay, con relación a todas las muertes violentas de
mujeres desde el año 2014 hasta el 2020. Por último, comparó esta información con las
sentencias en la que se consideró la existencia de un delito de femicidio. En la tesis se
concluye que el concepto de relación de poder presente en cualquier tipo de violencia,
como elemento del tipo penal, en opinión de los jueces azuayos estuvo vinculado
exclusivamente al ciclo de violencia vivido previamente por la víctima y a ningún otro
aspecto, que, de acuerdo con la perspectiva de género, es indispensable para acreditar
un femicidio; todo esto condujo al Tribunal Penal del Azuay a castigar apenas el 50%
de casos de muertes violentas de mujeres como femicidio.
Y, señala las siguientes conclusiones:
a) La violencia en contra de la mujer se confirma hasta la actualidad y si bien se
han creado distintas normas con la finalidad de erradicarla y prevenirla, en la práctica
no se ha observado un menor número de casos de violencia de género, no obstante, es
necesario mencionar la importancia de la visibilización de este tipo de violencia y
consiguientemente el reconocimiento de esta a través del derecho en general y el
derecho penal en particular.
b) El derecho penal como mecanismo de control social ha aportado en la
intervención en los casos de violencia de género, sin embargo, queda la duda en
cuanto a: si realmente está cumpliendo sus finalidades, si ha ayudado a reducir los
casos de violencia contra la mujer, si existe una verdadera rehabilitación del agresor o
si por el contrario ha generado que los agresores luego de cumplir una pena privativa
de libertad arremetan con mayor ira en contra de la mujer, ocasionando inclusive su
muerte.
c) La tipificación del delito de femicidio en la legislación ecuatoriana representa un
gran avance de las luchas feministas, sin embargo, la descripción de la estructura típica
no cumple con la característica de comprensibilidad que exige el principio de legalidad
6

a fin de advertir previo a la subsunción (norma-hecho) cuál es el verdadero alcance, y


al mismo tiempo la relación de poder como motivación subjetiva y objetiva de la
comisión del delito de femicidio y su manifestación. Asimismo, al establecer como
elemento normativo del tipo por el hecho de serlo o por su condición de género provoca
complicaciones de orden probatorio, elemento el cual no ha sido considerado por el
Tribunal Penal, quienes por el contrario han centrado su análisis en la relación de poder
y su justificación.
- Otra investigación importante, significativa precisamente porque su intención
general fue de carácter valioso y de alerta para la ciudadanía, fue la desarrollado por
María Belén Luna Robalino (2019) “El femicidio Dogmática y aplicación judicial”
Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador Área de Derecho Tesis de grado
presentada como requisito título de Magister en Derecho Penal, Quito. La autora
planteó que en Ecuador incorporó el femicidio como delito en la normativa, con la
aprobación del Código Orgánico Integral Penal; reconociendo la muerte violenta de
mujeres causadas a causa de ser mujeres o por su género, como un problema social y
público, asociado a las relaciones asimétricas de poder entre hombres y mujeres
La construcción del femicidio en el contexto social obedece a lucha de las mujeres
por sus derechos y ha sido reconocida en el ámbito normativo, plano vinculado con la
dogmática, que incorpora el análisis de las categorías del delito: 1) tipicidad, 2)
antijuridicidad y 3) culpabilidad, elementos materia de discusión en los procesos
penales. El objetivo de la investigación, fue analizar dogmáticamente con perspectiva
de género la aplicación del tipo penal femicidio en un contexto íntimo, de tal manera
que permita al lector entender este fenómeno desde su naturaleza más compleja,
partiendo por un recorrido de su construcción social, la necesidad de su inclusión en el
Ecuador, las discusiones relevantes vinculadas con el tipo penal, el análisis de las
categorías dogmáticas del delito, los problemas que se pueden generar en cada
elemento del delito; todo con la finalidad de responder a la interrogante ¿Cómo realizar
un análisis dogmático con enfoque de género del tipo penal de femicidio?.
Entre las conclusiones más significativas tuvo: 1) Desde el contexto social, la
lucha social emprendida por diversos grupos feministas para visualizar la realidad de
las muertes violentas de mujeres catalogadas como homicidios, constriñó al
7

asambleísta a la inclusión en el catálogo de delitos el femicidio, con el fin de disuadir la


ocurrencia de muertes violentas de mujeres por su condición de tal o por su condición
de género, sin que se cuente hasta la presente con procedimientos de registros
públicos por parte de los órganos encargados de la investigación y sanción de este
fenómeno, para el conocimiento oficial de cifras que permiten determinar la causa –
efecto y aplicar políticas de erradicación.
2) Desde el contexto normativo, la inclusión del tipo penal de femicidio obliga a los
operadores de justicia al momento de procesar un hecho, reportado como muerte
violenta e intencional de una mujer en un contexto íntimo, realizar un análisis
dogmático con un enfoque de género para la correcta imposición de una sanción, pues
solo así se puede contribuir a valorar la estructura del delito, en especial los elementos
normativos que forman parte integral del tipo penal, que solo pueden ser valoradas en
su conjunto con una perspectiva de género. (Luna R., 2019)
3) El análisis efectuado en sede de tipicidad, permite conocer la descripción
teórica de las modalidades del femicidio, íntimo y “no íntimo”, dadas a través de las
circunstancias agravantes específicas, lo que puede desencadenar en la práctica serios
problemas para delimitar si las agravantes funcionan como elementos descriptivos del
tipo penal o bien como agravantes específicas destinadas a aumentar la punición,
dejando de lado números estudios que determinan la existencia de otras modalidades
del femicidio: infantil, familiar, racista, por conexión, por estigmas, por prostitución,
trata, transfóbico, por estigmas, etc.
4) El sujeto pasivo del delito de femicidio, puede ser una mujer por su condición
biológica, así como la mujer por autodeterminación, ampliándose la protección a un
transgénero, transexual o intersexual, para que pueda ser considerada víctima de un
delito de femicidio, aunque en la práctica no exista sentencia alguna para poder
analizar este avance normativo. (Luna R., M. B. , 2019)
5) Como parte del tipo objetivo se localiza la descripción de circunstancias
agravantes del tipo penal, que han sido doblemente enfocadas en: (a) un esquema de
agravantes genéricas; y, (b) un esquema de circunstancias agravantes específicas
descritas, a lo que se suma: (1) la inexistencia de circunstancias atenuantes
específicas; y, (2) la imposibilidad de atenuación considerándose que la concurrencia
8

de una sola circunstancia agravante genérica o específica, neutraliza las atenuantes y


luego gatilla la punición en una más un tercio contado desde el máximo de la pena
previsto en el tipo penal, lo que en la praxis judicial se evidencia en la imposición de
penas agravadas próximas al máximo pena de 40 años, análogas a la cadena
perpetua, sin que existan mecanismos de reparación efectivos a favor de las víctimas
secundarias de un delito que envuelve a la familia, como núcleo central de la sociedad.
Esta investigación fue un buen aporte para la presente debido a la profundidad
que en materia de filosofía del derecho.
- La desarrollada por Quiñones Escuntar, Galo Alexander (2019), titulada " Los
derechos humanos y la prevención del delito de femicidio en el ecuador”" , Universidad
técnica de Ambato facultad de jurisprudencia y ciencias sociales Maestría en derecho,
tesis: previo a la obtención del título de Magister en Derecho Penal. Elaboró una
investigación que en resumen señala que desde la perspectiva doctrinaria, el delito de
femicidio o feminicidio comprende una de las realidades más graves que enfrentan las
sociedades del mundo, siendo la forma más brutal de violencia contra la mujer que se
ha generado a partir de otros fenómenos como el machismo, el patriarcado, los roles y
estereotipos de género, muchos de los cuales son perpetrados, repetidos y aceptados
por los miembros de la sociedad. (Quiñones E., 2019)
Pese a que en todo el mundo se ha generado este tipo de delitos, Latinoamérica
ostenta el récord de ser la Región en la que más femicidios ocurren, ya que de los 25
países en donde más femicidios se cometen 15 de ellos están en esta Región, lo que
obliga a las autoridades gubernamentales y a la sociedad en general a buscar
mecanismos que ayuden a aminorar este fenómeno. En Ecuador, la situación no se
aleja mucho de esta realidad, ya que en los últimos años se observa un crecimiento de
casos de este delito, siendo la estrategia estatal ineficiente, pues únicamente ha
pretendido combatir fenómeno con base en la punición, mediante la tipificación del
delito, pero poco o nada se ha hecho por fortalecer lo relativo a la prevención. En este
ámbito, algunas de las políticas públicas que han comenzado a desarrollar con
respecto a la prevención del delito, no han considerado el eje fundamental de los
derechos humanos, que es primordial para lograr la disminución y eliminación de estos
terribles casos
9

Por otro lado, se presenta interesante trabajo de investigación cuya autoría fue de
la. Fiscalía General de Ecuador (2016), intitulado “Femicidio Análisis penológico 2014-
2015”. En esta investigación se analizó el cumplimiento de las obligaciones
internacionales de la Fiscalía General de Ecuador en materia de derechos humanos,
mediante la tipificación del femicidio en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) que
entró en vigencia en agosto de 2014. La tipificación de este nuevo delito habilita al
Estado para investigar, juzgar y sancionar la muerte de las mujeres ocurridas debido a
su género. Haciendo uso de la norma penal, corresponde a la Fiscalía, titular de la
acción pública, aplicar la norma y movilizar a la administración de justicia, como en
efecto lo ha hecho. Para el momento en que se desarrolló esta investigación tenía el
Código Orgánico Integral Penal un año de vigencia, por lo que resultaba pertinente
evaluar el funcionamiento de la aplicación del nuevo delito de femicidio.
Este abordaje buscaba contabilizar la acción de la Fiscalía y de los demás
órganos de la Función Judicial ecuatoriana, así como identificar las características del
fenómeno de femicidio. Esta es una deliberación que tuvo como punto de partida los
elementos obtenidos durante el desarrollo de la investigación y a lo largo de los
procesos penales sustanciados para determinar la existencia del delito de femicidio.
Los resultados fueron alentadores, pues se está contribuyendo a la lucha contra la
impunidad y defensa de la vida de las mujeres. En los contenidos desarrollados en esta
investigación se presenta una descripción de este fenómeno; y, esperan motivar a los
operadores de justicia y todas las demás autoridades vinculadas a permanecer
trabajando para erradicar este fenómeno que causa un inmenso daño a la sociedad
ecuatoriana.
Entre las conclusiones más importantes se tienen que:
- La Fiscalía General se encargó de atender el requerimiento de visibilizar la
problemática de la muerte de mujeres causadas por su género, para lo que elaboró una
propuesta de tipificación del delito de femicidio, como delito penal agregado al nuevo
Código Orgánico Integral Penal (COIP), con la finalidad de instituir una nueva garantía
normativa para tutelar el derecho a la vida de las mujeres. (Fiscalia General de
Ecuador , 2016)
- Se incluyeron en el Código Orgánico Integral Penal los convenios logrados en la
10

discusión académica y las propuestas del movimiento de mujeres en el país, a la par de


la incorporación de los parámetros internacionales en esta materia.
- El Estado ecuatoriano asumió el desafío de investigar, juzgar y sancionar el
delito de femicidio, por lo que la investigación desarrollada representa una primera
aproximación al perfeccionamiento institucional del sistema de justicia, de cara a esta
nueva figura penal, para evaluar su uso luego de un año de vigencia. (Fiscalia General
de Ecuador , 2016)
- Consideró el provecho práctico de la incorporación del tipo penal de femicidio,
en tanto que ha sido útil para ofrecer un lugar de importancia a la mayor expresión de
violencia en contra de las mujeres, lo que ha hecho posible el juzgamiento de casos
específicos. Importante, trabajo investigativo que aportó grandes elementos teórico-
legales o para el desarrollo de la presente investigación.

1.2.- Antecedentes Históricos


1.2.1.- Aparición del concepto de Feminicidio/Femicidio y su evolución. De un
concepto académico a un concepto de lucha social.
La evolución del concepto de Feminicidio surge desde la academia feminista
y su apropiación e investigación por parte de la academia produjo un término que
permitió representar claramente todo un fenómeno real al que se enfrentan las
mujeres, en esto la academia de América Latina ha tenido un papel esencial en que no
solo fungieron como investigadoras, sino que por medio de sus investigaciones
también trascendieron al ámbito del activismo para que posteriormente las
organizaciones de la sociedad civil y activistas utilizaron el término Feminicidio
para luchar y exigir el respeto a los derechos humanos de las mujeres de las región
por medio de los mecanismos internacionales convirtiéndolo en una categoría
política, para posteriormente exigir su tipificación y reconocimiento de la ley y
convertirse así en una categoría jurídica.
El concepto surge como alternativa al término neutro de “homicidio” con el fin
político de reconocer y visibilizar la discriminación, la opresión, la desigualdad y la
violencia sistemática contra la mujer que, en su forma más extrema, que culmina en la
muerte. (Camilo Bernal Sarmiento, 2014). Asimismo se debe considerar que la
11

definición del concepto a su vez ha ido evolucionando y cambiado conforme al mismo


fenómeno y al debate que han llevado a cabo tanto la academia y las organizaciones
de la sociedad civil.
Sobre la aparición del término de Femicidio, se reconoce a Diana Rusell como la
principal creadora de este neologismo, no obstante ella misma comenzó a investigar
los antecedentes históricos del término y reconoce que no es la creadora de este, si no
que
se basó en la autora Carol Orlock, la cual no llego a publicar al respecto, también
señala
que existe un documento en 1801 denominado “A satirical viw of London at the
commencement of the nineteeth century” en la que menciona el término para hablar
sobre el asesinato de una mujer, en 1887 se publicó el texto “The confessions of an
unexecuted femicide”, escrito por William MacNish, un asesino de una mujer joven.
(Russell D. E., 1992)
Diana Russell con el tiempo y como parte de su proceso de investigación ha
perfeccionado y añadido elementos a su definición, en 1976 lo definió como “el
asesinato de mujeres realizado por hombres motivado por odio, desprecio, placer o un
sentido de propiedad de la mujer” (Russell D. E., 1992), para posteriormente definirlo
como “El asesinato de misógino de mujeres cometido por hombres” precisando “la
importancia de la violencia sexual en su comisión”, ya que los asesinatos realizados por
varones están motivados por un sentido de tener derecho a ello o superioridad sobre
las mujeres, por placer o deseos sádicos hacía ellas, o por la suposición de propiedad
sobre las mujeres” (Russell D. E., 1992)
En su investigación presenta también la labor de Ellis y DeKeseredy (1996), la
cual menciona que feministas hindúes del sudeste asiático usan el término feminicidio
para referirse a "el asesinato intencional de mujeres por intereses de hombres".
(Russell D. E., 2006)
Russell en 1976 se basa en la idea de que las personas oprimidas tienen el
derecho a desvincularse de aquellas definiciones de los crímenes que han sido
desarrollados por sus opresores para server a sus intereses. (Laporta Hernández,
2015). Sobre la evolución del concepto, como lo menciona Laporta H., Elena (2015) es
12

un concepto que surge como anglicismo, pero que se desarrolló en América Latina que
paso de Femicidio a Feminicidio.
Costa Rica comenzó a emplear el término Femicidio desde activismo de los
derechos de las mujeres y el feminismo durante la década de los ochenta para exigir la
erradicación de la violencia contra las mujeres. (Laporta Hernández, 2015)
Posteriormente a partir de 1994, desde la academia, la primera en emplearlo fue
la investigadora feminista mexicana Marcela Lagarde, con el que comenzó toda una
vida en la investigación del Feminicidio, hablo en estos términos, ya que ha sido una
labor de importancia, que ha significado no solo realizar publicaciones y diversos
ensayos, libros, publicaciones, conferencias, sino que incluye toda su labor como
activista que la llevó a ser diputada federal en la legislatura de 2003 a 2006 y
realizar un trabajo legislativo de importancia. Una de sus primeras y principales
aportaciones es que fue más allá de traducir FEMICIDE-FEMICIDIO a
FEMINICIDIO. Ella misma explica que eligió el término Feminicidio para denominar
al “conjunto de violaciones de derechos humanos de las mujeres que contienen los
crímenes y las desapariciones de las mujeres y que estos fuesen identificados
como crímenes de lesa humanidad” (Lagarde, Claves feministas en torno al
feminicidio. Universidad Género y Desarrollo. I. Nuevas Líneas de Investigación en
Género y Desarrollo, 2009), con ello lo distingue del Femicidio que solo se interpreta
como el homicidio de mujeres.
Por su parte, Julia Monárrez considera que:
El feminicidio comprende toda una progresión de actos violentos que van desde el
maltrato emocional, psicológico, los golpes, los insultos, la tortura, la violación, la
prostitución, el acoso sexual, el abuso infantil, el infanticidio de niñas, las mutilaciones
genitales, la violencia doméstica, y toda política que derive en la muerte de las mujeres,
tolerada por el Estado. (Monarrez, 2000)
En este caso Monárrez retoma el término Feminicidio de Marcela Lagarde,
también se atreve a describir con mayor precisión las formas en que lleva a cabo sobre
todo porque su trabajo estará íntimamente ligado en todo momento con los feminicidios
que han ocurrido en Ciudad Juárez, México desde 1993.
Por otra parte Rosa Linda Fregoso y Cynthia Bejarano mencionan que el
Feminicidio hace referencia a los asesinatos de mujeres y niñas fundados en una
13

estructura de poder basada en el género. Es además violencia de género tanto pública


como privada, implicando tanto al Estado (directa o indirectamente) como a los
agresores individuales (privados o estatales) e incluye tanto la violencia sistemática y
generalizada como la que se produce a nivel interpersonal diariamente. También es un
tipo de violencia sistémica que hunde sus raíces en las desigualdades sociales,
políticas, económicas y culturales, y por lo tanto no se tiene en cuenta única y
exclusivamente el género. (Laporta, 2015)
En Costa Rica Ana Carcedo y Montserrat Sagot se refieren al Femicidio,
conceptualizándolo como la máxima muestra de esta serie continua de violencia.
Dadas sus características, el Femicidio ha sido definido por algunas autoras como una
forma de
pena capital que cumple la función de controlar a las mujeres como género. (Carcedo,
2000)
Por algún tiempo en América Latina se llevó a cabo todo un debate sobre que
término se debería de emplear, Femicidio o Feminicidio y si la diferenciación en su
uso implicaba una diferenciación a su vez conceptual, de su significado, de sus
elementos o sobre sus efectos e implicaciones. Posteriormente, se comenzó a emplear
de manera indistinta para para referirse a la muerte violenta de mujeres por razones de
género, para con ello diferenciarlos del concepto neutral en términos de género de
homicidio. Fue así como en la reunión de trabajo de la Red Feminista Latinoamericana
y del Caribe por una vida sin violencia para las mujeres, llevada a cabo en Santiago de
Chile en 2006, se llevó a cabo una discusión profunda sobre contenido de estos dos
términos, llegando a la conclusión de que ambos conceptos se referían al mismo
fenómeno delictivo. (Camilo Bernal Sarmiento, 2014)
El debate dejo de centrarse sobre que término emplear para girar en torno a las
implicaciones de su tipificación para el sistema de justicia penal, en la importancia de
visibilizar el homicidio de mujeres por razones de género y sobre todo, ha puesto
énfasis en la revictimización de las mujeres dentro del sistema de justicia y en la
responsabilidad del Estado por la impunidad y la repetición de los hechos criminales,
convirtiéndose el asesinato de mujeres en un crimen de Estado. (Garita V., 2013)
Como vemos el papel de las académicas Latinoamericanas fue esencial para su
14

desarrollo teórico. A pesar del desarrollo de diversas definiciones de Feminicidio en


América Latina, podemos encontrar rasgos en común, para Elena Laporta estas
poseen al menos 4 importantes:
 Tienen su origen en la definición de Diana Rusell.
 Los feminicidios son producto del sistema patriarcal, de los roles y
estereotipos impuestos a los géneros, no solo a las mujeres y de la distribución
inequitativa del poder. Algunas hablan de desigualdad y opresión, mientras que
otras van más allá al fundamentarlos en la misoginia, el machismo y la
naturalización de la violencia hacia las
mujeres que se encuentra en las estructuras y dinámicas sociales.
 Falta de perspectiva feminista y de género para abordar la realidad social y del
fenómeno de los Feminicidios, el androcentrismo como un elemento importante
el procesamiento de la información y por tanto en la investigación y sanción como
delito.
 Denuncia de la falta de legislación e implementación de políticas públicas y la
resistencia de avanzar en ellas, con el objetivo de incorporar el feminismo a
estructuras patriarcales. (Laporta Hernández, 2015)

1.2.2.- El salto de categoría académica a categoría política


Como se ha mencionado, el concepto feminicidio surge desde la academia
anglosajona para desarrollarse por la academia Latinoamericana, principalmente de
investigadoras feministas de la antropología y la sociología posteriormente el derecho
como disciplina académica ingresaría en el debate. En medio, pero de manera
dinámica y sinérgica se adoptó como un concepto de lucha social, las organizaciones
de la sociedad, las activistas, las feministas y las familias de mujeres víctimas del
feminicidio se lo apropiaron para exigir su prevención, su adecuada investigación y
sanción, de ahí han surgido frases como las de “NI UNA MÁS” o “NI UNA MENOS” e
iconos representativos derivados de la acciones como las cruces rosas que se han
colocado en Ciudad Juárez para recordar a las mujeres víctimas.
Atencio. G. (2015): señala que si bien en América Latina el término en una
primera etapa se sostuvo por la teorización y el estudio desde la academia feminista
15

principalmente, para que, posteriormente en una segunda tuvo una apropiación por
parte de las activistas y organizaciones de derechos humanos, lo que permitió que se
desplegara su potencial de denuncia en la región. A su vez, considera que con ello el
concepto resalta las “historias locales” de la reflexión teórica por parte de
investigadoras, defensoras de derechos humanos y la justicia de género, testigos y
sobrevivientes y juristas de Latino América y Estados Unidos. También nos dice que
posteriormente el termino traspasó la barrera de la cultura popular, para comenzarse a
utilizar por los medio de comunicación e inspiración de creación artística desde
poemas, obras de teatro, performance, series de televisión y películas que se
convirtieron en mecanismos de denuncia. (Atencio, 2015)
En diversos documentos que se analizaron durante el desarrollo de esta
investigación se encontraron evidencias de que las activistas y organizaciones de la
sociedad civil, principalmente dedicadas a la defensa de los derechos de las mujeres,
han tenido un papel activo en el reconocimiento de los homicidios de mujeres como
Feminicidios.

1.2.3.- Evolución del concepto de Feminicidio de categoría de la antropología y


sociología a categoría jurídica
En la batalla contra la violencia hacia las mujeres el movimiento feminista y
organizaciones de derechos de las mujeres han trabajado para visibilizar la
multiplicidad de formas y medios que ésta tiene por el hecho de ser mujeres, también
se han esforzado para mostrar las distinciones de sus causas frente a otros tipos de
violencia y visibilizar que la violencia contra las mujeres continúa ocurriendo y que
puede ser prevenible.
El feminicidio de manera simple puede describirse como un tipo de violencia
extrema contra las mujeres por el hecho de ser mujeres, en que se les priva de la vida,
sin embargo la importancia del término radica en que como dice Kelly permite
hacer conexiones entre las variadas formas de violencia, estableciendo el continuum
de terror de violencia contra las mujeres, por lo que:
La violación sexual, tortura, mutilación genital, incesto, abuso físico y emocional, acoso
sexual, uso de las mujeres en la pornografía, explotación sexual, esterilización o la
16

maternidad forzada, la trata, los abortos ilegales, por mencionar algunos tipos de
violencia, son todas distintas expresiones de la opresión de las mujeres y no fenómenos
inconexos. En el momento en que cualquiera de estas formas de violencia resulta en la
muerte de la mujer, ésta se convierte en femicidio. (Argüello, 2016)
Todos los cambios de género implican y a la vez inciden en profundas
transformaciones de la cultura, la ciencia, la tecnología, la educación, las artes, y en las
esferas normativa y jurídica. Todos suponen y conllevan cambios en las mentalidades.
(Lagarde, Claves feministas en torno al feminicidio. Universidad Género y Desarrollo. I.
Nuevas Líneas de Investigación en Género y Desarrollo, 2009)
Históricamente, las diversas formas de violencia contra las mujeres y las leyes
penales han tenido una relación difícil (Vásquez, 2009), lograr el reconocimiento legal
de la violencia contra las mujeres no ha sido sencillo y ha implicado una lucha contante.
Rita Laura Segato lo menciona: el derecho es un medio dominado por la institución
patriarcal en el que se atribuye menos valor de vida a las mujeres y hay una propensión
mayor a justificar los crímenes que padecen.
El primer paso que dio el término para pasar a una categoría jurídica fue al
incluirlo en las leyes, las primeras en hacerlo fueron Costa Rica y Guatemala que lo
tipificaron como un delito específico dentro de Leyes contra la violencia hacia las
mujeres en 2007 y 2008 respectivamente.
La evolución posterior, dentro de la cual se encuentran las nuevas legislaciones
que tipifican el femicidio o feminicidio o las iniciativas que buscan tipificarlo, representa
un paso importante en el reconocimiento de la violencia contra las mujeres que es
posible constatar en los últimos años a través de una tendencia al abandono de la
neutralidad formal de los tipos penales para dar paso a tipificaciones que expresamente
incluyen la diferencia sexual, lo que se ha llamado por ciertas autoras como la
sexualización de la respuesta punitiva. (Vásquez, 2009)
Ante los numerosos debates sobre la tipificación del feminicidio se han planteado
diversas alternativas para incorporarlo en las legislaciones, una de ellas fue la
tipificación que a su vez tiene diferentes variantes, ya sea integrarlo como un delito en
los Códigos Penales o mediante leyes especiales que abordan la violencia contra las
mujeres e incluyen al feminicidio.
17

1.3.- Bases Teóricas.


1.3.1.- Femicidio (Definición)
La violencia contra la mujer según las Naciones Unidas (1981). contiene, entre
otras:
(…) la violencia física, sexual y psicológica que se produce en el seno de la familia y en la
comunidad en general, incluidas las palizas, el abuso sexual de niñas, la violencia
relacionada con la dote, la violación marital, la mutilación genital femenina y otras
prácticas tradicionales dañinas para la mujer, la violencia no conyugal y la violencia
relacionada con la explotación, el acoso sexual y la intimidación en el trabajo, en las
instituciones educativas y en cualquier otro lugar, el tráfico de mujeres, la prostitución
forzada y la violencia perpetrada o tolerada por el Estado. (Ruiz P., 2003)
En gráfica de páginas siguientes puede observarse los lugares usuales en que se
cometen los femicidios en Argentina, según el informe del Observatorio “Ahora que si
nos ven”,  en el que fueron reportados la cantidad de femicidios ocurridos en Argentina
durante los meses de enero y febrero de 2022, la cuales fueron el resultado del análisis
de información registrada en medios gráficos y digitales de todo el país.
Algunos datos relevantes:
• 1 femicidio cada 28 horas en lo que va de 2022
• 33 intentos de femicidio y 4 intentos de femicidios vinculados en lo que va de
2022
• 2 Transfemicidios/travesticidios
• El 59% de los femicidios fue cometido por las parejas y ex parejas de las
víctimas
• El 55% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima
• 2 de los femicidas pertenecen a la policía
• 6 víctimas habían realizado al menos una denuncia y 4 tenían medidas de
protección
• Al menos 43 niños perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia
machista en lo que va de 2022. (Observatorio Ahora que si nos Ven, 2022)
El Observatorio alerta que:
18

La violencia machista no frena. Nuestra vida corre peligro todos los días cuando
ocurre 1 femicidio cada 28 horas en nuestro país. En los dos meses que
llevamos del 2022 registramos 51 casos de femicidios y 33 intentos de femicidios,
cifras que dan cuenta de la violencia a la que estamos expuestas. No estamos
seguras en nuestro propio hogar cuando más de la mitad de los femicidios de este
año ocurrieron en la vivienda de las víctimas. (Observatorio Ahora que si nos
Ven, 2022)
Este es un factor clave a considerar para prevenir la violencia de género: cuando
los femicidios ocurren en casa, es imperativo implementar medidas y herramientas que
contribuyan a identificar condiciones riesgosas y oportunidades fácticas para que las
mujeres que cohabitan con el agresor cuenten con la posibilidad material para lograr
separar al agresor de la vivienda, o en su caso disponer con políticas de acceso a la
vivienda con perspectiva de género para que las mujeres en situación de violencia
puedan tener una autonomía económica que les permita dejar la morada en la que su
vida está en riesgo.
Estas mujeres no se encuentran seguras en sus hogares y tampoco en la calle.
Hasta febrero de 2022 se habían registrado 15 femicidios en la vía pública lo cual
evidencia que ni el hecho de ser observados por la comunidad, ni la posibilidad de
dejar en evidencia su identidad y su accionar, representan un impedimento para que
los femicidas actúen de manera impune. Es responsabilidad del Estado garantizar la
seguridad y construcción de dispositivos que protejan sus vidas y que brinden
contención y atención integral a las mujeres que se encuentran en situación de
violencia de género, lo que es fundamental para que se sientan acompañadas.
Saccomano (2017), en su trabajo de investigación para la Revista CIDOB, indica
que el Término Femicidio fue utilizado por primera vez en el año 1801 en Reino Unido
para referirse al asesinato de una mujer, pero tiene al menos, en ámbito académico, su
nacimiento en la década de los setenta.
Así lo indica Arguello y otros en su trabajo para la Fiscalía General del Estado
Ecuatoriana, publicada por la Dirección Nacional de Política Criminal en el año 2016,
en el que se señala que la definición de femicidio fue utilizada directamente vinculada a
la violencia de género por Diana Russell en 1976 ante el Primer Tribunal Internacional
19

de Crímenes contra las Mujeres. A partir de ese momento Diana Russel junto con Jane
Caputi lo identificaron primeramente como: “el asesinato de mujeres realizado por
hombres motivado por el odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de la
mujer”. (Fiscalia General del Estado, 2016)
Luego, con Hill Radford lo refirió como “el asesinato misógino de mujeres
realizado por hombres”. (Fiscalia General del Estado, 2016)
Otra definición importante es aquella de las Naciones Unidas (1993) en que la
violencia contra la mujer incluye, entre otras:
(…) la violencia física, sexual y psicológica que se produce en el seno de la familia y en la
comunidad en general, incluidas las palizas, el abuso sexual de niñas, la violencia
relacionada con la dote, la violación marital, la mutilación genital femenina y otras
prácticas tradicionales dañinas para la mujer, la violencia no conyugal y la violencia
relacionada con la explotación, el acoso sexual y la intimidación en el trabajo, en las
instituciones educativas y en cualquier otro lugar, el tráfico de mujeres, la prostitución
forzada y la violencia perpetrada o tolerada por el Estado. (Ruiz P., 2003)
Se hace una consideración importante respecto de las denominaciones que este
delito obtiene, indican por un lado que la definición “Femicidio” expresada por Russell y
Radford y por el otro la expuesta por Marcela Lagarde, “feminicidio” quien indica que
esta definición se presta mejor a cubrir las razones de género y la construcción social
detrás de estas muertes de mujeres. (Convención, 2008)
Sobre este tema vale aclarar que en el ámbito jurídico internacional suelen ser
utilizadas ambas denominaciones sin que existan distinciones algunas, por ejemplo, en
el Ecuador se usa el termino femicidio, en contra posición a los países como México o
Bolivia donde el término utilizado es feminicidio, por citar ejemplos:
El Comité de Expertas Del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de
Belém do Pará (2008), define al femicidio como:
La muerte violenta de mujeres por razones de género, ya sea que tenga lugar dentro de
la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal; en la comunidad,
por parte de cualquier persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus
agentes, por acción u omisión. (Fiscalia General de Ecuador , 2016)
Una definición más profunda, es la expuesta por Marcela Lagarde y de los Ríos
en el primer Informe Sustantivo para la Comisión Especial para Conocer y dar
20

seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República


Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada:
El feminicidio es una ínfima parte visible de la violencia contra niñas y mujeres, sucede
como culminación de una situación caracterizada por la violación reiterada y sistemática
de los derechos humanos de las mujeres. Su común denominador es el género: niñas y
mujeres son violentadas con crueldad por el solo hecho de ser mujeres y sólo en algunos
casos son asesinadas como culminación de dicha violencia pública o privada. (Exploring
the Legal Context of Femicide in Mexico, 2020)
El femicidio íntimo no solo es la secuela más ponderada de la violencia infligida
por la pareja, sino que también tiene consecuencias recónditas y dilatadas en el
ambiente que envuelve a las mujeres. Por ejemplo, los hijos sobrevivientes de esas
parejas aguantan efectos perenes porque desaprovechan a su madre exterminada, su
padre es confinado y ellos a menudo tienen que dejar su hogar paterno y adecuarse a
un ambiente donde quizá sean asignados como hijos del homicida. Un estudio nuevo
realizado en el Reino Unido subrayó también que la pareja es anómala y la única mártir
en los casos de femicidio íntimo. Posiblemente también sean exterminados los hijos de
la pareja; casuales manifestantes no afines. (Lagarde, ¿A qué llamamos feminicidio?,
2005)
Visto de esta forma, se puede decir sobre el femicidio que es un delito compuesto,
con agravantes que configuran su tipicidad, donde claramente por el género tiene un
valor preponderante.
“El femicidio es una de las formas extremas de violencia hacia las mujeres, es el
asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su
propiedad”. (Viola, 2018). Como estas definiciones, todas relacionadas entre sí, cabe
resaltar la definición propuesta por (Mayorga, 2015), el cual sugiere que el femicidio
está compuesto por los siguientes elementos: “Es una “muerte violenta por motivos de
género; (…) muertes de mujeres por acción u omisión; (…) Direccionalidad de género
de las relaciones violentas entre hombres y mujeres. Responsabilidad del Estado; y
Permisividad social.” (Viola, 2018)
Desde este momento podemos advertir que se establece la conceptualización que
se mantiene vigente hasta la actualidad donde se encuentran los presupuestos o
características del femicidio como lo son la misoginia en primera instancia y la relación
21

de poder como una de las figuras constitutivas de este delito. Hay que señalar también
que la motivación para el cometimiento de este delito en los hombres se debe a una
imposición histórica, un sentido de superioridad absurda del hombre hacia la mujer, que
se ha transferido de generación en generación y que nace intolerablemente en el
núcleo familiar.
Según Pontón, (2009, pág. 4), parafraseándolo, la discriminación de género, el
sexismo y la misoginia son problemas adaptados en el Ecuador, lo cual se evidencia en
los altos repertorios de violencia contra las mujeres efectivos en el país, aun cuando
esta situación no siempre se denuncia. Es lógico que, si existe este tipo de violencia,
muchos de los crímenes que se cometen contra las mujeres se deba a la exacerbación
de esa violencia que culmina con el femicidio. (Pontón, 2009)
He aquí el nacimiento de la denominada relación de poder que a consideración de
ser habitúan tanto en la familia (hogar primario), y la pareja y el comercio sexual
(entorno externo. (Carcedo A. & Ordónez, 2010)
La familia, la pareja y el comercio sexual son instituciones por excelencia de la
sociedad patriarcal, donde se ponen en marcha relaciones de poder asimétricas en
desfavor de las mujeres, cuyas consecuencias violentas asociadas gozan, de manera
encubierta o abierta de aceptación, justificación y promoción a nivel cultural. Por eso,
se convierten en contextos cuyo desbalance de poder aumenta la pa que le lleve algo
robabilidad de que una mujer sea víctima de femicidio.. (Carcedo A. & Ordónez, 2010)
Desde el punto de vista del entorno primario u hogar, desde este se plantean los
roles y las relaciones de poder que pueden ser de papá con mamá como ejemplo y de
hermano con hermana como resultado de ese ejemplo, es decir, si el padre ordena a la
madre manda a mamá a que le traiga un vaso de agua con gritos, el hermano haría lo
mismo con su hermana.
En el ámbito de pareja, se constituye en las agresiones e imposiciones de roles
dentro de la relación, actos aprendidos en casa o fuera de ella pero que se ha
constituido costumbre en la persona hasta llegar a naturalizarlo. Por otro lado, el
comercio sexual propaga la constitución de un rol de poder del hombre por encima de
la mujer a través del pago por los servicios sexuales, generado una conciencia
equivoca de establecer a la mujer como un objeto o mercancía.
22

Estos tres escenarios son generadores de violencia, violencia justificada por el


dominio que un sujeto ejerce sobre el otro, hombre a mujer, punto de partida en
algunos casos para la materialización de un femicidio constituido en un contexto de
relación de poder.
Carcedo y Ordóñez, extienden su análisis e indican los escenarios de femicidios
los siguientes:
 Muertes violentas de mujeres por hombres en el contexto de relaciones de
pareja, actuales o previas, aun cuando éstas fuesen ocasionales o esporádicas.
 Muertes violentas de mujeres por hombres que no son sus parejas en contexto
de relaciones familiares, incluyendo parentesco por afinidad.
 Muertes violentas de mujeres resultado del acoso sexual de hombres
conocidos, vecinos, compañeros de trabajo, de la iglesia, entre otros.
 Muertes violentas de mujeres resultado del ataque sexual de hombres
conocidos o desconocidos
 Muertes violentas de mujeres por parte de clientes sexuales.
 Muertes violentas de mujeres por parte de explotadores sexuales.
 Muertes violentas de mujeres por parte de redes de trata para explotación de
todo tipo.
 Muertes violentas de mujeres por parte de hombres miembros de pandillas y
maras cuando ellas pertenecen o están relacionadas con éstas.
 Muertes violentas de mujeres por parte de hombres o redes y asociaciones
nacionales e internacionales delictivas, como traficantes de drogas, de armas, de
personas, y redes de sicarios.
 Muertes violentas de mujeres por parte de hombres en venganza contra otros
hombres o terceras personas.
 Muertes violentas de mujeres por parte de hombres que dejan en sus cuerpos
o en el entorno del crimen mensajes y signos de misoginia.
 Muertes violentas de mujeres que evidencian ensañamiento, tortura, mutilación,
descuartizamiento, utilización de múltiples métodos, aunque no se establezca el móvil.
 Muertes violentas de mujeres en la línea de fuego de un hombre que maltrata,
intenta matar o mata a otra mujer. (Carcedo & Ordónez, Femicidio en Ecuador.
23

Comisión de Transición Hacia el Consejo de las Mujeres y la Igualdad de Género. Caso


González y otras vs. México, Serie C No. 205, 2010)
En cada uno de los escenarios señalados anteriormente, se refleja la relación de
poder como elemento constitutivo primario del femicidio, condición que condena a las
mujeres dentro de entorno a una vida de sometimiento con un trágico final que es la
perdida de la vida de una mujer en manos de un hombre.
El 2021 se constituyó como el año con más femicidios ocurridos en el Ecuador
desde la tipificación de este delito en el Código Orgánico Integral Penal desde su
vigencia el 14 de febrero del año 2014.
También hay que indicar que el 2021 fue el año con más muertes violencias en
el país donde las víctimas fueron niñas, adolescentes o mujeres adultas:
La cifra incluye 103 feminicidios (60,4%), 7 transfemicidios (4,1%) y 62 muertes
violentas de mujeres por delincuencia organizada, que tienen un componente
feminicida y de género. Once víctimas eran niñas y adolescentes menores de 18
años, cinco de ellas tenían apenas entre 1 y 4 años.(Asociación latinoamericana para
el desarrollo alternativo, 2021).
Un estudio más reciente indica que en el Ecuador “Las organizaciones sociales
han registrado más de 1.000 femicidios entre 2014 y 2021. El Gobierno prevé invertir
USD 13 millones en acciones para prevenir la violencia de género”. (Machado, 2022)
Esto en un intento para que los femicidios cesen, en el Ecuador a través de
políticas públicas y trabajo mancomunado entre las instituciones estatales, cabe
mencionar que en el Ecuador “una mujer es víctima de este crimen cada 47 horas”.
(Machado, 2022)
Cifras alarmantes que a su vez nos ofrece una visión más apega a la realidad y al
contexto nacional en lo que refiere a los índices de materialización de este delito donde
en efecto se logra evidenciar la relación de poder entre un hombre hacia una mujer,
considerando que, ciertamente existen episodios en que el mismo no logra perpetrase,
constituyéndose en una tentativa de femicidio.
Pero también hay que decir que:
Es innegable que la respuesta a la violencia de género ha evolucionado desde la
absoluta permisividad de los actos de violencia contra las mujeres hacia el
24

reconocimiento parcial de esta problemática; desde la consideración errónea de los


delitos sexuales entre parejas como una cuestión de índole privada hacia su
reconocimiento como infracciones de persecución pública; desde la atenuación de los
homicidios de la mujer por motivos de honor hasta su tipificación como delito por
relaciones asimétricas de poder, como es el femicidio. (Fernández L. , 2017)
Por ello se analiza dentro de esta investigación no solo la relación de poder como
elemento constitutivo del delito de femicidio o al femicidio propiamente dicho sino
también la existencias de cuerpos normativos que protegen los derechos de las
mujeres víctimas de violencia y así evitar un fatal desenlace como es la muerte de
mujeres en manos de hombres por su condición de genere y a través del ejercicio de
relaciones de poder.
Se ha tomado hasta el momento aspectos importantes donde se relaciona lo
expuesto por la doctrina penal, las investigaciones de campo y los organismos de
justicia ecuatoriana que a través de sus miembros exponen argumentos respecto del
delito de femicidio, su constitución, presupuestos legales, presupuesto de hechos que
generaron su incorporación a la normativa penal ecuatoriana con la entrada en vigencia
del Código Orgánico Integral Penal, todo ello desde una posición general, ahora
corresponde indicar más detalladamente los siguientes aspectos.
1.3.2.- Tipos de femicidios.
En este punto se analiza estrictamente los tipos de femicidios donde se evidencia
una relación de poder marcada, puesto que se desarrollan en escenarios donde el
género masculino ejerce imposición por cuestiones tanto de género, edad, laborales,
físicas, sexuales, entre otras.
Hay que tomar en cuenta que, sin lugar a duda, la realidad no solo nacional sino
en mundo respecto de la violencia en contra de las mujer y los fatales femicidios se dan
en diversas circunstancias o con distintas características, en esa línea varios autores
han definido y descrito un importante número de femicidios, cada uno con
características particulares como a continuación se explica.
(…) la mayoría de los femicidios son perpetrados por una pareja actual o anterior de la
víctima e incluyen maltrato repetido en el hogar, amenazas o intimidación, violencia
sexual o situaciones en las que las mujeres tienen menos poder o menos recursos que su
pareja. (World Health Organization., 2013)
25

Como menciona (Saccomano C. , 2017), en América Latina, las cuatro


subcategorías principales identificadas y consensuadas sobre feminicidio por la
mayoría de los autores son las siguientes: feminicidio íntimo, feminicidio no íntimo,
feminicidio por conexión y feminicidio sexual, los cuales se describirán brevemente a
continuación.
Cabe destacar que dentro de estos tipos de femicidio la relación de poder tiene un
papel preponderante en el actuar del agresor y el sometimiento de la víctima.
La relación de poder se encuentra latente en estos tipos de femicidios, y he ahí la
importancia de estudiarlas ahora. La manera en cómo el ámbito laboral, familiar,
marital, social, entre otros, se convierte en escenarios para la reproducción de la
violencia y la muerte con el factor común de la relación poder.
1.3.3.- Femicidio Íntimo.
El femicidio intimo es “cometido por hombres cercanos a las mujeres asesinadas
por tener o haber mantenido una relación íntima, un vínculo familiar o una situación de
convivencia” (Argüello, 2016)
Otra definición del femicidio íntimo indica que “El femicidio ejecutado por un
esposo o enamorado actual o anterior se conoce como femicidio íntimo o asesinato por
la pareja”. (World Health Organization., 2013)
También se puede indicar que el concepto de femicidio íntimo “suele usarse para
hablar del asesinato de la pareja o la expareja, independientemente de la relación legal
entre las dos personas”. (Torres, 2017)
En este tipo de escenarios, es más fácil encontrar dentro de las relaciones
mantenidas entre el victimario y la víctima una relación de poder que genera un grado
de sometimiento considerable.
El femicidio íntimo tiene entonces un carácter clandestino puesto que se da en
contextos no sociales entre sujetos que se conocen y mantienen una relación directa ya
sea sentimental o familiar por poner ejemplos.
El poder en estos casos, o la relación de poder propiamente dicha se fija en la
adhesión a los roles impuestos socialmente y la imposición de referidos roles.
En síntesis, el femicidio cometido por un esposo o pareja existente o anterior se
conoce como femicidio íntimo o crimen por la pareja. Los resultados principios de un
26

estudio reciente ejecutado por la OMS y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de


Londres muestran que más de 35% de todos los crímenes de mujeres a nivel
internacional son realizados por un acompañante íntimo. En colación, el propio estudio
computa que solo cerca de 5% de todos los homicidios de hombres son ejecutados por
una pareja. Fundamenta que todos los homicidios de hombres y mujeres, se comunica
que cerca de 15% son realizados por una pareja. Estos guarismos son moderadas
dada la dominante cuantía de datos que faltan, en específico en los países no
industrializados. Conjuntamente de la proporción de mujeres y hombres asesinados por
su pareja, los datos también descubren que las mujeres que asesinan a sus
compañeros íntimos hombres a menudo proceden en defensa propia ante una
intimidación y amenaza persistente.
Esto concuerda con los resultados obtenidos esgrimiendo estadísticas de
originarios de Canadá, según los cuales las mujeres tienen crecientes posibilidades de
atentar contra la vida de la pareja con la que sostienen una relación, en tanto que los
hombres tienen mayores probabilidades de acabar con la vida de una pareja de la que
se han separado; igualmente, es más probable que las mujeres maten a su pareja
como resultado de disputas o altercados, mientras que es más viable que los hombres
asesinen a su pareja causados por los celos. Por otro lado, un grupo de mujeres con
mayor peligro de femicidio cometido por su pareja es el de las embarazadas, como
dejó ver un análisis de las investigaciones policiales y médicos forenses en once
ciudades de los EEUU
1.3.4.- Los asesinatos relacionados con el “honor”
Al referirse a la expresión asesinatos relacionados con el “honor” se trata de los
que una niña o una mujer es asesinada por un miembro masculino o femenino de la
familia, por causa de una transgresión sexual o conductual supuesta o real, como
adulterio, relaciones sexuales o embarazo extramatrimoniales e incluso por haber sido
violada. Frecuentemente es considerado por los femicidas que esta es una manera de
proteger la reputación familiar y seguir la tradición. Los asesinatos en nombre del
“honor” también pueden ser utilizados con la finalidad de encubrir incestos y hay
informes sobre personas que usan la “defensa del honor” como una manera de obtener
la aceptación jurídica del asesinato. Hay estadísticas que manejan la información de
27

que cada año hay en todo el mundo unos 5.000 asesinatos en nombre del “honor”, pero
se piensa que esta cifra es una subestimación. (World Health Organization., 2013)
Estas muertes se producen frecuentemente en Oriente Medio y Asia Meridional,
pero también en algunas comunidades migratorias, por ejemplo, en Australia, Europa y
Norteamérica. Las investigaciones dan cuenta sobre asesinatos por el “honor”
cometidos con armas de fuego, hachas o herramientas cortantes, mediante
estrangulación o puñaladas, quemando a la mujer, forzándola a ingerir un veneno u
obligándola a lanzarse desde una ventana.
Entre las consecuencias más trágicas y explícitas de una discriminación contra
mujeres y niñas profundamente arraigada y culturalmente aceptada, se encuentran los
asesinatos de mujeres para “salvar el honor familiar”. Frecuentemente son cometidos
con total impunidad a causa de la aceptación generalizada de la práctica y a estatutos
jurídicos y judiciales que protegen al asesino. En algunos casos, el asesinato puede ser
propiciado o, incluso, motivado por los anhelos de otros miembros de la familia,
incluidas mujeres. (World Health Organization., 2013)
Esta actitud, y un malentendido generalizado de los temas relacionados con el
género que sustentan estos crímenes, han traído como consecuencia una inadecuada
protección jurídica y social de las niñas y las mujeres expuestas a la amenaza de
crímenes relacionados con el “honor” en esos países.
1.3.5.- Femicidio no íntimo. -
Por otro lado “El femicidio perpetrado por alguien que no tiene relación íntima con
la víctima se conoce como femicidio no íntimo”. (World Health Organization., 2013)
El femicidio efectuado por alguien que no tiene relación íntima con la víctima se
conoce como femicidio no íntimo, y el femicidio que incluye agresión sexual a veces se
denomina femicidio sexual. Esos asesinatos pueden ser aleatorios, pero hay
perturbadores ejemplos de asesinatos sistemáticos de mujeres, en particular en
América Latina. (World Health Organization., 2013)
Por ejemplo, por lo menos 400 mujeres han sido matadas bestialmente durante la
última década en Ciudad Juárez, frontera de México con los Estados Unidos. Más de
700 mujeres fueron liquidadas en Guatemala durante el 2008; muchos de estos
crímenes fueron precedidos de abuso sexual brutal y tormento. A través de campaña
28

sobre derechos humanos ejecutada en el 2009 comunicó que había habido más de 500
femicidios por año en Guatemala desde el 2001. (World Health Organization., 2013)
Mientras que en los Estados Unidos, dos tiroteos intensivos en escuelas en el 2006 se
identificaron por el hecho de que los homicidas embistieron solo a niñas y maestras. En
algunos ambientes, el femicidio no íntimo también conmueve asimétricamente a las
mujeres envueltas en trabajos marginales e impopulares, como el trabajo sexual y el
trabajo en bares y clubes nocturnos.
Para Mayorga, (2015), el femicidio no íntimo: “Es la muerte de una mujer
cometida por un hombre desconocido con quien la víctima no tenía ningún tipo de
relación”.
Saccomano, (2017), señala:
El femicidio no íntimo incluye aquellos cometidos por un hombre que no tenía ninguna
relación íntima, familiar o de convivencia con la víctima; el asesino puede ser un amigo,
un conocido o un extraño, y la violación sexual a menudo concurre con este tipo de
feminicidio. (pág. 19)
Por otro lado, hay que considerar que “el femicidio no íntimo involucra el ataque
sexual de la víctima” (Albarrán, 2015). En este caso, si bien es cierto que la acción
proviene de una persona desconocida por la víctima, existe la posibilidad de que el
victimario se relacione en círculos cercanos, es decir, conocer a personas cercanas de
la víctima. Aquí la relación de poder tendría lugar en el sometimiento inmediato que el
agresor ejerza sobre su víctima para finalmente matarla.
La relación de poder en este escenario se atribuye generalmente a la imposición
de la fuerza del hombre sobre la mujer. Cabe señalar al respecto que tanto el femicidio
íntimo como el no íntimo pueden relacionarse entre sí a tal punto de existir en un
mismo contexto:
(…) las fronteras entre lo íntimo y lo no íntimo no son necesariamente evidentes y en
ocasiones se encuentran solapadas. En este sentido, se entiende que las mujeres viven
condiciones aumentadas y multiplicadas de discriminación y control, y por tanto implican
altos riesgos para sus vidas, sobre todo en contextos como la trata, la explotación sexual
comercial o en las asociaciones delictivas como pandillas, mafias o redes internacionales
de industrias ilícitas, entre otras dinámicas cuyo incremento ha sido constatado en el
continente. (Carcedo A. & Ordónez, 2010, p. 10)
29

1.3.6.- Femicidio por conexión. -


El femicidio por conexión “Hace referencia al caso de la muerte de una mujer “en
la línea de fuego” por parte de un hombre en el mismo lugar en el que mata o intenta
matar a otra mujer”. (Mayorga, 2015), “También, se expone la cuota de responsabilidad
de otros hombres conocidos, tales como vecinos, arrendatarios y compañeros del
centro de estudios y de un proxeneta”. (Carcedo A. & Ordónez, 2010, p. 13)
Para ejemplificar este tipo de femicidio podríamos decir que el victimario ataca a
su esposa (victima) con un arma corto- punzante y mientras se desarrolla la agresión,
otra mujer cercana al acto, puede ser esta: hermana, prima, amiga, etc., como
interviene en ayuda de la víctima poniéndose a sí misma en peligro siendo esta
también atacada hasta la muerte.
En este caso concreto la relación de poder también se ejerce a través de la
imposición de la fuerza del hombre sobre la mujer.
1.3.7.- Femicidio sexual. -
Para finalizar, en el femicidio sexual “El motivo principal es asociar el deseo de la
lujuria con el asesinato de la mujer”. (Monarrez, 2000)
Por femicidio sexual se entienden aquellos casos en los que se da muerte a la
mujer tras haber ejecutado sobre ella, el autor o autores, aberrantes agresiones
sexuales” (…) incluyen aquellos supuestos en los que las mujeres son violadas,
torturadas antes de darles muerte y, después, sus cuerpos son "arrojados a escenarios
transgresivos". (Peramato, 2012, p. 16)
Como se hace mención del inicio de este título, la relación de poder tiene un papel
preponderante en el actuar del agresor y el sometimiento de la víctima y esto se refleja
en las estadísticas nacionales al respecto.
La existencia de este control es evidente y es resultante una construcción social,
el poder que otorga el género, el físico, la condición social, la relación filial, la fuerza
justifica equívocamente ese poder. El perfil del agresor, en los escenarios donde el
desenlace es el femicidio se encuentra asociados a lo que se ha llamado construcción
social, misma que forma a los individuos con complejos de superioridad que llevan a
justificar actuaciones violentas en contra de sus víctimas.
Y por otro lado, las mujeres víctimas son arrinconadas a través de la imposición
30

de la fuerza por parte de los agresores, colocándolas en un estado latente de


indefensión y extremo peligro.
Tanto el perfil del agresor como el de la víctima serán analizados en el epígrafe
de Análisis e Interpretación de datos.
1.3.8.- Poder y Relación de Poder.
No debe olvidarse la mutua interdependencia efectiva entre instituciones,
estrategias y acciones bajo el puntal del poder. La hipótesis que basa esta conjetura
sostiene que todas las relaciones sociales son también relaciones de poder. No pueden
existir unas sin las otras. Y mientras aquellas son parte constitutiva de las de poder,
éstas a su vez, son la condición de las primeras. Luego, no hay relaciones sociales sin
poder y fuera de él. Claro está, siempre que la concepción del poder tenga las
características y la amplitud que enunciamos aquí.
En ese sentido, conocer el poder traza la escasez de una nueva reformulación
problemática. No cabe duda de que reformular envuelve ejecutar un “vuelco”, y erigir un
nuevo “punto de vista”, sin dejar de reunir todo lo que se piensa fértil en los progresos
de las teorías, inclusive antagonistas. El poder se atiende con todos los elementos que
disponen la realidad social: relaciones sociales, acciones, estrategias, instituciones,
organizaciones, mitos, creencias, valores y conocimientos. La singularidad del poder
reside en que concuerda esos elementos en combinados organizativos asignados de
cabida tanto creativa como restringida según los casos. Creemos, que debe ser visto
como argumento, desde un pensamiento “globalizador”, inclusivo de todos los niveles y
espacios sociales del poder, se integra afinadamente con una apariencia “localizadora”,
tal como la muestra M. Foucault.
Así, la visión macro y micro se interrelacionan y se realimentan mutuamente, sin
derrochar trama y especificidad. Foucault abordó exitosamente el problema del poder
desde una posición “microfísica”, y recobró la praxis delimitada en cada situación
social y limpió la construcción del poder en cada lugar. Y esto debe ser adicional a los
determinismos e indeterminismos que parten desde la cumbre estatal o desde los
asientos de la economía, de las “relaciones de producción” y de la cultura. Es de
pensar, que la especificidad local del poder debe perfeccionar con una “macrofísica del
poder” (tal como lo enuncia en la obra El poder.
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Al respecto, hacia una teoría sistemática), siempre en sentido metafórico, que


observe los diferentes niveles de generalidad, conventualidad y mediación. La
producción de poder abarca un espectro de gran dilatación y profundidad. Envuelve,
desde relaciones del tipo “dominante-dominado” políticas culturales, ideológicas y
económicas (abiertas o encubiertas) hasta la creación de todas las variadas formas de
conducción, dirección, orientación y autoridad de las relaciones sociales en busca de
sus objetivos y finalidades. De allí que el poder pueda causar contención, colapso o
emancipación, y el complejo cuadro entrecruzado de todas estas posibilidades en la
vida social. El poder es hacer, pero es también negarse a hacer; es obligar o persuadir
a hacer, y es también impedir hacer.
En resultado, a veces es dominar, y a veces, liberar. No es sólo mando y
obediencia: también es crear, producir y emancipar. El concepto de poder conlleva un
lazo de fuerza y abuso que oculta otras peculiaridades liberadoras y opuestas a
aquéllas. Se suele enfrentar el poder a la moral, a la libertad, a la igualdad, con lo que
se priva las posibilidades de comprender sus otras capacidades. Y se consigue
disminuir su aptitud para la lucha justa frente a los dictadores poderosos en lo
económico, político y cultural. Luego, poder es siempre una capacidad; una capacidad
de lograr algo. Y así, ya se puede delimitar como la capacidad de tomar y ejecutar
decisiones, de paralizarlas o de obstaculizarlas; y de hacer predominar o de aplicar
capacidades alternativas más eficaces en todo el conjunto de relaciones sociales,
políticas, económicas, religiosas, militares, familiares, personales, etc.
El análisis puede considerarse complejo, justo porque muchas veces es algo
regulado. El poder es algo muy curioso y sugestivo porque es intangible pero en
realidad es algo que se evidencia en hechos y actos. ¿El poder siempre implica
obediencia?. En la familia se educa inculcando que se debe ser obediente con tus
progenitores, que se les debe sometimiento y sumisión, que se debe hacer todo lo que
ellos digan sin discutir si lo que solicitan u ordenan es correcto, violento o dañara a
alguien. Ejemplos de estos se advierten todos los días; padre o madres practicando
violencia, exigiendo a sus hijos o hijas a ejecutar actos que inclusive, transgreden
contra su integridad.
Como diferenciamos son actos y costumbres que nos han enseñado desde que
32

somos niños. Nos expresan que la obediencia debe ser cultivada sin discutir, y, justo
desde chiquillos no nos enseñan a ser críticos, a cuestionar si lo que nos mandan es
correcto o no. Como sociedad se ha normalizado y admitido este tipo de costumbres
que pueden llegar a ser violentas y perjudicarnos como sociedad.
El poder y la obediencia se recapacita que siempre van de la mano, pero hay
instantes en que se pueden separar, porque inclusive, cuando cultivan poder sobre una
persona para que ejecute alguna diligencia, uno mismo puede pedir al poder de
decisión, pero para que alguien tenga esa luminosidad y ese saber, debió de tener
presente y experimentado el pensamiento crítico desde precoz edad. Como vemos,
esto se convierte en un asunto individual y social. Así pues,. el poder está disperso por
todo el área social, aunque con distintas reuniones y dispersiones. El poder forma
unidades de obligación o de creación de desiguales magnitudes. Con la eventualidad,
que gran porción de ese poder está velado, sumergido, lejos de la observación de los
ciudadanos.
Es decir, existe un cuadro complejo del poder, estructurado en dominaciones y
extremos rivales según los casos, y muchas veces, “enigmático”, en las sociedades.
Luego, no puede escaparse del poder, pues es componente de todas las relaciones
sociales. No existe la alternativa poder / no-poder; existen sí, clases y tipos de poder
que producen y portan los actores sociales y marcan las distintas posibilidades,
tendencias y actuaciones de procesos sociales y políticos. En secuela, hay poderes
creadores y que subordinan, poderes positivos y negativos, poderes constructivos y
destructivos. De esta manera el poder aporta sus capacidades a las relaciones sociales
cuyas estructuras primordiales entienden ser las instituciones, estrategias y acciones:
la institución “declama”, la estrategia “habla” y la acción “actualiza”.
La institución preconiza, sacraliza y muestra ideologías precisadas. La estrategia
duda, averigua, pregunta, mientras prueba las anomalías por dónde circular y escuda
fuerzas operativas para obtener logros; inclusive, “usa” las concreciones y los
recitativos siempre que se implanten como parte de fuerzas e intervenciones sociales, y
ayuden a fortificar sus colecciones de poder dinámico. La acción es la vida misma de lo
diario; inspecciona todos los terrenos y sale a “realizar” la sociedad en todas las
conductas capitales, desde los más aleatorios y confusos hasta los más ordenados y
33

formalizados. Y en todas esas acciones la citada “tríada” precisa de la potencia y de la


presencia del poder.
Finalmente, el poder es la capacidad que tienen las instituciones, las estrategias y
las acciones para edificar, normalizar, reproducir, proyectar, ejecutar, transformar y
actuar a lo largo de toda la sucesión de las relaciones sociales. El poder es la potencia
actualizadora (en todas sus direcciones posibles) que realiza las formas sociales, con
sus variados contenidos históricos, con sus identidades y diferencias. Por ello, el nuevo
campo de las relaciones sociales ha establecido sus específicos problemas y sus
interacciones recíprocas. Y no ha olvidado los entrecruzamientos con los otros campos
sociales donde también habita el poder y las relaciones de producción, de política y de
cultura.
El poder “Representa la habilidad de una persona para hacer que otras actúen en
contra de sus propios deseos”. (Fundación Centro Internacional de Formación y Desa,
2010). “El poder es un concepto que describe un fenómeno social determinante en la
construcción de la realidad social y que se manifiesta esencialmente en la afectación
de conductas y formas de pensar”. (Bohórquez, 2016)
Esta investigación apunta identificar las razones por las cuales, la relación de
poder es y debe ser considerado como elemento constitutivo del femicidio.
El vocablo de poder y su uso, ha disfrutado de una gran notoriedad en el progreso
de las sociedades, por lo que ha sido intérprete colateral en la historia del  individuo, a
nivel de los magnos adelantos, a nivel docto y puro como en el Renacimiento. El
poder ha sido copartícipe en las épocas lóbregas de nosotros en la historia de la
humanidad, tanto en las guerras como, en los momentos de decisiones cumbres
influidos siempre influidos por las relaciones de poder y las operaciones practicadas
desde ese influjo
Los individuos vigorosos han decidido que algo suceda o no, que resuelven forjar
las cosas capitales y para ello han contado con las capacidades necesarias, de
prototipo financiero, social, político, intelectual, entre otros. Representa una noción
natural con relación al poder lo es la destreza o capacidad de formar que una explícita
labor suceda.
Entonces ¿Qué es la relación de poder?. Ella se fundamenta en la interacción
34

entre dos o más individuos, reglamentadas por pautas sociales, sin hacer hace
mención conceptual a quien tiene el poder sobre alguno que no, en base a normas del
Estado, por lo que sin lugar a duda debe considerase que este fenómeno es complejo,
pues las relaciones de dominio social son un conjunto complejo de relaciones
económicas, sociales o políticas de la sociedad.
Las relaciones sociales se configuran como representaciones primarias de poder.
Así el ser humano es por naturaleza social, por lo tanto, todas las locuciones de su
diligencia son por excelencia sociales. El poder se compone socialmente debido a que
admite perenemente a más de un sujeto para perpetrar sus actividades
1.3.9.- ¿Y cuáles son los talantes primordiales de las relaciones de poder
Conocemos, que todas los individuos instituimos relaciones, como padre, madre,
hija o hijo, jefe o trabajador, educador / estudiantes, esposo / esposa, sacerdotes,
técnicos director o perteneciente a un grupo social o a otro (Asociaciones,
Representaciones Comunales, etc.). Así pues, en las relaciones humanas, en el
entrenamiento de nuestra acción, proporcionamos u interceptamos el camino a
indiscutibles recursos de carácter material o anímico. Por lo que esta contingencia de
proporcionar u interceptar recursos materiales o espirituales lo emplazamos como
poder. Pero, el poder no es en esencia físico que se puede poseer y quitar, es algo
que puede ser capaz de incidir notablemente sobre las relaciones que fundamos entre
humanos y con la naturaleza, y hacer viable que sucedan cosas o imposibilita que
acontezcan otras vicisitudes.
Por lo tanto, el poder es un adjetivo de las relaciones; fundadas estas en todos los
espacios de la vida de los seres humanos, en la familia, en los saberes organizativos
comunitarios, en los establecimientos sociales como la escuela y la iglesia, en todos
estos entornos, la mayoría de las oportunidades, cuando hay problemas, estos están
relacionados con el ejercicio de poder. De esta manera se convierte el poder en una
constante.
Proverbialmente el poder se instituye a través de una relación social de autoridad
en la cual se aplica una energía o voluntad sobre otras voluntades. Es frecuente que
este tipo de poder lo ejecutan individuos que atesoran fortunas, tecnología, doctrina,
sabiduría, poder político, información, etc. para quebrantar en las/os demás personas y
35

constreñir a estas a que concebir cosas o apuntalar hechos a favor de sus provechos.
(Red Alforja, 2019)
El poder lo asociamos con pujanza, injusticia, dominación, mano dura, autoridad,
influencia; y universalmente lo advertimos como algo perjudicial; sin embargo, el poder,
no es ni positivo, ni negativo, según como empleamos los orígenes de poder que
poseemos creamos una efigie destructiva o constructiva del mismo.
El ejercicio del poder se enuncia diversas veces en las diferencia social, cultural,
económica o política de los sometidos sociales. Esta diferenciación crea la contingencia
de facilitar o estorbar la vida de las y los demás y el camino a los bienes, a los
recursos, etc. Todas las personas ejercitamos poder de una u otra manera, pero en
ocasiones solo reconocemos las fuentes más obvias de poder como son el dinero, el
conocimiento, la información, la naturaleza, entre otros. (Red Alforja, 2019). Sin
embargo, en las relaciones humanas concurre una diversidad de principios de poder,
que no son obvias o siempre registradas, como el amor, la organización, la unidad, etc.
Interdependencia en las relaciones humanas y las relaciones de poder.
En casos como en la relación Obrero / Patronal, la parte del trabajador tiene el
poder de la fuerza de trabajo y por la parte patronal posee los recursos como capital o
fuentes de producción; por lo que, ambas partes se revierten interdependientes para
tener el imperio de trabajar. En el entramado familiar, la fuente de poder son los
ingresos económicos; sin embargo, la persona que trae el dinero a casa va a necesitar
de otros miembros del hogar, como por ejemplo: de las labores domésticas, el afecto,
la compañía, entre otras, lo que genera una relación biunívoca de poder.
Queda claro que para que exista una relación de poder, tiene que concurrir una
relación entre dos personas o más. Luego es más que evidente que para practicar el
poder la interdependencia de las partes es necesaria y concluyente.
Mezcla de poderes. ¿Cuándo ocurre?
Los seres humanos viven en una sociedad donde hay grupos con más poder y
grupos con menos poder en atención a: ser quienes son, su origen, idioma, clase
social, sexo, usanza étnica, edad, religión, orientación sexual visible o no visible. (Red
Alforja, 2019)
36

Por esta razón algunos grupos son más frágiles que otros, los niños y las niñas
son sensibles al abuso físico, sexual y emocional de las personas adultas, las mujeres
a la discriminación económica, social y política, los jóvenes al abuso físico, sexual y
emocional, así como la discriminación en el trabajo y el hogar. Los adultos mayores,
cuando finaliza su vida productiva, son vulnerables a la pobreza y al irrespeto desde la
casa y la sociedad misma. El funcionamiento del poder es relativo, debido a que no es
estático, en unos espacios estamos en el grupo con poder, pero en otros dentro del
grupo con menos poder; es decir, en algunas circunstancias vivimos con un grupo
vulnerable y en otro con los menos vulnerables.
El poder como una oportunidad
Las personas y los grupos sociales intervienen, pero también divergen en sus
objetivos, necesidades e intereses. El poder facilita el alcance de objetivos, la
satisfacción de necesidades e intereses, por eso las personas buscan alcanzarlos
haciendo un ejercicio de poder y lo puede ejercer por medios constructivos o
destructivos. Un ejercicio destructivo del poder supone que una de las partes impide de
forma consciente o inconsciente la consecución de los intereses, objetivos y/o
necesidades de la otra. Esta persona toma decisiones sin considerar las necesidades o
intereses de otros llegando a imponer estas decisiones hasta con violencia si es
necesario. Por esa razón cuando hay un ejercicio constructivo del poder, prevalecen
relaciones de cooperación y solidaridad, donde se propagan o comparten las fuentes
de poder y las partes se ayudan mutuamente para lograr sus objetivos e intereses. En
este ejercicio del poder, para un mismo esfuerzo no hay unos que ganen más que
otros, la decisiones son tomadas de forma colectiva entre todos y se asumen las
responsabilidades entre todos para avalar que las decisiones se consumen. (Red
Alforja, 2019)
Las relaciones de poder entre mujeres y hombres
El género se determina por las diferentes facultades o “reglas” que la sociedad
instituye como apropiadas para mujeres u hombres, en tal sentido se observa que el
género se construye a lo largo de la vida, no es algo innato como el sexo, el sexo es
biológico y no se puede cambiar, el hecho que las mujeres y los hombres usen algunas
prendas de vestir propias de su sexo obedece a diferencias determinadas por la
37

sociedad no por su sexo, el hecho que la mujer atienda al hogar y la descendencia y el


hombre traiga el dinero a la casa, también es algo construido por la sociedad, que
inclusive hoy está cambiando. Entonces, si el género es construido socialmente
también es posible deconstruido. (Red Alforja, 2019)
La forma como es ejercido el poder también ha sido construida a través de la
historia, las relaciones de género son fuertemente influenciadas por el poder, los roles
adjudicados al hombre son los que tienen más valor y por ellos se asume que la mujer
y las labores que ella realiza, son las que tiene menor valor y han sido invisibilizada en
la sociedad, como la ternura, la limpieza, cuido de hogar de los niños, el trabajo más
operativo, los sentimientos, y si son fuentes de poder se ven como malas, como la
coquetería, la tentación, la sexualidad.
De esta construcción disímil además germinan relaciones desiguales entre
hombres y mujeres, de ahí que al hombre se le otorga poder sobre la mujer. Pero por
ser una construcción social, las relaciones de poder entre hombre y mujer pueden ser
construidas de otra forma, siendo participe de las decisiones y responsabilidades en el
hogar, la comunidad y en los espacios institucionalizados, basadas en las mismas
necesidades y derechos. (Red Alforja, 2019)
Se ha de seguir insistiendo, que el poder establece en una forma de interacción
social en la que la mayoría de las veces se han generado diferencias de distinta
índoles. En tal sentido, ser hombre o mujer ha estado recubierto de este viso de
relaciones de poder, dentro de las cuales las mujeres han sido el colectivo más
afectado, y de hecho, las carreras accedidas en su generalidad por éstas además han
sufrido el impacto del poder patriarcal.
Así entonces, el género personifica una de las grandes materias que por más de
cinco décadas se ha venido uniendo como área de análisis en las diversas disciplinas
de tipo sanitario y social. Porque, el citado interés sale como dispositivo de estudio de
las grandes disconformidades e inequidades que se generan fruto de una construcción
social imaginaria sobre lo que ser mujer u hombre incumbe. Como secuelas de lo que
acostumbradamente se ha enseñado sobre lo masculino y femenino, se generan
preconcepciones (estereotipos), donde es indudable la dominancia masculina sobre la
38

femenina, lo cual causa un estado de inestabilidad para una participación ciudadana


justa y equitativa, asentada en principios de igualdad y respeto colectivo.
Ciertamente, el poder como forma de sometimiento es una paradoja. Una de las
formas familiares y agonizante en las que se declara el poder reside en ser dominado
(a) por un poder externo a uno (a). Sin embargo, revelar lo que uno(a) es, depende de
algún modo de ese poder. “Estamos acostumbrados(as) a concebir el poder como algo
que ejerce presión sobre la persona desde fuera, algo que subordina, coloca por
debajo y relega a un orden inferior”. (Relaciones de poder entre hombres y mujeres: su
influencia en el desarrollo de enfermeria., 2012)
En el avance del ser humano la posición masculina y femenina ha sido un
problema la prevalencia de magnas inequidades mantenidas en la pertenencia a uno u
otro sexo. Las desiguales sociedades se han distinguido por nutrir una discrepancia en
la visión, cometido y equidad social, en su generalidad determinadas por la dominancia
del poder de lo masculino sobre lo femenino y su supremacía que hasta el día de hoy
no ha sido suprimida.
El género, como condición conceptual, es consecuencia de la socialización del
sexo a partir de oposiciones sexuales y capacidades reproductivas, que subyacen en
toda relación entre hombres y mujeres. Así pues, esta es un espacio de la sociedad
que brota de la presencia de cuerpos sexuados, una condición o subconjunto de los
cuales tiene tendrá o tuvo la posibilidad de causar otro(s) cuerpo(s) (De Barbieri, 1992).
Género es además una forma de control y poder en las relaciones individuales a partir
de los sexos. Este concepto permite entender que tanto mujeres como hombres
reciben socialmente una cultura que imputa discrepancias. En la concesión, a las
mujeres les tocó entrar con un papel inferior que, a la vez, establece la existencia de
una relación desigual de poder.
En definitiva, el poder de los hombres sobre las mujeres se da atribuyendo
valores, que son entendidos por la sociedad como naturales. Esas cargas ocupan la
forma de lo que Lagarde (1997) llama cautiverios: de las madres, esposas, monjas,
prostitutas, presas y locas. En ocasiones el cautiverio lo asumen algunas mujeres de
modo pasivo, y otras se aprecian felices en él. Estas mujeres no son reflexivas de que
la violencia contra ellas es una transgresión de sus derechos humanos, sus libertades
39

esenciales y que las despojan total o parcialmente de la afirmación, satisfacción y


ejercicio de estos. La violencia contra la mujer es una injuria a la dignidad humana y
una declaración de las relaciones de poder históricamente disímiles entre mujeres y
hombres. (Lagarde, 2009, p.64)
La exclusión de la violencia contra la mujer es situación indefectible para su
progreso individual, social y su intervención plena e igualitaria en todas las esferas de
la vida. Las convenciones internacionales, como la Convención sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, acreditada por sus siglas en inglés
(CEDAW), de 1979, y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Contra la Mujer de la OEA (Organización de Estados
Americanos), de 1994, distinguida como la convención de Belém do Pará, trazan un
cuadro para delimitar la violencia, y la necesidad de un plan de acción para eliminarla.
Decididamente, la violencia doméstica contiene además la conyugal, que se
cuenta como cualquier conducta de una persona dentro de una relación íntima que
origina deterioro físico, psíquico, emocional o sexual a su pareja. Este comportamiento
contiene ataques físicas: golpear, pegar con los puños, patear, etcétera; maltrato
psíquico: amenaza, deshonra y humillación; relaciones sexuales obligadas y otras
formas de imposición; muchos procederes absolutos como incomunicar a una persona
de su familia, vigilar sus movimientos y limitar su acceso a la información o ayuda. La
violencia, cuyas raíces históricas y culturales están reducidamente atadas a las de la
humanidad, ocupa en la actualidad un aspecto manifiestamente misógino, demostrado
en muchos estudios e investigaciones científicas.
Para suprimir la violencia que se vive diariamente en los hogares en el mundo, se
solicita una enérgica sensibilización de cómo se dan las relaciones entre géneros, y de
la escasez de una permuta espiritual y cultural insondable que alcance lo irracional que
es mantener relaciones desiguales entre hombres y mujeres.
Estas contextos de discrepancia han generado lo que la Organización Mundial de
la Salud precisa como violencia: el uso deliberada de la fuerza o el poder físico (de
hecho o como amenaza) hacia uno mismo, otra persona, un conjunto o comunidad, que
produzca o tenga diversas posibilidades de originar lesiones, muerte, daños
psicológicos, trastornos del desarrollo o carencias.
40

Realmente existen diferentes definiciones, pero a efecto de estos contenidos,


ocuparemos este concepto y la división en dos cualidades, en atención a la relación
entre la víctima y el agresor: 1) la violencia doméstica, es aquella que sucede entre
personas que participan de lazos de parentesco o consanguinidad; 2) la social, aquella
que acontece entre sujetos que no comparten esos lazos.
En ese orden de ideas, la violencia contra la mujer contiene según las Naciones
Unidas (1981) , entre otras:
( ) la violencia física, sexual y psicológica que se produce en el seno de la familia y en
la comunidad en general, incluidas las palizas, el abuso sexual de niñas, la violencia
relacionada con la dote, la violación marital, la mutilación genital femenina y otras
prácticas tradicionales dañinas para la mujer, la violencia no conyugal y la violencia
relacionada con la explotación, el acoso sexual y la intimidación en el trabajo, en las
instituciones educativas y en cualquier otro lugar, el tráfico de mujeres, la prostitución
forzada y la violencia perpetrada o tolerada por el Estado. (Ruiz P., 2003)
Para Chávez: “La relación de subordinación y sometimiento de las mujeres se
expresa en la cotidianidad de sus vidas causándoles daños físicos, psicológicos y
sexuales que finalmente llega hasta causarles la muerte”. (Chávez, 2020, p. 11)
Segato(2013), señala que la violencia constituida y cristalizada en forma de
sistema de comunicación se transforma en un lenguaje estable y pasa a comportarse
con el casi automatismo de cualquier idioma.
La relación de poder, elemento constitutivo del delito de femicidio en la
normativa penal ecuatoriana y materia de esta investigación, merece un abordaje claro
y situado en el contexto de violencia contra las mujeres principalmente generada por
hombres.
Considerando en todo momento su naturaleza ideológica, pues la violencia
existente entre un hombre y una mujer, del primero sobre la segunda como bien se ha
dicho, parte de una construcción social y del arraigo de roles preestablecidos y
atribuidos al género.
Y, para Exposito (2011), los estereotipos sobre cómo unos y otras deben
comportarse, las experiencias que refuerzan la conducta estereotípica y la estructura
social que apoyan la desigualdad de poder entre géneros ha contribuido a que se
originen patrones de violencia a lo largo de nuestro ciclo vital.
41

En efecto, los estereotipos únicamente producen una separación sustancial


basada en diferencias superfluas, el carácter proteccionista del hombre se convierte en
una justificante para el sometimiento de su pareja o de todo el núcleo familiar.
La cultura ha legitimado la creencia de la posición superior del varón, reforzada a
través de la socialización. Todo ello ha facilitado que las mujeres se sientan inferiores y
necesiten la aprobación de los hombres para sentirse bien consigo mismas y con el
papel en la vida para la que han sido educadas. (Expósito, 2011, pp. 20-25)
“El poder no es algo que se adquiera, el poder es la resultante del juego de
relaciones sociales dinámicas y no igualitarias” (Valdés, Benavente, & Gysling, 1999)
La asimetría de poder de un género sobre otro ampara las diferencias y
configura el diseño "apropiado» de proceder en las relaciones: los varones ofrecen la
protección a las mujeres a cambio de la obediencia y el sometimiento. Ellos ocupan así
una posición de control y dominio. (Expósito, 2011)
En esta definición se explica claramente que el poder es una construcción social,
que puede darse por género, clase social, cargo e incluso filiación. “Las relaciones de
poder se expresan en ciertos dominios, y son los efectos de las desigualdades y
desequilibrios existentes en estos dominios.” (Valdés, 1999)
La relación de poder como se puede notar es una conceptualización cuya
naturaleza es sociológica por ello es fundamental traer a colación criterios de
investigadores como Juan Fernando Delgadillo, de la línea de pensamiento de Michel
Foucault, menciona que:
(…) en la familia, a nivel de la convivencia, los padres ejercen poder sobre sus hijos, el
padre sobre la madre o viceversa; en la institución escolar el maestro sobre sus alumnos,
en la fábrica capataces que lo ejercen sobre los obreros. (Delgadillo, 2012, pp. 160-170)
Arancibia (2010), por otro lado, alineado también al pensamiento de Foucault,
parafrasea a este indicando que una relación de poder “es un modo de acción que no
actúa de manera directa e inmediata sobre los otros, sino que actúa sobre sus
acciones: trátese de una acción sobre la acción, sobre acciones eventuales o actuales,
presentes o futura”. (Arancibia, 2010)
Esta definición claramente puede situarse en el contexto de violencia de género,
así como en el femicidio, pues la acción que ejerce el agresor o feminicida sobre la
42

acción de su víctima tiene como finalidad coaccionarla, es decir sobreponerse.


La relación de poder existente entre un hombre ante una mujer sea esta su
pareja, hija, empleada, etc., genera en esta una limitante a su libertad de acción, es la
acción sobre acción a la que hace referencia Arancibia citando a Foucault.

Violencia de Género

Ahora bien, existiendo una acción que busca sobreponer a otra, existe como
menciona Giraldo (2006) la posibilidad de la resistencia, resistencia que puede
representar en algunos casos la prohibición de la constitución de una relación de poder
y en otros, la disputa por el poder.
En este punto estamos ante una relación de fuerzas, ya que la resistencia genera
otra resistencia: “el poder es una relación de fuerzas, o si se quiere una relación de
fuerzas ya es una relación de poder” (Giraldo, 2006, pp. 103-122)
En el caso de los actos de los femicidios que constan en las estadísticas como
consumados, claramente la fuerza del hombre socava la fuerza de la mujer donde el
resultado de esto ha llegado a ser la muerte; “hay que diferenciar así entre un estado
puro de “dominación” y la relación de poder que se construye entre quien asume la
actitud de dominar y quien es dominado” (Piedra, 2004)
En este sentido Piedra (2004), siguiendo el enfoque de Foucault hace alusión la
construcción social de roles donde se sitúa a la mujer en una posición desfavorable:
Debemos enfatizar que el uso del enfoque de poder de Foucault nos permite ver las
relaciones de poder que existen entre los géneros, no solo a partir de la relación de sujeto
a sujeto, sino también a partir de los dispositivos de poder que contiene las
construcciones sociales. Podemos así ser “objetivos” respecto a dicha relación, sin
43

necesariamente victimizar a las mujeres. (Piedra, 2004, p. 22)


El precitado autor, profundizando esta postura menciona que los aspectos a
considerar al respecto son:
(…) poder-sexualidad, poder-saber, cuerpo-biopoder-disciplina y el discurso de los las
personas, considerando sus prácticas latinizadas — estructurantes derivadas de las
interacciones micro y macrosociales que confluye en el poder personal y cómo se mira a
sí mismo cada uno o una. (Piedra, 2004, p. 22)
En un sentido estricto y asociado a la violencia de género o todo tipo de violencia
en general. “El poder como hecho positivo es la capacidad de decidir sobre la propia
vida, pero también es la capacidad de decidir sobre la vida de otros”. (Vargas-Núñez,
2011)
En esto hay que considerar lo siguiente:
El principio determinante dentro de una relación de poder es indiscutiblemente la
fuerza, porque ningún sujeto dejaría imponer la voluntad de otros sobre su propia
convicción sino se encontrará limitado por actos que estén fuera de su alcance; sin
embargo estas acciones son momentáneas, aparecen únicamente en momentos
específicos, es decir la relación de poder se encuentra siempre latente pero hace acto
de presencia únicamente cuando el sujeto desea obtener un resultado específico, de
lo contrario el poder dentro de la relación será únicamente abstracto y no se hará
presente de manera real. (Iza, 2017)
En los casos de delitos de femicidio principalmente se da desde un hombre hacia
una mujer, es decir que el género es el factor predominante de este delito, según la
realidad nacional, La Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres
sostiene en la exposición de motivos para la creación de referida norma que:
La violencia contra las mujeres afecta en mayor o menor medida a las mujeres
del país y del mundo. Esta se manifiesta por la existencia de relaciones de poder entre
hombres y mujeres, en las que la supremacía de lo masculino desvaloriza lo femenino
y instaura formas de control manifestadas en distintos tipos de violencia. En muchas
sociedades es una práctica que se encuentra naturalizada en las relaciones sociales,
que no distingue edad, pertenencia étnica, racial, condición socioeconómica, condición
física, estado integral de salud, condición migratoria e identidad sexo-genérica”.
(Ecuador Asamblea Nacional, Asamblea Nacional, 2018)
44

Más concretamente la misma Ley define a las relaciones de poder en su Art. 4


numeral 8 de la siguiente manera:
Acciones, omisiones y prácticas sociales, políticas, económicas, culturales o simbólicas
que determinan la imposición de la voluntad de una persona o grupo por sobre la de otro,
desde una relación de dominación o subordinación, que implica la distribución asimétrica
del poder y el acceso y control a los recursos materiales e inmateriales entre hombres y
mujeres. (Ecuador Asamblea Nacional, Asamblea Nacional, 2018)
Claramente la legislación ecuatoriana, justificada por la realidad nacional e
internacional podría decirse, enfoca su definición en el género y de la cultura machista
o patriarcal que ofende y oprime a las mujeres. “La afirmación de la virilidad vincula la
sexualidad y el poder; el control, sometimiento, dominación, pero también puede dar
cabida a la humillación y al castigo. Es decir, también provee de la capacidad para el
ejercicio de la violencia”. (Monarréz, 2009)
Como también ha sido señalado por Arguello y Otros (2016):
El femicidio tiene una direccionalidad asociada a relaciones de poder opresivas entre
hombres y mujeres y existe una prevalencia y mayor riesgo para las mujeres que están
inmersas en relaciones violentas o que quieren salir de ese tipo de relaciones”. (Arguello
y Otros, 2016, Pág. 11).
También hay que enfatizar en que la relación e poder generadora de actos de
violencia se configura en el contexto de pareja primordialmente siendo el escenario
más crítico cuando la violencia genera el resultado final de la muerte, hay que
establecer entonces que “en las relaciones interpersonales, la conducta violenta es
sinónimo de abuso de poder, en tanto el poder sea utilizado para ocasionar daño y
controlar a la otra persona” (Vargas-Núñez, 2011)
Lo deja señalado la normativa como doctrina sustentadas ambas en las
estadísticas nacionales y extrajeras. La relación de poder que ejerce el hombre sobre la
mujer es el elemento que más peligro ofrece a las mujeres, este poder se materializa
en sometimiento, maltratos e incluso sentido de pertenencia, una superioridad entre
comillas que lleva al victimario a sentirse en derecho de acabar con la vida de su
víctima.
Debe enfatizarse que este condicionamiento es producto de una construcción
histórica y social, y que la educación es la única arma válida para combatir este
45

paradigma:
El modelo tradicional de relación entre los géneros se caracteriza por la rígida
división sexual del trabajo: hombre proveedor y mujer reproductora. El modelo
tradicional subordina la sexualidad a la reproducción, la sexualidad no es un ámbito
legítimo de desarrollo, por lo tanto, el placer es irrelevante y la mujer se espera que sea
pasiva en este dominio. La reproducción no se controla. La desigualdad en las fuerzas
(sociales y culturales) de mujeres y hombres produce jerarquía, subordinación. (Valdés,
1999)
Podemos sentirnos seguros de decir que la relación de poder entre un hombre y
una mujer es la reproducción de concepciones equivocas que se legitiman socialmente,
aquello genera que los roles impuestos socialmente sean más difíciles de deshacerse.
1.3.10.- El femicida se conoce.
Con relación al vínculo de la víctima con su agresor, en el 86% de los femicidios
el femicida pertenecía al círculo íntimo de la víctima. Se continúa observando que en el
59% de los casos el femicida es la pareja o ex pareja de la víctima. Esto pone de
manifiesto la necesidad de transformar los vínculos sexo- afectivos que históricamente
se basaron en la asimetría de poder. Es imperativo implementar la Educación Sexual
Integral, para dotar a los niños y adolescentes de herramientas que les permitan
construir relaciones más igualitarias, pero también se hace necesario que desde la
industria cultural se representen imaginarios del sexo y el amor donde la base sea el
respeto, el consentimiento y la libertad.
1.3.11.- Justicia
En lo que va de 2022 el 20% de las víctimas de femicidio había realizado al
menos una denuncia o contaba con alguna medida de protección. Es terrible que esto
suceda, que a pesar de haber recurrido a la Justicia estas mujeres hayan sido
asesinadas. (Observatorio Ahora que si nos Ven, 2022)
Frente a este contexto se lucha y exige una reforma judicial transformista, que
destine mayor presupuesto para la protección, que tome decisiones que sean
adecuadas para cada situación particular con una mirada Inter seccional y colateral,
que aproxime los derechos al barrio y las comunidades, y que escuche a las víctimas.
46

En este sentido la Justicia continúa acumulando una deuda enorme con la sociedad,
pero especialmente con las mujeres y otros sectores.
En gráfica de página siguiente se recogen los datos porcentuales de los lugares
donde ocurren los femicidios, ocurriendo el mayor porcentaje en la vivienda de la
víctima lo que reafirma como ya fue expuesto, que de los femicidios el femicida
pertenece al círculo íntimo de la víctima.

Gráfico 1: Lugar donde ocurren los femicidios

Lugar Físico del Femicidio


Vivienda del Agresor
6%

Otros/Sin Datos
10%

Vivienda com-
partida Vivienda de la
12% Victima
43%

Vía Pública
29%

Fuente: Elaboración Propia, 2022

1.3.12.- Qué factores podrían aumentar o reducir el riesgo de femicidio?


Las indagaciones emprenden a aclarar los elementos que acrecientan el peligro
de las mujeres de ser matadas, principalmente por sus parejas, y los factores coligados
con un mayor riesgo de que los hombres realicen un femicidio. La mayoría de las
47

ilustraciones se corresponden con el femicidio íntimo y, por resultante, no se logran


usar a otros tipos de crimen, como los realizados en nombre del “honor”. El tipo más
manejado para concebir cualquier forma de violencia es el modelo ecológico, según el
cual la violencia está afectada por factores que maniobran en cuatro niveles: individual,
relacional o familiar, comunitario, y social o estructural (referente a las leyes, las
políticas y las influencias sociales más generales). (Latin American and Caribbean
Women’s Health Networ, 2009, p. 1)
1.3.13.- El femicidio en la legislación Ecuatoriana.
El femicidio ha sido uno de los tipos penales que han sido incorporados a la
normativa ecuatoriana recientemente con la entrada en vigor del Código Orgánico
Integral Penal en el año 2014, para llegar a esa tipificación nace de una lucha
incansable de los grupos y movimiento defensores de los derechos de las mujeres y los
derechos humanos.
Considerando que uno de los objetivos de la tipificación del femicidio fue visibilizar
la violencia extrema basada en género contra la mujer con el objeto de diseñar e
implementar políticas públicas que reduzcan el número de muertes de mujeres, en el
año 2016 se conformó un equipo de trabajo interinstitucional a fin de contar con
información valida, confiable y oportuna de femicidios en el Ecuador.
Este primer esfuerzo interinstitucional, puso en evidencia la necesidad de
conformar un Subcomité Técnico de Femicidios (actualmente denominado Grupo de
Fortalecimiento Estadístico de Femicidio) encargado de definir una metodología de
revisión y validación de los casos de femicidios y de incorporar a otros actores
estatales como el Consejo de la Judicatura (CJ), el Consejo Nacional para la igualdad
intergeneracional y el entonces Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, los
cuales aportaron a la construcción de una mirada integral sobre esta problemática.
(INEC,2017)
En Ecuador 335 mujeres fueron víctimas de femicidio entre agosto de 2014 y
mayo de 2019, en gráfica siguiente se observa los casos por año. En el mismo se
observa que desde el año 2015 hasta el 2017 hay un incremento de femicidios y luego
a partir de 2017 cambia la tendencia, llegando a que en 2018 no solo es menor a 2017
sino también menor a 2016.
48

Llamando la atención el crecimiento ocurrido en 2017, teniéndose ese año como


el más violento desde l implementación del COIP en lo que se refiere a violencia contra
la mujer basada en género.

Gráfico 2: Femicidios Años 2014-2019

Femicidios
Años 2014-2019
120
103
100

80
66
60
60 55

40
27 24
20

0
Agosto-Di- Año 2015 Año 2016 Año 2017 Año 2018 Enero- Mayo
ciembre 2014 2019
Femicidios

Fuente: Comisión Especial de Estadística de Seguridad, Justicia, Crimen y Transparencia (2019)

El tema principal es el reconocimiento del Delito como un delito cometido en


contra de las mujeres con los presupuestos de misoginia y el machismo como
principales, la lucha de referidos grupos y movimientos radica en eso, en darle el
reconocimiento que merece, en darle relevancia por su connotación social, identificar
este tipo de actos a través del sistema de justicia y combatirlos.
Según este criterio la ausencia de un tipo penal dentro de ordenamiento jurídico
invisibiliza esta realidad e impide al Estado tener elementos para entender este
49

fenómeno, pero lo que es más grave aún, deja estos hechos en la impunidad y anima a
que se continúen cometiéndose.
Se puede considerar como una base para que el sistema normativo ecuatoriano
haya incorporado el tipo penal “femicidio” distinguiéndolo del homicidio o el asesinato
es sin duda el escenario nacional de violencia en contra de la mujer, pero, es también
cierto que la Constitución del 2008 generaba ya un enfoque de protección direccionado
a las mujeres y los grupos de atención prioritaria.
La constitución de Montecristi no solo ofreció la base para la creación de normas
sustantivas a favor de las mujeres, sino que además fomenta el respaldo y/o protección
a las mujeres en aras de salvaguardar su integridad y por ende su vida.
El acceso a la justicia de las víctimas de femicidio consiste en obtener un acceso
a recursos judiciales idóneos y efectivos revestidos de adecuadas garantías al
momento de denunciar los actos de violencia, y por lo tanto, para que los Estados
cumplan con sus obligaciones deben actuar con la debida diligencia, esto implica que la
investigación se centra en la conducta del Estado, en el contexto de su obligación de
encontrar la verdad de los hechos y de sancionar a los responsables de manera
adecuada, previniendo de esta manera la impunidad. (Chávez, 2020, p. 29)
En la Carta Magna Ecuatoriana en su Artículo 66, numeral 3, literales a) b), se
identifican como garantías las siguientes: 3. El derecho a la integridad personal, que
incluye: a) La integridad física, psíquica, moral y sexual. b) Una vida libre de violencia
en el ámbito público y privado. El Estado adoptará las medidas necesarias para
prevenir, eliminar y sancionar toda forma de violencia, en especial la ejercida contra las
mujeres, niñas, niños y adolescentes, personas adultas mayores, personas con
discapacidad y contra toda persona en situación de desventaja o vulnerabilidad;
idénticas medidas se tomarán contra la violencia, la esclavitud y la explotación sexual.
(Artículo 66 - Derechos de libertad, 2014)
Este carácter Proteccionista del Estado, reflejado en la Constitución, da paso a la
promulgación de ciertas normas que buscan erradicar la violencia de género y en ese
mismo sentido, el femicidio..
El Estado debe ser el principal garante del ejercicio pleno de los ciudadanos y en
este caso quien proteja mediante su política pública a las mujeres violentadas o en
50

peligro de serlo. Ya que está demostrado:


(...) que la exposición repetida a cualquier grado de violencia, incluso los muy débiles,
afecta y disminuye la conciencia crítica de percepción y de rechazo a la misma,
distorsionando el umbral de tolerancia y constituyendo una especie de anestésico ante la
violencia. Este proceso de asunción de umbrales altos de violencia como normales es al
que denominamos habituación. (De La Peña, 2007, p. 14)
En el caso de la Ley para Prevenir y Erradicar la violencia contra las mujeres
publicada el 5 de febrero del 2018, El Estado pretende a través sistema de Educación
generar una base datos sobre menores que estén inmersos en un marco de violencia
familiar e incluso donde hayan existido femicidios y generar proyectos encaminados
creación de becas para personas en similares condiciones, esto en el Artículo 24,
literales j y m, los cuales expresamente dicen:
j) Diseñar e implementar un sistema de recolección de información sobre casos de
violencia contra las niñas, adolescentes, dependientes de víctimas de femicidios, y
mujeres a la educación, con énfasis en la violencia sexual cometida dentro del sistema
educativo, que permitan la actualización permanente del Registro Único de Violencia
contra las Mujeres; (…) m) Generar programas y proyectos como becas y apoyo
económico para garantizar el derecho de las niñas, adolescentes, madres adolescentes,
dependientes de víctimas de femicidios, y mujeres, a la educación, a la alfabetización y al
acceso, permanencia y culminación de sus estudios en todos los niveles y modalidades
de educación. (Ecuador Asamblea Nacional, LEY VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
NGA, 2018)
Un tema muy importante para destacar y que por ello debe ser analizado aparte,
es el hecho de la promoción de la investigación a las personas sentenciadas por el
delito de femicidio a fin de entender su comportamiento y de que se sirva para prevenir
la violencia en contra de las mujeres contemplado en el literal r) de referido Artículo y
ley.
La Ley para Prevenir y Erradicar la violencia contra las mujeres también presenta
instrumentos como la Alerta Temprana (Art. 59) para la identificación del posible riesgo
se la existencia de este delito. Esto en concordancia con lo que se señala en el Art. 3
Ibidem como finalidad de referida ley la cual es:
(…) prevenir y erradicar la violencia ejercida contra las mujeres, mediante la
transformación de los patrones socioculturales y estereotipos que naturalizan,
51

reproducen, perpetúan y sostienen la desigualdad entre hombres y mujeres, así como


atender, proteger y reparar a las víctimas de violencia. (Consejo Nacional para la
Igualdad de Género, 2018)
Por otro lado, debe tenerse en cuenta que el tipo penal femicidio tiene su
estructura o presupuestos legales que la constituyen como tal, así lo mencionan
(Argüello, Peralta, Tupiza, marcandalli, & andrade, 2016): “no toda muerte violenta de
una mujer puede ser calificada como femicidio, para que exista este delito es necesario
que la muerte se produzca dentro de las condiciones previstas en la norma penal”.
(pág. 22)
También como entender que “la violencia en las parejas se genera, en gran
medida, por el manejo que se le da a la relación de poder, que se subyace en la
pareja”. (Zapata, Patiño, l., & Pérez, V., 2015)
Hay que enfatizar en la importancia que tiene los primeros escenarios de agresión
para la reproducción de este con resultados finales fatales, es necesario evitar la
naturalización o aceptación de la menor agresión puesto que:
Esta habituación-naturalización de los primeros incidentes violentos impide a las
mujeres, por un lado, detectar la violencia que están padeciendo y por tanto poder
abandonar la relación, y por otro, expone a la mujer, sin tener conciencia de ello, a
graves secuelas sobre su salud física y psicológica. No podemos olvidar que ya los
primeros incidentes de baja intensidad van provocando sentimientos de malestar en la
mujer, con el consiguiente deterioro de su autoestima, sintomatología ansiosa y
depresiva, confusión, impotencia, desesperanza y miedo. (De La Peña, 2007)
Por ello es necesario definir al femicidio a fin de que separarlo de delitos con
iguales consecuencias como el Homicidio, Asesinato, etc. El Artículo 141 del Código
Orgánico Integral Penal establece que:
La persona que, como resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquier tipo
de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por su condición de género,
será sancionada con pena privativa de libertad de veintidós a veintiséis años. (Ecuador
Asamblea Nacional, 2021)
De lo citado se puede identificar que se encuentran intrínsecas la relación de
poder y la misoginia como elementos constitutivos del femicidio en el contexto
Ecuatoriano.
52

El femicidio puede verse relacionados con otro tipos de delitos o acciones que en
se convierten en agravantes de la acción principal, esto es, dar muerte a una mujer
basado en su género y resultantes de relaciones de poder.
El Art. 142 del citado Código Orgánico Integral Penal establece como agravantes
del femicidio las siguientes:
1. Haber pretendido establecer o restablecer una relación de pareja o de intimidad con la
víctima.
2. Exista o haya existido entre el sujeto activo y la víctima relaciones familiares,
conyugales, convivencia, intimidad, noviazgo, amistad, compañerismo, laborales,
escolares o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad.
3. Si el delito se comete en presencia de hijas, hijos o cualquier otro familiar de la
víctima.
4. El cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público. (Ecuador
Asamblea Nacional, 2021)
Cabe señalar que la norma establece que de existir una o más de estos
agravantes, la pena impuesta seria la máxima establecida en el tipo penal.
Pero el análisis del femicidio en la Normativa Penal Ecuatoriana no termina en la
tipificación, pena y la identificación de agravantes, sino que deben analizarse temas
relacionados a este como los sujetos del delito y el bien jurídico protegido vistos desde
un enfoque dogmático.
Parece clara la identificación a priori del bien jurídico lesionado con este delito, la
vida. Pero dentro de este escenario también podemos encontrar a la dignidad y los
derechos humanos que para (Aldana, J., & Isea, J., 2018): “son pilares en la vida
individual – social del ser humano”.
El femicidio tutela el bien jurídico, vida, de una mujer por su condición de tal o su
condición de género, a través de un diseño típico autónomo con elementos específicos
que justifican la aplicación de un plus de pena diverso al de los delitos de homicidio
simple y agravado. (Luna R., M. B. , 2019)
Así mismo la dignidad humana de las mujeres víctimas se encuentra violentada a
través de los actos de violencia y más cuando el resultado de esos actos es la muerte.
La dignidad humana o el goce de esta es la consagración de los derechos humanos “al
existir dignidad humana, se hacen presentes los derechos humanos” (Aldana, J., &
53

Como se ha dicho el análisis del femicidio va más allá de lo especificado en la


norma. En el femicidio intervienen principalmente dos sujetos, uno que ejerce el daño y
otra (otra) que lo recibe, al primero se lo denomina activo y al segundo pasivo.
El sujeto activo del delito es quien realiza la acción o conducta, (Benavides, 2019)
señala que el sujeto activo puede ser determinado o indeterminado “división que a su
vez permite distinguir al tipo penal, en especial o común respectivamente”.
El sujeto activo es entonces quien a través de la relación de poder que ejerce
sobre una mujer la mate, acompañado del carácter misógino del hecho.
Por otro lado, está la víctima (mujer) es considerada como sujeto pasivo del delito
es: “el titular del bien jurídico tutelado y sobre quién recae la acción realizada por el
sujeto activo”. (Benavides, 2019, p. 33)
Dicho esto, queda al menos desarrollada superficialmente la configuración del
delito de femicidio en el Ecuador tipificado en el Código Orgánico Integral Penal desde
su vigencia.
1.3.14.-Femicidio en otras legislaciones.
Es necesario relacionar los preceptos y o presupuestos legales que otras
legislaciones acogen para la tipificación de los delitos acorde al contexto y realidad
nacional, como comparativa tanto de las desemejanzas y concordancias según la línea
de pensamiento doctrinal en los legisladores de cada país.
En el vecino país del Perú se encuentra tipificado el Feminicidio en su Código
Penal en su Artículo 108-B modificado por el Artículo 1 de la Ley N° 30819, publicada el
13 de julio de 2018, donde se establece que “Será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de veinte años el que mata a una mujer por su condición de tal”. (Ley
30819, 2018)
Identificando las circunstancias o contexto específicos para que la muerte de una
mujer sea considerada feminicidio como tal, entre otras se encuentran:
1. Abuso de poder, confianza o de cualquier otra posición o relación que le confiera
autoridad al agente.
2. Cualquier forma de discriminación contra la mujer, independientemente de que exista
o haya existido una relación conyugal o de convivencia con el agente. (Ley 30819, 2018)
Pero este complejo Artículo también expone dentro de él los agravantes que de
54

existirlos harán que la pena supere los 30 años de prisión, estos agravantes son:
1. Si la víctima era menor de edad o adulta mayor.
2. Si la víctima se encontraba en estado de gestación.
3. Si la víctima se encontraba bajo cuidado o responsabilidad del agente.
4. Si la víctima fue sometida previamente a violación sexual o actos de mutilación.
5. Si al momento de cometerse el delito, la víctima tiene cualquier tipo de discapacidad.
6. Si la víctima fue sometida para fines de trata de personas o cualquier tipo de
explotación humana.
7. Cuando hubiera concurrido cualquiera de las circunstancias agravantes establecidas
en el artículo 108.
8. Si, en el momento de cometerse el delito, estuviera presente cualquier niña, niño o
adolescente.
9. Si el agente actúa en estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la sangre en
proporción mayor de 0.25 gramos-litro, o bajo efecto de drogas tóxicas, estupefacientes,
sustancias psicotrópicas o sintéticas. (Ley 30819, 2018)
Una diferencia considerable entre la legislación Ecuatoriana y la Peruana es la
existencia de la Cadena Perpetua entre sus penas, esto hace un cambio notable entre
un marco jurídico del otro. Con relación al delito de Feminicidio, se pena la Cadena
perpetua cuando se verifique la existencia de dos o más de los agravantes
mencionados anteriormente.
En el caso de la Nación Chilena, el femicidio se encuentra tipificado en el Art. 390
del Código Penal Chileno prácticamente como uno tipo de homicidio agravado cuyas
víctimas conformen el núcleo familiar, mencionado Artículo indica:
El que, conociendo las relaciones que los ligan, mate a su padre, madre o hijo, a
cualquier otro de sus ascendientes o descendientes o a quien es o ha sido su cónyuge
o su conviviente, será castigado, como parricida, con la pena de presidio mayor en su
grado máximo a presidio perpetuo calificado.
Si la víctima del delito descrito en el inciso precedente es o ha sido la cónyuge o
la conviviente de su autor, el delito tendrá el nombre de femicidio. (Chile, Ministerio de
justicia , 2011)
Esta inclusión del femicidio dentro de la tipificación del homicidio ocurre en varios
países de Latinoamérica como Argentina o Colombia por citar ejemplos. Pero se da el
55

caso de que el femicidio o feminicidio como tal no se encuentren tipificados en la


normativa penal de otros países como Bolivia o México, tema que si bien es
interesante, es materia de otra investigación.
Podemos ver claramente que en las legislaciones de ambos países se encentra
inherente el concepto de relación de poder, puesto que ese poder per ser, encuentra
sobrevivencia a través de su imposición.
1.3.15.- Femicidio desde la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Al analizar tanto el ordenamiento jurídico ecuatoriano en lo correspondiente al
femicidio y su origen y configuración dentro del mismo, a su vez realizar una breve
comparación con la normativa de países latinoamericanos, también es pertinente traer
a colación los precedentes elaborados por uno del Tribunal de Protección de Derecho
Humanos de la Región.
La Corte Interamericana de Derecho Humanos en casos González y otras vs.
México en el año 2009 y el caso Veliz franco y otros vs. Guatemala en el 2014, ha
referido ciertos criterios relacionados al femicidio y la relación de poder como elemento
constitutivo de ese delito y del papel del Estado.
Ambos casos a los que se hace referencia muestran las falencias de los Estados
en la protección de los derechos de las mujeres, derechos como la vida, la integridad
física y sexual, y de la dignidad humana, y en sus sentencias nos dejan criterios
sumamente importantes relacionados a la violencia de género y la muerte resultante de
esta.
Se hace una valoración importante de como la violencia de género no se
referencia según la edad, es más, la mujer por su condición de serlo suele estar
expuesta a violencia desde su niñez:
(…) la vulnerabilidad consustancial a la niñez puede verse enmarcada y potenciada
debido a la condición de ser mujer. En ese sentido, debe advertirse especial intensidad
mencionada se traduce en el deber estatal de actuar con la mayor y más estricta
diligencia para proteger y asegurar el ejercicio y goce de los derechos de las niñas frente
al hecho o mera posibilidad de su vulneración por actos que, en forma actual o potencial
implicaren violencia por razones de género o pudieren derivar en tal violencia. (Caso
Veliz Franco y otros vs. Guatemala, 2014)
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, hace hincapié en el deber
56

Estatal proteccionista pero más importante, preventivo. Esto se fortalecería


indudablemente por medio de la educación y de políticas públicas de prevención como
menciona la Corte.
El delito de femicidio es execrable tanto por su resultado final como por los
medios para efectuarlo o la simple “motivación” de comerlo, como menciona la Corte.
La violencia desmedida que se puede ejercer sobre “las mujeres víctimas de
homicidios por razones de género con frecuencia presentaban signos de brutalidad en
la violencia ejercida contra ellas, así como signos de violencia sexual o la mutilación de
los cuerpos”. (Ibidem)
Como ya se mencionó, los grupos defensores de los derechos humanos y de las
mujeres han conseguido avances importantes en el reconocimiento de este delito, pero
también se ha impulsado la prevención y el combate contra los actos reproductores de
violencia de género y sobre todo la punibilidad del delito como tal.
Sobre la necesidad de punibilidad la Corte menciona que:
La impunidad de los delitos cometidos envía el mensaje de que la violencia contra
la mujer es tolerada, lo que favorece su perpetuación y la aceptación social del
fenómeno, el sentimiento y la sensación de inseguridad en las mujeres, así como una
persistente desconfianza de éstas en el sistema de administración de justicia. (Caso
González y otras vs. México, 2009, pág. 31)
Por lo mencionado y a fin de erradicar la violencia en contra de la mujer, La Corte
ha impuesto a los Estados condenados, además de las reparaciones integrales que se
conceden según el caso, la conducción de las investigaciones de manera eficiente y
eficaz; la elaboración de planes de fortalecimiento de las políticas públicas de
erradicación y prevención de actos de violencia en contra de mujeres; y la incentivación
a través de la educación del cambio de paradigma establecido históricamente que
coloca al hombre como un ente superior a la mujer.
Puesto que como menciona la Corte: “La creación y uso de estereotipos se
convierte en una de las causas y consecuencias de la violencia de género en contra de
la mujer”. (Caso González y otras vs. México, 2009, pág. 33)
Con relación a ello, el Artículo 5 de Convención sobre la Eliminación de todas las
formas de Discriminación contra la mujer, establece:
57

Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para:


a) Modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a
alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier
otra índole que estén basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera
de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres. (Ruiz P., 2003)
58

CAPITULO II

MARCO METODOLÓGICO

2.1.- Metodología de la Investigación


La metodología utilizada en el desarrollo de esta investigación es esencialmente
documental y bibliográfica puesto que los métodos, instrumentos y técnicas que en ella
fueron utilizados sobre su carácter cualitativo y analítico referencial.

2.2.- Métodos
Antes de abordar una definición concreta del método científico utilizado en esta
investigación, cabe señalar una idea general de la importancia de la elección del
método en una investigación
La investigación como proceso es la acción ordenada, lógica y sistemática
orientada a la indagación de un fenómeno, hecho o problema. Para su ejecución se
requiere la aplicación rigurosa de una serie de criterios y métodos que permitan
examinar un asunto o tema, a fin de desarrollar o ampliar los conocimientos sobre el
mundo que nos rodea. (Escudero S., Carlos Leonel Cortez Suárez, Liliana , 2018, p. 1)
El método para aplicarse es el documental y bibliográfico, con la utilización de un
Guion de Entrevistas, que le da un cariz cualitativo que, con sus respectivas técnicas e
instrumentos, generan un trabajo enfocado en los escenarios y a valoración cualitativa
de los mismos.
En el caso concreto de esta investigación, es enfocada en conocer los elementos
o presupuestos que constituyen a la relación de poder como un elemento constitutivo
del femicidio en el Ecuador y para ello el estudio de material bibliográfico, normativa
legal, análisis y la interpretación de datos.
Así como el análisis de casos específicos de femicidio en el Ecuador, ofrecen a
esta investigación un perfil complementario donde cada uno de los puntos enriquecen a
la investigación como tal.
59

2.3.- Técnicas de la Investigación


Las técnicas de investigación utilizadas son las entrevistas, mismas que se
hicieron a profesionales del Derecho con Trayectoria y conocimiento de la materia.
Se utiliza esta técnica de investigación tomando en cuenta que “presenta la
posibilidad de aclarar dudas durante el proceso, asegurando respuestas más útiles”
(Técnicas e Instrumentos de recolección de información. , 2020)
Esto evidentemente por tratarse de un dialogo directo e interactivo en donde los
entrevistados aportaron con sus criterios estrictamente profesionales.
La entrevista, por ejemplo:
(…) es muy ventajosa principalmente en los estudios descriptivos y en las fases de
exploración, así como para diseñar instrumentos de recolección de datos (la entrevista en
la investigación cualitativa, independientemente del modelo que se decida emplear, se
caracteriza por los siguientes elementos: tiene como propósito obtener información en
relación con un tema determinado; se busca que la información recabada sea lo más
precisa posible; se pretende conseguir los significados que los informantes atribuyen a
los temas en cuestión; el entrevistador debe mantener una actitud activa durante el
desarrollo de la entrevista, en la que la interpretación sea continua con la finalidad de
obtener una compresión profunda del discurso del entrevistado. (Técnicas e Instrumentos
de recolección de información. , 2020)
Otra de las técnicas utilizadas en esta investigación es la recopilación, análisis e
interpretación de datos, donde se analizó breve pero concretamente las estadísticas
que proporciona por la Herramienta Dinámica de Visualización “Femicidios”, del
Consejo de la Judicatura.
Cabe señalar que “En los entornos virtuales, estos documentos se mantienen
presentes con la diferencia de que su presentación es más dinámica, interactiva,
vistosa y de fácil acceso gracias a la digitalización y por supuesto a las potencialidades
de la web”. (Orellana, D. M., & Sánchez, M. C. , 2006, p. 17)
60

Así mismo, el análisis de Sentencias de casos reales suscitados en el ecuador


donde se puede contemplar la relación de poder como un elemento constitutivo del
Delito de Femicidio.
2.4.- Instrumentos y procedimientos utilizados. Entrevistas.
“Una entrevista es un intercambio de ideas u opiniones mediante una
conversación que se da entre dos o más personas. Todas las
personas presentes en una entrevista dialogan sobre una cuestión determinada”.
(Editorial Etecé, 2020, p. 1)
Esto es necesario debido a que las investigaciones que usan este tipo de
técnicas como lo es “la entrevista en profundidad... que generan datos descriptivos. En
general, es denominada como Investigación Cualitativa” (Quecedo, R., & Castaño, C,
2002, p. 1). Es decir, la técnica de la entrevista es una de las técnicas que definen a la
investigación cualitativa en estricto.
2.5- Población y muestra
Cabe esclarecer que la metodología de carácter documental y bibliográfica, con
cierta base cualitativa, porque reúne las características de los criterios que pueden
aportar los entendidos en el tema en esta investigación, es por eso que la población
será en la ciudad de Guayaquil y la muestra será relacionada a la técnica de entrevista
donde se recopilarán las apreciaciones de profesionales del Derecho especializados en
Derecho Penal y violencia contra la mujer y miembros del núcleo Familiar, entre estos
están Abogados en libre ejercicio de la profesión y jueces.
La muestra definitiva fue de 8 personas a las cuales se aplicó una entrevista
estructurada.
2.6.- Análisis e Interpretación de datos.
Para interpretar los datos de manera efectiva es importante destacar cada uno de
los criterios emitidos por los sujetos a la entrevista y la mecánica de las preguntas
utilizadas en el desarrollo de esta investigación.
En el Ecuador, el promedio de edad de los agresores esta entre 30 y 40 años de
edad, hombres adultos formados bajos lineamientos sociales, familiares, escolares, es
decir, formados bajo una percepción de superioridad adquirida y reproducida; otro dato
considerable es el hecho de que estas acciones de violentas son reiterativas como se
61

refleja en el cuadro siguiente donde se indica tanto los antecedentes penales como de
violencia.
El hecho de que los agresores tengan antecedentes de violencia es una muestra
de que los comportamientos negativos que adquieren desde el ámbito familiar y social,
como hábitos o costumbres generan resultados intolerables como la violencia física,
verbal, psicológica y la muerte (femicidio).
Esto guarda concordancia con los criterios expuestos por los autores citados en
esta investigación, los roles asumidos por los hombres son construcciones ideológicas
producidas en el núcleo familiar y en la sociedad.
Este análisis nos lleva obligatoriamente a valorar el perfil de las víctimas de
violencia y femicidio en el Ecuador que por otro lado se ajustan, como bien se ha
indicado anteriormente, a un carácter sumiso donde la imposición de la fuerza por parte
de los hombres arrincona a estas en una situación desventajosa donde su vida se
encuentra constantemente amenazada.
Entendiendo como víctimas a “aquellas personas que han sufrido de manera
física, psicológica o sexual por violencia intrafamiliar”. (Maila, 2013, p. 43), pero
también “existen las víctimas indirectas cuyas dificultades continúan aún sin la
presencia de la víctima primaria, dando lugar a que las consecuencias del delito no
terminan con la muerte sino que continúan”. (Maila, 2013, p. 43)
Aunque existen otras variables que se analizan posteriormente, una de las causas
principales es la situación de desigualdad real en la que puede encontrarse la mujer
(menor fuerza física, dependencia económica, menos relaciones sociales debido al
aislamiento por estar en casa...) (López, 2004, p. 11)
Datos relevantes como la edad o si tenían hijos o algún tipo de discapacidad, los
que se puede encontrar en esta estadística, que ofrece un amplio marco para valorar
las características de las mujeres víctimas.
La edad promedio de las victimas radia en los 34 años de edad como se puede
evidenciar en el gráfico, existiendo víctimas de todas las edades. También se menciona
el número de víctimas extranjeras el mismo que asciende a 66.
La educación es un dato para considerar tomando en cuenta que la relación de
poder que hacia la víctima se ejerce puede vincularse a la capacidad intelectual por
62

ejemplo en las relaciones laborales o académicas, que podrían ayudar al


esclarecimiento de las conductas.
Pese a que el método de recolección de información y criterios que podrían verse
afectados en contraposición de opiniones por los diferentes entrevistados, la cual las 3
entrevistas con 5 preguntas cada uno tienen criterios que se alinean de distintas formas
a las controversias del planteamiento del problema.
63

CAPÍTULO III

ANÁLISIS DE RESULTADOS

En este capítulo se presentan resultados y su respectivos análisis. En ese


sentido se presentan resultados y análisis de Entrevistas realizadas, Análisis de
sentencia y los resultados generales derivados de los dos análisis anteriores.

3.1. Análisis de resultados de Entrevistas realizadas

Entrevista 1.-
Ab. Rony Alonso Altafuya Rojas, MSc., Abogado Especialista en Materia Penal.

1. - ¿Podría denominarse a la Relación de Poder como como una


construcción social?
Si, especialmente en los países donde predomina el machismo (centro América y
Sudamérica) está construcción comienza desde la educación de la casa con actos
cotidianos que se presentan como comportamientos adecuados, volviéndolos
costumbre, por ellos es la costumbre que hace pensar que estos actos cotidianos
donde se impone la relación de poder del hombre a la mujer es algo normal cuando no
lo es y de manera inconsciente se va construyendo y legitimando esta relación de
poder.
“Los hombres no lloran, las mujeres si, los hombres son más fuertes que la mujer,
el hombre es mejor en los deportes, el hombre es más capaz”, son frases normalizadas
que se han constituido per se, en reglas sociales.

2. .- En el Ecuador, el Código Orgánico Integral Penal establece a la


“relación de poder” como elemento constitutivo del delito de Femicidio, ¿De qué
manera, según su experiencia, esto se ve reflejado en la práctica?
Si, se ve reflejado en las relaciones de poder que existen entre parejas cuando el
hombre trabaja y la mujer se queda en la casa, ella se vuelve dependiente de él por
64

quedarse al cuídanos de los hijos y este, en este caso, ejerce una relación de poder
económica.
Cuando la mujer no tiene vida social se crea una nueva relación de poder, ya que
ella piensa que sin su cónyuge su vida no tiene sentido ya que no tiene nadie más en la
vida, esto puede denominarse dependencia emocional y genera una relación de poder
emocional.
A nivel laboral, en nuestra sociedad es difícil que una mujer ostente un cargo de
jefa, usualmente el hombre tiene estos cargos y ejerce relación de poder Jefe -
subordinada, llegando el caso de hacer petitorios sexuales de por medio.
Y por el simple hecho del hombre creerse superior a la mujer por su mala
formación en su etapa de niñez, cometen actos alevosos sobre el género femenino en
distintas acciones que conllevan a la existencia de una infracción penal.

3. - Desde una perspectiva socio-jurídica, ¿Cuál o cuáles considera


usted que son factores que influyen en la imposición de Roles hacia hombres y
mujeres?
Para responder esta pregunta, se tiene que establecer que es lo socio jurídico, se
entiende por socio jurídico no solo el sistema jurídico que se encuentra formado por el
derecho positivo, nos encontramos inmersos como estado de derecho en todo aquello
que conlleva el escenario social. Es decir, las normas y reglas que surgen de la
sociedad.
No existen normas y reglas jurídicas que imponen roles al hombre y a la mujer.
Pero existen la costumbres de que funciones desempeñan el hombre desde hace
siglos atrás y así también la mujer; con el pasar de los años se ha buscado equipar
esta diferenciación demostrando que la mujer es capaz de realizar los mismos actos
físicos e intelectuales que el hombre, pero esto se lo ha conseguido por una corriente
social que no ha logrado plasmar en el ámbito jurídico una disposición como tal pero si
establecido precedente para la promulgación de normas a favor de las mujeres y
grupos históricamente vulnerables, he aquí la incidencia de lo social y lo jurídico.
Para algunos ha sido un me culpa de la sociedad machista dar un paso al costado
para de manera conjunta coexistir sin diferenciaciones que hasta el momento continúan
65

existiendo.
4. - ¿Es la violencia de género un problema social de atención
prioritaria? fundamente su respuesta.
Si, la violencia de género son actos que tienen como consecuencia daños físicos
y/o trastornos mentales que pueden producir invalidez e incluso llevar hasta la muerte.
La atención tiene que ser prioritaria porque donde no es detectado o intervenido a
tiempo las consecuencias han llegado a ser fatales.
Como lo indique en una respuesta anterior, hay actos cotidianos de violencia de
género que osan desapercibidos, pero que poco a poco van mermando la psiquis de la
víctima que al momento del Estado querer intervenir puede ser demasiado tarde. Esto
sin dejar a un lado los actos demostrables y detectables a tiempo pero que por
encontrarse dentro del círculo de violencia no es puestos a conocimiento de las
autoridades.

5. - Según su criterio, ¿De qué manera de podría erradicar la violencia


de género en el Ecuador y con ello los femicidios?
A nivel normativo ya Existen los mecanismos, hay que dar a conocer a la
ciudadanía estos mecanismos y educar a la población sobre las garantías que tienen
de denunciar este tipo de actos como lo son las medidas de protección previstas en el
art. 558 del Coip y programa de protección de víctimas y testigos; los victimarios al ver
que las víctimas tienen el respaldo jurídico y del gobierno mediante las respectivas
instituciones pensarán antes de actuar ya que saben que ese actuar conlleva a un
castigo legal en la mayoría de los casos inmediatos.
A nivel social, con la enseñanza de casa, una persona que no aprende a odiar en
la casa no odiará en las calles y eso se transmitirá de generación en generación donde
un caso de violencia contra los miembros del núcleo familiar será aislado y no cotidiano
como es hoy en día.

Entrevista 2.-
Dra. Lourdes Verónica Parada Veloz, Fiscal del Cantón Durán.
1. - ¿Podría denominarse a la Relación de Poder como como una
66

construcción social?
Sí, porque la violencia de género, ejercida por un hombre, se da por su deseo de
obtener poder, dominación y control sobre la mujer, fundado esto, en una cultura de
violencia y discriminación que históricamente las mujeres hemos sufrido, por lo que
resulta un fenómeno social y cultural enraizado en las costumbres de sistemas
patriarcales, de relaciones desiguales de poder, en donde a la mujer se la considera
inferior al hombre.

2. .- En el Ecuador, el Código Orgánico Integral Penal establece a la


“relación de poder” como elemento constitutivo del delito de Femicidio, ¿De qué
manera, según su experiencia, esto se ve reflejado en la práctica?
Al ser las relaciones de poder, un elemento inherente en la violencia contra la
mujer, este resulta uno de los indicios a investigarse en las modalidades delictivas de
muertes violentas de mujeres por razones de género, toda vez que la violencia se
manifiesta por la existencia de relaciones de poder entre hombres y mujeres, en las
que la supremacía de lo masculino desvaloriza lo femenino y establece formas de
control expresadas en distintos tipos de violencia.

3. - Desde una perspectiva socio-jurídica, ¿Cuál o cuáles considera


usted que son factores que influyen en la imposición de Roles hacia hombres y
mujeres?
Es la sociedad a través de su cultura, religión, etnia etc., que influyen en la
imposición de roles de género, las mismas que varían entre una comunidad y otra, y
que ahora a través de la tecnología tienen mayor alcance, asignando estereotipos
sociales de género, a lo femenino con subordinación, pasividad, y a lo masculino con
fuerza, poder.

4. - ¿Es la violencia de género un problema social de atención


prioritaria? fundamente su respuesta.
Sí, es un problema social que se ha normalizado a través de la historia, callando a
las mujeres por temor o por vivir en el círculo de violencia que nos les permite ver más
67

allá de la realidad, pero que poco a poco con la lucha de valientes mujeres se ha
logrado su representación en varios ámbitos, reconociendo sus derechos en los
distintos tipos de violencia que se ejerce sobre la mujer.
En el Ecuador el Art. 35 de la Constitución de la República, refiere sobre los
grupos a los que debe darse atención prioritaria, entre ellos, a las víctimas de violencia
doméstica y sexual, esto en concordancia con los Instrumentos Internacionales, como
la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, sancionar y Erradicar la Violencia
Contra la Mujer de Belém do Para, en el que los Estados Partes se obligan a condenar
toda forma de violencia contra la mujer, a actuar con la debida diligencia, adoptando los
medios apropiados y sin dilaciones para prevenir, sancionar y erradicar dicha
violencia.

5. - Según su criterio, ¿De qué manera de podría erradicar la violencia


de género en el Ecuador y con ello los femicidios?
A través de la prevención, políticamente, aplicando las leyes que fomenten la
igualdad de género que en teoría están y que no se las reconoce de forma total,
creando programas gratuitos que ayuden a las víctimas. En el ámbito educativo,
implementado materias con enfoque de género, para eliminar desde temprana edad las
construcciones machistas que por generaciones constituyen parte de su cultura,
valorizando la integridad física, psicológica y sexual de la mujer. En el área de salud,
tratamientos psicológicos eficaces, que rompan con el ciclo de violencia en el que se
encuentra la víctima, así como tratamientos efectivos de atención, educación,
orientación a los agresores con seguimientos de control. En el área social-laboral, crear
fuentes de trabajo para que las víctimas de violencia se empoderen y obtengan
recursos para sus gastos y los de sus hijos y de esta manera no depender
económicamente de su pareja.

Entrevista 3.
Dr. Carlos Antonio Díaz Briones, Juez de la Unidad Judicial Penal Norte 2 de
Guayaquil.
68

1. - ¿Podría denominarse a la Relación de Poder como como una


construcción social?
De lo que comprende las construcciones sociales son mundos abordados por
diversas perspectivas, y cada una de ellas tratan de explicar a menor o gran medida las
diversas características que comprenden estas construcciones sociales, es así que
partiendo de esta idea, la relación de poder más que todo se puede constituir como
socialmente puesto que se da por medio de más de un individuo, es así como se da por
medio de interacciones que son en algunas ocasiones reguladas por las normas
sociales.

2. - En el Ecuador, el Código Orgánico Integral Penal establece a la


“relación de poder” como elemento constitutivo del delito de Femicidio, ¿De qué
manera, según su experiencia, esto se ve reflejado en la práctica?
Se ve reflejado en el Ecuador como un elemento constitutivo, puesto que es un
eje central dentro de lo que consta como se configura el delito como tal es por ello por
lo que todo ello establece que se dé la consumación del delito como tal, es así como
debemos tener en cuenta que este elemento como la relación de poder es el elemento
más importante para que se configure como tal dicho delito.

3. - Desde una perspectiva socio-jurídica, ¿Cuál o cuáles considera


usted que son factores que influyen en la imposición de Roles hacia hombres y
mujeres?
Dentro de la perspectiva socio-jurídica considero que los factores que influyen
dentro de la imposición de roles, es la historia como tal, y a su vez el alto índice de
diversas doctrinas o ideales arraigados de la antigüedad, por ejemplo todos tenemos
estereotipos que se impone que solo el hombre debe de cumplir tal rol y así mismo la
mujer tal rol, todo esto debemos de evitar o subsanar, con la evolución de los derechos,
con la evolución de las características personales, y a su vez evolución de carácter
dentro del ámbito jurídico más que todo para poder tener una sociedad medianamente
sana.
69

4. - ¿Es la violencia de género un problema social de atención


prioritaria? fundamente su respuesta.
Si, puesto que la violencia de género como tal, es un hecho que se visualiza día a
día de diversas maneras e índole, ya que al momento de que se manifieste de
cualquier forma y a cualquier género se configura esa violencia, y eso acarrea a
problemas sociológicos, emocional y Jurídicos, es por esa razón, es de suma
importancia tener en cuenta la prioridad dentro del campo de la violencia de género.

5. - Según su criterio, ¿De qué manera de podría erradicar la violencia


de género en el Ecuador y con ello los femicidios?
Se podría erradicar la violencia de género con educación, con programas e
incentivos dentro de esos programas, puesto que si tú quieres resolver la violencia con
violencia no va a llegar a nada bueno, es por esa razón que es mejor educar, enseñar,
para que así se erradique la violencia de género, y a su vez esa relación de poder que
existe entre una persona y una mujer baso esa dependencia no sufra algún acto de
femicidio.
Pero hay que indicar que la educación en este sentido, siendo una educación en
valores debe iniciar en la casa, recordando que somos los padres quienes damos las
primeras enseñanzas a nuestros hijos y servimos de ejemplo para ellos.
Ellos reproducen todo lo que ven en su entorno, por ello si mostramos violencia,
aprenderá violencia y por el contrario, si mostramos amor y respeto, aprenderá a amar
y respetar al prójimo.
Entrevista 4.-
Ab. Ronny Aurelio Rodríguez Holguín, MSc., Abogado Especialista en Materia
Penal.
1.- ¿Podría denominarse a la Relación de Poder como como una
construcción social?
Si, pero juega un papel importante la costumbre e ideas arraigadas al machismo.

2.- En el Ecuador, el Código Orgánico Integral Penal establece a la “relación


de poder” como elemento constitutivo del delito de Femicidio, ¿De qué manera,
70

según su experiencia, esto se ve reflejado en la práctica?


Si, mediante factores físicos y económicos

3.- Desde una perspectiva socio-jurídica, ¿Cuál o cuáles considera usted


que son factores que influyen en la imposición de Roles hacia hombres y
mujeres?
Se tiene que establecer que es lo socio jurídico, se entiende por socio jurídico no
solo el sistema jurídico que se encuentra formado por el derecho positivo.
Con el pasar de los años se ha buscado equipar esta diferenciación demostrando
que la mujer es capaz de realizar los mismos actos físicos e intelectuales que el
hombre, pero esto se lo ha conseguido por una corriente social que no ha logrado
plasmar en el ámbito jurídico una disposición como tal pero si establecido precedente
para la promulgación de normas a favor de las mujeres y grupos históricamente
vulnerables, he aquí la incidencia de lo social y lo jurídico. Para algunos ha sido un me
culpa de la sociedad machista dar un paso al costado para de manera conjunta
coexistir sin diferenciaciones que hasta el momento continúan existiendo.

4.- ¿Es la violencia de género un problema social de atención prioritaria?


fundamente su respuesta.
Hay actos cotidianos de violencia de género que osan desapercibidos, pero que
poco a poco van mermando la psiquis de la víctima que al momento del Estado querer
intervenir puede ser demasiado tarde. Esto sin dejar a un lado los actos demostrables y
detectables a tiempo pero que por encontrarse dentro del círculo de violencia no es
puestos a conocimiento de las autoridades.

5.- Según su criterio, ¿De qué manera de podría erradicar la violencia de


género en el Ecuador y con ello los femicidios?
Los victimarios al ver que las víctimas tienen el respaldo jurídico y del gobierno
mediante las respectivas instituciones pensarán antes de actuar de una persona que no
aprende a odiar en la casa no odiará en las calles y eso se transmitirá de generación
en generación donde un caso de violencia contra los miembros del núcleo familiar será
71

aislado y no cotidiano como es hoy en día.

Entrevista 5.-
Ab. Brayn Álvarez Andrade, MSc., Abogado Especialista en Materia Penal.
1.- ¿Podría denominarse a la Relación de Poder como como una
construcción social?
La costumbre que hace pensar que estos actos cotidianos donde se impone la
relación de poder del hombre a la mujer es algo normal cuando no lo es y de manera
inconsciente se va construyendo y legitimando esta relación de poder.

2.- En el Ecuador, el Código Orgánico Integral Penal establece a la “relación


de poder” como elemento constitutivo del delito de Femicidio, ¿De qué manera,
según su experiencia, esto se ve reflejado en la práctica?
En lo financiero, en nuestra sociedad, suelen ser los hombres quienes ostentan
estos cargos y ejercen relaciones de poder, llegando a la situación de hacer demandas
sexuales por el simple hecho de que los hombres actúan alevosamente contra las
mujeres de diferentes formas. la existencia de delitos penales.

3.- Desde una perspectiva socio-jurídica, ¿Cuál o cuáles considera usted


que son factores que influyen en la imposición de Roles hacia hombres y
mujeres?
No existen normas y reglas legales que impongan roles a hombres y mujeres.
Pero hay siglos de costumbre para que los hombres cumplan con sus deberes, y
también lo hacen las mujeres. A lo largo de los años se ha intentado equiparar esta
diferencia demostrando que las mujeres son capaces de realizar el mismo
comportamiento físico e intelectual que los hombres, pero esto se logra a través de una
corriente social que no puede ser captada en el ámbito legal por los propios términos,
pero si se establece existe un precedente de promulgación de normas que benefician a
las mujeres ya los grupos históricamente desfavorecidos, y aquí está la incidencia de la
sociedad y la ley.
72

4.- ¿Es la violencia de género un problema social de atención prioritaria?


fundamente su respuesta.
Sí, la violencia de género es un comportamiento que resulta en daño físico y/o
discapacidad mental que puede provocar discapacidad e incluso la muerte. La atención
debe ser una prioridad, ya que las consecuencias pueden llegar a ser fatales si no se
detectan o intervienen a tiempo.

5.- Según su criterio, ¿De qué manera de podría erradicar la violencia de


género en el Ecuador y con ello los femicidios?
Los victimarios al ver que las víctimas tienen el respaldo jurídico y del gobierno
mediante las respectivas instituciones pensarán antes de actuar ya que saben que ese
actuar conlleva a un castigo legal en la mayoría de los casos inmediatos. Con la
enseñanza de casa, una persona que no aprende a odiar en la casa no odiará en las
calles y eso se transmitirá de generación en generación donde un caso de violencia
contra los miembros del núcleo familiar será aislado y no cotidiano como es hoy en día.

Entrevista 6.-
Ab. Héctor Ponce Ávila, MSc., Abogado Especialista en Materia Penal.
1.- ¿Podría denominarse a la Relación de Poder como como una
construcción social?
Por el machismo (Centro y Sudamérica), esta construcción parte de la educación
en el hogar, donde los comportamientos cotidianos se manifiestan como
comportamientos adecuados, convirtiéndolos en hábitos, y para ellos, este hábito nos
lleva a pensar que estos actos cotidianos de imponer relaciones de poder entre
hombres y mujeres es normal, cuando en realidad tales relaciones de poder se
establecen y legitiman sin saberlo.

2.- En el Ecuador, el Código Orgánico Integral Penal establece a la “relación


73

de poder” como elemento constitutivo del delito de Femicidio, ¿De qué manera,
según su experiencia, esto se ve reflejado en la práctica?
Si, se ve reflejado en las relaciones de poder que existen entre parejas cuando el
hombre trabaja y la mujer se queda en la casa, ella se vuelve dependiente de él por
quedarse al cuídanos de los hijos y este, en este caso, ejerce una relación de poder
económica.
Cuando la mujer no tiene vida social se crea una nueva relación de poder, ya que
ella piensa que sin su cónyuge su vida no tiene sentido ya que no tiene nadie más en la
vida, esto puede denominarse dependencia emocional y genera una relación de poder
emocional.
Y por el simple hecho del hombre creerse superior a la mujer por su mala
formación en su etapa de niñez, cometen actos alevosos sobre el género femenino en
distintas acciones que conllevan a la existencia de una infracción penal.

3.- Desde una perspectiva socio-jurídica, ¿Cuál o cuáles considera usted


que son factores que influyen en la imposición de Roles hacia hombres y
mujeres?
Para responder esta pregunta, se tiene que establecer que es lo socio jurídico, se
entiende por socio jurídico no solo el sistema jurídico que se encuentra formado por el
derecho positivo, nos encontramos inmersos como estado de derecho en todo aquello
que conlleva el escenario social. Es decir, las normas y reglas que surgen de la
sociedad.
No existen normas y reglas jurídicas que imponen roles al hombre y a la mujer.
Pero existen la costumbres de que funciones desempeñan el hombre desde hace
siglos atrás y así también la mujer; con el pasar de los años se ha buscado equipar
esta diferenciación demostrando que la mujer es capaz de realizar los mismos actos
físicos e intelectuales que el hombre, pero esto se lo ha conseguido por una corriente
social que no ha logrado plasmar en el ámbito jurídico una disposición como tal pero si
establecido precedente para la promulgación de normas a favor de las mujeres y
grupos históricamente vulnerables, he aquí la incidencia de lo social y lo jurídico.
Para algunos ha sido un me culpa de la sociedad machista dar un paso al costado
74

para de manera conjunta coexistir sin diferenciaciones que hasta el momento continúan
existiendo.

4.- ¿Es la violencia de género un problema social de atención prioritaria?


fundamente su respuesta.
Si, la violencia de género son actos que tienen como consecuencia daños físicos
y/o trastornos mentales que pueden producir invalidez e incluso llevar hasta la muerte.
La atención tiene que ser prioritaria porque donde no es detectado o intervenido a
tiempo las consecuencias han llegado a ser fatales.
Como lo indique en una respuesta anterior, hay actos cotidianos de violencia de
género que osan desapercibidos, pero que poco a poco van mermando la psiquis de
la víctima que al momento del Estado querer intervenir puede ser demasiado tarde.
Esto sin dejar a un lado los actos demostrables y detectables a tiempo pero que por
encontrarse dentro del círculo de violencia no es puestos a conocimiento de las
autoridades.

5.- Según su criterio, ¿De qué manera de podría erradicar la violencia de


género en el Ecuador y con ello los femicidios?
Existen los mecanismos hay que dar a conocer a la ciudadanía estos mecanismos
y educar a la población sobre las garantías que tienen de denunciar este tipo de actos
como lo son las medidas de protección, programa de protección de víctimas y testigos;
los victimarios al ver que las víctimas tienen el respaldo jurídico y del gobierno
mediante las respectivas instituciones pensarán antes de actuar ya que saben que ese
actuar conlleva a un castigo legal en la mayoría de los casos inmediatos.
A nivel social, con la enseñanza de casa, una persona que no aprende a odiar en
la casa no odiará en las calles y eso se transmitirá de generación en generación donde
un caso de violencia contra los miembros del núcleo familiar será aislado y no cotidiano
como es hoy en día.

Entrevista 7.-
Ab. Roger Crow zavaleta, MSc., Abogado Especialista en Materia Penal.
75

1.- ¿Podría denominarse a la Relación de Poder como como una


construcción social?
Claro se ha construido mediante las acciones repetitivas de la sociedad por la
situación de poder, en ambas partes adoptando un rol por que los hombres estuvieron
acostumbrados a ser la cabeza de hogar y eso se grafica en la sociedad.

2.- En el Ecuador, el Código Orgánico Integral Penal establece a la “relación


de poder” como elemento constitutivo del delito de Femicidio, ¿De qué manera,
según su experiencia, esto se ve reflejado en la práctica?
A nivel laboral, en nuestra sociedad es difícil que una mujer ostente un cargo de
jefa, usualmente el hombre tiene estos cargos y ejerce relación de poder jefe -
subordinada, llegando el caso de hacer petitorios sexuales de por Cuando la mujer no
tiene vida social se crea una nueva relación de poder, ya que ella piensa que sin su
cónyuge su vida no tiene sentido ya que no tiene nadie más en la vida, esto puede
denominarse dependencia emocional y genera una relación de poder emocional. Y por
el hecho del hombre creerse superior a la mujer por su mala formación en su etapa de
niñez, cometen actos alevosos sobre el género femenino en distintas acciones que
conllevan a la existencia de una infracción penal.

3.- Desde una perspectiva socio-jurídica, ¿Cuál o cuáles considera usted


que son factores que influyen en la imposición de Roles hacia hombres y
mujeres?
Para responder esta pregunta, se tiene que establecer que es lo socio jurídico, se
entiende por socio jurídico no solo el sistema jurídico que se encuentra formado por el
derecho positivo, nos encontramos inmersos como estado de derecho en todo aquello
que conlleva el escenario social. Es decir las normas y reglas que surgen de la
sociedad.
No existen normas y reglas jurídicas que imponen roles al hombre y a la mujer.
Pero existen la costumbres de que funciones desempeñan el hombre desde hace
siglos atrás y así también la mujer; con el pasar de los años se ha buscado equipar
esta diferenciación demostrando que la mujer es capaz de realizar los mismos actos
76

físicos e intelectuales que el hombre, pero esto se lo ha conseguido por una corriente
social que no ha logrado plasmar en el ámbito jurídico una disposición como tal pero si
establecido precedente para la promulgación de normas a favor de las mujeres y
grupos históricamente vulnerables, he aquí la incidencia de lo social y lo jurídico.
Para algunos ha sido un me culpa de la sociedad machista dar un paso al costado
para de manera conjunta coexistir sin diferenciaciones que hasta el momento continúan
existiendo.

4.- ¿Es la violencia de género un problema social de atención prioritaria?


fundamente su respuesta.
Si, la violencia de género son actos que tienen como consecuencia daños físicos
y/o trastornos mentales que pueden producir invalidez e incluso llevar hasta la muerte.
La atención tiene que ser prioritaria porque donde no es detectado o intervenido a
tiempo las consecuencias han llegado a ser fatales.
Como lo indique en una respuesta anterior, hay actos cotidianos de violencia de
género que osan desapercibidos, pero que poco a poco van mermando la psiquis de la
víctima que al momento del Estado querer intervenir puede ser demasiado tarde. Esto
sin dejar a un lado los actos demostrables y detectables a tiempo pero que por
encontrarse dentro del círculo de violencia no es puestos a conocimiento de las
autoridades.

5.- Según su criterio, ¿De qué manera de podría erradicar la violencia de


género en el Ecuador y con ello los femicidios?
A nivel normativo ya Existen los mecanismos, hay que dar a conocer a la
ciudadanía estos mecanismos y educar a la población sobre las garantías que tienen
de denunciar este tipo de actos como lo son las medidas de protección previstas en el
art. 558 del Coip y programa de protección de víctimas y testigos; los victimarios al ver
que las víctimas tienen el respaldo gobierno mediante las respectivas instituciones
pensarán antes de actuar ya que saben que ese actuar conlleva a un castigo legal en la
mayoría de los casos inmediatos.
A nivel social, con la enseñanza de casa, una persona que no aprende a odiar en
77

la casa no odiará en las calles y eso se transmitirá de generación en generación donde


un caso de violencia contra los miembros del núcleo familiar será aislado y no cotidiano
como es hoy en día.
Entrevista 8.-
Ab. Héctor Gabriel Vanegas Fernández, MSc., Abogado Especialista en Materia
Penal.
1. - ¿Podría denominarse a la Relación de Poder como como una
construcción social?
En países latinoamericanos por lo general predomina este pensar, en donde el
hombre no debe sentir ningún tipo de afectación por las actividades diarias, y debe
estar por encima de la mujer, siendo este el responsable de brindar todas las
facilidades a su familia, siendo una construcción social en muchos países de habla
hispana.

2. .- En el Ecuador, el Código Orgánico Integral Penal establece a la


“relación de poder” como elemento constitutivo del delito de Femicidio, ¿De qué
manera, según su experiencia, esto se ve reflejado en la práctica?
Esto se puede apreciar desde que el hombre debe salir a trabajar para brindar
todas las necesidades que pueda tener el hogar, y tomar este rol de cabeza de hogar y
la mujer se queda en el hogar cuidando a sus hijos y realizando las actividades de
mantenimiento del hogar.
Esto además de que cuando se aísla a la mujer, esta considera que su pareja es
su único medio de distracción o persona a quien acudir, generando una dependencia
de su pareja y no teniendo la libertad que puede poseer un hombre.
En el ámbito laboral las mujeres no suelen tener cargos de altos rangos, por lo
general sostienen cargos que son considerados débiles, como lo es de secretaria entre
otros más que existen dentro de las empresas.

3. - Desde una perspectiva socio-jurídica, ¿Cuál o cuáles considera


usted que son factores que influyen en la imposición de Roles hacia hombres y
mujeres?
78

No existe algún tipo de norma que imponga una imposición de roles, la costumbre
y la historia son los que han determinado estos, sin embargo, gracias a los diferentes
grupos sociales que existen en la actualidad han permitido que exista una mayor
igualdad entre los hombres y las mujeres en los distintos ámbitos y roles dentro de una
sociedad.

4. - ¿Es la violencia de género un problema social de atención


prioritaria? fundamente su respuesta.
Por supuesto que sí, este tipo de violencia puede llegar a ser tanto psicológica
como física y si esta no es atendida en el momento oportuno, desde el primer
conocimiento que da la víctima, puede llegar a ser muy tarde cuando se quieran tomar
las medidas adecuadas.
Como lo dije antes, hay actos cotidianos de violencia de género que pasan
desapercibidos, pero que poco a poco van afectando la psiquis de la víctima que al
momento del Estado querer intervenir puede ser demasiado tarde.

5. - Según su criterio, ¿De qué manera de podría erradicar la violencia


de género en el Ecuador y con ello los femicidios?
Educar a la población sobre las garantías que tienen de denunciar este tipo de
actos como lo son las medidas de protección previstas en el art. 558 del Coip y
programa de protección de víctimas y testigos; los victimarios al ver que las víctimas
tienen el respaldo jurídico y del gobierno mediante las respectivas instituciones
pensarán antes de actuar ya que saben que ese actuar conlleva a un castigo legal en la
mayoría de los casos inmediatos.

3.2.- Análisis de Sentencias.


Es necesario que una investigación en Derecho tenga dentro de sí el análisis de
un caso real que guarde concordancia con los temas analizados a lo largo de la misma.
Como se ha indicado en varias ocasiones, en el Ecuador el delito de femicidio va
en aumento lo que vuelve más necesaria la lectura de las decisiones judiciales
respecto de los casos concreto con al menos la finalidad de ver la aplicación del
79

Derecho, las penas y el procedimiento aplicable cuando de femicidio se trate.


La importancia de analizar sentencias está en su composición misma, es decir los
requisitos para su validez puesto que una sentencia debe estar motivada, debe
sostener una relación entre la acusación y la decisión y debe estar debidamente
estructurada conforme las reglas de Derecho.
Los procesos penales por delito de femicidio, donde los bienes jurídicos
protegidos son la vida y la integridad personal, son de carácter reservado por ello lo
dificultosa de la revisión de expedientes relacionados delitos de este carácter.
En este caso se analizó la Sentencia por Delito de Femicidio en el grado de
tentativa del 31 de enero del 2022 donde interviene como Jueza Ponente Mirian
Pulgarin Muevecela y los jueces Diana Naula Beltrán; y René García Amoroso.
En esta sentencia se puede apreciar gran parte de los escenarios que en esta
tesis se maneja, se puede apreciar el llamo femicidio íntimo y una relación de poder
desenvuelta en el ámbito conyugal y familiar. Se pueden visualizar las características
del agresor y la victima que las estadísticas nos muestran y por si fuera poco, la
construcción social de los roles que son impuestos a hombres y mujer, que
normativizan las conductas agresivas del hombre dentro de una relación.
Por ejemplo, la Victima en su testimonio expresó que:
(…) No denunció estas agresiones por cuanto viene de una familia que tiene costumbres
muy serias, le han dicho que marido es marido y tiene que aguantar por eso, y
también por darles padre y madre a sus hijas, que no sufran, por ellas ha tolerado todo.
Manuel Mesías Chimbay le amenazaba, también le chantajeaba, le amenazaba siempre.
(Delito de Femicidio en el grado de tentativa del 31 de enero del 2022).
Dentro de esta sentencia se valoró así mismo el testimonio anticipado de la hija
en común del agresor y la víctima L.B.CH. A, y en él se revela la continuidad del
accionar del agresor y la celotipia que en su comportamiento se logra divisar:
Respecto de las agresiones en contra de su mamá, recuerda que antes de
construir la segunda planta de su casa tenían un solo cuarto, dormían en diferentes
camas, hubo una discusión solo porque un amigo de su mamá que había llegado
de Estados Unidos y era su cumpleaños les invitó a todos, no solo a su mamá, su papá
se puso celoso, y le dijo que no sé, qué no sé cuánto, al llegar a la casa empezaron a
80

discutir su papá le pegaba a su mamá con los puños, ella se defendía pero él le ganó,
su madre terminó sangrando el labio ese día (…)
Esto sin lugar a duda genera un estado de peligrosidad para la víctima o potencial
victima que encerrada en una relación como esa y tras las consideraciones externas
machistas de familiares y amigos, constituyen en una aceptación por naturalización del
poder, ese poder del hombre hacia la mujer. En el mismo testimonio se puede apreciar
que la conducta del agresor no solo iba en contra de su cónyuge sino también sobre
sus hijas. La hija L.B.CH.A, indicó:
(…) recuerda cuando fue chiquita siempre le pegaba, le insultaba, más aún cuando
estaba en el colegio esto era cuando sacaba 7 o 7.5, le rompía el labio, le comparaba con
las demás personas; y como su persona era medio gordita, le decía que así nadie le va a
querer, que no va a salir por la puerta (…)
Otro de los testimonios importantes dentro de este caso es sin duda el de Lida
Marilu Palacios Moreno, Perito de Trabajo Social quien dentro de la su valoración
expresó: “Indica que recibía mucho maltrato desde que se unió con él”, otra vez se
verifica la continuidad de la conducta del agresor.”
La psicóloga Nelly Magaly Méndez Méndez, por otro lado dentro de su testimonio
aclaro ciertos puntos importantes donde se refleja claramente una relación de poder
constituida y legitimada con el tiempo puesto que tanto la imposición de la fuerza de su
pareja como los prejuicios sociales que a su alrededor se manifestaban cortaban su
poder de decisión de alejarse del agresor y producían un estado no solo de indefensión
sino de incertidumbre.
(…) no se había separado antes del señor por cuanto sus padres le enseñaron que se
casa una vez, y que todas estas situaciones están permitidas dentro del matrimonio;
además ella quería que sus hijas crezcan con su padre, pero veía que ellas no eran
felices en el hogar pues le tenían mucho miedo. Incluso cuando recién se había casado
había tenido dificultades por lo que acude a su casa, sus padres le dijeron que para que
se había casado y que tenía que afrontar estas situaciones, no tenía apoyo de su familia.
Esta sentencia, por su contexto y desarrollo es una pieza clave en esta
investigación puesto que en ella se logra identificar varios escenarios doctrinales y
normativos que dentro se han traído a colación.
La jueza ponente en este caso bien hace en indicar en su motivación respecto de
81

las relaciones de poder de estas como tal.


(…) se ha de comprender las acciones, omisiones y prácticas sociales, políticas,
económicas, culturales o simbólicas que determinan la imposición de la voluntad de una
persona o grupo por sobre la de otro, desde una relación de dominación o subordinación,
que implica la distribución asimétrica del poder y el acceso y control a los recursos
materiales e inmateriales entre hombres y mujeres.
Así mismo en otro apartado indica que:
(…) el femicidio dentro de un contexto íntimo constituye la máxima expresión del conjunto
de violencia ejercida contra la mujer, que se materializa luego de constantes abusos de
poder, maltratos físicos y psicológicos, va incrementándose hasta la consumación de un
resultado lesivo fatal consistente en la muerte de la mujer.

3.3 Resultados generales originados del análisis


Los resultados que de la investigación se desprenden del análisis realizado a las
Entrevistas aplicadas y al análisis de sentencia presentada. Al respecto se detallan y
presentan los resultados los siguientes:
 Que la relación de poder es un elemento constitutivo del femicidio y constituye
uno de los más relevantes.
 Que el poder en sí mismo es una construcción social y que nutre de la
cotidianidad y naturalización que este se le da.
 Que las estadísticas demuestran que dentro de las relaciones de pareja donde
se reflejan agresiones por parte del hombre hacia la mujer, ya sean físicas o de
cualquier otra índole, el hombre ejerce una dominación atribuible a su género, es decir
que este justifica su accionar en la fuerza que tiene superior en relación con la de su
pareja.
 Que la relación de poder ejercida en el cometimiento del delito de femicidio no
solo se reproduce en las relaciones de pareja, sino también en los ambientes,
laborales, familiares y sociales.
 Que la relación de poder puede ir evolucionando con el tiempo, es decir que
existe la posibilidad que ese poder aumente con el pasar del tiempo.
 Que en ciertos casos como el femicidio no íntimo, no es permanente la relación
de poder sino que se materializa en el momento en el que el agresor se acerca a la
82

víctima.
 Que en el ecuador existen organismo que velan por la erradicación de la
violencia contra la mujer.
 Que la violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar es repudiada y
reprendida en el Ecuador y para buscar la erradicación de esta si bien se han
impulsado políticas públicas, reformas legales o inclusive creación de cuerpos
normativos que tratan especialmente estos temas, la educación ciudadana debería ser
un tema de interés asociado a la erradicación de la violencia contra la mujer.
 Que esta educación debe materializarse a través de políticas públicas
enfocadas a la difusión de contenidos educacionales en temas como violencia
intrafamiliar, sus consecuencias, su tratamiento, pero eso ya es materia de otra
investigación.

3.4.- Propuesta para dar soluciones al problema de femicidio en la República de


Ecuador
Como respuesta al Análisis de Resultados se presenta la siguiente propuesta
compuesta de varias recomendaciones a ser ventiladas en la actual “Ley para Prevenir
y Erradicar la Violencia Contra la Mujer y en especial los femicidios en Ecuador”, a
saber:
 Un Sistema de protección de frente a los casos de femicidio . Aplicación efectiva
y eficaz de la Ley Orgánica Integral para prevenir y erradicar la violencia contra las
mujeres
 La Participación de la Educación en contra de la  violencia contra la mujer en
casos de femicidio: Directamente vinculada con la clase social y el nivel de ingreso,
la educación es primordial en la prevención de la violencia de género y consecuencias
como el femicidio, y es la cura de esta plaga porque es la única que puede cambiar las
mentes de los seres humanos. Desgraciadamente, la desigualdad de género se hace
sentir también en este aspecto.
 Sistema de salud y su participación en violencia contra la mujer y el femicidio :
atención a las causales de violencia en forma definitiva y sin exclusión las derivadas
de violencia intrafamiliar y todas aquellas consecuencias de la violencia de género.
83

 Alerta temprana ante el femicidio: Este tipo de asesinatos pueden ser evitados si
la víctima decide no callar el primer golpe, no permanecer a lado de un maltratador, si
se atreve a denunciar el hecho antes de que quien se comprometió a amarla y
protegerla le propine una herida mortal que la lleve a la tumba.
Sistema de protección.
 Reparación de víctimas de violencia contra las mujeres y el femicidio : El
supuesto básico para generar la obligatoriedad de reparar algún daño a las mujeres
víctimas de violencia, es precisamente que se hayan conculcado alguno de sus
derechos, es decir, que exista un bien jurídico lesionado, lo que actualiza su derecho
de restitución, para ello se debe garantizar el libre acceso de la justicia a las mujeres
sin discriminación alguna, en términos de la reparación de daños materiales y morales
de manera satisfactoria..
 Tratamiento al agresor en el femicidio y la participación ciudadana : en casos de
femicidio lograr crear conciencia en la población penal que involucre medidas que
posean en consideración la defensa de la mujer; luchar contra la discriminación, excitar
la igualdad de género y socorrer y acoger normas culturales adecuadas. Una objeción
conveniente contiene la participación de forma exhaustiva de las disímiles plazas de
procedimiento poseyendo como cimiento las derivaciones de la violencia en la víctima y
la necesidad de ejecución de programas para los victimarios lo cual demanda una
respuesta multisectorial.
84

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

En este aparte se presentan las conclusiones y recomendaciones a las que se


arribó luego del desarrollo de la presente investigación.

CONCLUSIONES.

En el transcurso de esta investigación se han expuesto las


características que definen a la relación de poder como elemento
constitutivo del delito de femicidio, delito que en el Ecuador fue incorporado
al Código Orgánico Integral Penal en febrero del 2014.
- Se logra evidenciar no solo desde los criterios de los estudiosos del
Derecho Penal con relación a la violencia contra la mujer y miembros del
núcleo familiar, sino también en los estudios que preceden a esta
investigación referente al delito de femicidio, sus escenarios, aplicación del
derecho sancionador a los sujetos activos en este tipo de procesos,
connotación social, entre otros, que la relación de poder es una construcción
social por ende su conceptualización, a priori, es sociológica.
- La relación de poder se logra divisar no solo en la materialización del
femicidio como tal, sino en cada una de las acciones precedentes y
conducentes a la muerte de la mujer provocada por el hombre por su
condición de serlo (entiéndase acciones conducentes como las que generan
la naturalización de la agresión).
- El femicidio es el resultado irreversible de la continuidad de
agresiones físicas, psicológicas, económicas, etc., mal justificado en la
imposición social de roles, roles reproducidos en los ámbitos familiares,
laborales, sexual, de pareja, educativos, entre otros.
En este sentido, y como bien se ha plasmado en el desarrollo de esta
investigación, la relación de poder se da en los femicidios íntimos donde
víctima y agresor son cercanos, el no íntimo donde al menos un sujeto
desconoce al otro, feminicidio por conexión donde por medio una víctima
85

principal otra mujer se coloca en posición de víctima y el feminicidio sexual


que se desarrolla estrictamente acompañado de agresiones sexuales, los
cuales se describirán brevemente a continuación.
86

En el ejercicio de la relación de poder ejercida por un hombre hacia


una se evidencia el claro sometimiento de la segunda, donde la fuerza física
y otros aspectos como la situación económica, laboral, filial, por citar
ejemplos se imponen por sobre victima donde el derecho a la dignidad
humana de la mujer y la vida en el peor de los casos son violentados por el
agresor.
El poder es conferido socialmente en consideración a la sexualidad, el físico, el
condicionamiento social, las relaciones patriarcales, laborales, etc.
El estudio de este tipo de problemas es de suma importancia, debe entenderse
que la violencia en cualquiera de sus estados debe ser descrita correctamente a fin de
que pueda ser identificada.
La relación de poder como se manifestó en esta investigación por uno de los
entrevistados es dominación y control sobre la mujer, fundado esto, en una cultura de
violencia y discriminación que históricamente las mujeres hemos sufrido, por lo que
resulta un fenómeno social y cultural enraizado en las costumbres de sistemas
patriarcales, de relaciones desiguales de poder, en donde a la mujer se la considera
inferior al hombre.
La dominación hacia una mujer genera en ella la pérdida de su dignidad,
independencia, genera una debacle emocional que en ciertos casos contribuye a que la
víctima se sienta imposibilita de salir del círculo de agresión en el cual se encuentra
inmersa
Es evidente también que los procesos penales de femicidio, y lo que dentro de
ellos puede llegar a ventilarse nos ofrecen material de análisis y estudio para no solo
entender el comportamiento del agresor, en condicionamiento de la víctima, sino que
nos da pautas para saber cómo enfrentar este fenómeno social como lo es el
machismo y la legitimación histórica de roles.
No basta con estudiar el problema, analizar el poder y como la imposición de roles
repercute en el desarrollo de las relaciones interpersonales, sino que se debe plantear
soluciones.
87

La educación en todos los casos es el principal instrumento para combatir este


tipo de actos, formar a niños y niñas con conceptos de igualdad definidos, de respeto y
tolerancia.
En definitiva, toda forma de violencia contra la mujer debe ser erradicada, pero
merece también y prioritariamente una atención integral para conseguir una reparación
integral significativa para las víctimas y las familias de las victimas cuando los
resultados de la agresión son irreversibles como en el caso del femicidio.

RECOMENDACIONES
En este punto debe apegarse al criterio que exponen los estudiosos en esta rama
a los cuales se ha hecho mención en el desarrollo de este trabajo investigativo, así
como los entrevistados, las encuestas revisadas, sentencias analizadas y en general
todos los datos recolectados para el efecto.
- La recomendación sine qua non en este caso es el fortalecimiento a nivel
educativo de una cultura de respeto y tolerancia hacia los demás, educación respecto
de los derechos y garantías que tienen las víctimas o potenciales víctimas de este
delito o delitos afines.
- Se recomienda a los estudiantes de Derecho primordialmente, estudiar no solo
la normativa donde se encuentra incorporados los derechos, procedimientos y medidas
que pueden tomarse para defender a los futuros clientes inmersos en escenarios de
violencia género o concretamente femicidio, sino que además se relacionen con los
conceptos que enmarcan este tipo penal como la relación de poder principalmente y
como esta relación de poder es una construcción social.
Conociendo estos conceptos y sus orígenes será más fácil destruirlos y contribuir
para la creación de una nueva sociedad, justa, igualitaria, respetuosa de las diferencias
y de la vida de todos los que componen la sociedad.
- Se recomienda impulsar la destrucción de los estereotipos, roles atribuidos al
sexo, que se dé igual tratamiento a cada integrante de nuestro círculo familiar,
académico, laboral y social y que ello sirva de ejemplo para las
88

nuevas generaciones para que se formen sin referidos estereotipos que lo único
que logran es separarnos.
La educación como bien se expuso, no se produce o desarrolla en las aulas de
clase, por ello es imperativo dar asesorías y talleres a los padres de familia para que
sean ellos desde el hogar quien forme en valores a sus hijos.
- El papel de la familia es imprescindible en la formación de nuevos ciudadanos
por ello la importancia capacitar a los padres de familia a través de campañas, talleres
o publicaciones periódicas en los medios electrónicos digitales o televisivos.
-Y por último y no menos la difusión masiva de estos derechos y garantías, así
como mecanismos y procedimiento para acceder a ellos existen que si bien es cierto
son muchos, la realidad nacional nos indica que son desconocidos.
89

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